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Capitulo 9: Kushina Uzumaki

 

I

El podio se lleno de reporteros, cámaras y fotógrafos de noticieros del país como de medios internacionales. Dos semanas más tarde del anuncio de Kurotsuchi las cosas comenzaban a mejorar, la gente comenzó a ver a Naruto-sama como si fuera un mesías, hubo incluso quien dijo que él era el anticristo en algún lado.

La vocera de la industria subió al escenario. El destelló de los fotógrafos no tardo en iluminar hasta casi cegar a Kushina Uzumaki, su sonrisa apaciguó los incesantes destellos y con la atención de cámaras y micrófonos al aire, hablo.

Agradecemos que hayan venido a esta conferencia de prensa ―fue su comienzo―. Konoha industries y todos sus miembros se sienten orgullosos de ser los responsables de crear el futuro que le espera a Japón. En colaboración con la agencia espacial JAXA, pronto se lanzaran tres satélites que proporcionaran un servicio de red de alta velocidad para todo el país y todo el hemisferio oriental asiático. Un servicio de internet que tendrá un precio moderado y accesible en todo momento.

Puede que pareciera exagerado la declaración que hizo Kushina-san de parte de la industria, pero se trataba del comienzo de la guerra de Marketing. Luego de los logros médicos que pusieron a Konoha en alto, marcas farmacéuticas se unieron entre ellas y viendo a Konoha como la hidra griega, teníamos muchas cabezas, muchas ramas de mercado donde competir. Fue el tiempo en que se formaron dos alianzas que se nombraron: Abstergo y Umbrella, lucharían entre ellos antes de recordar por que cada uno de ellos surgió. Mientras dos libraban una guerra de mercado, Konoha se levantaba por encima de ellos un paso a la vez sin que se dieran hasta que les fue tarde.

Lo hizo muy bien, Kushina-san ―halague su trabajo una vez que su turno terminará, salí tras ella mientras Naruto-sama se quedaba para ser entrevistado por los medios acerca de todo lo declarado―. No tenía idea de que trabajáramos junto a la agencia espacial.

Yo también estoy impresionada querida ―contestó mientras rumbo a la salida, escoltados por miembros de elite de nuestro cuerpo de seguridad―, Naruto apenas si me hablo de esto, esta mañana cuando me dio el guion para dirigirme a la prensa. ¿Sabías tu al respecto? Pasas mucho tiempo con él.

Realmente no tenía idea de este proyecto ―conteste. Si tan solo Kushina no fuese parte del harem de Naruto-sama, tomaría con mas vergüenza lo ultimo en sus declaración, pero la mujer que yo consideró incluso como una segunda madre para mi, es una de las mujeres que conforman el circulo de placer de Naruto-sama.

Era su tía, pero le hacía el amor como si fuese un hijo enamorado de su propia madre en vieja historia griega que amaba mas como una mujer que como su progenitora; aunque creo que estoy confundiendo algunos hechos. O tal vez aquel cuento griego sea tenga mas similitud con su relación de la que puede sonar. Para algunos puede sonar enfermo, otros puede ser, griego.



II

Había amanecido pero yo seguía en esa cama que no era de mi habitación. Estaba atónito, recostado de lado mirando la espalda de Sarada-san antes de ponerse un sujetador y terminar asegurando el broche, no puedo creer que no pudiera poner mis ojos en nada que no fuera su piel perfecta de la madura, como tampoco pude mirar otra cosa que no fuera el borde de sus senos antes de ponerse esta prenda. Yo en tanto estaba cruzado de brazos en su cara seguramente con una expresión jocosa, Sarada-san volteó su mirada muy tranquila y serena antes de sonreírme.

Despertaste, Adrian~ ―dijo tan jocosa y seductora, me sentía atraído o simplemente me gusto tener sexo con ella―. ¿Que pasa con esa mirada? ¿Acaso te gusto hacerlo con esta mujer?

Solo he tenido sexo con tres mujeres antes que usted, nunca me sentí de esta forma con alguna de ellas ―dije sin moverme de mi lado en la cama, no quería despegar mis ojos de Sarada-san.

¿De que forma te hago sentir? ―me pregunto, su porte cambio. Esa sonrisa desapareció y ella pareció mas preocupada, lo entendería dentro de poco.

Enamorado ―declaré, de pronto un miedo la recorrió con mis palabras.

Hubo silencio en la habitación y mi boba cara se fragmentaba poco a poco, ella me dio la espalda, por el movimiento de su brazo izquierdo supuse que se acomodo los lentes. Poco después escuche una discreta risa de parte de Sarada-san. Entró en la cama llevando puesto un conjunto de lencería color café cuando estuvo viniendo a mi mientras yo seguía quieto, se coloco sobre mi y sus brazo quedaron a lado de mi cara, una gentil sonrisa suya antes de dejar caer sus labios sobre mi.

Como un meteorito visto desde el espacio al chocar sobre un mundo, puede parecer un impacto rápido y violento, pero es lento y majestuoso. ¿Realmente se puede saber lo que uno piensa a través de un simple beso? Su rostro quedo encima de mi cielo y usando sus deliciosos labios que besaron el aparato y la boca de otro hombre por mucho tiempo, que durante la noche no paré de besar yo mismo y que con ellos no me dejo respirar cuando acaricio mi hombría, me dio un duro golpe.

Ahora sientes lo que yo sentí por él, querido Adrian ―dijo al principio, su suave voz erizaba desde mis tímpanos―. Que te deje hacerme el amor, no significa que yo te ame.

¿El amor y sexo pueden confundir a una persona? Yo te puedo decir que si. Quede en silencio, mi corazón dejo de latir por un eterno segundo, sin embargo no lloré ni mostré ningún signo de sufrimiento. Eso no es justificación para hacerme sentir mas miserable después de toda esa noche sintiendo su cuerpo hasta perder la consciencia juntos.

De pronto, un segundo impacto cayó sobre el cráter de mis labios y aun con ese rechazó no pude dejarme engañar con su posterior sonrisa y el brillo cósmico de sus ojos.

Porque me vuelve a besar, Sarada-san ―cuestiono, me siento más perdido que naufrago en el fin del mundo.

Dejaré que seamos amantes, hasta el momento que termine de contarte mi historia ―responde―, soy cruel ¿Verdad?

No sabía cuanto mas faltaba a su relato, así que no quise dejarla seguir. Siendo una mujer con más edad que la mía, me tuvo bajo su control toda la noche; quise demostrar que yo también tenía iniciativa. La atrape con mis brazos y tras devolver la lluvia de besos. La puse debajo y di todo de mi para que no saliéramos de la cama por cuantas horas pudiéramos. Tomamos el almuerzo muy tarde aquel día siguiente, mas bien por ella que termino por dominarme tras solo dos horas de haber empezado.

III

Fue la esposa de uno de los hombres que paso a la posteridad como un mártir para japón, decían que su esposo pudo haber hecho los cambios que Kurotsuchi hizo en su tiempo. Pero le espero un destino trágico para el candidato a primer ministro: Minato Namikaze, pues durante su campañas, rodeado de tanta gente que apoyaba su causa y su nombre era sinónimo de cambio.

Durante un recorrido por las calles, a pesar de los medios transmitiendo en vivo y con cientos de miles a su alrededor haciendo campaña suya por Shinjuku. Y en cientos de pantallas todo su país lo vio, no vieron al atacante, estruendo que anuncio su asesinato cobarde. Un revolver se asomó entre las civiles que rodeaban a Minato y directo a su cabeza, un solo disparo a su cabeza fue suficiente para sentenciarlo.

La policía movió cielo y mar para encontrar al asesino, al mismo tiempo que médicos y cirujanos hacían todo por salvar al candidato Namikaze, siete largas horas llenas de tensión para su esposa y su sobrino, como para todos los ciudadanos que rezaban por su supervivencia. Todo quedo en manos de Dios, así me enseño mi madre a ver las cosas.

Con su muerte, las esperanzas murieron una esposa quedo viuda. El partido político aporto poco a las condolencias de Kushina Uzumaki y el sufrimiento que le marco, cargo con el sufrimiento por mucho tiempo que incluso se retrajo a si misma por mucho tiempo, razón que hizo a Naruto Uzumaki abandonar el estudio a tan temprana edad lo que le mostraría el camino a la persona que fue en sus días.

Cuando perdí a Minato me retraje por mucho tiempo que no me di cuenta del daño que te estaba haciendo Naruto, se suponía que debí estar allí como el hijo que no tuve con él y mira a donde te ha llevado ―exclamo Kushina, tratando de no dejar caer las lagrimas, pero no pudo hacerlo por mucho―. Como tu tía me siento tan orgullosa del hombre que te has convertido.

Desde que Naruto Uzumaki fue admitido como personal laboral de Konoha industries dejo el departamento donde vivía con su tía, siendo dos años y medio desde que dejo de contactar con él dado toda travesía que viviría al siervo de Tsunade Senju. Decidió acabar con el tiempo que los tenía distanciados por una buena razón.

Por favor, tía. No te pongas de esa manera ―dijo Naruto, sonriendo a la conmovida y mortificada mujer―. Fuiste toda la familia que necesite tener.

Sentados a la pequeña mesa redonda de su casa, ellos tenían una charla con un té servido solo para ella, ya que Naruto dijo que solo lo necesitaría Kushina dado la sorpresa que le tenía su sobrino.

No digas eso, ni siquiera puedo decir que fui una madre para ti ―decía con total vergüenza de su persona misma―. Me recluí en la perdida de Minato y no hice nada para criarte como él quiso, abandonaste los estudios todo porque yo ni siquiera me atrevía a hacer nada por la impotencia de haberlo perdido, me lamente de no haber estado ese día con él...

Sus ojos en el fondo del té en su taza, su reflejo era muy claro, solo la caída de una lagrima sacudió la tranquila agua fue sacudida cuando la mano de su sobrino, viendo en él aquel niño que llego a hasta su casa y ahora era ya un adulto. Hizo que Naruto se perdiera mucho de una vida digna que pudo tener, al menos era esa la culpa que Kushina decidía arrastrar. Pero la alegría en esos ojos le calmo.

Kushina, tú y Minato me dieron más de lo que tuve en toda mi vida ―decía Naruto, sonriendo de parte de ella―, mirá donde he llegado, voy a casarme con Hinata.

...Lo se ―seco sus lagrimas, al sentir su felicidad―, es solo que… no como sentirme, estoy muy feliz por ti, pero al mismo tiempo… bueno. No fui más que una esposa miserable y una terrible intento de madre, ayudar a Sakura-chan a cuidar de Sarada es un mal intento mió por redimirme.

Bueno, si dices eso. Entonces como reaccionarás con esto ―escondido bajo su ropa ejecutiva desembolso un sobre manila de oficio, delgado. Lo puso sobre la mesa y se lo extendió. Mas no dijo que había dentro, agrandando el misterio que haría a Kushina abrirlo.

Dos hoja habían dentro, una era carta escrita por Naruto mientras que la otra era un formulario notarial de registro civil que necesitaba llenarse.

¿Que es esto? ―pregunto antes de leer bien las hojas, primero lo carta.

Querida tía, no se como empezar esto, aunque tu no te consideres como la madre que perdí hace años, yo te he querido y a Minato, como los padres que perdí a causa de una guerra que en la que nací, y aunque tuvo que dejarnos por decisiones de la vida, agradezco a todas las deidades, que tu sigas conmigo. El deseo comenzó hace casi tres años, cuando puse tu apellido y el de mi madre por encima del de mi padre que perdí, como el del segundo que también vi morir. Para solicitar empleo en Konoha industries, pero no es oficial y ahora que me voy a casar, quiero que los hijos que tenga con Hinata, lleven tu apellido y de mi mamá, porque tú eres toda la familia que me queda y no quiero que se pierda ¿Piensas que estoy loco? O Te animarías a adoptarme ¿Me permitirías ser tu hijo?”

Palabras que Naruto escribió una y otra vez en una hoja con su propia letra, papeles que rompió una y otra vez hasta poner en todos los sentimientos que quería plasmar. No todas las emociones salen de la voz, habrá siempre momentos que necesitarán ser puestos en papel y lo que transmiten se sienten a pesar del tiempo. Como escritor y anteriormente, periodista, se de que hablo. Tuve la buena fortuna de escuchar esta misma carta por manos de Sarada-san cuando me la enseño.

No se como reaccionó ella en realidad, pero cuando termino de leer la carta y ver bien aquel documento notarial era una solicitud de adopción, seguramente habrá sido Naruto Uzumaki quien se puso de pie primero para abrazarla cuando vio que las lagrimas de felicidad en Kushina se manifestaron.

»¿Naruto?

Los brazos de su sobrino la tomaron con una fuerza consideraba, que le hacia sentir el amor que puso Naruto en las letras de esa carta. Y por mas que gritará en su mente que ella no se consideraba digna de dejar que le llamase madre, esa voz en su consciencia se fue apagando a medida que las gotas que seguían brotando de sus ojos dejaron de ser tristes y por fin, después de mucho tiempo; por fin se producían estas lagrimas a causa de una felicidad deslumbrante.

Te consideró mi madre, aunque no quieras creerlo. Siempre has sido mi madre, Kushina ―la alegría en llanto se dejo oír de Naruto, tomando con mas fuerza en ese abrazo que le daba.

Naruto ―era demasiado bueno para Kushina―, no sabes cuanto te amo.

Amor materno, claro. Al menos hasta que el destino dio la vuelta torcida para Naruto. Ocurrió un día antes de ocurrir su despedida de soltero sorpresa y posteriormente la gran boda. Tuvo el honor de sentar a la diestra de novio en el banquete, como el titulo oficial como su madre y tendría el honor de ser la abuela de los hijos que su matrimonio tendría.

IV

Hay que hacer un salto en el tiempo querido Adrian. Me dijo, Tomamos un almuerzo en el restaurante del hotel. Mucha hambre después de saciar el desayuno con el cuerpo del otro hasta que verdaderamente sentimos gran hambre tras un tanto más y fue donde me contó mas acerca de la segunda madre que Naruto Uzumaki pidió que le adoptará.

Aunque escuche la historia y quede conmovido, tuve que hacer algunas investigaciones. Y me llevo a un descubrimiento, Minato Namikaze realmente es hijo de Naruto Uzumaki. Lo cual es intrigante. El vinculo familiar entre sus padres y los tíos que lo acogieron, su madre y la señora Kushina los conecta. El apellido de su primer padre lo olvido y adoptó el apellido Namikaze. La cuestión me hice al comparar fotos entonces fue ¿Si la conexión de sus familias era su madre y su tía, porque parece a su tío?

Solo tenía dos opciones y no pude preguntar cual de esas respuestas era la correcta a Sarada-san. O el señor Minato fue infiel a su esposa con su cuñada y fue descubierto o será que le hizo algún favor a la familia de su cuñada cuyo no pudiera concretar. Cualquier respuesta es igual de perturbadora.

La razón por la que hago una parada en medio del viaje a años posteriores que llevo Sarada-san, es por donde decidió seguir la historia. Ese recinto sagrado para Naruto Uzumaki, que puede costar creer que lo tuvo en su misma oficina, despertaba con una fuerte resaca Kushina Uzumaki.

Que resaca ―murmura manteniendo los ojos pegados mientras la cabeza le arde por dentro.

Con la mente adolorida, se retorcía en la cama despertando de una cruda que nunca midió antes. Retorció sus brazos sobre si misma y despertaba sus piernas también, sintiendo chocar con algo blanco pero rígido al mismo tiempo. Eso hizo abrir los ojos en un esfuerzo contrario por no despertar. Ordeno a su cuerpo girar hacia la derecha y su brazo abraso pronto aviso de la presencia de alguien con ella en la misma cama.

»¡¿Quien?! ―Kushina abre los ojos y descubre el horror. Es Naruto quien yace dormido junto a ella y sin que sintiera la ausencia de sabana o ropa, descubre que al igual que ella, ambos están desnudos en la misma cama que no es de ninguno de los dos―. ¡Naruto!

Se levanta en la misma cama mirando con las manos sobre su boca escondiendo la sorpresa impúdica de descubrirse así misma durmiendo con su hijo. Lo que hacia a este descubrimiento mucho peor, fue que encontró que ella no era la única mujer en esa cama. Sakura dormía en el lado derecho de Naruto dormida sobre su brazo mientras que otra mujer de oscuro y largo cabello dormía en el otro lado de Sakura, se trata de Kurenai, sobre su pecho de su hijo, la madura de grandes descansaba profundamente, Tsunade.

Shizune dormía a los pies de Naruto, a lo ancho de la cama, era su brazo lo que toco previamente Kushina. Quito sus manos de su boca para apoyarse de espaldas y vino a descubrir a otra mujer más en la cama, es Terumi.

¿Pero que rayos paso aquí? ¿Porque Sakura-chan esta desnuda en la misma cama que Naruto? ¿Porque estoy desnuda con todas ustedes? ―a pesar de pensar en voz alta, sus palabras no hacían despertar a ni una sola, menos al héroe en la cama―. ¿Que rayos paso aquí?

Busco la forma de poner sus pies fuera y la escena del crimen se extendía por esta habitación que no reconocía. Ropa de todas y de su hijo por el piso dispersas por algún torbellino que recorrió el piso, botellas de licor también, con manchas de alcohol dispersos y manchas de otras cosas por todo el alfombrado.

Sus sentidos reaccionaron conforme caminaba en silencio sin parar de mirar con horror la escena. Su vista se aclaro y vio que no le mentían, sus fosas nasales se activaron y reconoció con horror la pestilencia que se sentía en el aire. Una clara mezcla de sudor, sexo y alcohol.

»Oh no, por favor no puede ser que… ―Dios no lo puede perdonar―… mejor me voy.

V

Fue mas impactante descubrir que había tenido sexo con mi Naruto que descubrir que la habitación en la que desperté estaba en su misma oficina ―me contó Kushina-san, después de dicha conferencia tomamos un momento de descanso, la conferencia seguía y nosotras fuimos al interior del auto privado de Naruto-sama.

Cualquier otro puede pensar que es una mujer enferma de la cabeza por sostener una relación sexual con su hijo, aunque sea adoptado y aunque fuese su sobrino realmente. Para yo la respeto y tengo un gran estima por ella por encima de cualquier otro prejuicio que pueda pensar acerca de Ksuhina Uzumaki.

Es una segunda madre para mi, no solo por que pretendía ser su número uno de Naruto-sama, sino por todos esos años que me cuido cuando mi madre trabajaba, antes de descubrir que su trabajo consistía en tener las piernas abiertas siempre para Naruto-sama.

¿Descubrió lo que paso? ―pregunte con modestia sentada a su lado.

De una forma muy macabra debo decirte, Sarada-chan ―contesto Kushina mortificada con una sonrisa para aparentar―. Para empezar, recuerdo que fue Naruto quien me pidió ser su vocera. Era yo quien ayudaba a Minato a practicar sus discursos y monólogos durante su campaña, algunas veces las escribí para él ―parecía que esa herida se había cerrado, aunque aun le llegaba a doler por ocasiones―. La paso mal durante una conferencia, aunque personalmente le dije que lo hizo bien. Vino por mi y me pidió ser la vocera de Konoha, le dije que no estaba segura de aceptar y me rogó, incluso se puso de rodillas como si aun fuera un niño. Creo que fue eso lo que convenció.

¿Naruto-sama? ―pensar que mi señor se arrodillara ante alguien y suplicará era imposible, perro pensar que lo hizo para ella se me hizo mucho mas imposible.

Algo llamo nuestra atención fuera del auto, aun con las ventanas polarizadas el auto blindado y reforzado, vimos y escuchamos. La conferencia había terminado y Naruto-sama junto con Hanabi-san, salieron hacia nuestro auto con un gran número de reporteros y otros que querían mas declaraciones de mi amo aun cuando dijo que era todo lo que iba a responder por entonces.

Con sus dos guarda espaldas y un grupo de seguridad haciendo que los medios se mantuvieran a distancia de Naruto-sama pero se subiría al auto no sin antes despedirse de todos un saludo. Era toda una celebridad.

Konan abordó primero el auto, siguió Hanabi-san y después él, al final Samui-san entro, una a cada lado mientras que nosotras dos estaban delante suya en ese espacio. Es un vehículo blindado de capacidad media. Una pequeña limosina para cinco mujeres que vinieran con Naruto-sama. El chófer arranco una vez que los guardias extras subieron a sus vehículos en el convoy y el líder del grupo hizo la señal. Pensarás que hablo más de la vida de un político que de un filántropo, no querido Adrian. No te miento, cuando Naruto-sama salía de la torre, era bajo una fuerte escolta.

Parece que todo salió bien ―dijo Kushina al verlo respirar aliviado una vez el auto estaba en marcha.

Afortunadamente si, preguntaron que si esto afectaría la relación entre nosotros y los americanos con la independencia de JAXA de la NASA. Pero con la aceptación de un cuerpo de ingenieros en México para Konoha, el triunfo de JAXA será inminente ―nos contó Naruto-sama―. Konoha ahora tiene cedes fuera del continente por fin.

Es un verdadero logro, Naruto-sama ―mi halago fue seguido de miradas coquetas de Ksuhina, Samui y Konan a pesar de estas dos suelen guardar silencio, dado su alto profesionalismo.

El verdadero logro será cuando los satélites estén orbita y la red funcione, con la formación de Abstergo y Umbrella compitiendo entre ellos no parecen estar al tanto de nuestras operaciones ―dijo Hanabi-san sentada a la derecha de Kushina-san y yo estaba a la izquierda de la matriarca.

Dejemos que esos se destruyan entre ellos por el momento ―decía Naruto-sama―, cuando se den cuenta de que somos el tercer contrincante en su tablero, estaremos con dos pasos adelante sobre sus movimientos.

Si tu lo dices, señor.~

Si tan solo supiera mínimamente, que su esposo esta siendo infiel con su hermana. Imaginarme la expresión quebrantada de Hinata-san era toda una fantasía mía, pero sobre todo me gusta imaginar el día que Naruto-sama me lleve ante ella y le diga que la deja por mi. Como trama de telenovela.

Sarada-chan, que sigue en la lista ―su repentina pregunta me hizo salir de mis pensamientos. Tenia una pequeña libreta conmigo cuando salíamos fuera de la torre para tomar nota de todo lo que Naruto-sama me pidiera y allí tenia su itinerario escrito.

Le prometió a su esposa y a su hija, reunirse para almorzar esta tarde.

Oh claro, ¿Quieres venir con nosotros, Hanabi-chan? ―rechazo la oferta, dijo que que debía pasar momento con su esposa y su hija sin ella, a eso; lo vimos pensar entonces por un breve momento, antes de soltar un suspiro donde claramente se le veía contento―. Sarada-chan, tomate el resto del día.

Pero, Naruto-sama... como usted diga ―no puedo oponerme a su voluntad. Son sus mandatos.

Lo que Naruto-sama diga, debo cumplir. Aunque eso signifique irme para dejar que pase tiempo de calidad con su familia, me hundía en celos, no se si decir que era la única en ese momento. Tal vez no, pues la mano de Kushina-san tomo mi hombro y donde me sonreía ella vino a decirme que yo con ella podía pasarla bien.

Porque no vienen a mi casa y pasamos un tiempo de chicas ―nos invito Kushina-san a mi y a Hanabi-san, ella no dudo de esta propuesta en ningún instante. A lo que yo dije que si también. Un gesto al chofer y nos llevo rumbo a su residencia.

El cuerpo de seguridad se quedo con Naruto-sama, Samui y Konan a cargo del perímetro, soldados de elite vigilando cada esquina, pero son solamente mercenarios. Escolta presidencial, los americanos así lo llamarían.

No era un restaurante de lujo, sino aquel puesto de ramen en la zona de suburbios que Kurenai le enseño, donde se reunió con su esposa y su hija menor, Himawari. Era inusual verlo comer fuera del trabajo, pero al menos así no comía sopas instantáneas todo el tiempo. Me corroía la envidia de solo mirarlos. Pero el animo se caía al ver lo feliz que era con Hinata-san, como ver el enorme tamaño que ella tenia en su busto y Himawari también lo heredo. La historia de Kushina me levantaría el animo.

VI

Comenzó a trabajar como vocera de Konoha, primero brindo comunicados durante las reuniones de personal en la torre para informar los éxitos logrados y comunicando los desafíos que se iban a implementar con los siguientes cambios. Dicen que desde el primer momento tuvo un agrado ante todos, su lingüistica era impecable; cada palabra que salía de su boca aunque fuese memorizada, sonaba tan natural que muchos pensaban que sus palabras salían de su mente al instante.

Tanta confianza y tanta belleza juntos, cuando se hizo a conocer que Kushina-san era mas que solo la madre adoptiva de Naruto-sama, era la esposa del fallecido ex candidato, Minato Namikaze y era ella quien estaba detrás de los mas poderosos discursos que él pudo dar, la admiración y respeto fue de efecto, instantáneo.

No es necesario que cocines, para mi ―dijo Naruto-sama, de visita al departamento de su madre.

Sentado a la mesa la veía en el otro lado de la barra, mientras una olla al fuego calentaba pollo a un lado libre, escuchaba como cortaba las verduras.

Claro que si, mi hijo esta de visita ―dijo, dándose la vuelta con cucharon de metal en manos llevando una camisa simple y unos pantalones cortos bajo un mandil blanco. Una gran mirada alegre se notaba en su cara―. Tal vez te vea casi todo el tiempo en el trabajo, allí eres mi jefe, pero aquí eres mi hijo y como hijo, mi deber es darte de comer.

Había dejado antes la oficina, por sugerencia de Tsunade y Shizune por separados, le metieron la idea de seguir expandiendo la lista de mujeres para su insaciable apetito. Naruto-sama no negó que en cuanto vio a su madre luciendo como una oficinista, tomo evidencia de lo que atractiva que era, distinguiendo su busto y su redondo trasero cuando ella se agacho por error eso oficina y miro su potencial.

También tuvo en cuenta como otros hombres (socios inversionistas menores) llegaban a adular a Kushina-san en intentos disimulados de coqueteo. Lo que produjo cierto desagrado en Naruto-sama, envidia sobre todo.

Hazla tu perra, Naruto~ ―fue el consejo que Tsunade le dio, reunidos anteriormente en su oficina. Tomando un breve respiro en medio de la acción tomada a mitad del día. Ese mismo día―. No es tu madre biológicamente, es tu tía. Te la pondré simple, o te la coges tu o ves a otro hombre cogérsela. Como una mujer que paso mucho tiempo sin amor te lo advierto por ella, esta necesitada de amor y pasión cualquier otro que logré aprovecharse de Kushina, la tendrá a sus pies.

Ese fue el consejo de Tsunade.

Si ya te coges a la esposa de tu mejor amigo. Que te impide involucrar a tu madre también ―decía Shizune totalmente desnuda y con su cuerpo cubierto en sudor tras haber recibido la primera semilla de Naruto-sama durante la tarde, ese mismo día―. No lo pienses mucho, Naruto. Solo has que grite por ti.~

Guardo silencio mientras reflexionaba en silencio, escuchando nada más el burbujeo de la olla mientras Kushina seguía cortando mas verduras. La envidia de ver como otros hombres le coqueteaban a su madre adoptiva le despertó celos y mientras ella rompía el hielo preguntándole a Naruto-sama por su esposa y su hijo de dos años, fue acercándose a Kushina-san con sigilo depredador.

¿Quieres que te ayude, oka-san? ―Naruto-sama apareció detrás pero ella no se mostró alterada por su repentino acercamiento.

Descuida, ya termine. Solo pondré el resto en la olla y queda esperar a que todo quede bien hervido ―tal como dijo, lo hizo. Echo lo ultimo que corto y tapo la olla―. Esto te hará bien, ya me dijeron que solo te la pasas comiendo sopas instantáneas en el descanso, eso no esta bien, deja que mamá cocine para ti. Te haré mi estofado especial de Kushina.

Puso sus manos en los hombros de Kushina y extendió su cara, respiro el aroma de la comida desde su vapor.

»¿Que haces, Naruto? Haces cosquillas.

Huele fantástico ―dijo Naruto-sama, su nariz bailaba con el aroma que entraba a sus fosas nasales, pero no era por el olor de la comida, sino por cierto aroma que opacaba el aroma de la comida y que le atraía más―. También la comida, oka-san. ¿Compraste un perfume nuevo?

Fue un regalo, Kakashi me lo regalo ―eso hizo retroceder a Naruto-sama, al menos su rostro―. No te dije nada, pero fuimos a almorzar juntos y parece que le intereso. Me regalo un perfume cuando volvió de ese viaje que lo mandaste, me lo regalo en la segunda cita… no se si decir que fue una segunda cita, solo volvimos a salir a almorzar juntos durante el trabajo.

Odio tener que decirlo pero le dio razón a Tsunade. Era él o que otro indigno lo hiciera. Pudo haberla forzado allí mismo, sin embargo no es el estilo de Naruto-sama. Acerco su nariz otra vez y olfateo bien su cuello, tan cerca de Kushina-san que ella misma dejo salir de su voz, suaves risas ante el extraño comportamiento de su hijo.

Sabes, huele muy bien. Es un aroma muy picante ―decía, muy cerca a su oído.

Pero que dices, oye me estás haciendo cosquillas Naruto ―su risa se hacia cada vez mas evidente, no lo noto hasta que fue demasiado tarde, pero las manos de Naruto-sama bajaron de sus hombros discretamente buscando llegar a sus senos, pego su cuerpo al de su madre y mientras la hacia reír, el miedo sacudió a Kushina-san cuando sintió aquel bulto caliente presionando contra su trasero, sus ojos se expandieron y su risa vino a esfumo―. ¿Naruto?

Oka-san, no te lo he dicho antes. Pero creo que eres muy ardiente ―solo le tomo nueve segundos a sus palabras, sus manos encontraron sus pechos e hicieron contacto, su empalme lo froto sobre su blanda carne trasera y al final su lengua saboreo primero la piel de su adoptiva madre, antes de darle un beso aquí.

El miedo activo su sistema de defensa y empujo a mi señor con un golpe de su codo izquierdo. Kushina-san no estaba preparada para estoy mucho menos podía aceptar que esto pasase.

¡¿Pero que estás haciendo, Naruto?! ―aunque su mirada reflejo repulsión ante sus actos, su rostro vino a cambiar de expresión cuando vio el enorme bulto bajo sus pantalones. Escondió su reacción con sus manos mientras sus ojos no podían ver nada mas que eso―. ¡¿Porque estas de esa forma?!

Sus manos hablaron, le enseño a Kushina-san su aparato en su máximo esplendor y no pudo evitar contemplarlo. Incluso jurá haber visto al aparato de Naruto-sama saludarle. Pero a pesar de su enorme potencial, pudo mantener algo de compostura.

»Naruto, por favor. Deja de mostrarme tu pene ―pudo mirar a otro lado pero no podía huir. Al menos no lo intento, hasta que Naruto-sama vino a ella y de nuevo puso sus manos en sus hombros, donde sus ojos le miraron con perturbación. Atrapada, solo pudo cerrar los ojos antes de sentir los labios de su hijo depositándose sobre los suyos, se resistió por varios instantes, pero luego―. ¿Naruto, que pretendes?

Imagina que soy ese niño que lamentas haber descuidado ―le dijo―, imagina que este niño esta celoso de que el nuevo novio de su mamá se la quiera robar. Si Oka-san quiere un hombre que la satisfaga.

Su corazón latía peligrosamente, era miedo lo que sentía ante el repentino actuar de Naruto-sama, ira también sentía. Tenia que rechazarlo, sin embargo sus ojos caían en el vigoroso tamaño de su aparato que volvía a pegarse contra su ser.

Pero que rayos dices, Naruto… tienes esposa ―un audaz movimiento de mi señor y el beso que le sentó a Kushina-san, logró introducir su lengua, pero con esto ella se resistió, lucho con todas sus fuerzas para no caer en pecado, pero la persistencia de la lengua de Naruto-sama pudo con su fortaleza y termino rendido. Necesitada de pasión, sus manos tocaron el cuerpo de Naruto-sama, pero sobre todo tocaron su aparato, era mas grande que su mano y tan ardiente como sentía. Su rostro enrojecido cuando separaron sus bocas y ella guardo silencio antes de ver lo que sus manos hacían―. Naruto… la comida aun esta caliente… solo una mamada.

Su sonrisa tan natural hizo temblar a Kushina-san, jura. Apago la estufa y dirigiéndose a su cuarto donde solo una tradicional cama japonesa les esperaba, detrás de ellos un sendero de ropas despojadas de ambos llegaron hasta su habitación empujados por un oleaje de beso mientras que Kushina-san no paraba de acariciar el aparato de su hijo.

Oka-san, eres ardiente ―exclamo Naruto-sama sentado y desnudo en medio del futon, la tenia enfrente estando solamente en lencería, un juego de encajes negros con símbolos de picas sobre sus pechos mientras en su lencería una pica más estaba dibujada sobre la prenda.

Cállate Naruto ―avergonzada se encontraba Kushina-san, a pesar de estar así, sus manos estaban levantadas sobre su cabeza en una pose provocativa―. Como es posible que me hallas convencido de hacer esto, estás casado… ¡Tienes un hijo!

Se acerco a Kushina sin que le prestará atención hasta que puso le puso las manos en su caderas y cuando ella miró, solo pudo ver la sonrisa de Naruto-sama, mas sus ojos estaban cubiertos por su flequillo. Una visión aterradora que tuvo de su hijo (adoptado, claro). No vio su dedo, hasta que lo sintió tocando su lugar íntimo su suave contacto la hizo temblar de terror.

Grito para que no hiciera tal cosa, intento quitarse a Naruto-sama empujando desde su cabeza, sin embargo su cuerpo no podía poner ninguna fuerza, el tacto que le provocaba, uno que ya le parecía desconocido y sobre todo, aterrador; viniendo de sus manos.

Pero tu nunca tuviste un hijo con Minato ¿Porque? ―pregunto.

Kushina-san quedo en silencio y su cuerpo dejo de presionar. ¿Que respuesta le iba a dar? Cuando sus ojos cambiaron de dirección y vio sus labios torcerse en tristeza, pero un cruel giro del destino, antes de que la primera palabra pudiera salir de boca de Kushina-san, el timbre de su casa sonó dos veces. Una visita inesperada.

»¿Esperabas visita? ―preguntaría Naruto-sama.

Con los nervios su boca cubierta por su infaltables cubre bocas y guantes en las manos. Kakashi Hatake había venido con un paquete forrando sostenido con una mano mientras trataba de no sudar y arruinar su presentación ahora que ha vuelto de un nuevo viaje que incluso Naruto-sama lo sigue enviando, sin descanso.

Apresurada, entendiendo que estaba saliendo a recibir una visita inesperada nada mas que luciendo su lencería, abrió la puerta a medias, asomando así su rostro aunque también se dejaba ver su pecho cubierto por su ropa mientras, el silencio entre ambos en cuando cruzaron miradas. Las grandes expresiones en sus pupilas, él que veía mas carne de la que no estaba acostumbrada a mirar de Kushina y ella que miraba al joven hombre que menos esperaba fuese.

¿Kakashi? ―pregunto primero―. ¿Que haces aquí?

Kushina-san… es solo que yo… ―entró en pánico, las mejillas en la cara de la pelirroja y el busto expuesta que le dejaba verle. Apreciando como un poco de su sudor resbalaba por sus valles delanteros. Hizo todo lo posible para mantenerse fresco pero sobre todo, mantenerse porto―… ¿Es un mal momento?

Silencioso como un cazador depredador, vino hacia Kushina-san sin que ella lo sospechara en lo mas mínimo. El incómodo encuentro que tenían ambos la tenían carente de percepciones de su alrededor. No sintió las manos de mi señor cuando le agarraron por encima de sus caderas ni sintió las ágiles manos de Naruto-sama cuando le bajo la pieza no visible para vista de Hatake.

No exactamente ―le contesto Kushina-san, mientras Naruto-sama actuaba a espaldas de sus sentidos―, es que ya iba a bañarme.

Solo venía para traerle un regalo de mi ultimo viaje ―extendió una caja de aspecto delgado que Kushina no dudo en recibir―. Son unos dulces de chocolate, algo extravagante.

Detrás de la puerta, el crujir de dientes de Naruto-sama no era perceptible. Si tuviese una imagen que cuidar hubiera salido y puesto un alto a su subordinado, decidió resolverlo de manera mas delicada, como discreta pero sobre todo, efectiva.

Oh vaya, no se como agradecer… ¡Te!

La hombría de su hijo puso pie adentro, primero la punta gruesa y con poca amabilidad, la introdujo hasta que la llenase todo. Su rostro afligido intentando, pero intentando esconderlo para que no tuviera la mínima sospecha. De lo que pasaba detrás de su puerta.

¿Kushina-san, te encuentras bien? ―intento aparentar, pero en cuanto Naruto-sama comenzó a moverse, la frustración sexual que traía de años viuda despertó ante la violencia pasiva con la que le rosaba su aparato.

¡Si! ―modero su voz de inmediato―. Es solo que estoy, algo exhausta… mis piernas me están matando después de todo este día… sabes.

Sus ojos giraron hacia dentro miro con enojo a mi señor, pero con esa mirada no iba a detenerse, incluso fue empujando con más animo contra su trasero, el choque de su pelvis pronto fue haciendo ruido, uno que iba haciendo mas notorio, Kushina-san esperaba que Kakashi-san se vaya por fin. De lo contrario, dejaría ver lo que estaba pasando, su cuerpo no lo iba a resistir por mucho tiempo.

Bueno, yo solo quería traerte este regalo y… ―al parecer traer este presente solo fue una excusa para venir hasta su casa y hablar de un tema mucho más importante para el peligris hermofogo―… me preguntaba si me permitirías salir contigo aunque sea una vez. Se que es repentino, pero.

No presto atención al cambio en la cara de Kushina, no notó como esta parecía estar sintiéndose adolorida, incluso mordía su labio inferior ¿Se hacia la sufrida o no quería que Naruto-sama viera que lo estaba disfrutando? Grosera fue, pero tuvo que cerrar la puerta a pesar de azotarla y poner seguro al segundo que lo hizo. El ruido ensordeció al pretendiente que se quedo estupefacto del otro lado.

Perdón por eso, es que hacia frió y quiero bañarme en serio ―decía Kushina-san, tenia el rostro pegado a la puerta, sin prestarle atención a que Naruto-sama no que iba pronto―. Que tal si lo discutimos otro día… ¡Um!

Como un reflejo, vino a ocultar su voz usando su mano izquierda mientras aun seguía contra la puerta, Naruto-sama dejo de contenerse por fin. Se distorsionaba con los frenéticas embestidas de mi señor ahora que puede empujar su aparato con mas libertad. Decidió llevar el juego a un nuevo peligro, levanto a Kushina-san por sus muslos y en el aire, con sus bragas deslizándose hasta quedar colgando solo por uno de sus tobillos. Su vagina quedo visible y podía verse como el enorme aparato de Naruto-sama la tomaba.

Esta bien, pero eso significa que me darías una oportunidad ―escuchaba a Kakashi-san desde el otro lado, sin que nadie le dijese que le estaban robando a su interesada frente a sus narices.

Volvió a crujir los dientes e incluso rabio esta vez, su mente y su hombría pensaban por separado pero al mismo tiempo debo decir. Una idea fantástica paso por su cabeza, una idea que metió en Kushina-san hasta su ultimo día.

Dile que si estás interesada en él, mamá ―susurró.

Obediente contesto con la frase que le hizo repetir Naruto-sama mientras trataba de ocultar todo ruido sucio que le hacia producir a su boca ahora que no paraba de frotarse en ella. El inocente se entusiasmo, al menos así lo escucho ella. Pero lo que si recordaba bien era como su cuerpo se derretía ante el talento brutal de Naruto-sama para hacerla olvidar doce años desde la partida de Minato en tan solo diez minutos.

Naruto… por favor para… Kakashi esta del otro lado ―decía, sus manos sobre su boca le impedían ser clara, sin embargo. Aun con eso, él podía entenderla.

No parece preocuparte ―contesto―, tu vagina aprieta mi pene con mucha fuerza, realmente necesitabas esto, verdad madre.

Libero a la bestia domesticada que tenia incrustada en su vagina y a pesar de sus manos tapar su voz, un estruendoso gemido pudo escucharse, era fulminada por la vigorosa hombría de mi señor. Su interior no pudo resistirlo más pero cuando su semen lleno su interior y su cuerpo no pudo negar que ha estado disfrutando todo este tiempo.

¡Cállate y termina de una vez! ―grito Kushina, antes de que su cuerpo sucumbiera ante el orgasmo. Sus piernas temblaron y su cuerpo perdió el equilibrio, posiblemente hubiera terminado en el suelo de no ser por las manos de Naruto-sama.

Acepto que fue intenso con Kushina al principio, le dejo dar un respiro y comieron como ella esperaba al comienzo. Pero una vez levanto ella los platos, la embosco en el lugar del comienzo.

»¿Que haces ahora, Naruto? ―pregunto con mas molestia.

¿Que mas? Disfrutando del postre ―había hecho lo que no pudo disfrutar ante la inesperada visita de Hatake, comerse el tesoro de Kushina-san. Ella intentaba lavar los platos ensuciados, pero no podía concentrarse ante su habilidosa lengua―. Finge que no estoy y sigue con lo tuyo, Oka-san.

Tonto, como pretendes que finja sino puedo ―su respiración se hacia caliente―. Deberías hacer estas cosas con tu esposa no con tu madre, Naruto… eres un pervertido, Naruto.

¿Que hay de ti? Solo llevas un mandil de cocina puesto y nada más, esperas que me comporte viéndote así de sensual ―ahora llevaba solamente un mandil amarillo consigo puesto, ninguna otra ropa, sus curvas se resaltaban. La gordura de sus senos se exponía a los lados y su trasero en cualquier ángulo era una invitación a saludarle―, mira como chorrea tu vagina lo hace de la misma forma que cuanto te hice mojar antes ¿Crees que no pude sentir como tu vagina abrazaba mi pene cuando me vine? Se sincera, Oka-san ¿Quieres que me detenga?

Cansada de sentir tantas instigaciones a su cuerpo, un golpe a Naruto-sama y lo tenía en el piso. La fuerza sobre humana de Kushina-san puede generar respeto, uno que no le gusta dejar ver de ella. Con miedo, vio a su madre ponerse encima suyo, tomar su aparato e introducirlo en el lugar adecuado, todo mientras dejaba salir sus pechos por los lados de su única prenda delantera.

»¿Oka-san?

¿Así que quieres jugar rudo, con mamá Naruto? ―el flequillo de Kushina-san oculto sus ojos, así como ella lo vio, devolvía―. Ya que tu hiciste lo que querías conmigo. Es mi turno de hacer lo que quiere contigo.~

Cualquier otro podría sentirse aterrorizado ante su repentino cambio, pero para Naruto-sama, esto es lo que esperaba de ella. Tras salir de su depresión, milagrosamente volvió a ser la misma mujer. La misma cariñosa y violenta mujer que hacia tiempo conoció Naruto-sama, lo cual ahora quería domesticar.

Con esa sonrisa llena de malicia, tomo la hombría de mi señor y lo hizo colocar en el lugar adecuado. Se deslizo por completo hasta llenarla y de morder nuevamente su labio inferior izquierdo paso dejar escuchar un gemido indecente. Su cuerpo fue encendido por una corriente eléctrica de placer y el mecanismo de su cuerpo comenzó a andar. De arriba a abajo mientras se sostenía de los muslos posteriores de Naruto-sama, su cuerpo lo reclino hacia atrás y levanto la parte delantera de su mandil, dejando ver como su vagina se comía su hombría, cosa que ella estaba disfrutando.

»Te gusta esto, Naruto ―dijo Kushina inocente, creía que lo estaba castigando cuando era todo lo contrario―. Te gusta como lo hace mamá.~

Oh si~ ―exclamo varonilmente―, me gusta como te mueves, oka-san. Te mueves con mucho entusiasmo.

Se remarco la vena de su frente cuando escucho a Naruto-sama, ya que esperaba asustarlo. Pero honestamente ¿Como esperaba asustarlo de esta manera? Naruto-sama folla no con cien mujeres cada día, pero se follá a cien veces a su pequeño pero selecto harem. Diferentes juegos y formas para hacerlo.

Eres un, desgraciado ―maldice su nombre, pero su cuerpo no puede fingir ese odio. Sus caderas enloquecen moviéndose de arriba a abajo en desbordada locura, aquel punto de conexión entre ambos comienza a producir una mezcla pegajosa blancuzca con cada choque de su trasero sobre la pelvis de Naruto-sama mientras ella se retuerce en círculos mientras sube y baja―. Teniendo esposa y familia decides ir por tu madre para hacer este tipo de cosas pervertidas.

¡Al igual que tu! ―declara Naruto-sama―. Dirás que esta mal, pero mirá como estas montando la verga del hijo que te adopto ¿Dime, eras igual de intenta con Minato?

Claro que no, a él no le gustaba que hiciera este tipo de cosas, decía que es muy indecente ―y con eso se refirió a poner en su boca su hombría, la de mi Naruto-sama. La punta de su hombría es acariciada por la lengua de Kushina-san mientras que sus senos modestamente grandes abrazan su hombría y dan un masaje de mucho entusiasmo.

Con sus manos moviendo sus pechos para hacer mas apresurado su masaje, quería exprimir rápido su semen, por mas que presionara e hiciera una fricción a tan alta velocidad no iba a poder romper tan fácil la resistencia de Naruto-sama.

¡Él no sabia lo que se estaba perdiendo! ―grito en euforia.

La levanto, la puso sobre la barra de la cocina para poder tomarla con más facilidad, asustada quedo esta vez que pudo ver por fin el enorme pedazo de carne que Naruto-sama cargaba y sus ojos se quedaron cuartados ante semejante dote. No en balde sintió algo tan enorme fue lo que se rompió sus dimensiones hace poco.

Su corazón se agito rápidamente mientras preguntaba si iba a poner eso de nuevo en ella, Naruto-sama actuó mientras decía: ¡Esto responde tu pregunta! E insertó su enorme aparato de nuevo, dentro.

¡Aguarda Naruto! ―grito de terror, su cuerpo se erizo pues una vez más su enorme cosa se deslizo con una mayor facilidad. La hizo humedecer tanto que esta vez fue solamente placer cuando su gran hombría se adentro, en cuanto empezó a moverse… pues―. ¡Naruto espera, ve mas despacio!

No podía sostenerse solamente de sus manos en el borde de la barra, por las manos de su hijo agarrando sus glúteos, se impulso y se agarró del cuello de Naruto-sama con sus manos pasando por detrás. La atrevida voz que ya no podía ocultar mas que poner su cara en el hombro de mi señor mientras trata de no sucumbir.

»Por favor, Naruto… se más gentil, por favor ―su voz se cortaba entre sus gemidos en espacios largos.

¡No voy a contenerme! ―grito e hizo que sus manos subiera y tomaran a su madre por su espalda, su rostro quedó por encima de su cara, el mandil que traía se desamarro de incesantes empujes, al manos por la parte de arriba. Sus pechos quedaron libres por fin, su rostro de Naruto-sama quedo entre ellas.

Hazlo fuera… te lo pido hazlo fuera Naruto ―su cuerpo lo abrazo en un reflejo primitivo que aceptaba el impulso lascivo que la sometía mi señor.

¡Me aseguraré de que te grabes mi pene que ningún otro podrá satisfacerte como yo, Oka-san!

VII

Y lo hizo, logró que mi cuerpo no pudiera olvidar el tamaño de su pene ―cuenta Sarada-san, conforme recuerda al relato erótico contado de lo vivido por la señora Kushina Uzumaki que me contaba, sin pudor ni vergüenza como en cada historia.

Anteriormente vivía en un departamento como parte de un complejo urbano en la ciudad, su esposo a pesar de su político era humilde y de gustos regularizados por su propia moral, como parte de su ideología de involucrarse entre las clases comunes, por no decir pobres. El pensamiento socialista sigue existiendo aun con el colapso de la unión soviética e incluso ahora parece vigente aunque la política esta siendo desplazada cada vez más por los intereses empresariales.

Su nueva casa era más que una casa propia común, ubicada en la misma zona opulenta donde el señor Uzumaki vivía con su propia familia y donde Haruno Sakura compro la suya también. En la sala, Kushina tenia servido té con otros bocadillos a Sarada-san y a la señorita Hanabi. No es común que reciba visitas casuales de las mujeres miembros del harem de su amado hijo.

Kushina-san, no pensé que usted fuese… pervertida ―la joven asistente tapo su mano con opulencia aristócrata, como si una reunión de mujeres de alta clase del siglo XVI, fuese esa fiesta de té.

No lo era ―contesto sin sentir alguna ofensa de parte de la asistente-amante joven de su hijo―. No hasta que Naruto decidió incluirme en sus fechorías.

¿Pero aun así sale con Kakashi, no es así? ―pregunto Hanabi sentada a la derecha de Sarada-san en el mueble frente a la anfitriona. Tal comentario hizo alzar la mirada a la asistente del magnate.

He salido con él varias veces aunque nunca llegamos a nada ―contó divertida, mostró una sonrisa mientras devolvía la tasa suya a la mesa, cruzó las piernas para más comodidad y contó su historia―, se que todo hombre espera llegar lejos en la primera cita, así que le di el gusto. Salimos un mes después de que Naruto me atacará y yo por mas que intentaba comportarme en la cita no podía sacarme de mi mente y de mi cuerpo lo que me hizo, pase treinta noches en desvelo satisfaciendo una sensación que ya había olvidado y viene él para hacerme recordarlo.

Sus manos bajo su mejilla antes de mirar hacia otro lado para esconder la vergüenza moviendo la cabeza de un lado a otro cual jovencita que fue acortejada con mucha osadía por el mas codiciado hombre del baile. Esa actitud fue vista como inquietante por las dos frente a ellas, ensombrecieron.

¿Sale con Kakashi-san? ―pregunto la joven Uchiha. Salió de su burbuja de fantasía.

En ocasiones ―respondió―, solo es un pasatiempo, nunca nada serió. Solo salimos a cenar, damos algunas vueltas por allí y otras veces terminó en una cama con él, no se decir a quien de los dos estoy siendo infiel como Hanabi-chan con Konohamaru.

¡Señora! ―la mencionada Hanabi paso a escupir el té de su tasa en cuanto Kushina hablo de ese tema prohibido. Tomo la servilleta de tela en la mesa y limpio su boca tras dejar a un lado aquel delicioso té mientras miraba con recelo a la madura pelirroja.

Guarda silencio mientras ve el duelo de miradas entre las dos, busca alguna palabra que acabe con esta corriente peligrosa en el aire que veía en el aire desde su mente. Kushina bebía de su taza con excesiva naturalidad mientras que Hanabi miraba con desagrado la boca floja que tuvo ella. Contó hasta diez y calmo sus ansias de devolver el bajo golpe, pero no funcionaba.

Como es que se conecta eso con lo que me contó antes, Kushina-san ―dijo, cuando la tensión existente parecía no tener remedio.

¡Oh! Claro ―dice, antes de ponerse en pie y continuar hablando―. Mi percepción de Naruto cambio luego de dejarme en la mesa con las piernas abiertas y su semen escurriendo de mi agujero mientras que él se largaba muy cínico. Los días posteriores y mi cuerpo no podía olvidar su pene y esa forma tan bruta con la que me trato, él echo de me llamase madre mientras me follaba me hacia mojar más. Primero lo estuve evitando, dejar el empleo que me dio pudo haber resultado en rumores y escandalos, algo pudo haber salido entre tanto rumor.

La sala de recepción de invitados, también era la sala de su casa. Su tele sobre un mueble repisa con cajones, del que abrió uno Kushina y saco un disco sin nombre, solo un empaque cuyo escrito no lograba distinguir Sarda. Preparo el equipo de reproducción conectado a su televisión mientras seguía contando.

»Deje que Kakashi me convenciera de llevarme a su casa y de hacer cosas, todo porque mi mente comenzó a desear con mas fervor a Naruto, pensé que él podría hacerme olvidarlo ―volteó su mirada mientras aun seguía preparando todo―, pero ya sabrán que como Naruto no hay otro hombre.~

Hanabi rió mientras que la joven asistente se ruborizo tanto que sus lentes quedaron empañados de tanto pensar en algún otro hombre que pudiera hacerle desafió al amor de toda su vida, allí donde debe ser hombre mas importa. Pero conoce a ningún otro que se le comparé.

Luego empecé a reunirme con Tsunade y las otras ―seguía contando Kushina, según las palabras de Sarada-san―. Entendí más tarde que ellas fueron las responsables de todo. Salimos a beber después del trabajo y en cuanto me puse ebria conté lo que paso conmigo y Naruto. Al día siguiente fue cuando desperté en esa cama con Naruto de nuevo y con todas, como con la resaca también. Esperando que todo se tratase de alguna pesadilla intente aparentar pero con una laguna mental tan inmensa solo podía rezar esperando que aquello que no podía recordar, nunca lo recordase y si pretendía que eso no paso, nunca paso.

Dice, que esperaba que todo fuese un simple sueño ―le aclaro Hanabi-san.

La pantalla de su televisión se encendió y el video empezó a correr de inmediato. Kushina volvió a su sofá. Mientras en la pantalla se escuchaban algunas risas primero, llamo la atención de sus invitadas antes de que la verdadera trama de la película comenzase.

Una semana después llego esto a mi domicilio. Esto confirmo que aquello que paso esa noche, fue peor de lo que no quise imaginar.

Mientras que una madura madre Uzumaki vería con sus jóvenes amigas, con tanta diversión dicha película que ha visto una y otras veces; una Kushina más joven miró esa mismo filme con el horror la primera vez cuando observo como murió la poca dignidad que le quedaba como la madre del hombre más poderoso de japón. (Madre adoptiva). Debió ser una pesadilla, pero resulto ser real.

Sarada-san nunca me mostró el video, sin embargo me contó detalle a detalle de lo que hay en dicho video pues jurá recordarlo perfectamente. Si ese material alguien lo encontrará ahora seguramente se haría estúpidamente rico por la cantidad de gente y las desbordadas cantidades de dinero que ofrecerían por tener esa película.

Termino en sus manos como parte del testamento final de Kushina Uzumaki tras su muerte premeditada. Dicho material jamás fue sabido por nadie más que Hanabi y la joven asistente del señor Uzumaki, pero solo una de ellas se quedo con él como cuento. Un material perdido aunque no se por cuanto tiempo quedará así y si su contenido es el mismo que como me contó. Será un material perdido de gran valor para quien lo consiga.

VII

Primero eran risas, quien edito el video no cortó ni hizo arreglos de la ultima toma, quien parecía tener la cámara era Shizune. Escucho su voz cuando le pregunto a Kushina en la mesa sentada privada de cierto bar conocido. Ese mismo en que la señora Tsunade lleva a todas a celebrar, allí estaba ella sentada junto con Mei y Kurenai y una muy ebria Kushina estaba roja de la risa como lo estaba por el mismo alcohol, trataba de no reír más mientras que la cámara la enfocaban a ella mientras trataba de componerse.

Vamos, dilo de nuevo Kushina-san ―dijo Shizune detrás del aparato―. Confiesa a la cámara ¿Que fue lo acabas de decir? Vuelve a decirlo.~

Trataba de aguantar la risa mientras el rubor causado por el alcohol en su persona la obligaba a confesar, miraba hacia la derecha donde las otras mujeres en la mesa la presionaban con picardia a responder. Una larga bebida a sorbo de su tarro de licor mientras seguía queriendo contener la risa y por fin se atrevió a responder.

Dije que me cogí a Naruto~ ―declaro sin alarido alguno, solo su rostro triunfante sobre todas.

La cámara hizo un barrido y enfocó a Tsunade como a las otras, sus ojos cruzaron caminos en silencio cuando Kushina seguía carcajeando sola. Las cejas levantadas de cada una antes de hacer un movimiento indicativo, una señal para dar comienzo a un plan de contingencia especial. Tsunade, en la esquina lateral derecha, la punta contraria a donde Shizune sentada estaba grabando y la madura Senju levanto las cejas dos veces de forma rápida y continua a ella.

»¡Así es perras! ―grito y de su asiento vino a levantarse Kushina, afortunadamente esa habitación era cerrada como privada―. ¡Así como lo escuchan zorras! ¡Tuve sexo con Naruto y me gusto!

Mei no pudo estar mas tiempo callada ante tanta diversión así que solamente soltó un hilo del estambre.

Así que otra más que se une al club ―exclamo la señorita Terumi.

¡Y que se joda Hinata! ―seguía en las nubes espumas y reacciono con solo seis segundos posteriores a la previa declaración―. ¿Espera, que dijiste?

Querida, hay algo que debes ver.~

Dice que la cámara realizo un corte y cambio de escena, dejaron el bar por lo que veía estaban de vuelta en la torre de Konoha, por el corredor hacia la oficina de Naruto-sama. Reían mientras se dirigían a la puerta. Sarada-san cuenta que seguramente Mei junto a las demás contaron la realidad desconocida a la ebria Kushina y aprovechando de su estado etílico animado para introducirla en el circulo que ellas formaban alrededor del poderoso señor Uzumaki.

¿Porque volvemos a la oficina? ―pregunto la ebria feliz que es la madre Uzumaki caminando al frente de Shizune, pero detrás de Tsunade y de Mei.

Ya verás, querida ―dice Tsunade luego de cruzar miradas con su rival, antes de ambas soltarse a reír de forma disimulada.

Llegaron a la puerta y tocaron primero, como los modales lo indican. Abrieron la puerta para ver que Naruto seguía en su oficina, pero las luces están apagadas, entran entre risas y solo la cámara a pesar de la penetrante oscuridad logra grabar una extraña silueta mas oscura que la misma oscuridad de la gran oficina del señor Uzumaki.

La luz en encendida y revela a Naruto mismo ocupado con la doctora Haruno a la que atiende con su propio tratamiento. Desnuda a medias, Sakura yace recargada contra el escritorio de su rubio magnate sus blusa yace abierta en par a pesar de traer su bata medica encima que también esta abierta. Sus pechos de talla 80 resaltan sobre la madera, pero más resalta es que Naruto sigue empujando su aparato con el mismo ritmo y ambos se muestran un nulo pudor ahora que son agarrados.

¡¿Naruto?! ¡¿Sakura-chan?! ―pega el grito Kushina ante el descubrimiento, uno para ella muy perturbador como bizarro, en el sentido anglosajón de la palabra.

Pero aun cuando su madre con todo su selecto ganado acompañándola aparecen, no muestra ninguna perturbación ante su presencia sobre las que ya le conocen. Salvó un unico detalle le incomoda.

¿Shizune, porque rayos traes esa cámara? ―declara enojado, mientras su hombría sigue buscando satisfacerse decide mejor tapar la cara de la doctora Haruno la que previamente puede escucharse de ella gemir cual perro agotado, o mejor perra. Sus manos le cubren boca y ojos cuando sigue.

La imagen vuelve a cortarse con descarada interrupción. Vuelve rápido tras tres segundos de vieja estática de televisión analógica en una pantalla negra, ahora muestra a todas incluyendo a la doctora Haruno alrededor de Naruto que es atendido por Kushina mientras todas impiden que ella escape.

La antigua arma usada por el ser humano para contra restar el miedo es la risa, como la que dice que uso la señora Kushina ahora que estaba atrapada por todas. Su mano derecha tenia agarrado el aparato de su joven Naruto, sus ojos puestos en lo que hacia, deslizaba su mano despacio y constante, pero la risas de pronto se silenciaron de poco en poco, perdió su mirada en el pectoral del rubio y cuando menos lo recordaba ella, Kushina se puso de rodillas para poner en su boca la hombría de su adoptado hijo y comenzar a hacer por él un acto gratificante.

Shizune estaba de lado del joven señor Uzumaki pero tenia la cámara sobre su pecho apuntando al rostro de Kushina para tener una imagen aérea de su acto.

¡Mira eso! ―exclamo fuerte Terumi mientras las voces de todas se mostraban animadas ante el descarado acto de la pelirroja entre ellas―. ¡Mira como se lo devora!

Fue introduciendo el grueso aparato de su hijo cada vez más profunda, donde su boca no se pudo abstener a realizar esos sonidos provocativos que salían de su faringe mientras lo deslizaba con tanta facilidad. Un repentino corte de imagen y dejo de mostrar a la señora Kushina como la única mujer que tenia tacto con la hombría de Naruto Uzumaki.

Terumi, Shizune. Tsunade, la doctora Haruno junto a Kurenai tenían un lugar junto a la madre adoptiva del magnate joven. Todas tenían sus blusas, abiertas, levantadas o dejadas; sus pechos estaban expuestos o mostrados bajo el sostén de algunas, con un pedazo del gran poder que Naruto ofrecía para sus labios y lenguas incontrolables. Tenían sus pupilas puestas en el rubio al que le entregan todo su cuerpo siempre que él lo exigía. La cámara la tenia él para dejar en recuerdo tan magnifica imagen que sus mismos ojos vivían.

¿Les gusta como sabe? ―pregunto Naruto Uzumaki tratando de no reír ante los gratificantes estímulos que recibía.

Sabe delicioso, es un postre salado muy delicioso ―declaró Kushina sin sentir pena alguna, todavía.

Nuevamente la imagen de película se vio cortada con esa desagradable estática, brevemente. Cuando mostró nuevamente una imagen, Naruto Uzumaki yacía acostado en la cama de aquella habitación privada en su misma oficina. Lado a lado, su hombría recibía un masaje doble proporcionado por Terumi y Shizune, los senos de ambas mujeres colisionaban en constantes olas de un envidiable masaje que proporcionaban al rubio. Con sus manos para guiar a sus pechos en el trabajo, sus pechos se envolvían en calor por la dura hombría, donde sus voces en tono indecente no se hacían esperar ante el bramido de cuanto deseaban sentir la fuerte liberación que les bañara cual bendición eclesiástica.

Mira que grande ―exclamo la señorita Terumi, sus ojos estaban perdidos en un hipnotismo perpetuo sobre el glande duro de su polla de Naruto Uzumaki.

Se me hace agua la boca~ ―honrando sus palabras mientras sus manos seguían frotando sus pechos alrededor de su aparato, con su boca abierta y a propósito dejo caer una hilera de su saliva sobre la punta. Se mezclo con los fluidos previos emitidos por su hombría y los senos de ambas desvergonzadas mujeres pronto comenzaron a brillar por el lubricante natural―. Vamos Naruto, suéltalo todo.~

La videocámara fue tomada por otra persona, asegura que la película continuo gracias a las manos de la misma Tsunade. Dejo de dar foco a Shizune y a Mei para mostrar que mientras ellas se ocupaban de su aparato, él se ocupaba de otra más. Sentado en su cara, Kushina recibía un trato especial viniendo de la lengua de su hijo.

Más allá, en el fondo de la cama Kurenai se entretenía jugando con Sakura, una mano tocando divirtiéndose con su vagina y su mano izquierda acariciaba los pechos de copa B de la doctora, sin omitir que intercambiaban besos atrevidos mientras esperaban su turno para la diversión.

Kushina no paraba de reflejar dolor y excitación en su rostro, un descenso para dejar ver el cabello rubio del magnate sobresaliendo entre las piernas abiertas de su madre, a la cual no va a dejar hasta sentir su roció caer sobre su propia cara.

Puedes sentirlo verdad, Kushina~ ―dice, se burlaba de ella. Sarada-san acerca de Tsunade―. Puedes sentir como su lengua se introduce en tu agujero y se retuerce como una serpiente, no es así ¿Como lo sientes?

Se… se siente… ―no lograba pronunciar completamente. Quien sabe por cuanto tiempo ha estado escarbando Naruto en su vagina Kushina no puede aguantarlo por mas tiempo, mientras que él no encuentra satisfacción con solo saborear sus paredes, quiere beber el jugo de su madre―… se siente muy bien… mi cuerpo… ¡Mi cuerpo ya no va a aguantar mucho más!

Su rostro se contrajo, como sus piernas que intentaron cerrarse sobre el rostro de su hijo por el orgasmo que le produjo. Mientras bañaba su boca con los fluidos, Naruto seguía saboreando el interior de su vagina.

Pronto fueron mostradas un mismo momento del metraje, una escena con una de las damas del momento que le hacían una agradable compañía. La cámara frente a sus rostros mientras se dejaban coger en una pose cuyo nombre las degrada, pero les gusta ser tratadas así en la cama. Después de todo eran las perras de Naruto Uzumaki.

Primero Tsunade, luego Shizune, Kushina y después Mei, Sakura y al final Kurenai. Una colección de rostro indecentes y de tetas colgantes cuyas formas como sus texturas se hacían desear. Las mas atrevidas del harem de Naruto miraban al lente de la cámara y se mostraban atrevidas en voz y rostro, las mas modestas no les importaba dejar escuchar su voz mientras tenían los ojos puestos en la video.

Después de eso, una sedienta Tsunade saciaba su sed devorando sola el enorme aparato de su gigolo novio estando él sentado sobre la cama recogiendo los sedosos cabellos de su primera mujer luego de haber dejado salir un masculino gemido y la boca de Tsunade tenia insertada a pronfundo su aparato. Ella estaba saciada pero Naruto yacía deseando una gota de bebida.

¡Oigan, esperen que están haciendo! ―aunque se le escuchaba divertida, miró a su madre (adoptiva) siendo sometida por las otras.

Su cabeza en la cama y sus caderas levantadas, parecía haber caído dentro de una caja pero era tenida así por Sakura y Kurenai, cada una agarrando a la pelirroja madura de una respectiva pierna para abrir vista de su tesoro. Shizune tenia dos botellas en cada mano justo como Terumi también y en su vagina de Kushina vertían una medida porción de Vodka, Tequila, Whisky y Brandy.

¡Naruto! ¿No quieres algo de beber?~ ―Shizune llamo su atención mientras Mei bebía de la ultima botella que ella le puse a Kushina

Oigan… mi cuerpo se siente extraño ―a pesar de seguir ebria, la incomoda sensación era sentida en su interior.

Le grabaron acercándose a Kushina y con un sorbete de plástico en sus manos proporcionado por alguna de sus amantes, fuera de cámara. Como si fuera una bebida coctelera, puso el sorbete en la vagina de su madre y empezó a saciar su sed.

»¡Naruto, espera! ―su cuerpo se sintió mas extraño de lo que ya se sentía con todos sus líquidos etílicos quemando su cuerpo desde su interior, las paredes de su sexualidad absorbían las propiedades fermentadas de los licores y entonces comenzó sentir la succión viniendo de parte de Naruto, una muy extraña pero muy húmeda sensación la recorrió.

¿Que tal esta? ―pregunto Terumi, justo cuando el gigolo empujaba mas profundo su sorbete y se escuchaba una forzada succión.

Esta muy delicioso ―respondió entre risas, disfrutando de la embriagante bebida y el sabor único que le proporcionaba el agujero de cada una. Kushina tenia los ojos apuntando hacia atrás estando sobre la cama mientras mordía su labio inferior, su garganta quedo sin voz y sus extremidades sin voluntad para poder componerse, seguramente se sentía entumida ante la extraña pose―. Aunque creo que le falta un toque más para tener un mejor sabor.

Y con sus manos que mantenían abierta las piernas de su madre se levanto, la acomodo y su hombría puesta dura nuevamente la introdujo.

No, Naruto… ese no es mi… ¡Ah! ―un grito desgarrador, era su orto lo que el señor Uzumaki decidió desgarrar. Frotó su aparato por mucho tiempo y su culo poco a poco dado lo intenso que era el rubio, se fue ablandando a forma y grosor de su aparato. Pero él siguió moviéndose con el mismo nivel salvaje.

Le hizo el amor con desmedida a través de su culo, convirtiendo de poco a poco sus gemidos de dolor a placer puro, lo que todas en la cama miraban con ebriedad por sentir un poco de esa brutalidad por la que Kushina gemía con más atrevimiento en cada embestida.

¿Que pasa, Kushina-san? ¿Le gusta que Naruto le de por el culo? ―se acerco Sakura ahora que Naruto había levantado su cintura, pero su rostro seguía caído sobre la cama, él empujaba su aparato con toda pasión y brutalidad―. Solo dígalo, le gusta ser una perra para Naruto.~

¡Sakura-chan! ―logró pronunciar bien a pesar de su deformada voz―. ¡Como puedes... engañar involucrarte con Naruto… así!

Sin dejar de sonreír en su ebriedad, Sakura se puso de pie sobre la cama y mientras el joven magnate tenia una de sus cabezas en seguir follando a su madrastra, su segunda pero principal cabeza presto atención a la doctora Haruno, brindando un salvaje beso donde sus lenguas se dejaron ver su aventura desvergonzada.

¿Eso le dice algo, Kushina-san? ―cuestiono la ebria doctora.

Deja de negarlo querida, sabes que tu quieres, quieres eso ―se acercaron Tsunade y compañía, ante la llena Kushina que resto en la cama con su segundo agujero que quedo abierto, sin omitir que el rostro de semen se escurría de ella. La ayudo a enderezarse mientras Shizune graba muy de cerca su rostro perdido de Kushina en el vació nada―. ¿Que importa si es tu hijo o no? Tu quieres eso, ese duro pedazo de carne rompe vaginas.~

Shizune volteó a grabar a su amigo y jefe que le daba su debida atención a Terumi Mei mientras tenia a un lado a Sakura-san mientras tenía a Kurenai abrazada con su brazo izquierdo donde los tres se besaban al mismo tiempo donde su hombría yacía concentrada en partir en dos el agujero de Terumi.

Usted lo quiere Kushina-san~ ―llegó a hablar la pelinegra de corto peinado―. Solo diga que lo quiere.~

La señora Uzumaki tenia perdida la mirada sobre su hijastro y de la que seguramente su mente no podía sacarse de la mente aquello que la hizo mojar hasta cuatro veces esa misma cama, todo filmado por la cámara de Shizune que dice Sarada-san, evidente mente se estaba divirtiendo mientras lo hacía.

Y-yo ―exclamo con esa voz temblorosa.

Lo quiere ¿verdad? Quiere ese duro y sabroso pene, quiere tenerlo entre su culo y derretirse por él destrozando cada rincón que no sabía que tenía en sus agujeros, todo gracias a Naruto ―decía Shizune con atrevida voz sucia―. Únase a la diversión Kushina-san.

Cuenta que Kushina-san no pudo creer lo que salió de su boca en cuanto se miró y escucho a si misma en esa película suya que la tenía a su sillón. Entonces se levanto con el corazón azotando contra su cuerpo desde adentro, apresurada apago la tele y saco el disco de la grabadora. No supo si deshacerse de él o esconderlo pero sus manos por mas que temblaban no dejaban caer aquel disco sin nombre, solo pedía que nadie supiese de lo que hay adentro. Así que lo perdió por allí entre sus cosas de la sala, por ahora.

VIII

Los días posteriores a ver dicho material, le fue difícil ver a la cara a su propio hijo y CEO corporativo en el trabajo, trato de evitarlo mucho veces pero como no era posible dado su nuevo papel como vocera de Konoha, lo más que podía hacer era mirar a otro lado. Naruto con ella notaba extraño su comportamiento.

Sin embargo a quienes si podía comprender el extraño comportamiento de Kushina, eran aquellas mujeres que estuvieron con ella en el video, fue contado a Sarada-san por la misma Uzumaki. Aquellas que la ridiculizaron en esas dos horas recortadas de metraje, se burlaban de Kushina con diligencia y elocuencia, como si se tratara de un grupo de damas de alta clase en tiempos del siglo XVI en alguna reunión o fiesta. Desde la doctora Haruno hasta la misma Tsunade que se topaba debes en cuando de camino a las oficinas del jefe, no estaba a salvo con ninguna de ellas.

¿Que pasa, Naruto? Te ves distraído ―pregunto Tsunade recostada en cama junto a su joven gigolo luego de haber tenido pasión sin frenos tras un día más de labores―. Usualmente te ves alegre luego de que lo hacemos.

Con su rostro mirando el techo pero perdido en sus pensamientos el joven Uzumaki, captó un poco tarde las palabras de su madura amante, un gesto y se reincorporo a la realidad.

¿Uh? Perdona, es solo que… ―se sentó sobre su lugar en la cama para poder procesar mejor sus pensamientos que le agobiaban―… he notado que ha estado evitándome estos últimos días.

¿Quien, tu esposa? ―Pregunto como la amiga, amante y confidente de su joven predecesor. Se levanto para estar a su lado mientras le abrazaba, sus senos tocaban su espalda.

No, no hablo de Hinata. Ella no cambio, no importa cuanto tiempo tarde para volver a casa o sino regreso, ella nunca me reclama pero tampoco me exige compensación alguna por dejarle todo el cuidado de Boruto ―no era ella el problema, aun así con esto contado claramente era un problema. Aunque no lo parecía un asunto muy importante para Naruto Uzumaki―. De quien hablo es de Kushina.

¿Tu madre? ―pregunto, haciendo énfasis en la palabra madre, la cual no es totalmente de él.

¿Tienes alguna idea? Se que ella se ha hecho amiga tuya y de las demás ―en cuanto sintió sus ojos Tsunade sudo frió, pero pronto se calmo y una sonrisa traviesa vino a ser notada por él―. ¿Acaso tienes que ver con esto?

Soltó a reír de forma breve antes de acercarse más a él, extendió sus manos y los puso a través del pecho mientras ella puso su rostro sobre su hombro mientras que Naruto solamente le miraba con una ceja levantada, mostrando indiferencia ante los roces que le hacía.

Solo diré, señor perdido. Que te abrí el camino para tener toda tuya a Kushina ―exclamo pero siguió mostrando esa misma expresión en su cara―. ¿Que? ¿Acaso ya se te olvido la ultima gran fiesta que hicimos? No te gusto que lo grabáramos todo pero que bueno que lo hicimos porque parece que Kushina también olvido lo mucho que grito por ti durante toda la noche, así que le enviamos una copia de esa película.

¡¿Que hiciste que?!

Parece que quiere que la tierra la trague, esperando que lo que vio en la película no sea más que una mentira ―contaba todavía―, espera despertar creyendo que no le chupo la polla a su hijo como una paleta o que no mojo la misma cama que compartió con todas ni que le rogo para que le tratará como a una de sus perras.~

¡Tsunade, eres una!

Sorpresivamente la derribo en la cama y reteniendo sus manos desde sus muñecas, con sus rodillas haciendo presión sobre sus muslos. A pesar del horror visto en su cara, Tsunade lo encontró divertido.

Eso es, maltrata a esta mujer desprotegida ―dijo sucia―, desquita tu irá en mi cuerpo y abusa de mi hasta que te hartes.

No le hizo caso, dejo de poner presión cuando la sostenía de sus manos y relajo a la madura que solo sonreía llena de gentileza.

A ti te gusta que te maltraten los hombres ―comentó con una sonrisa que mostraba maldad en Naruto.

No ―le contesto―, solo uno.

Y mientras volvía a hacerle el amor a Tsunade una ultima vez en aquella noche con más brutalidad desconsiderada, que reclamaba su cuerpo haciendola disfrutar de este salvajismo mientras su boca junto a su lengua saboreaban cada rincón de ella, desde su pechos hasta su cuello, su sudor y la deliciosa textura de sus labios.

Todo mientras en otro lado de la ciudad, la mujer que adopto como su madre tenia traumas que no podía olvidar de lo sucedido. Aquello que fue confesado por la misma señora Uzumaki, a la mujer de la que fui amante por al menos treinta días en el hotel Bushido.

IX

Lo siguiente paso exactamente en el orden de eventos que te cuento, querido Adrian. Ocurrieron mientras Naruto-sama estaba ocupado castigando a vieja Senju aquel entonces por ser tan cruel y enviar el disco que tenia en su interior todo los que Kushina-san hizo en acto sexual con mi señor.

Primero: Kushina-san volvió a casa por allí de las ocho de la noche y se puso a ver la película de nuevo, esta vez de principio a fin como lo ha echo cada día desde que recibió el paquete. Con un juguete sexual en cada una de sus manos, consentía su cuerpo esperando llegar a ese mismo estado de satisfacción carnal que se veía a si misma alcanzar.

Segundo: Luego de no poder ni siquiera igualar la mínima satisfacción vista se iba a la cocina y si bien solo tenía que preparar algo para ella sola, se daba su tiempo preparando un banquete solo para ella. Lo que hacía para calmar la frustración en su cuerpo y ceder a un impulso de salir a buscar hombres.

Tercero: justo cuando estaba cortando vegetales más de la cuenta. El timbre de su puerta anunció la visita de alguien que no esperaba a eso de las once de la noche. Abrió la puerta y sin preguntarse por quien venía a verla a esa hora, llevándose una aterradora sorpresa para su persona.

Seria su sentencia de por vida de Kushina Uzumaki.

¡Naruto! ¿Que haces aquí? ―se abrumo con su visita tan tardía. Temerosa se hizo para atrás sin pensar en cerrarle la puerta para estar a salvo.

Solo quería venir a verte ―decía con toda amabilidad, dando un paso a la vez mientras que Kushina parecía huir de su persona mientras se dirigía a la cocina de vuelta―. Es que te notado algo rara estos días y me preguntaba porque. Hasta que Tsunade me contó todo.

¿Así? ―había llegado hasta la barra de entrada de su cocina. Su mano descanso sobre el azulejo blanco. Nunca se sintió aliviada en cuanto Naruto llego, mucho más se perturbo cuando sin explicación previa alguna vio como se iba quitando la ropa una prenda a la vez―. ¡¿Que haces, Naruto?!

No dijo nada, solamente se quedo mirando a su madre quedo con el miedo en los ojos y sus manos tapando su boca de forma vaga, pues sus ojos cayeron sobre el aparato de Naruto-sama al momento que termino de quitarse todo lo que tenia encima, de estar dormido paso su hombría a estar llena de animo e incluso le llego a saludar en obscenidad. Perturbada, pero al mismo tiempo se sentía atraída de solo verle esto.

Oka-san ―exclamo gentilmente reanudando sus pasos hacia Kushina-san, pero ella decidió ponerse en defensiva.

Nunca se sintió intimidada por Naruto-sama, pero su instinto le hizo tomar el cuchillo que su mano derecha tenia cerca y la levanto contra él mientras daba pasos hacia atrás donde una olla estaba puesta sobre el fogón, el filtro de la tapa anunciaba silbaba.

¡No te me acerques! ―decía y aunque su mano no temblaba. Dudaba de hacerle daño a Naruto-sama―. ¡Hablo en serio!

Sin muestra de miedo, paso a paso la volvió a acorralar en aquella misma cocina donde la acorralo la primera vez. La agarro de la mano con la que sostenía el arma, no tuvo que lastimar de ella para que soltará el cuchillo y una vez la tenia en sus manos la puso contra la barra de la cocina, sin consentimiento sentó sus labios sobre su boca mientras que Kushina-san pedía sin oposición ni voz, que se detuviera.

Dejo de negar que no quería esto, dejo de poner de justificación que eran madre e hijo, aunque no lo eran y aceptó el forzoso amor que Naruto-sama le extendía. Años sola donde su corazón se cerró, negaba aceptar el corazón que Naruto-sama le entregaba.

X

Tuve que hacer una interrupción. Me contaba la historia ahora que estábamos sentados en el restaurante para almorzar, después de las tres de la tarde. Un delicioso corte pollo de parte del chef, los picantes crónicas que me relato Sarada-san me hacia disfrutar cada platillo mas despacio. Aun así tuve que interrumpir su narración.

¿Pero no sigue siendo incesto?

¿Disculpa? ―pareció disgustada con mi interrupción.

Hablo de la relación entre Naruto Uzumaki y la señora Kushina ―le decía, a pesar de ser educado interrumpiéndola cuando claramente ella estaba inspirada en sus palabras―. Aunque la adopto como una madre, era su tía. Y aun sigue, puede considerarse como incesto ¿verdad?

Mis palabras la hicieron reflexionar unos segundos. Pero me hizo verse indignada, solo confusa. De arriba hacia abajo sus ojos miraron por todas direcciones antes de responderme con cinismo.

Es más común ver a una pareja de enamorados que familiarmente son primos que ver que a nosotros los japoneses nos sentimos cómodos los extranjeros, al menos para la mayoría ―respondió sonriendo para mi con la ultima afirmación.

XI

Sobre la barra de la cocina, ignorando por completo la olla en la estufa. Sus labios marcando su cuello mientras el aparato de Naruto-sama entra en el santuario desahuciado de Kushina-san. No puede contener su voz, su cuerpo no se opone y deja que su voz confiese como se siente con su tacto.

Naruto… aguarda un poco Naruto ―dice, más no puede evitar poner sus brazos en su espalda, solo para ser levantada por su fuertes brazos. No esta ebria y evitar ser sincera―. Sigue, sigue Naruto.

La pone sobre el suelo y continua golpeando la puerta de su fabrica nunca inaugurada de Kushina-san, la punta de su hombría empuja como trifulca con trinches y antorchas venidos con un ariete que empuja con un imparable enojo que no se detendrá hasta entrar aquí, así de brutal embestía la punta de su aparato, lo he sentido yo mismo mi Adrian.

Quiere saborear algo más que solo sus labios o su cuello, importándole que sea la blusa común favorita de su madre, Naruto-sama la toma del cuello y rompe a la mitad para después romper por el broche su sostén, puede por fin saborear sus tetas. Mientras él se amanta, Kushina-san lo abraza y su cuerpo se derrite de pasión.

»Eso es ―exclama mientras tiene las manos tocando su cabeza―. Saborea las tetas de mamá, Naruto.~

Cual animal se desata en el interior de Kushina-san mientras todo su ser la vuelve loca con tantas caricias que la recorren. El silbido de la olla se hace más intenso con los minutos y la tapa misma comienza a temblar mientras que las burbujas de la verdura sancochada cubren todo la capa trasparente del cristal.

¡Voy a hacerte mía, Kushina! ―declará mi señor justo cuando siente que esta por llegar a lo mas alto de su escalada―. ¡Voy a hacerte mi mujer!

Sus ojos pretenden volcarse hacia atrás y su voz se pierde ante tantos orgasmo venidos al mismo tiempo a través de todo su cuerpo. No quiere soltarlo de brazos ni de piernas. No quiere perderse de nada, no puede negar más lo que deseo.

¡Naruto!

El ultimo de los orgasmos en Kushina-san recorre su cuerpo al recibir la inacabable descarga de semen de su hijo y la olla olvidada en la estufa ha estado tanto tiempo en el fuego que las burbujas de lo cocido han levantado la tapa y las burbujas se escurren. Kushina-san oficialmente se volvió una más de su harem.

Puede sonar enfermo, pero desde tiempos antiguos y en sitios alejados más allá de japón. Amores prohibidos han estado presentes, pero lo que los hacen atractivos es cuando lo juegan a las escondidas.

No puedo creer que esto de mi ―dice Kushina, recostada sobre el pecho de Naruto-sama mientras su mano izquierda la abraza estando los dos en su futón―, me he metido con mi hijo ni dos sino tres veces y me gusta... fui un fracaso como esposa de Minato y como tu madre después.

¿Que piensas hacer? ―pregunta mientras le sonreía con cinismo, Naruto-sama.

Sin palabras que pueda decirle a la cara decide levantarse y acerca su boca a su hombría, no puede hacer más que ser su nueva perra, ceder ante el placer y ser una mas en el tablero de su harem.

»Oh si, sigue chupando así Oka-san.~

XII

La relación que hubo entre la señora Kushina y Naruto Uzumaki puede ser indignante, grotesca o anti dogmático para quien lea este capítulo. Pero así mismo puede que haya alguno que encuentre erótico o romántico, seas del bando que seas ambos están mal. Pero no quiero ponerme a debatir eso, tampoco profundice en la moralidad de esta historia contra Sarada-san. Comenzaba a agradarme y no quería arruinarlo, tampoco quería quedarme inconcluso de saber como esta versión de la historia de Uzumaki Naruto, le conduce a su drástico final bien conocido.

No eran madre e hijo, realmente eran tía y sobrino, pero eso no quita peso a su inmoralidad. Puede que jugar a tener el secreto escondido del ojo publico y de su esposa, Hinata Hyuuga era la llama que da vida a su relación.

¿Que dices? Es el discurso que te preparé para tu proxima conferencia ―dijo Kushina mientras ella lo acompañaba en viaje en su auto ejecutivo conducido por su mas confiable chófer ojos y oídos al frente, pero nunca atrás a menos que el señor Uzumaki le diera indicaciones.

Naruto tomo el papel que su vocera principal de Konoha le extendió, se mostró satisfecho con las palabras puestas pero no se dio el tiempo de leerlas todas, doblo el papel en cuatro partes y lo puso dentro de su saco.

No necesito leerlo para saber que es bueno ―exclamo y sin perder tiempo puso su mano en la pierna de Kushina, dando inicio a las caricias nocturnas en un recorrido vial por la ciudad―. Chófer, toma la ruta más larga que puedas.

A sus ordenes, Uzumaki-sama.

Su aventura pecadora, tenia tan excitada siempre a Kushina que nunca le decía que no a todas sus insinuaciones. Mientras que al pobre Kakashi Hatake, lo dejaba a la espera en sus intenciones de llegar a la cama con ella. Siempre.

XII

Espere ―volví a interrumpir―. ¿No dijo que la señora Kushina Uzumaki la cuido a usted durante su infancia?

Soltó un alegre suspiro para darme la explicación.

Solía trabajar medio día. Llegaba a su casa y me quedaba con ella hasta que mi madre llegará o si es que ella decidía venir por mi para empezar ―aclaro―, conforme fui creciente, hasta llegar a la secundaria comencé a llegar a la casa de mis padres correctamente. Pero hasta entonces, no sabia que mi madre ni la que considero como una segunda madre se esforzaban en el trabajo abriendo sus piernas para Naruto-sama que por cualquier otra responsabilidad suya.









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