Friday (+18)

Weekend work

(Antes de comenzar, debe aclararse que esta obra esta hecho con fines de entretenimiento, sin buscar menospreciar al genero femenino, no se busca incentivar ninguna ideología o pensamiento. Todos los personajes en estas historia y partes, tendrán mas de 18 años. Se recomienda discreción y tolerancia a los espectadores, si eres menor de edad, vuelve cuando tengas la edad adecuada para leer este contenido)

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Una esposa y ama de casa, madre de dos y mujer de uno de los hombres más influyentes de todo el país como dueño de una empresa trans nacional. Hyuga Hinata vive una vida que muchos solo pueden soñar, pero no todo es color rosa en su vida, pues ha decidió pintar un nuevo color pues el mismo tono la ha fastidiado una y otra vez. Llegando el momento de cada mes para pintar el lienzo sin que su esposo o sus hijos se dieran cuenta.

Era viernes por la tarde, su esposo estaba por salir de viaje de negocios que hacía cada fin de semana.

—Iras fuera de la ciudad Naruto-kun -—pregunto acompañando a su esposo hasta la puerta junto a sus hijos —por favor, ten cuidado.

—Lo tendré cariño, además solo es la típica junta que tengo con los accionistas cada mes Hinata —decía el rubio dejando su casa y retirándose con confianza de su hogar, dando un beso en los labios a su esposa, sus hijos no dijeron nada y mientras tanto su chofer de Naruto lo esperaba —te veré el lunes sin falta.

—Esta bien —Hinata también confiaba en la ida y vuelta de su esposo —y ustedes dos, más vale que se porten bien con sus abuelos.

Sus hijos iban una vez por el fin de semana para estar con los abuelos Hyuga. Dejando sola a su madre en casa.

—Lo haremos mamá —exclamó sonriente Himawari.

—Mamá siempre dices lo mismo —dijo molesto Boruto.

—Y siempre se te olvida —pellizco la mejilla de su hijo irresponsable.

—Vamos, los dejaré con su abuelo antes de irme al aeropuerto —tomo la responsabilidad de sus hijos para llevárselos como dijo, no sin antes darle un beso a su esposa —adiós querida.

—Cuídense —se despidió su mujer con esa sonrisa que la enamoró.

Naruto llevo a sus hijos al vehículo y bajo la despedida de Hinata desde la puerta, para alejarse e ir a sus destinos.

—Papá —hablo Himawari —¿Que crees que haga mamá cuando se queda sola en casa?

—Jamás me lo he preguntado, no creo que haga algo malo tampoco —dijo intrigado por la pregunta.

—Seguramente lo de siempre, limpiar la casa ¿que más podría hacer mamá? Ella es… aburrida —dijo Boruto pareciendolé lo de su hermana una pregunta tonta.

Pero una pregunta válida y nadie sabía que contestar, la verdad que suponía Boruto era muy distinta a la realidad que ocultaba su madre cuando su esposo e hijos se iban de casa en esos fines de semana de cada mes, Hinata se volvía una mujer totalmente distinta que nunca iban a conocer.

Al cabo de casi una hora de que dejaron a Hinata sola en casa, ella esperaba ansiosa una llamada que le llegaba siempre en estás fechas. Cuando llegó el momento de que el número deseado entro a su celular para recibir la llamada en las manos y sin hacerlo esperar contesto al remitente.

—¿Hola? —pregunto alegre la mujer como si fueran alegres noticias.

—¿Hinata-san? —pregunto el hombre en la línea.

—Si, soy yo, Joseph-san —declaro sin preocuparse.

—Hola, tengo un pedido por usted. Sabe quién es, es su cliente número uno —dijo el hombre —pidió sus servicios exclusivamente por este fin de semana.

¿De que servicios hablaba este hombre? ¿Que clase de servicios daba Hinata en todo caso?

—Eso me alegra —se mostraba ansiosa y caliente detrás del celular en su oído pero sin demostrarlo en linea.

—El chófer irá a recogerla en dos horas Hinata-san —dijo y termino la llamada tan misterioso hombre que la contacto.

Terminaron de hablar y Hinata se levantó de la silla para directamente ir a bañarse de ahí a su habitación, ella fue a por el clóset dónde saco un vestido negro que en pocas ocasiones ocupaba, uno que solo ocupaba en especiales ocasiones. Puesta la ropa, se arreglo el cabello y se rocío un perfume que un hombre le regaló, pero no su esposo; parecía que se dirigía a una cita. La hora se acercaba y la Hyuga daba los toques finales a su apariencia, acomodándose el pelo, colocándose labial, y acomodando el escote de su vestido para que no dejaba a la imaginación. No sin olvidar un paquete que llevaba de una bolsa departamental. La cual dentro de la bolsa había algo que Hinata había comprado para la ocasión.

—Bien ¡estoy lista! —dijo Hinata mirando su atractiva belleza en el espejo.

Justo a tiempo en las puertas de su casa, una limosina negra de ventanas polarizadas pito fuera de su casa, justo al momento en el que su esposo mando el mensaje de que su vuelo estaba por salir de la ciudad.

—Hinata-san —saludo el chófer esperando con la puerta abierta para la mujer —se ve muy linda esta tarde.

—Gracias Marcos, me alegra verte también —devolvió el saludo al hombre, sabía quién era. Siempre en estás mismas fechas era él quién venía por ella —andando, no hagamos esperar al cliente.

La realidad es que Hinata tiene un trabajo donde ofrece servicios sexuales a millonarios cuyas fortunas superan a la de su marido y su familia, en pocas palabras, Hyuuga Hinata era una prostituta. Cada mes que su esposo sale y sus hijos van de visita a con sus abuelos, ella es citada por hombres así, para brindarles sus servicios que ofrece la compañía para la que trabaja. No era una prostituta común, trabaja para una agencia que ofrece los servicios de mujeress hombres que tengan el dinero para pagar sus servicios del contrato establecido. Inclusive esta empresa no las llama prostitutas, las hacen llamar damas de compañía. lo cual hace ver ante la ley, que su oficio de la prostitución era legal en un país que tenía vetado esta vieja profesión.

Y como fue Hinata termino en este tipo de empleos te preguntaras, todo comenzó hace un año, igualmente su esposo estaba ausente de casa dado a sus reuniones de trabajo fuera de la ciudad durante un fin de semana aunque sus hijos estaban durmiendo en sus habitaciones correspondientes esa vez. Eso para Hinata significaba que ella podía darse el tiempo para complacerse en lo que su esposo no la complacía.

—Mas~ más adentro~ dámelo todo~ —eran los diálogos de una actriz porno perteneciente a un vídeo que Hinata estaba viendo en la computadora mientras ella se masturbaba con ganas usando como tres consoladores usando la computadora de Boruto, el chico según tenia bien escondidos estos archivos en su PC, pero su madre no era una tonta; bueno eso le pasa por ocultar los enlaces en los favoritos a burrito —¡si! Eso papi.~

Sus hijos dormidos y sin darse cuenta de lo que pasaba, jamás pensarían que su madre se masturbaba en su cuarto viendo películas sexuales de principio a fin que veía en su portatil. Al mismo tiempo que la mujer en la película, Hinata se vino al tener un consolador en su vagina y otro en su orto cada uno encendido y vibrando, así como el último metido en su boca. Todo mientras fingía que esos tres penes de plástico eran reales. Eso claro, sin que ninguno de estos fuera el de su esposo.

—Eso se sintió bien —dijo Hinata mirando el desastre que hizo en su cama, tomando el consolador de su vagina para limpiar con su propia lengua el desastre que hizo con él. Lamia el objeto como si de una paleta de hielo se tratara.

Poco después quitó el vídeo de la computadora portátil que la acompañaba en su cama. Para volver a esa página adulta y buscar nuevo material.

—Se que no está bien que una mujer casada y con hijos, tenga que buscar porno en el internet para poder masturbarse hasta el cansancio, todo porque Naruto-kun ya no me satisface como antes, si tan solo no hubiera pasado lo de esa vez... —dijo en su mente Hinata buscando entre las categorías de la página —me gustaría tener un pene de verdad de nuevo destrozando mi vagina, o dos... Incluso más.~ ¿que estoy diciendo? Dios, me he pervertido demasiado. Si tan solo naruto-kun fuera mas atenta conmigo como antes.

Eran los pensamientos de esta madre a medida que navegaba buscando un vídeo que concordara con su fantasía sexual del momento, antes de volverse a masturbar. Pero entonces entre pestañas y miniaturas de las imágenes, un anuncio le llamo la atención. Pensó que se trataba de más spam de esas páginas para personas que buscan aventuras, más no era el caso.

—¿Y esto? —pregunto la desnuda Hinata para leer el peculiar anunció.

"Estas insatisfecha sexualmente, quieres tener sexo pero tu pareja no te satisface, pero tampoco buscar engañarlo. Convierte en una dama de compañía, recibe sexo de otros y gana dinero por brindarles servicios de compañía. Empresa S-XO es para ti. No es infidelidad si se tiene sexo por contrato"

—Un extraño anuncio —dijo Hinata, uno extraño pero conveniente para la trama y decidió entrar en el anuncio y de allí a la página de la empresa —pero, parecen ser honesto… —dio click en el anuncio, solo para leer —postulate y gana dinero por brindar servicios a hombres con dinero de sobre para gastar y obtener satisfacción sexual mutua -leyó Hinata en la pagina —¿debería intentarlo? —dijo llevando el mouse al campo de solicitud de empleos del sitio —después de todo es cumpla de Naruto-kun por no satisfacerme.

Pero Hinata no pensó bien, jamás creyó que este anuncio era real aunque jamás le importó si terminaba engañando a su esposo en alguna aventura tarde o temprano por la falta de atención que le daba, la realidad era que ya lo hizo una vez atrás; estando ya casada con él. Así que cuando recibió un correo de la página donde lleno la solicitud en la que le decía que podía presentarse por la solicitud de empleo parecía una broma. Más el sello de agua digital en el correo lo hacía legítimo el aviso.

Unos cuantos días después, aceptando que se presentaría para la entrevista de trabajo. Fue recogida por la empresa y llevada hasta las instalaciones de esta empresa privada.

-Bien, señora Hyuga Hinata -leía el reclutador los documentos impresos que Hinata lleno en la plataforma en línea —cumple con los requisitos que nuestros clientes suelen exigir de nuestras empleadas para sus servicios.

—¿De verdad? Creí que esto era para las jóvenes aventureras de hoy —pregunto dudosa.

—Verá, hay hombres en la lista que disfrutan de las jovencitas, pero se ha vuelto famosa la demanda de damas de compañía que sean casadas y con hijos, dicen nuestros clientes que el acompañamiento de este tipo de mujeres es de lo mejor.

Eso calmo un poco a la mujer de ojos de perla, pero aun quedaban dudas.

—Emmm... en verdad, esto no cuenta como infidelidad —pregunto Hinata un poco indecisa de que lo que estaba a punto de firmar era moralmente correcto.

—Pero por supuesto que no, su esposo no estará enterado de lo que hace en nuestra compañía, ni siquiera sus hijos, y nuestros clientes firman un acuerdo legal en la que se les impide hablar de la identidad de nuestras empleadas en redes sociales o con otras personas, paginas de citas y demás —explicaba el reclutador —pueden tomar fotos o videos a nuestras damas pero si alguna de ellas se filtra por internet, contamos con algunos hackers para dar de baja dichos archivos antes de que comprometan la identidad de las personas, clientas y trabajadoras de la compañía.

—Eso suena bien —se calmaron los nervios de la Hyuga un poco más.

—En cuanto a su pago —siguió el hombre —dependiendo el nivel de servicio que solicite el o los clientes se le da una parte de las ganancias a nuestra chica.

—¿Nivel? —pregunto Hinata.

—Los servicios de nuestras damas de compañía de S-XO se clasifican en distintos niveles para el cliente —dijo el reclutador, de su escritorio tomo un pequeño volante y le presento a Hinata —aquí están los niveles de servicios que ofrecen nuestras empleadas.

Servicio básico:

Dama de compañía finge ser novia o esposa del cliente para un evento o reunión o simple compañía, incluye compartir cama para dormir con la dama de compañía. Sin sexo, únicamente besos y abrazos por parte de la dama de compañía.

500 dólares la hora - 3,000 dólares por día.

Servicio premium:

La dama de compañía da el servicio de felación, paja rusa o masturbación asistida al cliente. Además de los anteriores en el paquete previó.

650 dólares la hora - 4,750 dólares el día.

Servicio Gold:

Excluyendo los servicios del primer paquete. La dama de compañía ofrece sus servicios para complacer sexualmente al cliente únicamente siendo sexo común, felación, paja rusa y masturbación asistida sin besos. Incluye baile erótico previo.

1,200 dólares la hora - 6,000 dolares por día

Srervicio Plantinum:

La dama de compañía incluye el sexo anal, pero sigue sin agregarse los servicios del paquete básico. Incluye besos y baile erótico.

1,750 dólares la hora - 8,500 dolares por día.

Servicio Grant:

La dama de compañía le brinda todos los servicios de los paquetes en uno sólo.

3,000 dólares la hora - 10,000 dolares el día.

Servicio VIP:

La dama de compañía da sus servicios al clientes y a otros acompañantes donde se incluyen todos los servicios de los paquetes previos.

6,500 dólares la hora - 25,000 dólares por día.

—¿Algún problema? —pregunto el hombre al ver la cara nerviosa de Hinata a medida que sus ojos leían el panfleto.

—Es solo que... no se si estoy lista para dar servicios como el que dice a lo ultimo, no se si podre ausentarme todo un día de mi casa —decía de nuevo preocupada la Hyuga.

—No se preocupe, antes de dar esos servicios de alto nivel la familiarizaremos con los servicios básicos, no se puede pasar de un nivel uno a un nivel tres sin haber pasado por el dos —daba confianza a la mujer de ojos de perla —además, vera que podemos hacer que su ausencia en casa pase desapercibida. Ahora en cuanto la paga, dependiendo el paquete y el tipo de trato que elija el cliente tendrá que ver la forma de su pago.

—¿Como exactamente?

—Piense que un hombre solicita sus servicios del paquete básico por cinco horas, en total serian 2,500 dólares que nos pagaría, la mitad se le entregaría a usted en una cuenta bancaria que le crearíamos para su pago mientras que la otra mitad se reparte entre el personal que la asiste, el chófer y guarda espaldas en caso de que el cliente rompa el contrato y la empresa que la patrocina Hinata-san. Ahora solo imagínese que la contratan por cinco días por el paquete platinum por un mismo cliente. De 50,000 dólares que pagaría el hombre, 25, 000 serian para usted y lo demás ya lo sabe.

—Es mucho dinero... —imaginar ese dinero siempre es alucinante.

—Lo mejor, su marido ni sus hijos sabrán que lo tiene —comento con una expresión alegre —que dice.

—¡Donde firmo! —se emociono.

—Aquí —señalo la línea del contrato —pero, antes de llegar a este renglón aun tenemos que completar una ultima parte de la entrevista. Falta el examen físico.

—¿Examen físico? —pregunto confundida.

Ya había visto esto en esos sitios de pornografía, las mujeres que buscaban ingresar al mundo del sexo en video tenían relaciones con el hombre que las entrevistaba, para ver si tenían lo que se necesitaba para ser una estrella. Lo mismo sería para Hinata, sería puesta a prueba para ver si estaría a nivel de los caprichos de sus posibles clientes.

Quedando en lencería común que llevaba debajo de su ropa, con las manos en su cabeza y flexionando las piernas para darle una pose sexy a los ojos de su entrevistador.

—¿Que dice? —pregunto ruborizada pero no de la pena de mostrar su cuerpo a otro hombre, sino de pensar que si su atractivo le parecía bueno.

—Nada mal —este sujeto era experto y veterano en la industria del sexo —dices que has dado a luz a dos hijos y tienes un cuerpo bien cuidado, parece que ni siquiera has tenido hijos realmente. Revisemos tus medidas —con una cinta métrica, luego de que sin esfuerzo hiciera que Hinata se quitara la ropa interior, logro medir de primera mano las medias del cuerpo de la Milf —tu busto mide 101 cm, tu cintura 64 cm y tus caderas 86 cm. Cuando los clientes vean los datos de tu perfil seguramente te pondrán como su primera opción.

—Eso es un alago —se alegro Hinata tras ver que anotaba sus medidas en una tabla.

—Tus medidas ya están, solo falta ver tu talento —dijo y ella entendió esta parte.

Hinata se puso de rodillas luego de que el hombre, sacara su miembro, el cual comenzó a chupar sin dudar ni sentir remordimiento tras mirarlo con deseo.

—¿Que tal lo hago?~ —pregunto Hinata, chupando el pene del reclutador sin meter manos, solo su boca y su lengua chupando su pija hasta el borde.

—Eres fenomenal, no se lo digo a cualquiera de las chicas que vienen a solicitar —exclamo Joseph, nombre del hombre que la estaba examinando y entrevistando —tu técnica fascinara a los clientes. La vista que das es estimulante, la cara de sucia que pones también. ¿Qué hay de tus pechos? sabes usarlos.

No hizo esperarlo Hinata, y decidió usar sus pechos para complacerlo. Inclusive la paja que le daba con sus senos era asombrosa, un ritmo suave y constante, una mirada roja que nos apartaba del hombre.

—Grandes, suaves y cálidas —dijo Joseph —es como si tu boca, y tus pechos fueran vaginas. Estoy impresionado. Cuando haya clientes nuevos que pidan por ti, seguramente se desvanecerán cuando te prueben.

—¿Usted cree?~ —Hinata sentía los halagos del entrevistador a medida que ella seguía haciendo la paja al hombre.

Faltaba probar la vagina de la Hyuga y ver si era igual de buena como su cuerpo, su boca y sus grandes pechos eran igual de buenos.

—Me dejas sin palabras —exclamo Joseph embistiendo suavemente a Hinata, tenían sexo en ese mismo sofá de dos partes en la cama —las expectativas de tu coño son superiores a las que supuse, y los movimientos que haces... es como si te hiciera falta un pene de vuelta en tu vida.

—La verdad es que es por eso que vine~ —Hinata cambio de posición, poniéndose encima de Joseph, montándolo... buscando exprimirle hasta la ultima gota de semen mientras le dejaba ver como su cuerpo lascivo se movía de un lado a otro rebotando por el sexo.

—Entonces déjame decirte que viniste al lugar indicado —exclamo —veras que pronto tendrás muchos penes que te dejaran exhausta. Algo me dice que esta compañía ganará mucho dinero.

Al final de cuentas solo necesitaría uno para sentirse satisfecha y sentirse deseada. El mismo cliente por los últimos doce meses, ha pedido el servicio de Hinata cada fin de semana una y otra vez haciendo que esa cuenta bancaria que le otorgo la compañía S-XO tuviera números que superaban los mas de diez dígitos de dólares, nada había gastado todavía. Ahora una vez mas se encontraba en la puerta de la casa del hombre que compro sus servicios y compañía, para nada mas disfrutar de la carne del otro.

—Buenas noches, Toshio-san —saludo Hinata con una pequeña reverencia, dejando ver su enorme escote a su cliente cuando le abrieron la puerta de esa mansión de su solicitante —soy Hinata Hyuga, por parte de compañía S-XO yo seré su dama de compañía este fin de semana, cuide bien de mi —sonreía la Milf.

—Querida Hinata, sabes que no necesitas presentarte, después de todo soy el único que puede tener tus servicios —dijo el varón diez años mas grande que ella, mas grande que su marido en altura. E incluso, según Hinata; la tenía más grande que Naruto.

—Son las formalidades de la compañía para la que trabajo, Toshio-san aunque se que puedo decirle cómo más me plazca, porque es mi cliente número uno —decía Hinata entrando en casa del hombre como si fuera hogar de ella, después de todo aunque dijera que era una simple dama de compañía, era más que su amante, Hinata era la puta de Toshio. Solo espero a que el hombre cerrará la puerta para envolver sus brazos en el cuello del hombre para comenzar a besarse.

—Como me gustaría empezar de una vez —decía ansioso el cliente de Hinata teniendo sus brazos envueltos en la cintura de copa de la mujer mientras ella seguía agarrada de su cuello.

—¿Porque no?~ después de todo, a eso nos reunimos —Hinata no tenía problemas con empezar a tener sexo —pidió un servicio platinum por cuatro horas desde las 8 pm del viernes. Recuerde que a media noche comienza un nuevo día y comienza el paquete platinum de día completo que solicito ese día.

—Lo sé querida —no quería dejar de sentir el cuerpo de Hinata pegado a su cuerpo —sin embargo tengo algo especial preparado para ti —dijo y Hinata se intrigó ante el comentario de su cliente.

Ese algo especial era una cena especial con la recibió la compañía de la Hyuga. Una cena muy romántica que ya no tenía con su esposo dado a sus hijos. Comida la cual su paladar quedó encantado, y con los vinos que Toshio compro para la ocasión, la lengua de Hinata bailaba con el sabor de este alcohol.

—Es el vino mas delicioso que he temado. Fue una cena magnífica Toshio-san —Hinata y su cliente estaban sentados al sofá de su sala, ambos con una copa de vino en las manos disfrutando de la compañía del otro.

—Lo mejor, para la mejor dama de compañía, y para la mejor mujer que he conocido —dijo Toshiro-san para chocar su copa de cristal con la de Hinata, y beber del vino tinto que a ella le encantaba —hagamos un brindis.

—¿Porque? —pregunto.

—Hoy hace ya un año, conocí a la mejor mujer. Y que es solo mía, aunque sea por un fin de semana al mes —dijo posesivo el hombre mientras rellenaba la copa de Hinata.

Solo dio un pequeño sorbo y se quedó viendo a la mujer con ojos de perla acabarse el vino de su copa, apreciando como una gota de la bebida se derramó y paso por su cuello bajando hacia sus senos dónde se perdió en su escote, ese gran escote que hacía que el cliente de Hinata se excitará con solo verlo.

Puta, aventurera, traviesa, prostituta, zorra, desvergonzada, bimbo. Muchos apodos para ella, pero Toshio preferia llamarla por su nombre: Hinata.

—Toshio-san~ —noto que el hombre se quedaba fijo mirando sus atributos. Con un veloz movimiento, el hombre se abalanzó sobre Hinata y hundió su cara en los pechos de la Hyuga —Toshiro-san ah~ —gimió de gusto la mujer al tener la cara del hombre en sus senos mientras sus manos se las apretaban alrededor de la cara del hombre.

—Eres tan hermosa Hinata —decía Toshio explorando la calidez de los pechos de la mujer con su rostro y sus manos.

—Toshio-san~ no sea impaciente —exclamo Hinata sin tratar de detener al hombre cuando manoseaba su cuerpo, aún así logro detener sus manos activas poniendo Hinata su dedo frente a la boca del viejo cuando no paraba de besar su cuello —tengo algo preparado para usted.

Confundiendo al hombre, lo dejo sólo en su sala mientras Hinata se iba al baño tomando esa bolsa de antes que se trajo desde su casa. En el baño, reveló que allí traía un juego de baño erótico que solamente una mujer se atrevería a usar en privado. Y Hinata lo usaría para dar ese servicio privado a su cliente frecuente para celebrar también esta ocasión especial para ambos. Se despejó de su vestido negro y su poca lencería para ponerse este conjunto erótico que resaltaba sus atractivo y la volvía toda erótica, se acomodó el cabello y se puso nuevo labial.

Arreglada, salio aun usando esos de antes tacones largos haciendo ruido al caminar devuelta con su cliente. Quien se excito cuando vio a la puta que contrato, lista para satisfacer sus deseos.

—Que le parece Toshio-san, yo también tenia algo preparado para nuestro... A-ni-ver-sa-rio~ —dijo Hinata con las manos detrás de su cuello, resaltando su cuerpo con esa pose delante del tal Toshio.

—Te ves... Sensual querida Hinata —el hombre se excitaba con el atuendo que ella se puso —soy el hombre más afortunado por tener a una mujer tan así de bella para cogérmela —se paro delante de ella —bueno, lo soy después de tu marido.

—Ese fue un buen chiste —rio Hinata con su último comentario, una sincera risa —ya le he contado que mi marido no me ha tocado desde hace cuatro años. Y gracias a usted y su magnífico pene~ ... —entonces comenzó a empujar despacio a su cliente para hacerlo caer de nuevo contra su sofá luego de frotar su mano sobre el empalme del hombre debajo de su pantalón —...dudo que si quiera el pene de mi esposo se compare con el tamaño del suyo -exclamó tras abrir su pantalón, revelar su miembro y empezar a chuparlo —o su sabor~

Comenzó a lamer lo largo del miembro de su cliente subiendo hasta la punta, donde su boca lo devoró como un dulce antes de hacerle la felación como se debía hacer.

—Aaahhh~ —Toshio le recorrió el orgasmo tan solo sentir la lengua de Hinata tocando su pene, pero cuando su boca trago su polla fue como alcanzar el Nirvana —eres fantástica querida... Tu lengua se mueve de forma maravillosa.

—Solo lo mejor para mi cliente número uno~ —miro a los ojos cuando dijo esto, meneando su trasero mientras seguía chupando la polla de Toshio.

Aunque no lo pensaran de ella, ni su familia tan siquiera lo sospecharía que Hinata Hyuga, bajo esa mascara de esposa ejemplar era una puta que amaba los penes y que estaba dispuesta a abrir sus piernas solamente si tenias el suficiente dinero para convencerla.

—Vamos~ que espera para soltarlo Toshio-san~ sabe que puede correrse en mi boca todo lo que quiera, después de todo. Soy su botadero de semen personal~ —dijo devorando por completo la polla del hombre como la profesional que era en la materia.

—Ya casi querida... —decía excitado su cliente —lo conseguirás mas rápido si...

—Si hago ¿esto?~ —no termino de decir cuando Hinata envolvió al pene de Toshiro con sus pechos —se que le encanta meter su pene entre mis pechos~

—Son los mejores pechos en los que mi pene se ha metido... —decía el hombre, su cara mostraba cuanto disfrutaba que sus necesidades carnales fueran satisfechas por Hinata —grandes, suaves y calientes...

—Ya viene, puedo sentirlo... —Hinata apretaba con mas fuerza el pene de Toshio entre sus pechos, sintiendo entre sus senos como el miembro de su cliente palpitaba cada vez mas insistente hasta que libero el semen que ella quería —¡aquí esta!~ -dijo lascivamente, el hombre se corría entre los pechos de la oji perla, mientras se maravillaba al ver como se disparaba el semen como si fuera agua de una fuente danzante. Semen que no solo se impregno entre sus senos, también mancho su rostro —aaaahhh, el semen de Toshio-san esta en mi cuerpo~ —soltó un gemido dejando salir ese lado de zorra que ocultaba bien.

—Luego de una semana, por fin puedo correrme con la mejor puta que he conocido —exclamo Toshio teniendo a Hinata lamiendo su polla nuevamente luego de que ella limpiara de su cuerpo el semen que la cubrió.

—Puta no~ —se levanto y se acerco al rostro de su cliente, untando sus pechos contra su torso, tomando su pene con su mano, colocándolo debajo de su vagina frotando la punta de la polla sobre su clítoris —dama de compañía~

—Di lo que quieras, pero no eres mas que una puta que me abre las piernas por dinero, puta, zorra, eres la mejor Hinata —dijo su cliente sin llegar a inmutar a la Hyuga, al momento que ella dejaba abrir su coño para ser incrustada por el pene de Toshiro, hasta el fondo —mi puta favorita y única... —lo que a este hombre le fascinaba era que no importa cuantas veces se la metiera una tras otra ocasión, siempre el coño de Hinata le apretaba de forma inigualable. Algo genial para una mujer que ya tiene hijos.

—Adoro la sensación de un pene tocando mi útero~ —decía Hinata moviendo su trasero de arriba a abajo, mirando como la polla de Toshiro se bañaba en los jugos de su vagina —pero se siente mejor cuando tu pene se corre y me llena hasta el fondo~ —exclamo tras hacer que el hombre se corriera dentro de ella.

—¿No sientes culpa de estar engañando a tu marido con otro? —pregunto su cliente colocando sus manos en las nalgas de Hinata, apretándolas y dándole golpes que la encendían mas, pues a pesar de hacerlo correr, ella seguía moviendo su cuerpo para obtener mas de él.

—No es engaño~ —había cambiado de posición, ahora su espalda daba cara al rostro de Toshiro, teniendo su manos detrás de su cabeza mientras hacia que sus caderas dieran vueltas con el pene de él dentro de su coño —solamente doy un servicio único como dama de compañía. Pero entre usted y yo, tener sexo sin que mi esposo se entere, es delicioso.~

—Adoro tu cinismo —dijo y Toshiro llevo sus manos de la cintura de la Hyuga a los pechos, los cuales saco de por encima de su bikini, no dudo en apretar y manosear sus senos cuales pelotas o globos de agua —¡y tu cuerpo lascivo!

Toshiro comenzó a mover su pelvis violentamente contra Hinata, la profundidad con la que el pene del hombre se abría paso en su coño hizo que se corriera la mujer, manchando el suelo de la sala.

—Aaaaaahhhhh~ —un sonido tan sucio broto de su boca a medida que el hombre seguía embistiéndola como animal hasta liberar su esperma dentro de ella —se siente tan bien~

¿Crees que con solo dos llenadas iba a tener Hinata? ¿o su cliente? No, podía decirse que ellos eran uno para el otro, obtenían de lo que querían del otro sexualmente, pero nunca en romance no importa cuantas veces se besaran mientras tuvieran sexo. Solo era placer mutuo y ganancia para la Hyuga.

El primer contrato que solicito Toshio con la compañía que patrocinaba Hinata era de tener sexo con ella por cuatro horas con ese paquete premiun, no desperdicio ni un solo minuto follando con la Hyuga, quien le pedía mas y mas apenas acabara de correrse dentro de ella.

—¡Eres la mejor Hinata! —gritaba el hombre cuando la había llevado a su cama, donde ella aun seguía con ese bikini lascivo puesto, solo que con sus tetas por encima del sostén —eres la única mujer que hace llegar hasta el final.

—Eso me alegra, hace saber que hago bien mi servicios~ —dijo la oji perla con una expresión de puta amante de penes en su cara, mientras era embestida estando en la misma posición de perra, como la perra que es.

—Allá va querida, la ultima de la noche... —puso su ultimo esfuerzo para darlo todo de él y correrse dentro Hinata.

—¡Si!~ —grito complacida —el semen de Toshio-san me llena~ —exclamo, había perdido la cuenta de las veces que el hombre liberaba su semen en su interior como en cada ocasión, no le importaba realmente llevar la cuenta, era igual que él. Le encantaba llegar al éxtasis, cosa que Naruto nunca le hizo llegar como su cliente favorito.

Cayeron los dos sobre la cama, con Toshiro sobre la Hyuga, respirando profundamente con sus cuerpos sudados y cubiertos por los olores sucios de ambos encima.

—Amo tus servicios Hinata... —dijo el hombre besando a la Hyuga como si su mujer fuera.

—Amo su pene Toshio-san —respondió la dama de compañía. Entonces, ella miro el reloj en el cuarto del hombre —pronto será media noche, comenzara su nuevo servicio de un día del sábado. ¿Quiere comenzar ahora?

—Mejor mañana temprano querida, porque mañana no vamos a parar... esperar una semana por ti vale la pena —dijo el hombre.

Esta es la historia de una esposa que, sintiéndose insatisfecha con su esposo, sin sentir culpas con sus hijos. Siendo cínica, era en realidad una puta, mas que una perra una prostituta. Solo un hombre con suficiente dinero podía hacer que Hinata Hyuga entregara su cuerpo a otro hombre que la hacia sentir como la verdadera mujer sucia que era.