Cheating 1

 Soredemo Tsuma wo aishiteru S2

Primero fueron victimas de ser tratadas como objeto, cuando supieron que su esposo sabia de sus aventuras forzadas, ninguna espero que su amado Issei amara verlas cometiendo actos carnales con otros hombres; así que aceptaron complacer su fetiche, pasando de hacer películas de contenido adulto “amateur” a realizarlas de forma profesional. Consiguiendo una fama que al principio no les agradaba, pero terminaron queriendo, pero ese no es el caso que nos trae aquí.

Primero fueron victimas de ser tratadas como objetos, comenzaron a disfrutar del sexo debido al inusual trabajo que aceptaron por satisfacer el fetiche de Issei, sin saber que él firmo por ellas con la condición de asignar a un compañero único para cada una y que fuese recurrente para ellas como hicieran sus famosas películas. Issei no supo entonces que había asignado un amante a cada una de sus esposas. Pensó que tenía todo controlado, pero se estaba yendo de las manos y no iba a recuperar el control.

―Issei, eso es, empuja mas mi Ise~ ―la luna era hermosa esa noche de febrero, era san valentín y las parejas de cualquier tipo, no desperdiciaban tan fresca noche para entrar en calor, teniendo tantas esposas… el castaño ya estaba acostumbrado a moverse―, vente mi amor.~

Era Rias quien estaba abajo de Issei, su pene aplastaba su útero cuando empujaba de forma insistente. Sentía su vagina derretirse en cualquier momento, pero quería hacerlo con él.

―Rias, que traviesas palabras dices~ ―Akeno estaba en cuatro sobre Rias, mirando las caras de placer que ella hacia mientras tenía cerrado los ojos, entendiendo que estaba escalando al clímax.

―Issei-san, quiero ser la siguiente~ ―Asia tenia sus brazos puestos en el torso bajo, de Hyoudou, abrazando al chico por su espaldas teniendo la rubia sus ojos puestos en las expresiones de gozo de la primera esposa del harem.

―Asia, Issei no te escucha ―dijo con voz juguetona Himejima.

Pues al mirar atrás, podía verse al castaño besarse de forma lasciva con Xenovia a su izquierda y con Irina a su derecha, cambiando con una a otra luego de perder el aliento con una. Sus manos las tenían en los pechos de estas, los cuales apretaba y acariciaba con placer.

―Issei-san, mi vagina no puede esperar~ ―Koneko hacia bailar a su vagina estando a la derecha de Rias en esa enorme cama. Con su dedo, acariciaba sus mojados labios.

―Por favor.~ Issei~ ―Ravel estaba a la izquierda de la carmesí, usando sus dedos para abrir los labios de su vagina y exponer su mojado coño.

No solo estaba haciendo el amor, estaba teniendo una orgía complaciendo a todas al mismo tiempo sino es que las estaba contagiando de placer, desesperandolas por llegar su turno de a noche.

―Ya casi… me vengo… me vengo Issei… ¡Issei! ―grito Rias cuando su vagina finalmente se hizo agua, atrapando sus paredes el pene de su esposo cuando su semen lleno su interior.

La noche fresca calmo sus cuerpos sudados una vez cayeron todas dormidas con su esposo en medio. Todas lucían complacidas con el coito, ninguna dormía insatisfecha (sexualmente) pues la llama estaba apagada; pero pronto en los sueños de Rias, la llama del deseo pronto volvería para hacerla arder. Durmiendo muy cómoda junto a su amado Issei, pronto despertaría cuando la sombra de alguien que conocía taparía la luz de la luna sobre su cuerpo.

―Mmm… ―dormía plácidamente hasta sentir que alguien estaba a lado de su cama en plena noche de la madrugada―. ¿Eh, Raiser?

Abrió los ojos para ver a su rubio compañero desnudo junto a la cama, su pene erecto sobre la cara de Rias.

―¡Raiser, que haces aquí! ―levanto la voz, pero al mismo tiempo hablo con voz baja para no despertar a su esposo. Todo en lo que Rias se sentaba en el borde de la cama. Era un sueño, donde solo eran ella y su amado Issei.

―Vine a traerte mi regalo de san valentin, querida ―la polla de Raiser ahora estaba sobre pegada a las mejillas de Rias. Con ayuda de su mano abofeteaba despacio, la cara de Rias―, sabes que lo quieres Rias.~

Primero se mostró incomoda al tener el pene de Raiser pegando contra su cara de forma suave, su boca se hizo agua por su polla y sin importarle estar junto a su esposo, Rias decidió chupar el pene de Raiser haciendo ruidos sucios que bien pudieron haber despertado a su Issei.

―Oh si, que bien usas tu boca Rias ―exclamo con gran disfrute por de la boca de la carmesí, el Phoenix.

Y sobre este ficticio Issei que por mas que su esposa estuviese cogiendo con su amante en la cama mientras dormía junto a ella, no tendría ni la menor sospecha que ahora estaban follando a su esposa sobre su cara.

―¡Ha!~ ¡Raiser, tu polla golpea mis puntos en el lugar preciso!~ ―puesta en cuatro, A la carmesí la embestían con mucho entusiasmo mientras miraba a su esposo que ante nada de lo que hacían y ahora sobre su cara; reaccionaba―. Mira Issei, Raiser tiene un mejor pene que el tuyo y la de él me hace sentir más placer que tu.

―¿De quien eres perra? ―preguntaría Raiser, usando mano para pegarle al trasero de Rias para que no se detenga―. ¡Dile a tu esposo de quien eres perra, Rias!

―¡De ti! ―grito de placer antes de decir eso―. ¡Soy tu perra Raiser!~ ―recibió otra nalgada―. ¡Follame mas duro, querido. Has que mi vagina recuerde tu pene siempre!~ ¡Hazlo, hazlo duro y dentro Raiser!

Con eso, Rias saldría de su sueño.

―¡Raiser! ―un grito, que a pesar de ser un grito, no logro despertar a ninguna de las mujeres de Issei, ni al propio Issei. Aun así no dudo en taparse la boca cuando pensó que despertaría a todos. Sus ojos quedaron abiertos ante lo que pudo haber sido una escena, pero fue en vano. Nadie la notó, ni notaría que su vagina estaba tan mojada como las calles de mi ciudad en temporada de lluvias. Despacio, abrió sus piernas que por inercia había cerrado. Notando lo activo que se puso su libido después de ese sueño húmedo―. Mierda, Rias. Tienes que aceptarlo… Issei ya no te satisface.

Palabras que Rias tenia que decirse mas pronto que tarde, su cuerpo había aceptado que obtenía mas placer con él que quien era su esposo, su vagina tenia grabada la forma de su pene y no había forma de superar el placer que tenia con él. No había mas opción para Rias, que buscar a Raiser.

Así que se arreglo con un buen vestido rojo de tirantes delgados de una tela y confección atrevida como alegante, perfumo su cuerpo con el aroma de uno de los perfumes mas caros que consiguió en descuento y echo una mentira a Issei para que sospechara por su ausencia.

Condujo hasta la residencia del Phenex y toco el timbre.

―¡Rias! Cuando dijiste que querías visitarme no pensé que en verdad vendrías hasta mi casa ―el rubio abrió la puerta al poco momento que escucho. Una magnifica vista se llevo cuando vio a Rias Gremory usando un elegante vestido que dejaba ver desnudo sus brazos hasta sus hombros, de un corte muy escotado, sus pechos se notaban claramente grandes y gordos, lo que excitaría a cualquiera; dejando ver que no llevaba sostén debajo.

―Bueno, fui yo quien te dijo que necesita a verte.~ ―exclamo con picardía en sus palabras usando ese conjunto de camisa blanca debajo de un saco delgado color café, la carmesí con su mano derecha en su cintura, haciendo resaltar su trasero a nivel de sus pechos.

―Si. Vamos, pasa y divirtámonos mucho.

―¿Esta es tu casa? Es linda ―dijo en cuanto paso mas allá de la puerta hasta ver la sala, le recordaba esa casa rentada que usaban para hacer sus muy compradas películas adultas.

―Gracias, mis padres me la dieron porque no la usaban ―comento Raiser cuando cerraba la puerta, sin poder dejar de mirar la espalda descubierta de la carmesí al verla caminar hacia dentro―. Ahora es toda mía. Como tu la siguientes horas.

Se acerco a Rias y puso su mano en la mejilla de ella, quien no se notaba

―Le dije a Issei que mi mamá se puso enferma y que iría a verla.~ ―dijo como si se tratará de algún chiste, sabiendo que el rubio por mas alto que fuera, estaba mirando su pronunciado escote, entonces se inclinaría hacia adelante para que sus pechos fueran atraídas por la gravedad―. Y se bien cuanto te gusta mirarme las tetas

―Eres una reina, no una diosa. En verdad ¿le mentiste a tu esposo? ―no podía creer la hipocresía de la carmesí, todo por buscar a su amante. Ya se consideraban como tal―. Que mala esposa eres: Rias Gremory.~

Era tiempo de jugar, en la sala de la casa de Raiser no paso ni cinco minutos para que Rias y el rubio comenzaran a tener sexo. En medio de los muebles de esta habitación. La primera esposa de Issei ya estaba haciéndole a Raiser una paja rusa, con mucha intensidad de su parte.

―¡Oh mierda! ―blasfemo de placer el rubio tratando de mantener fuerza en sus piernas estando de pie―. Jamás me acostumbro, tus tetas derriten mi pene como si fuera la primera rusa que me hacen.

―¿Que dices?~ mira que cara pones, luces patético Raiser Phenex ―de rodillas, Rias tenia en su escote la polla del rubio, la cual estrujaba con mucho entusiasmo. El rubio trataba de mantener esa cara soberbia pero por mas que intentaba disimular, la técnica que Rias era mortal, después de resistir por varios minutos llego al clímax―. ¡Mira! Te viniste tan pronto.~ espero que tengas mas semen guardado esas bolas.

Tomo sus pechos aun protegidos por su atrevido vestido, paso su lengua por donde el semen de Raiser la mancho, provocando espasmos de erección al pene del rubio, quien trago saliva mirando al cuerpo caliente de la carmesí.

―Oh si ―ayudo a levantarla, pegando el cuerpo de Rias a él, sintiendo sus grandes senos contra su torso marcado―, tengo mucho semen guardado para ti Rias zorra Gremory.

La expresión lujuriosa de Rias que hizo antes de empujar a Raiser contra el sofá de la sala, aterrizando de nalgas y con su pene por fuera de su pantalón. A distancia, Rias llevo sus manos a los tirantes de su vestido, frente a Raiser, se dejo caer su elegante vestido que por debajo solo tenia una delgada e igual de atrevidas bragas. Su trasero parecía desnudo si la mirabas por la espalda, pero igual no podrías ver nada, por su largo cabello que le llegaba hasta las ante rodillas.

―Je, je, je~ tu cuerpo eres todo un espectáculo ―el pene de Raiser palpitaba de emoción―, ven aquí, me pene tiene mucho para darte.~

Se puso a cuatro sobre el piso de madera, caminando así para llegar hasta el Phenex mirando cual zorra en celo estaba Rias. Uso su lengua y acaricio la punta de su pene con mucho cuidado, antes de pasar a lamerlo con mas intensidad mientras usaba sus manos para quitarle el pantalón al rubio.

―Te gusta como se mueve mi lengua~ ―pregunto antes de pasar a meterla en su boca.

―Quiero sentir tu boca Rias y todo tu cuerpo ―se acerco y acaricio sus pechos, apretando sus pezones como si quisiera exprimirle la leche―, me pregunto si esas tetas gordas que tienen producen una rica leche.

―¿Estas? ―acomodo su espalda y mostró sus pechos, jugo un poco con ellos delante de Raiser―. Sabes que no dan leche, aun.~ pero donde veo mucha leche es en estas bolas.

Mordió con deseo, las bolas de Raiser, doloroso pero estimulante para él.

―Hey, mas despacio.~ ―masoquista y machista el cabrón.

―Voy a exprimirte hasta la ultima gota de semen de tus bolas, Raiser.

Tomo la polla del rubio con mucha facilidad tras ponerla entre sus pechos otra vez y pronto fue haciendo muchos ruidos desde la boca de Rias que le chupaba con mucha intensidad como si fuera un helado relleno de un dulce espeso. Pero este es salado, le gusta más a la Gremory.

―Eso Rias, eres muy buen chupando penes ―asfixiaba la polla del rubio con sus tetas mientras la disfrutaba de su sabor con su boca. Tanto calor que le producía a Raiser, se quito la camisa que tenia y es que era ella quien hacia todo―. ¡Mierda, aquí voy!

Atraparía la descarga de Raiser en su boca, apretando con mas suavidad su pene para no dejar atrás ni una sola gota de su semen. Una agradable música para los oídos del rubio cuando la escucho sorber hasta la ultima gota como ella dijo.

―Bien, bebe toda mi leche Rias ―acomodaba el cabello de Rias para poder verle la cara de mejor forma mientras tenia aun agarrado su peche con su boca y sus pechos―. Haber, abre la boca y muéstrame.

―¿Quieres ver cuanto te viniste?~ ―pregunto, mascando el semen en su boca, Rias.

―Dejame ver ―como lo exigió, Rias abrió su boca y dejo ver cuanto semen tenia retenido la carmesí en su boca―, tragate todo ahora ―dos tragos, Rias se hizo del esperma de Raiser, un buen alimento, para volver a abrir su boca y mostrar que ni una sola gota de semen se quedo sin que se tragara. Limpiando alrededor de sus labios con su lengua―. Eres una sucia ramera.

Una bofetada a Rias que la hizo gemir de forma atrevida y ella quedo en el suelo, tomando esa acto como un dolor masoquista por parte del rubio. Recostada en el piso de la sala, Raiser se le puso encima y besando salvajemente a Rias, siendo la esposa de Issei quien abrazaría primero al otro, dejo que el Phenex abriera sus piernas para meterle su pene de forma ruda y a pelo, gimiendo con un mayor nivel de perversión desde el primer momento que se la metió.

―¡Carajo, mas duro Raiser! ―gritaba Rias, apenas si estaban empezando―. ¡Follame mas duro! ¡Mi vagina esta deseando que tu pene la destroce como animal!

―¿Que tu esposo ya no lo hace? ―preguntaba en burla Raiser, poniendo a Rias de lado levantando, haciendo mas apretada la vagina de la carmesí cada que empujaba.

―Ya no… ―decía con la respiración cortada y la cara―… prefiere cogerse a esa perra cuatro ojos de Kiryuu que a sus esposas… bueno yo puedo hacerlo mismo.

Cambiaron lugares, puso a Raiser al piso de la sala y ella encima de él. Azotando primeramente su trasero contra la pelvis del rubio, untando sus tetas sobre su pecho, para después enderezarse, llevar sus manos detrás de su cabeza, abriendo más las piernas; dando una total vista al rubio para que viera como su pene era devorado por el coño hambriento de Rias.

―¿Con Kiryuu? ―le parecía un mal chiste―. Hasta yo me la eh cogido y no solo tu cuerpo, tu vagina es cien veces mejor que la de esa nerd. Ella solo lo esta usando a tu esposo para mantenerte en el negocio.

―Bueno, si Issei quiere jugar a perro con Kiryuu. Yo seré la perra de Raiser~ ―comenzó a jugar con sus pechos mientras aplastaba la polla del phenex―, veamos si tanto le sigue gustando que le ponga los cuernos.~

Aumento el nivel de sus caderas hasta conseguir que Raiser se corriera, esta vez en su coño. La llevo a su habitación donde la metió en la cama y le dio desde atrás, haciendo que Rias mordiera la almohada al sentir la punta del pene del rubio aplastando su útero.

―Deja que te escuche, Rias ¡Dejame escuchar tu genial voz de perra! ―abrazo a la carmesí mientras la embestía como animal, haciendo sonar el trasero de Rias cuando su pelvis chocaba con sus nalgas. Una mano de Raiser la agarro con fuerza de una de sus tetas mientras que con la otra, jalo de sus dientes la sabana luego levantar la espaldas cuando ella se sostenía de manos y rodillas en la cama.

―¡Ahhhh! ―gemía sin remordimientos, dos dedos del Phenex en su boca para que la mantuviera abierta a cada embestida que le daba―. ¡Mierda, tu pene es fantástico Raiser!

Podía ver la cara de Rias gracias a un espejo en una de las paredes de su habitación personal, la veía claramente disfrutar de su pene con mas. Todas esas veces que la veía hacer caras sucias para las películas que hacían juntos por el trabajo, eran verdaderas. Rias amaba follar con el pene de Raiser. Siempre pensó que solo las hacia por el trabajo, pero eran caras sinceras. Eso le gusto al Phenex, eso lo enamoró.

―Maldición, tu pene es perfecto para mi. Mi vagina tiene grabada tu forma ―decía Rias mirando por debajo de su cuerpo, notando las bolas de Raiser golpeando los labios de su vagina―, realmente me estoy volviendo tu perra, Raiser.~

―Si fueras mía, totalmente, te follaría todos los días ―dijo al oído de Rias, cuando él sentía como empezaba a chorrear jugos pervertidos, estando cerca de alcanzar el clímax―. Serias mi esposa perra en la cama.

―No lo dudo~ ―aguanto gemir para responder―, pero dejemos que sea así mientras. Es mas rico cuando le pongo los cuernos a Issei y si es como a él le gusta eso, juguemos de esta forma por mucho tiempo… ahora correte conmigo, Raiser Phenex. Llena mi sucia vagina con más de tus apestoso semen.

―¡Aquí voy Rias “perra” Gremory! ―Raiser disparo todo lo que sus bolas produjeron en ese momento, su semen se mezclo con los jugos de Rias, un revoltijo de fluidos que no cupieron en el interior de la carmesí infiel y escaparon a pesar de tener metido el pene de Raiser.

Quedando sin aliento, Raiser cayó a un lado de la cama con la vista al techo mientras Rias caía de cara a la cara, después de la intensidad. Pero ni le dio un momento de descanso a Raiser y Rias comenzó a chupar la polla al rubio, con mucho deseo.

―Eh… Oye ―apenas si pudo decir el Phenex.

―Que no recuerdas que te dije que iba a exprimirte hasta la ultima gota~ ―su pene seguía duro y ella seguía caliente, podía quedarse a coger con él, todo el día.

Rias se fue y dejo las bragas que tenia ese día en casa Raiser, como un recuerdo para él. Cuando volvió a casa por fin pudo dormir sin tener sueños humedos por un tiempo, pero antes de poder ir a dormir.

―Rias, volviste ―saludo Akeno desde la cocina siendo la única en la casa.

―Akeno ¿Donde están las demás? ―pregunto Rias cuando volvió al día siguiente, un poco más del medio día.

―Trabajando, o debería decir… follando ―dijo Akeno, aceptando que era algo normal.

―¿Incluso Issei? ―pregunto la primera esposa.

―Seguramente ―Akeno no sabia que Issei se tiraba a Kiryuu. Himejima estaba en la cocina cortando fruta preparándose un cóctel veraniego para disfrutar la tarde―. ¿Y tu? Cogiste mucho con Raiser de seguro.

Pudo haber refutado con la mentira que había dicho frente a todos, pero con Akeno no podía mentirle.

―Si, tuve mucho sexo con Raiser, es un animal. Como un reo que coge después de mucho tiempo sin estar con una mujer. Tranquila tome anticonceptivos ―su respuesta no pareció alterar a Akeno, en cambio hizo que hiciera uno de sus comentarios Ara, ara.~

―Osea que él te domo~ ―pregunto pícara Akeno, comiendo un pedazo de piña.

―Mas bien deje que me domara, por ratos ―camino y dejo su bolso a un lado.

―Haces honor a tu apodo como estrella de cine, Rias.

―¿Que apodo? ―le pregunto la Gremory.

―Rias “La perra Carmesí” Gremory.

―Y él tuyo es: Akeno “Reina relampago” Himejima ―se burlo la carmesí.

―Es porque hago que los hombres que corran rápido.~

―Akeno, eres una puta.

―Y tu una perra Rias.~

Después de ese comentario, ambas no pudieron evitar reír, tanto así que Rias se acerco a la cocina y robo un pedazo de fruta a Akeno antes de mirarse de nuevo a los ojos y decir unas ultimas cosas.

―Issei, ya no nos complace en la cama.

―¿Debemos culparlo o a nosotras? ―pregunto en un tono mas serio, la pelinegra dejando de llenar el plato de que se preparaba.

―A él le gusta que tengamos sexo con otros ¿no?

Las cosas se pusieron mas intensas. Primero fueron victimas, luego fueron estrellas en el escenario. Aun lo eran, pero detrás de las cortinas, disfrutaban del sexo inmoral y adultero.

Rias no seria la única.