Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

The end of this tale

 Soredemo Tsuma wo Aishiteru

Cada día que pasaba, la mente de Issei iba agobiando hasta generarle gran estrés. Después de aceptar desde su subconsciente que el mismo era responsable del desinterés de sus esposas por él, no podía dormir. Largas noches donde el estrés por no aceptar el destino final por el que se había encaminado lo tenían agobiado, se notaban las ojeras bajo sus ojos. Una falta de atención debido al insomnio que su cerebro lo sometía en un intento por encontrar una adecuada forma de resolver la situación matrimonial que cayó. Mas la negación que el mismo Issei se sometía por seguir apegado a sus esposas la hizo.

Tanto estrés que tenia que apenas si lograba darse cuenta de lo que estaba haciendo o donde estaba, ni siquiera contemplaba las semanas se hicieron meses, una vez mas había llegado esa temporada de premios para el cine erótico para adultos del que Kiryuu informo durante la fiesta del ultimo halloween.

Grande el estrés por el que estaban pasando que no logro darse cuenta que estaban en Las Vegas para la premiación. Ni se percato que la noche de premios dados por AVN había terminado.

¡Que genial noche! ―exclamaron las mujeres de Issei tras salir del auditorio con los premios ganados.

Las esposas del castaño, junto a los masculinos con los que protagonizaban esas películas por las que tenían premios de cine en manos, se restringen a conversar entre miembros del estudio. Un circulo en el que Issei estaba excluido por voluntad propia, menos de un metro apartado, el castaño tenia la mano en su frente, tratando de disipar el dolor que no dejaba de agobiarlo.

¿Debo mencionar que los vestidos que ocupaban Rias y las demás eran reveladores? A un agrado que las revistas y foros web que tomaron fotos a ellas cuando llegaron por la alfombra roja del evento serían las elegidas para las portadas como los encabezados de las siguientes números. Vestidos reveladores y estimulantes para el ojo de los hombres. Vestidos con cortes pronunciados en sus escotes, piernas largas y visibles. Brazos desnudos hasta los hombros. Algunas incluso sus espaldas estaban a la vista. Dando entender que no había sostén ni ropa interior debajo de ellas.

No lo se, pero recibir estos premios comienza a gustarme ―dijo Akeno con dos trofeos conseguidos de las cinco categorías nominadas.

Siento lo mismo que tu ―comento Rias, una vez más tenia cinco de estas estatuillas en brazos.

Por fin obtengo una ―lloraba de felicidad Xenovia. Luego del primer evento que asistió como nominada, uno de estos premios estaba en sus manos.

Felicidades Xenovia-san ―Asia, Irina y Koneko la elogiaron. Al igual que la peliazul, llegaron a ganar un premio esta noche, aunque Asia llego a ganar dos esta vez.

Arrasamos con los premios este año ―dijo Riser, llevando su galardon de oro en manos. No solo las mujeres de estudios Oppai consiguieron robarse la noche.

Bueno, casi todos lo hicimos.

¡Pudrete Bael! ―pero otro año consecutivo, Astaroth no ganaba nada. Rabieta menor que hizo, recibiendo el consuelo de Asia y su actitud inocente que no moría por mas infiel que fuese.

Estoy tan orgullosa de ustedes, mis estrellas. ¿No creen que debemos celebrarlo? ―propuso Kiryuu en medio del circulo que excluida a Issei.

Hagan lo quieran, yo me iré al hotel a dormir ―cierta voz que se mantuvo en silencio desde el comienzo del viaje, hasta ahora; decidía hablar Issei estando un poco apartado del grupo exclamo.

Sabiendo el estrés mental que Hyoudou estaba pasando, Kiryuu no hizo mas que rellenar el vaso para desbordarlo, poco a poco.

¿Que pasa Issei? ¿no quieres celebrar el éxito de tus esposas? ―dijo, esperando que vaso por fin reventara de tanta presión y el desborde que tenia.

Las notables ojeras del castaño si vieron cuando Issei dejo de tratar su migraña con la yema de sus dedos sobre su frente. Una mirada de pocos amigos puso sobre Aika y por mas incomoda que era; la castaña de coleta trenzadas se mantenía inmutada con una sonrisa sarcástica que las mujeres que aun eran de Issei, no le veían. Cerró los ojos, ante el estrés mental que no daba tregua a su salud, hizo hervir su sangre para poder pensar lo que iba decirse.

Jodete Kiryuu ―respondió―. Por mi, tu y las perras que tengo por esposas pueden ir a celebrar lo que quieran, yo me iré de vuelta al hotel… ¿donde están?

¿Que había pasado? Hace un segundo estaban todas sus mujeres delante de él, pero cuando le respondió a Kiryuu, ya ninguna estaba. Mucho menos sus amantes ni la misma Aika. Es más, ya no casi nadie de gente afuera del auditorio de este evento. Issei vio pasar por delante a uno de los asistentes, que como otros; comenzaba con limpieza final.

Sus amigos se fueron señor ―respondió de manera aburrida el joven asistente―. Hace casi una hora que se retiraron, usted se quedo dormido de pie.

Lo que para él fue solo un breve descanso para su imparable dolor, fue una hora que perdió. No lo sabía pero la sangre en sus venas, pasaba de ser roja a negra. Issei.

Lejos de su compartido esposo, Rias y las otras decidieron separarse para celebrar el éxito de esta noche. Cada una se fue con su amante al respectivo hotel donde se hospedaban.

Rias.

Llego con Riser al hotel cinco estrellas donde se hospedaba la carmesí con Rias y las demás. Pero esa noche, la habitación sería solamente para ella y su amante; ni siquiera las otras esposas de Issei molestarían.

Segura que no quieres que vayamos al hotel donde estoy ―pregunto Riser caminando con Rias, dentro del lobby del hotel hacia el ascensor. Tenia su mano derecha en la cintura de la carmesí. Cuando esta llevaba un muy escotado vestido azul que dejaba ver sus 98 cm. De atributos, desnudos por los lados, pero sobre todo por el frente.

Te preocupa que Issei nos vea ―dijo con voz pícara Rias, caminando de forma cómoda junto al rubio―. Tranquilo Riser~ por mi, Issei puede irse al carajo.

Se acurruco sobre el Phenex mientras caminaban hacia al elevador, pegando su busto sobre el pecho de Riser. Provocando felicidad al rubio, una mueca que reflejaba la emoción por lo que se venía a su suerte, se vio.

Mierda, mujer haces que se ponga dura solo de verte ―exclamo Riser, sin importarle que estaba en un lugar publico. Llevo su mano de agarrar la cintura de Rias, a tomarla de su seno derecho y apretarlo con furor.

En el elevador, luego de que Riser sobornara al botón para que no dejase subir a nadie y que los dejará solos en el ascensor. Rias se arrojo a los brazos de su amante desde que el ascensor paso del primer piso sin detenerse, poniendo ella sus brazos alrededor del cuello del rubio besándose sin pudor, besos; que los llevaría a algo más. Dentro, no dejo a sus manos quietas el Phenex. Se deslizaban por la espalda de Rias abrazándola con excitación acercando su cuerpo al de ella. Un notable calor pudo sentir la carmesí golpeando contra su vientre desde los pantalones de Riser, así que mientras se besaban y lo que llegaban al piso 87 donde ella tenia su habitación que debía compartir con Issei. Rias deslizo su mano hacia la parte baja de Riser, lo froto primero para despertarlo y luego deslizo sus dedos al cierre de su pantalón, revelando lo duro que se había puesto el Phenex por ella.

Mira ese tamaño~ ―dijo Rias, sus ojos puestos en el empalme de su amante. Iban pasando por el piso nueve todavía, su mano puesta sobre esta polla y lo fue masturbando―. Que sucio eres, Riser poniéndote duro en un lugar así.

Eres una diosa, mujer. Tienes un cuerpo de infarto, que harías hasta a un viejo se le ponga dura de solo verte ―declaro Riser.

Eso ya lo hago~ ―dijo, por todas esas filmaciones hechas por ellos.

Deposito sus labios sobre la boca de Riser mientras el elevador aun se movía a su destino, sin dar paradas. Lo que sin problemas, hacia que Rias pudiera estimularlo con su mano, pero no suficiente para dejar evidencia de lo que hacían estando en el elevador publico.

Llegaron al piso destinado y cuando la puerta se abrió, salió Rias animada, jalando a Riser de su pene como si fuera que jalara de cuerda a un burro. Caminando por el pasillo en silencio llenos de emoción como de éxtasis, hasta llegar a la puerta del cuarto.

Una vez dentro y con la puerta cerrada, pero sin el seguro; solo con ese letrero de no molestar. Riser de nuevas cuentas y llevo sus manos a los senos de Rias, solo que esta vez, metió sus manos por debajo del vestido de la carmesí, ella seguía estimulando su pene y el la estimulaba desde sus pechos. Dos grandes frutos suaves de gran sabor cuyo sabor era adictivo, a pesar de aun no poder probar la leche de los que rebosaba ella.

Eres un trofeo Rias ―besaba Riser detrás de la oreja de la Gremory. Con sus manos bajo su vestido, hizo caer el vestido que ella traía revelando el cuerpo desnudo que traía.

Y tú bruto, caballo~ ―intoxicada por la lujuria, Rias empujo suave y de forma sensual, su trasero contra la polla del Riser, poniendo su enorme vara en alto entre estos valles, lentos movimientos de arriba a abajo para estimularlo mientras él se iba quitando su ropa, primero mostró a Rias los musculos de su torso y su abdomen, antes de quitarse por completo su pantalón.

Puso sus labios sobre el cuerpo de Riser, besando sus músculos de su cuerpo fue bajando hasta que su boca beso la polla del rubio, suaves caricias de los labios de Rias antes de la lengua de esta tomara la hombría de su amante en su boca, donde los estimulos se multiplicaron para el Phenex.

Oh si~ ―exclamo gustoso Riser cuando levanto la mirada en un orgasmo corto que nos sacude a los hombres, antes de poner sus ojos sobre Rias que, cual devota; le saboreaba su pene―. ¿Porque será que a las mujeres les gusta chupar el pene?

Por que nos gusta el sabor de la polla~ ―le respondió la carmesí, con el pedazo de carne de Riser pegado a su mejilla, pudiendo sacar su lengua y pasarla por la envergadura del Phenex, antes de mirar con una sonrisa a este pene frente a ella―, una verdadera polla.

Poco después de conseguir la primera leche de Riser en la noche, tomo a Gremory y la arrojo sobre la cama entre risas de ella y la emoción que él tenia. Regreso el favor a la carmesí, puso su boca sobre la vagina de Rias, pasando su lengua mas allá de los labios vaginales de su amante.

Eso querido… ¡Hmm!~ sigue así ―gratos espasmos le movían a Rias, su voz a pesar de escucharse muy erótica, se sentía elegante.

No dejo a Rias escalar hasta el orgasmo, de acariciar su vagina. Riser fue subiendo por el cuerpo de la mujer que Issei le regalo, deteniendo su lengua en los grandes senos de Gremory en un gran festín que se dio con ellos y junto a sus manos, provoco a la carmesí mientras su pene, que empezaba a desesperarse, se frotaba y palpitaba sobre el vientre de Rias.

Aunque chupes fuerte… no saldrá nada de leche, Riser~ ―pesados y profundos, comenzaron a oírse los gemidos de la carmesí con sus pezones siendo mordidos como chupados por este.

Ya quiero el día que comience a exprimir tus pechos de vaca por una taza de leche en las mañanas ―dijo, su cara estaba sobre la de Rias con esa soberbia expresión suya, agitando los enormes de Gremory con sus manos puestas debajo de sus gordos senos.

Entonces ―deslizo Rias una de sus manos hacia su vagina y abrió los labios de aquí―, tienes un muy duro trabajo que hacer, Riser.~

La sonrisa engreída del Phenex se hizo mas notable, adentrándose en las cavidades de Rias en un profundo movimiento que la lleno al instante.

¡Haaa!~ ―un grito de placer que hizo eco en la habitación, salió de Rias. Profundos empujes, agresivos y violentos; le causaron gritar de forma mas indecente a la esposa de Issei―. Eso es Riser… tu pene me llena toda~ que mi vagina se derrite cuando la tengo dentro.~

Solo estamos comenzando la noche, Rias. Voy a hacer que grites mas fuerte, que todo el hotel sabrá que eres una perra que ama ser cogida ―hundía el rubio, su cara en los pechos de la carmesí, restregándose aquí.

Mientras los minutos se contaban, desde el lobby del hotel entraba Issei con una de las copias de la puerta del cuarto que alquilaban. Aun teniendo ese incesante dolor de cabeza que lo estaba hartando, sin poder idea de lo que lo estaba esperando allí arriba. Por que entonces, Rias estaba sostenida por las manos de Riser bajo su trasero mientras ella aferraba sus manos a la espalda del rubio ahora que la cogía en el aire.

¡Si! ¡amo ser follada por la polla de Riser Phenex! ―declaro fuerte, su vagina estaba chorreando mientras las paredes de su vagina eran abiertas por el rubio que la tenia en este momento―. ¡Mi vagina esta chorreando todos mis apestosos jugos mientras me partes, ni siquiera Issei me hace sentir así!

Y porque no… ―se corto de voz Riser, casi toda su concentración estaba en su pene pasando por Rias―… por que no mejor te conviertes en mi mujer y dejas a ese imbécil que necesita ver a su mujer ser follada por otro. Yo te follaría todos los días sin falta y a todas horas.

De tenerla en sus brazos, la puso de nuevo sobre la cama. Estando ella en cuatro sobre la cama con su culo al aire mientras azotaba su trasero contra la polla de Riser.

Eso… ya casi~ aquí viene, puedo sentirlo~ ―sintió Rias como el semen del Phenex se disparo en su interior. Llenando su interior, un gozo que ella evidencio en su cara mientras gemía en silencio, una expresión ahegao en su cara se hizo.

¿Que dices Rias? no te gustaría recibir mi gran pene a todos los días, todas las horas ―le volvió a proponer.

¿Convertirme… en Rias Phenex?~ ―pregunto con una sonrisa. Una pregunta que pronto respondería Rias.

Issei, en cuanto a él. Camino fuera del ascensor con la imparable molestia hasta la puerta de su habitación. Donde antes de girar la perilla sin seguro, logro escuchar los sonidos del acto sexual que venía detrás de aquí. Por un momento olvido su malestar, frunciendo el ceño antes de entrar y llevarse la gran sorpresa.

¿Rias? ―vio a su mujer (primera esposa), montando al caballo de Riser sobre la cama que debía compartir con él, Rias dejo de azotar su trasero sobre la polla de su amante y sin mostrar preocupación por ser descubierta o que la viera desnuda, miro con indiferencia al idiota de esposo. Ella apenas si llego a detenerse mientras que Phenex solo levanto la ceja ante la interrupción. Preguntaría entonces lleno de vació emocional como vació de energías―. ¿Que estás haciendo?

Suspiro de fastidio y respondió con molestia e indiferencia:

¿Que te parece que estoy haciendo, Issei? ―dijo Rias―. Riser y yo estamos teniendo sexo, no es obvio.

En nuestra habitación ―y él que venia a dormir.

Porque no vas a dormir a otro lado, Issei ―Rodó los ojos Rias, recogiendo un poco su pelo que le tapaba la vista.

Estamos ocupando esta cama, imbécil ¿no lo ves? ―dijo Riser cómodo, recostado con su pene palpitando dentro de Rias.

El castaño miro con enojo al Phenex, antes de responder a su mujer.

¿Es enserio? ¿Me vas a echar a mi? ¡Soy tu esposo!

Cansada de él. Rias hizo lo impensable, de su mano izquierda tomo el anillo del que Issei le dio en el día de su boda y lo arrojo al castaño. Ese anillo ya no significaba nada para Rias.

Lo siento Issei, pero ahora soy mujer de Riser ―decía sin dolor, sin arrepentimientos; miro con repulsión al castaño antes de darse la vuelta sobre Riser y recargarse en el pecho y abrazarlo cambiando su expresión, a una de soberbia―. Y sabes~ su pene es mucho mas delicioso que él tuyo.

Rias… puta perra ―dijo con mas vació en su voz y su espíritu, ante la respuesta de Issei.

Ahora es mi perra, amigo ―respondió Riser, abrazando con solo de sus brazos que paso por la espalda de Rias―. No te preocupes, me aseguraré de hacerla mi fiel perra esposa.

Ya lo soy, Riser~ ―respondió golosa Rias.

Empujo a Riser a la cama y de nuevo, comenzó a mover sus caderas, de arriba hacia abajo dejando ver a Issei como su vagina se devoraba el pedazo de pene que tenia el Phenex, así como vio la mano de este deslizarse por el trasero de su esposa hasta el hueco de su culo y jugar aquí, el castaño no podía dejar de mirar con odio al rubio por el que lo cambio Rias, mientras de su voz se escuchaban fuertes gemidos que llenaban la habitación, antes de salir del cuarto sin poder dejar de mirar, salvo que lo hacia con repudió.

Así comenzó su descenso a la locura, podríamos decir. Por fin su mente comenzaba a liberarse de ese incesante dolor, veía la realidad que lo condujo la tormenta a la que él mismo sembró y es que solo era el principio del paso de este huracán de verdad que lo azoto.

Rias no era la única que estaría dejando a Issei esa misma noche, todas lo harían. Todas le iban a decir adiós. Incluso Asia, seria Asia Astaroth en un futuro posible.

Asia

En un auto mas lujoso, que el mismo Diadora por parte de los negocios de su familia en partes del mundo, norteamerica uno de ellos. El peliverde de ojos cerrados y afilados estaba en un piso inferior de un estacionamiento publico de la ciudad con Asia sentada dentro de su carro, las ventanas polarizadas del Aston Martin impedía ver por dentro que estos estaban animados y cariñosos.

Diadora-san~ ―decía Asia llena de mucho estimulo positivo mientras el peliverde cubria el cuello de la rubia monja con besos.

¡Asia-chan eres tan hermosa! ―gritaba Astaroth sin dejar que sus agiles manos acariciaran la belleza de Asia y se deslizaran por ese vestido rosa que traía. Un vestido rosa de cuerpo completo con tacones altos del mismo color, una prenda de marca mundial y costosa que el mismo Diadora le compro, su espalda era visible con este puesto, su modesto escote también era visible. Y un corte abierto en el vientre, dejaba ver su ombligo; aun se hacia llamar cristiana―. Todo lo que quiero es sentir tu cuerpo, Asia-chan.~

Dio una pequeña risa, elegante antes de contestarle. Todo lo que hacia el peliverde era llenarla de cumplidos, halagos, caricias y cogerla.

Me alegre ver que Diadora-san este de nuevo animado ―dijo Asia cuando su amante se separo de ella para calmar sus hormonas―, lamento que haya ganado ni una sola nominación otra vez.

Gracias Asia-chan ―decía conmovido―, pero gracias a ti, la noche no fue tan mala.~

Regresando al evento de premios AVN. Al igual que como el año pasado, luego de que la categoria femenina en los premios y que Diadora perdiera todas la nominaciones en las que fue mencionado, otra vez. Estos dos se escabulleron a los baños del evento, donde Asia una vez más, dio consuelo al Astaroth en su decepción.

Y… el premio para el mejor pene es para… ¡Diadora-san!... Empuje mas duro, Diadora-san. Esta bien si no quiere contenerse~ ―decía Asia gozando del sexo que tenían en ese cubiculo de baño del auditorio. Sus manos sobre la taza del baño y la falda de su vestido levantado sobre su trasero, el que la polla del peliverde la golpeaba con entusiasmo.

Tu vagina es el mejor premio para mi, Asia-chan ―obsesionado con el cuerpo de Argento, el demonio. Sus manos agarrándose de la cintura de la rubia, mientras dejaba su verga volverse loca dentro de ella―, quiero follarte todo el tiempo.

Moo~ Diadora-san, no diga eso que me sonroja ―miro por detrás de sus hombros cuando estaba con el trasero empinado cogiendo, Asia. Ella lo dijo, se notaba un leve rubor bajo sus ojos, mientras su voz se distorsionaba poco.

Dejo de empujar su hombría, Astaroth. Levanto a Asia que pego su espalda a él mientras aun seguían conectados de sus sexos, sus rostros se acercaron mucho y ante el calor de la lujuria, no dudaron ni un instante en sentar un beso, donde sus lenguas bailaron bajo sus labios cuando las manos de Diadora se movieron sobre el vientre de Asia y las manos de ella buscaron los del peliverde, donde entrelazaron los dedos con mucha fuerza, antes de perder el aliento en ese beso que les pareció ser eterno.

Pero volviendo al tiempo correcto.

Nuevamente tenían sus bocas conectadas mientras su manos se movían sobre el cuerpo del otro con desesperación, buscando convertir ese beso en la continuación del recuerdo mostrado.

Espera Asia-chan ―separo un momento a la monja que esta vez se había ido sobre el en su asiento del auto, Diadora. Saco entonces ese polvo blanco y Asia se alegro―, pongamos mas animados.

Puso sobre el tablero un poco de esta sustancia de lado de la rubia, con un billete enrrollado y Asia aspiro fuerte, casi de inmediato hizo efecto en su cerebro.

¡Que genial! ―grito animada pare extender el billete a su amante―. ¡Ahora va Diadora-san!

Pero él no iba a preparar su linea sobre el tablero. Este demonio se le ocurrió ponerla sobre un lugar mas interesante, por encima del escote de Asia, entre risas y el éxtasis que los sometía esta sustancia, acomodo Diadora la línea que aspiraría, agarrando a Asia para que dejara de moverse y él pudiese poner su nariz para respirar lo suyo.

Asia-chan, tranquila~ ―decía entre risas que llenaban el auto que tenia el aire acondicionado encendido.

Es que sentir la respiración de Diadora-san me causa risa ―exclamo divertida.

Entre forcejeos de juego, logro respirar la droga en puesta en el busto de Asia y en seguida, Diadora empezó a pasar su lengua por el cuerpo de la rubia que no paraba de estar tan animada. Bajando hasta sus mismos pechos, con los que se dio un gusto imparable y donde comenzó a bajarle el vestido a la tercera esposa de Issei, para robársela.

¡Haa… Kya!~ ―gimió escuchándose algunas risitas de la rubia ante los chupes de su amante, sin mirar que él puso su mano sobre el tablero tactil del auto y donde activo el modo reclinable del auto, juntando los asientos delanteros con los traseros.

Otra vez, este demonio obsesionado con la monja; fue llenando de besos su cuerpo mientras sus ágiles manos le recortaban el vestido rosa que tenia. Encogiendo su vestido a solo estar en su ombligo, dejando descubierto sus pechos y debajo de ellos, como dejo ver los órganos sexuales de la rubia que ansiaba entrar Diadora como siempre.

Ara~ Diadora-san ya esta animado~ ―Asia imitó ese gemido que Akeno hacia debes en cuando, lo hizo cuando vio a su amante bajarse el pantalón, revelando la erección que traía escondida aquí.

¡Asia-chan quiero hacértelo ahora! ―declaro Diadora con desesperación, frotando su pene sobre el coño de su rubia favorita.

No espero respuesta de Asia y su polla la atravesó, desde el principio fue moviéndose con desesperación como con rudeza, consiguiendo a la rubia hiciera de su voz una orquesta sinfónica lasciva.

¡Si, Diadora-san démelo! ―abrazo a su amante que le daba con todo.

Quedaron en los asientos trasero del auto haciendo cosas sin respeto a su moral matrimonial de Asia. Como si fuera casualidad del destino, Issei apareció en la puerta trasero del auto de Diadora. Y es que los encontró porque logro rastrear el celular de Asia. Abrió esta puerta del auto para encontrar a su tercera esposa en plena cogida con su amante.

Issei-san~ ―respondió animada, el efecto de la droga en su mente la hacia olvidar el amor que tenia a su esposo y solo concentrarse en disfrutar con su amante.

¿Asia? ―pregunto con un vació, Issei.

Al abrir la puerta vio a su esposa poner su cabeza fuera del asiento trasero con su rostro reflejando cuando estaba disfrutando coger con su amante dado por el castaño, incluso Asia dejo caer sus brazos fuera del auto. Diadora ignoro a Issei y continuaba dandole duro a Asia, entre risas suyas levanto su mirada y noto al molesto marido de su monja, a quien solamente le dijo:

Oye ¿no te importa si me follo a Asia esta noche verdad?

A Issei-san le gusta verme feliz mientras tengo muy rico sexo con Diadora-san ―contesto entre orgasmos y sonrisa lascivas, Asia. Entonces vería una misma escena que Rias hizo frente a él hace poco, con sus manos fuera del auto, Argento se quito el anillo matrimonial de su dedo y lo arrojo a las manos―. Oh~ Issei-san, podrías quedártelo… me estorba en este momento.

Asia… porque ―apenas si llego a decir, pero su tercera esposa no le dio importancia. Ella estaba sumida en el placer.

Vamos a un lugar mas cómodo Asia-chan~ ―propuso Diadora.

El castaño se quedo allí, impotente. Tal vez no lo podía ver dado lo polarizado de las ventanas, pero Asia que seguía con el vestido encogido sobre su cintura, estaba chupando con gran entusiasmo y rudeza la polla de Diadora, luego de que el peliverde enderezara los asientos, para conducir a su lugar de hospedaje, dejando al castaño allí sin palabras, solo un enorme dolor que le recorría de su cabeza ha su corazón, que empezaba a sentirse vació.

Diadora se llevo a Asia hasta un hotel que su familia controlaba y por extraño que parezca, salió del elevador hacia el décimo piso donde su habitación, pero salió de la caja metálica, desnudo y con la rubia igualmente desnuda a la que tenia levantada sobre su hombro izquierda, con la que fue corriendo entre risas hasta su habitación donde se haría con Asia hasta el cansancio.

Pasaron por el pasillo entre risas hasta entrar al cuarto. Dado la dosis en sus sistemas y lo extasiados que estaban, poco o nada les importo que subieron hasta esta habitación desnudos. Una vez adentro, tiro a la monja dentro de la cama, donde ella se arrojo hacia los brazos de su amante, antes de llevar su boca hacia el pene de este.

Asia-chan, tranquila. O vas a secar mis bolas ―dijo Diadora, pero la rubia seguía succionando su pene con el mismo entusiasmo. Y es que ya eran cuatro las veces que ella consiguió exprimir la leche de Astaroth solo con su ágil boca.

No puedo controlarlo~ ―dejo descansar la polla de su amante un momento mientras lo miraba con una sonrisa―, la leche de Diadora-san es tan adictiva. No imagino vivir un día de ahora en mas, sin saborear la deliciosa leche de este pene intoxicando mi ser.~

¡Ven aquí! ―tomo a la rubia por la fuerza de su brazo.

La puso sobre él y su polla volvió a entrar en su coño que abrazaba su polla con mucha fuerza, lo que le encantaba de Argento. Ambos movían sus cuerpos al son de la lujuria mientras las caricias de sus labios se presentaban de nuevo, pero Asia sería quien se quedaría sin aliento primero, dejando que Diadora pasara su boca por su cuerpo como solo él lo hacia

El pene de Diadora-san es de lo mejor ―gemía sin control, Asia. Azotaba su trasero sobre la pelvis del Astaroth de forma incesante―, mi vagina se derrite de placer. Voy a correrme en cualquier momento.~

De repente, el peliverde detuvo a Asia, susurrando algo a su oído.

Asia ―la llamo sin subfijos―, quiero que te conviertas en mi mujer.

¿Eh? ―quedo perpleja la rubia, mirando el color de los ojos de su amante.

Asia, digo esto en serio, estoy enamorado de ti. Quiero que dejes a Issei y te conviertas en mi mujer ―una propuesta que parecía imposible de cometer―. Si te vuelves mía, te daré placer a todas horas y cuando quieras.

Diadora-san no puedo…

Pero si escoges a Issei, dejaré de darte placer desde este momento y no habrá mas sexo entre nosotros. Ni siquiera en el estudio ―amenazo con suavidad.

¿Que? ¡No quiero eso!

¿A quien eliges? ¿A mí o escoges a tu esposo?

Una díficil propuesta para Asia, como si se tratara de una película pasando en su cabeza, vinieron todos los lindos momentos que ha tenido con Issei, sin embargo su mente rápidamente los menosprecio con todos los encuentros llenos de placer que Diadora le ha dado y con todo lo que la ha llenado, caricias, besos. Regalos y placer sobre todo. Una respuesta que no dudo por mucho en responder.

¡De acuerdo! ―contestaba Asia―. ¡Dejaré a Issei-san y seré la mujer de Diadora-san, seré Asia Astaroth!

¡Asia-chan!

Puso a la monja debajo de él, empujando su hombría hasta besar el útero volviéndola loca de placer, su vagina contraía con mas violencia mientras era abiertas las paredes de su vagina con cada entrada del pene de su amante, su voz se descontrolo; lo que le gusto a Diadora y lo hizo subir mas la apuesta.

Asia-chan, Asia-chan… ¡Asia-chan!

Si… si… ¡Si! ―grito en el climax Asia, su cuerpo libero como nunca sus jugos al mismo tiempo que Diadora la llenaba, mas allá de lo que Issei nunca hizo.

Irina.

En otro lado de la ciudad, la ángel llego nerviosa a un tercer hotel lejos, uno donde Vali se estaba hospedando. Llego con un vestido negro elegante, uno que no dejaba a la imaginación, cubría todo su cuerpo de sus muñecas hasta sus tobillos. A pesar de estar nerviosa, también se encontraba emocionada. Entre las pocas personas entrando y saliendo a estas horas de la noches del lobby, se acerco al mostrador para preguntar a una de las recepcionistas.

Buenas noches, vengo por una reservación a nombre de Vali Lucifer, soy Irina Shidou ―dijo la ángel con tranquilidad.

Claro un momento ―dijo la recepcionista antes de desaparecer por un par de minutos y volver con la pelinaranja con un juego de llaves―. Aquí tiene, es la habitación 223 en el piso veinte.

Uso el ascensor, a pesar de abordar con otros inquilinos del hotel. Nadie mas que Irina llego hasta este piso. Calmando su respiración agitada por el nerviosismo, paso por todas las habitaciones buscando la habitación 223, que estaba hasta el final del pasillo.

Nerviosa, se topo con un espejo a pocos metros de la habitación de Vali. Frente al reflejo, esa acomodo su pelo y la falda de su vestido de cuerpo completo.

Tranquila Irina, solo vienes al hotel donde Vali-san se hospeda porque quedaron en tener una cita. Fue el trato que hicimos luego de apostar si yo ganaba algún premio ―se decía a si misma frente al espejo, pero dejo de fingir y fue honesta consigo misma―, a quien pretendes engañar Irina, vienes tan elegante a verlo pero sabes que solo eres una puta. Sabes que terminaras teniendo sexo con él y su… su vigorozo pene.~ soy la mujer de Vali-san.

Acepto lo que era ella, de estar sonriendo puso una mirada mas seria y frente al espejo. Arranco las mangas de ese vestido suyo hasta los hombros, en ambos brazos, con sus mismas manos recorto parte de la falda que le llegaba hasta abajo, dejando el corte hasta tapar solamente su trasero y también arranco parte del vestido que le llegaba hasta el cuello. Dejando ver su escote, pero no solo lo dejo allí. Acomodo su busto y lo hizo resaltar sobre el escote de su vestido, haciéndolos mas notablemente carnosos, del pequeño bolso que trajo consigo, saco un labial rojo y se lo paso. Así mismo resalto sus pestañas y saco su collar con el crucifijo que identificaba su fe. Donde la cruz llegaba a la entrada en sus pechos. Un perfume que trajo de mas en su bolso y se roció con ella. Poso un poco delante del espejo, antes de caminar tan atrevida hacia la habitación de su amante.

Frente a ese espejo, murió la cristiana Irina Shidou y detrás de esa puerta nacería una mas… ninfomana.

Paso de la puerta y el cuarto donde Vali se hospedaba estaba con las luces apagadas, lo cual puso un poco nerviosa a Irina en cada paso temeroso que dio al adentrarse. No sin antes dejar su bolso negro sobre una mesa grande estaba.

Hola… ¿Vali-san? ―no veía a nadie en cuanto puso un pie adentro.

Oh, Irina. Llegaste antes. Que hermosa te ves debo decir ―el peliplateado se encontraba en una silla junto a una pequeña mesa muy próxima a la cama de su habitación. Lo vio Irina allí sentado con la luz de una lampara sobre dicha mesita la única luz, su expresión de soberbia se puso sobre la ángel mientras recargaba su quijada sobre su puño, brazo que recargaba sobre la mesa―. Estabas ansiosa por encontrarnos.~

Se levanto Vali, no sin antes servir de la botella de champán que tenia en la mesa en dos copas, con las que camino hacia Irina y le extendió una.

¿Champán? ―pregunto él.

G-gracias ―tomo la copa Irina, sus nervios parecían dominarla. Pero con esta copa de licor seguramente la aminoraría.

Juntos, se bebieron las copas hasta el fondo. Como era costumbre, el efecto del alcohol llego se presento de inmediato en Irina, mostrando una expresión mas alegre, menos tensa.

Te veo nerviosa ¿porque? ¿Es que sabes que lo que va a pasar? O Quieres dejemos de lado la cita y vayamos directo al grano.~ ―Tomo de la mano derecha a Irina y tras dar un sencillo beso a su antepalma, recorrió con su nariz de la muñeca de la ángel hasta llegar a su cuello, donde su respiración la podía sentir Shidou con mas estimulación para su cuerpo.

No quiero contesta a eso ―contesto Irina cuando su cuerpo entro en calor y su vagina, comenzó a hormiguear de necesidad.

Descuida, se la respuesta~ ―llego sus manos a la cintura de Irina y robo sus labios como era costumbre, sin embargo este beso fue mas de lo que la pelinaranja ha experimentado con Vali, el deseo carnal se aumento por miles en todas partes de su cuerpo.

Vali-san… quiero que ―no la dejo terminar de hablar, puso el Lucifer su dedo sobre los labios de la ángel.

Porque no primero me haces entrar en calor querida ―exclamo, volvió a su lugar de asiento y miro con interés a Irina―, dejame ver que traes debajo.~

Calurosa, dejo Irina la copa en la mesa de Vali y se puso en el centro de la habitación. Jugo un instante con sus manos, de complacer al demonio que tenia por amante y llevar sus manos a los tirantes gruesos que había en sus hombros. Con lentitud como con sensualidad, los dejo caer revelando su piel por debajo de su cuello hasta sus resaltados senos. Cosa que hizo a Vali sonreír bajo la luz de su lampara conjunta.

A diferencia de Issei, ella sabia que Vali prefería verle el culo que los pechos. Así que se dio la vuelta y abrió el cierre del vestido, cierre que cubría toda su espalda hasta llegar a su trasero, donde un juego de lencería negra y ajustada se dejaba ver. Eran bragas que a pesar de ser sencillas, estaban apretadas como de corte pequeño. Lo que dejaba ver casi por completo el trasero de Irina. Lo que encendió realmente al demonio. Y aun dando la espalda a su amante, la ángel dejo caer su vestido sintiendo la mira de Vali con la que la terminaba de desnudar.

Bien~ ―contenía sus deseos latentes provenientes de su entrepierna, Vali. Se puso cara frente a él, con sus manos puestas en su cintura, tratando de hacer una sexy pose, pero actuar así no se le daba bien a ella, por ahora―. Ahora, quiero que bailes para mi.

¿Bailar? ―no comprendió exactamente que le decía con eso, parecía ser un petición simple, sin embargo no era un baile común lo que Vali le pedía.

No, no, no ―la detuvo en cuanto vio que comenzó a mover los brazos en un baile común de fiestas―, hablo de un baile más… ¡Sexy! Irina, imagina que tus manos son las mías sobre tu cuerpo.

Puede que sea el alcohol del champán, pero no sintió remordimiento al comprender mejor que era lo que le pidió. Así que como su amante le indico, puso Irina sus manos en su cintura para ir subiendo sus manos hacia su cuello y resaltar sus coletas. Donde de un tirón, se deshizo de sus coletas, dejando suelto todo su pelo, cosa que hizo mientras movía de un lado a otro su trasero, en un movimiento de péndulo, lento y sensual.

Abrió sus piernas e hizo una sentadilla, donde inclino su cabeza llevando todo su pelo al piso y lo levanto en un rudo movimiento donde se enderezo ella, sin dejar de pasar sus manos por su cuerpo, haciendo resaltar su cuerpo frente a Vali, dejándose llevar. Se dio la vuelta y levanto su trasero, el cual no dejaba de darle de mover una vez mas se agacho pero haciendo que su trasero subiera y bajara imitando montar un pene invisible, todo mientras miraba a Vali por este angulo bajo de ella, su collar de crucifijo quedo colgando ante su vista.

Se volvió a enderezar, solo para poner su mano en el soporte del techo integrado a la cama. Al que usaría como un tubo de baile, su cuerpo se frotaba contra el soporte mientras que su lengua la pasaba por aquí imitando lamer… cierto pedazo de carne que vio resaltar de las pantalones de Vali. De una mirada divertida, pudo ver como se puso mas serio o mejor dicho, se puso caliente, como ella lo estaba ahora.

Dejo el tubo Irina y se puso de a gatas al piso, su rostro se veía el deseo por la polla de Vali que vio mejor cuando esta llego a él y con sus dientes, ella abrió el cierre de su pantalón, un suave golpe del duro pene de su amante cayó sobre la cara de la ángel que se rio un poco ante esto.

Jeje~ Vali-san ya esta duro ―primero lo olió y lo restregó sobre sus mejillas―, ha~ el pene que me ha echo amar el pecado.~

Mordió con mucha suavidad el pene de Vali de abajo hacia arriba, antes de ponerlo por completo en su boca y comerlo ¿debo mencionar que de su boca se iban produciendo sucios sonidos, indignos de una mujer cristiana?

Eso es Irina-chan, me pene es todo tuyo porque tu eres mía ―satisfecho se mostraba el peliplateado con lo ágil de la boca de la ángel―. Eres mi amiga sexual favorita.

Esa palabra le disgusto, sacudió su interior “amiga” sin importar la palabra consecutiva. Ella se consideraba mas para Vali que lo era para Issei, su verdadero esposo.

¿Amiga? ―pregunto triste―. ¿Vali-san, no podemos ser mas que solamente amigos?~

Llevada a la cama, Luego de arrancarle la ropa interior, el demonio regreso el favor a la ángel y puso su boca en los labios de la boca inferior de la ángel, la levanto sobre la cama se dio un festín con su vagina, logrando que dejara su voz se liberase haciendo sonidos indecentes para un cristiana.

¡Haa! Vali-san. Solo tu boca basta para hacerse sentir así~ ―sus manos sobre su rostro tapando el hecho de que se sentía derretir desde aquí por el talento oral de su amante―. Pero yo quiero… quiero…

¿Que es lo que quieres querida? ―pregunto sin dejar de consentirla aquí, Vali.

Tu pene… ¡quiero tu pene! ―grito.

De un solo movimiento, sintió Irina como las paredes de dentro de su vagina se abrieron hasta lo mas profundo, siendo el pene del Lucifer quien besaba su útero como nunca. Encima de ella, empujaba duramente su hombría mientras Irina seguía dejando su voz escucharse de forma indecente, notándose lo loca que estaba mientras recibía todo de su amante.

¡Tomalo todo Irina, toma todo mi pene!

Haa~ que rico se siente ―grito, sus brazos los tenia por encima de su cabeza, sobre la cama, se entregaba por completo al demonio, por lujuria―. Dios perdoname, pero tener sexo con Vali-san es mucho mejor que el de Issei.~ Dejame ser la mujer de Vali-san por favor.

¿Que es lo que dices, Irina? ―se detendría un momento, poniendo sus manos en las manos extendidas de la ángel―. Tu ya eres mía, cada parte de tu cuerpo ahora es mio, tu vagina, tus tetas. Tu boca, ahora tu corazón ―volvía a empujar su pene, el que era bañado por los jugos que la vagina de la ángel expulsaba por el placer que sentía.

Su cuerpo ardía a toda potencia, Irina. No sintió el momento en la que la mano entrelazada de Vali le quito el anillo de esposa que la señalaba como mujer de Issei. Aunque tampoco fue que le importará tampoco.

¡Estoy tan feliz, soy la mujer de Vali-san de ahora en mas. Mi vagina esta feliz que no pueda dejar de llorar de alegría!~ ―llevo sus brazos alrededor de la espalda de Vali, como sus piernas detrás de su espalda baja, para que no dejara de empujar―. ¡Dios mió, perdoname. Pero desde esta noche dejo de ser la mujer de Issei y seré mujer de Vali, quiero ser Irina Lucifer!~ ¡Dios, bendice esta noche a esta ángel que ama tener sexo con su demonio amado todo el tiempo, amén!

¡Si Dios, bendice esta unión! ―frotaba su pene con mas energía Vali ahora que su pene estaba alcanzando el clímax dado lo apretado que se volvió el interior de Irina. Hasta liberar todo dentro de ella―. ¡Si!

¡Siiiu! ―grito de orgasmo Irina.

Quedaron agitados y vio el semen de su amante, chorrear de su agujero Irina. Antes de ver con amor el empalme fresco de Vali.

Ven aquí querida, que esta noche no vas a descansar.

No vio Irina el momento en que Vali, aprovechando la ventana abierta. Tiro el anillo de matrimonio de la ángel a por fuera del hotel, solo les importaba volverse uno en carne y dejar un desastre la cama de la habitación.

Pues afuera del hotel y pasando de largo frente al largo edificio. Iba caminando Issei sin saber bien que este era el hotel donde Vali se hospedaba o que su ángel se entrego por completo a este. Hasta que de ir caminando, el anillo cayó sobre su cabeza.

¿Pero que? ―se pregunto Issei, antes de ver bien el objeto que quedo atrapado en su pelo. Una mirada de terror pondría cuando reconocería de que matrimonio suyo pertenecía este anillo―. ¿Irina, tu también?

La ira de Issei se apilaba mas y más. Sin saber que la que su ángel no seria la única que otro apellido al suyo, aunque también sería el apellido Lucifer.

Ravel

Ella también había venido a Las Vegas, acompañando a las consortes y a quien también dejaría de considerar esposo, esa noche. Vino con Rizevim hasta esta ciudad popular de los estados unidos por ser secretario de él, hospedándose con el viejo en la casa que este tenia en una zona alta de la ciudad.

Aquí tienes Ravel-chan ―extendió una copa de vino a su pequeña asistente (pequeña en altura, comparado con alguien como Rizevim).

Sentados en la sala cuando la noche apenas si llegaba a media noche, la joven Phenex llevaba algo sencillo puesto, un camisa corta de tirantes blancos en contraste al color rosa de la camisa que le cubría por completo su busto, lo que los hacia ver más gordos a como ya los tiene, como si estuviese en casa propia estaba vestida Ravel. Lo mismo para Rizevim, llevaba puesta una camisa sencilla y unos pantaloncillos cortos para el calor del desierto.

Gracias Rizevim-sama, no pensé que vendríamos con Issei-san y las chicas para su gala de premios, me ha dicho mucho que no tiene una relación buena con Vali ―acepto la copa, pero antes de dar el primer sorbo―. ¿Porque brindamos?

Ese muchacho y su trabajo. Tengo suerte de que nadie sepa que es mi hijo. No apruebo la forma de ganarse la vida. Pero esta noche, Ravel. Quiero brindar por ti, querida ―dijo el viejo, aquí Vali, es su hijo. Respondió Rizevim, oliendo el aroma del caro vino que destapo―, tienes un don para las finanzas, contigo como mi asistente haces que mi trabajo sea mas sencillo de lo que ya es.

No hago tanto ―contestaría Ravel, aceptando el halago que el hombre le ofreció.

Bebió la embriagante bebida, ella es mas resistente que Irina con respecto al alcohol. Se acabo la bebida y tuvo a rizevim casi encima suya.

Tratar con mi estrés también es un trabajo muy duro ―dijo muy cerca de la cara de la rubia Phenex―, eres la mejor que he conocido, Ravel.~ que dices, aceptarás mi propuesta del otro día.

Cosa que la hizo sonreír como se sonrojo.

Rizevim-sama, es una propuesta muy atrevida~ ―se avergonzó, pero al mismo tiempo se sintió mucho mas halagada que antes.

Ya te lo dije, Ravel. Todo lo que tengo, puede ser tuyo, querida.~ ¿Que dices? Hoy cierra la oferta.

Una oferta indecente como inmoral le propuso a esta esposa de Rias, una oferta digna de un demonio que era él, aunque en esta historia solo sea un simple humano que lleva un peculiar apellido muy controversial. Toda persona puede destruir toda relación buena que tenga por una oferta tan grande como la que él le hizo a Ravel y que tras mucho pensar, tenia una respuesta.

En esa misma sala, yacía el viejo demonio desnudo y con su pene puesto en la boca de Ravel que igual de desnuda, se tragaba de forma forzada. La polla este sujeto.

¡Glup, glup, glup! ―sonaba la boca de Ravel ahogándose en placer por el enorme miembro del lucifer.

Eso es Ravel… tragate todo mi pene ¡tragate todo! ―grito eufórico, empujando como demente su miembro hasta raspar en la garganta de Ravel esos inusuales cuarenta cm. Medida que si Kiryuu llegaba descubrir que Rizevim tenia, era capaz que convencerlo de mostrarlo ante la cámara para su propio triunfo.

No solo sintió como la enorme vara de Rizevim la iba a partir la garganta, también que la ahogaba, mucho mas sintió así al recibir toda la corrida del anciano que llego directo a su estomago.

¡Hmmm! ―sonó la boca de Ravel con el esperma del peliplateado viejo ahogándola. La cantidad era demasiado para ella, que a pesar de lo profundo que lo tenia incrustado, llego a escurrirse el semen de Rizevim por su nariz y por su boca, mientras sacaba lentamente todos los centímetros del viejo y su pene, haciendo que su lengua limpiara lo suyo en cada paso para atrás que daba―. ¡Puag! ―pudo respirar, Ravel. El semen cayó de su boca a su ropa, impregnando por encima de sus pechos, dando una vista mas erótica de ella―. Eso fue brutal, Rizevim-sama. Oh no, mi ropa esta hecha un desastre. Que remedió, tendré que quitarmela.

Carajo… ―exclamo reprimido, tallando su hombría mientras miraba a la Phenex quitarse la ropa delante de él, revelando que de por si no traía sostén alguno debajo, pero no pensó que no traía braga alguna.

Desnuda, Ravel se acomodo en ese sofá, recargándose sobre el descansa espaldas del mueble, poniendo en alto su trasero con sus piernas abiertas; no solo dejo ver sus agujeros, sino también fue meneando su gordo trasero que invitaba al viejo Lucifer acercarse a él.

Que dice, Rizevim-sama~ con cual de mis pequeños agujeros quiere destrozarme primero esta noche ―pregunto totalmente indecente.

Él se acerco a Ravel y puso su hombría sobre los valles carnosos de ella. Frotando su descomunal hombría con mucho entusiasmo, como si ya se la hubiese puesto dentro a Ravel.

Vamos, vamos~ lo quiero dentro… ¡Ahh! ―gritaría de dolor, que casi enseguida se volvería placer, cuando la cosa de Rizevim la atravesaría el orto. Incrusto toda su hombría en la pobre Ravel, comenzaría a dejar a que su voz se volviera indecente―. ¡Haa!~ empuje mas Rizevim-sama, destroce culito~ hágalo pedazos con su enorme pene y deje un desastre.

Lo había olvidado, pero la rubia tenia su teléfono consigo en el mueble y noto, a pesar de que le daban con todo por el culo; que una llamada le acababa de llegar, llamada procedente de su esposo. Tomo su celular y contesto a pesar de que su voz se oía distorsionada por las agresivas embestidas con las que Rizevim la partía.

Issei...-san ―contesto primero―, lo siento no puedo hablar… por ahora… es que… es que…

Rizevim le quitaría su celular y tomaría la llamada por ella.

Lo siento amigo, pero me estoy cogiendo a tu esposa en este momento ¿porque no mejor llamas luego? O mejor aun, ya no llames. Tu esposa es mía ahora ―colgó el viejo demonio, eso me gustaría decir para que la mente de Issei no se siguiera despedazando.

¡Haa! ¡Rizevim-sama que cruel!

¿Vas a decir que no eres mía, Ravel-chan? ―levanto la pierna derecha de Ravel, para hacer mas apretado el hueco de su culo mientras seguía empujando su polla. Sin mencionar que puso sus dedos en la vagina de la Phenex, haciendo que su coño expulsara sus jugos con cada frote que la hacia con sus manos.

¡Claro que si! ―dijo―. Soy la mujer de Rizevim-sama en estos momentos y de su descomunal pene que llena toda.~

No lo sabía Ravel, pero cuando vio a su jefe arrojar su celular al mueble de regreso. Pensó que había colgado a su castaño esposo, en realidad puso el altavoz e Issei escuchaba como otra de sus mujeres, declaraba que lo había cambiado. No solo eso, Hyoudou estaba afuera de al casa de Rizevim con su dispositivo en el oído escuchando todo mirando con desprecio y mucho malestar mental que ya lo asfixiaba.

Koneko.

Vistiendo el disfraz que ocupo en la desastrosa fiesta de halloween, que marco el fin del amor que tenían ellas por Issei. Koneko ocupaba de nuevo aquel disfraz de Hellcat con todo y antifaz, en una sencilla pero coqueta pose frente a Gasper cuando estaban a solas en la habitación del vampiro.

Se había traído a Gasper al otro lado del charco del pacífico, porque en las invitaciones que recibieron venia incluido el paso a un invitado por persona invitada a la gala de los AVN. Nadie mas que Koneko trajo a alguien consigo, ese chico por el que Yasaka le pidió darle servicios especiales.

Em… Koneko-chan ―estaba asustado el tímido chico sobre la cama, estaba merced de la blanca gatita―. ¿Porque estas usando eso?

Estoy muy animada esta noche, Gasper ―camino hacia el vampiro que estaba en la cama y es que entre las ropas de su equipaje había traído el disfraz que ocupo en el ultimo Halloween, un atuendo que le gusto y empezaba a ocupar mucho con Gasper. Vampiro que, con cada encuentro que tenia con la albina, sus preferencias de vestir fueron mas… rectas. Por no saber como mas decirlo―. Soy una gatita en celo y quiero hacer muchas travesuras.

Koneko avanzó a gatas sobre la cama del vampiro, acorralándolo contra el colchón.

¡Em…! Koneko-chan, no es muy repentino ―estaba asustado, para ser una chica callada, era muy agresiva con él (sexualmente).

Tu pene no piensa lo mismo ―mostrando una sonrisa, saco del pantalón de Vladi el empalme que se produjo en él luego de que ella se le insinuara tan agresivamente―, mira lo animo que esta Gasper-kun.~

Lo empezó a masturbar mientras él trataba de alejarse de resistir a los encantos de Hellcat, ella le desabrocho la camisa que tenia Gasper, para poner su lengua en los pezones del palidecido chico.

Recordo entonces cierto accesorio plástico que el hotel dejo debajo de la almohada. Si este era un hotel de cinco estrellas ¿porque carajos dejaban algo así debajo de la cama de los huéspedes? Ya ni un motel de paso te deja eso.

¡Koneko-chan, espera! ¡Usemos esto! ―su corazón del vampiro latía a mil por segundo.

¿Un condón? ―eso le molesto a Koneko―. Lo siento Gasper, pero soy alérgica al plástico.

Le quito el preservativo al asustado vampiro y lo tiro fuera de la cama. No sin antes someter a su lindo cliente, lo sometió de sus manos por encima de su cabeza, sin que lo viera venir Gasper; le esposo las manos con un juego de esposas de temática sexual. La nekomata menor se volvió mas salvaje y sin reservas a su carácter.

¿Koneko-chan?… ―¿El miedo que Gasper sentía, era por excitación? De no ser así, porque se estaba poniendo duro como piedra, su pene era aplastado por el pequeño trasero de Koneko que al sentirlo, restregó de forma lenta su trasero sobre la cosa del vampiro.

Te vas a hacer responsable, de lo que pase ―declaro Koneko.

Solo lo esposo entre sus manos, no a ningún poste de la cama para no pudiera Gasper oponerse, si tanto estaba en desacuerdo. Paralizado de miedo el vampiro miraba con boca abierta y con terror a Koneko, la vio ponerse de pie con sus piernas a los lados de su cintura, para así ella rompiera el látex que cubría pelvis y revelar su vagina, donde Gasper le vio el pequeño bosque púbico blanco que tenia aquí. Hizo al joven vampiro tragar saliva ante la vista, como a su hombría ponerse ansiosa mas allá de estar despierta.

Emmm yo… responsable de… Koneko-chan ―Ni parpadear podía Vladi―. ¿Yo, embarazar a Koneko-chan? Pero… ¡el esposo de Koneko-chan se molestará si yo llego… ¡Ouhh!

La vio bajar despacio sus caderas, donde los labios de la boca inferior de la nekomata tocar la punta de su pene y tomarlo con tanta facilidad por el suave cuello interno de su coño.

¡Haaa!~ ―dejo a su voz, expresar con sinceridad las emociones carnales que tendría esta noche. Levantaba y aporreaba su tierno trasero sobre la pelvis del pálido rubio dejando caer su cuerpo sobre el pecho de Vladi, para estar cerca a su cara, poner su dedo indice sobre la barbilla de Gasper ―. Descuida Issei-san no sabrá que mi primer hijo es de Gasper-kun.~ ¿No sería lindo?

De ser una mujer que se limitaba a expresarse, resultaba ser una amante del sexo.

Yo… no sé ―sentía todas sus fuerzas serle quitadas por la albina y su vagina asombrosa, era como él la veía.

Que lindas expresiones pones, Gya-kun.~

No obstante Issei que sin la necesidad de buscar a Koneko, sintió cortaba el listón rojo que los unía en lo que alguna vez fue amor. El único consuelo que podía buscar a estas horas de la noche en Las Vegas, era el alcohol. Pero eligió embriagarse solo que en algún bar de la ciudad, subir a su auto y buscar escapar lejos de todas esas dagas que estaban apuñalando su corazón, pero mas que nada su cerebro en este momento. Porque aun quedaban dagas que cayeran sobre él.

Rossweisse.

Decidió ir a celebrar a un bar la valquiria, en compañía de los colegas con los que protagonizo la filmación que le valió el premio como mejor actriz debutante, tal parece que el publico hayo atractiva su cuerpo y su voz. Con Matsuda y Motohama, inseparables amigos; bebieron hasta que la peligris no tolero mas el alcohol y tuvieron que llevársela para no pagar mas platos rotos de la vikinga que rompió luego de emocionarse en la mesa.

Mierda, eso fue entretenido~ ―exclamo entre niveles de alcohol en la sangre y su cabeza Ross, cuando era cargada de los hombros a la habitación de los chicos en otro hotel.

Ya, ya, Ross-san debe descansar. Bebió mucho esta noche ―dijo Matsuda, luego de abrir la puerta del cuarto, para entrar con ella.

Mejor que duermas, mañana no recordará nada ―exclamo Motohama ayudando a su amigo a acercar a la valquiria a la cama.

¿Dormir? ¿Quieren dormir conmigo?~ ―con sus dedos, amplió el escote de su vestido. Un vestido amarillo que se componía de un solo tirante de lado izquierdo y que tapaba su destacable busto. La hacia ver más sensual―. Díganme, no quieren que hagamos una secuela de la película.~

Dejo caer el tirante de su hombro, despacio; Rossweisse revelo sus pechos cuando sus mejillas se notaban claramente rojas por el alcohol. Una oferta que era muy tentadora para estos mejore amigos, si ya se habían divertido con Ross entre risas y alcohol en ese bar del que terminaron siendo sacados; ahora tocaba divertirse aun mas con la atractiva valquiria.

¿Tu que dices? ―pregunto Motohama ante la interesante vista que les proporcionaba Rossweisse, sentada en el borde de una de las camas.

Alquilaron la misma habitación pero con camas separadas.

Bueno~ Ross-san tiene que devolvernos el favor de haber pagado todo lo que rompió en el bar ―comento Matsuda.

Estoy corta de efectivo chicos~ ―fue dejando caer mas su vestido, llegando a su ombligo. De sentarse en la cama, se puso de rodillas al piso cerca de ellos. De sus pantalones, saco sus penes y con manos puestas, acariciaba sus hombrías con mucha carisma―, puedo dejar que hagan lo que quieran con mi cuerpo. Y saben~ pueden cobrarme con creces.

Sin decir que si, la valquiria comenzó besando el pene de Motohama, para poner su lengua encima de la punta. Solo unos segundos lo consintió, para después poner en su boca la polla de Matsuda.

Ross-san.~

¡Esta noche se pone mejor!

Haría un trió esta noche, de estimularlos con besos en un comienzo a sus penes y una de sus manos puesta en tallo de sus hombrías, iría subiendo el nivel de lo lascivo que era su boca de Rossweisse. Mas a fondo fue poniendo sus pollas en su garganta, ruidos muy indecentes se escuchaban de su boca, ahora que mamaba con mas rudeza a estos dos. De estimularlos con romance, a simple deseo carnal. Tragaba un pene tras otro, los bañaba en su saliva y juntos, los acariciaba con su lengua en su boca.

¡Ross-san aquí voy!

¡Yo también!

Escuchando eso, Rossweisse puso ambos penes dentro de su boca y los tomo con algo de dificultad, pero así logro recibir la doble corrida en sus fauces. Verla sacar sus hombrías de su boca, la que quedo bañada en esperma y esta no dudo en mostrarles el desastre doble que dejaron.

Se vinieron mucho~ ―se trago todo la leche combinada de estos dos, limpio su boca con su puño y cuando se puso de pie, termino de quitarse el vestido, como se quito los zapatos que traía puesto, solo por el alcohol olvido lo cansado que era tenerlos―. Vamos, me siento muy animada esta noche.~

Gran amistad tenían estos dos, eran capaz de compartir hasta la misma novia en la cama.

¡Si, eso es chicos!~ ―gritaba a todo placer la valquiria siendo el jamón de un sandwich en la cama de Matsuda―. Que rico se siente… sus penes se frotan uno sobre el otro en mi interior, se siente muy delicioso.~

Tu culo es tan genial, Ross-san ―exclamo Motohama, dándole duro por detrás.

Su vagina también fantástica ―comento Matsuda aplastada por el cuerpo de Ross, martillando en lo mas profundo de su agujero de la valquiria, pero eso no le afectaba. Tenia la cara en medio del suave par Rossweisse―. Viejo debes probar sus tetas, son de locura.

¡Entonces date prisa para cambiar de lugares!

Moo~ tranquilos chicos ―estaba ahogándose en éxtasis, la valquiria―. Tienen toda la noche para jugar con mis agujeros.

¡Aquí voy de nuevo!

¡Y yo!

Ambos eyacularían hasta hacer rebosar los agujeros de Rossweisse, a pesar de tener aun sus penes incrustados en su culo y su coño.

¡Eres la mejor, Ross!

Pasaron a usar otros dos lugares de la valquiria. Con ella sobre la cama, Matsuda follaba la boca de la peligris como si fuera su vagina, mientras que su amigo Motohama se daba gusto con su polla entre las tetas de la valquiria; moviéndose en frenesí con la suavidad de sus pechos.

¡De nuevo! ―grito Matsuda, donde él y su amigo mancharían la cara de la esposa de Issei con toda su leche.

¡Oh dios, esto es brutal! ―decía eufórica de placer la peligris.

Fuera de la cama yacía Ross, sometida con los brazos cruzados en su espalda, en reverencia hacia Motohama sentando al borde de la cama manteniendo con su mano, su erección; mirando a su amigo darle duro desde atrás a la ninfomana valquiria.

¡Santa mierda, el culo de esta mujer es lo máximo, viejo! ―se volvió animal el pelón de los dos amigos, maravillado con la súper mojada vagina que traía Ross―. ¡Ahora entiendo porque se enamoro Issei de ti, tienes un coño de locura.

Debes de admitirlo, Ross-san. En el fondo eres una pervertida ―dijo Motohama para ponerse de pie, acercandose a la cerda valquiria.

Si lo admito, me darás mas de tu sabroso pene… ¡Hmm!

Se lo dio sin importar que.

Por detrás y por delante, el cuerpo de Ross era llevado al limite por el dúo que chocaban sus pelvis contra los agujeros de la valquiria como si esa noche se acabara el mundo.

¿Cual pene de nuestros penes prefieres Ross-san, el de Matsuda o el mio? ―pregunto, pero dado que le daban por boca y coño, no podía chupar la polla de Motohama y responder con tanta facilidad.

Mas sencillo ―comento el pelón―. ¿Prefieres nuestros penes, o el pene flácido de tu esposo Issei?

Pero entonces lograría responder a pesar de recibir con todo.

Sus penes son mucho mejor~ ―la escucharían decir―, el pene de Matsuda es mas agresivo cuando me desgarra la vagina y el de Motohama es mas profundo. Me gusta el sabor de ambos cuando se combina en mi boca.

¡Alegrate… ―responderían―… vamos a darte un manjar con nuestro semen, Rossweisse-sensei!

Eyacularon en ella, por delante como por detrás.

Xenovia.

Xenovia se había ido con Zephyndor a un casino a apostar primero. Antes de llevársela a la cama, importándoles menos el marido de Quarta.

¿Vas a apostar tanto? ―pregunto Xenovia a lado de Glasia cuando estaban al frente del juego de la ruleta―. ¿Si pierdes?

No voy a perder esta vez ―sonaba confiado el rojizo de Zephyndor―, no mientras tenga mi amuleto de la suerte conmigo.

Sin que nadie lo viera, deslizo su mano por detrás de Xenovia y ese vestido azul entubado que traía tras la gala. Le dio una nalgada a la peliazul, lo cual la hizo reír de forma discreta.

Te diré algo, si ganas ―se acerco al oído de Zephyndor yle susurró algo que lo incentivo mas de lo animado que ya se encontraba―. ¿Que dices?~

Como mi padre siempre dice ―tomo los dados y con su puño cerrado, Xenovia le sopló para darle mas suerte a su amante―. Cuando juegues ruleta, siempre apuesta al negro.

Arrojó los dados y ¿que crees?

¡Gana el negro!

Un resultado que Xenovia bien espero. Llevada a la habitación salió del baño de su cuarto de vuelta a la pieza, donde la peliazul entró usando un atuendo de maid, que poco hacía por cubrir su busto. Un movimiento brusco de ella y sus pechos se saldrían, una falda corta, muy corta.

Oye, oye ―se le fueron las palabras al presumido de piel bronceada en todo rojo.

¿Como me queda? ―pregunto Xenovia. Dando un giro delante de su amante, le mostró su trasero a Zephyndor y cuando se inclino para mostrar su descubierto trasero; dejo ver que tenia puesto un par de juguetitos especiales en su culo como en su vagina―. ¿Me veo bien? ¿no quieres aprovecharte de esta pervertida maid, esta noche?

Una sonrisa en su cara y puso su mano en el trasero de Xenovia, en una fuerte nalgada de parte de Zephyndor, para apretar el mismo la carne de su culo, tomar a la peliazul por su cintura y poner sus manos en los pechos de esta, sacándolos por encima de su ropa especial para encuentros sexuales. Todo sin quitar una sola expresión engreída de su cara, expresión que a Xenovia le parecía adecuada para él.

¿Importa si te vistes como maid? ―comento, para nada iba a quitar esa mirada―. Igual voy a convertirte en mi puta personal, Xenovia.

Eso si es tentador~ ―respondió. Se agacho la peliazul y puso la dura polla de Zephyndor entre sus pechos―. Entonces deja que tu puta personal sea la que te lleve al cielo esta noche, Zephyndor-sama.~

Dilo de nuevo ―le emociono escuchar eso, mas emocionado se puso teniendo su polla entre los pechos de la cuarta esposa de Issei como la perra que era, a sus pies.

Ze-phyn-dor-sa-ma~ ―lo dijo cantando.

A pesar de todo lo que Glasia-labolas dijera, era Xenovia quien tenia el control cuando se encontraban. Con su pene entre sus pechos, lo provoco hasta hacerle explotar su hombría, bañando sus pechos con la leche de este demonio lo siguiente que hizo con él, fue cobrarle favor.

¿Que dices, mi vagina no esta deliciosa?~ ―pregunto divertida la peliazul de piernas abiertas sobre la cara de Zephyndor, con la lengua de su amante puesta dentro de su coño, sentía como él acariciaba las paredes internas.

Tiene un sabor exquisito ―le escucho responder.

Si eso te gusta, esto te va a gustar mucho más. Zephyndor-sama.

Su vagina tomo toda la polla del rojizo demonio y dando la espalda a la vista de su amante, Xenovia fue agitando su trasero contra la pelvis de Zephyndor. Se escuchaba como chocaba la carne en la habitación.

¿Que pasa, Zephyndor? ―pregunto Xenovia cuando jugaba con sus propios senos, mirando la expresión patética de su amante―. ¿Mi trasero maduro es demasiado para ti?~

Yo no lo diría así ―exclamo, apasionado con las técnicas de la peliazul―, pero admito… que eres mejor que todas las chicas de mi edad... y es que pareces una.

Solo tenemos diez años de diferencia ―declaro Xenovia.

¡Es absoluto! ―se sentó en la cama, solo para poder poner sus manos en los pechos de Xenovia, estrujarlos y jugar con ellos todo el día―. ¡Las mujeres casadas son las mejores!

Xenovia lo dominaría durante la noche, sería Zephyndor quien seguiría las reglas de ella, haciendole creer que era lo que él quería hacer.

Entonces dale mucho placer a esta sucia vagina que no es satisfecha por su esposo~ ―agarro las manos de Zephyndor puestos sobre ella, para que no soltasen sus senos. El juego iba a durar toda la noche―. Pero dime una cosa. ¿No quisieras, monopolizar este cuerpo?~

Akeno.

Parecía no haber excepciones, una a una las mujeres de Issei estaban diciéndole adiós, muchas de las cuales. Ni siquiera se atrevían a decirlo a su cara, no parecía ser de importancia para ellas; Issei las cambio primero. Por una mojigata a la que prefería cogerse todo el tiempo que a todas ellas, dos pueden jugar al mismo juego

No había excepciones, al parecer. Quien de menos se esperaría en esta historia, estaría dispuesta dejar a Issei solo para vivir del placer; Akeno. Como Rias, Asia y todas las otras que cruzaron el charco pacífico para hacerle honor al apodo de la: la ciudad del pecado. Luego de la noche de premios, buscando celebrar fue con Sairorg a su hotel y de allí no la vería Issei ni después.

¡Mas duro, más duro Sairorg!~ ―gritaba la indecente señora Himejima debajo de su amante, recibiendo el placer con gratitud de su amante―. Empuja mas pene, querido.~

¡Voy a eyacular!… ¡Recibelo todo, Akeno! ―grito Sairorg, para clavar su hombría mas adentro del coño de la pelinegra y pintar todo su interior de blanco―. ¡Ouh si!

Una densa cantidad con la que lleno a Akeno, que hizo hasta sus piernas contraerse de la emoción, al sentir recorrer el semen de su amante, por todo su interior. Pero a pesar de llenarla y hacerla mojar hasta el extremo. La vagina de Akeno seguía apretando con mucha fuerza alrededor de la polla de Sairorg, que cuando quiso sacarla para dar un respiro, le fue difícil ponerla fuera.

¿Porque la sacas? si aun tienes energía~ ―dijo divertida Akeno, mirando el desastre que se escurría de su vagina.

Con una sonrisa soberbia en su cara, la tomo de las piernas y la acerco a su pene, donde le incrusto su cosa otra vez y sacando de ella un fuerte gemido, volvía a cogerla con mucho empeño.

Eres toda una ninfomana Akeno, ya me vine diez veces y no tienes suficiente ―volvía a frotar su hombría dentro de ella como si fuera la primera vez de todo el día―. Pero sabes, eso es lo que me gusta de ti ¡Eres la única capaz de seguirme el paso hasta el final!

Se dio vuelta Akeno sobre la cama y levanto su culo, donde el Bael continuo dándole duro.

¡Somos muy compatibles, Sairorg! ―dijo la pelinegra, sintiendo su útero ser besado y aplastado por la polla del musculo―. Yo soy una mujer que le gusta el sexo y tu un cabrón con un pene insaciable, somos el uno para él otro.~

Ven aquí.

Paso sus brazos debajo de la cintura de la pelinegra y la levanto, pego su espalda a su torso marcado, para sentar su boca en los labios de Akeno. Pero cuando el calor estaba avivado, vino una interrupción, una llamada vino para intentar arruinar la diversión de estos dos desde el celular de Himejima, uno que dejo sobre una mesita a lado de su cuarto de hotel y que ambos miraron con odio por interumpirlos.

Se dieron un momento, sin la preocupación de cubrir su cuerpo Akeno fue y contesto la llamada, luego de ver que se trataba de Issei, pero en vez de preocuparse o algo parecido; suspiro pesadamente antes de contestar, como si pidiera que no le estuviese llamando.

¿Hola, Issei? ―contesto molesta.

Akeno ¿donde diablos? ―solo le llego a escuchar hablar de tal manera y Akeno no le iba a tolerar.

Escucha Issei, estoy ocupada ―una respuesta que Sairorg le encanto escuchar, así que en silencio se acerco a Akeno y mientras ella hablaba con el celular en la oreja; puso sus manos en los senos de la pelinegra y los acaricio mientras ella seguía hablando, haciendola reír de la peculiar forma que ella tiene―. No me interesa que quieres en este momento y me gustaría que me dejases en paz por esta noche ¡Mejor aun! No me llames hasta que nos veamos en el aeropuerto para volver a casa ¿Si?~

Le quito su amante, el celular para terminar la llamada por ella.

Sino lo entendiste, amigo. Voy a estar follando a tu esposa hasta que no sea mas que un saco de cemento, como a ti te gusta que la trate ―le dijo Sairorg a Issei―. Oye ¿porque no mejor me regalas a tu esposa? la tendré muy consentida y te podemos enviar videos de todo lo que hagamos en la cama.

Ara, quieres que sea la señora Bael~ eso suena muy bien ―dijo Akeno.

Desde el otro lado de la línea, Issei escuchaba los murmullos y las caricias que su mujer recibía de su amante. Amante que él le dio a ella por mera estupidez suya. Su fetiche lo había destruido desde su mente y su cuerpo, pero ahora decidió ir mas allá, deshaciéndose de su matrimonio poligamio.

Estando en el desierto, a un lado de la carretera mientras con un auto rentado para estar con sus mujeres. Hyoudou Issei tenia una lata de cerveza en la mano mientras que la otra tenia su celular donde escuchaba a otra de sus mujeres poniendole los cuernos por gusto que por su fetiche. Crujió los dientes antes de apretar la lata con toda su ira y la aboyar y eso que la lata aun estaba llena de cerveza todavía.

Sin colgar, tiraria su dispositivo personal hacia el desierto en un grito de furia acumulada mezclada con el alcohol y el dolor de su cabeza.

¡Hijas de puta!

Tsubaki.

Parecía que todo termino para Issei, no le quedaba nada ni nadie. Pero olvido por completo a una de ellas, la única entre sus esposas que si le era fiel y por mas tentaciones o por mas que el castaño le pidiera consentirlo cumpliendo con su fetiche, ella nunca le traiciono como Rias y las otras. La única que se quedo en casa, Tsubaki había terminado de limpiar pues en japón era apenas medio día mientras que en las vegas era de noche, busco su celular y trato de marcar a su esposo.

El número que usted marco, esta ocupado. Presione uno para dejar un mensaje de voz ―dijo la voz programada de la compañía telefonica de Tsubaki, triste al saber que su esposo no contesto su llamada.

Issei, hola amor ―dejaba su mensaje de voz, Tsubaki―. ¿como están en las vegas, Rias y las chicas ganaron algún premio? Me muero por saber como les ha ido. Te extraño~ quería saber si cuando volvieran, podríamos tener un momento a solas tu y yo.~ Hay algo de lo que quiero hablar… creo que ya es tiempo de que tengamos un bebe, jeje~ llama cuando puedas.

No sabía que podía ser el ultima día que Issei pensara en ella, pobre Tsubaki.

Kuroka (Issei)

Ebrio, enojado, con ese imparable dolor en su cabeza agobiandolo. A las afueras de la ciudad de Las Vegas, en pleno desierto en medio de la noche en una de las carreteras no transitadas. Vacía, aparco su carro sobre la arena y en la oscuridad bajo la cubierta de la luna. Hyodou Issei ahogaba sus penas tratando de olvidar todo.

¡Malditas perras! ―grito con todo sus pulmones al cielo, estirando los brazos hacia los lados como si buscara estallar en toda su ira―. ¡Putas de mierda, malparidas! ¡Todo lo que he hecho por ellas y así me las pagan!

Todo lo que has echo por ellas.~

Una mujer que ha estado manipulando a Issei estaba al fondo, escuchando al castaño sin que él se diera ni cuenta de que ella estaba allí. Seguía maldiciendo al viento.

¡Ya verán, me las pagarán! ―su mente se fracturaba―. Me desharé de ellas.

No las necesitas, dejalas.

Si…

Me tienes a mi querido.~

Cuando ella se le aproximo y puso su mano sobre la mejilla de Issei, pudo verla. Mejor dicho, darse cuenta de que ella estaba con él, pensando todo el rato que estaba solo.

¿Que, Kuroka? ―se sorprendió, la luz de la luna la hizo ver su rostro―. ¿Que haces tu aquí?

Es que me tienes preocupada querido~ ―elmo cree que es buena actriz, corto la distancia que tenia de Issei y puso su pecho contra el castaño, comportándose como una gatita buena―. Tus esposas son unas perras no es así, eligen a otros idiotas cuando tienen un buen esposo.~ No te merecen querido.

La mano de la nekomata sobre su mejilla y sus ojos puestos en la cara de Kuroka ante una inesperada epifania que vino a su cabeza a iluminarlo.

Has sido tu ¡¿verdad?!se aparto de Kuroka con repudió y enojo―. Tu y Kiryuu son las responsables de que Rias, Akeno, Asia, Irina, Xenovia y todas me estén dejando.

Sin sentirse culpable, una expresión altanera en su mirada de la nekomata y miro a Issei llevando una de sus manos a su cintura. Camino de manera sensual hacia el castaño en gran sorpresa en su cara.

Kiryuu si, ella que ve un gran tesoro en tus esposas como parte de su franquicia. Dijo que eras un estorbo en sus planes para crecer el estudio y me pidió apartarte de su camino ―camino hasta ponerse de nuevo, frente a frente a Issei, quien se mantuvo aterrado―. ¿No lo ves, tus esposas no son mas que unas perras amantes del sexo y tu solo un tonto con un fetiche que le dio a Kiryuu el éxito de su negocio.~

¡Esa cabrona! ―lo espero de Aika, pero―. ¡Y tu, confíe en ti!

Y puedes hacerlo~ ―volvió a pegar su cuerpo a Issei, esta vez restregó sus senos sobre el pecho del castaño―. A mi si me interesas Issei, pero no soy una mujer dispuesta a compartir las cosas buenas que se encuentran con otras, soy una gatita muy avariciosa y celosa. Quiero tu vigorosa vara Issei~ dejalas y yo seré todo lo que ellas no fueron para ti, puedo darte todo el placer que quieras, puedo ser lo que tu me pidas. Puedo ser tu esposa, tu novia, tu amante. Tu puta, tu perra, tu zorra~ se que quieres convertirme en tu saco de semen.

Dio una lamida a la barbilla de Issei, sin que el se diera cuenta, pero Kuroka lo estaba empujando hacia carretera, su rostro sobre el de Issei y sus destacables pechos que podía sentir sobre su cuerpo.

¿Que dices? ―exclamo con gran terror ante las palabras de la nekomata negra.

Dámelo todo Issei~ dame toda tu fortuna y seré tuya querido.~

Un tesoro guardaba Issei, uno que Kuroka descubrió y que iba robarlo para ella. Sin importar a quien debía quitarse del camino.

¿Mi fortuna? ¡Espera tu sabes de eso!

Kukuku~ Rias puede ser la puta de Riser si quiera, Akeno la de Sairorg. Asia la de Diadora, pero yo puedo ser tu puta Issei.~ dame todo lo que tienes y seré tuya.~

¡No! ―la empujo de él, aunque no llego a ponerla en el suelo―. ¡Ahora entiendo todo! ¡Si creen que tu y Kiryuu van a salirse con la suya, se equivocan!

Oh Issei como lo siento ―exclamo Kuroka muy complacida, se acerco a Issei por tercera vez, solo para empujarlo al suelo ahora. No lo vio, ella lo condujo hacia el asfalto de la carretera, pero Issei no lo vio venir―. Pero esta gatita~ siempre obtiene lo que quiere.

Una luces muy luminosas cayeron sobre Issei, por estar concentrado sobre Kuroka, no se dio cuenta que un trailer venia por la carretera donde aterrizo.

¡Piiiip, Piiiip!

Es mi fin.

Lo ultimo que Issei vio serían esas luces amarillas sobre el, hasta verlas volverse blancas y el incesante dolor de su cabeza desaparecer, como cualquier otro dolor.

Era el final del camino.

Y no sabía a donde ir.

El fin de sus amor.

Todo lo que empieza.

Termina.

Solo el diablo puede decirte como va a terminar.

Pero ni eso, sana el dolor.

Pero Issei ya no sentía ningún dolor.

En su mente, su cuerpo ni en su corazón había mas dolor.

Ya no.

No.

Solo…

...Paz.





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