Mientras que en el imperio, los recién llegados embajadores eran notificados del complot que había en contra de las negociaciones pacíficas que iban a negociar con el emperador. Muy a lo lejos, en un cañón desolado donde el clan de los elfos oscuros al que pertenece Yao, se refugió de las manos de los dragones de fuego.
-¿Segura que es aquí? -pregunto John al ver el lugar vacío de vida.
-Aquí nos refugiamos cuando los dragones surgieron de su nido en la montaña -señalo, lo que parecía ser un volcán dado que echaba humo.
-Es su nido -dijo Seis -deben estar... allí en este momento.
-Lo están, cuando nos atacaron aprovechamos el caos para refugiarnos aquí, desde entonces aquí estamos -dijo Yao -esperen, daré la noticia de que los he traído.
Mientras Yao descendía al cañón, los dos spartans y el ODST fueron por las armas pesadas, para ver que Halsey sacaba unas cajas negras metálicas del pelican, las cuales arrojó fuera de la nave.
-Doctora que es eso -pregunto John por las cajas.
-Es algo en lo que estuve trabajando en los tiempos libres cuando me tenían encerrada en Reach -comentó.
Sin esperar que le diera permiso, Rockie se acercó a las cajas y las abrió.
-¿Misiles? -exclamo el soldado de choque.
-No son simples misiles -dijo orgullosa Halsey -son de nueva generación.
-Parecen misiles normales -comento Seis al inspeccionar uno de estos.
-Ya verán que tienen de especiales cuando los usen contra los dragones de fuego -dijo Halsey.
Tuka, observando que hacían, le pregunto a su supuesto padre, por el motivo que se encontraban en la zona.
-Porque vinimos de vacaciones a este lugar vacío papá -replicó la pequeña Tuka a su padre.
-Muy pronto lo verás Tuka... hija -dijo el Spartan, acariciando la cabeza de la elfa.
Cuando cargaban los lanza cohetes que llevaron con ellos, el jefe se dió cuenta que había quienes a su alrededor los estaban vigilando y esperando un momento para atacar.
-Son Siete, no nueve -dijo Rory luego de detectarlos.
-Aún no saben que sabemos de ellos -exclamo Seis -que no se den cuenta.
Abajo, en lo más profundo del cañón, Yao anunció su regreso a la gente de su tribu.
-¡Chicos! ¡Jefes! -comenzó a gritar -¡soy yo! Yao ¡he vuelto con los soldados de hierro!
En un principio, parecía que su pueblo se marchó del lugar o que habían muerto. Nadie le dió una rápida respuesta, pero al momento todo cambio cuando uno a uno, comenzaron a salir sus amigos y ancianos de las cavernas del cañón.
-Yao -exclamo uno de los ancianos al salir de su refugio -¿eres tu Yao? Cumpliste con tu misión... -dijo el viejo elfo.
-Si... -Yao quería llorar -si cumplí.
Arriba, John esperaba a que el enemigo se asomara para apuntarles con sus armas. Sin embargo, esa probabilidad de iba dado que su oponente, les apuntaba desde los árboles y detrás de las rocas con sus arcos y flechas.
-Jefe... -exclamo Palmer al darse cuenta de esto.
-Esperen... -dijo John cargando uno de los lanza cohetes.
Los elfos oscuros salieron de sus escondites apuntando sus armas a los spartans y las acompañantes.
-¡Alto ahí! -gritaron los elfos apuntado sus flechas.
Rory levantó su hacha, Rerei empuñó su vara y la activo. Palmer, saco dos pistolas Magnum. Seis saco su DMR. Rockie su M20, Halsey tomo una pistola y a la par apuntaron a los elfos.
-No alto, esperen -dijo John.
-¿Quienes son? -pregunto uno de los elfos.
-Somos spartans de la UNSC -dijo Palmer -bajen sus armas.
-Calmate Palmer -comento el jefe.
-¿Habla en serio? Quiere que nos calmemos cuando ellos nos están apuntado con flechas -dijo molesta la Spartan de traje blanco.
-Bueno de que nos preocupamos, son flechas, no atraviesan nuestras armaduras -dijo Seis.
-Callense -comento John -aún no nos ve.
-¿Vernos? -preguntaron ante la incógnita que lanzaba el jefe.
Todos, incluso Halsey; se preguntaban que tanto esperaba John para hacerle frente al enemigo, cuando una enorme sombra negra paso por debajo de ellos. No era una simple sombra, le pertenecía a un dragón de fuego.
-¡John! -exclamo Halsey asombrada al ver a la enorme bestia que estaba acechandolos por encima de ellos.
-¡Un Dragón! ¡Ataquen! -grito uno de los elfos y los suyos se atacaron así de rápido como dió la orden.
Los soldados de la UNSC estaban impactados al ver a la enorme bestia que se hallaba volando por sobre ellos por lo enorme que es y lo cerca que lo tenían. Tuka, por su lado veía y su mente le regresaba los traumas suprimidos sobre la muerte de su padre y la destrucción de su pueblo.
-¡Tuka huye! -grito Rockie para dispararle a la bestia para atraerlo.
Palmer y seis abrieron fuego con sus armas. Rerei lanzó hechizos contra la bestia mientras que Rory se arrojó contra la bestia para atacarlo con su alabarda.
Las balas rebotaban, las flechas también, los hechizos apenas si hacían efecto y los golpes de Rory apenas si movían al enorme dragón.
-Las balas no funcionan -dijo Seis -hay que usan los misiles.
Cuando miraron atrás, el jefe ya estaba apuntando al dragón con uno de los nuevos misiles de Halsey. Estaba centrando la cabeza del objetivo y marcando lo para que el misil no se desviará.
-¡Quítense del camino! -grito John y disparo uno de los nuevos misiles de la doctora.
El cohete salió proyectado hacia la cabeza del dragón. Justo cuando el dragón abría su boca para crear el juego desde su garganta, el misil en camino a su hocico. El proyectil, de su cuerpo se desprendieron puertas y salieron disparados diez misiles en miniatura. Los cuales giraban alrededor de la punta que seguía en camino al dragón.
Increíblemente, el misil entro en la boca del dragón. Al sentir los misiles, cerró la boca y entro en un estado de pánico. Viendo que la bestia se mantenía volando en un mismo punto, sin rugir o exhalar fuego, se cuestionaron que pasaba.
De pronto, un estruendo se escuchaba dentro del dragón, a la vez que un leve temblor se sentía en tierra.
-Doctora que son los misiles que creo... -pregunto Palmer preocupada por el daño colateral que iba a resultar.
-Ya verán -Halsey sacó de su bata unos lentes de sol y se los puso -ya lo verán.
Del estómago de la bestia surgió un punto blanco luminoso, muy luminoso. El cuál comenzó a crecer y a envolver al dragón en él. La luz era tan cegadora, todos los que no tenían cascos tenían que desviar la mirada.
Cuando la esfera de luz estaba por envolver por completo al reptil volador, una explosión se presento de lo luminoso. Solo dos segundos duro la explosión para que esta se contrajera en un implosión, aún así causo una onda explosiva que arrojó contra el suelo a todos, incluso movió el pelican. Una vez acabado, el dragón ya no estaba ahí, tampoco rastro alguno de él.
-Doctora... -exclamo John preocupado -que era ese misil.
-Lo llamo misil Peacepacker -dijo -es un misil que causa una explosión de antimateria, lo cree unos meses antes de que aprobaran el programa spartan 3 para pelear contra el Covenant y la ONI dijo que era algo demasiado peligroso para usar en guerra, no entiendo porque lo dicen.
-Es oficial, ¡está perra está loca! -dijo Palmer a John ya que él era quien generalmente la defendía.
Si esa explosión se causó dentro del dragón, no querían imaginar cómo sería si hubiese explotado si el misil le hubiera impactado por fuera.
-Acabo con el dragón con un solo golpe -dijo Rerei -la prueba fue un éxito Halsey-san.
-Todo gracias a ti pequeña -dijo la doctora para acariciar el pelo de la pequeña Rerei.
Rockie miró a Tuka luego de percatarse que el peligro paso. La rubia elfa estaba en el suelo acurrucada contra las piedras, había entrado en un estado de pánico muy preocupante.
-Papá... papá... -llamaba a su padre, parecía tratarse de una niña pequeña que había sido traumada, y así era.
-¡Tuka! -se acercó a la elfa y de quitó el casco para tratar de consolarla -Tuka cálmate.
-Rerei -llamo John a la pequeña -hazla dormir.
-Esta bien -dijo y cumplio, usando su magia la indujo en sueño, de ahí; el ODST la tomo en sus brazos.
-Que no se despierte, no aún -dijo John.
-Planeas que enfrente a su trauma -pregunto noble seis.
-Tiene que superarlo -dijo el jefe.
Los elfos se acercaron asombrados a los nuevos llegados a su hogar temporal.
-Acabaron con el dragón -decían.
-Deben ser los guerreros que trajo Yao, ¿cierto? -comentaron.
-Venimos en petición de su amiga Yao Ducy -dijo el jefe maestro.
Ahora estaban contentos, y llenos de esperanza.
-Perdonen nuestra bienvenida -dijeron y se postraron -por favor vengan con nosotros.
A todos los llegados los llevaron a dentro del cañón, hasta la cueva donde los ancianos que lideran a lo que restaba del clan de Yao. Ahí, junto a la elfa que los busco y los guerreros que los recibieron, se les hospedaje.
-Es un honor que haya venido en nuestra ayuda santa Rory Mercury -dijo y todos los elfos se postraron ante la semidiosa.
-Agradescanselo a ellos -señaló a los spartans -fue a ellos quienes se les pidió ayuda, yo solo los acompaño -dijo Rory.
-Ustedes deben ser los spartans de los que tanto hemos oído -dijo el anciano mayor -agradecemos su ayuda para acabar con los dragones.
-¿Dragones? -pregunto Seis -¿no era uno?
-Lo era, o más seria de no ser que despertó de su sueño cincuenta años antes -comento, pero no comprendieron de lo que les decía.
-¿A que se refiere con que despertó antes? -pregunto el jefe.
-Los dragones duermen y están despiertos durante ciertos periodos de tiempo -explicaba Yao -estaba en hibernación hasta, se suponía que despertaría cincuenta años dado que duermen durante setenta años y están despiertos otros 20. Pero despertó antes porque sus primeras crías nacieron antes.
-¿Como? -pregunto Palmer.
-Cuando hibernan, los dragones ponen huevos, tardan una decada en eclosionar -decía Yao.
-El periodo de su hibernación se cruzó con la eclosion de sus huevos -dijo Halsey.
-Si, y como eran recién nacidos, el dragón decidió salir por comida para sus crías, pero fue lejos de nuestro pueblo y no volvió por algún motivo -dijo el anciano líder.
Al oírlo, tres de los marines cruzaron miradas, sabiendo de que dragón hablaba.
-Las crías de dragón crecen rápido, y al no ser alimentados por su madre, decidieron salir -contó el viejo -el dragón que ustedes eliminaron era el mayor, eclosionaron otros dragones del nido, y ahora residen otros ahí.
-Como de cuántos hablaron -pregunto John.
-Cinco, ya sin contar el que mataron -exclamo Yao -los otros son menores en tamaño, pero son iguales de peligrosos.
Palmer se levantó y salió de la cueva para ver la montaña donde estaba el nido de las bestias.
-Si todos están en el nido, solo basta que disparamos otro de esos misiles de la doctora cuando no miren y listo, sencillo -exclamo Sarah.
-Sobre eso... -Halsey se puso nerviosa -solo tenía un misil.
Un silencio entre la doctora y los cuatro marines se presento con la descepsion. Ninguno sabía que decir al respecto.
-¿Pasa algo? -pregunto el anciano.
-Descuide todo está bien -dijo John -los ayudaremos a destruir a los dragones.
-Entonces permitan que nuestros guerreros vayan con ustedes -comento otro de los ancianos -así vengaremos la muerte de nuestra gente.
-No lo sé jefe, podrían cumplicar la misión -exclamo Seis.
-Pero tampoco podremos solos contra ellos -dijo el jefe.
-Tenemos suficientes armas -pregunto Sarah.
-Trajimos de sobra -dijo John.
Kurou, Meto, Ban, Fen, Nokko, Komu, Seimii y Nayu. Eran los guerreros del pueblo, junto con Yao; acompañarían al jefe en su misión casi suicida. Pero como iban a enfrentar al dragón con armas pesadas, primero necesitaban enseñarles a los elfos a utilizar las armas.
-Usaremos estos bastones para derrotar a los dragones -dijo uno de los guerreros en fila ante la gran cantidad de lanza cohetes que trajeron los spartans.
-Son lanza cohetes, o bazukas, como se les haga más fácil pronunciarlas -dijo John y Sies tuvo explicarles también como funcionan.
-Se los colocan en el hombro de este modo -ayudo a Kurou a colocarselo -puedes usar la mira para enfocar un objetivo, cuando tengas el blanco, apretas el gatillo y dispara el primer proyectil. De ahí esperas tres segundos para que el cañón gire a la segunda carga y puedes volver a disparar. Inténtalo, eso sí, asegúrate que no haya nadie detrás.
-¿Porque? -le pregunto.
-Cuando disparas, el cohete tira humo, si tienes a alguien por detrás tuyo puedes salir herido -lo decía dado que ellos no tenían el equipamiento militar comparado al de sus armaduras.
Tomando el arma y centrando el objetivo a unos cinco metros de él, disparo el primer misil. Destrozando el árbol al primer impacto. Espero los segundos y vio como el tubo donde los misiles iban, cambiaban, disparo la última carga que llevaba.
-No es tan complicado -dijo Kurou impresionado con el poder explosivo y el fácil uso que tenía el arma.
-Pero el misil solo va en una dirección, como le haremos si vuela -cuestiono Yao.
-El lanza cohetes tiene un sistema de focalización de blanco, o sea que puede marcar blancos y disparar, haciendo que los misiles den en el blanco -dijo Rockie.
Luego de un día de entrenamiento, prepararon todo lo que tenían para partir hacia el nido de los dragones. Tenían, 13 lanza cohetes, una DMR, un rifle de asalto; un rifle francotirador, un lanzagranadas y una M20.
-¿Cree que esto sea suficiente jefe? -pregunto Palmer con su lanzacohetes en la espalda y el rifle en las manos.
-Lo será -dijo seguro -como va Tuka -pregunto, Rerei la estaba sedando con su magia para hacerla dormir más profundo.
-Dormirá lo suficiente como para que lleguemos a la montaña a enfrentar a los dragones -le aseguró la pequeña maga.
La habían amarrado a una camilla médica militar, que ataron a la espalda de Rockie, ofreciéndose a llevarla.
-Seguro que tú puedes -pregunto el jefe.
-No es complicado -dijo Rockie levantándose de una roca que se sentó. Demostrando que podía moverse con al chica en su espalda.
-Entonces, andando.
Comenzando a marchar rumbo al nido. John y los demás marines iban al frente, Rory, Rerei y Halsey iban en medio. Los elfos iban por detrás. Desde las cinco de la mañana salieron del cañón, contado todo el día hasta el ocaso, llegaron a la entrada del nido en la montaña al dar el ocaso. En la puerta de la caverna, se detuvieran todos, sabiendo que no sería fácil matar a los dragones.
-Aquí estamos -dijo Yao.
-No lo tomen a la ligera -dijo el jefe -aunque tal vez sean dragones bebés, siguen siendo animales con instinto asesino, acabarán con nosotros si les damos la oportunidad.
-Eso me recuerda -hablo Rory -ustedes cuatro, sus manos.
Rockie, Seis, John y Palmer extendieron sus manos a la apóstol de Enroy como pidió sin replicar. Solo para ser mordido en la parte desnuda de sus armaduras. Lamiendo una gota de sangre de cada uno de ellos.
-¿Eso como para que? -pregunto Seis luego de sentir la mordida y la lengua de Rory, cuando le chupo la sangre de su mano.
-Ya lo verán cuando entren -dijo Rory, pasando su lengua sobre sus labios -vayan, yo les esperaré aquí.
-Yo también -exclamo Halsey -saben que no soy útil como para una pelea.
-Esta bien -dijo el jefe -vamos.
Una vez dentro, dando con el nido de las bestias, se dieron una nueva sorpresa.
-Este lugar está vacío -dijo Palmer.
-Es probable que salieron a cazar -comento Rerei -como son jóvenes, lo primero que quieren hacer es comer. Es posible que vuelvan en un par de horas, es de noche así que vendrán a refugiarse para dormir.
-¿Cuanto tiempo? -pregunto Rockie.
-¡Aaaaarghhhhh! -escucharon el rugido de dragones por la cima.
Entraron en la montaña por un pequeño pasadizo, el nido fue excarvado por los dragones con tal de poder debido a su enorme tamaño.
Cinco, seis, siete dragones de medio tamaño tenía. Por encima de ellos.
-Esos... son muchos dragones -dijo Seis.
-¡Todos dispercense! -grito sierra 117.
El dragón que encabezaba escupió fuego en su contra.
Refugiándose detrás de las piedras y separándose. No vieron cuando los dragones también se separaron en grupos para emboscarlos.
-¡Carajo! -grito Palmer luego de caer detrás de un montículo, cubriéndose del fuego de la bestia.
-¡¿Que hacemos?! -cayó junto a Seis.
-Acabar con ellos -exclamo Sarah para tomar su lanza cohetes.
Tomaron sus lanza cohetes, apuntaron al dragón más cercano que tenían. Jalaron del gatillo al mismo tiempo y mataron al primero por darle en la cabeza y en el pecho.
-¡Si! -gritaron.
-¡Muevete! -grito Seis cuando otro de los ahora cuatro dragones se lanzó en rapiña contra ellos.
Del otro lado, los elfos vieron cómo ambos spartans acabaron con el primer dragón, no querían dejarles todo el crédito.
-Acabaron con uno -dijo Nokko -si ellos pudieron, nosotros también.
-¡Cuidado! -grito Komu, otro de los dragones de un color verde se lanzó para intentar agarrar a uno de ellos con sus patas.
Corrieron, se dispersaron y se reagruparon.
-Hay que matarlos -dijo Nokko.
-Es mío -Ban, el más joven tomo su lanza cohetes apuntó al dragón que venía corriendo hacia ellos, ignorando que tenía dos de sus compañeros detrás.
-¡No! ¡espera! -Rockie se percató de su error, pero fue muy tarde.
El joven elfo tiro del gatillo y el flamaso trasero de la bazuka quemó parcialmente el rostro de dos de sus compañeros.
Inteligente, el dragón cuando lo vio, giro su cuerpo y evito el misil. Arrojando con su cola al chico, mantandoló por el impacto que se dió contra las piedras. Aunque falló, el impacto del cohete dió contra el techo encima de la bestia, rompiendo la rocas, cayendo sobre el dragón. No lo mató, su cabeza se salvó pero quedo inmóvil.
-Vamos retrocedan -dijo Rockie jalando a uno de los dos heridos, Fen; mientras que Kurou retiraba el cuerpo de Seimii.
John aprovecho y fue contra el dragón abatido, con su rifle de asalto en mano, remato a la bestia vaciando su cargador sobre él. Quedando solo tres dragones, uno color morado se acercó e intento comer al jefe. Con sus reflejos, espero que la bestia se le acercara para soltar un puñetazo a su rostro aturdiendolo por un instante. Retomo su rifle y comenzó a disparar a su rostro.
-Ayudemoslo -dijo Yao a sus compañeros.
Llevaron a los dos heridos a la caverna por la que entraron. Ahí, tenía a Tuka inconsciente, protegida por Rerei. Pusieron los cuerpos de los dos elfos a cubierto. Fen gemía de dolor, le produjo quemaduras de segundo grado en el lado izquierdo de su cara.
-Tranquila estarás bien -dijo y Rerei decidió atenderla.
-Seimii está muerta -dijo Kurou.
-Y pronto lo estaremos todos si no hacemos no los matamos primero -exclamo Rockie.
Tomo su lanza cohetes y regreso al frente de batalla seguido de Kurou. Atrás, debido al fuego arrojado por los dragones que restaban, más las explosiones de los disparos fallidos contra la piedra; despertó Tuka del intenso sueño que le indujeron.
-Que... -dijo la rubia despertando de su sueño.
Cuando su conciencia está despierta vio el campo de batalla. Seis y Palmer enfrentaban a un dragón color café que los atacaba a mordidas moviéndose rápido por el suelo. John junto a Yao, Neto, Komu y Nayu enfrentaban a otro, que les intentaba atrapar con sus patas. Kurou junto Nokko disparaban a otro que les atacaba con fuego de su boca.
Tal escena, hizo despertar en Tuka ese recuerdo reprimido. Dónde su tribu, y sobre todos; su padre. Murieron por el dragón rojo de fuego.
-Mi tribu... -recordaba las desgarradoras escenas -mi hogar... mi padre, murió por salvarme.
-Te equivocas -exclamo Rerei terminando de atender a la elfa -fue el dragón quien mato a padre, quien te quitó a tribu. Quien nos quitó nuestro hogar. Aunque ya no está -caminaba hacia la batalla -no puedo conformarme con solo seguir viviendo.
Usando su magia. Levantó los lanza cohetes de los elfos que ya habían caído, apuntó a los dragones y se preparó para tirar de los gatillos.
-¡Esta es nuestra venganza! -grito y disparo.
Solo acertó un disparo a cada uno, a pesar de disparar a las dos cargas de los misiles. Fueron heridos por las explosiones.
Los tres cayeron heridos al suelo, aún así eran oponentes de los que tenían que cuidarse. John noto que los dragones cayeron en un mismo punto, era la oportunidad perfecta para acabar con ellos.
-¡Ahora o nunca! -dijo John por el comunicador con Yao junto a él -disparen!
-¡Acabemos con ellos! -grito Seis al resto de los elfos.
Una lluvia de misiles se proyectó sobre las bestias, sin atrever a moverse, los tres dragones aceptaron su destino. Una enorme explosión los devoró en llamas. Sintieron como era morir a manos del elemento que controlaban.
-Lo logramos... ¡Lo logramos! -grito Yao.
-¡Vengamos a nuestro pueblo! -celebro Komu.
-Pero a que costó -cuestiono Nayu.
-Eso no importa, lo conseguimos, nadie murió en vano -comento Kurou alegría en su interior.
Rockie camino de regreso a la cueva por donde entraron, ahí; Tuka yacía sentada en posición fetal abrazada a sus piernas.
-Tuka... -dijo Rockie, se agachó para socorrer a la chica.
-Mi padre está muerto... igual que mi tribu... no pude hacer nada para protegerlos... -decía Tuka llorando.
Quería decir algo, o hacer. Pero sabía que. John estuvo lo bastante cerca para oír a Tuka, aunque no lo pareciera por debajo de su casco; podía sentir dolor por parte de ella, no como una compañera más, sino como le llamo los últimos días, como un padre.
Pero alguien más entro, alguien que parecía venir buscando pelea contra ellos. Arrojando a Rory como si fuera una muñeca al centro donde estaban todos, a la vez traía arrastras a la doctora Halsey.
-¡Doctora Halsey! -grito el Jefe cuando la tiraron a los pies de donde Tuka y Rerei.
-Maldita mocosa... -vociferó Catherine.
-Callaté, me descepcionas hermana, ¿desde cuando te involucras en ayudar a los mortales? -exclamo una chica de la edad aparente a la de Rory, solo que esta era de una piel azul con orejas puntiagudas como los elfos.
-¡Quién eres! -pregunto Palmer apuntando su rifle contra la recién llegada así como los otros dos spartans y el ODST.
-No es obvio, soy una semidiosa sacerdotisa de su eminencia, Hady. Gissale. Vine con el motivo de llevara Rory con ella, como me ordenó -dijo la mitad dragón mitad humana.
-Otra sacerdotisa, ¿hay más de ustedes? -pregunto Seis.
-¡Que fue lo que le hiciste! -exclamo John, molesto por el estado en el que pusieron a Rory.
-Yo no le hice nada -exclamo con burla al spartan -esas heridas se las ganó por protegerlos, ella recibió las heridas que debían recibir ustedes cuando se enfrentaron a los dragones.
No buscaron vínculo al inicio del como pudo haber recibido tales heridas a causa de ellos. Pero entonces recordaron cuando les mordió un dedos a cada uno, donde dijo que hacia un contrato con ellos.
-Veo que vencieron a los dragones, no me sorprende, eran pequeñines comparados con su padre -dijo y una enorme sombra se proyectó por encima de ellos, era una figura mucho más grande que la del dragón anterior.
-Oigan... -exclamo Palmer.
-Es más grande... -dijo Seis.
Cuando todos miraron al cielo, lograron ver a un enorme dragón que volaba por encima del hueco superior de la montaña. Un dragón más grande que del primer dragón que enfrentaron cuando protegieron a los habitantes de Coda.
-Un... un dragón macho... -dijo Yao al quedar perpleja de la presencia de tal bestia que tenía por encima.
La enorme bestia abrió sus fauces, de ella podía verse como un como una columna de fuego se forjaba desde adentro.
-¡Salgan todos! -grito John.
El jefe tomo a la Rory, para correr hacia la doctora y sacarla. Seis todo Rerei mientras que Rockie llevaba consigo a Tuka. Yao salió con los pocos elfos de su clan que quedaban. Sin embargo no todos sus amigos lograron salir de la cueva a tiempo, solo ella.
-¡No! -grito Yao una vez que salió y vio como sus camaradas murieron calcinadas.
-Rory... hermana donde estas? -dijo Gissale cuando el dragón salía de la montaña.
-Maldita perra -dijo Palmer, apuntó con rifle y vacío su cargador, fue inútil, dado que; aunque las balas la atravesaron, todas sus heridas sanaron al instante.
-No seas bruta... -decir Rory -ningun artefacto humano puede con un semidios, solo otro puede matar contra otro.
-Y ahora lo dices -exclamo Sarah.
-Así que fuiste tú quien despertó al dragón de su sueño Gissale -comento Rory.
-Lo hice para obligarte a ir con Hady y aceptes tu destino hermana -decía arrogante -cuanto tiempo más piensas jugar con estos mortales.
De pronto, Tuka se puso se pie al oírla. Su rostro había cambiado de expresión, paso de ser de una chica asustada y traumada a una con el único deseo por vengar a su padre.
-Fuiste tu la responsable de la muerte de mi padre, de mi tribu -caminaba sin levantar la vista, sin detenerse.
-¿Y tu quien eres? -pregunto vanal la semidiosa.
-¡MUERE! -grito Tuka juntando sus manos, creando una esfera de aire y relámpagos de la nada.
-Rasengan... o chidori... -comento Seis.
Le dió tamaño y la arrojó contra la semidiosa, pero Gissale se quitó del camino y le dió al enorme dragón que era del doble del que ataco a su pueblo.
Asombrado a todos, lograron ver cómo le causaba gran dolor a la bestia cuando le dió con su magia. Pero lo que más les sorprendió fue ver cómo tres disparos de cañón Mac, más cañones de cruceros Shanguelios cayeron sobre la bestia.
-¿Cañones Mac y plasma? -pregunto Halsey.
-Es la UNSC -dijo Rockie al ver como una serie de fragatas y naves de las espadas de shanguelios llegaban con el amanecer.
-¡¿Mas dragones?! -pregunto Gissale.
Dentro de la nave insignia de la UNSC, el capitán coordinaba el siguiente disparó contra el dragón.
-Es más grande de lo que nos dijeron -dijo el capitán.
-Señor, el jefe maestro y ocho más están con él en tierra -le informaron.
-Capitan, diez minutos para lanzar el próximo ataque con Mac -le dijo otro de sus suboficiales en cubierta.
-Y esa cosa intenta o quiere levantarse, démosle con todo -indico.
Todas las naves de la UNSC y las espadas abrieron fuego con todas las demás armas secundarias que tenían. Ametralladoras y cañones de menor intensidad. Los soldados en tierra se alejaron en cuanto la lluvia de artillería comenzó a caer sobre el dragón. El cuál apenas si retardaba su ascenso al vuelo.
-Señor, el dragón intenta ponerse de pie -dijo el suboficial.
-Cuanto falta para la segunda carga del Mac -pregunto.
-Señor tenemos un problema -dijo un soldado que monitoreaba el ambiente -ruptura desliespacial detectada.
-Amiga o enemigo -cuestiono.
-No lo identifico -dijo -pero la abertura de producirá muy cerca.
A varios kilómetros por encima del monte, en una extraña posición inclinada se abrió el hueco desliespacial. Dónde un crucero tipo Valiant apareció a gran velocidad, apuntando contra el dragón.
-¡Cubranse! -grito John.
Atropellando al dragón con la bajada de la montaña. Usando a la vez, al reptil como freno cuando se impactó contra la tierra.
Una vez se detuvo. Todos se preguntaban quien iba en la nave, o que iba para que llegase y aterrizará de tal forma. El jefe fue el primero en ir a rescatarlos, así que bajo hasta la puerta del angar, que se sello, aparentemente debido a un anterior ataque.
Cuando el angar se abrió, un spartan tomo por sorpresa al jefe. Apuntó su rifle a la cabeza del spartan quien no levantó la escopeta que traía en manos, era un spartan que no veía desde hace tiempo.
-¿Jai? -era el líder del equipo Gris.
-John? -pregunto Jai 006 -¿donde estamos?
-Siempre tienes la mala costumbre de dejar tu escopeta hacia abajo cuando te apuntan ¿eh? -comento 117.
-Mira a que apuntó -y miró, Jai le apuntaba a la entrepierna del jefe. A dos centímetros de la carabina del arma.
-Siempre serás un desgraciado -comento John.
-Y tu el hijo consentido de Halsey -se burlo.
-Otra vez respiraste el humo de los motores -cuestiono.
-Mi casco se daño, como sea ya podemos salir -dijo Jai por detrás de él, los dos spartans de su equipo aparecieron. Adriana 111 y Mike 120.
Desde arriba, veían alegres de saber que el equipo que llevo el jefe y el desaparecido equipo Gris estaba vivo.
-Quien diría, el equipo gris esta vivo -dijeron desde la flotilla.
-Y destruyeron otra nave de la armada... Llamen al almirante Cutter hay que darle las buenas noticias, todo salió bien. Pronto iremos a casa.
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