Ka jouden Shimasu
(Antes de comenzar, debe aclararse que esta obra esta hecho con fines de entretenimiento, sin buscar menospreciar al genero femenino, no se busca incentivar ninguna ideología o pensamiento. Todos los personajes en estas historia y partes, tendrán mas de 18 años. Se recomienda discreción y tolerancia a los espectadores, si eres menor de edad, vuelve cuando tengas la edad adecuada para leer este contenido)
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Cuando no has odiado a alguien sin razón, cuando no has mirado a alguien a lo lejos y te has puesto a pensar que es una persona desagradable o tal vez desesperante. Cuando Nino decidió entrar a trabajar en el Maid Café Golden Age con el propósito de conseguir dinero para pagar la deuda que ella misma se encerró, encontró a alguien a quien odiar apenas lo conoció.
-Oye tonto, los clientes de la mesa tres siguen esperando su orden- dijo Nino con un atuendo de sirvienta muy fino para parecer una simple maid de un café.
-Toma, puedes dejar de molestar por favor- entrego el rubio dos platos con las ordenes listas -es tan desesperante-.
Detrás del chico, uno de sus compañeros cocineros vio con gracia la interacción de ambos, pues casi siempre y todo los días tenían los mismos altercados, siempre chocando de maneras graciosas (verbalmente hablando).
-Parece que le gustas, Naruto- bromeo el cocinero con Naruto Uzumaki al ver que se mantenía mirando sin apartar la vista de Nino Nakano, una empleada con un mes de ingreso.
-Que tonterías dices. ¿No ves que le desagrado? Cuál es su problema, siempre está molesta conmigo desde que llego. Como si yo le debiera algún favor- exclamo Naruto volviendo a la cocina -ella es quien debe un favor ¿No? Dijo que entro a trabajar para pagar una deuda al banco que ella sola se metió. No es mi culpa que sea una niña mimada y que sus no padres le hayan puesto los pies en la tierra- decía sirviendo una salsa que acompañaba al plato.
-¿Quién sabe? Fuera de eso, tal vez no busca otra de acercarse a ti- dijo el cocinero A, terminado de preparar un plato principal que tenía en su lista de servicio -por cierto, podrás cubrirme el sábado, será el cumpleaños de mi hermana.
-¿Eh? Vienes en la tarde, yo vengo durante la mañana ese día- los horarios de ambos cocineros difería, pero Naruto con su mente en calma le respondió -está bien-.
-¿Vendrás a mi turno?- pregunto su compañero.
-No, seguiré de largo en el turno- exclamo el rubio, para tomar la comanda de la siguiente orden.
Su compañero se sentía mal por oírlo decir que estaría todo el día de fin de semana cubriendo a uno de ellos por un capricho más que por necesidad. Lo mismo pensaron otros de los empleados del local que espiaban la conversación, una de esas personas era Nino.
-Otra vez Naruto accedió a cubrir el turno de otro- dijeron algunas maid tras oír.
-Es demasiado bueno, siempre dice que si a cualquier petición que le pongan los demás o la jefa- exclamo otra -sabe moverse en cualquier puesto que deba cubrir-.
-Es por eso que lo quiere poner como subgerente, ¿No creen? Naruto es de Admirar-.
Entre tantos comentarios, la única que se ahorraba su voz era Nino, por alguna razón detestaba oírlos hablar de lo bueno y amable que era Naruto. Si alguno en el trabajo no podía asistir a laborar de imprevisto o por aviso, el se quedaba, no importa que fuese en el mismo turno, al siguiente o en su día de descanso, el venia sin mostrar molestia o desagrado. El respeto de sus compañeros era merecido para alguien como él. Nino por su lado tenía el aprecio y admiración de sus clientes, con su papel de maid sonriente y amable, desde su llegada muchos más cliente comenzaron a venir, su hermosura era de pocas veces encontrado por la vista de muchos. Incluso los mismos empleados en el lugar reconocieron que gracias a ella el lugar no había estado en mejores tiempos (en términos de ingreso). Pero, era más la admiración que tenían a Naruto y aprecio, que la que tenían a ella. Puede que sea esto su motivo de odio hacia el rubio.
-Bienvenida a Golden Age…- exclamo Nino al oír la campana de la puerta al entrar, siendo la hostest.
Se calló, pues vio que se trataba de su hermana -Que haces aquí de vuelta, Miku…- el disgusto apareció en Nino.
-Hola hermana- entro una de las cuatro hermanas que tenia, y la única que sabía de su trabajo secreto -Vine para almorzar- decía tranquilamente.
-Solo viniste a ver a tu novio, verdad…- sabia realmente el porqué de las visitas de Miku a este lugar.
-Que las comidas que pido solo sean preparadas por Naruto-Kun no significa que sea mi novio- dijo la que siempre llevaba sus audífonos de diadema color azul.
Llevo a su hermana a una mesa, un poco distante hacia la vista de la cocina, donde casi no podía verse luego como los chefs hacían su magia en las estufas en Golden Age. Y mientras Miku daba el primer mordisco a su almuerzo, podía verse una cara de satisfacción a medida que su paladar se enamoraba del nuevo plato en el menú, preparado por quien venía ver Miku sin decirle una palabra, más que un gesto.
-¿Qué?- exclamo Nino cuando se dio cuenta Naruto desde la plancha, saludaba con una ligera sonrisa a alguien fuera de la cocina. Rápido encontró a la otra persona, su hermana Miku estaba allí saludando con su mano en alto y silenciosamente saludaba Naruto mientras sus mejillas llenas de la comida que seguía degustando el sabor -no entiendo que le ve, a ese tonto-.
Tan solo eran algunas cosas que veía, escuchaba y protagonizaba Nino en su lugar de trabajo. Sin embargo, la verdadera de este cuento de seis partes aun estaba por ocurrir. Más tarde, cuando los clientes llenaron las mesas y el personal daba más de ellos para tener al margen a los comensales; el ruido que causaban apañaba la última pelea del turno que tenían Nino y Naruto en la noche.
-¡Puedes ser más rápido cocinando! Los clientes quieren comer- regañaba Nino a Naruto, aunque parecía ser serio, el personal de trabajo, reía ante la escena que ellos protagonizaban.
-Cocino al ritmo de las recetas, si los comensales se desesperaran ellos estarían gritando no tu, maldita loca- se ponía al nivel de la peli rosada.
-Me llamaste loca- se iba a indignar la quintilliza.
-Sí, y si no te parece, Misaki-san está en su oficina- la gerente y dueña del restaurant -Ve y quéjate con ella-.
-Lo hare, ¡estúpido idiota!- grito la maid.
-¡Pueden callarse de una vez!- salió de su oficina la dueña del lugar –Es la quinta pelea del día, algo más que sea de ustedes y estarán castigados-.
-Pero…-
-Sin pero Nino, recuerda que aun estas a prueba- dijo antes de volver a su oficina, azotando la puerta.
Indignada, Nino ignoro a Naruto y volvió a su puesto, el rubio por su lado regreso manteniendo la compostura ante todo.
-A veces quisiera hacerle algo para que parara de ser tan odiosa, es humillante- exclamo el rubio tomando su trapo que dejo sobre la mesa de metal antes de tomar de vuelta el cuchillo y seguir cortando la verduras.
-Hazle una broma- dijo uno de los chicos que se encargaba de los postres -Para que Aprenda. Al principio sus peleas eran divertidas, ahora son molestas-.
-Tampoco quiero rebajarme- Naruto se concentraba en picar los ingredientes.
-Bueno, luego me das las gracias-.
Con una cuchara corto un pedazo de mantequilla que tenía en uno de los bowls y lo arrojo a por donde Nino iba caminando con la charola cargada de muertos de vuelta a la cocina, sin verlo; piso la mantequilla y se fue contra el suelo.
-¡Kya!- se escucho un lindo sonido femenino seguido de un estrellar y romper de platos y vasos. Cuando todos se dieron cuenta, Nino se había caído de sentón contra el suelo, manchándose las piernas por los restos de las bebidas de los clientes y el piso se lleno de cristal, loza y restos de comida y mas bebida –Dolio…- fue un duro golpe que se dio.
-¡Estas bien!- llego Naruto a socorrerla e hizo a un lado varias cosa con la charola que era lo único que se salvo. Más cuando intento ayudarla a ponerse de pie, ella rechazo la ayuda.
-Estoy bien, idiota- se martirizo la quintilliza.
-¿Quién Fue?- pregunto la gerente saliendo de su oficina de una vez más tras oír escándalo de su cocina. Todo a excepción de Naruto, señalaron a Nino como la única culpable -Bien Nino, te quedaras hasta tarde a limpiar-.
-¡¿Qué?!-.
-No fue su culpa- comento Naruto.
-¡¿De quién entonces?!-.
Miro de reojo a quien lanzo la mantequilla, quien disimulaba ser inocente; mas la culpa lo iba a hacer aceptar su responsabilidad, pero…
-Fue Mia- exclamo Naruto.
-Bien entonces los dos se quedaran hasta tarde a limpiar este lugar- dijo la jefa, aunque dijo que el castigo sería peor si volvía a verlos protagonizar algún inconveniente, fue clemente con los dos.
El turno corrió más rápido de lo que se pensó, el resto del personal se fue antes de lo esperado, dejando a solas al par de castigados. Al ser Naruto un chico de confianza para la dueña del lugar, a pesar de las escenas que él y Nino protagonizaban; le tenía dada la llave, copia de todas las cerraduras del lugar.
Flashback.
Cuando su jefa se iba del lugar, dejando a ambos para limpiar como dijo, se dio una despedida de su chico favorito (en términos de trabajo).
-Dejen limpio este lugar para mañana ¿Bien? Naruto-.
-Si, Misaki-san-.
-Ya que te quedas solo con Nino, aprovechen y resuelvan sus diferencias, no pueden seguir así. Tarde o temprano terminare despidiendo a uno o a ambos por algo- amenazo.
-No sé cuál es su problema- no odiaba a Nino, pero no entendía tampoco su odio hacia él.
-Solo resuélvelo-.
Fin del Flashback.
Estaban separados uno del otro limpiando cada rincón del establecimiento, uno más alejado del otro. Aunque más bien, era Naruto quien estaba limpiando todo mientras que Nino no se levantaba de la caja registradora tras haber dicho que contaría el dinero.
-Porque demoras tanto- se acerco Naruto a donde Nino -Llevas una hora contando el dinero y no pasas de allí, ya termine limpiar el lugar y sigues aquí-.
-Que te interesa idiota- dijo Nino desviando la mirada de Naruto, como si ocultara algo –Contar el dinero es muy importante para saber cuando estuvimos ganando en el día, gracias al esfuerzo de los demás, menos al tuyo-.
-¡Ya! Cuál es tu problema conmigo-.
-En que eres muy estúpido, no entiendo cómo es que un tonto como tú que apenas si termino la
secundaria es candidato a subgerente de este lugar- dijo y le entrego malamente el dinero -Toma haber si tu cerebro por lo menos puede contar bien el dinero-.
No era secreto de Naruto, todos en el lugar sabían. Su historia personal, era que es huérfano, apenas si tenía para cotizar sus propios estudios y gastos, cuando entro en este lugar desde los quince como simple lava traste, fue escalando hasta convertirse en chef de Golden Age, pues su voluntad para salir adelante en la vida le hizo aprender del último chef principal del establecimiento para volverse su ayudante, y con los años tomar su puesto y ganarse confianza con la dueña del lugar. Una historia por la que muchos de sus compañeros admiraban por ser honesto y enfocado en sus metas, solo Nino lo odiaba por esto. Sin estudio o una licenciatura, había llegado lejos, todo por obra de voluntad.
Tomando el fajón de dinero así como el retiro de la caja que decía cuanto de ingreso total ganaron en el día, más de dos veces reviso el efectivo pues no cuadraba la suma que decía el documento.
-Faltan cien dólares- exclamo Naruto.
-Ni contando tres veces te das cuenta que está completo el dinero, que idiota- se burlo Nino, una vez mas desvió la mirada de Naruto.
Cuando la miro con odio vio dos cosas, una su escote, era más profundo y sus senos mas grandes cuando mirabas desde un ángulo alto. Lo segundo, era que en medio de su escote, tenia escondido un billete que pensó no vería el Uzumaki.
-¿Qué tienes allí?- dijo y metió su mano en su escote.
-¡¿Qué estás haciendo?!- entro en pánico por ver como metía su mano sin permiso, bajo su uniforme
-¡Suéltame pervertido!-.
Un poco de forcejeo entre ambos y ella se separo de Naruto, el consiguió sacar ese billete de entre sus pechos. Ahora Nino se mantenía alejado de Naruto con una expresión de asco por él, mientras el rubio ignoro la cara de la chica y vio que eran en realidad diez dólares de diez cada uno. Dedujo en un instante lo que paso.
-¿Te estabas robando el dinero? Sabes que por eso te van a despedir- dijo Naruto encabronado totalmente con Nino.
-Con que pruebas, no hay Cámaras vigilando aquí tonto- decía la verdad -Puedes decirle que estabas robando y yo le diré a la policía que me quisiste violar- entonces se burlo con estos hechos falsos -“Ese sin vergüenza me toco oficial quiso abusar de mi”-.
-Eres una…-.
Saco su lengua Nino, burlándose más de él.
-Ya escucharas de mi cuando la policía te arreste pervertido, eso es lo que eres ¡Pervertido!- se fue corriendo a los vestidores con una mirada maliciosa en si cara.
-¡Vuelve aquí!- la persiguió hasta los vestidores de los empleados donde su pelea continuo.
-Aléjate de mi, pervertido. O le diré a la policía que intentaste violarme dos veces seguidas-.
La paciencia de Naruto se rompió, la tenía hasta la madre la actitud y arrogancia de Nino, iba a ponerla en su lugar y enseñarle que debía respetarlo.
-Bien díselo; diles que intente violarte o mejor aun- una expresión siniestra apareció en la cara de Naruto mientras ella seguía burlándose con las mentiras que contaría a la policía -Diles que te viole-.
-¿Eh?- acaso oyó mal, el nerviosismo apareció sobre la peli rosa. Para cuando miro a Naruto, el la tomo de forma indebida, sometiendo su cuerpo -¿Qué haces? Suéltame. ¡Auxilio! ¡Mm!- pronto le tapo la boca con su mano, tomándola fuerte. Pronto conocería el verdadero terror.
-Cállate ya ¡Maldita zorra!- decía Naruto, azotando a Nino contra el suelo con su trasero levantando por sus rodillas que golpearon el suelo -Esa actitud tuya me tiene cansando, siempre tratándose de avergonzarme o culparme, quieres culparme de algo, pues hare algo por lo que me odies realmente.
-Ah…- logro quitarse la mano de Naruto por encima de su boca, pues su mano ahora la tenia sostenida de sus brazos, mientras con la otra, él le levantaba la falda de su uniforme -Que… no por favor, no lo hagas ¡en serio!-.
Había empezado, e iba a llegar hasta el final el rubio. Su mano comenzó a pasar lentamente, de los redondos y suaves carnes del trasero de Nino, hacia las bragas color blanco acariciando con su dedo su coño.
-Basta… ¡Lo siento! ¡No lo volveré a ser así contigo!…- sus ojos comenzaban a lagrimear del miedo.
-Es para que aprendas a respetarme Nino- bajo sus bragas durante las palabras, así el abrió la bragueta de su pantalón, liberando su endurecido pene -Recuerda que tú me obligaste a hacerte esto-.
-No, ¡basta por favor, lo lamento! No quiero que sea así… no quiero que mi primera vez sea así… ¡Aaaarrrrggghhh!- grito de dolor al sentir la cabeza del pene de Naruto entrar en su coño y romper su Himen, dio un corto respiro el rubio, antes de seguir metiendo su polla por completa en el interior de Nino -…Es… es muy grande…- comenzó a llorar.
Sometida y sin ninguna fuerza o voluntad para impedir lo que estaba viviendo. Dejo que hiciera lo que quisiera con su cuerpo, todo lo tenía perdido. Su cuerpo sentía el entrar y salir de la verga de Naruto, lastimando el interior de su coño inocente, no era nada placentero, era doloroso.
-¿Qué pasa? ¿Dónde quedo la mala Nino?- decía Naruto sin soltarla o dejar de someterla -Que se siente ser violada ¿Eh?-.
-Para… Por favor… Lo lamento… lo lamento…- no dejaba de llorar.
Sin embargo a pesar de sus suplicas, Naruto siguió profanándola, el virgen coño de la quintilliza era rasposo y apretado, como debía suponerse era una vagina virgen.
-¡¿Qué!? ¿Qué esto? ‘¿Por qué de pronto… tu cosa crece en mi interior?…- decía atemorizada.
-Significa que voy a venirme Nino tu virgen vagina es increíble…- Naruto no dejaba de embestir a la chica.
-No lo hagas… no te corras dentro… por favor…- pidió clemencia, sin embargo, Naruto una vez más, la tomo de su cabello y jalo su cabeza para atrás.
-Aunque supliques, no voy a detenerme, te pondré en tu lugar… y tu lugar será ser mi puta- dijo a su oído.
La velocidad e incremento de los movimientos de su cadera aumento, comenzando a hacer ruido el golpe de las carnes de ambos jóvenes. Si hubiera alguien además de ellos, les hubiesen escuchado el golpe de la pelvis de Naruto contra el trasero de la quintilliza, hacía eco en todo el local.
-No… no… ¡Nooooooo! Aaaggg- sonidos que salieron de la boca de Nino al recibir el semen de Naruto dentro de su útero, llenando cavidades que no sabía claramente que tenia -Tu… tu inmundo semen esta dentro de mi… es horrible- decía entre lagrimas -Esa cosa que soltaste dentro de mi… quema mi interior…- su cuerpo se debilito, no sabía cómo moverse después de esto, pero se mantuvo su cuerpo en esa pose sexual en la que fue violada, Naruto podía ver como el semen se derramaba del coño de Nino y como manchaba el suelo -Espero que estés… satisfecho…-.
-La verdad, no- Nino miro con gran terror a Naruto, el de pie se despojo de su ropa, revelando que su polla aun seguía dura y grande -Dudo que con solo eso, me baste…-.
-No… no… basta… ¡No!- grito antes de ser mancillada una y otra vez por el rubio.
Sin piedad, la follo contra su voluntad una y otra, y otra vez por Naruto. Con cada nueva follada, el rubio le fue quitando su uniforme de maid, revelando su piel blanca para mancillarle cada rincón. Confirmo también, lo grande que eran sus senos, no se trataba de lo ajustado del corset del atuendo, sino era un atributo natural de la chica.
-Eres tan genial… voy a correrme de nuevo… Nino- decía mientras la quintilliza parecía casi desfallecerse, el sexo con Naruto era intenso, no parecía aguantar más.
-Hazlo… hazlo y acaba dentro…- se dio cuenta que dijo algo malo, Nino.
-¿Quieres que acabe dentro, Nino?- pregunto el rubio, con sus manos en la cintura de la chica.
-¡No! Salió de mi boca…- dijo y los dedos de Naruto se metieron es su boca cuando la cogía en la pose
de perrito.
-Si Nino quiere mi semen en su interior, ¡Que así sea!-.
-Aaaahhhh~- gimió de placer involuntario al sentir su interior, llenado de semen por novena vez, tano fue la presión del mismo semen en su coño, que el pene de Naruto salió expulsado, a mitad de corrida. Disparando el resto de su carga sobre el cuerpo de Nino, abatido desde nueve rondas de sexo sin parar -Eres… un… maldito…- dijo luego de sentir su cuerpo ser cubierto por el semen de Naruto -Te delatare con la policía, ¡Ya verás!…- de pronto un flash cayó sobre su cara, el rubio con su teléfono comenzó a tomarle fotos -Espera, no me tomes foto-.
-¿Y olvidar semejante paisaje- detuvo su acto Naruto -Si me delatas con la policía, las fotos que acabo de tomarte irán a parar a la red- intimidaba a la quintilliza -Si no quieres que lo haga, harás lo que yo te diga a partir de este momento-.
-Porque… porque me haces esto…- dijo tratando de cubrir su cuerpo manchado, con sus manos.
-Para que aprendas a respetar, si para eso debo convertirte en una puta, lo hare- dijo y Nino conoció el verdadero terror. Era el comienzo de su caída.
A partir de ese momento, todo cambio para Nino. Lo que debía ser un simple trabajo temporal cuya estancia seria corta, se volvió larga. Pues honro Naruto su palabra y empezó a educarla para que tuviese más respeto hacia él. Día tras día, sin sospecha de los miembros del café, Naruto abusa de Nino sin falta ni medida. Sea que esperaran a que se quedaran el lugar solos, para abusar de ella, o llevándola a un motel cercano, terminaba siendo violada por el rubio todo dado por el chantaje de las fotos que le tomo y otras nuevas que saco de ella.
Si se portaba mal Nino durante el día, se portaba cariñoso con ella en el sexo, aunque no notaba ella nada de cariño por parte del rubio con este concedido de manera forzada. Pero si se portaba mal, un rudo casi brutal le daba. Ahora luego de un mes de haber caído en manos del deseo sexual de Naruto. En medio del turno, Nino trabajaba de forma muy incómoda que casi nadie notaba.
-Aquí tiene su orden, ama- una vez más, Miku había ido a comer solo para ver a Naruto desde la cocina, notando que su hermana estaba algo incomoda.
-¿Pasa algo? Nino- pregunto Miku al ver a su hermana.
-No, todo está bien… bien-.
Se retiro, y disimulo su caminar, la realidad era que debajo de su falda, un dildo del tamaño de la polla de Naruto, estaba girando sin parar por obra de Naruto, parte de su educación implementada para ella. Se notaba incomoda, con ganas de masturbarse y venirse debido al orgasmo que llevaba más de una hora buscando salir de su cuerpo. Mas no era eso lo que le molestaba en la última hora, lo que en verdad tenia molesta a Nino, era ver que su hermana estaba de nuevo saludando al rubio desde la cocina. No le gustaba eso, puede que sea porque ya conocía la verdadera naturaleza de Naruto, o por algo más. Lo que estaba claro, era su disgusto por verlos así. Pero eso será tema para otro capítulo.
-Ven, Nino-chan es hora de tu lección de hoy- Naruto había llevado a Nino a un motel después del trabajo. El la esperaba desnudo y con su miembro listo para la acción junto a la cama, cuando Nino salió del baño del cuarto vistiendo un micro bikini erótico de color negro, que apenas si tapaba sus pezones y para nada el dildo que seguía girando sobre su muy humedecida vagina. No era toda su vestimenta, tenia guantes y calcetines de tela delgadas casi transparentes, largos color negro que le llegaban a los codos y a las rodillas. Unos tacones negros delgados. En verdad parecía que si de una puta se tratara.
-Por favor…- no podía mas con la sensación orgásmica en su cuerpo -…Dime que me puedo sacar esto…-.
-Pídelo como te enseñe, recuerda Nino, ahora eres mi puta- la tomo de sus mejillas con su mano, para hacerla mirarle a la cara -Vamos, sabes que puedo esperar-.
-Puedo quitarme el dildo… Naruto-sama…- dijo sumisa ante el rubio.
-Veamos- comenzó su juego Naruto –Como te has portado bien hoy, puedes, pero primero usa tu boca para complacerme…-.
-Si… Naruto-sama…- dijo reprimiendo su odio contra su amo.
De rodillas, como si fuera un rey; Naruto recibía una felación de Nino mientras el dildo seguía haciendo batido en su vagina, donde yacía la quintilliza un charco de jugos vaginales ya tenía manchado el piso.
La sensación del orgasmo en su cuerpo la llevo al límite, digo esto pues mientras le mamaba la polla a Naruto, una de sus manos fue a su clítoris y comenzó a jugar con los labios de su vagina, mientras la otra mano de Nino, tomo el pezón de su pecho izquierdo para jugar ella misma.
-¿Qué pasa? Lo disfrutas ahora verdad, no puedes esperar más, te dije que eras una puta- decía Naruto disfrutando de la felación.
-No lo soy…- decía sin escupir su pene de su boca -…hago esto… porque mi cuerpo no puede más… quiero venirme… quiero… quiero aliviar esta sensación en mi cuerpo… pero no quiero…-.
-Supongo que querrás que lo dejemos aquí- saco su polla de la boca de Nino y se alejo de ella –No te quitare el dildo de tu vagina, pero si aumentare su nivel- saco el control remoto del juguete y el ritmo del pene falso, comenzó dio un rudo aumento a su velocidad y vibración.
-No espera… ¡Um!- sonó su boca de tal manera cuando el interior de su cuerpo comenzaba a sentirse derretir. La agresividad de esta polla falsa la corrompía, tanto; que cayó al piso debido al orgasmo. Sus manos comenzaron a jugar con su cuerpo, una mano apretaba y manoseaba sus senos, mientras la otra tomaba el dildo y en vez de sacarlo de su cuerpo, lo uso para masturbase a vista de Naruto y su celular que le grababa -…Detente… mi cuerpo… quiere mi cuerpo…-.
-¿Qué quiere tu cuerpo, Nino-chan?- preguntaba burlonamente.
-Mi cuerpo quiere correrse… Naruto-sama- dijo, sin parar de masturbase aun sin impórtale que le estuvieran grabando.
-Te dejare hacerlo, vamos usa ese pene falso-.
-Mi cuerpo… mi cuerpo no quiere el falso… quiere uno real… quiero… quiero…-.
-¿Qué cosa? Nino-.
-¡Quiero el pene de Naruto-sama! ¡Por favor, Naruto-sama métame su pene y hágame correrme!- la había vuelto una puta, solo faltaba asegurarse que fuese su puta.
Dejo de filmar y le retiro a Nino el juguete sexual de su interior, la levanto para meterla en la cama. Para incrustar profundamente su polla.
-¡Siiiii!~- con solo metérsela, se corrió -Un pene de verdad está dentro de mi~-.
-Tu coño está muy resbaladizo Nino-chan, dime ¿se siente bien? ¿Se siente bien mi polla dentro de ti?- la agarro de sus brazos y los cruzo por debajo de sus pechos, reafirmando lo grande que eran, un espectáculo al verlas rebotando parejamente.
-No… voy a admitirlo…- dijo, recuperando parte de su voluntad, solo de sus labios, porque su cuerpo -Mi Cuerpo… quiere venirse… todo por culpa de ti… y tu pervertida polla…-.
-Recuerda que esta pervertida polla tomo tu virginidad- exclamo Naruto, cuando la hizo cabalgar su verga, ella movía voluntariamente sus caderas de arriba abajo, y dando vueltas sobre su eje, aplastando su verga hasta que le tocara su útero.
-Lo odio… odio tu pene… pero… pero mi coño… mi coño quiere correrse…- dijo decepcionada de su propia abstinencia.
Naruto la levanto de sus piernas, sin sacarle la polla, y la cargo hacia el espejo de la habitación, allí podía verse la quintilliza en su naturaleza lasciva.
-Mírate Nino, esto es lo que eres…- decía Naruto, siendo él quien movía sus caderas para penetrarla placenteramente -Bajo esa cara de niña engreída que me pones siempre… eres nada más que una puta…-.
-Me niego a aceptarlo… no soy ninguna puta… pero… pero se siente bien… se siente bien que la polla de Naruto-sama… destroce mi vagina… porque… ¡te odio! ¡Te odio, me oyes!- había una mentira detrás de esa afirmación de Nino -…no importa cuánto me violes te odiare por cómo eres…-.
Para cuando estas nuevas palabras salieron de la boca de Nino, Naruto estaba llegando a su límite nuevamente, después de varias rondas para intentar corromperla hasta este preciso momento.
-¡Kyyyyyyyaaaaaaaaa!- un mayor gemido no escuchado antes de Nino, provino de su boca al ser llenado su interior con la decima ronda se sexo dado por Uzumaki. Agotados, la dejo caer sobre el suelo sin medir nada, un ligero golpe se oyó de Nino al darse contra el suelo.
-Abre la boca Nino-.
Naruto se agacho y metió su pene en la boca de la segunda quintilliza, solo para darse una última felación y correrse en su boca. Más cuando lo hizo, ella tomo su polla con la lengua, más que limpiarlo, parecía no querer soltarlo. Hasta que sintió que su miembro perdió su rigidez.
-Ahg~ te odio… te odio…- decía con algunas lagrimas en sus ojos.
Se sentó sobre Nino, debajo de sus pechos, para que viese como su pene, a pesar de diez rondas seguidas, estaba listo para diez más. El terror se dibujo en la cara de Nino esa noche.
-Hare que me respetes Nino, recuerda que me obligaste a violarte ese día y tomare la responsabilidad, te hare mi puta personal- exclamo Naruto para poner su polla entre sus pechos.
-Déjame ir…- pidió aterrorizada.
-Lo siento Nino, pero tengo que hacer más intensas tus lecciones sobre respeto. No regresaras esta noche a casa, ni descansaras. Aun te espera un largo e intensivo curso, Nino-chan-.
Las hermanas Nakano son cinco, Nino solo era una de ellas, solo ella tenía estas clases intensas sobre respeto. Sus hermanas pronto conocerían a su profesor, pero no recibirán el mismo trato que ella, tendrán clases especiales cada hermana.
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