Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Segunda prueba

Euphoria 2

Un bebe nace, teniendo como primer recuerdo la luz y la felicidad de sus padres llenos de felicidad por ver el milagro del fruto de su amor. En cambio Emiya Shirou, el primer recuerdo que tenia de su vida eran recuerdos (en sus palabras) el infierno mismo.

—Recuerdo ese mismo día cada mañana —el mismo Shirou te contaba con sus propias palabras, su historia —esa fría noche que se convirtió en calurosa y el infierno se levanto. Una secta terrorista había aterrado Fuyuki y toda la región hace unos años atrás. "El culto de la diosa consorte" así se hacían llamar, ellos realizaron un gran ataque se llevo acabo en el centro de la ciudad, donde tenia mi hogar y a mis padres. Varios edificios fueron destruidos, por fortuna hubieron pocas victimas fatales si se comparaba el número de heridos y sobrevivientes con el número de muertos, pero esos pocos eran cientos, la desgracia era que entre esas pocas victimas estaban mis padres.

El culto de la diosa consorte, una religión mas que una simple secta; era una congregación de personas que en su fe decían que el mundo estaba condenado. El dios Kagachi seducido por la belleza de una mujer esposa de otro hombre humano, con la que tuvo un amorío prohibido. Kagachi fue detenido por otros dioses ya que la relación entre un dios y un humano era prohibida. Kagachi enojado sabia lo que pasaba si un dios se involucraba con un humano y tenían un hijo, lo que naciera seria el siguiente paso en la evolución humana, una entidad difícil de no estaría a merced de los demás dioses y que si este se reproducía sus descendencias serían lo mismo y no le importo. Enojado Kagachi fue apartado de la mujer con la que se aventuro y con quien tuvo siete hijos, fue sentenciado a muerte con los otros siete hijos aun bebes; mientras que la esposa oculto su octavo embarazo y dio a luz sin que los demás dioses supieran. Kagachi juro venganza, y que sus siete hijos asesinados renacerían más cuando lo hicieran, el final de los tiempos comenzaría para los dioses y los humanos que creían en ellos, y que solo sus hijos y las humanas que tuvieran por mujer repoblarían la tierra en una nueva era.

Nació una niña como octava hija de Kagachi, que al saber el destino de sus padres y sus hermanos, mas aun sabiendo su verdadera ascendencia de la que fue negada. Obligada a ser desposada por un dios para mantener separada la sangre de los dioses de la humana, obligada a ser llamada la diosa consorte, siendo su nombre humana tachada de aberración entre dioses. Decidida a vengarse y al amor secreto de sus padres, la diosa consorte escapo al mundo humano y comenzó a seducir hombres, a los cuales le dijo que de su semilla y el cuerpo de la diosa consorte algún día nacerían los que fueron sus hermanos en nuevos cuerpos, y si moría la buscarán y sin importar la edad en la que la encontraran debían reproducirse en ella para hacer dar a luz a sus hermanos y así la voluntad de Kagachi se cumpliría. Eran las conocidas sacerdotisas.

Un culto dedicado a la carnalidad desenfrenada, pederastia y secuestro. Pues a lo largo de su historia anónima habían violado incontables mujeres que decían eran la reencarnación de la diosa consorte, niñas. Devotos a cumplir con la promesa de Kagachi, miembros de la era moderna fueron ejecutando actos terroristas para que las personas se unieran al culto ya que la nueva reencarnación de la diosa consorte aun no aparecía y que debía ser encontrada, temían que los dioses descubrieran su plan de venganza de su deidad y estuvieran interviniendo.

Una religión aterradora, perturbadora y asquerosa que si bien podría ser salida de un cuento de ficción unicamente, en la vida real hay religiones que pueden asemejarse a esta secta ficticia.

Eso fue lo que desencadeno en japón y países vecinos como Rusia, China, Taiwan, incluso estados unidos, miembros de esta religión despertaran preocupación de ser atendidos como un grupo terrorista. Tal como decía, aquella noche Shirou renacido pues el chico perdió las memorias que tuvo de sus padres y su familia antes de esa gran explosión subterránea que derribo edificios en la ciudad.

—Pero ademas de las llamas, los gritos desesperados y el dolor, recuerdo a un hombre que, con sus propias manos me salvo entre las cenizas y el polvo, mi nuevo padre —esa noche como parte de los voluntarios inmediatos como rescatistas ante la masacre, Emiya Kiritsugo encontró al primero de los sobrevivientes entre toda la presencia de la muerte.

—Descuida chico, estarás bien —dijo Kiritsugo entre lagrimas y cenizas por encontrar al primer vivo entre los muertos —vas a estar bien.

—Esa vez, conocí lo que solo hay en libros de ficción y revistas, un héroe —conoció al hombre del que querría seguir sus pasos —me dio lo que perdí en vida y recuerdos, una familia. Su esposa era una toda una dama y reina, proveniente del extranjero: Iriasvel von Einzbern, una familia antigua como el tiempo mismo parte de una familia de realeza del país que provenía supongo, con ella la que seria por corto tiempo mi hermana, Illyasvel. Ellas me tomaron como su hijo. Fui alegre, Kiritsugo era un investigador de la interpol asignado para ir detrás del caso de esta secta junto a otros, pero su verdadera y mas fatídica lucha vino un año después, cuando esa mujer albina siempre alegre, que me dio Kiritsugo por madre, estallo en rabia aquel día.

—¡Que significa esto, Kiritsugo! —grito llena de decepción y furia contenida recién liberada.

—Iri... no es lo que crees —quiso explicarlo cuando en una de las habitaciones del castillo descubrió a su padre, siendo besado furtivamente por su compañera de investigación y del caso, Maiya.

—Es lo que ves, Iriasvel —dijo Maiya, robando a mi padre a la albina.

Aquella vez, Shirou estaba junto con Illya jugando entre los pasillos cuando vieron el principio del divorcio de sus padres, como el hermano que se volvió, tomo a Illya y se alejaron, no sin alejar el oído de lo que ocurría, ambos.

—Resulto que esa mujer había sido amante de mi padre desde antes de casarse con Iriasvel, que su matrimonio era una farsa, fueron obligados a casarse por alguna razón; mi padre termino enamorándose de Iriasvel, sin embargo Maiya no dejo de amar a Kiritsugo —narraba Shirou —al cabo de un año, Kiritsugo e Iri se divorciaron, él se quedo con mi custodia, madre se quedo con mi única hermana. Como era un niño, no le di importancia. Entonces la conocí, esa bella flor frágil pero fuerte a la vista, Artoria.

—Tu debes ser Shirou, mucho gusto —fueron las primeras palabras que había escuchado de Shirou de tan bella mujer.

Cuando Kiritsugo se divorcio perdió todo, incluso alejo a Maiya de su vida a pesar de seguir viéndola en su trabajo. Recibió refugio en casa de una compañera de trabajo, Artoria o... Saber para sus compañeros. En esa residencia Fujimi donde alquilaba junto a una chica llamada Taiga. Eso era una historia antigua.

La lucha de Kiritsugo con el culto de la diosa consorte siguió en la ciudad, así como su soledad y tristeza. Lo vi deteriorarse poco a poco.

—Hasta que una vez mas, el grupo terrorista decidió atacar, habían secuestrado un hotel de la ciudad donde Iriasvel asistió esa noche desafortunada. Amenazaron con hacer estallar el edificio, pues el culto estaba en las ultimas, no tenían mas fieles y su causa estaba perdida. Así que tomarían todas las vidas del lugar en sacrificio habían dicho —fue el pináculo de la vida de Emiya como detective —Kiritsugo junto a su equipo debían detenerlo, pero cuando descubrió que Iriasvel estaba dentro, quiso salvarla apresuradamente. Se suponía que el edificio fue construido por una de las mejores constructoras en el mundo, la compañía Edelfelt. Pero por salvar a su amada, ellos decidieron hacer estallar el edificio, dijeron que sus edificios podían con todo, terremotos, huracanes, maremotos. Incluso estallidos. Era una bomba pequeña, pero fue suficiente para hacer caer la mitad del edificio, mitad donde las victimas se perdieron, con ellos, Iriasvel.

Lo siguiente que vio de su padre, fueron sus últimos días de aliento. Las bombas utilizadas en el atentado fueron de menor medida, pero dieron el estallido en el lugar indicado y parte del edificio colapso, un edificio que según la compañía obrera, seria un edificio in derrumbable ante cualquier amenaza, natural o humana, (un atentado, de menor cantidad claro).

—Fue culpado por desobedecer las ordenes y actuar de manera inapropiada para ser un agente de la policía. Culpado por los familiares de las victimas por sus decisiones, por su agencia, dejado de lado por sus compañeros, ni siquiera su amante Maiya pudo sacarlo del espiral de depresión al que descendió.

Esa ultima noche, que sin saber a su hijo. Kiritsugo había envenenado lentamente su cuerpo para morir esa noche estrellada, en acompañamiento de su hijo; murió no sin antes tener una ultima conversación.

—Cuando crezca... ¡seré un detective como tu, seré un héroe de la justicia como tu! —declaraba su inspiración que le irradiaba su padre adoptivo a él.

—Entonces deberás ser fuerte —dijo Kiritsugo —ser un héroe no es fácil. Nadie pide ser un héroe Shirou, pero a veces alguien debe serlo, deberás hacer lo impensable en los momentos mas imposibles... —solo miraba las estrellas -piensaló bien Shirou, no te obligues a ser algo que no quieras ser.

—Ojala hubiera vivido. No sabes cuanto me hiciste, falta... padre.

Se encontraba delante de la tumba de Emiya Kiritsugo, ya no de niño pero una semana antes de que Euphoria lo escogiera para ser parte de sus siguientes juegos enfermos fue a visitar a su tutor como cada mes para conversar con él en su descanso. Pero ahora, seguían detrás de las paredes en aquella casa enorme encerrados jugando por su vida.

Desde el lugar de allanamiento Megumi, Artoria y demás refuerzos policiales tenían detenido a esta chica loca que seguía en su silla de ruedas detrás de su escritorio sin poder moverla, pues si lo hacían el juego podría terminar para los nueve que estaban en su juego. El cuerpo de Artoria estaba paralizado, mirar a mas de un ser querido que amaba en medio de uno de los juegos nuevos de esta psicópata, lo estaba convirtiendo en un criminal, suponía, quería sacarlos de allí, aun siendo policía de alto poder, con tantos policías en poder de mando... se sentía impotente de salvarlos, sobre todo a Shirou.

—Diarmuid —su compañero apareció detrás de Artoria, saco a la rubia oficial de sus pensamientos.

—Los médicos llevaron a todos a emergencias -hablaba de sus compañeros —están demasiado heridos y con perdidas masivas de sangre... temen que no sobrevivan.

—¿Quienes? —pregunto por sus compañeros.

—...Todos —respondió con desanimo Diarmuid.

Era una psicópata, eliminar a mas de veinte oficiales colocando trampas cual vietcom se tratara, la volvían letal. Reprimiendo las ganas de agarrar a golpes a la chica, se acerco despacio a Megumi para confrontarla cara a cara.

—Bien, estoy en tu juego que quieres que haga —exclamo Artoria delante de ella.

—¿Quieres ver de nuevo a tus seres queridos? Ven y siéntate conmigo, hablemos mientras ellos juegan, solas tu y yo, tus oficiales se van —dijo Euphoria.

—Ver como Shirou lo conviertes en un criminal, este lugar ya en si es una escena de crimen —exclamo Artoria.

—Solo tienen que darnos espacio para hablar en privado, no tienen que irse del edificio —dijo Megumi.

Incierta, Artoria miro a su compañero antes de aceptar las condiciones de la criminal, su compañero le dijo que siguiera sus reglas en lo que él y un equipo técnico en camino intentarían ubicar el origen de la transmisión.

—De acuerdo, pero si Shirou no le pasa algo... te haré sufrir cien veces lo que a él —amenazo. Se sentó en la silla del otro lado del escritorio donde estaba, para tomar el vaso de agua de Megumi y querer tomar de él.

—¿Como pretendes hacerse sufrir mas? No es por burlarme, soy una paciente con SIDA avanzada, la enfermedad lleva torturándome por dentro desde que nací de una madre que resulto ser una puta —exclamo, y las ganas de Saber de beber del vaso se acabaron.

—¿De que quieres hablar? —pregunto Artoria, sin dar señal a Megumi que había encendido su radio y bajado; para que sus compañeros que lejos, pero cerca; escucharan la conversación.

—Cuantos jugadores ves en el monitor —pregunto Euphoria, viendo junto a Saber que los jugadores salían con temor de la habitación hacia el lobby como decían las reglas.

—Veo nueve... —respondió Artoria contando a Shirou.

—En realidad, hay diez. El ultimo esta esperando su momento para entrar al juego —revelo.

¿Uno mas en este juego enfermo? Que ganaba metiendo a uno mas en este duelo de vida o muerte. Mas bien la pregunta correcta seria saber, quien era esa otra persona. Preguntar por ella seria mala idea.

—Quiero jugar un juego Saber, conversemos durante el resto de horas que les quedan para salir solo eso. Es la única regla —dijo mientras Artoria veía a su hermana quedar aturdida por el coito forzado de Shirou quien parecía estar enojada.

—¿Porque haces esto? ¿quien eres exactamente? Euphoria o prefieres que te llame por tu nuevo nombre, Spiral —pregunto Saber, una distracción mientras dejaba abajo de ella su radio encendida —¿tan rápido te fastidiaste de tu primero nombre y así es como te gusta que te llamen ahora?.

—No, la prensa y los policías me pusieron esos nombres —exclamo Megumi con el rostro agotado —me pusieron Euphoria porque aquellos que superaban los juegos que les desarrolle, sintieron esa emoción después de triunfar, sabes lo que se siente, la felicidad que siente al ser libre de esas ataduras que no ves ¿el bienestar que provoca?

—No entiendo de lo que me hablas, dime porque elegiste a Shirou... —la furia contenida de Saber fue detenida por la chica a mitad de conversación.

—Sigue las reglas, o el juego acabara antes —exclamo la chica, su atuendo la inclinación hacia la detective eran imponentes -la paciencia es una virtud que muy pocos tienen, parece que solo Shirou la tiene.

Miro a las pantallas donde el juego se desarrollaba, allí donde su hermana mayor seguía en shock con el primer acto de Shirou. En cuanto a Artoria, ella seguía sintiéndose así por dentro, no temerosa por el posible monstruo en el que se convertía Shirou, por algo completamente diferente. Quería ser ella la que sintiera el calor de ese chico, ¿porque no lo reclamo cuando se le confeso aquella vez?

Casi tres meses atrás cuando aun vivían en la residencia de Fujimaru Taiga, en un noche de calor entre Shirou y Artoria cuyo origen aun es incierto, Shirou decidió confesar sus sentimientos a la mujer que lo acogió en esta segunda ocasión.

—Artoria, te amo —había dicho Shirou estando cara a cara con la británica mientras esta solamente se cubría el cuerpo con la sabana, a pesar de que su corazón se acelerara por las palabras del pelirrojo ella cruelmente respondió:

—Shirou, lo siento, pero no siento lo mismo por ti —fue la respuesta que termino alejando al chico de ella, más no quería que esto pasara.

En las cámaras, podía ver como el juego seguía creciendo; sin embargo aquel chico soñador que aspiraba a cambiar el mundo de forma correcta se volvía... oscuro.

Ninguna de las restantes jugadoras podía creerlo. Así como en el previo juego de Tokonosu donde esas desafortunadas conocían a su verdugo, las ocho aquí y ahora conocían también al joven que sería el castigador al crimen que no sabían que cometieron.

—Emiya... —Rin estaba impactada ante las imágenes en esa torre en la entrada de esa casa donde se transmitía lo que acontecía dentro. Todas las presentes conocían a Shirou, jamás pensaron verlo en algo ilícito como lo que Euphoria le obligo a hacer, la cara de Emiya reflejaba lo mucho que lo complacía el ceder a ese instinto animal. Mas que eso, un instinto bestial.

De entre todas, una rubia prominente y de raíces europeas se alejo del resto con los brazos cruzados con terror y miedo en sus venas, pero a la vez estaba... ¿emocionada?

—Ah~ —gimió de felicidad estando sola —imaginar que Shirou en ese estado salvaje me tome -realmente estaba ansiosa por la siguiente. Aunque en sus mas intimas fantasías y mas húmedos sueños siempre imagino que el pelirrojo y ella se encontraban en una habitación romántica con los detalles mas esperados para dos amantes que consumarían su acto, allí le mostraría esa lencería especial que había comprado para los ojos de su amado héroe.

—En verdad, no puedo creer que pienses en algo así —apareció Thosaka detrás de Luvia apenas la escucho clamar por Shirou cual su dueño o amo fuera —¿que no ves la situación en la que estamos?

—Pero por su puesto —Luvia regreso a su estado egocentrico —quiero salir, pero si hay que dejar que Shirou... —seguía con sus fantasías respectivas al chico que le apasionaba como el sol de verano. Tohsaka solo sintió repelús a causa de ella.

—¡Tonta que no ves que nuestras vidas están en riesgo, debemos hallar la salida! —desesperaba su optimismo de la Edelfelt —nunca pensé ver a Shirou hacer algo como eso. Verlo en ese monitor fue como ver a un depredador cazando por venganza ...¡cof, cof! —tocio de la nada, la forma en la que le hizo fue tal, que incluso que su rival levanto preocupación por ella en el momento.

—¿Te sientes bien, Thosaka-san?

—Mareada, unicamente —Rin acurruco su cara con su mano al sentir un dolor como migraña viniendo de su frente —deben ser los efectos del veneno.

—Oigan, no hay que perder tiempo —Medea, la otra mujer escogida para apostar su vida en estas pruebas se acerco a las chicas apenas las vio dejar de jugar (según sus ojos lo vieron así) —creo que estamos de acuerdo en que ninguna quiere estar aquí y mucho menos estar en esta situación tan comprometedora. Pero es la única forma de hacer que este maldito juego acabe, habrá que jugar sin excepción con Emiya.

—¿Como es que lo conoces? —pregunto Luvia ante la extraña mención casual de la mujer de cabello morado.

—¿A Emiya? Bueno, suele visitar el templo Rudonji por su amigo, Issei —exclamo la hechicera aguantando los nervios.

—¿Eres familiar de Issei o algo así? —pregunto Rin tras escuchar.

—No exactamente, no nos llevamos bien pero vivimos en las instalaciones del templo —exclamo desviando la vista, era verdad lo que decía ella -ahora es su turno, díganme de donde conocen a Emiya.

—La academia —respondió Rin.

—También —Luvia se había transferido al principio del nuevo año.

No obstante, ese mismo depredador seguía dentro de las paredes donde la primera prueba, la puerta del sótano donde jugaron se abrió de nuevo, podían salir de vuelta al resto de la mansión.

—Creo que hay que preguntar, ¿porque estamos aquí? —dijo Rin, recargándose contra la pared que tenia a sus lados —dijo ese psicópata que teníamos pecados por expiar, ¿a que se refería?

—Dicen que Euphoria siempre elige personas que tienen cosas en común —hablo Sakura detrás de Medusa —algo hicimos para terminar aquí. Y si senpai es quien eligió para castigarnos, es porque seguramente hicimos algo hacia él que le afecto.

—¿De que estas hablando? —Luvia halló incoherencias en las palabras de la Matou —como yo podría hacerle algo a mi amado Sherou —el tono de voz que usaba para referirse a él, le perturbaban a Rin y molestaba de cierta forma a las demás a pesar de la situación —jamás le haría algo a mi Sherou.

Sin embargo, la clave estaba allí.

—Me das una mano —pidió Rhongomyniad apenas logro calmar sus temor generado por el chico. La puerta de la habitación donde jugaron se abrió sin embargo ella y Emiya seguían dentro.

—Tienes piernas, levantate tu —respondió con veneno en su voz. Rechazo la mano extendida de la mujer, lastimando la mas de lo que ya lo hizo.

—Lo lamento, en verdad lo digo. Nunca pensé que algo como eso llegara a suceder —exclamo conteniendo su odio mismo la rubia ante la realidad.

—Dile eso a Kiritsugo... a Iriasvel... ¡a todos los inocentes que murieron ese día! ¡¿cuantos mas no habrán muerto por tu avaricia?! —grito con rabia —nada de lo que hagas, perdonara lo que le hiciste a mi padre y la ciudad. ¿Porque? porque lo hiciste, tu eras una de mi inspiración -la vida estaba llena de decepciones, pero estaba aprendiendo la lección, no puedes contar con nadie, en especial los héroes.

—Crees que ser política dura toda la vida... —no podía retener su temperamento mas, las palabras del chico le dañaban mas que el fuego de la prueba —tenia que pensar en mí nunca tuve oportunidad de conocer a alguien. ¡Estoy sola! no tengo a nadie como mi hermana, ni hijos ni un amante, nadie que quisiera por quien soy, solo ponían sus ojos en mi por mi cuerpo. Estoy sola, solo... solo me tenia a mi.

—Yo no te importe acaso... ¿ni Mordred? —decía —todo el tiempo que estábamos contigo, ¿no fue nada, nuestro amor por ti no es nada? —la mujer se devasto mientras seguía en el suelo —tu eras una mujer importante para mi.

—Soy tu tía, es natural que me quieras, pero yo pensé que tu eras distinto a esos hombres Shirou. Tus palabras y tus acciones me mostraron que eres igual.

-Tu también me lo has mostrado, pero que quede claro, para eras mas que mi familia, Rhongomyniad -termino su conversación.

Rhongomyniad sentía amor por el caballero sincero que era este muchacho, sin embargo ese caballero murió cuando despertaron dentro de las paredes de esta casa. La confesión de Emiya, en la que revelo que solo miraba a Ryo por su cuerpo, quien no podría evitar pensar en su cuerpo después de todo. Pero lo que ella tenia era la codicia y soledad corrompiendo sus ideales, alguna vez fue la heroína que creyó Shirou que era, pero mas rápido se dio cuenta que la vida no se puede ganar jugando con las reglas, al final debes buscar salirte con la tuya.

—Al igual que tu, Ryo-san; creí que tu eras diferente, que realmente querías cambiar esta ciudad, pero solo eres otra codiciosa mas en la política de este país. Tienen razón —hablo Shirou luego del corto silencio entre ambos -lo peor de admirar a un héroe, es conocerlo.

—...Oni-chan —se escucho una voz tierna proviniendo de la parte superior a esas escaleras del sótano.

—Ilya... —se dio cuenta de su hermana tras superar la primera prueba. El verla tras mucho tiempo bajo el nivel de furia en su corazón.

—¿Obtuvieron la llave? hay que encontrar la salida antes de que se acabe el tiempo —exclamo, con un tono indiferente y desviando su mirada del pelirrojo. Dio la vuelta, apenas si cruzó el arco de la puerta y una leve tos salió de la boca de la Einzbern, parecía ser una tos común, pero en la mano de Ilya un gota de sangre vio la albina en su palma.

—¡Estas bien, Ilya! —su lado de hermano mayor salio a flote un momento. El efecto de la orquídea tantrica se desvaneció, el lado salvaje de Shirou se fue. El Shirou Alter desapareció, pero pronto volvería.

No hubo respuesta, solo una mirada des aprobatoria de su antigua hermana. La cual vio alejarse por el corredor, los dejo atrás.

De forma separada emergieron con la victoria de sobrevivir, inyecto en la hermana de Artoria la cura para el veneno en su sangre, se sintió mas aliviada al instante. Pero era solamente pasajero, su cuerpo seguía dolido por el acto influenciado de su sobrino. Se reincorporaron sin perder tiempo, una vez mas se dispusieron en continuar y en encontrar la próxima sala de juegos. Rhongomyniad se mantuvo distante de Emiya luego de su prueba, comportándose como totales desconocidos.

—Shirou —llamó Mordred a él luego de notar el distanciamiento físico entre su nuevo hermano y su tía —¿que paso allí dentro? —pregunto, pues cuando el juego termino las pantallas dejaron de mostrar lo que por dentro de la habitación ocurría y tras ir a buscarlos, los escucho discutir —¿todo bien? —extrañamente se sentía aterrada por quien era su hermano políticamente hablando.

—Lo que me gustaría saber es que pasa en este juego —exclamo el pelirrojo, solo confundió mas a su hermanastra con esa declaración —quien mas no es la persona que conozco.

—Oye me estas asustando... —dio un paso atrás Mordred, el noto de Shirou le hizo preocuparse.

Andando en pasillo por pasillo por cinco minutos mas; encontraron una nueva puerta con el nombre de la mas entusiasmada por ceder su cuerpo al animal que había en el pantalón de Emiya en este momento.

—...Luvia —leyó Thosaka de la puerta cerrada con la inscripción hecho con tinta roja.

—¡Por fin! —grito entusiasmada, pero mas de una quedo decepcionada por la reacción positiva de la rubia con tirabuzones en su estilo de cabello —perdón, quise decir: que parece que llego mi momento. Estoy dispuesta a jugar por el bien de la mayoría —de nuevo aparento ser esa chica refinada y rica que era. Pero no engañaba ninguna de las que estaban encerradas con ella.

Sin prestarle atención, sin perder mas tiempo Emiya puso la llave ganada en la puerta y de forma automática la cerradura acepto y el engranaje se ajusto.

—Jugadores detectados, Luvia Edelfelt, Emiya Shirou —escucharon la voz modificada hablar desde el pequeño altoparlante conectado a la puerta cuando se abrió.

—Vamos, Luvia —exclamo el pelirrojo, llevándose consigo por las buenas a la chica. La reciente revelación para Shirou marco profundo al chico, mas el afrodisíaco de la orquídea le tenían afectado mas de la cuenta.

—Espero que mi corazón tenga fuerzas —dijo en voz baja mientras suspiraba de deseo en medio de las restantes jugadoras como de quien ya fue victima. Tohsaka como Medea hicieron caras de asco por como reaccionaba esta chica.

Desearon suerte a la siguiente victima de todas ellas, pidiendo que el chico la tratara con mas gentileza que la que vieron con Ryo. En lo que todas fueron a donde la torre con las pantallas para ver la prueba que les esperaba a ambos, la tía de Shirou se quedo atrás de todas, solo espero que entraran y la mente de Rhongomyniad comenzó a hacer memoria.

—"No cuadra esto, si tiene que ver con el incidente de ese atentado... porque esta aquí alguien como Luvia, sus padres fueron los responsables no ella ¿o si?" —dijo Rhongomyniad en sus pensamientos —"un segundo, ahora que recuerdo ¿no era Artoria quien estaba investigando acerca de ellos, porque dejo de hacerlo?"

Dentro de esta nueva sala, tras cerrarse la puerta blindada y encenderse la luz, para encontrar que no era una habitación tétrica con una maquina mortal a la espera por ellas como la anterior. Se trataba de un cuarto mas que cómodo, elegante, romántico; cual habitación de hotel se tratara, con velas aromáticas y todo. Una cama con cortinas a su alrededor para que un par de amantes no fueran descubiertos en pleno acto.

—¿Que es esto? —pregunto estupefacto Shirou ante el cambio radical de ambiente tras cerrarse con seguro la puerta de la nueva sala de juegos, de un abandonado cuarto de aparente mansión, a una habitación en perfectas condiciones pero con la droga olorifica en el aire, solo detectable por los varones al parecer.

—Es... ¡perfecto! Es como si hubiera estudiado mis mas grandes fantasías —dijo Luvia creyendo que sus fantasías intimas por fin ocurrirían cual ella quería.

—¿De que estas hablando, Luvia? —cuestiono la actitud de la rubia.

—No lo vez, Sherou —sin importarle que las demás le estuviesen observando por las cámaras o no, puso su cuerpo contra el de Emiya cual amante encendida de pasión fuera, y así era —esta en nuestro destino~ estamos destinados a estar junto~ ... aunque... mirando bien, eh visto esta forma de decoración en algún otro lado.

—Luvia por favor, no es momento para estar relajados —rechazo de inmediato a Edelfelt —hay que averiguar de que trata esta vez para poder salir —hay que encontrar las cosas para salir de aquí.

Una llave, una cura y un número ¿En que orden lo encontrarían?

—Incluso cuando el destino nos llama, sigues siendo Sherou~ —exclamo Luvia, para entrar en modo y ayudar a su inminente castigar a encontrar cual seria la prueba que les esperaba.

Afuera, Rhongomyniad seguía pensando acerca del porque la Luviagelita estaba con ellas en medio de estas pruebas de la mente enferma de Euphoria. Si este juego tenia el mismo concepto que el anterior, Takashi era la victima de una serie eventos planeados sin ser unidos de forma clara a un evento que marco su vida.

Debía ser lo mismo ¿No? ¿Pero porque Shirou? Si este nuevo juego estaba concentrado en lo ocurrido a Kiritsugo y el ultimo atentado terrorista vivido en Fuyuki, después de todo Euphoria les iba a castigar por su crimen. Ryo acepto un soborno al descubrir que la construcción del edificio victima del atentado de hace unos años no cumplía con los estándares prometidos por la misma compañía, un crimen que paso por desapercibido mientras Luvia ¿que hizo? Rin, Ilya, Medusa... Sakura. la pregunta era porque Shirou debía ser el juez e involucrado en este retorcido juego.

En las paredes de la habitación descubierta por Shirou la nueva involucrada. Ambos buscaban donde la nueva cura se escondía en esta rara y romántico cuarto como de hotel.

—Mira Sherou, al menos el demente en este juego se interesa porque bebamos agua —Luvia sostenía dos pequeños botellas de cristal en la mano que saco de uno de los cajones, no tenía etiquetas ni nada, mas cuando lo abrió no detecto ningún olor extraño la rubia Edelfelt.

—¿De donde lo sacaste? —pregunto y ella señalo el cajón del que lo saco, un pequeño mueble de noche que el pelirrojo paso por alto. Sin prestar atención a que la rubia se tomaba esta inusual agua, Emiya busco en el cajón donde no hubo mas que estas botellas —¿que es esto? —la mano del pelirrojo toco algo sobre el compartimiento, la nueva cinta de audio grabado que les esperaba.

—¿Tiene... un raro sabor? —Luvia dejo, pronto sintió un malestar viniendo de su estomago —mi estomago... no era agua —comenzó a molestarle su cuerpo.

—Porque bebiste eso —cuestiono, pero por alguna razón le importaba poco —no importa, escuchemos lo que hay aquí grabado.

Dio reproducir al pequeño dispositivo en sus manos, oír la voz tétrica del muñeco era inquietante.

—Bienvenidos a su nueva prueba, felicidades por superar la primera prueba el primer paso a su libertad a sido dado ahora deben dar el segundo —así comenzó la nueva grabación del audio de Megumi —Shirou, para este punto deberás saber que un héroe debe ser capaz de todo con tal de salvar a los inocentes y de perdonar a aquellos que le han hecho mal a los tuyos. ¿no es lo que Kiritsugo te enseño? —oírla mencionar el nombre de su salvador por una mente retorcida, era una blasfemia —sino lo han notado, esta habitación contiene un estilo de decoración muy empleado por la compañía Edelfelt.

—Sherou, no me siento bien... —Luvia llamo su atención, el malestar lo sentía a través de todo su cuerpo, tanto que decidió tomar asiento en la cama para intentar apaciguar su malestar, pero enseguida se dejo caer dentro del colchón mientras se envolvía en su mismo cuerpo por el repentino y potente dolor que la recorrían —¡no me siento bien, Sherou..!

—Seguramente habrán encontrado una botella cuyo líquido habrá pensado Luvia es agua lo que en realidad es una variación rara del veneno de la llamada araña bananera, así como la orquídea funciona como un afrodisíaco, esta variación en una dosis muy pequeña es un afrodisíaco pero bebido en la cantidad de la botella que ingirió Luvia es letal —Luvia comenzó a temer a esta demente —no te culpes por beber algo de lo que pensaste es agua, hace casi seis horas mas que los traje aquí así que la necesidad por reponer líquidos era algo que tu cuerpo necesitaba por la fuerza. Desafortunadamente Luvia Edelfelt, en este momento hay un segundo veneno recorriendo tu cuerpo, uno es el gas que les inyecte antes, el otro es el veneno que tu sola te hiciste ingerir, sin embargo la cura que encontraron solo funciona para calmar los efectos de la primera toxina, ahora que tu cuerpo tiene una segunda droga en tu sistema, la cura en manos de Shirou te matará.

—¿Que?...

Cuando escucho eso, la Edelfelt tembló de miedo ahora entendió lo que le ocurría referente al ardor por todo su cuerpo, estaba excitada al máximo; tanto que su mismo corazón latía a mas y más a un ritmo alarmante.

—Pero al ser un afrodisíaco, la única forma de salvarte es que Shirou baje los niveles del afrodisíaco con su semen dentro.

—¡Sherou! —quiso ponerse de pie pero dado la sensación que experimentaba su cuerpo la ponía débil pero quería acercarse a su héroe -ayúdame...

—¡Luvia! —la sostuvo a tiempo, la deposito en la cama tras haber dejado caer el reproductor al suelo —¡¿Porque me obligas a hacer esto?!.

—El porque es simple, hubo un tiempo reciente en el que la policía creyó que Kiritsugo no fue totalmente responsable acerca de la tragedia del atentado en torre reloj de la ciudad de Fuyuki —decía Euphoria —así que investigaron a la ex alcaldesa Rhongomyniad, seguramente te ha dicho que acepto el soborno acerca de la construcción del edificio de cientos de inocentes murieron -revelaba Megumi a la rubia que acompañaba a Shirou —pero la policía sospecho que el edificio construido por los Edelfelt no cumplió con lo prometido en su contrato para elaborar el complejo.

—La policía ya tenia sospechas de que la popular constructora Edelfelt no cumplía con sus contratos de construcción al pie de su letra. Pero los documentos que los incriminaban desaparecieron de la noche a la mañana, todos. Literalmente ¿verdad, Luviagelita?

Miro con rabia entonces a la rubia, quien a pesar de su sufrir quiso explicar.

—Sherou, escucha... —mas fue robada sus palabras por la voz grabada y alterada hecha por Megumi.

Derribo a la chica con sus manos apretando los hombros con gran fuerza, lastimando a la chica mas de lo que ya estaba siendo lastimada por dentro.

—Con tal de ayudar a tu familia y salvar la fortuna que se habían ahorrado cometiendo fraudes, destruiste todos los documentos con los que tu familia habría sido expuesta como los estafadores que son —siguió hablando —entre esos documentos, los ahorros que se hicieron al construir el edificio clock tower, el blanco del atentado. La gran constructora Edelfelt, presumiendo por el mundo que sus edificios son los mas fuertes y resistentes del mundo contra todo, maremotos, terremotos, huracanes y atentados —menores claro —solo son otro grupo de defraudadores mas. Y la chica que seguramente esta en tus brazos, también esta manchada de sangre en sus manos.

—Luvia...

La rabia se apoderaba de Shirou, sus manos subieron de los hombros al cuello de Luvia, apretando con tanta fuerza como para matarla en cuestión de un minuto.

—...Detente, She... —la fuerza era brutal, su cabeza no recibía la sangre suficiente para pensar bien.

—No, hay algo mejor... —la mente de Takashi se volvió fría e indiferente cuando olía la orquídea tantrica para cuando se follaba a sus compañeras de juego; Shirou por otro lado, era mas demente y... no se como describirlo. Dejando una mano en el cuello de Luvia, bajo la otra a por debajo de la falda de la Edelfelt y comenzó a acariciar su tesoro —hay algo mejor.

—Sherou... así no... —el oxigeno apenas si regresaba a su cabeza —no debería ser así... ¡Kya! —entonces arrojo a Luvia en la cama al dejarla sin aire, quien sin fuerzas solo vio

—El juego, será un regalo para ti Luvia —retomo la voz de Euphoria —tanto has fantaseado con tu amor de primera vista. La toxina implementada en el cuerpo de Luvia acabara con su vida en cuestión de sesenta minutos. Ya sabes que hacer para salvarla Emiya, si lo haces, la llave y la cura escondidas en esta habitación se les revelara. No hay condiciones, solo juega con ella por sesenta minutos es todo lo que tienes para disfrutar de Luvia y hacerle lo que tu quieras. Después de todo, estabas dispuesta a hacer lo que él quisiera hacer contigo.

—No de esta... forma~ —su cuerpo se calentaba de solo sentir el dedo indice de su amor, tocando su coño por encima de su ropa.

—Que empiece el juego.

De nuevo, un reloj rojo y de pantalla, escondido a simple vista de ellos en la habitación se encendió marcando los cuarenta minutos de juego, los números hacían cuenta atrás.

—Espera... Sherou —la mano del pelirrojo apretó con mas fuerza poniendo roja una vez mas a Luvia -lo siento... lo siento -lagrimas salían de sus ojos.

—Decir lo siento no traerá de vuelta a las vidas que murieron ese día —dijo con ira endemoniada y serena —Kiritsugo no recuperara su vida, ni Iryasvel...

—No sabía... solo quise ayudar a mi familia —contesto, una vez mas sintió que la mano de Emiya se hacia mas suave con su cuello —por favor, ten piedad.

—La piedad es para los muertos —dijo, levanto la falda de Luvia mientras su cuerpo seguía cesando. Rompiendo la panti media larga y semi transparente, para remover su ropa interior y mostrar su mojada vagina —Luvia, tenías mi aprecio...

—Sherou... —movió su cabeza y vio como el pelirrojo del que se enamoro a primera vista tenia fuera y endurecido su pene listo para penetrarla —¡espera Sherou! no estoy lista... ¡Aaaahhh!

Su grito se debió a que sin piedad, rompió su himen, abriéndose paso poco a poco hasta llegar lo mas profundo que le permitiese su largo.

—Ah~ Sherou —aunque se sentía agonizante, al mismo tiempo se sentía bien —Sherou... sherou...

—¡Calla! —tapo su boca y su nariz —así como silenciaste tus crimines para salvar a el dinero de tus padres —por alguna razón le gustaba, le agradaba la sensación de ser violento en las relaciones.

La estaba asfixiando ver la cara de sufrimiento en Luviagelita le fascinaba. Sus ojos se posaban en su cuerpo como se movía por el golpeteo de sus caderas mientras su miembro se cubría de la sangre del himen roto de la chica, sobre esa ropa podía ver como los senos grandes (no tan grandes como los de lantoria) rebotaban bajo su vestido elegante que traía siempre.

—¿Sientes calor, Luvia?~ —pregunto, excitándose Shirou —¡abramos tu vestido para refrescarte! —con fuerza sobre humana producto de la orquídea en su sistema, rompió la ropa de la rubia en dos, de paso incluso rompió el sostén de la rubia —te sientes mas fresca...

—Sherou... por favor ¡se mas gentil~ —su voz admitía lo bien que se sentía Luvia al tener este sexo rudo con su amor platónico.

—Quieres que sea gentil... teniendo estos ¡senos obscenos! —entonces comenzó a pegar a los atributos de la chica mientras se movían por inercia, de no ser por la bebida de la orquídea en su sangre, los golpes del chico no los sentiría excitantes —mira como rebotan... de un lado a otro, todos te miran por estas dos grandes cosas en el colegio y por donde vas... ¡eres una lasciva! —pegaba fuerte mientras su cuerpo se movía de los rebotes debido a sus embestidas fuertes.

—Sherou... detente... mi cuerpo se... siente... raro~ —algo se sentía venir del cuerpo Luvia, quemaba por dentro pero no podía salir de ella tan fácil -mi cuerpo... algo va a salir.

—Tu coño es tan genial, mojado y apretado Luvia~ —mas era Shirou quien se sentía venir que la Edelfelt —voy a venirme... voy a llenar tu criminal útero... —sus manos tomaron las piernas de Luvia y la levantaron, clavando mas profundo, hasta su matriz.

—...Si... —con su antemano tapaba su boca, la sensación de ser follada por Shirou era espectacular, solo deseaba no estar en las condiciones que el juego ameritaban —quiero la semilla de Sherou en mi~ —no le escuchaba —quiero a sherou venirse en mi~

—¡Luvia! —clamo estruendosamente su nombre, para correrse en su interior. Su semen ahogaba de éxtasis a Luviagelita, eso y el simple hecho de sentir que su corazón se iba a detener en cualquier momento, solo que esta vez fue hizo mas pequeña la sensación.

—Se siente... —ambos sintieron el orgasmo del otro, querían respirar, pero Shirou tenia que salvarla... no, quería cogérsela simplemente —¿Sherou? —aun teniendo su polla en su interior, se movió y se puso sobre Luvia, comenzando a moverse de nuevo, aun tenia tiempo para jugar con la rubia —espera Shirou... —era mas que genial, se sentía maravillosa; tanto que su cuerpo emitió un segundo orgasmo así de rápido, orgasmo que termino chorreando jugos de su vagina mientras sentía entrar y salir el miembro del pelirrojo en su coño —mi amor, Sherou~

—Que pasa, amas que te viole —bromeo, de la nada solo sintió los brazos y piernas de Luvia envueltos en su cuerpo. Una clara señal para que no se detuviera —tu coño ya se corrió casi de inmediato... eres tan sucia Luvia... Luvia... ¡Luvia!

—Aaaahhh~ —la leche de su héroe pelirrojo inundo su sucio coño una segunda vez —el semen de Sherou esta en mi... me siento alegre... tendré un hijo de Sherou~

La cantidad era mas que la primera vez, mas grande lo sentía en su interior después de cada ronda. Mas grande y duro, mas eyaculador y vigoroso. Al final, termino sintiendo mas los efectos estimulantes de la orquídea que bebió que la sensación destructora del veneno en su cuerpo.

—Lo hago bien, mi amor~ —dijo Luvia ignorando que su corazón y su cuerpo se estabilizaban, solo sentía éxtasis y el hecho de mover su cuerpo sobre Emiya, exprimiendo mas de su preciado semen.

—Mueve mas tu sucio trasero —decía, pegando manotazos al trasero de la rubia resonando en la habitación mientras su boca apretaba los pezones de los pechos de ella mojandola mucho mas —vamos, quieres mi semen, perra... ¡muévete mas!

—Mas~ quiero mas del semen de Sherou... ¡Sherou! —grito su nombre apretando su cuerpo contra la de su amor y perpetrador. Recibiendo una mas de su leche cuando su vagina lloraba de felicidad al recibir el alimento una vez mas de su romántico, y luego otra y otra. Esos cuarenta minutos fueron el cielo y el infierno de Luvia. Mas cielo que infierno, el infierno le aguardaba a otra de las que esperaban por Shirou.

Cuando esos cuarenta minutos acabaron, fue mas acabada Luvia que el tiempo; yacía acostada sobre la cama con el cuerpo hacia abajo y su cara a un lado del colchón, reflejando lo genial que debió sentirlo la rubia Edelfelt, teniendo su coño derramando el semen de su amor. No sin antes sentir una corrida mas del pene de Emiya quien soltó su semen sobre el trasero blanco enrojecido de las palmadas de sus manos.

—Mirate, con mi semen cubriendo tu lindo cuerpo ¿que pensarían tus padres? —la droga en el aire destruían al Shirou conocido y hacían dar a luz a otro Shirou, un alter mas alter que el conocido Alter.

—Sherou~ te amo~ —la oyó decir luego de verla perder la mente tras tanto éxtasis.

La llave y la cura salieron de un cajón que estaba debajo del que sacaron el agua y la grabadora. que se abrió solo tras acabar el tiempo, tomo la nueva llave así como tomo la inyección y la puso en Luvia, se lo inyecto en su trasero. Pudo verla mas aliviada ahora. El número estaba escrito en aquel nuevo cajón con pintura verde: 24.

Nunca sintió lo que ella sentía por él, pero algo sentía por la rubia en este momento, satisfacción, empoderamiento. Euforia.

—Descansa Luvia, se acerco a su rostro y ante las cámaras, ante Saber. Robo un beso a la durmiente Edelfelt.

Una prueba mas, una oportunidad de volver a ser libre mas cerca cada vez. Cada vez, mas cerca de volverse un criminal, así lo veía Artoria desde la cámara que grababan el en vivo del juego. Cada vez más, su paciencia de Saber se acababa, no quería que Shirou estuviera haciendo el amor con otras, se a la fuerza por salvar sus vidas, o que estuviera haciéndolo con ellas por amor.



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