Finis Chaldea

Finis Chaldea 

[Olga Marie Animusphere, segunda directora de la organización Finis Chaldea. Master número 0]

Fue el sueño de mi padre, aunque él decía que era el sueño de toda nuestra familia o más bien un aviso de las estrellas que no vimos hasta el momento adecuado. Los Animusphere somos magos especializados en la magia de las estrellas, con ellas hemos visto el futuro de las personas y del mundo, siempre cambiando con las decisiones que tomamos; hemos usado el poder los astros para nuestro beneficio y de aquellos que tienen para pagarnos por brindarles la información sobre su futuro.

Hasta que un día mi padre, el primer director de Chaldea: Marysbury Animusphere, lo vio en ellas; un futuro donde no existe el futuro donde lo único que podía observar era un perpetuo vacío y olor a muerte. Nadie creía aquello en lo que vio aun cuando mostro pruebas a la asociación magos y menos aún las organizaciones compuestas por los no magos, así que él mismo se propuso que esa era la labor destinada de nuestra familia o más bien un castigo por jugar con el cosmos, una encomienda demasiado grande pero aún así aceptamos el castigo de salvar y proteger la historia humana. Con el vago apoyo de la ONU y el dinero que nuestra familia poseía, Marysbury fundo esta organización bajo un peculiar nombre: Finnis Chaldea. 

Nuestra tarea no es sencilla ni simple. El compromiso de mi padre y el deber auto impuesto de esta tarea fue transmitido a todos aquellos que conforman nuestra sede compuesta por magos y científicos, yo sería la que seguiría este sueño al convertirme en la segunda directora de Chaldea luego de que por motivos extraños mi padre decidiera quitarse la vida. Algo que nunca ví venir ni nadie lo hizo, me dejo una carga enorme sobre el orgullo de mi apellido.

Un día caí desmayada en el piso del pasillo externo de las instalaciones, la falta de una buena alimentación luego de pasar por un duro padecimiento de anorexia me tenían débil, suma a eso la carga y estrés que me causa el ser la directora de una instalacion con una labor tan dura y agobiante siendo joven. Pude haberme quedado ahí tirada de no ser por Fou, un extraño animal que no sabemos si era un perro o un conejo, pero se pasea libremente por la instalaciones como si fuera el dueño, no tenemos idea de quien lo trajo pero que bueno que esta con nosotros.

—¡Fou! —escuche su tierno sonido tan cerca de mi, después casi lejano; escuche a mi asistente y dueña no oficial del animal venir por mi apresurada.

—Fou-san ¿Qué haces?... ¡Directora, directora está bien!

—¿Que paso? —comencé a levantarme con su ayuda—. ¿Mash?

—Soy yo, directora ¿Se encuentra bien? 

—He vuelto a desmayarme, verdad —ella me sostenía mientras se iba el dolor de mi cabeza.

—Mejor llamo al doctor —dijo y le respondí.

—Tranquila estoy bien —me separé de ella, sentí un mareo pero pude pasar eso rapido—. Dime Mash ¿Qué hora es?

—Ya casi es la hora acordada para la reunión  con los Masters en el auditorio —contestó.

—Hay que darnos prisa antes de que se me haga más tarde, no puedo dar una mala impresión —me puse al frente y antes de seguir la mire, le dije enojada conmigo misma—. No quiero que nadie se entere de esto.

Allá en el auditorio nos esperaban en sus lugares asignados, cada uno de los 48 candidatos escogidos por sus talentos en la magia para la tarea única de Chaldea, los sentamos del más alto calificado al mas bajo. En el podio atrás de mi el equipo Alfa o simplemente como el equipo A, un equipo de magos elegidos como los mejores Masters de Chaldea, mucho antes de su muerte por el mismo primer director. Magos que se encuentran por encima de los otros 48.

Llegó el momento de hablar con ellos.

—Escuchen bien, ustedes han sido elegidos para ser los agentes que van a proteger la historia humana —les hablaba a ellos, sin amabilidad o delicadeza, no recibí ningún adiestramiento militar para entonces pero aún así ya me comportaba como mi puesto me mandaba—. Ustedes cuarenta y ocho son los mejores para esta misión, erradicar la singularidad que amenaza la continuidad del espacio tiempo, sin embargo aquí como los masters de Chaldea no son más Magos pertenecientes a poderosas familias, ahora son soldados, no hay distinciones de casas y eso, solo un cuerpo de élites escogidos para extenuante tarea. 

Eso no le gusto a nadie apenas lo dije, no callaron su voz, así que tuve que silenciarlos con una sola palabra.

—¡Silencio! Así como lo escucharon. La labor de Finis Chaldea es mas grande de lo que sus mentes pueden imaginar —explicaba—, cualquier error sera castigado, cualquier falta sera sancionada.

Sea desobedecer una orden o estar dormido en el auditorio. Hubo que poner orden y use a uno que use como ejemplo, el master numero 48, ese al final de las sillas se había dormido mientras hablaba y no lo tolere.

—¿Qué, qué pasa? —despertó como si estuviera en su cuarto

—Te quiero fuera, ahora —lo regañe y por la fuerza tuvo que ser sacado.

Solo asi pude pasar a explicar cual debía ser la primera misión que llevarían a cabo. La primera singularidad a arreglar.

¿Qué son las singularidades?

Son anomalías o averias en el curso del espacio tiempo o como la gente lo conoce mejor: agujeros negros. Mi padre... digo el primer director dedujo que esto era aquello lo que causaba que no pudiera ver el futuro en las estrellas como antes, un agujero negro que se acercaba más cada vez y se adelantaba a su fecha de aparicion. Todo eso les explicaba a los 48 y de que tiempo venia tal Singularidad.

—El momento para el cual han sido entrenados, esta aqui —les dije y esa fue la señal, para que Mash presionará un botón que abría el techo del auditorio. A pesar de estar en el corazón de la Antártida, como el ojo de un huracán estaba en calma la zona donde fue construida Chaldea para ver el ojo encima de nosotros, un torbellino negro en el cielo azul que nadie en el mundo sabía de su existencia.

—¿Que es eso? —el miedo hablo por ellos a través de sus voces al contemplarlo.

—Esto que estan viendo es la singularidad por la que viajaran al pasado para hallar su origen y erradicarla, pues hemos rastreado su fecha de origen por la cual serán enviados al año 2012 a través del Rayshift, una vez que corrijamos ese origen la tierra estará a salvó por cien años más de los que mi predecesor, Marysbury Animusphere nos consiguió para esta tarea y así podremos preservar la historia humana. Ustedes 48 fueron elegidos para esta misión como el apoyo que recibirá el equipo A como lideres de esta operacion —les explique de la forma más clara que practique—. Preparense para el Rayshift, allá vamos.

Todo estaba yendo de lo más ordenado por los técnicos en la sala de operaciones por delante de la camara del Rayshift, como el control en tierra de una misión espacial de la NASA. Desde ahí, calibraron la magia que la hacía funcionar mientras los 48 y los siete del equipo "A" también se alistaban. Cada uno se habia colocado mecánicamente sus uniformes spiritrons para ser convertidos en espiritus y así podrán ser enviados al tiempo designado en el Rayshift y con el santo grial obtendríamos la corrección del futuro.

—Todo parece ir en orden, directora —para ser un adulto maduro, era un buen amigo mío.

—Lo sé, debo darte las gracias a ti Lev —era mi segundo, mi subdirector y un gran amigo de mi padre—. De no ser por ti, no se si hubiera podido con esta responsabilidad.

—No quiero que termines con la misma decisión que tomo tu padre ahora que llevas el peso de esta enorme carga tú sola —me consoló con sus palabras, el día que lo encontramos muerto en su oficina y con una carta con la que se despedía de mi diciendo lo duro que era el puesto que no tuve más opción que aceptar, era una gran responsabilidad me sentí abrumada y con mucha presión de la que ya tenía, pero Lev fue el primero en apoyarme.

Aun recuerdo bien lo que la carta decía, porque siempre la llevo conmigo.

"Olga, no puedo continuar viviendo. Todo esto que está sucediendo la falta de la existencia del futuro creo en lo más profundo de mi corazón es culpa nuestra, de nuestra familia los Animusphere. Durante generaciones jugamos a revelar el futuro de las personas y el nuestro tentando al destino creyendo que no habria consecuencias que pagaríamos. Ahora esas la deuda que debemos a las estrellas la está cobrando a todos. Ese agujero negro que yace sobre los cielos de Chaldea nadie puede verlo más que nosostros aún los científicos con sus avanzados telescopios y satélites. El costo de dejarles ver su futuro que gastaron en arrogancia y banalidad ahora nos devuelve el precio de manipular las estrellas. No quiero que te rindas como yo, pero hija mía no quiero que también te rindas, ten exito donde yo fallé y espero que logres enmendar la arrogancia de generaciones de nosotros los Animusphere."

Eso es lo que dice y te dejare leerlo.

Luego de leer ese testamento lleno de arrepentimientos y dudas, con un vacío existencial a su propósito, me hizo preguntarme si nuestra magia era mas una maldición que un don. Incluso ahora aún me preguntó eso, al menos ahora tengo a alguien que me hace olvidar ese predicamento.

—Deberías ir ahí y dedicarles unas últimas palabras antes de enviar a todos a la guerra ¿No crees? —exclamo Lev, tome su sugerencia como buena, me puse al centro del Rayshift cuando terminaban de prepararse para explicarles como iban a usar el sistema del ritual del santo grial para corregir la singularidad.

¿Qué es eso, el ritual del Santo grial?

Un combate ritual, una familia de magos de Alemania los Einzbern lo establecieron como un duelo entre un estimado número de magos seleccionados a los que se les llama: Masters. con un espíritu heróico a su disposición cada uno con el que han hecho contrato para luchar contra los otros servants y sus Masters con el único objetivo de obtener el santo grial, al caer sus almas llenan el santo grial para hacerlo aparecer y el último equipo en pie lo obtiene para hacer realidad su deseo.

Aunque no está del todo claro con que propósito lo crearon los Einzbern y las otras dos familias que los apoyaron en esto, ni la iglesia o la asociación de magos tiene conocimiento de como pudieron crear este sistema de invocación de espíritus heróicos al le llamamos Fate dado que nadie fuera de este sistema puede crear el vínculo entre un mago y un familiar poderoso de esta clase solo se puede replicar.

—Atención —los llame—, recuerden bien cual es su misión, una vez lleguen al tiempo y Lugar detectado por Laplace deberan invocar un servant como se a practicado antes, ustedes 48 seran el apoyo para el equipo Alfa en la búsqueda y corrección que causa la singularidad, quien obtenga el santo grial debe traerlo de inmediato a Chaldea y así lograremos asegurar cien años más de existencia a la historia humana. Y si no hay otra opción, lo usaremos para corregir esta catástrofe desde allí. El sacrificio de sus servant será la llave que nos salve.

¿Qué es un espíritu heróico?

Un servant o un espíritu heróico es el alma que pertenece a un héroe de nuestra historia, sea del pasado, presente o futuro que puede ser invocado como un familiar que lucha por los deseos de su amo o como suele llamarse, un Master.

¿Cómo pretendía Chaldea corregir las singularidades?

En el plan de Marysbury era viajar al pasado, detectar las causas que producen la singularidad y detenerlo o de no ser posible usar el santo grial para hacerlo por la fuerza. Pero el poder del santo grial es limitado, para intensificar su poder se tenía que llenar con un número más grande de héroes sacrificados, cuarenta y ocho que debian ser sacrificados, Siete mas para asegurar el trayecto del grial a Chaldea. En cuanto termine de dar mi discurso lo vi entrar a toda prisa con su traje spiritron mal puesto e ir a tomar el lugar que le correspondía.

—¿Que haces aquí número 48? —era aquel que saque antes del auditorio.

—Directora se lo ruego quiero ir —dijo él, era tímido en su voz Pero tomo fuerzas y se inclino ante mi para decir—, por favor le pido que me deje ir. Para esto me ha estado entrenando.

Fue algo vergonzoso, no estoy acostumbrada al comportamiento japonés ¿Sabes?

—Permíteme demostrar lo que valgo —agregó.

No era exactamente un calificado para master para esta misión, como mago sus niveles son muy bajos en cuanto a sus circuitos al igual que su resultado final en las pruebas de simulación que se hacen a todos los aplicantes a Masters. Pero había algo en él que me hizo replantearme su participación.

—Recuerdame cual es tu nombre.

—Fujimaru Ritsuka, directora —dijo tras levantar el rostro de nuevo.

Claro que conocía su nombre, Fujimaru Ritsuka. Al principio sus resultados estaban por debajo del mínimo aceptable pero luego alcanzo el minima requerido para la misión, lo se porque vi como sus resultados subieron en el sistema un punto cada noche hasta llegar al mínimo requerido. Lo se porque en las noches que tuve insomnio (sino era mi realimentación por la anorexia), lo veía en la Cámara de simulación repitiendo la misma prueba una y otra vez, sus resultados solo subían ese único punto a la vez después de mucho repetir y fallar, vez tras vez. Si fuera otro seguro se hubiese rendido, si él hubiera sido yo me hubiese dado por vencida hace mucho tiempo pero Fujimaru no, continuo y continuo hasta verlo desfallecer por el agotamiento tras haber subido su calificación, eso ocurrio todas las noches hasta el día previo al Rayshift, tiene un espíritu empedernido muy atractivo. Por eso caí yo dormida en el pasillo y él en el auditorio, realmente se esforzó. No le digas nada pero yo me alegraba al final de cada noche cuando él lograba superar sus resultados, incluso le llegué a aplaudir.

—Tu traje no esta bien acomodado —lo ayude a ponerlo bien—, así debe ir, ahora Mash llévalo a su lugar designado.

—¡Si! —ella se mantenía a mi lado, casi siempre.

—No fallaré, directora.

—Eso espero —los ví irse y yo tomé mi camino.

Me encamine a la cámara de monitoreo desde donde iba a dirigir la mision, Lev me esperaba con los demas técnicos que me ayudarían a supervisar toda la operación, su aspecto es idéntico al lugar desde donde la NASA controla sus misiones pero mucho más avanzado.

—Ya estas aquí, directora—exclamo Laurus reservando mi lugar.

—¿Todo esta listo, Lev?

—Si, Olga ¿Lista para dar comienzo a esto?

—Solo quisiera que mi padre estuviera aquí para ver su sueño hacerse realidad.

Era lo unico que podía pensar en ese momento era él, el sueño de asegurar el futuro de la humanidad a un solo paso o tal vez no. Ese pitido se hizo notar cuando se volvió más agudo.

—Oigan, escuchan eso —pregunto un técnico cuando todos los notamos.

Bip, bip, bip, bip... ¡Bip!

Solo escuche la explosión y vino el estallido, cuando todo eso paso lo que vi aparecer el fuego se expandió como una bola en nuestra dirección. 

¡Booooommm!

Las alarmas se encendieron, pero no teníamos protocolo de emergencia para algo así, nunca lo prevenimos. Me levanté adolorida de caer tan violentamente al piso tras chocar con las computadoras detrás de mi, el humo y oscuro proveniente de la cámara del Rayshift me horrorice parecía una de mis pesadillas, una que tuve sobre que algo malo podía pasar ahora que estaba al mando. Esa era una de las muchas razones de mi insomnio. Los técnicos se ayudaban entre ellos a ponerse de pie preguntándose: ¿Qué había pasado? 

—¿Todos estan bien? —les pregunte luego de que uno de ellos me ayudara a levantarme, respuestas adoloridas de ellos fue lo que escuche—. Mash ¿Cual es el estado de los masters? ¿Mash? ¿Lev, dónde está Mash? ¿Lev?

Ninguno de los dos estaba conmigo, los dos que eran mis fuertes y que necesitaban no estaban conmigo.

—Perdimos la conexion con los Masters, no hay señales vitales —dijo uno de los técnicos. 

—El sistema del ray shift sigue activo, esta por activarse pero el sistema ha sufrido graves daños si se activa en este estado el núcleo puede estallar —dijo otro técnico sintiendo el terror de lo que podía e iba a suceder.

—¡Apagalo! —grite, el pánico me alteró.

—No se puede señora, las computadoras han sufrido mucho daño.

—¿Dónde está, Lev? ¡¿Dónde está?! —No había señal de vida de los masters en sus terminales ni en las lecturas.

El sueño de nuestra familia acababa de ser destruido ¿Por quien? No lo se, lo que me preocupaba era encontrar la señal de vida de alguno de ellos. Que Lev, Mash o algún otro siguiera ahí vivo así que baje a buscarlos.

—No, no, no por favor dígame que alguno sigue vivo —entre corriendo a las llamas, mi corazón no dejaba de sentirse acelerado y mi sudor hacia que respirar fuera mas dificil—. ¡Por favor que alguien me diga que siguen aquí! —grite a las llamas.

—Directora... —lo escuché, era Fujimaru, estaba aplastada bajo un enorme pedazo de escombro que cayó del techo. Tan poderosa fue el estallido que incluso perforó el techo, su rostro y sus brazos estaban libres pero el resto aplastado con las llamas a su alrededor como en todo este infierno.

—Fujimaru... ¡Aguarda! —llegue a él y luego la Vi cerca de él—. ¿Mash?... No.

Mi asistente, mi tierna asistente estaba aplastada bajo otro enorme escombro que cayó del techo, solo su mano se veía salir debajo de la piedra y un charco de sangre salía de ella. Intento escapar con Fujimaru ninguno de los dos pudo. 

—Resiste, voy a sacarte —hable de más.

Intente mover la enorme roca que lo inmovilizaba a él, pero era débil bueno para entonces era débil y ni siquiera conseguía levantarla un miserable centímetro.

—¡Maldicion! —no podía, por más que lo intentaba no lograba levantar ni una sola pulgada—. Alguien aqui, necesito ayuda. 

Las llamas crecían y se acercaban sofocantes a nosotros pero nadie venía tampoco había quien podía ayudarme, el médico de nuestra instalación era uno y dio prioridad a los heridos en la cámara de control sin un equipo de contención adecuado el incendio pudo destruir toda Chaldea. No tenía fuerza o músculo y mi tension hacía más difícil respirar pero si logré observar y escuche un crujido encima de mi otro pedazo del techo comenzó a desprenderse pero no pude huir no por el valor de no abandonar a Fujimaru sino por mi mismo miedo de saber que era mi fin. El ruido que hizo al desquebrajarse me hizo mirar cuando era tarde y no podía salvarme, el techo cayó sobre mi aun recuerdo el golpe que me aplasto, creí que ese era mi final. 

Volví a quedar inconsciente por un corto tiempo, sin embargo al momento de despertar yo estaba adolorida e inmovilizada, mis pocas fuerzas me habían abandonado, mi vista estaba nublada ademas del humo mismo en la cámara y él, Ritsuka; se esforzaba por salir.

—Directora... —lo veía intentando arrastrarse fuera de la roca pero no lo iba a lograr, tan solo salió muy poco.

—Fuji... Maru... —yo no podia ni moverme con tanto peso, apenas si logré extender mi mano hacia él—. ...Mash

Luego un destello dorado a un costado de Fujimaru nos cego a los dos, no se quien era pero el si y recuerdo bien lo que él le dijo en ruegos.

—Salvala... salvala a ella, salva a la directora te lo suplicó.

A pesar de la destrucción el sistema mágico del Rayshift se inicio y entro en la fase final del conteo regresivo. 

—Cinco, cuatro, tres, dos, uno. Iniciando la secuencia Rayshift —dijo la interfaz de locución.

—¿Que? —creí que alucinaba cuando vi el agujero de gusano manifestarse en la sala de aquello que llamamos Rayshift, cosa que trago no solo a Fujimaru y a Mash. Sino a mi también.

—Traslado al año 2012, nueva york —dijo la locución del Rayshift.

Pero no llegamos al año ni al lugar de la singularidad detectada.

¿A que tiempo llegaron?

Al futuro, a un tiempo aterrador, al siglo XXVI. Lo cual debió ser imposible.

Perdí la consciencia por tercera vez esc dia, pero cuando desperte esta vez lo primero que escuche fue el de la lluvia, lo cuál me dejo muy confundida en el Antártida no llueve pero en cuanto abrí los ojos me di cuenta de que ya no estaba en Chaldea tampoco era el sitio al que el Rayshift nos debía llevar. Si era una ciudad, pero no era la ciudad de Nueva york a la que debíamos llegar sino a una ciudad futurista que estaba convertida en zona de guerra, sin luces únicamente iluminada por fuego de las explosiones que la sacudieron desde que la batalla que empezó antes de que nosotros llegáramos.

Y luego vi el primer disparo de plasma volar por encima de mi cabeza, una serie de ráfagas más estruendosas volando sobre mi le siguieron. Sentí que aterricé en medio de una batalla real.

—Directora levantate, directora —salía de mi aturdimiento, pero claramente era Mash la que escuchaba gritar por mi—. ¡Master, debes levantarte! 

Mis sentidos se recobraron y pude ver todo lo que pasaba a mi alrededor, era mi asistente quien había tenido un cambio muy grande, no estaba muerta como la Vi antes, estaba viva e ilesa, llevaba una armadura de caballero en color negro ajustado y un enorme escudo en sus manos. Con ese mismo escudo me estaba protegiendo del ataque de desconocidos enemigos. Nos protegía a las dos.

—¿Mash? ¿Qué esta pasando? —solo dije eso en cuanto me levanté aunque el piso no quería soltarme.

—No sabría decirle, pero parece que por fin me convertí en el servant que el primer director quería que fuera —contestó rápido, sin descuidarse. 

Aun que me protegía con su escudo, aquellos disparos caían como fuerte lluvia sobre el duro metal y no sabíamos cuanto ibamos a durar. 

—¡Master sus ordenes! 

—Pero no soy —mire mi mano izquierda y vi en ella algo que no deberia tener, sellos de comando. No podía creerlo e ignore el peligro en el que estábamos para saber si eran reales—.  Mash, has... Elimina a nuestros enemigos.

—¡Entendido! —exclamo.

Con ese mismo escudo se fue contra los extraños seres que nos acorralaron, eran criaturas humanoides de más tamaño que de las personas y otros eran algo más pequeños Pero igual de agresivos, armados y con intenciones claras de matarnos, sus acentos estaban fuera de lugar no hablaban dialectos humanos conocidos o que pudieran imitar, no eran criaturas de este mundo.

Mash tomo el escudo con las dos manos y ataco, los disparos no cesaron aunque les cayó encima ellos se concentraron en acabar con mi asistente pero uno a uno los elimino, como un camión a toda velocidad los embestía, los golpeaba y hacia volar por los aires lejos, hasta acabar con todos. Lo que parecía haber acabado solo continuo en la breve calma que tuvimos en esa calle abandonada en esta ciudad, un zumbido en el aire sobre nosotros y miramos a una nave del enemigo que apareció sobre nosotras, con sus luces nos apunto para cegarnos y con sus torretas nos dispararon, su fuego que era mas pesado que el de la infanteria enemiga previa, Mash me protegió una segunda vez pero no se si era por el poder superior del disparo de la ametralladora de plasma lo que la hacía retroceder o era Mash la que buscaba protegerme.

La nave no vino a eliminarnos solo dejo a mas tropas para darnos caza más no dejo de dispararnos aún cuando se la alejo de nuevo, los soldados que desplegó pero estos eran más que los primeros y el deseo de matarnos era igual de fuerte.

—¡Master! Debes escapar, son muchos enemigos!

—¡No voy dejarte! —le dije levantando la voz que era apagada por el ruido de los disparos y ahora explosiones de granadas que nos empezaron a arrojar. Pequeñas esferas muy potentes que se adherieron a su escudo, aun así no lograron romper la postura de Mash.

Parecía que nos tenían a su merced y como si alguien escuchara en el cielo, un ángel de metal de color negro nos salvó desde lejos. Una ráfaga de disparos certeros y los ultimos enemigos que quedaban en pie cayeron uno a uno por la balas que dieron en sus cabezas, a los más grandes los elimino con el disparo de un misil un estallido que nos cego de nuevo a Mash y a mi, el ultimo cartucho de su lanza cohetes con el que borro todo rastro de existencia de esas criaturas.

—¿Pero quién demonios hizo eso? —no lo vi hasta que nos dimos la vuelta al escuchar sus pasos, vimos que dejo caer esa pesada arma que uso al final en camino hacía nosotros, con velocidad colocando un Subfusil en sus manos observando a sus alrededores.

—¿Directora ? —Mash sintió desconfiar de él.

—Tranquila —le susurré y luego di un paso al frente para recibirlo.

—¿Están bien? Vaya creí que no quedaban más masters en esta guerra o el planeta —exclamo, a pesar de no quitarse el casco que lo cubría su voz era la de un joven de unos veintitantos, digo yo tengo veintitres.

—A que te refieres con esta 7 guerra ¿Quien eres

—Oficial JD de los ODST, miembro del equipo Alfa nueve —nos saludo como el soldado que era, me extendió la mano—. Un gusto ¿Y tú de que división eres?

—¿División? —pregunté asustada.

—Todos los masters en la UNSC fueron repartidos a las distintas divisiones para la guerra contra el covenant en las colonias y mundos de la humanidad. ¿De que división eres? —volvió a repetir su pregunta tras explicar.

—¿Covenant? Hablas de esas cosas que nos atacaron antes —comence a sudar.

—¿Vas a decirme que nunca los habías visto ¿De que division eres? —pregunto con más insistencia, dudo sobre nosotros y podía hacerse nuestro enemigo. Incluso levantó su arma contra nuestra.

—No pertenezco a ninguna división, yo soy de Chaldea Soy olga marie Animusphere. Ella es mi asistente... Digo, mi Servant Mash.

—Buen chiste —bajo su arma pur un momento—. Olga Marie lleva muerta mas de 400 años y Chaldea se disolvió hace 84 años.

—¿Que ? De que rayos hablas —entendí una cosa entonces, el rayshift salio mal—. ¿Que año este? ¡¿Que ciudad es esta?!

—Es el año 2553, estamos en Nueva Mombasa. Los tipos de antes son una alianza de razas alienígenas que forma un imperio que hacen llamar covenant, estamos en una guerra con ellos y estamos perdiendo —esa historia nos hizo temblar de terror. No se si la explosión fue la responsable de que el Rayshift fallará pero nos envió a un tiempo y lugar desconocido.

A pesar del fuego y la guerra, a pesar de la oscuridad y la soledad un rayo suave calmo todo, la suave lluvia comenzó tocando mi cara al igual que a Mash, allá en el cielo nubes de lluvia iluminaban la penumbra de la noche, un viento fresco envuelto en olor cenizas y muerte nos dió la bienvenida a este agonizante futuro, así fue como nuestro errante viaje a través del tiempo, el espacio y el descubrimiento de las realidades alternas.