Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

El spartans y la princesa

Gate - los spartans fueron a luchar allí

En el mundo de Gate, tras mostrar el mundo, o bueno, los mundos de los que provenían los supe soldados. En la planicie de la colina de Arnus. Había pasado una semana desde que Pinya y las demás chicas viajaron a los mundos que dominaban los spartans y la UNSC, ahora tras el retorno, nuevas cosas estaban pasando. Una de esas era que el equipo azul, estaban recibiendo un nuevo integrante de la generación cuatro.

-Soy la spartan Fujibayashi, generación de spartans IV -saludaba a Linda y Kelly quienes eran las que la recibían, la chica era entusiasta y activa.

-Así que tu eres la nueva integrante que Miranda nos mando -dijo Linda tras examinar a la chica -supongo que también fuiste de los ODST.

-¡Si señora! -como lo notaron a la primera, la chica es entusiasta. Sin embargo, llamar de este modo a la spartan, la hizo sentir mal, haciéndola pensar que ya se veía ¿mayor? A comparación de una joven recluta spartan con pechos mas grandes que los de ella y Kelly.

-Bueno... -decía Kelly tras notar el desanimo de su compañera -porque te han transferido a nuestro equipo.

-Bueno... -dijo y contó el motivo -mi equipo anterior cayó en combate, habíamos sido enviados a una misión en los limites de la UNSC a investigar algo relacionado con los prometeos cuando todo salio mal -ambas spartan escuchaban a la joven guerrera que hablaba con remordimiento -tratamos de huir pero no salio como lo planeamos. Al final la UNSC dijo que necesitaban anexarme a un equipo spartan y me preguntaron a que equipo deseaba unirme, al equipo negro o al azul.

-Y te uniste a nuestro equipo ¿porque? -Kelly tenia una intuición de lo que iba a decir.

-Siempre quise conocer al gran... -decía Fujibayashi cuando apareció inesperadamente Fred detrás de sus compañeras de equipo.

-Kelly, Linda donde esta John, no lo encuentro -exclamo y la spartan cuatro se emociono al verlo.

-U... us... -Fujibayashi se acerco y encaro al segundo líder del equipo azul como si fuera ella una niña pequeña -¡usted es el legendario spartan Frederic sierra 104!

-Mmm...  ¿hola? -no sabia que hacer, generalmente él, al igual que las demás salían ver a John siendo rodeada por sus fans, las cuales mandaba por un tubo, sin embargo era nuevo ver que alguien se acercara de este modo a Fred.

-¡Usted es quien dirigió al equipo gamma durante la batalla de Reach y la de la tierra! ¡Son una gran admiradora de sus hazañas! -decía la spartan.

-Vaya jamás creí ver una fan de Frederic -comentó Kelly -mayor mente son de John.

-Por cierto -decía Linda -¿donde quedo el jefe?

-Esta de permiso, luego de que halsey lo agarrara de conejillo de indias para probar sus armas -comentó.

-Pero a donde fue -preguntó de nuevo.

-Ya sabes como es John, cuando esta de permiso, le gusta perderse por ahí -exclamó.

Desde que John y sus amigos spartans eran entrenados en lugares salvajes, donde arrojados desde naves en movimiento para su supervivencia. Lo cuál hizo que John gustara de perderse en medio de bosques y tundras desconocidas en sus días de permiso que le concedía la armada. En ese preciso momento, el spartan estaba siendo sacado a patadas de un pelican pilotado por el equipo Raven de la Pillar of autum, dado que estos les pidió que lo arrojaran a una distancia considerada de Arnus.

John solo llevaba una mochila de excursión así como ropa de la misma clase, eso si, sin mapas, si armas y sin tienda de acampar, lo único que llevaba en la mochila eran termos de agua y una bengala rastreadora. Para que llegaran a por él cuando su día terminará y aun siguiera vagando en el bosque. En cuanto al equipo Raven, volvían a la base mientras se preguntaban, si el jefe estaría bien.

-Creen que el jefe este bien -preguntó Ethan mientras pilotaba la nave.

-Sabes como son los spartans, raros, además, hablamos del jefe, de seguro estará bien -dijo uno de sus compañeros de Raven.

El jefe había sido arrojado a las afueras del limite entre el imperio y la UNSC. Pero esto no le importaba, quería descansar de este nuevo embrollo. Descansar de lo acontecido en el ultimo par de meses. Así que una vez en tierra, decidió aventurarse en el bosque y descubrir lo que este ocultaba.

-Por fin, un poco de paz -dijo John una vez estaba lejos de todo lo que acontecía en la UNSC y Arnus luego de la llegada de Halsey a la colina.

Una vez en el bosque, comenzó a aventurarse para ver que descubría en el sitio, con la esperanza de estar solo en el lugar sin nadie que lo moleste. Lo único que no se esperaba, era que dos personas, o bueno, dos mujeres estaban adentrándose en el bosque desde la otra punta del lugar. Eran Bozes y Pinya. Ambas, se estaban adentrando con sus caballos al sitio ya que buscaba un lugar para descansar.

-Princesa -hablaba Bozes mientras jalaba de la cuerda de su caballo -cuando usted acepto la idea de tomar un descanso de pensar en la futuras negociaciones con la UNSC, yo esperaba de ir a... no se... un balneario o un día de campo.

Luego haber vuelto a la capital del imperio, Pinya mantenía en secreto de su padre y los políticos sobre la inminente intervención política sobre la guerra de la cuál desconocían. Su cabeza le dolía de tanto pensar que tomo la decisión de descansar un breve momento de todos esos pensamientos.

-Vamos a eso -dijo Pinya jalando de su equino igual que su amiga -un día cuando volvía de Itálica, antes de la llegada de la UNSC y los spartans, me tope con un bello lugar en este bosque. Desde entonces vengo aquí a des estresarme de tanto pensar.

Apenas termino de decir, cuando después de pasar algunos arboles, Bozes pudo ver el lugar del que le hablaba la princesa. Un pequeño paraíso dentro de ese bosque, un lago pequeño que era rodeado de arboles frutales comestibles cuya agua era cristalina y puro.

-¡Asombroso! -grito Bozes al ver el lugar.

-Lo es -dijo Pinya -nadie sabe de este sitió, ni siquiera Gray o Hamilton. Eres la primera persona a la que traigo aquí, por favor confió el secreto de este lugar a ti.

-¿A mi? Porque me a traído hasta aquí princesa -decía la rubia extrañada de la respuesta que le daría la peliroja.

-Pues... -decía avergonzada Co Lada -como compensación por hacerte ir con el spartan la otra noche -ruborizó a Bozes -te hice pasar por algo humillante..

-Princesa -la caballero de la orden de la rosa estaba sorprendida por este gesto.

-Bueno -Pinya comenzó a quitarse la ropa y armadura que tenia puesta para entrar al lago -vamos, Bozes -se arrojó al agua en un chapuzón -el agua aquí es agradable.

Al verla dentro del agua cristalina, no se hizo a esperar y decidió unirse a su majestad, imitándola. Se quitó su ropa junto con las piezas que conformaban su armadura, para entrar con un chapuzón al agua. Ambas chicas comenzaron a nadar y a divertirse en el paraíso en el que estaban durante unas cuantas horas. Horas que le tomo al jefe encontrar el otro lado del lago dentro del inmenso bosque que era tapado por las copas de los arboles y que solo un pequeño e intenso rayo del sol, iluminaba. Dándole una visita sin igual a su agua cristalina.

-Vaya jamas había visto sitios como esta antes -dijo al acercase al agua del lago sólo para ver su reflejo en el agua. Al mismo tiempo se dio cuenta que el sitio albergaba árboles frutales comestibles, era un paraíso el lugar -si Cortana estuviera aquí -el jefe sacó el chip en el que transportaba a Cortana a todos lados con él antes de su sacrificio por él -dirías que es el paraíso perfecto.

Flashback

Mucho antes de los eventos de Reach y los anillos halo acontecerían, John estaba descansando en la nave de la pillar of autum en uno de los pasillos mirando por las ventanas a la tierra donde había ido la nave por motivos irrelevantes. Cortana conversaba con John, una de las muchas platicas extrañas por así decirlo donde hablaban de cosas no importantes.

-John -decía Cortana mirando el planeta desde su chip en la mano del spartan -su tuvieras un deseo final, ya sabes, antes de morir, que te gustaría que te concedieran.

-No lo se, jamas me he preguntado eso -dijo John, cuando aun no desarrollaba claramente sus sentimientos por la IA.

-Yo pediría, vivir en un pequeño paraíso -hablaba con nostalgia y anhelo reprimido -un bosque con lago cristalino, arboles frutales y el césped mas suave que se pudiera pedir, lejos de todo, de todos. Excepto una persona, alguien que me haga compañía, pero que no sea cualquier persona, alguien que siempre esta a mi lado y nunca se separa -dijo la IA para luego mirar al spartan.

-¿Quien? -pregunto John curioso.

Cortana solo sonrió, John no comprendió la clara indirecta que le mando.

Fin del Flashback

Flashback

Cuando John y Cortana se dirigían a detener el compositor y con él al didacta, ambos conversaban sobre lo que acontecía luego de cumplir su misión auto encomendada.

-Una vez que derrotemos al didacta que pasará John -pregunto Cortana cuando evitaba entrar en rampancia.

-Buscaremos a Halsey y le pediré que te salve -dijo John -se que lo hará

-Y si no lo logra... -dijo Cortana, con un tono desconsolado -que pasara conmigo, es probable que incluso Halsey quiera separarme de ti sino lo consigue.

-Entonces... escapáremos -exclamo John decidido.

-¿Que? -Cortana no creía que decía su spartan.

-Dije que escapáremos, te llevaré a algún lugar donde la UNSC no pueda encontrarnos -dijo John.

-John... no puedes hacer algo como eso -dijo la IA.

-Cortana, has hecho tanto por la humanidad, como por mi -decía emotivo -ellos jamás lo reconocerán, ni lo aceptarán; yo siempre lo he hecho.

-Los dos hemos hecho tanto por la humanidad que no lo valoran, John a veces desearía que nos dieran el lugar que nos merecemos -dijo Cortana -aunque sea un deseo.

-¿Que deseo? -pregunto el jefe.

-Ser libres y descansar -fue su respuesta.

John, no respondió a eso, solamente miro a la nada infinita del espacio que era a por donde iban, reflexionado las palabras de su amiga mas preciada. Solo para acelerar más la nave en la que iban.

Fin del Flashback

John tomo lugar sobre el césped fresco y cómodo en el que se hallaba, para enseguida acostarse y usar su mochila como una almohada mientras miraba a los arboles de ese monte y entre sus hojas miraba al cielo libre de nubes.

-Ser libres y descansar -dijo John.

Del otro lado del lago, lejos de la vista de John. La princesa y la líder de su orden de caballería estaban descansando sobre el césped fresco de las orillas de ese paraíso en el que estaban. Estaban acostadas en el pasto como sus dioses las trajeron al mundo. Desnudas.

-Que delicia -decía Bozes comiendo del fruto de un viñedo que tenia a lado de donde se acostaron -como me gustaría estar aquí por siempre.

Pinya solo miraba con envidia y celos a la rubia debido al tamaño de sus atributos que esta tenia, los cuales eran el triple de grandes a los que ella nació.

-Siempre han sido tan grandes -dijo la princesa, confundiendo a Boses por el comentario incompleto que dio.

Pinya se lanzo contra la caballero de su amiga y comenzó a manosear su cuerpo, en especial aquello que le envidiaba tanto.

-Kya! -grito Bozes cuando la princesa la agarro de sus senos desde atrás -princesa que hace -debido al repentino ataque de su amiga, la rubia se empinó mientras que Pinya seguía manoseando sus pechos.

-Son mas grandes de lo que parecen -dijo la peliroja con sus manos sobre los pechos de su amiga.

No muy lejos de allí, John logró escuchar el grito de Bozes, lo cual se le hizo extraño. No por identificar la voz, lo cual no hizo debido a su amiga. Sino que se percatara de que había otros cerca del lugar, aun así, no le dio importancia ya que el grito claramente no fue de auxilio o alguien pidiendo ayuda, sino era de alguna persona que se estaba divirtiendo por allí, el ruido le molesto un poco, esperaba estar tranquilo ahí, pero para mejor evitarlo sin abandonar el lugar, decidió meterse al agua a nadar, sin nada de ropa puesta. En cambio, la princesa, había soltado a Boses, ella estaba de espaldas a Pinya con sus manos sobre sus pechos.

-No lo entiendo, los dotes de tu cuerpo combinado con tu voz -decía Pinya -como fue que ese spartan no te quiso.

-Princesa, en serio pregunta eso? -Bozes estaba avergonzada, ya que le habían vuelto esos recuerdos que hizo con el spartan -ya le dije que ese hombre es muy grande para usted, en todos los sentidos... -susurro lo último luego de recordar la anaconda que John oculta bajo su Mjolnir.

-Y eso que, mujeres de mi edad o menos, son cortejadas por hombres que son diez años mayores, o más -dijo Pinya sin pena ni gloria.

-No debería ser así -replegó la caballera, sin embargo vio que la princesa no iba a cambiar de parecer luego de haber sido asaltada por el beso de John -digame, porque le interesa él, que ve en el que las demás no -era una pregunta seria.

No dijo nada al principio, solo se quedo mirando el césped unos segundos y después le respondió a Bozes.

-El primer día que llegó a itálica, sus ojos cruzaron con los míos, a pesar que lleva su casco -decía Pinya, ganándose la atención de su amiga -tuvo una sensación, no se porque, pero mi corazón se aceleró. Había algo en él que no veía en otro hombre. Entonces lo descubrí cuando llegó con Rory y los demas a pelear en la puerta este -Boses escuchaba atentamente lo que decía -él no le teme a nada, ni siquiera a la misma muerte. Es como si él ya la hubiera conocido en persona desde antes. Pude verlo en sus ojos cuando volvimos a cruzar miradas, era mas bien, como si la muerte estuviera con él, era como ver a los ojos de un demonio.

-Eso es mas aterrador que romántico -dijo Bozes.

-Lo se, pero así es -contestó la princesa -como lo veo, lo único que le preocupa es la muerte de sus amigos, mas que la de él, creó que es por que lo ha pasado antes.

Al decir eso, la rubia recordó cuando John se dejo capturar haciendo que sus amigos huyeran mientras el se dejaba capturar por ella.

-Incluso mas -dijo Pinya pensado en el spartan -te digo algo, si tu no hubiese accedido a ir con él esa noche, yo hubiera ido.

Boses solo se ruborizó, sabia que ella estaba inventando esa parte, aun así. No pudo evitar imaginar ese escenario a su manera.

Imaginación de Pinya.

Estaba desnudándose frente al jefe mientras este la miraba sentado en la cama.

-Siente te afortunado que sea la princesa del imperio quien vas a coger -decía Pinya quitándose la bata de tela transparente que traía puesto -tendrás el honor de tener mi primera vez -decía ruborizada. Cambio la imagen de su cabeza a una mas sugestiva, donde ella estaba en la cama y con John sobre ella inmovilizando sus brazos y piernas -te pido que seas gentil.

-Descuida seré gentil -comenzó a besar a la princesa, descendiendo por su cuello hacia sus pechos.

Fin de la imaginación de Pinya.

-Bueno -decía Bozes separándose unos cuantos centímetros de la princesa -sino le molesta, me gustaría dormir un poco -se recostó de lado sobre el césped.

-Adelante -Pinya se puso de pie y se acerco al lago -yo entraré una vez mas al agua.

Dicho y hecho, la princesa se introdujo al agua y comenzó a flotar sobre este mientras esperaba que Bozes se durmiera. Cuando la vio de este modo, se sumergió en el agua y comenzó a nadar lejos de ella.

-Veamos hasta va este lago -dijo, pues solo conocía esa cara del cuerpo acuático.

Comenzó a nadar bajo el agua viendo los pocos peces que este sitio albergaba. El lado resulto ser un poco mas grande de lo que recordaba, lo cual no le tomo mucha importancia ya que estaba fascinada con la belleza del lugar. De tanto nadar, Pinya comenzó a perder la resistencia de respirar bajo el agua, por lo cual emergió a la superficie del lago, justamente cuando una figura grande apareció delante de ella, tomándola por sorpresa. Al sacar la cabeza del agua, la princesa vio que se trataba de John, quien al igual que ella; estaba desnudo.

-¡Spartan! -grito Pinya.

-Princesa -el jefe se ruborizó al verla, el recuerda de la noche en las aguas termales volvieron a él.

Ambos se dieron la espalda apenados y avergonzados, no por reencontrarse, sino por no tener nada que les cubriera lo que debían tener oculto. Sin separarse, ambos se mantuvieron flotando espalda con espalda.

-Em... que haces aquí spartan -rompió el hielo entre ambos, sin dar la vuelta.

-Estoy de permiso -dijo John apenado, cosa que era nuevo para él -quería un lugar para estar solo y... vine a este bosque y encontré este lago.

-Así, ya somos dos, escape a este lugar para dejar de pensar en las negociaciones que se aproximaban -estaba nerviosa, la princesa se topo con el hombre que admiraba en secreto. La tensión en el aire entre ambos no se disipaba, y estos dos tampoco se separaban -como, como va todo -pregunto.

-Bien -respondió en seco John -y usted, me dijeron que acordaron los puntos de las negociaciones.

-Si, pero... es complicado -dijo Pinya -cuando hable con tu gente ustedes ya habían acordado lo que buscaban con el tratado, mi gente no esta de la misma forma. A quien engaño, ni siquiera saben o reconocen que estamos en guerra.

-Ser un político es difícil -comentó el spartan.

-No tanto como ser caballero o un spartan -comentó la princesa -solo siguen órdenes, o códigos, en cambio un político debe hacerlos todavía.

-Ser un spartan, no es fácil -comentó John -también tenemos nuestros problemas, no siempre estamos dispuestos a realizar las órdenes que nos dan, y las cuestionamos, aunque nos enseñan a no hacer eso.

-Labores como cuales -pregunto Co lada volteando, sin que el spartan diera la vuelta.

-Abandonar a un compañero para lograr la misión o sacrificarlo -dijo el jefe.

-Lo mismo es con mis caballeros -comentó la princesa -cada que informan y que dicen que perdieron a uno en la misión lo dicen con un pesar. Yo también he perdido soldados en batallas, pero jamas me he puesto en el mismo estado que ellas.

-Es porque esos soldados no eran cercanos a ti -dijo John -has perdido a soldados que conocieras con algo de tiempo.

Entonces recordó, al caballero Norma, era uno de sus escuderos además de Hamilton y Gray, a él lo conocía desde hace tiempo. Cuando este murió, sintió un pesar por la pérdida de este. De esto le hablaba el spartan.

-Tu has perdido personas cercanas a ti -preguntó Pinya.

-Muchas -contestó -el primer compañero que perdí fue a mi mejor amigo, Sam -034 -desde que nos entrenaron de niños para ser spartans fue mi amigo, al principio no nos llevábamos pero, poco fuimos entendiendonos, de no ser por él no hubiera logrado llevarme bien con mi equipo.

-Que fue de él -Quería saber mas.

-Fuimos enviados en lo que era la primera misión oficialmente como spartans -comenzo John a contarle brevemente la historia -debíamos destruir una nave enemiga que amenazaba una colonia muy importante. Solo dejábamos el explosivo en el punto importante de la nave, activábamos el cronómetro de la bomba y salíamos. Pero... -recordó cuando Sam recibió la bala por él -hubo complicaciones, se puso en medio a propósito para recibir un disparo que iba para mi.

-Murió por la bala -dijo la princesa.

-No exactamente -continuo John -la bala de plasma perforó su armadura, y la inhabilitó, sin ella, no podía salir de la nave al espacio. Decidió quedarse atrás, protegiendo la bomba para que el enemigo no la desactivara mientras nosotros huíamos. Se sacrificó por nuestro equipo, por la gente que no conocemos.

-Hablabas, como si los spartans fueran carne de cañón -comento.

-Creelo o no, los spartans nos entrenaron mental y psicológica mente para esa labor -dijo John -nos entrenar para sacrificarnos por personas que ni conocemos.

-Porque? -la pregunta estaba abierta a la interpretación.

-Porque que? -pregunto John. Porque lo hacían, porque debían hacerlo, porque seguían haciéndolo así.

-Porque hablas como si no fueran humanos -dijo Pinya, causando confusión y algo de pánico en el spartan.

-Nos entrenaron para ser los soldados perfectos para la guerra, nos enseñaron a matar sin sentir nada a cambio -John recordó todo lo que vivió los días que estuvo en la instrucción en la guerra.

-Ni siquiera amor -detono los recuerdos que tenia de Cortana al escuchar eso de Pinya -dices que los spartans no sienten, pero desde que los he visto, veo amistad entre ustedes; compañerismo de una clase que no hay en los caballeros de mi orden. Dices que a los spartans los entrenan para sacrificarse por otros o entre ustedes, pero yo no veo. Aun no. Lo que veo es a soldados que forman una familia, hablas de los tuyos como si fueran animales, pero no lo son.

Esas palabras, llegaron a el jefe, nadie le había hablado de tal forma mas que una sola persona. Cortana, cuyas palabras que siempre le decía, volvieron a su mente "no eres una maquina John, ni tu ni ningún spartan, son una familia, eso es lo que veo en los spartans, dime jamas te preguntaste por yo y mis hermanas siempre queremos estar con los spartans, para sentir ese sentimiento".

-Porque me recuerdas a ella -dijo John, sintiendo algo que no habia experimentado desde la partida de su chica.

-A ¿quién? -preguntó Pinya, acercándose cuidadosamente al spartan.

-A... alguien que conocí, a alguien a quien queria -dijo John intentando ahogarse en sus recuerdos -hablaba de la misma forma que me hablaste ahora, sabia como sentirme... -no podía decir la ultima palabra. Así que para que la princesa no le viera, volvió a darse la vuelta hundiendo sus labios en agua tranquila de aquel lago.

-Sentir que... -la princesa puso sus brazos alrededor del spartan, poniéndolo mas nervioso -...que tu corazón se aceleraba o... que nada mas importaba alrededor.

El jefe volteo, miro a la joven princesa que estaba muy pegada a su rostro. No sabia que hacer, lo que acontecía entre ambos, era que sus corazones se acelerarán y querian romper esa tensión entre ambos. Pero no con palabras, sino con acciones. Una acción, unir probar los labios del otro. 

Lemon

La lujuria despertó en ambos cuando se besaron, y John, al ser un animal en celo que había retenido este impulso durante muchos años desde que la Mjolnir le fue puesta, bueno... le esperaba un muy duro destino a la virgen y bella princesa Pinya. Ambos salieron del agua, sin separar sus cuerpos uno del otro.

-Princesa... -dijo John cuando ambos se separaron estando sobre el césped suave de la orilla del lago.

-Si... spartan... -la lujuria de John la había invadido.

-No deberíamos hacer esto -el jefe se quería resistir -soy mayor que tu...

-La edad son solo números -le cayó la boca con sus labios nuevamente, esta vez juntaron sus lenguas, y como el spartan que era. John derribó a Pinya a un costado del césped, donde comenzó a someterla, para pasar a lo principal.

Cuando intercambiaban fluidos de sus bocas cuando sus labios se mantenían unidos. Pinya comenzó a sentir que algo grande, duro y masivo estaba palpitando sobre su vagina. Al momento de mirar, se llevo una gran sorpresa.

-Ese... ese es... ese es tu pene? -el tamaño de la anaconda de John era más de lo que se había imaginado y de lo que Boses le había contado.

El spartan no dijo nada, solo se sentía avergonzado, a pesar de su edad, seguía siendo casto, como el 90 por ciento de los spartans en la UNSC.

-Si quieres podemos detenernos -John se sentía mas incomodo con la mirada de Pinya sobre su... ya saben.

-No! No... no -Pinya se alteró por un momento, pero rápido se calmo y aclaro lo que intentaba decir -lo digo porque... -se apenó con lo siguiente -es mi primera vez.

-Tranquila -ella esperaba que dijera algo como "haré que tu primera vez sea inolvidable" o "dejalo en mis manos". Pero lo que salio de su boca, tampoco fue malo para la princesa -también es mi primera vez.

Ambos se quedaron en vergüenza, pero no por eso dejaron lo que iban por hacer. La princesa soltó una pequeña risa, una alegre, a lo cual John no pudo evitar ponerse tranquilo con eso.

-Es bueno, saber que seremos la primera vez el uno, para el otro -dijo Pinya.

-Aquí voy -el jefe respiro profundo y atacó, primera vez en toda su vida militar que sentía el corazón en el cuello al estar en una situación inusual.

El héroe de todos los humanos de la UNSC, tomo su miembro y lo coloco sobre las puertas sagradas de la princesa. La única forma de comparar esto es tomando una entrada de 30 pin e intentarla meter en un puerto mini hdmi, es algo imposible, pero el jefe demostró lo contrario. Introdujo la punta de su masculinidad en la princesa, así poco a poco logro entrar en el estrecho camino al interior de Pinya. Al sentir lo enorme que era, abrazo a John y lo puso contra ella, a la vez que John pegaba la cabeza de la princesa ante sus pectorales.

-...Es muy... grande... -el pene del jefe rompió el himen de la princesa, sus paredes vaginales se abrieron forzosamente.

-"Es muy apretado" -pensó John cuando su miembro era estrangulado por la presión que ejercía el interior de Pinya.

-"Pero me gusta" -pensaron al mismo tiempo, mas que dolor, sentían placer ante la sensación.

John empezó a moverse lentamente, afuera y hacia adentro, como si fuera una reacción natural. Pinya se sonrojaba con la sensación y sentía como su interior se humedecía cada que el jefe entraba y salia.

-Spartan~ -exclamo la princesa, haciendo que John se detuviera un momento, solo para reclinarse y besarlo, mientras el retomaba el camino y seguía taladrando. A los pocos segundos de quedar sin aliento, el jefe bajo el rostro y llevo su mirada a los pequeños pechos de Pinya -que vas ha hacer? -preguntó.

Comenzó a morder, los pezones rosados de la chica, al mismo tiempo que chupar de ellos.

-No tan duro -dijo Pinya, poniendo sus manos sobre la cabeza de John para que no se detuviese a pesar de que decía otra cosa con sus labios -si sigues así...

Sin aviso, el éxtasis que le produjo a la princesa hizo que esta se corriera. Liberando sus jugos de amor sobre el pene del spartan, manchando el césped donde se encontraban.

-Princesa... -decía John entre jadeos.

-Estos deben ser mis jugos de amor -dijo pasando su mano sobre el liquido seminal que derramo su vagina, para luego ponerlo sobre la boca del jefe y que este los lamiera, a la ves que limpiaba los dedos de la princesa.

No termino ahí, John continuo donde se quedo, aumentando la velocidad de sus embestidas. Nuevamente, Pinya lo besaba, solo que esta vez, sería john quien derramaría sobre la princesa.

-Que es esto... -decía Pinya entre jadeos -siento que tu pene se hace mas grande, esta palpitando en mi interior...

-Princesa...

John aumento una vez mas sus embestidas, a la vez que hundía su cara a lado del rostro de la princesa; específicamente sobre el césped.

-¡Spartan!

-¡Princesa!

-¡Spartan!

-¡Princesa!

-¡Spartan!

Una gran cantidad de nectar de manzana marca John 117, fue soltada en el interior de Pinya como para llenarla dos veces. Con esto me refiero, a que se derramó el esperma del jefe, del interior de la princesa. Ambos se tomaron cinco minutos para respirar y de lo que habían hecho, para una se encontraba en el cielo, para el otro, tarde.

-Que hicimos -susurró John preocupado, recordado lo que Halsey le dijo sobre la verdadera fertilidad de los spartan.

-Lo que nuestros corazones deseaban -dijo Pinya, el jefe quedo en duda con eso. A que se refería con eso -no me digas que te arrepientes.

-Soy un spartan -el jefe puso su rostro jadeante enfrente del de Pinya -no puedo darme vuelta a lo que hago. Lo que venga después de esto, soy responsable.

El corazón de la princesa del imperio latió con gran fuerza al oír eso, ruborizándose aun mas de lo que estaba cuando John puso su rostro pegado al suyo.

-Spartan... -dijo romántica.

-Dime John -exclamo con calma.

-Y tu dime, Pinya -comentó -ahora -repentinamente, ella logro empujar a John y ponerlo sobre el césped -espero que aún tengas fuerzas -la lujuria volvió a apoderarse de ambos, iban por mas rounds.

Fin del Lemon

Varias horas mas tarde, Bozes caminaba alrededor de aquel lago en búsqueda de la princesa, quien la había abandonado luego de haberse dado una siesta. Se había puesto su armadura y sus prendas y trajo consigo a los caballos, en el lomo del corcel de Pinya, traía sus prendas de la pelirroja.

-¡Pinya-sama! -iba gritando por ahí mientras tiraba de los caballos -donde se habrá metido -comento -¡Pinya-sama!

Preocupada del paradero de esta, comenzó a preocuparse, sin embargo, no paso mucho tiempo cuando logro encontrarla. Vio el pelo rojo de la princesa detrás de un arbusto y se acercó a esta, ya que parecía estar boca abajo.

-¡Pinya-sama! -se acerco corriendo ha ella, sin esperar la gran sorpresa que se vino a llevar de esta -Pinya-sama esta...

Un gran sonrojo se apodero de sus mejillas y su mente al ver a la chica desnuda, sobre quien menos se esperaba ver ahí, John. Ambos se durmieron luego de lo que habían hecho, ella estaba desnuda y acostada sobre el pecho del spartan, quien la tenía abrazada.

-"¿Acaso? No, no no no es posible que ellos..." -Bozes se negaba a creer que ellos se encontraban así porque habían copulado, pero lo confirmo al revisarlos, y descubrir que la cosa del spartan estaba dormida dentro de la vagina de Pinya.

-¡Pinya-sama! -pegó el grito la caballera.

Los dos despertaron, con el grito, aun con el sueño en sus cabezas, no reaccionaron al instante hasta que vieron a Boses delante de ellos.

-¡Bozes! -grito Pinya tapando su cuerpo -que haces aquí.

-Ando buscándola para encontrarla en este estado con este... ¡sujeto! ¡Vístanse! -Bozes estaba molesta, por un lado porque la princesa ya no era pura, y la perdió en un lugar que no era políticamente aceptable. Al mismo tiempo que estaba enojada ya que el spartan la había rechazado cuando le entregó su cuerpo, a la fuerza y le rechazo -princesa que han hecho.

Se habían puesto las ropas, cada uno y Pinya miro a Boses, a la que le respondió con honestidad.

-El spartan y yo no amamos, solo correspondimos los deseos impacientes de nuestros corazones -dijo con algo de pena y con honor, a lo cual la hija de la casa palestina la miraba incrédula con lo que salía de su boca.

-Volvamos a la capital -presionó la caballera.

Luego de montar su caballo, la rubia espero a que Pinya subiera al suyo para partir y dejar atrás al jefe. Pero ella no quería ver la escena en la que los dos, se despedían.

-Hasta pronto... mi amor -dijo Pinya dándole un beso en los labios a John.

-Hasta pronto.... princesa -se despidió. Miro como subía a su corcel y estas dos se iban, mientras la preocupación lo inundaba -en que me acabo de meter -literalmente.



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