Cinco días después de que las fuerzas combinadas de la UNSC, junto a las espadas de Shangelios. Vencieran al dragón de fuego que ataco a los refugiados, mucho mas al norte, pasando las líneas pertenecientes al imperio. Un pueblo de elfos oscuros, fue atacado por las crías de aquel dragón, quienes; al ver que no volvía su madre, decidieron salir por su cuenta a cazar. Causando grandes pérdidas, civiles como materiales a la gente de esta cultura. Los ancianos restantes de este pueblo, se reunieron en una cueva donde una joven guerrera de su gente fue elegida para llevar a cabo la tarea de salvar a su gente.
-Estamos perdidos -dijo el anciano mayor -las crías del dragón de fuego se levantaron antes de lo previsto. Nuestro pueblo esta condenado.
Delante de ellos, la elfa, estaba de rodillas mirando al suelo, delante de un gran diamante en bruto, mientras los ancianos seguían con su habla.
-Si estos monstruos siguen volando nuestro clan será destruido, solo hay unos quienes pueden derrotar a las bestias, esos a los que llaman "spartans" -dijo el segundo anciano mas importante de los cinco.
-Por eso te hemos elegido, Yao ha Ducy, por tu espíritu que se niega a rendirse a pesar de haberlo perdido todo -hablaba el cuarto anciano -lleva contigo el mayor de nuestros tesoros, convéncelos de ayudarnos.
-Haré lo que tenga que hacer para traerlos con nosotros, pagare el precio que dicten, aunque sea mi cuerpo -revelo su atractivo cuerpo que ocultaba debajo de la túnica y que era cubierto por las ropas típicas de su pueblo.
Y después de que John se metiera donde no debería.
No obstante en otro lado de este nuevo mundo, en la parte baja de Arnus. Los spartans del equipo Noble estaban en el pueblo que se había levantado casi de la noche a la mañana en esta zona, ya que mucha gente del imperio realmente confiaba en la UNSC al grado de levantar una pequeña población a los pies de su base principal en su mundo. Los miembros de Noble estaban sentados a la mesa en un bar de la población protegida por fuerzas de la UNSC, aunque en ese preciso momento, el equipo noble estaban todos de permiso un día y como querían ir tan lejos, bajaron al pueblo que se creo a los pies de Arnus.
-Por fin un día de descanso -dijo Jorge sentado a la mesa junto a los demás de su equipo.
-Luego de un tiempo por fin nos podemos ausentar de nuevo, lastima que sólo nos ausentaron dos días -comentó Jun, jugando con el tarro de cerveza del que bebió hasta acabarlo. Estaban en su segundo día del permiso.
-Con esas locas pruebas que nos hizo ayudarle a la doctora, nos las merecíamos mas razón -comento Katt -aun no puedo creer que se le ocurriera hacer ese tipo de pruebas.
-Aun no puedo creer que siguiéramos vivos después de realizarlas -dijo Seis.
-Es lo mismo que me pregunto -dijo Rory, la sacerdotisa estaba con ellos bebiendo.
Flashback
El día anterior, Halsey había convocado a todos los spartans en Arnus para que la ayudasen con un experimento fuera de onda ya que halsey no se encontraba en sus casillas ese día.
-Muy bien mis spartans -decía halsey con una taza de te en las manos mientras que todos los spartans delante de ella en formación -alguno de ustedes no se ha preguntado cuanto puede resistir sus armaduras cuando están bloqueadas. A la distancia de caída y fuerza de impacto.
-Lo dice por él -dijo Emile señalando a Seis -este tipo aterrizo en Reach luego de caer desde el espacio profundo durante la guerra.
Habla de cuando lograron colocar la bomba en el carguero y al momento de salir en los sabers, Seis salió disparado de la nave porque la fuerza de la explosión hizo que apretase el botón de eyección de su asiento.
-Me lesione el brazo a aterrizar -dijo Seis.
-Sigo pensando que debiste haber muerto -comentó Jun.
-Lo mismo digo -exclamo Halsey -así que para asegurarme de cuanto puede resistir sus armaduras en modo bloqueo al impactar en velocidades y distancias fuera de lo común -dijo Halsey para luego dar un sorbo a su te de extraño color verde que emitía un cierto olor... medicinal terapéutico -y para realizar este experimento, el ejercito muy amablemente logro hacer que nos presten esta belleza de la ingeniera de guerra de la historia. El Gustav Gerat.
Todos se habían dado cuenta del arma bélica de los nazis de la segunda guerra. El inmenso cañón ferroviario que estaba a las espaldas de Halsey del que nadie pregunto ya que tenían un mal presentimiento si lo hacían, y si no lo hacían también les iría mal.
-Que esta bebiendo doctora -preguntó John.
-Un te de unas hojas que venden en el pueblo que bajando la colina, el vendedor dijo que eran unas hojas que ayudaban a mantener la mente despierta e imaginativa -dijo para beber en un solo trago lo que restaba de la bebida.
-Esas hojas son... -decía Jerome.
-Lo mismo que quemaba majestic el otro día y pensaron que la nave se estaba incendiendo -dijo Alice con los spartan IV a lado de la ellos.
-¡Quien será el primero! -Halsey estaba emocionada por empezar su experimento psicópata.
Todos los spartan dieron un paso atrás dejando al equipo azul al frente.
-Sabia que podía confiar contigo John -dijo la creadora de los spartan.
Unos muchos minutos mas tarde, John estaba dentro del tubo del enorme cañón de asedio ferroviario de los nazis. Mientras que todos los demás spartans alistaban el disparo, al mismo tiempo que el máximo ángulo del arma. Todos tenían miedo, porque después del jefe, seguían ellos.
-Doctora Halsey -hablo Frederic -¿esto es seguro?
-Seguro de que pueden morir, si. Eso vamos a averiguar -dijo para beber mas de ese extraño te que hizo.
El cañón ferroviario, comenzó a sonar al momento de que estaban a punto de disparar.
-John algunas últimas palabras -pregunto Halsey, pero no le dio tiempo de responder cuando dio la señal -¡fuego en la trinchera!
Un enorme estruendo sonó del arma, era el momento cuando John fue expulsado como bala de este enorme cañón monstruoso. Voló mas de cien kilómetros para aterrizar en dura tierra donde rodó por un kilómetro mas, y caía en una zanja de un metro.
-¡100 km! -dijo Halsey monitoreando los movimientos de su spartan favorito -veamos si alguien puede superar ese récord.
-Díganle a mi esposa que la amo -dijo Seis a un soldado que tenia Halsey como asistente en ese momento -y que pague los recibos a tiempo.
Uno por uno los spartans comenzaron a volar, por los cielos de Gate, sin embargo no todos tuvieron una caída ligera como sufrió el jefe. Emile aterrizo en la rama gruesa de un árbol donde su entre pierna termino como freno en el aterrizaje, a un spartan de la generación III de nombre y serie Drake A217 aterrizo en una roca del mismo peso que él, increíblemente la rompió y salio vivo de ello. Uno de nombre Uriel G198 aterrizo sobre Jun cuando este se levantaba del suelo. Palmer también fue una de las catapultadas por este cañón, solamente que ella termino con quien menos esperaba.
John se levantaba del suelo para quitarse su casco que se cubrió de tierra cuando alguien gritaba e iba hacia él a su espalda. Al voltear vio a Sarah, que iba a caer sobre él.
-¡Aaaaahhhh! -gritaba Palmer hasta que choco con el jefe rodando hacia la zanja. Cayendo con John, inexplicable mente también se le cayo su casco, aterrizando con el jefe sobre ella en una posición muy comprometedora -jefe? -dijo al verle su rostro muy cerca de ella, con la rodilla del jefe pegada a su entrepierna y sus manos sometiendo sus brazos.
-Estas bien -pregunto el jefe, causando que la imaginación de Palmer se disparará.
Imaginación de Palmer
-Estamos solos ahora, has escuchado esa pregunta, ¿si un árbol cae y no hay nadie que lo escuche, igual hace ruido? Quieres que lo descifremos -imaginaba palmer a John despojándole de su armadura y rompiéndole su traje interno para hacerlo en la zanja donde estaban.
Fin de la imaginación de Palmer
-¡Pervertido! -le dio un rodillazo en su entrepierna.
El líder de noble, cayo mas lejos de todos, sin embargo aterrizo con quién menos esperaba. La sacerdotisa del dios Enroy.
Casi al final de los lanzamientos, los miembros del equipo rojo fueron arrojados, solo que ellos no aterrizaron en tierra. Jerome aterrizo en la spirit of fire, atravesando el puente de mando cuando la nave daba sus rondas matinales cerca de tierra.
-¿Jerome? -pregunto Isabel desde la mesa de mando cuando aterrizó a ras de esta con Cutter a lado del mueble.
-Hola Isabel -saludó.
-Mejor no preguntamos -dijo el almirante.
En cuanto a los demás miembros del equipo rojo, Alice aterrizó en el hangar de la pillar of autum. Donde el equipo delta nueve debía transportar una serie de cosas dentro de la nave.
-Por que debemos llevar las provisiones nosotros -hablaba Romeo subiendo una serie de cajas pesadas a un carro que llevarían por la nave hasta el comedor principal.
-Romeo no empieces -dijo Mcikey -solo vamos a llevar las provisiones al comedor y ya, además pronto será la hora de almorzar, seremos los primeros en comer de lo que preparen hoy.
-Escuche que van a preparar hamburguesas esta vez, hot dogs y cosas así -dijo Rockie.
-Así, hay que ir de una vez -dijo Dutch subiendo para conducir el vehículo.
-Calma tus ansias de atacar el comedor -dijo Romeo -aun nos faltan subir varias cajas -miro hacia atrás y vio las 20 cajas de 1 tonelada cada una -demasiadas.
Justo entonces, Alice apareció, impactándose a un costado de las cajas y del auto.
-Quieren una mano -dijo Alice en el piso -pero ayúdenme a levantarme.
En cuanto Douglas fue disparado contra otra nave que igual navegaba por ahí presencio el disparo de este spartan, era la infinity
-¿Que demonios? -dijo Laski al ver al spartan volar de largo de su nave -Roland sabes algo de esto.
-Al parecer la doctora Halsey esta experimentando algo con los spartans y ese cañón que pidió prestado al museo smithsoniano -dijo Roland.
-Solo espero que no haga nada que cause una guerra, o que destruya esa cosa monstruosa que pidió, leí el informe de cuando se pusieron los del museo cuando decidió experimentar con el cerebro de einstein -comento Laski.
-Oiga gracias a eso las IA nacimos -se indigno Roland.
-Lo se, pero aun así se que esa perra esta loca -dijo Laski.
Justo como decía Laski, iba a pasar con algo que haría molestar a los del smithsoniano. Douglas salio disparado hacia una corbeta de las espadas de Shangelios que transitaba en la dirección donde disparaba el cañón ferroviario. Sin embargo él no logró entrar en la nave, se impacto contra el casco de la nave, aun así los Shangelios notaron su presencia ya que el impacto resonó dentro de la nave.
-Que fue eso -preguntó el capitán de la nave.
-Nos atacan con un oficial -dijo uno de los navegantes.
-Si ellos nos atacan hay devolverles el fuego -entonces los dos soldados que tenia a lado de su silla de mando lo agarrón de los brazos para jalarlo -¡no a mi, un disparo de plasma!
Tal como dijo, la corbeta cargo uno de sus cañones de estribor y arremetió contra el Gustav Gerat y lo destruyo con el disparo. Halsey y habia bajado del arma, pero tras verlo volar en mil pedazos, sintio un nudo en la garganta.
-El smithsoniano me va a colgar -dijo la doctora.
Fin del Flashback
-Eso explica por que los vi en el cielo intentando volar -dijo Rory recordado.
Flashback
A mitad de los lanzamientos, Rory andaba meditando cerca de un arroyo sobre la dirección donde los spartans eran disparados, cuando se percato de ellos. Ahí, a sus pies; vino a aterrizar Carter luego de ser disparado cuando los miembros del equipo castillo fueron arrojados. Al chocar, lo primero que vio al levantar la vista fue las bragas negras de la sacerdotisa. Unas muy delgadas bragas que combinaban con su delicada piel blanca de su cuerpo joven.
-Hola spartan -sonrió Rory al ver a Carter.
Fin del Flashback
-Saben, jamas creí que este lugar prosperará tan rápido -cambio de tema el líder de noble, refiriéndose a que jamas espero que una pequeña ciudad se levantara a los pies de donde se asentaron como base.
-No tenemos ni medio año y ya levantaron una ciudad -dijo Jorge.
-Como no hacerlo, ustedes se han ganado la confianza de la gente en poco tiempo -comento Rory y era cierto, en las zonas ocupadas por la UNSC, la gente de las ciudades y comunidades rápidamente confiaron en estos militares.
-Aunque es algo bueno, es un problema tener que vigilar a tanta gente que entra y sale de la ciudad -dijo Katt.
Los altos mandos en Arnus habían enviado tropas a la ciudad para vigilar a la comunidad funcionando como policía y para evitar el espionaje enemigo. Porque sabían que aun habían quienes se oponían a su presencia en este nuevo mundo.
-Solo hay que preocuparnos de los espías, de los bravucones y revoltosos pues... -decía Emile cuando a sus espaldas una coneja guerrera que trabajaba de camarera en la taberna donde se hallaban, cumplía con su trabajo.
-Que te quede claro idiota! -hablaba la coneja guerrera de piel castaña -que mi trasero es algo que jamas podrá pagar una calaña de tu clase -dijo presumiendo su trasero.
-Seras una... -se levantaba el busca pleito del suelo, cuando dos marines de tipo policía militar pasaban por la calle.
-Hay algún problema amigo -dijeron con sus DMR en manos.
Viéndolo así de cerca cuando se levantaba del suelo, se hecho a correr. Los soldados del otro mundo, eran temidos así como respetados. Una vez se largo, la chica entro de vuelta al local a cumplir su labor.
-Disculpen -se acercó a la mesa de los spartans -¿hay algo mas que quieran? -pregunto con su comanda en mano.
-Una ronda mas de cerveza -dijo Emile sonriente.
-Ya viene -se alejo hacia la barra donde el cantinero estaba. Entonces todos en noble, vieron como Emile miraba a la chica cuando se iba a buscar el pedido que le hicieron.
-Acabas de oírla Emile -decía Jorge terminado su tarro -su trasero no es barato.
-No quiero solo su trasero -comento noble 4.
-Sabia que estabas enfermo pero no tanto -exclamo Seis, sabiendo que Emile tenia tendencias sanguinarias al pelear, destructivas y pirománticas, ahora salia que le atraía la conejo guerra, no era algo interracial, era interespecie.
-Con razón querías ver zootopia el otro día -dijo Katt.
-Cada quien sus rarezas -comento noble 4. Seis esta casada con una otaku, aparentemente Carter iba tras la loli semidiosa... ¿que mas querían?
Una vez volvió y dejó las cervezas de los spartans. Ellos continuaron hasta que alguien cuya presencia no se hizo presente hasta que se acerco a la mesa de noble.
-Oye -dijo Carter a Rory -como que ya has bebido suficiente.
-Por favor, hablas con la apóstol de Enroy, apenas si estoy empezando -exclamo, cuando todos en la mesa vieron que loli tenia las mejillas rojas por el alcohol.
-¡¿Que esta pasando aquí?! -grito una mujer a la izquierda de la mesa donde estaba Noble, cuando todos miraron sintieron temor, no porque la mujer levantara la voz sino porque a quienes se la estaba levantando -¡como es que este lugar permita dar licor a un menor! y ustedes! -habló a noble -¡¿que pretenden embriagando a esta inocente?!
La sacerdotisa de la muerte comenzó a emanar un aura de cólera, de irritación; de molestia. Sus planes se habían arruinado.
Yao, luego de haber llamado la atención de todos en aquella taberna. Miraba con reproche y desprecio a los spartan, sin saber que eran ellos. Sin saber que había ganado la ira de la apóstol de Enroy que acompañaba al equipo Noble. Rory había planes, los cuales se fueron a la basura cuando esta apareció.
Plan de Rory
Ella esperaba que el líder spartan, Carter; la viera lo suficientemente ebria como para decirle.
-Ya has bebido demasiado no? -decía Carter a la sacerdotisa.
-Claro que no... aun puedo... -iba fingir estar borracha.
-Sera mejor que te lleve a tu casa.
Ella planeaba que el spartan la llevara en sus brazos hasta el cuarto de hotel en el que rentaba. Para que la dejara en la cama, y cuando estuviera a punto de irse.
-Espera~ -lo iba a seducir -quedate conmigo hasta el amanecer~
-Esperaba que dijeras eso -respondía Carter.
Fuera del plan de Rory.
Estaba llena de ira, su plan arruinado por una metiche. Bueno, igual podía sacar provecho de ello.
-¡¿Y bien?! -gritaba Yao -que pretendían hacerle a esta niña rufianes.
-"¿Niña?" -pensaron todos los spartans confundidos a la mesa. Mientras que los demás en el bar temían que pasara algo malo, llamar niña a Rory, nunca era bueno.
-¡Salvame! -fingió ser una niña indefensa, corriendo detrás de Yao
-me obligaron a beber y decían que me golpearían si no lo hacia -con todo y lágrimas tenia armado su teatro.
-¡Traidora! -grito Emile señalando a Rory.
Sin ver el momento, la elfa oscura saco su espada y poniéndola contra la nariz de Seis amenazo al equipo Noble.
-Tiene filo... -dijo Seis al sentir como le picaba la punta de la espada en su nariz.
Notando que Rory lloraba, sin saber que era una farsa; le calmo. Distrayendola por un corto momento que aprovecharon los spartans para irse.
-Tranquila pequeña, les daré una lección que no olvidaran -dijo y cuando regreso la mirada, el equipo noble ya se había largado del bar -¿donde se fueron?
Por afuera, los seis spartans estaban debajo de la ventana de la mesa en la que se sentaron.
-Jamas creí que la maniobra que usamos en Sao paulo nos serviría de nuevo -comento Jun.
Flashback
Dos años atrás, en sao paolo Brasil, cuando estaban de igual forma de permiso, fueron a un bar donde por culpa de Emile y Jorge destrozaron todo el lugar.
-Cuanto es por las bebidas -pregunto Jun.
-200 créditos -dijo el bartender -y son 5000000 créditos por los destrozos de sus amigos -agregando esto, no se dio cuenta pero el equipo Noble ya se había fugado.
Fin del Flashback
-Bueno... ya esta oscureciendo, deberíamos volver a Arnus -dijo Katt.
Como dijo, se regresaron a Arnus. Mientras que la coneja del bar agregaba la deuda a una pequeña cuenta que tenia hecha para noble en el consumo de la taberna, la elfa oscura se quedo luego de ver que también Rory se había ido sin darle las gracias, aunque no lo iba a hacer. Ya que todo estaba tranquilo en el bar, si era que podía decirse asi, pues todos miraban con inconformidad y temor por Yao, luego de lo que hizo a los que se los hizo. La elfa se sentó a la barra de servicio donde agotada solo miraba cansada la madera de la barra.
-¿Y? -preguntó molesta la coneja guerrera luego de que la chica ahuyentó a los spartans -que te sirvo.
-Un tarro de cerveza -esta sedienta, no era de beber muy seguido, pero luego de caminar incontables kilómetros hasta donde se hallaba no podía pedir más. Una vez que bebió del tarro suspiro y pregunto en voz alta -vaya, dijeron que en esta ciudad se encontraban los spartans, pero no he visto a uno desde que llegue.
Loa que la oyeron la miraron decepcionados, no reconoció a los spartans desde que los amenazo con su espada o era tonta, tal vez ambas.
-A estas horas ellos vuelven a su fortaleza en Arnus -dijo un viejo herrero que estaba a su lado -para que los buscas.
-Quiero pedirles un favor -el viejo la miro escéptico, lo cual no comprendió Yao -y si lo hago se que ellos no aceptaran gratis. Así que les ofreceré esto -saco detrás suyo una bolsa muy inflada de la cual revelo su contenido sobre la mesa. Todos se acercaron a ver, impactados de lo traía con ella.
-Eso... es real... -dijeron uno que otro interesado al ver el enorme diamante en bruto.
-El tesoro de mi clan, se lo daré a aquel que logre la petición que tiene mi pueblo -comento Yao.
-Y de que se trata -pregunto el tabernero.
-Matar a algunos dragones de fuego...
Ya en la noche, en la base de Arnus. El jefe había vuelto a barraca donde su equipo lo esperaba. Al entrar, podía ver como una nueva spartan que desconocía andaba muy pegada a Fred, lo que era nueva para él.
-Jefe has vuelto -saludo Linda pero noto en su rostro una pequeña preocupación, que parecía decir que metió la pata, cosa que nunca se había visto en él -que paso?
-Nada... no ocurrió nada -seguía con el recuerdo en su mente -quien es ella -cambio de tema.
-Spartan de la cuarta generación Fujibayashi -se presento la chica -usted debe ser el jefe maestro, es un placer conocerlo -le estrecho la mano y mostró una actitud relajada a comparación de cuando conoció a Frederic.
-La asignaron a nuestro equipo, indefinidamente -dijo Kelly desde su cama con un libro entre las manos.
-Entiendo -miro la armadura de la chica y vio que se trataba de uno de los diseños de esta nueva armadura (dejo a su imaginación la armadura de Fujibayashi) -bienvenida al equipo azul.
-Gracias señor -saludo con gesto militar -los demás de mi generación no podrán creer que soy parte del legendario equipo azul.
-A dormir spartans, no sabemos lo que nos espera mañana -dijo John.
Así como ellos, todos los spartans en la base ya estaban en la cama. Estaban entrenados para combatir sin descanso, pero no significaba que en días de paz no pudieran disfrutar de la poca tranquilidad que hubiera, debían estar listos para cualquier cosa que aconteciera. Al caer la profunda noche, toda la ciudad dormía, bajo el cuidado de la UNSC desde Arnus y las tropas que tenían en la pequeña comunidad bajo la colina que crecía cada día. Yao por su lado, ella durmió a las afueras del pueblo, bajo la protección de los arboles que adornaban el paisaje de subida a la base militar.
-Un día más, y mi pueblo estará a salvo -se dijo a si misma, para poder dormir con tranquilidad una vez mas.
Al día siguiente, a penas la luz del sol ilumino la tierra, ella ya se encontraba corriendo hacia las puertas de la UNSC en Arnus luego de haber sido despertada por los entrenamientos matinales de los soldados y los Shangelios. A la corta distancia que le faltaba para llegar, pudo ver como varios wartongs, naves pelican y phantom salían de la base para apoyar a distintos puntos en las zonas ocupadas por ellos. Yao acelero el paso cuando la puerta de acceso estaba por cerrarse, lo cual no quería que pasará.
-¡Disculpen! ¡Por favor! -grito la elfa oscura. Los marines que custodiaban la entrada voltearon al escucharla, para mirarla con extrañeza y confusión -por favor... -se detuvo para recuperar el aliento, y decir lo que necesitaba decir -¡soy Yao Ducy, vengo del bosque de Swachtz, mi clan esta siendo exterminado por unos dragones de fuego, se los pido. Salven nos, por favor! -no hubo respuesta por parte de los marines, solo se miraron entre ellos para terminar diciendo a Yao.
-'Hola, como estas' -los marines no dominaban por completo el idioma, los únicos que lo hacían eran las IA de las naves, los spartans y mayoría de los ODST. Saber que no hablan el mismo idioma, decepcionó a Yao.
Era de esperarse, no todos los humanos provenientes del ejercito de la UNSC dominaban por completo el idioma de este nuevo mundo, solo unos cuantos. Cosa que Yao nunca se pregunto si ellos llegarían a entenderla. En tanto eso pasaba.
En esa misma mañana. De entre las naves que habían salido de la base de Arnus al momento que Yao llegaba esa mañana, un pelican se dirigía a la capital del imperio, cargando al equipo azul junto a una serie de cajas llenas de productos valiosos, junto a ellos iba a el comandante Laski de la infinity.
-Oro, perlas, gemas, piezas artesanales -menciono cada cosa que traían la nueva spartan de este escuadrón -para que todo esto.
-La doctora Halsey lo dijo, en los días de la edad media, los reinos que buscaban aliarse con otros o negociar con otros, regalaban cosas valiosas como dinero a los reyes de las nación con los que buscaban formar el vinculo -dijo Linda.
-Lo usaremos para iniciar las negociaciones pacificas con el imperio -comentó Fred.
Halsey había especulado que, a pesar de ser un nuevo mundo, sus humanos regían la misma forma de pensar que tenían los hombres y mujeres que regían la tierra durante la edad media. Dado que estos vivían en la misma era que los seres de antaño.
-Iremos hasta la ciudad para negociar con el rey -exclamo el jefe.
-No exactamente -hablo Laski -el rey aun no sabe de estas negociaciones así que nos reuniéramos con quien discutió lo previo con los líderes importantes de la UNSC.
-¿Quien exactamente? -preguntó Fujibayashi.
-La tercera princesa del imperio, la princesa Pinya Co Lada -dijo Kelly.
John no pudo evitar sentirse tenso por un momento, tan pronto iba a reunirse con quien perdió su castidad y a quien le quito su virginidad.
-Y para mi suerte, el consejo me eligió a mi como el representante para estas negociaciones -dijo apático Laski, le parecía aburrido esta misión.
Seria un camino muy largo antes de llegar, para el jefe.
Mientras eso pasaba, devuelta en Arnus, precisamente en la comunidad que se levanto a los pies de la colina. Los ODST de Delta nueve descansaba luego de pasar mucho tiempo dentro de la armada a pesar de los cortos periodos de paz. Todo mientras Yao trataba de averiguar como podía comunicarse con los marines de la UNSC.
-Debo admitir que este lugar me recuerda a mi hogar de niño -dijo Dutch con la tranquilidad del mundo cuando habían terminado de comer en un restaurante al aire libre -me gustaría tener a mis hijos aquí junto a mi esposa.
-Si te vas a poner así de cursi, harás que vomite lo que acabo de comer -dijo Mickey -y lo que yo admito que estuvo exquisito este plato.
-Hablando de cursilerías... -dijo Romeo -¿como va todo con tu novia la spartan? Ya te rompió... -no termino de hablar porque le arrojo el salero a la cara.
-¡Tu también vas a empezar! -se incomodo con lo que iba a decirle.
-Bueno, luego de ayer... -comento Rockie.
Flashback
Debido a que Alice cayo en la pillar of autum y que terminase ayudando a los ODST en su llamado por un milagro. Ella término llevándose a Mickey en la hora de la comida, cosa que sorprendió a su equipo, a los de Crespo y a muchos otros, ya que no era común ver que un ODST y un spartan convivieran.
-Debe ser difícil ser un spartan... -comento Mickey incomodado al estar sentado junto a Alice 130.
-Solo soy otro soldado -dijo Alice luego de masticar un bocado de su comida -solo que tenemos mas responsabilidades.
-No lo niego -dijo Mickey, no buscaba que mas decir. La incomodidad se volvía tensión, no por el simple hecho de estar con la spartan, sino porque al ponerse a verla bien, sin su casco. Alice se veía linda, parece una mujer de su edad, sabiendo que tenia mas de lo que aparentaba. Era de cabello rubio natural, largo y ondulado, piel blanca y con una pequeña peca debajo de su ojo izquierdo del mismo lado.
-¿Pasa algo? -preguntó la miembro de rojo.
Fin del Flashback
-Solo conversamos de acuerdo -dijo Mickey molesto.
-Nadie te preguntó que hicieron -exclamo Romeo, solo para que el pimentero de la mesa aterrizara en su rostro también.
Más tarde de aquella pelea, Rockie salia de una tienda del pueblo con una lata de coca cola en las manos. Cuando la bebía, noto un rostro familiar que caminaba y parecía perdida entre todas las personas que transitaban, pero al verla mejor vio que buscaba a alguien.
-Un segundo -se dijo a si mismo -donde... -recordó y la reconoció. Era aquella elfa que había sacado de aquel pozo destruido por el dragón de fuego.
Preocupado por ella, tomo el resto de la lata y la tiro en un bote de basura. Se acerco muy despacio, no quería asustarla.
-Hola -se puso en medio de la chica sorprendiéndola un poco, pero sin asustarla; tal como quería -...¿mm estas bien? -pregunto Rockie -buscas algo.
-Perdón... -dijo calmada -busco a mi padre desde que llegue aquí. Temo que estén perdidos.
Al oír eso, no pudo sentir una mala sensación al respecto, sentía que le chica se equivocaba, pero no tenía idea en que. Así que simplemente decidió ayudarla.
-Te molesta si te acompaño -pregunto.
-No, claro no -dijo animada, sin pedírselo, él le iba a ayudar. Mientras seguían caminando, se presentaron -perdona, pero; ¿cual es tu nombre?
-Me llamo, Desmond. Pero todos me dicen Rockie -dijo el joven ODST, causando un deja vu en la elfa.
-Yo soy Tuka -se presento la chica con una sonrisa.
-Un placer.
En la tienda donde salio el soldado, salieron los demás miembros de su equipo. Los tres habían entrado a comprar solo que el novato salió antes.
-Oye Rockie -salia Dutch con un paquete de galletas con él -se que dijiste que no querías nada, aun así te compramos algo... -vio que no estaba ahí.
-Elige -salio Romeo -quieres papas de chile jalapeño, de queso o clásicas.
-Las de queso ya son mías -Mickey ya estaba comiendo la botana.
-Oigan -comentó Romeo -¿donde esta?
Ni cinco minutos... y ya lo habían perdido.
En cuanto a Yao, quien ahora se le encontraba sentada en un banco público devuelta en el pueblo de Arnus, se le veía frustrada y emanaba un aura de la misma forma.
-Maldición -se dijo a si misma -que no hay nadie que pueda ayudarme a hablar con ellos? Los únicos que se han ofrecido a ayudarme sólo son patanes que buscan algo conmigo, demonios que hago mi clan depende de mi.
Como señal del destino, una pluma traída del mundo de la UNSC cayó delante de Yao, luego de que a alguien se le cayera del bolsillo cuando transitaba frente a ella.
-Y ¿esto? -se preguntó al tener la pluma en sus manos.
Miro detrás del lapicero, percatándose de una tienda de subvenir con cosas traídas por aquellos que venían del otro lado del portal. Adentro, Yao se maravillaba de las cosas que se vendían ahí y que las personas de su mundo agradecían que estos recursos e inventos satisfacían sus necesidades.
-¿Cuanto es? -escucho la voz de un marine hablando en su idioma, el ingles.
-Son 72 créditos -dijo una chica felina que trabajaba como cajera en el local, la cual la elfa oscura escucho cuándo ella les habló en su idioma.
Unas vez idos los marines, ella se acerco con prisa a la felina, para preguntarle del como hizo para hablar con ellos.
-¡Disculpa! -asusto a la chica por su repentina aparición -has hablado con ellos! Como?
-Bueno... -dijo la chica de nombre meria -todos los que trabajamos aquí nos este libro rojo -le mostró el susodicho libro -contiene el idioma que ocupa la mayoría de los marines de la UNSC.
-¡Vendemelo lo necesitó! -su elevado tono de suplica ponía nerviosa a la chica -por favor! -inclino su cabeza ante la chica -mi clan esta en problemas, y necesito hablar con ellos...
Justo antes de que dijera algo mas, los dos marines que previamente salieron de la tienda, volvieron a entrar.
-Meria -conocían a la felina -olvide preguntar... -no termino de decir cuando vio a Yao detenidamente.
-Elfa, color oscuro, cabello plateado -dijo su compañera.
-Señorita -se le acercó el soldado -necesitamos hablar con usted, así que por favor, acompañenos, si es tan amable.
Meria le tradujo las palabras a Yao, lo cual la emociono.
-¡Gracias! ¡Gracias! -dijo llorando en el pecho de la marine y el presencia de los demás. Creía que se la llevaban para hablar sobre la situación de su pueblo, no para interrogarla sobre un malentendido.
Unas cuantas horas mas tarde, dentro de Arnus. Yao, estaba sentada frente a una mesa metálica encerrada en una habitación de interrogación, luego de que se le acusara de diversos cargos de ataques. Sin embargo, sus declaraciones eran confusas y necesitaban de alguien que hablara con ella como una amiga. Así que decidieron ir con Rerei para ese trabajo
-Gracias por venir señorita Rerei -dijo el militar a cargo del caso -lamentamos interrumpirla en sus practicas.
-Descuide -dijo la maga -una elfa oscura.
-Se llama Yao Ha Ducy, la trajimos porque ha habido reportes de una mujer que estado atacando a hombres y que les quita el dinero, pero cuando le preguntamos, nos dice lo contrario -dijo el marine.
-Quieren que descubra lo que pasa -pregunto Rerei.
-Se que es mucho pedir pero si -dijo el soldado.
Al entrar, Yao la vio y se pregunto, que querían esta vez, pero a la vez, esperaba que le dejaran contar su problema.
-Yao Ha Ducy -la nombro Rerei -me Rerei, habla conmigo. Puedo comunicarme con ellos, dime lo que necesites decirles a ellos.
Pero no llegó a decirle algo al respecto, cuando dos marines más, entraron al cuarto con noticias buenas para la chica.
-Disculpe Rerei pero, hemos arrestado a los que levantaron el cargo contra Yao, confesaron y dijeron que ellos intentaron violarla, ahora están siendo llevados a Itálica -dijo el soldado.
-¿Que? -pregunto Yao -¿que dijo?
-Dice que eres inocente, que los culpables serán encarcelados -dijo la maga -eres libre.
-¡Espera! Necesito de su ayuda -grito y se levanto de la silla, impresionando tanto al marine como a la maga -mi clan ¡esta siendo destruido por unos dragones de fuego! ¡Seremos destruidos si nadie nos ayuda! ¡Por favor! ¡Tengo que hablas con ellos!
Luego de oírla, Rerei recordó cuando los habitantes de Coda fueron emboscados por el dragón de fuego. Del como los spartans, los marines y los espada de Shangelios los salvaban y acababan con la vida del monstruo que asesino a la mitad de su gente. Sin dudar, le dijo al marine que Yao necesitaba hablar con sus superiores de un asunto vital. Rápidamente los contacto y Rerei como su traductora, hablaron con los tres líderes de la UNSC en su mundo.
-Lo siento, pero no podemos ayudarte -dijo Cutter desde su mesa de mando con Laski y Miranda junto a ellos con sus respectivas IA de sus naves.
-¿Porque? -exclamo Yao atónita luego de que la pequeña maga peliazul le ayudase a traducir.
Con ayuda de Isabel, Cutter le mostró un mapa de la ubicación de su pueblo y le explico el riesgo que había en juego.
-Tu pueblo esta pasando la frontera que tenemos establecido con el imperio -dijo el líder de la spirit of fire.
-Si alguna de nuestras naves pasa esa frontera rompería el armisticio que tenemos con ellos y haría continuar la guerra -dijo Palmer esta vez. Como Laski esta fuera, ella estaba al mando de la infinity, el poder era suyo. Pero era demasiado.
-No... no tiene que ser un ejercito muy grande -la elfa comenzaba a desesperarse -se que sus soldados lograron ahuyentar a un dragón...
-Tampoco podemos enviar a nuestros soldados a una muerte segura, mucho menos a los spartans -dijo Miranda. Luego de las operaciones prometeos y torpedo, junto con el asedio de Onyx la UNSC concientizo el valor de sus spartans y los ha visto como humanos mas que carne de cañón.
-Es mejor que desistas -le dijo Rerei cuando Yao ya se había quebrado.
-Lamentamos que hayas venido hasta aquí desde lejos, pero nuestra respuesta no cambiará -dijo Cutter.
-Ven -la llamo Palmer cuando la tenía atrás -te llevaré al pueblo.
La spartan de armadura blanca la había sacado, de la nave cuando su espíritu ya estaba quebrantando.
-Odio dar malas noticias -dijo Cutter luego de ver la expresión de Yao -vino desde lejos por ayuda, hay que reconocer su espíritu. Estos son los guajes de este oficio que detestó.
-Oigan a mi también me gustaría ayudarla -decía Miranda -pero con nuestros puestos... debemos cumplir ordenes aun por difíciles que sean.
-Puedo decir algo -hablo Roland, llamando la atención de todos -entiendo que sean capitanes, comandante y así... pero soldados, el deber de un soldado es ayudar a la población, aunque aveces deben romper las reglas.
-La pregunta es saber quien tendrá el valor de hacerlo -dijo Isabel entendiendo a su hermano.
Bajando por la colina de Arnus, iba Palmer en un wartong con cubierta llevando a Yao como le dijo Laski. Podía ver en la cara de la chica una expresión de desconsolación y fracaso, no podía entenderla pero comprendió su dolor. Así que decidió ayudarla un poco.
-Viniste desde muy lejos para pedirnos ayuda, ¿no? -la chica no le respondió, su vista de alma vacía hablaba por ella -escucha, no debería decirte esto, pero hay alguien que puede ayudarte.
-Que... -hablo con voz baja tras oírla.
-Dije que hay alguien que podría ayudarte, alguien que rompería las reglas con tal de ayudar a otros -dijo Palmer.
-¿Quien? ¡¿Donde lo encuentro?! -levanto la voz con sus esperanzas retomadas.
-Se llama John, o jefe maestro; es un spartan. Esta afuera de Arnus en este momento, espera a que vuelva y habla con él, trata de convencerlo -dijo Palmer sin avisarle a Yao que habían arribado a la comunidad de Arnus -suerte -dijo al despedirse.
-Jefe maestro... -susurró Yao sabiendo a quien debía acudir. La pregunta, que debía hacer para que le ayudase, mostrarle la gema, o su cuerpo; o ambos.
En cuanto a eso, el pelican donde el jefe maestro ya había llegado a las cercanías de la capital del imperio, ahora estaban a la espera de Pinya donde debían entregar los recursos a esta junto con algunos datos que solicito para las negociaciones.
-Estas bien John -preguntó Kelly luego de verlo muy estático.
-Lo estoy, ¿porque? -dijo dando la vuelta ante la pregunta inoportuna.
-Cuando estas muy estático es porque algo te preocupa -le comentó.
-Tranquila no es nada -dijo el jefe.
-Así se pone mi hermanito cuando nos presentó a su novia -exclamo Fujibayashi.
El comentario no venia al caso para los demás spartans, pero debían reconocer que John lo tenia inquieto algo. Hasta Laski se dio cuenta, solo vino a reaccionar cuando escucho los caballos de las caballeras de la orden de la rosa aproximándose, con Pinya y Boses al frente.
-Son ellas -dijo Fred.
-Esa es la princesa -dijo Laski al notar a una caballera joven entre todas -es una niña.
Una vez entrado en contacto y de haber entregado los paquetes, Laski se tomo el tiempo junto a los spartans para conversar con la princesa y sus soldados. En eso, John sabia que era inevitable contactar con la princesa, dejo que todo fluyera a su ritmo. Pinya lo vio, y se le acerco discretamente.
-Ho... Hola, spartan -saludo Pinya sonrojada, con los recuerdos del ayer en su mente.
-Princesa... -dijo cortante John, extrañamente quería estar cerca de la chica -¿todo bien?
-Si, no -no sabía que responder Pinya -solo tratando de resolver los problemas antes de que comience las negociaciones.
-Debe ser complicado -comentó John, y un pequeño silencio incómodo entre los dos se levanto. Cerca a ellos, Bozes podía ver como estos dos interactuaban. Lo cual la ponía celosa, a la vez que incomoda.
-¿Y tu? -pregunto la princesa ruborizándose aun mas con lo que iba a decir -como has estado... ¿Cariño?
Sin que nadie se percatara mas que Boses, se acerco a Pinya e interrumpiendo la reunión de ambos.
-Princesa -apareció detrás de Pinya -el ocaso -estaba atardeciendo -debemos volver a la capital.
-Cierto -dijo Pinya -debo irme.
-Esta bien -se despidió el jefe.
Una vez que las caballeras montaron sus caballos y se alejaron. Los spartans volvieron al pelican que habían ocultado entre la maleza para irse de regreso a Arnus.
-Debo reconocer -decía Laski -que para ser joven, es una chica comprometida a que se realice la paz.
-Tiene miedo -dijo John -miedo a que algo malo le pase a su pueblo. Vela por su bien.
-Eso es cierto -concordó el líder de la infinity.
Pinya había arribado hasta su hogar en la capital, en su cuarto estaba discutiendo con Boses al respecto.
-¡¿Porque hiciste eso?! -Pinya estaba molesta -¡¿porque nos interrumpiste?!
-Princesa entiende que no es momento para distraerte -le regañaba la roda amarilla -pronto serán las negociaciones y sabes lo importante que es. Ya es malo que hayas fornicado con él...
-¡Eso a ti que te incumbe! -le miro a los ojos -si lo hice con él es porque nos amamos, ¡a ti que te importa! ¡¿Acaso lo amas?! ¡Vamos dilo!
-A mi no me gusta... -trataba de evitar responder a eso.
-¡Bozes! Quiero que lo admitas -exclamo firme Pinya.
-¡Esta bien si! ¡Lo amo! ¡Luego de que me mandarás a su cuarto! ¡¿Estas contenta?! -admitió Bozes.
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