Un raro e inusual fetiche había despertado en Issei, él se había enamorado de sus esposas por sus carismas y bellezas, pero sus bellezas fueron resaltadas para los ojos de su marido cuando vio como otro hombre disfrutaba de sus esposas e Issei disfrutaba de tal espectáculo.
-¿Rias estas bien? -de pronto vio nerviosa a su primera esposa luego de que Issei tuviera su cabeza descansando en el regazo de su preciada carmesí, por lo que miró ella estaba perdida de la vista.
-¿Eh? -respondió primeramente tras salir de sus pensamientos -si, todo esta bien querido.
Oyendo esto, Issei se levanto inesperadamente de las piernas de Rias, solo para abrazarla romántico y hacer que su esposa cayera despacio sobre él en el sofá
-¿Que estas haciendo Issei?... -preguntó incomoda ante el acto de su amado.
-¿No puedo abrazar a mi esposa? -pregunto sin soltarla.
Hacia tiempo que Issei y Rias no se les veía de tal forma, era como ver a dos jóvenes amantes que apenas entraban en confianza para expresar su cariño tanto en publico como en solitario. Una tierna sonrisa se dibujo en la cara de Rias ante la mirada pacifica que le daba su amado esposo así como el calor de su pecho reconfortándola, ¿reconfortándola de que exactamente?
Esa noche, al igual que la primera noche, Issei se escabullo de la cama de sus esposas para ver en privado el material nuevo que le envió Boris de hizo con una de las mujeres del castaño. Luego de una semana, por fin podría disfrutar de nuevo contenido para desatar su peculiar fetiche.
-Aquí vamos -dijo Issei para colocarse los auriculares de diadema en sus odios luego de encerrarse con llave en la oficina, sin ninguna ropa puesta y su ganso listo para ser exprimido del placer que solo el disfrutaba con esto.
Dio al icono de inicio al video, para comenzar viendo a su amada Rias, en un cuarto de motel sola con tres tipos además de Boris. Así como la vio de incomoda esa mañana, igual de incomoda se le vio en el principio del video. Tapando sus pechos cruzando sus brazos y sus piernas juntadas para evitar que la cámara empotrada enfocara su vagina.
-¿Es necesario grabar?... -pregunto Rias intimidada mas por la cámara que por ellos -esta vez te delatare si alguien ve el video.
-Estate tranquila Rias-chan -dijo egocéntrico el tal Boris mientras colocaba la cámara en el tri pie -después de todo llevamos mas de un año reuniéndonos en secreto y tu marido no se ha enterado aun -le engaño para que entrara aunque sea en un poco de confianza. Si supiera que el video iba a llegar a exclusivas manos de su esposo -vamos, comienza -dijo luego de pararse delante de ella con su miembro puedo duro y palpitando muy pegado a la cara de Rias.
-No voy a ha hacer eso -repudiaba tener el pene de Boris cerca de su cara.
-¿Porque? siempre me pides comenzar chapándomela -presiono la cabeza de su polla contra la mejilla de Rias.
-Hazlo Rias... quiero ver que tan perra eres... -pensó Issei con su corazón latiendo por ver como su primer amor y esposa hacia una felación a otro tipo.
Con vergüenza, Rias abrió su boca y comió la cabeza del pene de Boris, con repudio lamia la punta de su miembro sin pasar a mas.
-Pero hazlo bien... -puso su mano en la cabeza de Rias, con violencia le hizo tragarse su miembro hasta el fondo, una expresión de horror se vio en la cara de su esposa cuando él hizo esto.
-Coff... coff -ni cinco segundo de que él hizo eso, Rias escupió su pene luego de sentir que se ahogaba -esta bien ya entendí... lo hare bien -exclamo intimidada.
Issei iba masturbándose a medida que veía a su esposa chupando el pene de Boris, lo había metido mas profundo en su boca. Rias le había hecho felaciones antes a su esposo, pero era diferente a cuando se lo hacia a Boris.
-Eso es... se siente genial Rias... -decía el tipo no podía verle la cara en el video, pero gracias a su expresión podía oír que lo disfrutaba.
-Solo acaba quieres... -dijo la carmesí sin dejar de estar mamando su pene.
-Actúas tan fría Rias, solo dices eso por la cámara... pero en realidad es que clamas por mi verga cuando nos reunimos -acaricio el pelo de la carmesí a medida que le seguía haciendo la felación.
-¡No digas estupideces!... -se disgusto Rias.
Dejo de lamer el pene de Boris y mas pronto de lo que espero Issei, estaba penetrando a su esposa. Boris la había subido a la cama en cuatro, tenia su polla metida en el coño de Rias clavando con ganas en la vagina de su esposa.
-¡Vamos! dilo... te gusta cuando te la meto -exclamo como si fuera el dueño de sus deseos carnales.
-No... no... -Rias apenas si podía contener el orgasmo que crecía en su cuerpo tras varios minutos de estar siendo cogida por Boris -te odio maldito bastardo...
A pesar de oír que su esposa odiaba tener relaciones con este sujeto, Issei se masturbaba cada vez mas duro oyendo y viendo a su esposa siendo sometida por los deseos de otro.
-Yo... yo... -su esposa no podía contener todo el orgasmo en su cuerpo cuando llegaba a su limite -...me... ¡me corro!
En grito, su coño expulso una lluvia de sus jugos de placer a la par que Boris se venia dentro de ella casi a la misma sintonía de Rias. Así mismo su esposo delante de la pantalla se corrió en igual cantidad que la vez anterior, tal vez incluso mas. Sin embargo aun no se sentía satisfecho a pesar de estar hiperventilase por el orgasmo que alcanzo.
-¡No has tenido suficiente! -Boris tenia a Rias empinada en la cama, no tardo ni cinco minutos cuando de nuevo comenzó a perforar la vagina de la carmesí.
-Sabes que no saldrás de esta habitación pronto -dijo el cabron que Issei permitía que follara a su mujer.
El video estaba resumido en treinta minutos de casi cuatro horas en las que Boris tuvo a merced de su pene a Rias.
-Basta... -decía Rias estando de lado en la cama con su pierna levantada por la mano del hombre para que su pene llegara mas profundo en la carmesí -adentro no... adentro no... -Boris se corrió dentro de la Gremory.
-Para... te lo pido... -la tenia de pie e inclinada mientras su pelvis golpeaba contra el trasero de Rias, haciendo ruidos lascivos por el choque de sus carnes. Volvió a recibir el semen de Boris.
-Mi mente se pone en blanco... -sentado sobre el borde, Boris la tenia sentada sobre él; ambas piernas levantadas mientras ella movía era quien movía sus caderas sin darse con el pene de Boris dentro suyo.
-Dilo Rias... di que te encanta mi pene... -de nuevo iba a correrse.
-Eres capaz de decirlo, Rias -pensó Issei cuando escucho esto.
-Lo amo... -decía sin ser Rias, su mente cedió ante el placer inmoral -amo tu pene destrozando mi infiel coño...
-Llénate con mi semen maldita ninfómana -aumento el ritmo de los movimientos de Rias hasta correrse por tercera vez.
-Aaaahhh~ -Rias dio un fuerte gemido de placer -me vengo de nuevo... Mmmm~ Issei perdóname... Pero me corrí con el pene de otro...
Issei lo perdono, no tenia nada que reclamarle a su esposa, porque para él fue todo un espectáculo lo que vio. Ahora se encontraba satisfecho, por el momento.
-Mas... quiero ver mas... -exclamo Issei para quitarse los auriculares con sus manos temblorosas luego de masturbarse mas de la cuenta.
Sin embargo, dentro de su propia casa. Rias despertó de improvisto y vio que en la cama hacia falta su esposo, todas las demás estaban menos él.
-¿Issei? -pregunto en voz baja. Preocupada pues algunas veces despertaba a mitad de sueño pero volvía a dormirse al acurrucarse en su amado castaño, pero no estaba él, temerosa salió a hurtadillas del cuarto a buscarlo -¿estará en el baño? -pregunto la carmesí y reviso el lugar, pero no estaba allí -¿en la cocina? -bajo a buscarlo, pero tampoco lo encontró allí -donde esta... será que... no, no debería saber o ¿si? tengo que hacer algo, no puedo seguir haciéndole eso a Ise... -pensaba culpablemente la carmesí cuando entro a la cocina.
-Rias -escucho la voz de su esposo por atrás luego de llegar a la mitad de la cocina.
-¡Issei! -volteo y quedo estupefacta ante su estado -¿porque estas desnudo? y... -vio erecto el pene del castaño.
Sin decir mas palabras, Issei con una expresión lasciva fue acercándose a su esposa y Rias comenzó a dar unos cuantos pasos lentos hacia atrás, preocupada por el estado mental en el que estuviera su marido.
-¿Estas bien Issei? -pregunto cuando su corazón comenzó a palpitar de miedo.
-Nunca he estado mejor -tomo las manos de su esposa y le beso, empujando su cuerpo expuesto contra el de su esposa, y su miembro clavándose contra su vientre y a Rias la empujo contra el comedor de la cocina. Después de mucho volvía a sentir el calor de su esposo.
-Issei... estas mas cariñoso que antes -dijo Rias conmovida que después de mucho, eran los labios de su esposo los que la besaban no los de otros tipos.
-Ha pasado mucho tiempo desde que lo hicimos -dijo Issei besando y mordiendo la oreja de su esposa mientras abrazaba mas lascivamente su cuerpo de la carmesí -tengo ganas de hacerlo.
-¿Aquí? -pregunto Rias -no es mejor volver a la cama y despertar a las demás.
-No, solo te quiero a ti en este momento -pegado su pene a la pierna de su esposa, Rias sentía como le palpitaba ansioso por tener sexo con su esposa.
Levanto la falda transparente de la pijama que tenia Rias, y sin dudarlo penetro a su esposa cuando la puso sobre la mesa. Sintiendo como el pene de su esposo le llegaba profundo, tal vez mas profundo que Boris.
-Por fin... luego de mucho... mi amor -decía Rias en su mente, y con lagrimas en los ojos a pesar de estar besándose con su esposo, las que se derramaban a medida que él la hacia suya de nuevo, mas lujurioso y amoroso de lo que pudo haber sentido con el bastardo que la forzaba -no debería disfrutar... luego de lo he hecho a sus espaldas...
-Te ves tan hermosa Rias, te voy a amar siempre -le dijo sin parar de mover sus cinturas y darle verdadero placer a su mujer.
No volvieron a la cama el resto de esa noche, varias veces, inspirado del material de su esposa le dio su amor hasta el cansancio y el amanecer. Rias se sentía libre de culpas luego de recibir el amor de su esposo luego de mucho, y mucho ser profanada por otros.
-Debo hacer algo, debo ponerle fin y las chicas también... amo Ise... no es justo lo que le hago -dijo Rias abrazada por los brazos de su hombre, los cuales eran mas fuertes de lo que recordaba.
Si supieras que él disfruta de verla con otro, bueno; quien sabe cual seria su respuesta de la carmesí, quien sabe que pensarían las demás.
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