(Antes de comenzar, debe aclararse que esta obra esta hecho con fines de entretenimiento, sin buscar menospreciar al genero femenino, no se busca incentivar ninguna ideología o pensamiento. Todos los personajes en estas historia y partes, tendrán mas de 18 años. Se recomienda discreción y tolerancia a los espectadores, si eres menor de edad, vuelve cuando tengas la edad adecuada para leer este contenido)
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La vida sonrió a Hyoudou Issei cuando su sueño de casarse con las mujeres que conoció en sus años durante la preparatoria. El gobierno de todo mundial había decretado que la poligamia era legal y Japón fue una de las naciones que tardo poco en adoptar está ley que trajo gran prosperidad a su gente. Sin embargo en medio de esa prosperidad había incertidumbre para Issei.
Rias, Akeno, Asia, Xenovia, Irina, Koneko, Ravel. Eran los nombres de las que ahora son esposas de Hyoudou. La felicidad que pasaba con ellas se volvía estoica, más aún sentía un vacío existencial cuando llegaban las noches en las que tenía que satisfacer a sus esposas.
-Aaaahhh~ Issei~ ¡Dámelo dentro mi, amor! -gritaba Rías cuando su hombre la embestía culminando el éxtasis de la orgía que había armado en la cama siendo solo él quién logro satisfacer a cada una de sus esposas en un mar de placer y amor -¡Si!~...
Su esposa grito, pronto cayó agotada y se durmió por lo mismo. Cada una de esas siete mujeres estaban agotadas, dormidas y llenas del semen de su castaño luego de hacerlas alcanzar el orgasmo. No obstante Issei no se hallaba satisfecho, sentado en la cama un poco distante de sus amadas había llegado a su límite, sin embargo no se sentía satisfecho, no porque quisiera más de ellas, sino porque hacía falta una emoción que le impedía sentirse igual que completo cuando lo hacía con sus esposas.
-Porque... porque me siento así de vacío -no bastaba con solo pensarlo, tenía que salir de su boca ese pensamiento, suerte que el agotamiento y sueño en el que estaban sumidas cada una de las chicas las hizo ignorantes ante la palabras de Issei -...lo hago con ellas todas las noches, juegos de rol. Cosplay... Bondage... lo hemos hecho de todo pero... Porque siento insatisfecho...
Ya llevaban un año de casados con él. A pesar de ser consentidas por Issei cada que alguna de ellas le pedía, nunca pensaron si él se sentía igual de completo y satisfecho sexualmente como sus esposas lo sentían. Tal vez haberlo preguntado hubiese cambiado su destino, tal vez no. Pero esa pregunta que se hizo Issei no fue contestada hasta tiempo después, casi como dos años luego. Extrañamente Issei y sus esposas dejaron de hacerlo casi abruptamente, Cada día, una de ellas le pedía atención sexual a Issei y se las daba así como a él le consentían haciéndolo todas con su esposo, pero ese día a día paso a ser cada dos días y de repente nada, lo cual a él no le dió importancia hasta más tarde. Cuando era tarde para ellas, pero a tiempo para Issei.
-Issei, ¿amor pasa algo? Te ves inquieto -pregunto Akeno cuando de repente vio su hombre mirando perdidamente por la ventana de la cocina hacía la ciudad. Él limpiaba los almacenes mientras ella cocinaba en lo que sus demás mujeres también limpiaban alguna parte de la casa.
-Descuida amor, todo está bien -se acerco a su esposa y le beso -todo está bien.
Todo estaba mal, pues se había dado cuenta que sus esposas estaban actuando extraño, como si le ocultaran un secreto, uno que no podíam mencionar. Así que contrato a un investigador privado para descubrir su secreto, luego de dos meses de estar detrás de cada una y de todas ellas. Le tenía los resultados, al siguiente día se iba a reunir con Issei para mostrarle lo que ocultaban sus esposas al final. Lo que oyó y vio no fue bonito...
-¿Ellas me engañan?... -se reunió con el detective en un café poco concurrido de la ciudad. El hombre le entrego fotos y un USB con un vídeo de ellas participando en una orgía con un grupo de hombres en un hotel.
-Lo lamento, pero es lo que descubrí -dio sus condolencias -por lo que descubrí uno de ellos controla a sus esposas, tengo su nombre y dirección. Solo dígalo y una orden de arresto será concedida para atraparlo bajo cargos de trata de personas -no comprendió Issei esto, pero siguió escuchado -igual, conozco un abogado por si quieres demandar a tus esposas por infidelidad.
-Esta bien -dijo Issei ciertamente desalentado y sin poder dejar de mirar las imágenes, no por trauma sino por... por qué le parecían... Hipnotizantes -¿se las regreso?
-No, son suyas, yo tengo copias -exclamó el hombre -también le doy la información de la persona, si quiere. Estaremos en contacto.
Cuando le ofreció la identidad de con quién sus esposas le engañaban, guardo el informe en vez de leerlo. La verdad, era que Issei le entró intriga, si en su mente sus mujeres se veían hermosas en esas imágenes, se pregunto si se verían más bellas en el vídeo que se almacenaba en esa unidad flash.
Espero hasta la noche cuando sus esposas estuvieran bien dormidas para irse a la oficina en su casa donde estaba la computadora. Encerrandosé con llave en esa habitación, se dispuso a ver el vídeo con los audífonos puestos y el volumen a todo volumen.
-Video #0 - Issei leyo el nombre del archivo -bien... Aquí vamos.
Cuando dió reproducir, vio de principio a fin la filmación. Cómo en las imágenes que le dió, sus esposas estaban siendo cojidas por distintos hombres en una orgía concebida en una habitación de hotel por lo bien que se veía el fondo. Cada una de sus esposas era profanada por uno o más de estos sujetos.
-Que bien la chupas Rias -dijo uno de los sujetos que cogía a su esposa por la boca mientras ella estaba sentada con la polla de otro en su coño al cual montaba, al mismo tiempo Rias tenía agarrado el pene de otro al cual le estaba masturbando.
-Deberías probar su coño también... -dijo el tipo que tenía debajo Rias.
-Vamos perra también lame el mío -aquel que solo le masturbaba tomo a Rias por su cabeza y la giro para que metiera su pene en la boca de la esposa de Rias.
-Debería sentir asco... Odio a esos tipos... A mis esposas... -pensaba Issei -pero no puedo evitar excitarme al verlas tan... Lindas... Hermosas... -debajo de su pijama su miembro se había excitado -¡Carajo no resisto más! -comenzó masturbarse viendo de principio a fin ese vídeo, viendo cómo trataban a sus esposas como unas putas cualquieras.
La filmación cambio su enfoque y paso a Akeno. Su amada pelinegra era penetrada por boca y coño por dos tipos, otros dos más tenían las puntas sus penes sobre los pechos de su esposa mientras se la jalaban.
-Esos enormes senos son tan geniales -decian de su esposa.
-Tu lengua es genial, debes enamorar a todos cuando se la chupas -la humillaban, pero su expresión parecía no estar en contra de esa humillación.
Paso la filmación a otras de sus esposas. Xenovia, estaba montando en un sofá el pene de otro sujeto, parecía gustarle a ella.
-Que tal ¿te gusta mi pene? -exclamó el desconocido.
-Si~ -respondió su mujer.
-Entonces esto te va a encantar -un segundo hombre llevo y metió su miembro en el culo de su esposa sin ser cuidadoso.
Vio a Irina de cunclillas lamiendo los penes de dos tipos, uno lo metió en su boca al que lamía como paleta helada de dulce mientras al otro lo tenía pegado a su teta izquierda mientras se la masturbaba. Ante esto, dos más se acercaron con sus miembros erectos apuntando a la cara de la religiosa.
-Oigan, esperen, ya llegará su turno -dijo intimidada.
Cuando llegó a ver a Asia, su inocente esposa estaba siendo cogida por uno en el suelo con el sobre ella.
-Se más, cariñoso -pidió asustada.
-Veamos si tu boca es tan dulce como tu voz -otro apareció y metió su miembro en la boca de Asia.
En cuanto a Koneko. Ella sobre la cama era embestida estando en cuatro con otros tres delante de ella masturbándose a la espera de cubrirle la cara.
-Vamos, comienza a abrir la boca linda -dijeron y ella acató.
Ravel en tanto montaba a uno de estos tipos, mientras otro tenía metido su pene en su boca y otro montaba los pechos de la esposa de Issei.
-Maldita sea se siente tan bien que ya no aguanto...
Dijeron y en un acto colectivo, todas sus esposas fueron llenadas o cubiertas por el semen inmundo de estos hombres. Pero igual Issei lo hizo, el éxtasis fue superior a todas la veces que lo hizo a sus esposas.
-Jamas me había sentido así de bien -decía Issei agotado -quiero más...
Y de pronto en el vídeo justo cuando se acercaba el final.
-Y bien ¡están disfrutando la fiesta! -grito uno que igual profanaba a sus esposas, ese rostro se le hizo familiar era el sujeto que vio en la cara del informe de antes. Se llamaba Boris.
Hizo algo que pocas personas harían. Contactarlo. Se reunió con él en la misma cafetería de antes donde se junto con el detective, ¿para que? Bueno...
-¿Quieres que grabe a tus esposas cogiendo conmigo? -pregunto el tal Boris con los brazos cruzados -esta bien -acepto la propuesta de Issei.
-¿No piensas que estoy loco? -pregunto el castaño.
-Por favor conozco tipos que me piden coger a sus esposas porque les encanta verlas en video o mientras se esconden en el armario o mientras están allí mismo en el cuarto -dijo Boris -no te cobraré nada, tirarme a tus esposas es suficiente. Solo que no te sorprendas si algún día dejo de mandarte videos es me harté de tus esposas, lo siento pero así soy, cuando una mujer casada y linda aparece en mi camino me entretengo con ella hasta fastidiarme. ¿Te digo algo? Dudo que me fastidié pronto de tus esposas, te sacaste la lotería con esas chicas.
-Eso está bien para mí, gracias por cierto -exclamó Issei -cuando podrás hacer un nuevo vídeo para mí.
Así comenzó, tal vez pienses que este loco, pero en realidad hay gente que paga para que otros graben o follen a sus esposas por ellos, una parafilia sexual de la que no tengo idea del nombre. Tal vez creas que está enfermo este chico, pero para él, ver a sus esposas teniendo sexo con otros sería algo normal. Jamás pensó la ruta por la que iría.
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