Issei sabia que tenia un problema, mucho antes de decidir arrojar el USB donde según él, debía ponerle fin al fetiche raro que tenia por sus esposas. Fue con sus esposas a una cita con un psicólogo, aunque podría decirse que el problema era de Issei, todas eran igual de culpables por compartir su fetiche enfermo.
-Bueno, familia Hyoudou -decía el hombre de unos cuarenta años, en su sofá mientras en su pequeña libreta anotaba todo lo que el castaño y sus damas iban a contarle -recuerden que esta sesión es confidencial, nadie sabrá de lo que paso aquí.
-¿Porque graba entonces? -Xenovia noto, que una cámara en tripe había a lado del hombre apuntando a su esposo y ellas.
-El estado me obliga a grabar por si algún paciente es muy... especial -dijo el hombre -como dije, nadie sabrá de lo que se grabara, a menos que el estado lo requiera.
Ninguna se sentía conforme, sin embargo; era lo que pasaba con contratar a un servidor del estado.
-Bueno, familia, cual es el problema -pregunto y tragándose la vergüenza, Issei conto que sus esposas (las primeras siete) le fueron infiel, pero en vez de enojarse y confrontarlas, le excitaba ver como ellas tenían relaciones con otros hombres, lo cual desarrollo un fetiche. Las primeras siete se avergonzaron de solo escuchar a su esposo -ya veo eres un cornudo.
-¿Un que? -pregunto Issei, le pareció raro este termino.
-Un cornudo, una persona que siente pasión sexual luego de ver a su esposa teniendo sexo con otro hombre -dijo el doctor -lo cual es mas normal de lo que piensan.
-Entonces, es... ¿normal? -pregunto Akeno.
-Por supuesto, aunque claramente tienen un problema. Para empezar deben aclarar el porque decidieron engañar a su esposo -lanzo la cuestión el doctor, sin embargo ninguna parecía querer responder a tan correcta pregunta, como empezó la infidelidad de ellas siete hacia Issei -¿y bien?
-No... no fue algo que decidiéramos, fue algo ocasional cuando conocimos a Boris -hablaba Irina -personalmente, por un momento creí que era un buen hombre al conocerlo, era amable y cuando sugirió hacerlo, supuse que seria algo de una sola ocasión...
-Pero entonces nos engatuso, no lo escogíamos como hombre porque sentíamos culpa de lo que te hacíamos, por eso seguíamos contigo -continuo Akeno, la razón por la que no se volvían las putas de este Boris y sus contactos, era por el amor que sentían al castaño de su marido, a pesar de su infidelidad, el demostraba amor aunque...
-Issei-san tiene también culpa -grito Asia -una noche, después del coito me desperté y no le vi en la cama, y lo halle en el sofá de la sala, parecía estar inconforme... pensé que ya no... te gustábamos -comenzó a llorar la antigua creyente, pero de pronto su esposo, se acerco a ella y la abrazo.
-Eso jamás, Asia. No importa lo que hagan yo las amare -consoló a su tercera esposa, dejándola llorar en su pecho.
-Issei, hubo un tiempo en el que te apagaste, eras sexualmente activo con nosotras como ahora. ¿Pero porque te detuviste? -pregunto Rias, sabia que su esposo era un pervertido y un calenturiento, lo cual amaba de él, pues a pesar de su constante excitación, él solamente hallaba satisfacción en sus esposas, en nadie mas.
-Porque deje sentir la emoción -exclamó -si, aun las amo y excitarme para satisfacerlas si me lo piden, pero... empecé a sentir que hacia falta algo de sabor a todo, cuando vi que actuaban muy secretamente, sospeche y descubrí que me engañaban, cuando el detective me dio el video que consiguió sentí que me volví a enamorar de ustedes. Por eso venimos doctor, la verdad pienso que estoy enfermo si me excita ver a mis esposas con otros, mas si es en video.
-Muchas parejas que consultan por infidelidad revelan que no sintieron rabia al ver como su pareja les engañaba con otros, sino sintieron excitación por su pareja durante y después de la infidelidad -decía el psicólogo -la mayoría de las parejas que practican esto es por la sensación en la que pareja no puede alcanzar la máxima o real satisfacción sexual que obtienen con su respectiva pareja, lo cual produce mayor excitación y amor por su pareja. O al menos así me lo describen los pacientes que vienen.
Ninguna sabia que decir a eso, al parecer el medico les decía que el fetiche compartido de su esposo no era mas que un problema común del que no debían sentir mal.
-Entonces, no estoy enfermo -mentalmente hablando.
-No, claro que no. Dígame Issei ¿Qué pensó de sus esposas la primera vez que vio a sus mujeres engañándolas en el video? -pregunto el psicólogo.
Pensó con cuidado sus palabras, al entender que no preguntaba acerca de sentirse excitado por ver a sus esposas con otros, sino por el ámbito moral de su cabeza.
-Las vi, felices... pero no lo suficiente como cuando están conmigo, sentí que no les daban la atención suficiente para satisfacer a mis esposas aunque se corrieran. Entonces despertó mi interés sexual en ustedes -miro a sus esposas -esa vez, Rias. Cuando lo hicimos en la cocina en la madrugada, vi un video tuyo -el primero -y la expresión que hacías cuando te follaba, me causaba mucho mas placer que verte coger con Boris.
-Issei~ -se sonrojo Rias -la verdad, yo me sentí igual, el sexo con Boris no se comparaba con lo tuyo. Es como dices, me gusta ver la cara que pones cuanto te corres en mi.
-Esto se puede poner un poco incomoda para mi. Pero hay que saber, sin embargo siento que no empezó esto por ver a tus esposas engañándote ¿o si? -pregunto al castaño -quiero saber, porque empezó este fetiche. ¿Fue por ver a tus esposas engañarte?
-No... la verdad -respondió Issei sin mucho animo, sorprendiendo a sus mujeres -de hecho comenzó cuando inicie la preparatoria.
Flashback
El mismo Issei sabia donde comenzó todo su problema. Se conto antes de forma breve, pero ahora tocaba extender la historia. Había descubierto a su madre siendo infiel con un hombre joven, que no era su padre. En vez de confrontarla e interrogarla por su falta de moralidad como madre, ese día cuando se suponía que el castaño debía estar en el colegio, su madre había recibido la visita no solo del chico que suponía era su amante, sino también trajo consigo a amigos para conocer mejor a esta madre.
-¡Dios es increíble! -decían estos sujetos -señora chupa mi polla como toda una puta.
-¡Es toda una zorra!
-Podría cogerla todo el día sin hartarme de usted, señora -decían cosas como esta y mas los jóvenes.
Así como llego a ver a sus esposas ver cogiendo en una orgia con mas de tres hombres cada una, Issei ese día vio y se masturbo de principio a fin, mirando como su madre era cubierta de semen por esos seis varones jóvenes (porque pasaban los veinte cada uno). Aquel que iba casi a diario a follarse a su madre, le daba por el coño, mientras otro de sus amigos invitados le penetraba por el culo, otro mas por su boca, más dos mas que hacían que la señora Hyoudou usara sus mano para pajearlos a cada uno. El ultimo sin embargo, no estaba apartado, pues frotaba su miembro en los pies de la madre del chico.
-Aquí voy... tráguese nuestros jugos ¡señora! -gritaron y eyacularon sobre ella, de la misma forma que Issei después vería a sus esposas cubiertas con la leche de otros hombres.
Después de eso, la madre de Issei se desfalleció y esos jóvenes se fueron al dejarla cubierta de sus gotas de semen. Al darse cuenta que pronto daría el medio día, culposa se levanto de la cama y se dirigió al closet, tomándola por sorpresa.
-¿Eh?... ¡Issei! -su hijo estaba allí, desnudo y con su mano en su dura polla masturbándose -deberías estar en el colegio... me viste.
-Si -dijo, sin parar de masturbarse.
-Debes de sentir asco por tu madre -su mamá ahora si podría ponerse una soga en el cuello y tenderlo de la rama de un árbol -...para Issei, deja de tocarte -vio entonces, que ya había eyaculado mas de lo esperado, tal vez desde el principio que esos hombres la follaron hasta incluso seguir después de dejarla allí como un muñeco.
-No puedo... -respondió -pienso, que mamá se veía hermosa.
La mujer no sabia que decir, su hijo le decía en otras palabras que aceptaba su naturaleza cornuda, al punto de sentirse atraído por ella.
-Mi Issei -su corazón de madre se alegro, tomo la mano libre de su hijo y lo llevo a su cama -ven, deja que te ayude.
Dejando de lado su mano para auto complacerse, sintió de primera como la boca de su madre engullía todo lo que era su pene de recién cumplido los 17 años. La sensación calida, mas los sonidos lascivos que hacia su madre eran otro nivel.
-Te gusta Issei, te gusta la mamada que te hago -dijo la señora Hyoudou, para luego usar sus lindos pechos -esto es un paizuri... ¿te gusta como se siente tu pene entre mis pechos?
-Es genial mamá... siento que me voy a correr~ -de pronto la mujer se detuvo.
-Aun no, para hacer eso -se acostó en la cama y abrió sus piernas y con ello, su vagina usada -debes colocar tu pene aquí dentro.
-...Mamá... tu coño aprieta, es lo mejor~ -decía Issei mientras movía sus caderas.
-¿Seguro que es tu primera vez? te mueves tan genial mi Issei~ -estaba por correrse, si era su primera vez. Pero lo hacia como un profesional.
-Me vengo, mamá... ¡me vengo! -se dejo caer sobre los pechos de su madre, llenándola toda. Aunque su interior aun yacía parte del semen que derramaron los otros hombres, juro a Dios que ni su padre la había hecho sentir el cielo.
Fin del flashback
-Pero eso fue solo lo primero doctor...
Flashback
Esa fue la primera y única vez que tuvo sexo con una mujer. El resto del año escolar siguió como si nada. Hasta que conoció a quien seria su primera esposa, Rias Gremory, una extranjera que cursaba el tercer año. Se conocieron por cosa del destino teniendo un interés mutuo, lo único que se interponía entre ambos era que Rias yacía comprometida con otro. Hasta que en una inesperada visita a su casa en media noche cambio eso.
-¿Rias, que haces? -pregunto cuando la vio despojarse de su uniforme ante sus ojos.
-Issei, pero mi padres no entenderán que no amo a ese hombre, jamás seré libre de escoger a quien amar o a quien quiero entregar mi pureza, por eso te elegí a ti Issei, quiero que tomes mi virginidad -exclamo Rias en brazos del chico.
-Pero porque yo -estaba incrédulo -no lo se, pero algo en mi... quiere que sea contigo -para este entonces Rias no tenia claro que amaba a Issei.
-Entonces será algo mas para ti, Rias -había despertado su lado cornudo para ese entonces -seré el amante de Rias desde ahora, y cuando te cases, te daré el amor que ese hombre no te de.
Mas tarde... En esa pequeña cama, la carmesí princesa comenzó a experimentar los placeres que un verdadero hombre le daba a una mujer que amaba.
-Issei~ tu lengua, es genial~ -exclamo Rias, al sentir la ágil lengua de su amante, acariciando el interior de su coño, como cuando ella se masturbaba; hasta una chica tiene sus necesidades, solo que ahora lo sentía multiplicado por diez. Cuando llego el momento de ser incrustada por el pene del castaño y sentir el movimiento de su pelvis, el dolor paso mas pronto de lo que pensó -Issei... tu pene... me llena de placer.
-Seré el amante de Rias hasta el final -no paraba de cogerla y amarla como un verdadero amante que le prometió.
-¡Lléname Issei, dame tu amor! -exclamo, envolviendo su cuerpo en el de su esposo, justo sintiendo el amor de su amante.
Lo que siguió, fue su romance indebido. Tal como prometió a todas horas, dentro como fuera de la escuela y cercano a su prometido, Issei la hacia sentir el cielo. Hasta que un día en casa de Rias, en su cama, fueron descubiertos como lo planeo la carmesí.
-Que significa esto Rias -tanto la hija como su amante fueron confrontados, a poco días de su graduación camino a la universidad.
-Significa que yo amo...
-...Amo a su hija, amo a Rias Gremory -Issei tomo la palabra -por eso actuábamos así, ella dijo que no podría deshacerse de su compromiso, así que le convencí de ser amantes en secreto, la amo y no dejare de hacerlo incluso si la obligan a casarse con quien no ame ella.
Entonces lo tuvo muy claro, luego de verlo acusarse de toda la culpa cuando fue Rias quien era la principal responsable.
-Tienes agallas chico -dijo la madre de Rias.
Poco después de ello, se reconsideró y Rias fue liberado de su responsabilidad, para finalmente ser pareja de Issei hasta ser desposada por él, así como las otras mujeres con las que se desposo.
Durante el tiempo que dedico a Rias, también había ayudado Akeno de una forma similar. Era bastarda de la hija heredera del clan Himejima, buscaban emparejarla con algún hombre que la aceptara a pesar de nacer de la heredera del clan y un hombre ajeno al que se le emparejo, baraquiel.
-Soy una bastarda, no quiero ser amada a por alguien que no le importe eso -decía cuando estaba en territorio de la familia Himejima en un festival, donde vestida de sacerdotisa, calló a la princesa del relámpago con un beso, que le hizo entender la amaría sin importar que -Issei...
Esa noche, tomo a la sacerdotisa y la despojo a Akeno de su pureza olvidando varias cosas, que estaban en una festividad del clan que rechazaba a la chica y dos, que donde lo hicieron era detrás del santuario de la familia. Fueron descubiertos en medio del acto, pero Issei de nuevo demostró su amor hacia Akeno besándola frente al clan... Y llevándose al bosque para seguir con lo que empezaron. Al final fue despojada de su titulo como heredera del clan pero eso le permitió estar con un hombre que en realidad le amaba.
Luego vino Asia. Otra chica extranjera, que sin conocer a nadie un chico la hizo su novia pero ni ella estaba segura de lo que eran, pues el joven llamado Diadora insistía en tener relaciones con la chica pero nunca se dejó. Entonces, con Issei como su amigo, le pidió consejo, si era realmente indicado dejar tocar por su pareja como tanto insistía.
-Tener sexo es parte de amar, ambos deben saber que quieren hacerlo -exclamo Issei, estando en su cama dado que la plática tenía que ser en un lugar privado.
-Pero como sabré que Diadora-san es el indicado para hacer eso, dios dice que no es correcto hacer eso antes del matrimonio -dijo Asia -no siquiera se con claridad si amo a Diadora-san.
-Dios dice muchas cosas en esa biblia, pero al final dice, que toda las decisiones son de nosotros, lo qu está bien y mal, no dice a quien amar y quién no, Dios actuó por como su corazón por los humanos le decía -dijo.
-Quiero... Quiero ser amada, por alguien con el corazón como el de Issei-san -entoncws le silencio con un beso, caídos por la lujuria.
Despojo de su virginidad a la monja, que usaba su vestido cuando insegura se sentía, siendo amante del castaño aún teniendo a ese tal Diadora, le dejo tocar su cuerpo, pero después de hacer sido tocada por Issei. Lo cual le hizo repugnar a la chica, ya que él quería su virginidad; despechada Issei se hizo responsable y tomo el corazón de Asia para siempre.
Vino Xenovia después junto con Irina. La leyes de poligamia habían sido aprobadas en el país luego de la propuesta de la ONU tras reconocer que eran mas mujeres en el mundo que varones, en todos lados del mundo. Así que en un intento por acercarse a su amor platónico de la infancia, y de Xenovia por encontrar a un hombre ideal que le diera un hijo fuerte y valiente. Obtuvo admiración por Issei luego de enterarse y ver que con valor pidió la mano de Rias al ser descubiertos en el acto y después de romper el compromiso con otro, mas lo de Asia y Akeno, supuso que era el ideal.
Se suponía que debían emboscarlo en el cuarto de equipo de limpieza de esa piscina publica y domar a la bestia, pero fueron ellas domadas por la bestia.
-Vamos, dame tu pene -decía Xenovia encima de Irina cuando ambas yacían excitadas, acostada la peliazul sobre la peli naranja, con sus cuerpos al natural y cubiertas por el sudor y otros fluidos de su castaño -dame un hijo~
-Por favor, Issei~ dame tu amor -decía Irina igual de caliente. Ambas ya habían recibido el semen de Hyoudou, sin embargo sus interiores les pedían mas a gritos, no le importo a él si para este momento, ya engañaba a Rias con Akeno, Akeno con Asia y a Asia con Xenovia e Irina.
Koneko consiguió follar con Issei cuando vino su cumpleaños dieciocho, en donde como regalo le pidió a Issei ser él su primera vez, luego de verlo tener sexo, con Rias, Akeno y las otras tres. Queria sentir esa felicidad que ellas sentían.
-Senpai~ por favor -dijo, cuando estaba empinada dentro de su cama con su coño llorando por él para que la desvirgara -senpai... lo amo, por favor tome mi virgni... ¡Nyaaa! -grito como gatita cuando la cosa de su senpai tomo su primera vez sin decir nada.
Eran ellas seis solamente. Ravel fue la ultima en aparecer, pues al igual que Rias, a la largo se sintió atraída por el castaño. Pero igual estaba en un compromiso por parte de su familia, pero ella misma estaba indecisa si lo que sentía por este hombre era correcto, o hacerle caso al fuego en su interior e ir por Issei a controlar esa pasión. Opto por lo segundo.
Fin del flashback
-Si, supongo que de allí se origino todo -termino de contar y el psicólogo termino de apuntar en su libreta mientras sus primeras siete esposas sentían pena de lo contado, pero era real todo lo que Issei narro al hombre.
-Bueno -en su libreta el hombre había apuntado que Issei era un hijo de puta con mucha suerte -dime, que sentiste en esos instantes, cuando tuviste sexo con tus esposas, sabiendo que las engañabas entre ellas o que engañaban contigo a alguien mas.
-Me sentía... completo. Me sentía superior de alguna forma -respondió tras reflexionar sus palabras.
-Me contaste que antes de tu madre, sentiste atracción por otras mujeres de tu edad por lo cual las alegrabas para hacerlas felices, pero descubrías que esas mujeres tenían a alguien mas y te sentías traicionado. Al sentir tu que por fin invertías los papeles, te dio ese aire de superioridad -era la conclusión del hombre -pero cuando esa chispa de superioridad se te fue, reapareció cuando las viste siéndote infiel y que aun así seguían contigo te devolvió esa sensación. ¿dime si me equivoco?
-Si, la verdad si -contesto casi en un estado depresivo.
La sesión termino y el resultado fue dado, no tenían nada. Era algo común ser cornudo, pero había que saber porque y que la única cura para tal fetiche, era la voluntad de ponerle fin. En ese intento por ponerle fin y la mala idea de arrojar el USB con los videos de sus esposas siendo infieles, hablo con ellas.
-A decir verdad, no se si las merezco realmente conmigo -decía Issei, para la nuevas y sus primeras esposas -me siento afortunado por tenerlas a mi lado.
-Afortunadas debemos ser nosotros Issei -decía Rias -aceptaste nuestros sentimientos cuando te abrimos nuestros corazones e incluso seguiste aceptándonos cuando te fuimos infieles, de no haberlo sido, la verdad si me hubieras rechazado, hubiera dejado ser usada como juguete por Boris y todos esos hombres, porque no hubiera encontrado otro consuelo.
-Yo también/ Igual yo -decían una tras -tu amaste cuando te engañamos, por eso no quiero otro hombre que no seas tu. Te amamos tal como eres Issei.
-Las amo, chicas.
Esa sensación, esa pequeña parte de su vida, era la felicidad.
Después de eso, vino lo que vino. Arrojo el dispositivo por la ventana del piso donde vivían pensando que seria el fin de su historia cornuda, pero solo fue el comienzo de un nuevo capitulo en sus vidas.
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