Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Acto 2 - parte 8

Negocio familiar: heredero

Muchos ven las noticias, entre ellos simples chicos de preparatoria. Quien no ve las noticias porque no hay nada mejor en la tele no es una persona común, había sido anunciado que Japón seria sede de un espectáculo astronómico de esos que pocos tienen oportunidad de ver, una lluvia de estrellas. Muchos estaban entusiasmados,  para muchos jóvenes enamorados era una oportunidad de una cita romántica mientras que a otros les daría igual, tenían cosas por hacer el día siguiente en el trabajo seguramente, u otros se enfrentaban a una asesina armada con pistola y otra con una katana que trataba de protegerlo.

Tan siquiera había caído el crepúsculo del atardecer cuando Takashi tenia delante suyo a la séptima miembro de las taimanin al mismo tiempo que tenia a Saeko interponiéndose con el propósito de protegerlo.

Al mismo tiempo, estudiantes de la academia se reunían en los tejados y campos del colegio esperando que el show del firmamento nocturno comenzara, aun faltaban dos horas para ello, y el espectáculo suponían los científicos seria duradero. En otras palabras habían testigos y civiles en el campo de batalla de estas dos.

Afuera, estudiantes de la academia, la mayoría parejas y amigos se habían reunido de forma voluntaria por obra de los profesores, para esperar y presenciar el espectáculo astro espacial.

-No creí que fueran a venir a muchos estudiantes -exclamo uno de los profesores en un rincón mirando el numero de estudiantes aglomerados.

-Sera un momento increíble que pocos podrán ver en sus vidas -dijo otra de las profesoras.

-Es un momento único para las parejas, imagina ver una lluvia de estrellas junto a tu amado -decía la enfermera de la escuela, estando allí para presenciar las maravillosa vista del espacio. La cara infantil y la forma en la que lo pronuncio eran demasiado empalagoso para su dos compañeros de adjunto -ojala hubiera podido venir Rika.

-Pero que cosas dices, Shizuka... -dicho comentario puso en pena ajena a la profesora de ciencias y al profesor de educación física que les acompañaba.

-Creí que Kyoko-chan y Tenjima-sensei estaban aquí en una cita -si ya se habían sentido incomodos con lo dicho por la rubia pechugona, escuchar decir que andaban en una cita les puso mas avergonzados, no tenían una clara relación, pero o al menos nadie sabia. Se sentían expuestos -¿no?

-Claro que no, somos compañeros de trabajo no esta permitido -respondió Tenjima en seguida.

-Oigan no se quedaran allí parados todo el tiempo -se acerco la hermana de la directora se acerco a sus compañeros luego de verlo de pie lejos de los demás estudiantes -vengan, algunos chicos pusieron puestos de comida, seguro tienen hambre.

Mientras Sakura-sensei llevaba a esos tres profesores hacia los puestos mencionados puestos por algunos estudiantes. Asagi supervisaba a los alumnos y que no estuvieran haciendo actos mas allá de lo permitido por la moral como estudiantes. Aunque estaba el comité de ética disciplinario allí haciendo su labor, Asagi revisaba entre los estudiantes dado que sabia que su compañera de trabajo, estaba cumpliendo con una labor como asesina. Lo que le preocupaba era su hija en realidad.

-Espero que ya te hallas encargado, Yukikaze -pensó Igawa Asagi, viendo que todos los estudiantes estaban tranquilos, esperando que nada los sacara de esa tranquilidad -Saeko, mas vale que no estés en medio.

Era todo lo contrario, su hija estaba en medio de la batalla.

-No tienes oportunidad contra mi Saeko-chan mejor hazte a un lado -dijo Yukikaze apuntando sus pistolas dobles a la hija de la directora.

-Tendrás que matarme para llegar a Takashi-kun -Saeko blandió su espada, cortando el aire delante suyo demostrando que no temía enfrentarse a una asesina del nivel de su madre.

-Bien -apunto la pequeña morena con una sola arma, la otra la mantenía baja. 

-Takashi-kun quédate detrás de mi, te protegeré -exclamo, lista para cuando decidiera su oponente atacar.

El primer disparo fue arrojado, rápido; Saeko movió su espada por donde la bala trazo su curso, era impresionante que tuviese el talento para ver por que dirección venia el disparo, mas cuando su espada iba a bloquear la bala, Takashi tomo a Busujima por su espalda y tiro de la chica, arrojándola a sus pies para él después desenfundar su pistola escondida bajo su uniforme, por propia precaución, Komuro traía una pistola consigo. Disparo el pelinegro y en un acto improbable, su bala se cruzo en el camino de la bala de Yukikaze, colisionando ambas y e impidiendo daños al aula.

-O tu protégeme... -cuando se dio cuenta Saeko, era sostenida por el brazo de Komuro contra su pecho, abrazándola fuerte para impedir que se diera contra el piso. Quedo pasmada por el reflejo de su amado de la infancia.

Afuera, por un momento los alumnos se llegaron a escuchar algo, pero no lograron distinguir que sonó a su alrededor. 

-¿Oíste eso Hisashi? -pregunto Rei, cuando andaba con su novio en el tejado, un par de pisos abajo se libraba la lucha entre Takashi y Saeko contra la taimanin.

-Creo que fue el puesto de Kurokami -comento, mirando hacia abajo el peli gris y Miyamoto veían que el puesto del llamado Kurokami hacían una especie de flameado, supusieron que fue eso que había sonado, dado que muchos estudiantes le aplaudían al ver su talento cocinando.

Pero volviendo a la pelea que importaba...

-Nada mal, mira que detener mi bala en el aire con otra bala es impresionante -exclamo Yukikaze.

-Lo se, ni siquiera yo lo puedo creer -Takashi estaba igual de asombrado que ella. 

-Escucha, no se tu, pero... creo que este no es el mejor lugar para resolver nuestras problemas -decía Takashi luego de ponerse de pie vio, y de la nada habían casi cien estudiantes afuera en el campo en un picnic nocturno -¿te parece mejor si nos alejados de aquí?

De reojo miro la morena taimanin, concordando con el punto de Takashi, seria problemático ser descubiertos por los estudiantes de la academia y por las autoridades que terminarían viniendo.

-Bien, les daré ventaja para que nos alejemos de aquí -bajo sus pistolas -contare hasta cien y para entonces, mas vale que se hayan alejado lo suficiente -eran sus términos -uno... dos... tres...

-Hay que irnos -tomo a Saeko y la ayudo a levantarse -vamos.

-¡Pero!...

-¡Corre! 

Tan rápido como sus piernas se lo permitieron huyeron, en tanto la taimanin seguía contando, asomándose al barandal de la escalera externa del edificio, observándolos huir, bajando por el lado boscoso de la escuela, una ladera poco empinada.

-56, 57, 58, 59 -seguía contando la morenita de coletas, una loli asesina. Desinteresadamente les miraba correr por el bosque, a pesar de perderlos entre la maleza. Sabia por donde iban. 

El conteo lo continuo, mientras sus armas las calibraba, rellenaba las municiones y alistaba otras armas que ocultaban bajo su uniforme. Hasta que por fin su conteo finalmente llego a los últimos números. Termino de cargar sus pistolas y una escopeta con misma apariencia de una pistola larga de pólvora antigua, así como se deshizo de su uniforme de estudiante y se hizo con su uniforme de su grupo Taimanin.

-97... 98... 99... 100.

Mizuki salto al barandal, desde el tercer piso dio un salto imposible y letal, después de todo, estas mujeres asesinas tenían entrenamiento ninja. Expertas rastreando enemigos, perseguirlos fue mas simple que un juego de niños.

-No creí que te importara lastimar civiles -exclamo Saeko detrás de Takashi yendo por las zonas boscosas de la Tokonuso. Nada de lugares públicos con civiles cerca.

-Matar inocentes es parte de este oficio -dijo Takashi justo cuando se detuvieron entre los arboles, revisando su arma para cuando la sicaria apareciera -solo no quiero llamar la atención de la policía. Hay diferencia del país del que tengo sangre, allí controlamos desde la policía hasta la televisión. Controlamos cuando y donde deben aparecer.

-¿Seguro que eres un yakuza? Eso sonó mas a un político corrupto -bromeo la peli morada.

-Bueno, también controlamos al presidente -respondió sin ser vacilación.

-Que tiernos se ven -apareció por encima de ellos Mizuki, estaba acechándolos desde las altas ramas de los arboles con esa expresión sonriente que suele llevar la chica que se combinaba con su leotardo ajustado a su cuerpo sin ninguna ropa interior por debajo -si no fuera porque debo matarte seguramente ese dialogo lo usarías para una cita con Saeko-chan. 

-Yukikaze-san -Saeko de nuevo empuño su espada lista para enfrentarse a la pistolera -este es un buen lugar para enfrentarnos.

-¿Enfrentarnos? -bajo del árbol Yukikaze de un solo paso -lo siento mucho Saeko-chan, pero no estas a mi nivel, no estas al nivel de lo que somos las taimanin, fue lindo ver tu interés por ser parte de nosotras pero mas que nada lo hacías por estar cerca de tu madre, después de mucho tiempo, sin embargo... -desenfundo sus pistolas y encañono a la peli morada -no estas a nuestro nivel -Takashi iba a saco su pistola pero ni siquiera logro levantarla cuando una bala de la Taimanin impacto a su arma, no solo cayó de su mano, su pistola fue perforada del único tiro.

-¡Maldita! -el disparo certero cual casi le atraviesa la mano hizo temblar sus huesos. Sus ojos de Mizuki estaban bien entrenados, lo suficiente para disparar a un blanco sin centrar su mirada o tan solo mirar al frente. Digo pues sin desviar la mirada de Saeko, la morena disparo a Takashi para darle en el hombro, un disparo demasiado doloroso que lo hizo caer contra el tronco de un árbol -¡Carajo! -aun herido, se mantuvo de pie.

-Si Saeko-chan esta a un nivel bajo comparado con nosotros, tu estas mucho mas bajo que ella -con sus dedos hacia referencia a cuan pequeña era la distancia entre habilidades que existía entre Busujima y Yukikaze -lo mejor será que esperes a allí, o mejor... acabare contigo de una vez -sonrió tiernamente, solo para disparar hacia el rostro de Takashi.

Esta vez, la hoja de la katana de la senpai de Komuro se interpuso y detuvo el disparo cual escudo blindado se tratara. Saeko encaro a Mizuki.

-No permitiré que le hagas daño -corto el aire con su espada en desafió hacia la morena sicaria, mango rojo de tela y decorado dorado cuya hoja hecha con métodos tradicionales de las katanas; se mantenía fresca y resistente.

Entonces la peleo, fue contra Mizuki con la espada apuntando a la taimanin, sin preocuparse ella se hizo a un lado, esquivando el ataque de Saeko para dejar que ella intentara darle las veces que quiera con su espada. Solo eran movimientos de dos o tres músculos para evitar ser cortada por su katana.

Sin dejar de sonreír, sin dejar de esquivar movimientos; Mizuki apunto a Saeko y disparo dos veces. Las dos balas fueron desviadas por Busujima, pero entonces la taimanin hizo algo imposible, un tercer disparo desviado de Saeko y Takashi. Uso las dos balas como rebote para la tercera bala y rozo en la parte trasera de su pierna izquierda de la kendoka. 

-¡Tuch! -se arrodillo del dolor a metros de Yukikaze.

Sin que le prestaran atención, con su brazo herido Takashi saco disimuladamente su celular de su bolsillo, y con apretar el icono de una aplicación, envió una señal  a sus hombres para que vinieran por él, tal vez solo así podría quitarse por un momento a esta asesina, si es que sus soldados eran rivales para la morena, lo cual no creo.

-Amor, yo también experimente eso -decía la séptima y joven taimanin, Yukikaze estaba camuflada como una estudiante de tercer año en Fujimi  -sabes, yo también experimente eso. Pero a diferencia de ti, aprendí que cosas como esas solo traen problemas.

-¿De que hablas? -Saeko no bajo la guardia, para nada.

-Hubo un tiempo en el que las taimanin hacíamos los trabajos sucios para este país mientras el mundo cree que somos un país pacifista, pero cuando tu madre se preño de ti se decidió que las taimanin ya no eran útiles para Japón, decidieron ponerle fin a lo que éramos -contaba Yukikaze -y cuando se descubrió que las taimanin jugábamos sucio para beneficio de Japón, ellos vinieron por nosotras, y el gobierno de este país se limpio las manos diciendo que desde un inicio éramos traidoras, que todos esos trabajos que hicimos para ellos fueron desconocidos para sus ojos, nos abandonaron e incluso también nos están cazando, también fuimos dejadas de lado por el gobierno para el juramos servir alguna vez. De tanto huir Asagi acepto la oferta del único hombre de este gobierno nos dio para protegernos, las taimanin pasamos de ser un comando letal a simples mercenarias.

Seguía sin inmutarse, recupero aliento e ignorando el ardor que seguía emitiendo la herida sobre ella, Saeko se puso de pie y encaro a Yukikaze, con su espada elevada por sus manos.

-En pocas palabras -relajo la mirada luego de ver que sus palabras honestas no afectaban a la moralidad de Saeko -de no ser por ti y tu padre, Asagi-sensei, las taimanin no estaríamos en la posición que estamos.

De nuevo apunto y jalo de los gatillos de su arma en la mano derecha, asombrosamente veloz Saeko esquivo cada disparo avanzado hacia Mizuki. Con rabia le miraba dado que la peli morada mantenía su mismo temperamento como Asagi lo hacia en sus combates. 

-Deberías sentirte mal, Saeko-chan todo lo que has causado a tu madre y al resto -exclamo Mizuki, enojada dada la madurez de la chica.

-Mi madre amo a mi padre y a mi, el tiempo que pudo, ella sabia que algún día tendría que dejarnos cuando su pasado volviera para ajustar cuentas -su padre le conto esto, creciendo sabiendo que se había ido para protegerla, aunque jamás le revelo que era asesina profesional o así, solo esperaba que llegase un día en la que pudiera volver a verla.

De nuevo contrataco, pero dado las emociones de Mizuki, sus disparos no le daban a Saeko, su espada bloqueaba cada bala y las mandaba al suelo ahora, sabiendo la táctica que usaba esta asesina. Se acerco en cada paso hasta que con el filo de su katana, corto la piel de la muñeca de Yukikaze.

-¡Argh! -se quejo de dolor, mas no soltó su pistola la morena taimanin, pero se distrajo y de no ser por un reflejo rápido hacia la izquierda en retroceso, la katana de Saeko la hubiese atravesado desde su estomago, pero solo abrirle la piel y desgarrarle su atuendo -oye, este traje es nuevo.

Sonrió burlonamente Busujima.

-Fue el camino que mi madre eligió, sabia las consecuencias y las enfrento sabiendo que tendría que hacer sacrificios.

-Esto se volvió personal -dijo a si mismo Takashi, para alejarse entre los arboles y la noche creciente de forma silenciosa y ser visto por ambas mujeres. Aunque no quería dejar sola a Saeko, sabia que esta era una lucha entre ella y la taimanin. Más no iba a poder alejarse del peligro como pensó.

-Mira quien tenemos aquí -una voz desconocida apareció a un costado del herido Komuro. Era un cabecilla de los dragones negros, con pistola en mano apuntaba a la cabeza de Takashi desde la parte de atrás, mientras otros bandidos armados armas pequeñas y espadas con apariencia de mismos Yakuza tenían acorralado al chico -parece que seremos nosotros mismos quienes no encargaremos de ti. Mocoso.

-Mierda, escuchen ¿podemos llegar a un acuerdo? -dijo Takashi cuando todos estos le rodearon y sus armas apuntaban a su cabeza.

-Ya no eres tan rudo ¿eh? niño -exclamo este hombre sin permitir que Komuro volteara a mirarle -has dado muchos problemas. Se suponía que una de esas dos debían matarte desde hace días, pero solo están jugando; es lo que pasa cuando envías a niñas a hacer el trabajo de hombres.

-Que hombre eres al apuntarme desde atrás y todavía traes a tus machos para ayudarte -ya tenia hecha demasiado grande su tumba, pero aun así Takashi decidió abrirla mucho mas.

-¡Cállate! -un nuevo disparo atravesó la pierna opuesta al brazo herido de Takashi, de rodillas aterrizo -me desharé de ti de una vez.

No obstante, ese disparo llamo la atención de las dos combatientes. Detuvieron su lucha, tanto Saeko como Mizuki estaban heridas, mas que nada rasguños pero lo suficientes para dejar a una persona común cansada y agotada, ellas no eran como cualquier otra persona. Disparos seguían emitiéndose por la morena taimanin mientras la kendoka seguía deteniendo y esquivando los disparos cual maestro jedi se tratara. 

-Quien fue... -pregunto Yukikaze mirando a su alrededor al oír ese disparo distinto al emitido por sus armas personales.

-¿Takashi-kun? -volteo rápido, para asegurarse de que su amigo estuviese bien, bien no estaba allí mas con ellas -¡no! -temiendo por él, dejo atrás a Mizuki para ir a buscarlo, sin importarle su condición o cuantos enemigos mas se trataran.

-¡¿Oye a donde vas?! -¿en serio la iba a dejar para rescatar a uno, que su corazón le decía? 

Komuro mantenía la calma, no tenia miedo a la muerte. La había conocido antes y sabia como era de caprichosa, si esa vez no lo llevo cuando niño, ¿Por qué habría de llevárselo ahora?

-Es tu fin mocoso, ¿sabes? que bueno que me ahorre ese millón, te matare yo mismo -era aquel cabeza de los dragones, que puso precio a la cabeza de Komuro cuando los confronto directamente.

-¿Seguro? si me matas, jamás sabrán donde quedaron esos quinientos millones -dijo Takahi con una sonrisa.

-Lo encontraremos, no fuiste difícil de encontrar mocoso, saber que se trataba de un simple estudiante -dijo el dragón negro.

-Mátame, y el dinero desaparecerá -exclamo -tengo ordenes dadas a mi gente, si me matan; si dinero se volverá cenizas.

-Buena broma, es bueno morir sonriendo -dijo el yakuza, apunto y presiono la pistola sobre la cabeza de nuestro protagonista, a un instante de jalar el gatillo, todo se complico para el dragón negro.

-Espera -uno de sus soldados le apunto -si las matas, ¿el dinero desaparecerá? ¿Qué no esto se trataba de recuperar el dinero?

-Si, ¡en ese dinero estaban mis ahorros!

-También los míos/ ¡los míos también!

Tal como supuso Takashi, el dinero no era solamente dinero de los jefes del grupo del dragón, también le pertenecía a sus soldados. Ellos no iban a dejar perder el dinero que habían juntado y confiado en vano a sus patrones.

-Cálmense -grito -recuperaremos su dinero, idiotas.

-¿Idiotas nosotros? ¡quienes fueron los idiotas a los que le confiamos nuestro dinero y que lo perdieron! -gritaron en represalia.

-Si quieren su dinero de vuelta, tienen que unirse a mi -pronuncio Komuro  y el silencio se apodero de los yakuza menores -créanme cuando les digo, que verán su dinero; solo deben jurar lealtad a la NMM.

-Deja de decir estupideces mocoso -exclamo y el seguro de varias pistolas y armas AK-47 se removieron, el dragón negro miro a sus lacayos apuntarle, mayoría de ellos, uno que otro apunto su arma en defensa de su jefe -¿que están haciendo idiotas? apúntenle a él, ¡no a mi!

El dinero gana siempre, el dinero es quien rige el orden natural de las cosas en este mundo...

-Lo siento, pero no -dijo un joven entre los yakuza menores -el tiempo del clan de dragón negro llego a su fin.

-No digan estupideces ¡bola de pendejos! 

Takashi aguantaba bien la risa, sin embargo tenia que quitarse de la línea de fuego.

-Oigan tranquilos, tranquilos... debe haber una manera mas pacifica de resolver el problema. O también violenta, pero conmigo por allá -señalo lejos de la zona de fuego.

-¡Silencio! -grito completamente cabreado el dragón -solo sabes dar problemas maldito mocoso.

Dio un golpe a la cabeza de Takashi, se dio contra el suelo y comenzó la carnicería. Disparos de armas semiautomáticas, pistolas y revolvers inundaron este pequeño pedazo de bosque, katanas de menor filo comenzaron a cortar carne, todo mientras Takashi se dejo caer por la ladera semi empinada hasta esconderse detrás de un árbol. Desde su escondite, logro mirar como todos se masacraban, todo un espectáculo sangriento. Sin embargo aunque quedaban varios de estos soldados del dragón negro.

Entonces como de un ángel de la muerte se tratara, Busujima apareció mas arriba con su espada en mano, fue cortado y degollando a los dragones negros a cada uno que se interpusiera en su camino, sin importarle si era fiel al cabeza de los dragones o traidor.

-¿Senpai? -exclamo Komuro, asombrado por atravesar por la línea de fuego sin recibir daño alguno.

-Takashi-kun -se detuvo detrás de él, se alivio Saeko al verlo vivo -¿estas bien?

-Eso debería preguntarte a ti -vio que en la mejilla de Saeko, le había burlado una bala, seguramente de Yukikaze. Pronto, el bolsillo de Komuro timbro, una notificación que produjo satisfacción a Takashi al momento -venga hay que irnos -de nuevo la tomo de su mano y jalo de ella para abandonar juntos el bosque.

No obstante, atrás; Yukikaze apareció y los vio alejarse, para encontrarse en medio del fuego cruzado, tras perder su sonrisa disparo acertadamente a quienes eran los traidores al jefe del dragón negro que vino de inesperado a tratar con Takashi y aun así lo perdió.

-Que demonios hace usted aquí -exclamo, enojada Mizuki. Las ganas de matarlo se notaban en su cara.

-Haciendo lo que tu y tus amigas no hacen -dijo -pero hubo complicaciones. Sabia que Shido era un idiota al contratar a unas mujeres como asesinas.

Eso cabreo finalmente a Yukikaze, mirando de reojo tiro del gatillo tras apuntar a la cabeza del penúltimo jefe en la lista de los dragones negros y matarlo fríamente. Nadie insulta a sus hermanas mayores ni profesoras.

-Alguien mas quiere opinar sobre nuestro trabajo -pregunto, mas ninguno quiso oponerse a esta sicaria -bien, ahora me siguen a mi. Síganme, hay una presa que atrapar.

Tomo el celular del dragón y encontró entre mensajes que había tenia un segundo grupo preparado para responder por si tenia complicaciones al matar a Komuro, sabiendo que el chico huiría ahora por carretera, no dudo en emplearlos para su beneficio. Iba a perseguirlo, aun si tenia que llevar su cacería a la ciudad.


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