Lucy Heartifilia (extra)

 Okusama wa moto yariman - volumen III

Edad: 33 años

Profesión: secretaria

Estado: recién casada (segundo matrimonio)

Medidas: 98/60/89

Gustos: posición de vaquera, sexo con romance.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La ribera maya es uno de los paraísos mas atractivos del mundo turístico. A la vez uno de los sitios mas privados en cuanto propiedades compradas por los ricos, no importa si se trata para construir hoteles y hacer negocios o para construir un patrimonio para tener cuando el verano llegase y poder descansar en una playa privada estando en la playa o en alta mar en un yate de gran costo. Lucy debía reconocer una cosa, era una verdadera vista de la naturaleza. a unos cinco kilómetros en la mar del caribe podía ver de forma pequeña esa casa playera enorme, todo mientras estaba recostada de sus brazos en el barandal del yate teniendo puesto un bikini color rojo que resaltaba su hermosura.

-Es una magnífica vista -dijo una voz joven y masculina detrás de Lucy -no lo crees.

-Lo dices por la naturaleza o por... -un puchero en la cara de Lucy le hizo entender.

-Lo digo por tu belleza natural Lucy -tomo a la mujer de sus caderas para pegarla a él -y por este paraíso caribeño -exclamo.

-A Yokio le gustaría mucho este lugar -su hija estaba en casa, eran solamente Lucy y su jefe en ese barco lejos de Palmont town. Habían ido para una convención de empresas y Shougo fue como representante, se llevo a Lucy para hacer mas divertido el viaje. La convención solo duraba un día, sin embargo se llevo a su linda secretaria todo un fin de semana.

-Claro que si, podemos volver todas las veces que queramos, solo tienes que aceptar ser mi esposa, Lucy~ -Shougo acaricio la mano de la rubia donde en sus dedos se entrelazaron cual verdaderos y oficiales amantes morales fueran. Mas el sentimiento se vio interrumpido cuando sintió de que algo duro y carnoso golpeaba su estomago cuando su cuerpo tuvo contacto con el suyo.

-¿Eh? -miro Lucy, y sobre ese traje de baño europeo que traía Shougo (una tanga color negro) su pene erecto se escapaba de su traje, se veía vigorosamente ansioso -¡Shougo! ¡¿En serio?!

-Jeje... -sintió apeno -perdón pero como quieres que me contenga -hizo dar la vuelta a Lucy, para tomar sus senos desde atrás y pegar su erección contra su suave trasero -...cuando tengo a semejante diosa ante mi.

-Eres un pervertido -decía Lucy con puchero en su cara -lo único que has hecho conmigo desde hace un año es cogerme, incluso ahora -las manos de Shougo se metieron debajo del sostén para apretar los pezones de esta milf -solo me trajiste para divertirte.

-¿Y tu no te has divertido? Lucy -mordió su lóbulo para excitarla más -en el avión cuando veníamos, gritamos mi nombre cuando te hice venir infinidad de veces. O en el hotel cuando llegamos, gemías diciendo que te diera mas fuerte... que le diéramos a Yokio-chan un hermanito. Incluso ayer en la convención, bajaste del escenario toda excitada y me pediste follarte en el auto apenas llegamos para acá.

-Eso fue porque me hiciste ponerme un vibrador cuando subí a dar la presentación -decía mientras su cuerpo se excitaba por las caricias del joven, a la vez que su mano tomo el duro de Shougo dada su excitación -solo por eso, porque necesitaba calmar el ardor en mi interior.

-Igual que ahora, mirate Lucy ¿sabes que es lo que quieres? -sus manos habían pasado sus pechos por encima de su traje de baño, su miembro termino con su paciencia -ninfoma... ¡Lucy-chan!

-¡Gya! -sonó su lengua cuando la polla de Shougo se abrió paso de fácil y profundamente en su interior hasta el fondo -espera... ¡Haaa!~ -mas gemidos salieron de su boca con cada movimiento fuerte del pelvis de su joven jefe que entraba y salía dentro de él -Shougo... se mas amable... -sus ojos ardían por el calor, no miraba pero sentía como su cuerpo reaccionaba con cada embestida que le daba.

-¿Quieres que pare, Lucy? -levanto la pierna derecha de la rubia, sosteniéndola por ella para llegar mas profundo con sus movimientos.

-Así esta bien~ -el fuego le calentó todo su cuerpo -mas, sigue así y dame tu esperma dentro...  -ya no negaba lo bien que se sentía cada que su jefe le cogía sin parar.

-Lo vez, primero dices que no quieres y a los pocos segundos estas pidiendo que no me detenga -era graciosa la actitud de la rubia milf -dime Lucy, donde quieres que me venga...

-Dentro idiota~ vente dentro de mi... -sus pechos rebotaban mientras el sostén era presionado por el brasier del bikini cuando quedo debajo de sus senos, su ingle y la de Shougo eran impregnados por los jugos previos de ambos, antes de conseguir el clímax del momento -date prisa y correte dentro maldito, que solo sabe meterme su polla~ -su rostro se pego al de Shougo siguiendo en esta posición, saco su lengua para tomar la de su amante y bailar en un mar de éxtasis lascivo para llegar al orgasmo de forma acompañada.

-¡Me corro Lucy! -grito Shougo, mas su secretaria ahogo el grito que de su garganta iba a salir, aunque nadie podía oírles, no quería ser oída por la fauna, sus cuerpos eran irradiados por el calor del sol caribeño y por el placer que recorría sus cuerpos los tenía acalorados, un calor que los tenía activos. Salió la polla del coño de Lucy y sintió como el miembro de su amante seguía activo y cubierto por su semen a pesar de que la mayoría de su esperma quedo en el interior de su secretaria -se sintió genial... ¿no Lucy-... chan?

Heartfilia le empujo contra el piso del yate de imprevisto, una forma muy brusca de reaccionar de la mujer, ¿podría ser que la hizo enojar? no, solo saco su lujuria a flote como lo hacia cada día con ella. En el suelo, Lucy se agacho y envolvió la polla de Shougo entre sus pechos para hacerle una rusa.

-Lucy-chan~ -conocía la suavidad de los senos de la rubia, pero cada vez que lo hacia era una experiencia única.

-Se siente bien ¿verdad?~ -apretaba con sus pechos la polla de su amante mientras subía y bajaba lo largo de su miembro, besando la punta que sobresalía de entre sus senos, limpiando la leche que aun quedaba en el después de correrse en su interior -eres cruel al obligarme a engañar a mi esposo -dejo de hacer la rusa para pararse con sus píes a los lados del chico y sentarse sobre su polla para montarlo como le gustaba hacerlo en esta posición -tu y tu violento pene que me folla sin darme un día de descanso~

Allí en el piso de madera del yate, se mantenía Shougo inmóvil dejando todo el trabajo a Lucy. Sus brazos de la rubia estaban abiertos mientras su cadera subían y descendían de forma agresiva golpeando la pelvis de su amante, impregnando su bikini rojo de los fluidos corporales sexuales de ambos, el sonido de sus carnes y el chapoteo de los jugos solo les excitaba mas.

-Admítelo Lucy, amas mi polla -decía Shougo hipnotizado por los rebotes de los senos de su amante.

-Es lo único que tienes de bueno... tu grande y carnosa polla~ puedo sentirlo... aquí viene otra vez... ¡Haaa!~ -de nuevo sintió su jugo llenando donde su hija provino.

Se dejo caer sobre Shougo con sus pechos hundiendo sus pechos en su cara, quien sin dudarlo las tomo y comenzó a morderlas, chuparlas y todo lo que pudieras hacer con un par así a tu alcance.

-Shougo... espera... ¡Haa! -no era madre en balde, Shougo estaba bebiendo la leche que de los senos de Lucy había almacenado.

-Tu leche es muy sabrosa Lucy -no despejaba su boca de sus ubres -podría alimentarme de tus pechos todos los días.

-No, espera... si sigues así me voy a correr... ¡Kyaaaa! -grito, su cuerpo no pudo con la intensidad de la boca de Shougo degustando su leche que se vino como nunca, o eso juro Lucy -...que fue eso, por un momento, sentí mi cuerpo flotar.

-Vez lo que puedo hacerte, Lucy-chan -decía acariciando el cuerpo desnudo de su secretaria recostado sobre él bajo el sol caribeño -se mi esposa y te haré sentir como mujer todos los días sin falta. Lo tendrás todo, incluso Yokio lo tendrá.

A Lucy le faltaba el aliento, quería responder como siempre lo hacia ante esta propuesta que siempre le lanzaba su amante tras cada encuentro. Un beso le robo antes de oírla decir que no centésima vez. Con algo de remordimiento Lucy besaba a su joven amante de forma muy romántica, se sentía comoda al besarlo mas que con su esposo, pero de nuevo el remordimiento se disperso de su mente a sus labios, sentimiento que pudo sentir su amante cuando sus labios se besaban.

-Para por favor -dijo con desánimos -Shougo-san, en verdad tengo una gran deuda con usted... pero dejar a Natsu... -su mente ni su corazón habían pensando del todo bien las palabras que buscaba decir al joven.

-No lo hagas por ti Lucy, hazlo por tu hija -decía su amante -¿sabes porque me maravillaste cuando te conocí? Tu esfuerzo y dedicación por tu hija, todo lo haz hecho por ella, tu esposo que ha hecho, cuantos trabajos a tenido y cuantos a conservado. Se mi esposa, y a ti y a Yokio no les faltara nada. Te lo aseguro.

Primera vez que profundizaba su propuesta, el tono serio determinado de Shougo llego a Lucy, mas el remordimiento y la inseguridad seguían allí.

-Déjame pensarlo, ¿si? -dijo.

-Esta bien -sabia que le diría algo así -pero hasta que me des una respuesta, dejaré de cobrarte por lo que hago por tu hija, hasta que tengas una respuesta.

-¿Eh? -esto no lo vio venir.

Detenerse, ¿debía sentirse feliz o triste? ¿porque se sentía así de vacía de momento? Como si algo importante le faltara, no quería sentirse pero... si, así lo proclamaba Lucy, algo le faltaba en su interior a partir de ese momento, no de su cuerpo, sino en su corazón.

---Fin--- Por ahora.