Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Hanabi Hyuuga

 

Nombre: Hanabi Hyuuga

Edad: 26 años.

Profesión: Secretaria del alcalde (pantalla)

Estado civil: En una relación.

Medidas: 81/56/86

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La fiesta había terminado y un nuevo negocio sucio se realizo, esta vez no fue una venta de armas nucleares, sino una de un interfaz de software capaz de irrumpir en los sistemas de vigilancia de países rivales con simples comandos, vendido a las naciones que buscaban rivalizar con las países primer mundo que siempre espiaban a sus gobiernos.

-Salió bien, y la celebración fue realmente divertida -exclamo uno de los miembros de este grupo secreto.

Todos los miembros pertenecientes a esta orden se reunieron en el recinto principal de su organización, aunque su secta principalmente es comandada por hombres, actualmente hay mujeres compartiendo asientos con estos caballeros.

-Bien ¿Que sigue? -exclamo uno de los miembros del club sin un buen nombre.

-Con las nuevas reformas, no solo la empresa saldrá mas adelante, pagando mínimo de impuestos -decía quien parecía ser el líder de esta organización -ahora podemos postular a uno de los nuestros a la presidente -existía una ley que prohibía que un empresario entrara a la política de forma independiente o que solamente fuese respaldado por su empresa, tenia que afiliarse a un partido político sea de los derecha o izquierda.

-Aun así, quien nos asegura que Naruto Uzumaki no se postulara para la próxima candidatura como querían los republicanos -exclamo uno mas de este grupo oculto.

-Eso esta arreglado, cuando su esposa y sus hijos lo deje por andar... "de travieso" -dijo una de las pocas mujeres en esta orden -se desmoronara, es su debilidad de Naruto, la soledad. Y si no funciona, solamente se hace lo que se hizo con clinton.

-Astuta y maquiavelica Hanabi -decía Keizuke, uno de los hombres dentro de este circulo de poder -mira que destruir el matrimonio de tu hermana por nuestra causa... la verdad no se si temerte o sentir respeto.

-Ambas cosas, fui yo quien le dio a mi hermana Keizuke-san, diría algo como: "por favor cuide bien de mi hermana" pero me mentiría a mi misma. Fue parte del juramento que hicieron hacer, dar todo por la orden, hasta la muerte cueste lo que cueste -exclamo Hanabi, no había tensión en su boca, solo compromiso a la orden.

Hanabi era de agrado para todos en el circulo que estaba perteneciendo. Quien parecía ser una dulce mujer ante la vista publica y con quienes trabajaba para como asistente del alcalde de Palmont town, en realidad era una calculadora y vengativa mujer. Guiada por un antiguo odio que comenzó hace varios años. Cinco años atrás para ser exacto.

Flashback

13 años atrás.

Aunque en realidad todo dio comienzo desde que era niña, perteneciente a la gran familia Hyuuga, una de las familias mas poderosas con gran influencia en el mundo y las políticas nacionales. Nacida de la principal rama de la familia Hyuuga, al igual que el grupo para el que juega, su familia movía hilos para beneficio a sus negocios internacionales, haciendo grandes apuestas. Una de ellas tenia que ver con su hermana mayor.

-Felicidades, Hinata-sama -muchos repetían esta frase, era la boda de esta ahora convertida en esposa, toda su familia y muchos otros conocidos gracias a los negocios y otras actividades de los Hyuuga.

-Como siempre, ella se lo lleva todo -exclamo Hanabi, saliendo del salón de la fiesta hacia el jardín para respirar lejos del aire contaminado por toda su familia. Allí, vio a un pequeño pájaro buscando alimento entre un montón de hierbas secas donde la mayoría de insectos fueron comidos por las otras aves. No le dejaron nada al mas pequeño -la vida no es justa ¿verdad pequeñín? -miraba al ave que aun intentaba encontrar lo mínimo para alimentarse -unos nacen para vivir en los lujos, el amor y la atención de todos, incluso de su misma familia. Y los demás, no recibimos nada.

Que le haría decir esto a una dulce mujer como ella que la hacia volverse sombría y llena de odio. El hecho de nacer segunda en su familia, Hinata siempre fue el centro de atención para sus padres y todos los que conocía, dotada con conocimiento, belleza inimaginable, carisma y dulcera; cosas que incluso Hanabi tenía consigo. Pero todos la preferían a ella, e incluso elegían a otros miembros de su familia por encima de ella. Era como ver a una familia de la realeza escogiendo desde su nacimiento al heredero al trono, una analogía no muy distinta a lo que vivía Hanabi. Solo que no dirigiría un reino, sino un mundo de negocios.

Incluso entre muchos pretendientes con grandes que ofrecían como regalo el anexo de sus grandes negocios a beneficio de la familia Hyuuga, su hermana había escogido a un rubio que soñaba con hacer mejor la vida de una ciudad joven que tenia las de prosperar. cosa que lo molesto.

-Es una maldita broma, elegir entre dirigir la empresa familiar y ser una simple ama de casa ¿es tonta acaso? -hablaba sola, quería dejar salir ese odio que tenia almacenado. Pero en serio ¿quien elegiría una vida sencilla a cambio de poder inconmensurable? -lo peor de todo es que a ella respetaron su decisión y yo que, cuando soñé con ser algo distinto a lo que esta familia espera destruyeron mis sueños... -quería llorar de la rabia -estoy harto de esta familia, es todo.

Ese día algo cambio dentro de Hanabi, algo se quebró.

Fin del flashback

Flashaback

5 años atrás (8 años después de la boda de Hinata)

Hanabi había cambiado por dentro, se alejo de su familia aunque no pudo hacerlo de su hermana, se mudo a la misma ciudad en la que ahora vivía como esposa del alcalde de Palmont town mientras ella había tomado trabajo con la rivalidad de su familia. Industrias underground.

A las afueras de la mansión donde las fiestas privadas se llevaban a cabo, esperaba de forma invisible a su jefe.

-¿Resolverás el problema con la compañía de los Medici? Edwin -exclamo una mujer de joven apariencia y cuya vestimenta, resaltaba su atractivo. Una mujer de alta clase con ropas exquisitas para su figura.

-Lo haré antes de regresar a casa -decía un varón de una edad mayor al de la mujer que tenia como esposa, y eso que ambos tenían casi la misma edad.

-Lo logres o no, te espera una sorpresa muy dulce esta noche -exclamo su esposa.

Ante la mirada de Hanabi estos dos se despidieron de forma muy cariñosa, la Hyuuga no sentía mas que incomodidad al verlos, ni sus padres habían sido tan amorosos delante de ella o su hermana con su esposo. De allí, la esposa de su jefe se subió a una limosina, dijo algo de reunirse con unas amigas por el día hasta el atardecer, mientras un auto mas se aparcaba delante de esta enorme casa, era el auto personal del tal Edwin.

-No es una dulce mujer, puedes pensar que mi esposa tal vez no se reuna con unas amigas sino con un amante o algo así, y la verdad no me importa, soy igual de mujeriego como ella es una zorra, pero es mi zorra, o como dicen los de hoy en día ¿bimbo? -decía el hombre.

-Si, bimbo -exclamo sin ninguna chispa de gusto por lo que decía el hombre.

De pronto volvió en si el hombre, reaccionando a la voz de Hanabi. La Hyuuga vestía un saco color caqui y una falda negra, llevaba unos lentes consigo. Toda una secretaria parecía.

-¿Tu quien eres por cierto?

-Soy, Hanabi Hyuuga señor Edwin, su nueva asistente personal -exclamo Hanabi, pensando que su jefe era un idiota.

-¿Nueva asistente personal? no recuerdo haber contratado una o que fuera una Hyuuga -dijo el dueño y jefe de industrias underground.

-Mamá la contrato hace unas semanas para ti papá, recuerda dijo que te vendría bien un poco ayuda -detrás de ellos, en la puerta de entrada dos chicos de piel casi morena que sacaban un perro con correa en mano para jugar con él.

-No recuerdo que lo dijera -trato de hacer memoria, pero con tantas cosas en mente siendo empresario y líder de un grupo -supongo que fue por eso que te contrato. Kouji, Yuuto tengan cuidado, no quiero que le quiten el collar al perro, la ultima vez lo perdieron por una semana y su mamá casi nos mata por eso.

Kouji y Yuuto eran hermanos, antes de conocer a sus respectivas mujeres, antes de ser miembros del culto secreto.

-Sígueme, niña no se si ya te familiarice con nuestra empresa -dijo, para abrirle la puerta. Al menos tenía modales.

Fueron hasta el principal edificio que dirige, coordina y controla todas las actividades de todas las ramas pertenecientes a la corporación underground así como todas las demás actividades ilegales. Desde su arribo, Hanabi llamo mucho la atención puesto que era una Hyuuga, y la familia Hyuuga vaya que eran rivales a odiar por los dirigentes de esta industria. Todos se preguntaban, ¿que hacia un hyuuga aquí?

-No me has dicho ¿porque un hyuuga? busco empleo como asistente personal del hombre que dirige la empresa industrial que es la competencia de tu familia -exclamo Edwin, llegaron a la oficina de Edwin donde le hizo archivar los documentos que secretarios y otros asistentes en el edificio le entregaron. La vio moverse de aquí para allá en un santiamén sin preocupaciones desde su silla de su escritorio.

-Simple, quiero destruirlos -exclamo directa y honesta Hanabi -no soy mas una Hyuuga, señor Edwin. Mi apellido no es mas que el apellido con que estoy registrada en desde mi nacimiento, pero para mi, la familia Hyuuga no significa nada.

Esto sorprendió al dueño de la compañía, podría tratarse de una espía enviada por su familia pensó en un principio, pero la sinceridad de sus palabras le decían lo contrario.

-Señor Edwin, ambos sabemos que detrás de los negocios que hay entre la familia Hyuuga y su compañía, hay mas que simples negocios -entonces arrincono al hombre en su silla -hay una guerra poder de ambiciones mundiales como muchos otros, la familia hyuuga contra su orden secreta. Y yo quiero ayudarlos a ganar.

-¿Así? -exclamo convenciéndose con las palabras de Hanabi -a diferencia de los Hyuuga, sabes que nosotros jugamos sucio, todo lo necesario para ganar a beneficio del ser humano.

-Puedo jugar sucio si usted ~quiere -la mano de Hanabi acariciaba el bulto entre las piernas del hombre, ahora entendía porque era tan feliz esa joven esposa que poseía Edwin.

-Veamos de que eres capaz -sonrió -si lo que me dices que es verdad, demuéstramelo -quito la mano de Hanabi de su pantalón, se levanto de su silla y encaro de pie a la Hyuuga -en unos cuantos meses se llevara a cabo exposición automotores del nuevo año, la competencia es fuerte con los Hyuuga apoyando los progresos de las compañías rivales. En este momento están en fase de pruebas con sus nuevos motores, cosa que nos están ganando con su revolucionario motor VS15. En este momento, en la ciudad esta uno de sus jóvenes ingenieros llamado Taoru, para la siguiente fase de desarrollo en su fabrica aquí en la ciudad.

-¿Taoru? Un chico... bajito, timido cara inocente cabello morado, ojos como verde -había uno que conocía Hanabi.

-¿Sabes de quien hablo?

-Estuvo interesado en mi hermana hasta que desposo a quien es alcalde de esta ciudad -reveló algo interesante Hanabi. Después de todo, ella estuvo interesada en el chico antes de descubrir que él tenia interés en su hermana, era unos tres años menor que Hanabi incluso.

-Bueno, se sabe que ese chico lleva en su computadora los archivos de desarrollo y planos del motor para sus nuevas generaciones de autos -decía el jefe.

-Quiere que le robe los planos.

-Mejor -saco un dispositivo USB de su escritorio -crearon un falsificación de los planos de su motor en este dispositivo infectado, solo necesitamos que lo insertes en su computadora cuando lo enciedas y un virus especial buscara borrara el archivo y lo reemplazara con un archivo modificado que hicimos de su motor -quería que sabotearan el proyecto del motor.

-Porque no simplemente atacar su computadora con un hackeo -exclamo la Hyuuga.

-Su fireware es de alta gama, como los que usan la CIA o en el kremlin -dijo el hombre -si intentamos hackear una de las computadoras que usan los Hyuuga de inmediato sabrán quien los ataco.

-Ya veo, déjelo en mis manos entonces -dijo Hanabi.

-Veinticuatro horas, sabre que lo hiciste cuando traigas de vuelta la unidad flash, porque una vez reemplace los planos los originales se guardaran en la unidad -eran las condiciones del hombre.

-Veinticuatro horas, verá que lo tengo listo en menos tiempo -exclamo segura de si misma.

No tardo mucho en buscar al chico, lo conocía. Incluso antes de abandonar a su familia y distanciarse, si seguía siendo el mismo Taoru que conoció sabia como encontrarlo.

Lo encontró en un bar de la ciudad uno muy elegante, así como en Starbucks comprabas café para usar el internet, aquí en Palmont hay bares donde compras un trago y puedes usar la red del lugar. Solo pidió un licor bajo en alcohol pues tenía que terminar un informe antes del fin de semana y en todo el día no había avanzado, ya era el ocaso y no había avanzado casi nada, ni siquiera empezado.

-Como siempre, andas trabajando sin descanso, no Taoru-kun -una voz saco de su migraña al joven. Un chico que en un tiempo estuvo interesado, hasta descubrir que él tenia interés por su hermana, Hinata; a pesar de desconocer en ese entonces que ya estaba casada.

-¡Hanabi-san! -quedo impresionado, ante la belleza de la chica que no veía desde hace mucho, no recordaba que fuese tan hermosa. Quedo rojo de solo verle el rostro -¿que... que hace aquí?

-Terminaba mi turno, decidí venir aquí a almorzar y te encuentro después de mucho -tomo lugar en la mesa del chico -¿que estas haciendo? -actuando como si fuera una chica dulce y gentil, no la retorcida y maquievalica que se había convertido. Le contó de su informe y que desde hace una semana no podía escribirlo. En tanto Hanabi le contó que ella estaba trabajando para un ejecutivo como los muchos que hay en esta ciudad -¿donde te estas hospedando? -pregunto.

-Eso -se puso nervioso el chico -por ahora no estoy en ningún lugar -contó que el dinero que le dio la compañía se acabo mas rápido de lo pensando, y lo que hacia era comprar vino y comida a este lugar a cambio de quedarse en un sofá y una mesa para su trabajo, dormía donde conseguía dormir -que te parece quedarte conmigo, conseguí un apartamento en esta ciudad.

Cuando la noche creció se lo llevó a su departamento, donde le sorprendió lo bien amueblado que estaba, era mas una casa de un matrimonio o una familia adinerada, bueno todos eran así en Palmont town, el dinero manda.

-Increíble Hanabi-san, ¿todo esto lo has pagado tu? -estaba atónito.

-Siéntete como en casa, Taoru-kun -dijo Hanabi sentando en su sofá y dándole espacio para que tomara lugar.

-...Gracias.

Solos, un joven y una bella mujer en una casa siendo ella con la única llave de la puerta. Que podía pasar.

-¿Que pasa Taoru-kun porque estas tan nervioso? -exclamo con cierto nivel de sugestión.

-Nada solo que... como te lo puedo pagar -dijo nervioso, cada segundo que pasaba con ella sola, su entrepierna clamaba por levantarse.

-Descuida, eres mi amigo; mis amigos son bienvenidos en mi casa -una mentira dicha por una cara engañosa.

Decir "amigos" fue un golpe inesperado para Taoru, jamás la vio mas que una conocida, pero después de mucho tiempo y encontrar belleza en Hanabi, se sentía rechazado.

-Pero sabes -la mano de Hanabi se poso en la pierna de Taoru -no te parece que el trabajo es un poco estresante, Taoru-kun.

-¿Hanabi... san? -entro en pánico el chico. La mano de la Hyuuga le producía alteraciones en sus pantalones.

-Dime Taoru-kun, ¿tu no sientes por todo tu trabajo?~ -hablaba al oído del chico necesitaba provocarlo.

-...Si... -si tenia quería cumplir su misión tenía que dejarlo completamente indefenso -¿eh? ¡¿Hanabi-san?! -no lo noto, pero la oji perla castaña abrió la bragueta de sus pantalones, se percato de esto cuando sintió de primera la mano de la chica agarrando su pene acariciándole la cabeza.

-Vaya, jamás pensé que tuvieras una cosa tan impresionante contigo -le halagaba, pero mas que halagarlo, en su cabeza pensaba lo bueno de este trabajo "al menos tendré diversión de grandes proporciones~."

Seductora, se agacho y con muchas expectativas devoro la punta del pene de Taoru, para comerse por completo la polla de su viejo amor de la infancia.

-Hanabi... san~ espera~ -actuaba como si fuera un chico casto (virgen) mientras ella se lo felaba como toda una profesional, si, Hanabi tenia su propia experiencias -¡Hanabi-san! -no aguanto ni cinco minutos cuando se vino sin avisar.

-¡Mmm! -un gemido que excito mas al chico, se hubiese excitado mas si la castaña Hyuuga hubiese mostrado el semen que derramo en sus mejillas como en esos materiales prohibidos que usaba para consolarse, pero como fue inesperada su corrida, Hanabi escupió su miembro a mitad de liberación, manchando su rostro.

-...Lo siento -se apeno de su acto.

-Si, debiste avisar -exclamo limpiando el fluido de su pelo -pero debo admitir que me sorprendiste y decepcionaste al mismo tiempo. La cantidad que liberaste es buena y su sabor de lo mejor -saco su lengua y comió el semen que en sus dedos recolecto de forma lasciva para provocar al torpe -pero tu aguante, fue débil, dime eres virgen o tu novia no te deja follar con ella.

-...Es... ambas-su polla palpitaba ante lo lasciva que era Hanabi. 

De pie delante de él, se desvistió por completo quedando en lencería ante la cara perpleja del peli morado.

-Que lastima, porque esta noche serás mió, Taoru-kun~ -dejo caer sus bragas ante Taoru.

Solo unos minutos después, en la cama de Hanabi; subía y bajaba disfrutando del dote enorme que tenia el virgen, solo tenía dieciocho años, ella veintitrés. Su trasero aplastaba por completo su verga, los sonidos del choque de su culo sonaba en la habitación.

-¿Que tal tu primera vagina Taoru-kun?~ -decía sin usar sus manos para sostenerse del torso o las piernas del chico, todo gracias a su experiencia -sientes como las paredes de vagina apretan tu duro pene~ dilo... vamos dilo~ -Taoru se quedaba sin aliento -vamos debes decirle a la chica con la que follas lo bueno que se siente, sino no la excitaras~

-...Tu vagina es... es genial Hanabi-san -decía, era su primera vez, ahora si cumplía las expectativas de Hanabi, obtuvo mas aguante de lo que espero.

-Puedes sentir como~ ¿tu polla besando el final de mi vagina?~ ningún otro hombre con el que he estado llegaba tan profundo -sentía como se hacia mas grande en su interior, el chico iba a explotar.

-Se siente, estupendo~ -exclamo cada vez mas sin aliento con la letalidad de Hanabi -Hanabi-san... yo... yo...

-Sueltalo, suéltalo todo... déjame sentir tu espesa leche~ -sus caderas aumentaron su velocidad de forma alarmante, tenia que agotarlo del todo.

-¡Hanabi-san! -grito su nombre.

-¡Jajaja! -su risa era producto de sentir el semen del pobre virgen que le hicieron ser infiel a su novia por  motivos personales. Desmonto al pelimorado para que su vagina pudiera dejar caer el exceso de semen que le soltó dentro -Mira Taoru-kun, mi vagina resbala el semen que soltaste en mi coño, no te excita eso... ¿Taoru-kun? -cayó dormido en su cama -¿creo que fui demasiado intensa con él? Me hubiese gustado jugar con él un poco mas, con un poco de entrenamiento, sería mi barril de semen favorito.

Probo el semen que de su vagina se disparo. No había tiempo que desperdiciar, tenia que trabajar. Busco la computadora del chico y la encendió, sin necesidad de desbloquear el usuario, inserto el USB infectado y la pantalla se altero, robo todos los archivos hasta robar el que buscaba para reemplazarlo con el falso, todo en cinco minutos.

-Trabajo hecho -celebro Hanabi.

A la mañana siguiente, en las oficinas con su jefe, Hanabi le entrego el dispositivo y vio Edwin con sus propios ojos que Hanabi cumplió con su cometido.

-Estoy impresionado, muy impresionado; creo que tu venganza será beneficiosa para Underground industries -estaba muy alegre el jefe de la orden.

Desde ese día en adelante, Hanabi comenzó su vida como una mas de esta organización secreta en medio de esta guerra de poder, solo los mejores saben que juega en las sombras, se apuesta con sangre, se gana con todo. Edwin Black, dueño y jefe de la compañía como líder de la orden sin un buen nombre.

Fin del flashback

Flashback

2 años antes. (tres años de empezar a trabajar para underground industries)

Al cabo de tres años, Edwin vio con sus propios como esta chica se desempeñaba, y también hizo ver que a otros miembros notables de su circulo el talento y compromiso de Hanabi.

Cuando ocurrió la presentación de nuevos vehículos en la convención anual automotriz, las compañías patrocinadas por los Hyuuga se llevaron la atención de la gente con sus modernos autos y su nuevo "motor". Pero cuando estos autos salieron al mercado, lluvias de demandas empezaron a caer sobre estas industrias automotrices, el plano alterado que Hanabi cambió eliminaba un pequeño detalle en el sistema de enfriamiento en el sistema de los autos, haciendo que se incendiaran a cierto limite de velocidad, o peor, explotaran. Al final las compañías que patrocinaban los Hyuuga se vieron no solo afectadas por las bajas ventas y el retiro de los mas de doce modelos de autos nuevos que manejaban este tipo de motor, también perdieron dinero con reembolso totales y demandas civiles que llevaron a las compañías a la ruina. Con esto hecho, la compañía Underground se gano el cariño de la gente con sus mas de veinte nuevos modelos, económicos y seguros. Todo por obra de Hanabi, pero solo fue el comienzo de su venganza.

-Destruyo cinco proyectos de su familia y tres empresas que tenían la firma de los Hyuuga, ahora dominamos esos negocios, ahora los Hyuuga están en crisis -exclamo Edwin en la mesa con los otros miembros mirando los avances de Hanabi en pantalla gigante.

-Tiene un gran compromiso con nosotros, lo ideal seria aceptarla en nuestra mesa -dijo una de las pocas mujeres que integraban la orden.

-Estoy de acuerdo -dijo otro mas -puede que sea Hanabi la pieza que necesitamos para alcanzar nuestro sueño.

-Entonces están de acuerdo, hay que darle la bienvenida a Hanabi entonces -la noción fue aprobada, tenía el voto de todos.  Solo faltaba darle la bienvenida.

Mas tarde, un mes para ser preciso. Hanabi fue llevada a casa de su jefe donde el grupo de hombres y mujeres que componían el circulo de poder que controlaba muchas partes del mundo desde la utopía en crecimiento que crearon bajo el nombre de Palmont town. En una ceremonia de clase ocultista. Le aguardaban estas personas, de gala y elegantes, con un coladero sostenido por maderas en una fogata hecha en el patio trasero de la gran mansión fue lo que vio luego de ser vendada y llevada ante su voluntad.

-Que esto, señor Edwin -pregunto Hanabi ante la rara situación.

-Para la inmersa mayoría de las personas, la vida es sufrimiento -decía Edwin ante todos para Hanabi -dolorosos fracasos tras otros que aveces llevan a la muerte. Hipotecas, letras, prestamos bancarios, listas de espera... para muchos es el martirio de cada día, pero no para los miembros de nuestro circulo. Tu ya no, porque esta noche, Hanabi eres una de nosotros, vivirás rodeada de lujos, mansiones casas de verano, estarás al principio de cualquier lista, los hijos que tengas irán a las mejores escuelas, el hombre o mujer que quieras.

Una sonrisa se dibujo en el rostro de Hanabi, no era precisamente felicidad sino satisfacción, alguien por fin reconocía sus logros.

-¿Que dices? -preguntaron a la Hyuuga.

-Es todo un honor -exclamo Hanabi satisfecha con lo que hoy estaba pasando le.

Del caldero, ayudados con unas pinzas; un anillo caliente por las llamas le fue colocado a Hanabi en su dedo índice. Hubo ardor con él acto, el anillo quedó grabado en su piel ya no podría quitárselo.

-Juras defender los principios de nuestra orden.

-Lo juro -Hanabi no dudaba.

-No revelar los secretos de nuestra orden ni la naturaleza de nuestro trabajo.

-Lo juro.

-¿Lo harás desde ahora en adelante, cueste lo que cueste?

-Lo juro.

-Bienvenida al club, Hanabi Hyuuga.

Solo era el comienzo de su venganza, no pararía hasta ver a toda la familia que le destruyo sus sueños por sus propias ambiciones. Sin embargo, para obtener una dulce venganza tenia que ser paciente. Por ahora tenía que descansar, y tal como dijo Edwin, todo lo que deseara lo podía tener con ellos. Todo, incluso al hombre que deseara y ya tenía uno en mente.

-Felicidades por tu aumento de sueldo Hanabi-san -tenia a Taoru consigo en su nueva casa o mas bien castillo a su merced, los miembros de esta orden trajeron a Taoru a manos de la castaña Hyuuga luego de que perdiera su empleo tras la bancarrota de las compañías, no lo culparon de haber sido victima de sabotaje de los planos que debía entregar, sin embargo como todos los empleados de la misma, fue despedido.

Con copa en mano, sus copas de vino blanco chocaron cristales cuando estaban acurrucándose en el sofá frente a la chimenea por la nevada de invierno que llego a Palmont town.

-Vamos, hasta cuando vas a seguir llamandome Hanabi-san, soy tu dueña~ vamos dime Hanabi solamente -dejo la copa a un lado del mueble que tenían a lado para con sus pies sacar la polla de este inocente chico que dejo a su novia pues no podía olvidar lo intenso que era su ama. Ahora trabajaba para ella, era su asistente personal de esta asistente personal.

-Hanabi... -sus pies estaban fríos por el clima a pesar del fuego de la chimenea, bastaron aun así para excitar su gran miembro -...si sigues así~ -se detuvo justo cuando llegaba a la mejor parte.

Llevaba la castaña de ojos de perla su yukata, el cual dejo caer para que Taoru viera su escote y provocarlo aun mas.

-Sabes, fue día muy largo y frío Taoru-kun~ -recorrió su falda para mostrarle lo largo de sus piernas -se amable, hazme entrar en calor y te daré una recompensa~

Era esclavo de su cuerpo, esclavo de sus deseos, todo lo que hacía era recompensado por ella, pero recibir tal recompensa tan generosa, debía dar tributo a su diosa. Era débil ante el encanto engañoso de la ultima hyuuga exitosa.

De rodillas ante el cuerpo de Hanabi, despojo a su diosa de su falda y complació el tesoro que tanto adoraba de ella. El gozo se reflejo en la cara Hanabi, ni un mes de hacer que trabajara para su mano, lo entreno para satisfacer en todos sus niveles.

-Le gusta... Hanabi~ -exclamo luego de que su lengua acariciaba las paredes de su vagina, era como un gusano buscando comodidad en estas cálidas paredes.

-Bien~ lo haces bien Taoru-kun~ -mientras él le lamia profundamente, Hanabi acariciaba sus pechos, apretaba las puntas y las estiraba, incluso las mordía ella misma -vamos, hazlo mas fuerte... quiero correrme~

-Suéltela Hanabi... puede dármelo, mi ama~ -era totalmente sumiso a sus deseos.

Un gemido ahogado y la vagina de Hanabi soltó sus jugos inundando la boca de su joven esclavo sin grilletes. Con placer, Taoru bebió cada gota derramada por la vagina de su ama, hasta excitarla de nuevo.

-Lo haces bien, Taoru-kun -exclamo, lo tomo de su cabeza y lo despego de su coño humeante -ahora usa eso que tienes allí -le hizo mostrarle su cosa dura y desesperada, así que le abrió las puertas de su vaginas y dejar pasar al invitado de honor -ven~ hazme entrar en calor.

Kouji montaba a Rias cada mañana y noche, Hanabi hacia lo mismo con Taoru-kun, lo hizo su novio, su juguete; al menos por él si sentía algo carnal y pasional. 

-Si, eso~ -la castaña movía su trasero de arriba hacia abajo, aplastando con todo la polla de su novio, podía verle la espalda a Hanabi, su blanca y lisa piel blanca y su trasero redondo sonando con cada sentadillas por el chapoteo de su semen de descarga tras descarga soltada sin descanso, todo mientras él estaba atado a la cama con cuerdas masoquistas -que pasa Taoru-kun~ dirás que no puedes~ -la cara de su novio mostraba un orgasmo creciente.

-Voy a venir otra vez, Hanabi~ -le daría su sexta descarga en su coño.

-Vamos~ suéltalo todo, suéltalo todo en tu ama Taoru-kun -movía cada vez mas intenso su culo -¡Si! -su grito triunfal fue por sentir de nuevo como su útero era nuevamente llenado de forma majestuosa -...esa ultima fue genial Taoru-kun, rompiste tu limite de cinco... -justo lo desataba de sus manos cuando este se arrojo sobre Hanabi, para besar sus pechos tomar el control -Taoru-kun~

-Quiero mas de Hanabi~ -exclamo penetrándola por séptima vez, él estaría arriba.

-Demuéstramelo tigre~ -seria el comienzo de una relación sexual nueva.

Fin del flashback

Flashback

Un año atrás. Hanabi cumplía entonces una nueva misión encomendada por su orden, trabajaba como secretaria del alcalde de Palmont town, Naruto Uzumaki. Después de una reunión con jefes del partido demócrata del país, Naruto estaba encantado por la idea de postularse para las próximas elecciones, aunque aun faltaban tres años para la nuevas elecciones, los demócratas ya sabían quien debía postularse para la siguiente presidencia.

Sin embargo, esto seria un problema para la compañía Underground y sus planes para el mundo. Su mundo.

-Es verdad, los demócratas quieren postular al esposo de mi hermana para las próximas elecciones, justo cuando acabe su periodo como alcalde de la ciudad -Hanabi estaba reunida con los miembros de su orden con un lugar en la mesa para ella.

-Esto no es bueno , impedir que se postule para presidente no sería tampoco buena opción -decían, eliminarlo no era una opción viable, tenían que derrotarlo de alguna forma.

-Hay desmoronar lo, desde ahora para que cuando se postule no tenga el animo que busque el pueblo -dijo una de las pocas mujeres en la mesa.

-¿Que sugieres? Tsunade -era el nombre de la mujer en la mesa. Lo que propuso era mas que asquerosa para Hanabi, sin embargo cada paso que había en el plan les agradaba, de la misma manera que destruyeron al presidente Bill clinton cuando interpuso los avances de la compañía en sus años de mandatario estadounidense -me gusta la idea. Factible y confiable.

-¿Pero porque tengo que hacerlo yo? -Hanabi mostró su inconformismo tras ver como los demás apoyaban la idea de la rubia de prominentes valles.

-Tu misma lo has dicho una y otra vez, es tu cuñado; el esposo de tu hermana, imagina como se pondrá cuando se entere que su esposo lo ha engañado con su hermana -decía Yoichi, este hombre tenia un asiento de poder en este circulo maligno.

-Si pero no quiero que el mundo ponga sus ojos sobre mi -no quería ser parte de un escándalo nacional si es que cumplía con su parte hecha.

-Descuida Hanabi, no es necesario que la nación sepa lo que paso. Con clinton tuvimos que hacerlo publico porque su ego ante la población valía mas que su propia moralidad -dijo Tsunade -además, vasta que consigas hacerlo con él una vez y deja que la magia de la tecnología haga el resto.

No entendió que pasos exactamente conformaban el plan de Tsunade, tuvo que explicarse con mas detalle para que lo ejecutara como debía. La idea era simple, como era espía disfrazada de secretaria, lo único que debía hacer con él era fornicar una vez, las cámaras de seguridad en la alcaldía eran de marca underground, todo lo que filmara una cámara de seguridad que producían sus fabricas era almacenado en una computadora donde descubrían los secretos de sus rivales y competencias.

Ahora sin dudar, actuó para benefició de la compañía underground; sin muchos problemas hizo lo que tenia que hacer, una noche hasta tarde acompañando a Uzumaki en su oficina luego de largas horas de papeleo, firmas y sellos, estaba cansado su saco negro estaba montado detrás de silla por el calor que le produjo todo la labor como político.

-Por fin, terminamos por hoy -Naruto se estiro en su silla de alcalde, en su mesa tres pilares de papeles que firmo tras leer cada sección con cuidado, tenían una altura de casi un metro -mira la hora, casi media noche.

-Terminamos temprano esta vez Naruto-sama -su actuación como una secretaria bondadosa y medio torpe tenía bien engañado al rubio, nunca pensó lo que vendría detrás de eso.

-Lo se, agradezco que te quedarás a ayudarme tenías razón contigo todo es mas fácil, aunque... -su rostro reflejo malestar.

-¿Pasa algo? -pregunto a Naruto cuando lo vio agotado.

-No es nada, es solo que... seguramente Hinata debe estar durmiendo -detuvo su labia, sabia que decir lo que seguía de esa linea podría ganarse el odio de su cuñada, pero entonces comenzó.

-Se lo que piensa, Naruto-sama~ -camino cuando este cerro los ojos para descansar sus ojos, empezó a masajear sus hombros y dejar caer su escote detrás de la cabeza del rubio.

-Hanabi-chan... -la preocupación recorrió su cuerpo, así como una sensación erotizante.

-Naruto-sama siempre andas dando todo de ti por Palmont town y nadie te da un momento para... desahogarte de toda la presión.

-Hanabi-chan, espera -exclamo de temor cuando la mano de su cuñada fue bajando por su torso protegido por su camisa color blanco, hasta su pelvis luego de darle vuelta a su silla giratoria de piel, para agacharse y hacer su primer acto -esto no esta bien, no me atrevo a hacérselo a Hinata... -calló cuando la boca de Hanabi hizo lo suyo con su verga.

Su boca engullo todo lo que era de Naruto sin dudarlo o pensar, tanto trabajo como alcalde que el rubio olvido lo que se sentía que la boca de una mujer diera placer a su miembro, no recordó la ultima vez que le pidió a Hinata le hiciera un oral, o si alguna vez se lo pidió.

O estaba demasiado cansado de tanto estar en esa silla frente al montón de papeles o era que tanto de llegar tarde de su oficina a casa, Hinata ya estaba profundamente dormida para hacer el amor como cuando jóvenes se casaron.

-¡Hanabi! -grito y puso sus manos sobre la cabeza de la castaña para que tragara su semen sin preguntarle.

-Mira, Naruto~ -abrió los ojos tras ese agotamiento, para ver la boca de Hanabi rebosante de sus fluidos en sus mejillas la cual trago ante la mirada del rubio, quien ahora pensaba lo sucia que era su "inocente" cuñada -ahora~ -se quito la ropa tiro los papeles del escritorio de Naruto, para subirse en cuatro y abrir las piernas ante el alcalde -vamos, Naruto-sama~ usted sabe que quiere hacerlo~

Mas de un año sin tener sexo, luego de la felación de Hanabi, tal vez... podría ser la única ocasión tras mucho tiempo en la que tendría sexo, pero no era su Hinata, no era ella, no... no debió haber caído en la trampa.

Ya debes saber que paso después, sin embargo al acabar Naruto tuvo que ponerla en su lugar. Era algo que no podían repetir, mas el daño estaba hecho y el mal no conoce fronteras ni limites.

-¿Hará cuantas ediciones? -Hanabi hablaba con Keizuke en uno de los pasillos del edificio principal de la empresa con vista hacia planta baja desde ese décimo sexto piso.

-Lo suficiente como para que Hinata piense que tu y su esposo le son infieles -exclamo, era editor, diseñador de programas y un sin fin de profesiones que se pueda hacer con una computadora de alta gama capaz de hackear al pentágono, al kremlim y la ciudad prohibida de china -y cuando las muestre a tu hermosa hermana Hinata se desmoronara y vendrá a mis manos.

-¿En serio le atrae mi hermana? -no mostró mucha preocupación

-Desde que se mudaron hace trece años, cada año que la veo es mas hermosa, espero y no te moleste que me la quedé -dijo Keizuke.

Desde que le consiguieron a Taoru, ella entendió que todos los miembros de la orden, hombres o mujeres obtenían al hombre o mujer que quisieran y las hacían sus trofeos personales. Por no buscar otra palabra para definir lo mejor.

-¿Me ayudaras?

-Si, ¿porque no? -le agrado la idea a Hanabi.

-En serio me ayudas para que tome a tu hermana -quedo sorprendido con la respuesta de la joven.

-Haga lo que quiera con ella, la verdad mi hermana no me importa, ahora toda la familia Hyuuga está en bancarrota, y todo cuánto planearon se acabó -dijo Hanabi dándole la espalda.

Cuando llego el momento esperado, ese día que Naruto nunca llego por estar trabajando a deshoras de la tarde para nunca llegar al aniversario de bodas con Hinata, Hanabi llevo a Naruto al mismo hotel donde Keizuke llevo a Hinata el día de la cita, cuando los vio entrar en una habitación muy cercana a la suya, creyendo que su hermana y su esposo le engañaban, la realidad era que el rubio estaba agotado por completo por la reunión fuera de la ciudad tras un vuelo de cinco horas. Tan agotado que no se dio cuenta que Hanabi lo llevo a un hotel para descansar y no a su casa. Pobre Hinata, todo fue un engaño.

Fin del flashback

La fiesta había acabado, todos los invitados del banquete habían partido al amanecer sin muchas preocupaciones, simplemente satisfacción carnal completa.

-Fuiste magnífica Hinata -decía Keizuke antes de subir al vehículo que trajo a ambos amantes a este evento... excitante.

-Keizuke-san, creo que no es buen momento para decirlo, pero... -sus palabras detuvieron las caricias del hombre a pesar de ser la mañana -creo que es tiempo de que acabe con Naruto.

No lo sabía, pero su hermana seguía allí en las sombras de la mansión de la casa de su jefe Edwin mirando con placer como su hermana interactuaba con su amante, no podía leer los labios, pero dada la expresión de la cara de Keizuke, algo bueno iba a pasar. Quizá, la misión de mas de un año jugando a la secretaría de Naruto por fin iba a llegar a su fin, sería la cúspide de su venganza.

-Estas muy feliz, Hanabi -su asistente personal Taoru, estaba allí con ella -¿algo bueno paso?

-Muchas cosas buenas, Taoru-kun -dijo tras alejarse de la ventana para estar delante de su juguete, su mejor juguete -y cuando volvamos a casa, mi felicidad podrás sentirla bien profunda~ -su mano tocaba celosamente su pelvis.

Lo vio interactuando con las damas de algunos miembros quienes halagaban al joven como otros. Era como cualquier otra mujer, celosa con lo que le pertenecía.

-Estaré encantado, mi ama.

Días mas tarde en el edificio principal de Underground industries, caminando por los pasillos del complejo. Hanabi se topo con un conocido perteneciente a la mujer que le enseño a estar dentro del circulo del culto que eran miembros.

-Tsunade-san -saludo la Hyuuga.

-Hanabi, vienes a saludar -exclamo contenta la mujer.

-Usted también esta feliz -comento -Kouji, Souma y los demás los veo muy contentos -conocía a los mas jóvenes miembros -¿que paso?

-Escuchaste acerca del sistema "ojo de Dios" -exclamo Tsunade.

-¿El que creo ese grupo de hackers terroristas? El que puede ingresar hasta en los mejores sistemas de defensa militar como si fuera un buscador de internet mas -dijo Hanabi.

-Si, Yoichi las arreglo para que un grupo de marines lo consiguieran en una operación furtiva, el gobierno piensa que el sistema del ojo de dios se destruyo, pero no. Ahora esta en nuestras manos, todos estamos emocionados, solo imagina, cuantos de nuestros enemigos podremos destruir, cuantos caerán de lo mas alto... -justo dijo Tsunade sumida en su felicidad cuando pisos mas arriba se escucho un estruendo, cristales rompiéndose de forma agresiva un piso arriba.

Frente a ellas un hombre cayo desde el cuarto piso y se impacto contra el suelo. Seguido de dos disparos que se oyeron provenientes del mismo lado donde cayó el hombre, un segundo sujeto paso hacia el suelo impactándose a muerte.

-¿Que esta pasando? -pregunto tsunade, aterrorizada como muchos ante el caos.

-No es Souma... -Hanabi miro a quien tomo a Akeno, retorciendose de dolor en el suelo a menos de un metro del abatido hombre que cayó después de él -llamen a emergencias ¡rapido! -grito  al ver a los empleados de seguridad que se apresuraron cuando escucharon el estruendo -esto no es bueno.

-----Fin----

Así termina otro tomo mas de esta enferma historia, ¿que pasara? ¿cuantos tomos mas faltan para acabar esta historia? ¿que otra personaje aparecera en las historias? ¿que le pidieron a santa esta navidad? ¿lolis o milfs? ¿pechos o trasero? ¿que deciden?



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