MILF of the dead
Vivía solo en su casa cuando cursaba el segundo año de la preparatoria. Komuro Takashi se había vuelto huérfano a temprana edad, tras un fatídico accidente aéreo donde sus murieron cuando el solo tenía unos seis años. El chico se encontraba solo en su habitación, resignado a pasar el resto del día en la cama con solo una revista de mujeres maduras en su manos. Mientras llevaba puesto solo una camisa blanca y unos boxers color azules consigo, los cuales los tenia abajo. Esa tarde noche se hacia lenta para él mientras miraba las paginas de la revista, andaba masturbándose con las excitantes imágenes de las señoras candentes que posaban lencería en cada pagina de la revista.
-Ya casi... ¡ya casi! -gritó Takashi cuando por fin consiguió su cometido -ah... me lleva -suspiro agotado, tirando la revista con delicadeza en la cama, para tomar un pedazo de papel de baño que tenia junto a su cama para limpiar a su amigo y su mano -otra vez estoy con esto. Maldición sino fuera porque la gerenta fuera una mujer madura y... con curvas...
La cara de Komuro se ruborizo de solo recordar como era la gerenta de la tienda de autoservicio en la que trabajo un tiendo. Una mujer que siempre iba vestida como toda una mujer de negocio de traje y todo con pechos grandes que a pesar de ser cubiertos por las tres capas de ropa que siempre llevaba, la imaginación de Takashi se disparaba con solo ver la cara hermosa de esta mujer y las curvas con la que llegó a crecer. A los hombres rectos, tienen distintos gustos en cuanto al atractivo de una mujer. Hay quienes las escogen con grandes pechos, otros con una cadera bien definidas, otros las prefieren jóvenes con grandes pechos y/o trasero. Takashi en cambio las prefería... maduras, mujeres que no pasaran de los cuarenta y que estuvieran por encima de los de veinticinco. Por alguna razón, el desarrollo pasión por las mujeres maduras, no importara si eran solteras, casadas o con hijos; a Komuro le parecían atractivas sexualmente este tipo de mujeres.
Había entrado a trabajar en un supermercado de una pequeña cadena en la ciudad, donde conoció a una pelinegra de cabello corto como Gerenta, en una ocasión cuando debía quedarse en el turno nocturno, tuvieron un encuentro en el baño. Donde encontró al chico haciéndose una paja con sus manos mientras llamaba a su nombre. La gerenta estaba allí sin avisar para buscar una pertenencia que dejo cuando le descubrió. Avergonzado, fue reprendido por la mujer quien pidió una explicación cuando le pregunto que porque con ella hacia este acto sucio que debía reservarse para su casa. Una explicación que termino en una felación por parte de su gerenta, que culmino la noche con una noche de larga pasión entre empleado y jefa.
-Dure tres meses en ese lugar, por lo menos conseguí tener sexo con ella durante todo ese tiempo -no lo dijo como un logro, ni siquiera lo sentía de tal forma -de no ser porque su marido nos descubrió, ella hubiera aceptado en convertirnos en amantes -rodó sobre su cama en un intento por cerrar los ojos y dormir ese día.
No era el primer trabajo de Komuro, ni el segundo. Había intentado establecerse en otros trabajos que para a un estudiante eran la opción para sus estudios y costearse por si mismo. Pero vivía casi la misma historia, conocía a una mujer de sus pasiones y terminaba metiéndose con ella. No importaba si fuese su compañera de trabajo, su jefa, alguna clienta o supervisora. Hasta ahora Takashi ya había experimentado con alrededor de veintitrés mujeres, veinticuatro contando la ultima gerenta para la que trabajo.
Takashi tenia un problema, madura que veía; madura con la que fantaseaba. Todo porque una bella mujer perteneciente a una familia amiga que lo acogió tras la tragedia de sus padres, despertó la pasión sexual en él luego de pasar la pubertad.
¡Ding, dong! Sonó el timbre de su casa. No esperaba ninguna visita. ¡Ding dong! volvió a sonar el timbre. Salio de la cama rápido y se lavo las manos primero, se coloco un pantalón que tenia a mano y fue a ver quién le molestaba tan tarde.
-Ya voy, ya voy -vociferaba por ser molestado ya de noche, abrió la puerta solo para llevarse una gran sorpresa -¿eh? Yuriko-san.
-Hola Takashi-kun -saludo la mujer con una sonrisa sincera llena de felicidad en su cara, traía una pequeña maleta consigo -¿no me invistas a pasar?
Su corazón palpitaba a mil por minuto, Yuriko Takagi era la razón por la que Komuro despertó una pasión sin igual por las mujeres maduras. Siempre vistiendo con gala y clase, vestidos que resaltaban a niveles su belleza, cortes que dejaban ver el escote sensual de esta mujer, las caderas que tenia y de perfil incluso se lograba ver parte de la carnosidad de los pechos de esta mujer.
-...Si, claro pase, adelante -tardó en responder. Reconoció la mujer que a pesar de vivir solo, Takashi tenía limpia y ordenada su casa, agradeció él el halago, sin embargo tenia que preguntar -Yuriko-san ¿porque vino a visitarme tan tarde?
-No puedo visitar a mi hijo a su casa los fines de semana, además~ -exclamo con una sonrisa en el rostro, colocando sus manos detrás de su espalda creando un breve misticismo y revelar un pequeño regalo que traía escondido -ta da~ feliz cumpleaños Takashi-kun.
-Yuriko-san... -no se espero esto, mucho menos de la mano de esta mujer, con pena acepto el regalo.
-Aun no acaba aquí -agrego al misterio la mayor Takagi.
Llevando a Takashi al comedor de su casa tras irse a poner ropas mas adecuadas para la visita inesperada, Yuriko revelo que además del regalo un pequeño pastel para ambos compro la mujer y tras poner una vela sobre el y felicitarle, ambos podrían degustar de tan pequeño postre que se veía majestuoso.
-Feliz cumpleaños Takashi-kun, ya tienes dieciocho años; oficialmente eres un adulto, mi hijo -celebró Takagi tras dar un aplauso al ver que el chico soplo la vela del pastel.
-Gracias por el gesto Yuriko-san, aun que mi cumpleaños fue hace una semana; pero... -detuvo su palabra para pensar bien que iba a decir -lo agradezco pero... no soy su hijo, Yuriko-san. Además, sabe que detesto mi cumpleaños.
Con remordimiento al ver la cara triste del chico, se levanto de la silla y fue a darle un abrazo, colocando sus escote en el rostro de Takashi.
-Esta bien -consolaba la tristeza del chico -se que detestas mucho tu cumpleaños, no todos los chicos pierden a sus padres en accidente aéreo el día de su cumpleaños. Aunque mi esposo te adopto por el aprecio que tenia a tus padres, se que nunca íbamos a suplantar a tus padres, Takashi-kun. Además, el gobierno de este país impide que
-Gracias -dijo sin ánimos.
Comieron sin dejar nada de ese sabroso postre, abrió Komuro el regalo que ella le trajo y vio que se trataba de un pequeño cuaderno de pasta gruesa, era un libro de notas libres, cosa que le causo furor un momento.
-Esto es -la emoción en Komuro.
-Mi hija me contó, que te gusta escribir historias en tus libretas de apuntes de la escuela así que te compró la libreta para que pudieras escribir tus cuentos de manera profesional -dijo con una sonrisa.
-Es genial, este tipo de libretas son muy caras -dijo.
-Saya pensaba dártelo el mismo día de tu cumpleaños, pero la dejaste plantada -mostró un leve descontento con el pelinegro -no te culpo, tu mismo lo dijiste, odias el mismo día de tu cumpleaños, por eso vine una semana después.
-Ya veo, me disculparé con ella cuando vuelva a la escuela -comento Takashi sintiendo remordimiento por lo que hizo ese día. Saya misma le invito a una cita por su cumpleaños sin importarle el dolor psicológico que dejo la tragedia de sus padres, quería hacerle saber que no estaba solo, sin embargo Takashi mismo se resignaba a celebrar ese mismo día.
-Sabes, mi hija tiene gran estima por ti -comento, lo cual causo empatía y molestia a Komuro -me quedaré contigo este fin de semana, aunque ya eres por fin un adulto legalmente, eso no significa que un verdadero adulto ya no tenga que cuidarte -dijo Yuriko ahora estando en el sofá de la sala con él donde vieron una película que el chico tenia guardada en su habitación.
-Esta bien, tengo preparada el cuarto de visitas siempre -comento sin problema Komuro.
-Sabes, el regalo solo fue de Saya, yo no te traje nada en realidad -dijo Yuriko -me siento mal por eso, así que puedes pedirme lo que sea para ti, si quieres mañana te llevo a algún lugar en especifico tu y yo, o te compró algo no habrá problemas, o si quieres puedo darte un masaje o ayudarte con tu baño -decía sin compromiso y sin otros fines.
Fue entonces Takashi que noto que esta, se trataba de la oportunidad que tanto estaba deseando.
-Lo que sea -dijo sin anhelos, sin mostrar deseos por aprovecharse de la generosa oferta de Yuriko -entonces... me gustaría...
-¿Mm? -dudo la esposa de Soichirou Takagi, no logró escuchar lo que pedía Takashi, susurró al final de su frase -vamos Takashi, no tengas pena y dime lo que quieres en serio, no habrá ningún problema.
-Yuriko-san -hablo firme y sin mas, dijo lo que quería de ella -quiero tener sexo con usted.
-¡¿Eh?! -grito con sorpresa -¡¿que dices?!
Por un momento pensó que era una mala broma de parte de Takashi, pero resulto ser todo lo contrario, en verdad era lo que deseaba él de ella. Más lo tuvo en claro cuando Komuro se abalanzo sobre ella en el sofá al haber bajado la guardia.
-¡Takashi-kun, espera! -tuvo suerte, el pelinegro hasta ahora solamente le había tomado de los brazos con gran fuerza, y sus piernas las tenía inmovilizadas por las piernas del chico, la cara de Komuro se mantenía firme mirando a Yuriko. Mirada que logró ver la mujer y ver en su ojos que él iba en serio con esta propuesta, pero no podía ser cierta ¿o si? -porque... porque haces esto... -su corazón latía muy rápido, nadie la había sometido con tanta fuerza, ni siquiera su esposo -Takashi-kun esto no esta bien. Lo que me pides no es correcto.
-Aunque este enamorado de usted todo este tiempo -exclamo con firmeza, nada de juego o dudas en su lengua.
-¿Que?... -Yuriko no se esperaba esto -¿que es lo que dices? Takashi-kun -ahora sentía miedo la mujer.
-Lo digo en serio, todo este tiempo desde que me adoptaron, he estado enamorado de Yuriko-san, yo igual pensé que eso sería imposible, por eso me aleje cuando pude pero no puedo dejar de pensar en usted todo este tiempo, aunque trató de ser una madre para mi, yo todo este tiempo la visto como una mujer -dijo sin perder fuerza o concentración, cosa que la misma Takagi tenia que reconocer.
-Te equivocas, Takashi-kun -su corazón latía cual jovencita escuchando la confesión de la persona que mas amaba, y que por fin ocurrió -no puedes sentir eso por mi -desvió la mirada, la pena de tener que rechazar los sentimientos de Takashi, no quería ver el daño emocional que le daría a él por esto. Pero notó Yuriko que la fuerza en las manos de Komuro seguía igual de persistentes.
-Usted dijo que podía pedirle lo que fuera... -le recordó su palabra -¡quiero tener sexo con Yuriko-san!
Declaró Takashi, no podía negarse más la Takagi, sabiendo que estaba su palabra en juego. Aunque esto pusiera en peligro a su familia.
-No puedo tener eso contigo, pero tal vez... una mamada -dijo con gran vergüenza Yuriko -si quieres puedo hacerte una... mamada. Pero vayamos a tu habitación para hacerlo, aquí... alguien podría vernos.
Dejaron la sala, para encerrarse con llave en la habitación de Komuro. Yuriko pensaba en como pudo pasar esto. Ella estaba mas nerviosa que el chico, quien mantenía un rostro agradecido con lo que pasaría. Takashi tomo lugar en el borde de su cama, mientras la esposa de Takagi se quedo parada delante de él, con los brazos cruzados, la mirada desviada e indignada por lo que le haría hacer Takashi.
-Yuriko-san, se ve tan hermosa incluso cuando estas enojada -comento, solo para ruborizar mas las mejillas de la mujer con el cumplido.
Más no era eso lo por que lo que ella estaba así, sino más bien era porque Yuriko podía ver a luces debajo del pantalón de Takashi, como este tenía su bulto endurecido y palpitante. Y es que hacia tiempo que no tenia sexo con su esposo, no recordaba la ultima vez que tuvo sexo con su esposo. ¿Podría ser eso lo que hacia que su instinto no negara cometer este acto de infidelidad acaso? Después de todo, Takashi había sido un hijo para ella, aunque no fuera así. Saber que todo este tiempo la vio como mujer y no como quiso.
-Bueno, terminemos con esto -dijo llena de vergüenza sin poder evitar del todo apartar su vista del enorme bulto endurecido que cargaba Komuro. Se inclino de rodillas ante el chico, muy cerca de su pelvis y le dijo -dale, sácalo...
-Gracias Yuriko-san -sonrió Takashi. Un dato curioso, era que el chico se dejo crecer el cabello este tiempo, aunque lo tenia largo estaba bien cuidado; sus ojos eran tapados por su larga cabellera, era ese estilo que llamaban, el peinado follador.
Sin mostrar ansias, Komuro abrió su pantalón y mostró el enorme miembro con el que fue bendecido, solo para causar un ligero susto en Yuriko.
-¡¿Eh?! -quedo sorprendida cuando lo vio tan cerca -es... ¿es real? -estaba estupefacta ante el tamaño -es... muy grande "incluso mas grande que la de soichirou" -pensó lo ultimo Yuriko -desde cuando tienes a este monstruo contigo -estaba temerosa.
-Jejeje... -Takashi rio de vergüenza, siempre le decían eso. No todos los días una mujer se acostaba con un hombre con dote que pasaba los treinta centímetros.
Lo tenia enfrente Yuriko, a solo unos centímetros de su cara, podía sentir el olor que desprendía era fuerte, lo veía palpitar, podía notar el grosor que tenia.
-Sabes -decía con miedo -no creo que entre todo en mi boca, pero... ya que.
-¡Yuriko-san! -en un instante a otro, solo sintió como la boca de tan bella y elegante mujer se tragaba la punta de su miembro en su boca. Menos de cinco segundos después sintió como los labios de la mujer tragaban mas allá de la cabeza de su polla hasta la mitad, así como sentir la lengua de Takagi pasar por cada sección que su boca tragó -Yuriko-san~ se siente... se siente mejor de lo que soñé.
-"No digas esas cosas, me pondré caliente~" -decía en su mente Yuriko, no podía sacar tan fácil el enorme bulto que metió en su boca, miraba la cara de gozo en Takashi mientras seguía chupando su joven polla -"ha pasado mucho desde que le hice esto a Soichirou... pero ni siquiera la de él es tan grande."
Decía, más su cuerpo comenzaba a calentarse cada vez que saboreaba la polla de Takashi. Su vagina comenzaba a temblar, los pezones en sus pechos comenzaban a sentirse duros.
-"Esto es malo" -seguia hablando consigo misma desde sus pensamientos -"si sigo haciendo esto me pondré deseosa~ si tan solo Soichiro fuese más atento conmigo... No quiero engañar a mi esposo."
-Yuriko-san, su lengua es mejor de lo que pensé -estaba en el cielo Takashi -me lo chupa cada vez más rudo~
-"Cállate y termina" -pedia Yuriko -"cuando tiempo más debo de hacerte esto... Mi vagina comienza a desear... A desear tu polla~" -sus manos fueron debajo de su falda y empezaron a tocar sus mojadas bragas que ahora tenía por culpa de Komuro -"han pasado diez minutos y aún no te corres, increíble" -contó los minutos pues cada minuto que pasaba estaba al borde de ceder a la lujuria y pecar más de lo que ya lo estaba haciendo.
-¡No puedo más! ¡Yuriko-san! -entonces pensó que sería el final, pero solo era el clímax lo que alcanzó Takashi.
Se levantó y tomo la cabeza de Yuriko, para embestir su pene dentro de la boca de la mujer con gran fuerza. Oyó el gemido que ella dio cuando introdujo con violencia su polla en su garganta, los chapoteos de su lengua solo hacían que Takashi se excitase más hasta alcanzar su límite.
-¡Me corro! -embistió su pelvis violentamente contra la mujer, disparando su semen como si no hubiese mañana.
-¡Mmmmmm! -gimió de terror al sentir la leche de Takashi llenando su boca y ahogando su garganta. Quería que acabará, pero el pene de Komuro no paraba de correrse, escupió su polla solo para que su cara terminará bañada de su semen -...debe... Debe ser broma...
-Perdón, debí avisar -exclamo Takashi, podía verse lo agitado que estaba tras haberse descargado en la boca de Yuriko.
-...Si debiste -pensaba aliviada la mujer mientras limpiaba con su mano lo que cayó en su cara y labios -"su semen, tiene un sabor y aroma sabroso" -pensó tras devorar su semen, pero ignoro su propio pensamiento, pues creyendo que se había acabado -supongo que ya estas satisfe...cho -cuando volvió a mirar, vio incrédula como la punta de la polla de Komuro seguía así de erecta que al principio -es broma, te corriste ¿como es que la puedes tener igual de dura todavía?
-Yuriko-san -Takashi se puso de pie y su miembro seguía así de duro, lo cual intimido a la Takagi.
Tal vez no había escapatoria, aunque Yuriko también se levanto e intento dirigirse, Komuro la detuvo, embarrando su polla contra los muslos carnosos de la mujer mientras la tenia agarrada desde atrás
-Takashi-kun, por favor esto no puede ser... -dijo, más Komuro no iba a aceptar un no como respuesta, no después de ir tan lejos; todo lo que aprendió con esas experiencias con otras mujeres maduras, lo pondría en practica. Primero dejo que Yuriko forcejeara con él, para ir introduciendo sus manos bajo su vestido, una de sus manos agarraba pechos directa e insistentemente, mientras que su otra mano se adentraba en sus bragas para tocar su clítoris y jugar con ella, lentamente cedería a la lujuria -soy un mujer casada, no puedo engañar a mi marido... -al escuchar eso, levanto la parte trasera de su vestido, revelando la piel de su trasero, frotando insistente su polla contra su culo -para, en serio... -de pronto, Takashi acerco su cara a la de Yuriko y en un descuido de ella, le robo los labios con un sencillo y cariñoso beso -esto no esta bien... -fueron las ultimas palabras de oposición de Takagi, antes de volver a sentir los labios de Komuro besándola e introduciendo su lengua dentro de su boca, un beso en el que demostró tener mucha técnica, con la cual la termino derrotando.
Terminaron en la cama, Yuriko abrió los ojos cuando los labios de Takashi se apartaron de su boca, dándose cuenta que su vestido estaba bajo, revelando sus senos a la visión del chico. También se dio cuenta que Komuro se había desecho de sus ropas, quedando desnudo ante ella con su dote duro todavía como si tuviese mente propia. Por alguna nueva razón no podía apartar la vista de Takashi, su cuerpo joven estaba definido y tratado, juntado con ese tamaño inusual, era demasiado para las hormonas maduras para la mujer.
-Yuriko-san, su cuerpo es más hermoso de lo que imaginé -dijo Takashi el cuerpo era más de lo que Takashi se imagino, aunque ella no estaba desnuda del todo.
-Porque me haces esto Takashi-kun -dijo con rubor en su cara, tapando sus pechos con sus brazos -habiendo chicas de tu edad más bellas que yo... Saya.... mi hija está enamorada de ti ¿sabes? Si hacemos esto, como podré mirarla a la cara, a mi esposo...
-Ya lo sé. No tienen
porque saberlo -exclamo Takashi, la voz decidida del chico la hizo
mirarlo -Yuriko-san, la amo y se que usted no puede amarme, eso me hace
desearla aun más. Después de perder a mis padres, de entre su familia,
verla a diario con esos vestidos elegantes y reveladores cuando viví con
ustedes, así como ahora. Tratando de hacerme olvidar que perdí a mi
familia, hizo que me enamora de usted. Yuriko-san fue quien decidió
hacerme feliz, solo quiero hacerla feliz también, solo la quiero a
usted.
-Te equivocas,
Takashi-kun... solo visto así por el estatus de mi marido... nunca quise
confundir tus emociones... -sentir placer luego de tiempo, a pesar de
ser con otro hombre (un hombre joven) después no recibir atención de su
marido estaba encendiendo a Yuriko.
Besaba el cuerpo Yuriko
mientras la tenia de sometida con delicadeza de sus manos y piernas,
chupar sus senos cual pequeño niño amamantándose de su madre. No pudo
someterla mas y sus manos se envolvieron con el cuerpo de la Takagi,
ante tanto placer provocado por la boca de Takashi en sus pechos, Yuriko
también termino envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza, para que
no dejará de complacerla desde sus pechos.
-Takashi-kun yo... -ya lo desea, ya quería que Takashi hiciera algo con el fuego que encendió en su cuerpo tras demasiado tiempo. Y lo hizo ...¡Aaahhh! porque... no, sácalo Takashi-kun esto no es correcto -sin decir una palabra, Komuro introdujo su miembro dentro de las paredes olvidadas del interior de Yuriko, llegando a rincones que ni su marido había llegado. Hizo caso omiso, aun sobre ella el chico comenzó a mover sus caderas provocando placer a la mujer que tanto deseaba.
-Su interior es increíble, aprieta mi pene como ninguna otra... -sus manos en la cama para sostenerse, mirando como se pintaba el placer prohibido en la cara de Yuriko lo hacia feliz.
-Se siente... se siente bien... ha pasado mucho desde que Soichirou y yo lo hicimos -exclamo sin poder ocultar mas la lujuria pecadora que le infundía Takashi -¡se responsable y muévete más!
Acato la petición de
Yuriko, tomándola de su cintura, las embestidas del pelinegro se
volvieron más fuertes mientras que la mujer se tomaba de la sabana de la
cama sosteniéndose de las duros golpes de la carne joven de Takashi.
-¿Se siente bien? Yuriko-san -pregunto, ver su cuerpo sudando del placer causaba que sus movimientos se volvieran más rudos.
-Se siente genial... lo hacemos como un amante desenfrenado~ -ya no lucho más, Takagi simplemente empezó a disfrutar del coito -eres muy intenso.
-Es fantástico ¡voy a venirme en cualquier momento, Yuriko-san! -se dejo caer sobre la mujer, untando su rostro en sus senos sin bajar el ritmo ni la fuerza con la que su pelvis golpeaba el coño de Yuriko -me correré dentro de ti.
-¡Hazlo dentro, quiero
sentir tu esposo semen dentro de mi! -ahora lo deseaba a él y el néctar
blanco que probó hace poco -¡perdona me querido, pero mi vagina se esta
corriendo con el pene de otro hombre!
-¡Yuriko-san!
Gritar su nombre sirvió
como aviso, sintió en su interior como el semen de Takashi se disparaba
caliente dentro de ella, semen que se combino con los fluidos de su
vagina al chorrear de felicidad. Por fin tenia sexo luego de mucho.
-Eres un bastardo, haciendo que una mujer casada y vieja como yo recuerde los placeres de ser mujer -decía Takagi teniendo las piernas abiertas para ver cuando semen de Takashi se desbordaba de su interior -no fue tu primera vez, verdad. Me lo hiciste como un hombre experimentado.
-Si... la verdad he practicado -la vergüenza volvió a él -pero, lo hice solamente para ser el amante perfecto para Yuriko-san.
-Debí imaginarlo, con algo como eso contigo era de esperarse que otra mujer no pudiera resistirse a eso -decía sin parar de mirar la polla de Komuro, aun después de una segunda ronda, la tenia erecta -en serio... ¿me amas, Takashi-kun? -un si como respuesta vino del rostro de Takashi tras preguntar, lo cual hizo feliz a Yuriko -solo por esta noche, dejaré que seas mi amante ¿bien? si es así ven aquí de nuevo y toma la responsabilidad de tus actos.
-¡Yuriko-san!
Fue y se arrojo sobre la mujer para tomar una nueva sesión de sexo sin preocupaciones. Puesta en cuatro, Yuriko tenia sus manos en la pared de la cama mientras su vagina resistía con gran fuerza ante las duras embestidas de Takashi contra su trasero dejando que el chico le pegara allí, cada golpe de su mano en su nalgas la ponía mas cachonda.
-¡Si! Eso~ se siente demasiado bien, Takashi-kun -gemía fuerte de placer, dandole igual si algún vecino les escuchaba o no.
-Yuriko-san...
-Dime Oka-san, por favor~ -pidió la mujer.
-Oka-san, hace voces muy lascivas -dijo Takashi para tomar a la mujer de sus pechos mientras seguía embistiendo rudo sus caderas contra ella.
-Eso es porque tu pene golpea puntos que no sabía que tenia~ -se notaba el placer sin vergüenza en su voz -puedo sentir el pene de Takashi-kun volviéndose mas grande dentro de mi... dale tu espesa leche a Oka-san, Takashi-kun~
-¡Te llenaré toda Oka-san! -grito y se vino dentro, otra vez.
Sin tomar descanso,
Takagi tomo lugar encima de Takashi demostrándole que ella también que
ella igual tenia sus movimientos. Así ella podía ver el cuerpo marcado
del chico y tocarlo de primera mano.
-Tienes un cuerpo tan delicioso~ que corrompes a esta esposa -Yuriko montaba con ganas a Komuro teniendo su mano acariciando los pectorales del chico.
-Oka-san también tiene un cuerpo hermoso -dijo sin dejar de mirar los pechos rebotantes de Yuriko.
Cambiaron de pose y
salieron de la cama, sostenida por los fuerte brazos de Takashi y puesta
contra la pared, su pene la golpeaba bruscamente a Yuriko, mientras
ambos estaban besándose sin parar, incluso cuando el aliento les
faltaba, sus lenguas seguían bailando en el aire.
-Aquí viene... -decía Yuriko aferrada al cuerpo de Komuro -puedo sentirlo...
-¡Oka-san!
De nuevo, su cuerpo y el de Takashi se sincronizaron. El semen de Takashi se derramo en su útero hasta desbordarse mientras los jugos de Yuriko se desbordaron de su coño. Cuando por fin lo dejo exhausto, acostados ambos en la cama. Ella acariciaba la cabeza dormida de Komuro tras quedar dormido sobre su cuerpo luego de todo lo que hicieron.
-Eres un pillo -decía sin despertarlo -pero no puedo dejar que esto se vuelva a repetir.
Ella misma juro ante si misma que esto sería algo de una sola ocasión, pero si no pudo cumplir su palabra cuando dijo que solo sería una felacion, que le hizo pensar que podría cumplir esta vez. El resto de su visita de fin de semana fue calmado, no hubo mas interacción entre ambos; a pesar de ser insistente Takashi en amarla y ser amante secreto. Yuriko se mantuvo firme hasta volver a su casa.
Hasta que llego de nuevo el tiempo de visitar a Takashi a su hogar, otra vez.
Ding dong
Sonó el timbre de su casa en viernes por la tarde, Takashi no tenia mucho que regreso del colegio, no esperaba que alguien le visitará... tan temprano.
-Si, Yuriko-san -saludo
-adelante, pase -fue entonces que ella ataco, literalmente. Lo tomo del
cuello de su ropa apenas cerró la puerta para empujarlo contra la pared y
besarlo -¡Yuriko-san!
-Te dije que me llamaras Oka-san -exclamo -eres un bastardo en verdad, estos días he tratado de olvidar todo lo que hiciste sentir, pero no puedo dejar de pensar en ello -la mano de la mujer se deslizo hacia su pantalón, y sobre la ropa, comenzó a frotar su mano sobre el bulto que cargaba Takashi en su ropa -pero simplemente no puedo~ deberás hacerte responsable, Takashi-kun~
Sonrió en cuanto escucho eso.
-Lo haré, Oka-san.
Flashback
Takashi tenia ocho años,
había pasado un mes tras el accidente aéreo el pacifico donde sus
padres fueron parte de las victimas fatales del desplome del avión. No
tenia mas familiares que pudieran tomar responsabilidad de él, así que
un familia amiga decidieron hacerse cargo del huérfano chico.
Delante de las puertas de la mansión Takagi, con una maleta en mano Komuro fue recibido por la familia, en especial por quien sería la mujer que despertaría la pasión en él.
-Hola Takashi-kun, ahora
viviras con nosotros, bienvenido a nuestra casa -recordó sus palabras.
Ella se había inclinado ante él para saludarlo mas de cerca
Fin del flashback
Actualmente, la mujer
yacía dormida y desnuda en su cama, luego de hacerla sentirse mujer
hasta caer. Por la tenia, por fin era suya.
Era la primera, la primera madura que tendría en su harem. Solo era el principio de una lujuriosa historia.
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