Stay with me
El tiempo sigue su curso no importa lo que hagas, jamás se detiene. El tiempo lo determina todo, puede darte la respuesta que esperas o no, oír; hasta incluso el tiempo mismo puede determinar que un buen estudiante con buenas calificaciones, puede ser terrible y obtener bajos resultados.
-Tienes las peores calificaciones del curso Yuiga -dijo la profesora de educación física a Nariyuki tras citarlo a la sala de profesores.
-¿Que? -pregunto Nariyuki luego de poner la preocupación en su cara tras darse cuenta que no escucho mal.
-Tienes todas las de reprobar el curso -decía la profesora, la decepción estaba en su cara mientras pasaba las hojas del expediente de Yuiga donde ella misma escribió los resultados de cada curso del año donde el chico había conseguido dar malas expectativas -atletismo, futbol, tenis, beisbol, quemados, en todo eso has demostrado ser terrible, ni hablar de natación.
-Ah... pero, no puedo reprobar -respondió, buscando no caer en la desesperación -necesito los puntos para poder entrar a la universidad ¡por favor, sensei. Debe haber algo que pueda hacer!
-Bueno, puede que haya una solución a tu problema -decía profesora -la natación es el deporte donde más fallas, si consigues en mejorar esta semana puede que te coloque una calificación que salves tu recomendación a la universidad.
-¡Lo haré!
Mas tarde ese mismo día. Justo cuando el club de natación estaba en medio de las practicas vespertinas, la estrella del club femenino dejaba impresionada a todas sus compañeras con su velocidad y técnica de nado.
-¡Asombrosa! -gritaban las chicas de los tres cursos que conformaban al club al ver a la sirena de ébano atravesar el carril de nado en cuestión de segundos -es como debía esperarse de Takemoto-senpai. Con su talento ganaremos el campeonato.
-¡Descuiden chicas, pueden confiar en mi! -exclamo Takemoto fuera del agua estirando los brazos para mantenerlos relajados.
La piscina era unicamente de las chicas del club, un manjar para la vista; cualquier otro chico de la academia daría lo que fuera para estar allí y mirar a las chicas en su atuendo blanco de natación para ver todos los ángulos que las miembros del club de natación mostraban. Cualquiera excepto Yuiga que estaba en el ultimo carril del club sosteniéndose del borde de la piscina mientras daba pataleos para comenzar a acostumbrar las piernas para nadar. Se moría de vergüenza, siendo para nada un nadador en turno de unas profesionales de su escuela.
-¡Vamos, tienes que mover mas las piernas! -indicaba la profesora de Ed. Física quien miraba el poco progreso de Nariyuki.
-¿Eres tu, Nariyuki? -Takemoto se sorprendió de ver a su amigo desde la secundaria hasta este grado en lo que podía llamarse, una clase de recuperación.
-Chicas, siguen en practica -dijo la maestra -lo lamento pero necesito este carril para practicar con él.
-"¡Dejen de mirarme!" -gritaba Nariyuki en su mente, sin tener voltear podía sentir las miradas de las otras chicas sobre él, no sabia si eran de lastima o de pena por él. Pero podía sentir sus miradas -"a que horas termino con esto, quiero irme a casa."
-Bueno, bueno. Ahora Nariyuki, quiero que nades los 25 metros de la piscina ida y vuelta, vamos usa la tabla para apoyarte -exclamo la profesora para darle la tablilla para nadar pero lo que vino después solo la decepciono más, Yuiga estaba el fondo de la piscina con todo la tabla que debía ayudarle a flotar -debe ser broma.
-¡No, Nariyuki! -grito Takemoto para arrojarse dentro de la piscina y salvar a su amigo -¡no aun no te puedes morir, tienes que ayudarme a aprobar mis materias -si el agua de la piscina no lo mataba, seria la misma Takemoto con tantas sacudidas que la daba a Yuiga en su intento por salvarlo.
-Esto no terminara pronto -dijo la profesora cuando otra de sus compañeras de oficio entro bajo el techo de la piscina, sin embargo no la noto -ya que estas allí, Takemoto porque no le enseñas algunos trucos a Yuiga.
-¡Que! Pero... -una cosa era impresionar a Nariyuki, otra ser su estudiante, otra ser que fuese ella quien le enseñará a Yuiga.
-Tu puedes senpai -sus compañeras le daban ánimos, ya sabían que aquel mal nadador era el amor de la morena chica, querían emparejarlos y esta podía ser la oportunidad para unirlos. La sola incomodidad de tener que hacer esto los dos los tenia apenados uno con el otro.
-Interrumpo algo Takizawa-sensei -pregunto Kirisu al escuchar y ver como Yuiga estaba siendo acaparado por Takemoto y como las demás chicas del club de natación los alentaban no solamente con él fin de que le enseñara a nadar -¿que es lo hacen ellos dos? -leves sentimientos confusos de celos por Nariyuki y Takemoto sentía Mafuyu.
-Oh, Kirisu-sensei. No es nada, solo quiero que le enseñe unos cuantos trucos para nadar a Yuiga para que pueda recuperarse -comento la profesora al atender a la visitante.
-¿Recuperarse? -pregunto temerosa.
-Si, ha tenido malas calificaciones en educación física últimamente, así que necesita pasar la materia -explico la situación.
-"Malas calificaciones" -comenzó a pensar que se trataba posiblemente por alguna causa suya que Yuiga este en este predicamento, Mafuyu creía.
-Aun no me has dicho por que viniste a verme, sensei.
-¿Eh? Cierto, hoy es el ultimo día para entregarme la aplicación que les di a los profesores -entonces se petrifico la profesora Takizawa -¿no la olvidaste verdad?
-Creí que aun tenia una semana para entregarla, maldición ¿puedo dejarte a cargo de Nariyuki un rato? -pidió la primera profesora.
-¿Eh? Pero yo...
-Gracias sabia que podía confiar contigo Kirisu-sensei -salió corriendo mientras le daba las gracias a la profesora por algo a lo que ella no se ofreció.
-Pero yo...
No le quedo otra opción, fue a cambiar su ropa de siempre a por un conjunto mas adecuado para la situación que lo ameritaba. Un atuendo tipo escolar de nado cuyos colores eran distintos a los de las estudiantes, si ya se veían lindas aquellas chicas con el color de su uniforme de natación, Kirisu las superaba con creces.
-Bien Nariyuki, nadar es sencillo -decía Takemoto -lo único que tienes que hacer es ponerte en esta pose y ¡hacer esto! -salió disparada en el agua nadando dejando atrás a Yuiga -y luego haces esto, y después esto -llego hasta el otro lado y regreso.
-Espera Takemoto...
-Luego haces esto -de nuevo nado al primer punto -y esto, no lo olvides -después de tres vueltas en cuestión de un minuto volvió a donde Yuiga -lo ves es fácil.
-S-si... -no creía poder hacer nada de lo que la morena chica le acababa de enseñar.
-¡Bien es tu turno!... ¿Eh? -no vio avanzando a Yuiga como debía pasar, cuando volteo a ver que paso, lo que vio fue a Nariyuki otra vez al fondo de la piscina nada onda -¡Nariyuki!
-"Olvidamos lo terrible que es senpai para enseñar a nadar a otros" -pensaron todas las demás chicas del club.
-¡No te hundas! -grito la morena una vez lo saco del agua a Yuiga.
-Es fácil para ti decirlo, no eres nada clara dando indicaciones -comenzó a reclamar por las malas enseñanzas que le daba Takemoto, no era nada especifica o clara con lo que decía para ayudar a su amigo a aprender a nadar -¡no entiendo nada de lo que me dices!
Viendo el desastre que eran estos dos Kirisu solo suspiro mientras veía intentar hacer que el otro aprendiera a nadar, pero no conseguían resultados. Soltando un suspiro, se quito aquel abrigo que tenia para cubrirse el traje de natación y lo mostró, todo para adentrarse a la piscina y tomar a Yuiga delante de los ojos de Takemoto.
-¿Mm?¿que?... -sin escuchar cuando fue que Kirisu se metió en el agua, fue lo poco que pudo decir Uruka al ver como aquella profesora que tantas pruebas difíciles tomo a Yuiga de las manos para apartarlo del mal manejo de consejos de Uruka.
-Kirisu-sensei... -esto le sorprendió. Mas cuando Mafuyu lo tomo de sus manos.
-Mientras sostengas mis manos no te va a pasar nada de acuerdo -exclamo Mafuyu -el primer paso para aprender a nadar es reconocer a que le tienes miedo al agua ¿le temes al agua Yuiga-kun?
-S-si... un poco -dijo avergonzado.
-Es lo normal -se calmo Mafuyu -el miedo es una reacción pero la voluntad es una decisión. Dime tienes la voluntad para aprender a nadar Yuiga-kun.
-Si, sensei -respondió sin titubear.
-Bien, recuerda mientras sostengas mis manos, no te pasara nada -dijo de nuevo la profesora.
-No voy a soltarla, sensei -exclamo Yuiga con suma confianza, sin embargo, por extraña razón Mafuyu se ruborizo, la respuesta de Nariyuki no era unicamente en referencia a que tenia que aprender a nadar para aprobar la materia, sino también a la extraña y confusa relación que ambos sostenían.
-Pero, yo... -quiso decir algo Uruka cuando sentía que le estaban arrebatando algo que ella quería, sin embargo no hizo nada.
-Vamos, uno dos. Uno dos, uno dos -iba diciendo Mafuyu mientras sostenía las manos de Yuiga aprendiendo a nadar.
Vio como Nariyuki nadaba con ayuda de Kirisu-sensei y no con la suya como debía ocurrir. Pero al mismo tiempo se dio cuenta de algo entre ellos que no vio antes en Yuiga una inexplicable química entre ambos a pesar de ser estudiante y profesora. Podía decirse que eran de dos mundos distintos, es lo que Mafuyu pensaba siempre al tener a Yuiga cerca, pero si eran tanto de dos mundos tan distintos, entonces como era posible que ambos siempre terminaran encontrándose.
El tiempo seguía corriendo y sin darse cuenta, las chicas del club de natación ya se habían ido incluyendo a Takemoto luego de ver que no era necesaria su ayuda para enseñar a Nariyuki a nadar guardándose por el resto del día aquella extraña y amarga sensación para si misma, el sol en el horizonte comenzaba a ocultarse y el cielo azul se volvía naranja pronto convertirse en la noche. Sin embargo allí seguían Yuiga y Kirisu en el agua.
-Felicidades, Yuiga-kun has aprendido a nadar -exclamo Mafuyu en cuanto vio a Nariyuki nadar los veinte metros de la piscina ida y vuelta. Seguía en el agua de la piscina con Yuiga.
-Y has salvado de reprobar educación física, no pensé que con tu ayuda pasara Nariyuki la materia, Kirisu-sensei. Deberías ser profesora de educación física -exclamo la profesora Takizawa tras regresar con aquello que no había terminado.
-No, soy la profesora de Historia, tu la de educación física -respondió como siempre.
-Bueno, bueno. Iré a capturar tu calificación Yuiga puedes retirarte, lo hiciste bien al final -exclamo Takizawa antes de irse y dejar a ambos.
Ya solos, tanto Yuiga como Mafuyu cruzaron miradas para ruborizarse y desviar los ojos apenas uno del otro.
-Gracias por ayudarme, Kirisu-sensei -dijo Yuiga.
-Es mi deber como profesora ayudar a mis estudiantes a no reprobar alguna materia, sobre todo si es mi culpa -dijo Mafuyu apenada.
-¿Su culpa? ¿De que habla, sensei? -pregunto Nariyuki extrañado ante tal comentario de la pelirrosa.
-Takizawa dijo que ibas de mal en peor en su materia y que estabas en peligro de reprobar, cuando le pregunte la fecha de comienzo de tu descenso de calificaciones descubrí que fue en las mismas que comenzaron nuestros tropiezos. Así que sentí la necesidad de ayudarte -exclamo Mafuyu.
-Sensei usted piensa que mis malas calificaciones son su culpa -se acerco a Kirisu al ver que seguía con la mirada baja.
-¿Lo es? -pregunto.
-Claro que no -dijo tranquilo el muchacho -la verdad es que siempre he sido malo con los deportes, desde la secundaria, eso es algo que le dejo a los demás, Kiri... Mafuyu, no eres culpable.
-¿Porque me llamas así? -hizo puchero la profesora.
-Porque, porque me pediste llamarte así cuando estuviéramos solos ¿no? -quedo extrañado Yuiga.
-Si, pero... estamos en la escuela -no se dio cuenta, hasta sentir que los labios de Nariyuki se posaron en su mejilla -¡eh!
-Gracias, por ayudarme, sensei -dijo Yuiga.
-No deberías hacer eso aquí, estamos en la escuela si alguien nos llega a ver... -de nuevo le robo un beso, en los labios uno mas largo donde Mafuyu no hizo mas que ceder.
-Perdón pero es que Kirisu-sensei se ve tierna cuando esta avergonzada -comento sin ahorrarse nada.
-Para -Kirisu puso sus manos como escudo entre Nariyuki y ella -aun no he tomado una decisión.
-Esta bien -dijo calmado Yuiga, dando un paso atrás para darle su espacio a su profesora -aun estoy esperando por escuchar la respuesta que decida tomar, sensei.
Una larga tarde fue la que pasaron ambos en aquella piscina, los dedos de sus manos y piernas seguramente estaban arrugados por el agua. O tal vez no, un baño para quitar el sudor que expulsaron en medio de la larga practica, a pesar de estar en el agua uno llega a sudar. Pero cuando debería estar tomando su baño Kirisu, estando bajo agua de las regaderas deportivas cuando nadie había, otras acciones estaba haciendo Mafuyu en aquel cuadro donde otras estudiantes se bañaban.
-Haa~ -un sonido nada convencional salían de donde la profesora de historia se duchaba -porque, porque no puedo dejar de pensar en Yuiga...
Dentro de su cubículo, Mafuyu estaba tocándose con leve intensidad su vagina, mientras que su otra mano apretaba uno de sus pechos.
-Es solo mi estudiante... -los dedo de su mano derecha paso de estar apretando su clítoris a introducirse en su coño para acariciar su interior que empezó a humedecerse -porque deseo me toque... quiero que este aquí conmigo para calmar esta sensación. Es solo eso, no es otra cosa... pero porque me pongo así de solo verlo.
Los días habían pasado desde lo ocurrido con Nariyuki tras el festival en el otro pueblo, y aun no obtenía la respuesta que darle a Yuiga, aun percibía sus sentimientos hacia ella como sinceros y genuinos, sin embargo la misma Kirisu no lo tenía claro, demasiado tiempo había pasado tras la ultima vez que se enamoro de alguien más, sin embargo aquella experiencia termino siendo una experiencia amarga pero al mismo tiempo habían nuevas experiencias que en no logro experimentar antes. Solo había una persona con la que podía hablar acerca de estas extrañas emociones que la confundían.
-Te agradezco que tengas tiempo para hablar conmigo Amada-san -saludo Mafuyu a aquella rubia mujer, misma dueña del local donde ella Yuiga tuvieron una aventura antes. Esta vez se llegó a reunir con la mujer en un café a escondidas para conversar con ella.
-Descuida Mafuyu -chan, para eso somos amigas, aunque es raro que me llames o me cites para hablar -exclamo Amada -y bien ¿de que es de lo que querías hablar?
-Verás, tu tienes tiempo casada así que quiero que me expliques, como sabes cuando amas a alguien -fue directamente al grano Kirisu.
-¿Que? No me digas -se intereso curiosamente la mujer -no me digas, después de tanto tiempo hay alguien que te interesa, Mafuyu-chan.
-¡No! No... no estoy segura -la misma duda se escuchaba en su voz y se notaba en su cara -es un buen chico, pero no estoy segura realmente si lo que siento por él es correcto o no.
-¿Porque lo dices? Vamos, tienes que contarme todo, desde el principio -pidió Amada, estaba atenta a todo lo que fuera a contar Mafuyu a todo oído.
Contando desde el primer suceso, omitiendo narrar lo que paso en el vestidor de la tienda de la Amada pero si contando lo que paso cuando Kirisu estuvo ebria tras encontrar a Yuiga en el lugar de trabajo de Kominami, y los sentimientos que Nariyuki le confesó estando en el hotel tras el festival, ella quedo confundida con sus emociones a pesar de escuchar con suma confianza al oír a Yuiga confesando le sus sentimientos sin confusión.
-Vaya, no esperaba que fuese un romántico apasionado Nariyuki, o que fuera él ese chico especial tuyo -dijo alegre por la pelirrosa, Amada.
-Entonces ¿que piensas? -pregunto avergonzada, Mafuyu mientras que la rubia se mostraba alegre y contenta por la pelirrosa.
-Es muy claro, Mafuyu-chan estas enamorada de Yuiga-kun -respondió claramente, lo cual puso en duda los sentimientos de la profesora.
-Pero, no esta bien, soy su profesora y Yuiga-kun mi estudiante -otra vez pensaba en eso.
-¿Eso debe importar? Entiendo que un profesor no debe tener esa clase de relación con uno de sus estudiantes, pero eres una mujer Mafuyu y Yuiga es un hombre, bueno; tu lo hiciste hombre -avergonzó a la profesora con eso dicho -el amor llega cuando menos lo esperas y de quien menos lo esperas. El amor no es solo sentimentalismo, también es pasión y lujuria que solo encuentras en ese alguien especial. Lo mismo es con el matrimonio, no es solo amar a tu pareja por el resto de tu vida, lo que sostiene a una familia no es solamente el amor entre los padres para los hijos, es la pasión que tienes con tu pareja, de allí salen los hijos.
Con esto en claro, Mafuyu lo comprendía por fin, si sentía algo por Yuiga pero internamente sentía miedo a no ser la mujer adecuada para un chico como lo era Nariyuki, rodeado de otras chicas de su edad, lindas en sus aspectos individuales (Ogata, Fumino, Takemoto, Kominami) el chico termino enamorándose de ella.
-Aun no lo se -exclamo Mafuyu indecisa de la decisión a tomar.
-El miedo es una emoción, la voluntad una decisión, siempre recuerda eso Mafuyu-chan -fue ella quien le enseño aquella frase, una que aun recordaba.
-Gracias, Amada-san.
Siempre recuerda eso. El miedo es una emoción, la voluntad es una decisión.
La graduación estaba cerca cada vez más, los estudiantes de tercero pronto se graduarían y muchos tomarían la decisión de ir a la universidad con las mentes claras en que estudiarían. No obstante, el tiempo se le acababa para Yuiga y Mafuyu, unos días mas y la graduación sería para todos los de tercer año. Parecía que no habría respuesta alguna por parte de Kirisu a sus sentimientos.
-Vaya, fue un largo día -exclamo Yuiga mirando al cielo estrellado -pero así es como debe sentirse el ultimo festival antes de la graduación, ayudar a Ogata a vender todo el udon fue agotador, la obra de teatro con Fumino fue abrumador, sobre todo por esa parte del beso. Y con lo de Kirisu-sensei... -recordó cada uno de los eventos que vivió tan solo ese día Yuiga, sobre todo luego de escuchar la atractiva voz de Mafuyu al cantar en aquella interpretación errónea de la escuela luciendo el cosplay de una chica mágica, parte de un programa infantil -fue un buen año.
A la distancia, no muy lejano tampoco, estaba Mafuyu allí misma mirando a Yuiga sentado en una jardinera del campo mirando al cielo de la noche. Esa mirada tranquila llena de preguntas acerca de su futuro incierto, por extraña razón la mirada de Nariyuki llenaba de tranquilidad a Mafuyu.
-En breves minutos dará comienzo el espectáculo de fuegos artificiales de la academia Ichinose, así que estén listos y prepárense para abrazar a esa persona especial -se escucho de los altavoces en la cancha despejada de la escuela.
-¿Abrazar? -pregunto Mafuyu extrañada, pues en los eventos de fin de curso jamás había escuchado antes que dijeran esa ultima linea cuando anunciaban los fuegos artificiales.
-¿Que pasa Kirisu-sensei? -estaba allí una cara que hacia un año no veía la pelirrosa hasta que por obra de Yuiga, volvió a ver.
-Kominami -saludo Mafuyu.
-No me digas que nunca escuchaste de la supuesta leyenda -exclamo y entendiendo que la mujer no comprendía nada le contó acerca del rumor que cada generación en la academia se corría -se dice que cuando estalla el primero de los fuegos artificiales del final del festival, si estas abrazado a esa persona especial, sus destinos serán unidos por el resto de la vida.
Una oportunidad de poder estar Yuiga, aunque se tratase de una simple leyenda, un rumor; valía la pena intentar probar si aquella historia podía ser real. Mas no era la única aquí reunida con la intensión de usar esta leyenda a su favor.
-"Es el momento para que Fumino este con su chico especial" -pensaban aquellas chicas que eran las amigas de Furahashi y que solo pensaban en la felicidad de la peli azul.
-"Con esto puedo hacer que Ogata sea feliz" -misma forma pensaba Sekijo, la mejor amiga de la pequeña pelinaranja de gran prominencia, 'mejor amiga' así es como ella se calificaba así misma.
-"Es mi oportunidad" -también Takemoto tenía intenciones de aprovechar la leyenda para estar con el chico del que se había enamorado desde la secundaria.
-"Podrá un simple cuento, tener tanto poder" -se preguntaba Mafuyu.
No lo había visto antes, debió percibirlo antes, después de todo era una adulta. Aquellas otras estudiantes que Yuiga puso su tiempo y empeño para hacer que salieran adelante y alcanzaran sus sueños, ahora tenían un nuevo sueño cada una, y ese sueño llevaba por nombre, Yuiga Nariyuki.
-"No, no tengo oportunidad" -se dio por vencida Kirisu sin haber tomado la oportunidad como debía ser.
-Tres... -todos se ponían con aquellas personas que tanto estimaban, con la que querían unir sus vidas -...dos... -las amigas de Fumino y Rizu estaban listas para empujarlas hacia Yuiga, Uruka tomaba fuerzas para ir por su chico -¡Uno!
-¡Kya! -gritaron al ser empujadas contra Yuiga al igual que Takemoto al aventarse a Nariyuki.
-¡¿Pero que?! -solo pudo decir eso Nariyuki cuando sintió que tres lo derribaban.
-¿Eh? -Mafuyu volteo a ver como Yuiga venía con sus tres estudiantes asignadas aplastandoló, en dirección a ella y Kominami.
¡Splash! Se escucho el golpe de los seis contra el suelo, quedando el pobre de Yuiga en medio del sandwich de mujeres.
-¡Nariyuki!/¡Yuiga-kun! -dijeron las chicas -kohai pero cuanta insistencia la tuya.
-¡¿Que?! Esto no... porque me están aplastando -pregunto asustado y molesto.
-Pues... -Takemoto dijo -y los fuegos artificiales.
-No me digan que se tomaron en serio esa leyenda -se quito de encima a las primeras tres que lo aplastaron para buscar ponerse de pie Yuiga -no pensé que se tomaran esto tan enserio.
Mientras unas mostraban su disgusto ante los actos estúpidos pero con buenas intenciones, otras simplemente se pusieron de pie y dieron un paso lejos de Nariyuki para darle su espacio, a pesar de estar aun buscando ponerse en pie.
-Estás bien -alguien le extendió la mano a Yuiga, no podía ver quien era lo cual no importo para Yuiga, quien quiera que fuera, su mano estaba allí para ayudarlo.
-Gracias -dijo al tomar la mano de aquella mujer que no podía ver su rostro.
-¡Fuego! -el anunciador había vuelto a contar desde tres, y esta vez los fuegos artificiales estaban listos para reventar. El primero de los fuegos artificiales se disparo y una brillante luz blanca ilumino la oscura noche sin estrellas.
-¿Sensei? -se sorprendió Yuiga al poder ver gracias al contraste del brillo artificial que la mano de esa misteriosa chica, era nadie mas que la de Kirisu la mano que Yuiga sostenía para ponerse de pie.
-Mientras no sueltes mis manos, todo estará bien -dijo, en la cara Mafuyu podía verse un rubor en sus mejillas mientra que sus ojos reflejaban esperanza por algo, algo que tal vez no ocurriera.
Los fuegos artificiales seguían iluminando el cielo en una danza de colores y formas que a chicos y grandes hipnotizaba. Un fondo de iluminación perfecto para lo que estos estaban viviendo.
-Si, no la voy a soltar, sensei -exclamo Yuiga.
Tal escena fue vista por las otras cuatro que tanto e indirectamente estaban compitiendo indirectamente por el amor de Nariyuki. Pero ahora, todas tenían algo en claro.
-Eh... Nariyuki -Takemoto quiso dar un paso hacia su amigo, pero Fumino la detuvo colocando su mano en su hombro.
-No -dijo a su amiga, una sonrisa de ella, llena de dolencia comunico lo que con palabras no fue transmitido ha Takemoto.
-Perdí... -pregunto Uruka con ojos llorosos.
-Yo también perdí -dijo Fumino, sus ojos también comenzaban a lagrimar.
-Todas perdimos -exclamo Kominami mirando la felicidad ajena de Yuiga y Kirisu -quien lo diría, sensei también iba tras de él.
-Yuiga-kun... -suspiro en derrota Ogata viendo a los dos como las demás que entendían lo que no comprendían lo que acababa de ocurrir.
Solo veían delante de ellas como Kirisu se hacia con la leyenda del festival, no era un abrazo, pero la mano de la profesora estaba sosteniendo la mano de Yuiga desde el momento cuando el primer de los fuegos artificiales estalló en el firmamento. Tal vez no sea real aquel el cuento pero si era real lo que veían en estos dos. Solo eso bastaba para aceptar la realidad.
-La próxima semana comenzarás la universidad ¿estas preparado Nariyuki? -dijo Mafuyu mientras caminaba a lado de Yuiga por las rocas y la arena de la playa mientras ambos observaban la mar y sus olas.
-Lo estoy, daré todo de mi para ser un buen profesor como los es Mafuyu-sensei -la confianza estaba en su voz, la cual acompañaría Nariyuki por el resto de su vida con ella.
Dos meses habían transcurrido tras la graduación y los exámenes para aplicar a las universidades por fin entregaron los resultados, Yuiga había conseguido entrar a la academia superior que en su criterio, era la indicada para prepararse para conseguir su próxima aspiración, ser maestro. Y desde el ultimo festival de Ichinose, Nariyuki y Mafuyu habían comenzado una relación adecuada y discreta en los finales días de escuela; tras verlo graduarse, por fin podían tener su relación amorosa sin peligros, después de todo, Yuiga tenia mas de 18 años.
-Tendrás que esforzarte mucho, si necesitas ayuda, puedes consultarme -Kirisu, estaba dispuesta a ayudarlo, lo mostró tomando ambas manos del chico para mirarse uno al otro mientras tenían al mar detrás de ellos.
-Estaré encantado, Mafuyu -dijo con una sonrisa sonrojando a su novia -¿que pasa?
-Aun no me acostumbro a que me llames así, a pesar de que te lo pedí -comento -pero, tenerte conmigo es lo mejor que me pudo haber pasado.
-Yo también pienso lo mismo, el error de esa noche -la vez que le pidió Mafuyu quedarse en su casa por temor a ser atacada por la cucaracha -fue lo mejor que nos pudo pasar.
-Pienso lo mismo -exclamo Kirisu, para besarse romántica mente con su novio en medio de la playa sin importarles que alguien mas los viera pues el tiempo se detenía para ambos cuando sus labios se conectaban. Los instintos primarios de Yuiga los tenía bajo control, sus deseos por tomar el cuerpo de su novia estaban domesticados.
-Mafuyu -pronuncio el nombre de su amada -se que es muy pronto, pero tengo la desesperación por preguntar.
-¿Que cosa? -entro en nervios, tanto la profesora como su novio.
-Se que no comenzamos nuestra relación como debía ser -decía Yuiga con nervios -por eso quiero que el siguiente paso en nuestra relación sea como debe ser -tomo las manos de su novia y las apretó con fuerza -Kirisu Mafuyu, quiero tener una familia contigo.
-¡¿Que?! -mas roja y avergonzada por la inesperada propuesta quedo la pelirrosa -Nariyuki, aun eres joven, además estas por entrar en la universidad -decía.
-No espera, aun no acabo -la calmo antes de que huyera de él -quiero que Mafuyu sea mi esposa y formar una familia contigo como debe ser, por que te amo -costaba trabajo decir las ultimas palabras a pesar de tener un tiempo saliendo con ella -sin embargo quiero ser el hombre indicado para Mafuyu, no pretendo que nos casemos ahora, primero cursare la universidad, me titularé y tendré un trabajo para estar con Mafuyu. Pero quiero saber, quiero saber si sensei quiere estar conmigo a su debido tiempo, porque yo quiero que sea mi esposa.
Confianza, determinación, metas y propósitos claros era lo que escucho en la propuesta que le arrojó de inesperado Yuiga bastaron para convencerla de dar una respuesta en el momento, comparado con el tiempo que le tomo decidir como era que veía a Yuiga antes.
-Si, estaré encantada Yuiga Nariyuki, seré tu esposa -respondió con la misma confianza y seguridad que su novio reflejaba, aquel optimismo suyo se le contagio.
Un beso, mas largo y apasionado entre ambos convino después las manos de Yuiga pasaban por la espalda de su novia, sintiendo la suave piel de mafuyu, lo mismo hacia ella con sus mano poniéndolas alrededor del cuello de su novia para seguido pasar sus manos por su espalda sintiendo lo firme y fuerte que eran a pesar de no tener una gran masa muscular.
-¿oh? -dijeron ambos apenas el beso termino, una extraña sensación los importuno -Nariyuki... -Kirisu, vio el porque aquel beso que se dieron se interrumpió, un bulto en el short de Yuiga se mostraba.
-Lo arruine, lo lamento -dijo Yuiga.
-Que voy a hacer contigo -suspiro con un poco de alegría Mafuyu, su novio seguía siendo el mismo chico apresurado de antes -sigues siendo el mismo chico apresurado de aquella noche -no pudo evitar sonreír Mafuyu.
-¿Mafuyu? -se altero un poco Yuiga.
Nariyuki sintió la mano de su novia acariciando por encima de su pantaloncillo veraniego, incitando su empalme.
-Voy a hacerme cargo de esto, antes que alguien más te vea -dijo la pelirrosa para agacharse y sacar el pene de Yuiga ante su cara.
-Pero... hacerlo aquí en la playa -era demasiado arriesgado y excitante para Nariyuki.
-Sabes, a estas alturas pensé que serias tu quien me convencería de hacer esto en un lugar publico -dijo Mafuyu -además, cuando entres en la universidad no habrá tiempo para cosas como estas, tendrás que poner todo tu enfoque en los estudios.
-Pero aun así... -hasta allí logro decir Nariyuki antes de sentir como la boca de Mafuyu comenzó a chupar la punta de su miembro -¡Haa! Sensei~
-No hagas tanto ruido, también por eso nos descubrirán -dijo Kirisu -"¿tu pene siempre ha tenido este sabor, Nariyuki?"
Tan solo unas semanas habían pasado desde la ultima noche de pasión para la pareja, y tal como dijo Kirisu. Al estar pronto Yuiga a entrar a la universidad, no tendrían tiempo para reunirse y disfrutar del cuerpo del otro, así que esta sería la ultima ocasión que lo harían, por lo menos eso sería en un largo tiempo.
-Sensei, su boca... chupa mi pene de maravilla -decía Nariyuki conteniendo la emoción de sentir una la felación por parte su novia pelirrosa.
Los labios de Kirisu pasaban por todo la polla de Nariyuki acariciando cada milímetro de su tallo, los minutos transcurrían y la profesora no sentía lograr nada con solo el uso de su boca con su novio, así que decidió aumentar el nivel. Descubriendo sus pechos desabrochándose el sostén del bikini que traía sin dejar que su boca parara de complacer a su hombre, paso la tarea de sus labios a sus senos, poniendo el endurecido miembro de su novio entre sus pechos, si ya estaba enrojecida por tener la polla de Yuiga dentro de sus mejillas, ahora tenerlo entre sus pechos la hacían ponerse mas enrojecida.
-Mafuyu... tus pechos son tan suaves -decía mientras se dejaba complacer por sus atributos que movía de arriba a abajo acariciando su miembro
-Tu pene se pone mas grande, palpita mas de la cuenta -decía Mafuyu mientras que su lengua acariciaba la punta del miembro de Nariyuki teniendo sus manos en sus pechos que envolvían el resto de la polla de su novio.
-¡Voy a correrme, Mafuyu! -grito su nombre antes de dejar a su pene soltar toda su carga acumulada hacia la cara de su novia.
-¡Haaaaaa!~ -gimió en cuando el esperma de Nariyuki se disparo como agua de géiser ha su cara y manchando parte de sus pechos Mafuyu -fue, una fuerte descarga... -quedo sin aliento -¿oh? -noto que el pene de Yuiga seguía duro.
-Aun tengo para mas -exclamo Nariyuki.
Tomo a su sensei de su brazo y la ayudo a ponerse de pie, sin importar que la cara de Mafuyu estuviese manchada por su esencia, la beso y la puso contra la piedra lisa que tenían detrás, la que les ayudaba a no ser vistos por las personas que estuvieran cerca a la playa. Sin apartar sus labios uno del otro, Yuiga tomo la pierna derecha de Kirisu y la levanto, moviendo las bragas que aun tenia puestas del bikini puso su miembro en los labios de su vagina de Mafuyu y la penetre en medio del baile de sus lenguas.
-¡Mmmmm! -gimió al sentir como la polla de su novio se adentraba en ella centímetro a centímetro hasta tocar su limite -vamos, muévete... te quiero sentir~ -pidió.
Sin importarles que alguien mas pronto que tarde terminara viéndolos, Yuiga fue moviendo sus caderas mientras sus manos sostenían las piernas de su amada Kirisu para llegar mas profundo en ella en lo que las manos de Mafuyu se sostenían con manos puestas en el cuello de su novio quien hacia todo el trabajo ahora.
-Mafuyu, te amo -decía Yuiga, su rostro quedaba a tan solo centímetros del rostro de su profesora.
-Yo también, te amo -devolvió los sentimientos con los mismos sentimientos -¡Hooo!~ tu pene, llega muy pronto en mi... Nariyuki...
-Tu vagina aprieta mucho mi pene, voy a venirme pronto dentro... -puso su rostro en el hombro derecho de Kirisu cuando sus caderas comenzaba a golpear con mayor fuerza la pelvis de Mafuyu.
-Hazlo, vente... -Mafuyu también comenzó a morder el cuello de Yuiga mientras sentía derretir su interior dado la intensidad de su amado -quiero sentir su semilla dentro mio, mi amor~
-¡Aquí va!
Grito y en poco rato, dio un golpe final y clavando su miembro en lo mas profundo de Kirisu su esperma se disparo, dentro de los parámetros de Mafuyu. Tanta fue la intensidad que para evitar soltar un gemido mordió el hombro de Nariyuki mientras sus brazos y piernas se envolvían alrededor del cuerpo de su novio mientras el mutuo orgasmo los recorría a ambos.
-Me pareció escuchar algo por aquí -decía una chica junto a su amiga que iban explorando por este rumbo de la playa.
-Yo también lo oí, pero no hay nadie -respondió su amiga, ambas acechaban a este sitio entre las rocas donde no parecía seguro.
Mas adentrados entre las piedras detrás de otras rocas que tapaban la vista de estas dos curiosas inoportunas, Mafuyu y Nariyuki se abrazaban esperando a que estas dos se fueran, y se fueron.
-Ya estamos a salvo -dijo Yuiga sin apartar sus brazos de Mafuyu para cubrir su desnudez.
-Tenias razón, hacerlo en un sitio como este fue peligroso -comento Kirisu sin apartar su cuerpo del de Nariyuki.
-Pero hay que admitirlo, fue excitante -su miembro se había puesto mas activo que hace poco.
Se fueron a casa de Kirisu tras ponerse sus prendas correspondientes, tan solo abrieron la puerta del departamento y cerraron de golpe, pues no pudieron esperar nada mas para volver a sentir el calor del otro siendo Nariyuki quien se puso encima de Mafuyu antes de penetrarla por segunda ocasión ese día.
-Dejaré que me hagas lo que quieras las veces que quieras, recuerda mientras estés en la universidad no haremos esto hasta graduarte -recordó Kirisu a su novio teniéndolo encima en la cama.
-Lo se, cuando vuelva a sentir el cuerpo de Mafuyu será en una ocasión especial, se que Mafuyu se verá muy hermosa ese día -dejo confundida a Kirisu.
Tuvieron que pasar cuatro años para que la pelirrosa comprendiera por fin lo que su novio le dijo en aquel momento. En la luna de miel, Yuiga llevo en sus brazos a su ahora esposa hasta el cuarto del hotel donde si hacerse tanto esperar luego de mucho, por fin volverían a sentir el cuerpo del otro.
-No prefieres que me quite el vestido -pregunto Mafuyu cuando su ahora marido, estando desnudo se aventó encima de ella, levantando la falda del vestido para poner a su pene en posición.
-Te ves hermosa, sabia que te verías cuando llegará este día -dijo Yuiga sin poder dejar de admirar la belleza de su esposa.
-Tuve que esperar cuatro años para entender lo que querías decirme ese día -comento alegre Kirisu Mafuyu, o como ahora se llamaba: Yuiga Mafuyu. Una larga luna de miel les espero luego de casi cuatro años, Nariyuki consiguió su titulación y consiguió un empleo en poco tiempo de graduarse de la universidad, cumpliendo la promesa que le hizo a Mafuyu al pedir su mano. Tal parecía que aquella vieja leyenda era cierta, pasarían el resto de su vida juntos ahora en adelante.
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