Milf of the dead
Los animales depredadores siempre cambian sus áreas de caza eventualmente, a veces para tener mas oportunidades para atrapar nuevas presas y mejores, otras porque las condiciones climáticas los empujan a cambiar sus hábitos, algunos depredadores sin embargo extienden sus fronteras. Sin embargo, sin importar el area de caza, lo que hace que un depredador sea letal, es la paciencia que tiene para atrapar a su presa.
-¡Mamá, papá bienvenidos! -grito Alice, una pequeña niña de cabello rojizo que Takashi cuidaba cuando sus padres no estaban por el trabajo. Salió corriendo la niña desde la sala donde miraba la televisión en compania de su niñero.
-Hija, volvimos -anuncio alegre el hombre llegando al mismo tiempo que su esposa.
-Alice-chan, mamá esta en casa -la mas emocionada por volver era la madre.
-Bienvenidos, Yukka-san, Gudao-san -saludo Takashi Komuro, niñero de la pequeña Alice.
-Takashi-kun, estamos de vuelta -saludaron al chico que confiaban la seguridad de su hija. Fue la esposa quien saludo con gran felicidad a Komuro, o mas bien la persona a la que Takashi le presto atención cuando le saludaron ambos, después de todo, era una de las mujeres que atraían el interés de Takashi.
Maresato Yukka, era el nombre de la hermosa mujer que tenia por hija a esta niña de once años. Una reportera de campo perteneciente a una de las cadenas de noticias con mas audiencia en el país, mientras que su esposo, era columnista en un periódico antiguo del país y muchos lectores. El cabello pelirrojo de la mujer, ondulado; ojos violeta. Siempre vistiendo un saco de colores en tonos amarillentos, dejando a la imaginación el busto oculto bajo su ropa que competía con el de Yuriko y Kiriko
-Te doy las gracias otra vez por cuidar a nuestra querida Alice Takashi-kun -Yukka despedía al estudiante cuando estaba del otro lado de la reja de entrada a su residencia -aquí el pago por tu servicio.
-Gracias, Maresato-san -tomo el dinero que un sobre le entrego la linda esposa de Maresato.
-Y dime Takashi-kun, podrás cuidar a mi Alice también la siguiente semana -pregunto curiosa la mujer.
-Bueno, mientras aun no consiga un trabajo de nuevo... -dijo Komuro, divagando una posibilidad.
-Espero que no sea pronto -dijo en vacile la mujer, pero sintió que tales palabras no estaban bien -¡no malentiendas! Es solo que eres el único al que puedo confiarle el cuidado de Alice, y cuando consigues trabajo no se a quien mas confiarle su seguridad. Ella te tiene mucho cariño...
La actitud de madre preocupada le encantaba a Takashi, se controlaba y sonreía ante la mirada preocupada de la mujer.
-No se preocupe Maresato-san, si necesita de alguien que cuide a Alice puede contar conmigo -exclamo, la confianza en la cara de Komuro, apasionaba a la madre.
-Yukka, sabes que puedes llamarme, por mi nombre Takashi-kun -exclamo alegre.
-Yukka-san.
Al ser huérfano, tratando de vivir independiente, Takashi siempre anduvo de trabajo en trabajo sin lograr perdurar, algunas veces por el recorte de personal que le daban por ser un estudiante. Conoció a los Maresato luego de que su madre conociera a Yukka en una ocasión como otra, la inocencia de la mujer cautivo a Komuro desde que estaba niño. Conoció a Alice desde el primer año, mostrando un afecto de hermano hacia la niña y ella desarrollo un afecto al chico.
-¡Takashi-onichan! -era como llamaba la pequeña Alice a Takashi cada que se encontraban -gracias por el helado -llevaba a la niña pelirroja sentada en sus hombros luego de ir recogerla a su escuela, comprando un helado en el camino dado el gran calor que había.
-Descuida, solo no le cuentes a tus papás al respecto -dijo Takashi.
-¡Si, será nuestro secreto! -grito.
Iban a pie de camino a casa de la niña por las calles de las residencias cuando una serie de voces conocidas fueron escuchadas por Takashi desde el siguiente cruce de la calle mientras iban avanzando.
-¡Porque les interesa saber donde vive Takashi! -era la voz de Rei.
-E-es curiosidad nada mas -exclamo otra -ustedes porque se dirigen a casa de Komuro-san díganos.
-Es porque queremos asegurarnos de que no repruebe en los próximos exámenes el tonto -¿era la voz de Saya?
-Yo solo quiero terminar la conversación que tenia con Takashi-kun la ultima vez -parecía ser la voz de Miku -a la que deberían estar cuestionando eso, es a senpai ¿tu porque vienes también, Busujima-senpai?
-Hay algo que quiero preguntarle a Komuro-kun, no es nada indecente se preguntan -exclamo la chica con la actitud mas madura entre todas.
-¿Que? -Takashi se detuvo antes de llegar a la intersección, preguntándose que pasaba mas adelante.
-¿Que pasa Oni-chan?
Entonces apareció ante Komuro el ganado que poca atención prestaba, pero lo suficiente como para saber quienes lo conformaban.
-Takashi/Takashi-kun/Komuro-kun/Senpai -exclamaron todas cuando dieron vuelta en el cruce exactamente por donde el pelinegro venía, tomándolas a todas por sorpresa.
Hay que nombrarlas, Saya Takagi, Rei Miyamoto, Yuki Miku, Busujima Saeko, Kawamoto, Tanuichi, Toshimi Niki, Misuzu Ichijo. Era el grupo de estudiantes femeninas que tenían puesto su interes en Komuro, aunque había quienes ya habían movido sus cartas para acercarse al pelinegro, ninguna había movido lo suficiente en el tablero.
-Chicas ¿que hacen aquí? -pregunto, ignorando lo que escucho de todas ellas.
-¡Tu que haces aquí, Komuro! -grito Takagi retomando su compostura ante su inesperada aparición.
-¿Oni-chan, quienes son ellas? -pregunto Alice, moviendo a un lado su helado.
-Oh, Alice-chan te las presento, son mis amigas del colegio -fue mencionando el nombre de cada una de ellas para sacarlas del trance al oír a la infante llamar al chico, "Onichan." -chicas, ella es Maresato Alice es hija de una conocida, soy su niñero.
-¿En verdad?/¡De verdad! -algunas se asombraron por la responsabilidad que tenia en ese momento, otras quedaron estupefactas por el trabajo.
-Oni-chan... ¿cual de todas ellas es tu novia? -una pregunta incomoda, que dejo helada a cada una de las ocho que cruzo con él.
Todas tenían sus miradas puestas en otro lado, miraban al suelo, al poste de los lados, a los arboles que habían por la calle o al cielo. Apenadas, ruborizadas, con ganas de salir huyendo de Komuro pero se mantenían allí para no destruir su imagen que tenían con el pelinegro chico delante suyo, deseando proclamar, "yo soy su novia."
-Alice-chan, esas preguntas no se hacen -incluso Takashi estaba sonrojado ante tal cuestionamiento -perdonen la, así son de curiosos los niños no, imagen cuando tengamos los nuestros... -eso ultimo no ayudo, solo hizo acalorar mas a su harem del cual estaba inconsciente, incluso vapor y humo salía de la cabeza de estas -me refería a cuando cada quien tenga los suyos, jajja... error mió.
Explicando que él cuidaba de la pequeña Alice cuando los padres de la niña estaban fuera por el trabajo como un trabajo ocasional, el enorme grupo de chicas siguió a Komuro hasta la casa de los Maresato, allí en la entrada estaba por entrar la madre de Alice luego de un largo día de trabajo.
-¡Mamá! -grito la pequeña, seguía encima de Takashi cuando vio a su madre en el pórtico de su casa.
-¡Alice, Takashi-kun! -saludo, se encontraba tranquila al ver a su hija bajo el cuidado del único adolescente que confiaba la seguridad de su hija.
-Bienvenida, Yukka-san -devolvió el saludo Takashi.
-¿Eh? -Maresato vio extraño que un grupo de ocho chicas vinieran junto a Komuro -son amigas tuyas Takashi-kun -dedujo, porque traían uniforme escolar.
-Lo son, son mis amigas -una vez mas las presento una por una ante la madre de Alice, bajo a la niña de sus hombros para que fuera con su madre -...chicas, ella es Maresato Yukka, la madre Alice.
-Mucho gusto jovencitas, y dime Takashi-kun cual de ellas es la afortunada -era el palo del que salió la astilla de antes, preguntaba Yukka que quien de ellas era la novia de Komuro, otra vez rojas se pusieron las chicas y apenadas -o me dirás que sales con todas~ -bromeaba -son tu harem Takashi-kun, quien diría que un chico guapo como tu saldría tan pícaro y travieso~ -apretó la mejilla del chico continuando con su juego.
-Yukka-san, deje de decir cosas como esa, son solo amigas -eso enfureció al ganado.
-Komuro, si ya terminaste ahora podemos ir a tu casa para ayudarte a prepararte para los exámenes parciales -dijo Takagi, con el respaldo de Miyamoto con un aura letal detrás de ella.
-¡No, senpai vendrá con nosotros iremos al cine a ver una película! -Kawamoto, Tanuichi con el respaldo de Toshimi e Ichijo.
-Komuro yo solo quiero saber la respuesta a mi propuesta de unirte al club de Kendo -exclamo Busujima, manteniendo su madura postura ante todas.
-Yo... mejor no lo digo -Miku se mantuvo atrás.
Pudo haberse creado una batalla campal en esa calle particular entre las viviendas, sin embargo Yukka supo como ponerle fin a esta guerra de hormonas femeninas estudiantiles.
-Lo lamento chicas -de pronto Yukka tomo a Takashi del brazo abrazándose a él cual novia fuera -pero debo hablar con Takashi un momento, su turno de niñera de mi Alice aun no acaba verdad -miro al chico muy de cerca a su cara.
-Si, perdonen.
Todas quedaron estupefactas al ver como la mujer se llevaba al chico que querían profanar tan rápido que ni se dieron cuenta que ella fue mas lista que todas ellas. Ya en la casa de los Maresato, teniendo a Alice haciendo sus tareas de la escuela en la sala, Komuro estaba hablando con Yukka en la mesa principal de la casa apartados de la niña.
-Takashi-kun que galán eres que te has formado un harem de lindas chicas -decía Yukka en broma.
-No son mi harem Yukka-san, son solo amigas de la escuela, aunque algunas las conozco desde hace mucho -dijo Takashi avergonzado.
-¿De verdad? No soy tu mamá Takashi-kun, así que siente con confianza de decirme si alguna de ellas es tu novia, o es que sales con todas ellas al mismo tiempo~ -seguía con la broma incomodando a Komuro.
-¡Yukka-san!
-Perdoname -aguantaba la risa -pero es que te adorable cuando te avergüenzas Takashi-kun.
-Su esposo aun no ha llegado -comento Takashi cambiando de tema ante las horas que se hacían.
-Gudao a veces se queda hasta tarde para escribir de forma perfecta sus noticias, últimamente así a estado él -exclamo la mujer teniendo lugar delante de Komuro en la mesa -dime, aun sigues buscando trabajo.
-Si, pero por ahora no encuentro trabajo de ningún tipo, supongo que tendré que esperar al verano para poder conseguir una oferta de empleo -desafortunadamente, los trabajos no estaban abundando como él quisiera.
-Seguramente te aburres estando sin hacer nada en casa -comento Yukka -sabes, este fin de semana hay una conferencia científica en Osaka.
-¿Eh?
-Verás, habrá una conferencia muy pronto fuera de la ciudad y pensé que seria agradable para ti ir, me dieron un pase para el fin de semana que dura el evento, pienso que tal vez seria divertido que vinieras.
-No lo se -dudo un momento Takashi -no sería mejor llevar a Alice.
-No, el fin de semana ira con Gudao a visitar a su abuela, así que pensé que seria agradable que vinieras conmigo, velo... como una cita, pero sin ser cita claro -dijo Yukka apenada, como era que podía hablar de una cita, siendo una mujer casada -¿que dices?
-No lo se, no creo que sea correcto...
Flashback
Los fines de semana para Takashi se habían vuelto fechas en las que él y Yuriko se comportaban como conejos por todo el fin de semana. Sin embargo en la ultima visita, ella tuvo que darle un noticia.
-Perdoname Takashi-kun, pero la próxima semana Soichirou quiere que lo acompañe en un viaje de negocios al sur del país así que no podre visitarte -decía Yuriko, recostada en el pecho del pelinegro luego de un largo e ininterrumpido coito adultero que dejo a sus cuerpos sudorosos y con olores en la habitación.
-No puede evitarse, que haré este fin de semana sin Oka-san -decía Takashi triste.
-Solo será por esta vez, Takashi-kun lo prometo, para la próxima visita Oka-san te lo compensará con creces, dejaré que me hagas las cosas mas sucias que quieras~ -dijo Yuriko.
Fin del flashback
-Es broma, claro que acepto -dijo Takashi, recordando que este fin de semana lo tendría libre -sera divertido estar con usted.
A pesar de ya tener una hija, Yukka se comportaba muy inocente a como lo veía Komuro, lo cual hacia atractiva a Maresato, mas de lo que ya veía el pelinegro, ella era una de las mujeres con las que Takashi mas fantaseaba.
El fin de semana llego mas pronto de lo esperado, para Yukka fue inesperado ver a Takashi con ropas que no fueran las de su uniforme escolar, tampoco eran ropas casuales, el chico vino con un buen grado de elegancia, lo cual sonrojo a la mujer. Un largo viaje le esperaba en auto, sin embargo mas pronto que tarde Komuro se dio cuenta que Maresato tenia otros planes en mente.
-No creí que cosas como estas salen en las noticias -dijo Takashi, iniciando una conversación con Maresato a pesar de ser ella quien conduciendo en ese auto compacto que poseía.
-Si, las conferencias de avances médicos son muy importantes -exclamo Yukka.
-Creí que había dicho que se trataba de una conferencia científica -corrigió Komuro, poniendo en nervios a la pelirroja mujer de treinta y cinco años.
-¡Si! Eso...
-No iremos a ninguna conferencia en Osaka ¿verdad? -entonces no pudo ocultar mas, Yukka tenía que contarle la verdad.
-Solo... solo espera que lleguemos al hotel, Takashi-kun -dijo, la cara alegre que siempre veía en Yukka cambio, paso a ser un rostro lleno de tristeza, remordimiento, culpa, abandono... se notaba a leguas una inconsolables ganas de llorar.
Ni siquiera llegaron a salir de la ciudad, llegaron a un hotel a las afueras de la ciudad, pero mas que ser un hotel cuatro estrellas o turístico. Era un hotel camuflado de ser un hotel del amor, esos pases que menciono antes Yukka si existían, pero era un pase de dos días para una pareja en una de las habitaciones de mas románticas (caras) de este hotel. Adentro de la habitación, numero 302; Takashi rompió el hielo que tenía con Maresato estando sentados en el borde de la cama lado a lado, la cara baja y desanimada de la mujer le hacían preocuparse por ella.
-¿Yukka-san, que pasa? -preguntó, mas solo vio como la mujer bajo mas la mirada y con sus dedos limpió las lagrimas en su cara -Yukka-san.
-Perdón, Takashi-kun -los ojos lagrimaban en la mujer -esto es un error, debería ser mi esposo quien viniera conmigo hasta aquí hoy no tú, pero... -su cara se volvió a entristecer.
-Puede contarme, Yukka-san -vio la vulnerabilidad en la mujer, como si su instinto le diera la respuesta, ya sabía Takashi que era lo que iba a contarle tan bella dama -su esposo, le esta engañando ¿no es así?
-Takashi -kun, a quien elegirías -Yukka se puso de pie, parada delante de Takashi, para desvestirse pieza a pieza, quedando en el juego de lencería negra de encajes transparentes que traía oculto bajo toda esa ropa elegante con la que siempre presentaba noticias -a una chica linda de tu edad o una vieja como yo... -sus manos tapaban sus pechos y su coño que podía verse a través de la ropa, la cara desviada de los ojos de Komuro que se clavaron en su cuerpo -verás Takashi-kun, cuando me dieron estos boletos pensaba en venir con mi esposo para tener un a segunda luna de miel con él, pero entonces descubrí en su teléfono un chat que tenía con una chica que desconozco, ella le manda fotos desnuda a mi esposo y mensajes preguntando por el siguiente encuentro cada mensaje...
-Yukka-san -sintió empatía por la mujer.
-No se por cuanto tiempo me ha estado engañando o porque -estaba devastada Maresato, se dio la vuelta y se miro a si misma al espejo y sentir lastima para si misma -será que ya no le parezco... ¿atractiva?
-Por supuesto que lo es, Yukka-san es mas que atractiva -Takashi se puso de pie, se acerco por detrás a la mujer mientras se miraba perdida en el espejo, para tomarla de su cintura e ir deslizando cariñosamente sus manos por su cuerpo -Yukka-san tiene el cuerpo de una modelo, ha sido parte de mis fantasías desde que he son consciente -exclamo Takashi, sus manos ya acariciaban los tesoros de Maresato con la habilidad que él desarrollo.
-Lo dices en verdad -con un si de Takashi, ella fue cediendo en su despecho, buscando consolación en Komuro -has hecho cosas teniendo fantasías conmigo... ¿como que cosas?
-Consolarme, en noches largas en las que no puedo dormir pensando en lo hermoso que debía ser el cuerpo de Yukka-san bajo sus ropas -su boca estaba al oído de la mujer, solo para que el lóbulo de su oreja fuera mordido por Takashi -e imaginado, como sabrán los labios de Yukka-san si los besara, como sería el sabor de sus pechos cuando mordiera sus pezones~ saber cuando suaves son cuando mi pene y mi cara estuvieran en medio de ellas -sus manos apretaba y manojeaban los senos de Maresato con gran habilidad -quiero sentir mi polla siendo apretada por la vagina de Yukka-san, quiero oír su dulce voz que seguramente tiene cuando alcance el orgasmo y que me pida que la consuele mas a Yukka-san, hasta hacerla olvidar a su esposo.
-Takashi-kun, quiero pedirte que me consueles -los toques, roces y otras caricias de Komuro influenciaron en la mente de Yukka -no debería pedirte esto, estoy casada, tengo a Alice y tu eres un joven, pero de cierta manera me has tenido atraída,pero ahora que se que mi esposo me engaña, quiero que seas quien me consuele Takashi-kun.
-No solo la consolaré Yukka-san, me aseguraré de que olvide por completo a su esposo, para que solo piense en mi~ después de todo, este fin de semana es nuestro, no saldrá de la habitación -tomo las manos de la mujer y la llevo a pasos hacia la cama -mucho menos saldrá de esta cama.
Enamorada por las palabras de Takashi, Yukka se dejo caer en la cama dejando su cuerpo desprotegido para que Komuro hiciera con ella lo que quiera.
-Por favor, Takashi-kun... hazme tuya~ -declaro.
-Yukka-san...
Entonces probo los labios de Maresato, mas que besarlos decidió robarlos pasando de un simple y amoroso beso a uno largo y apasionado con el que dejo sin aliento a Yukka, con el que por un instante pudo olvidar todos sus problemas, quedando centrada en el chico.
-Los labios de Yukka-san saben mejor de lo que imaginaba. Solo los probé y ya estoy duro~ -Takashi saboreaba sus labios.
-Takashi-kun...
Ruborizada quedo la pelirroja reportera al ver el duro bulto que se formo en los pantalones del chico, nunca imagino el tamaño de lo que tendría, solo podía visualizar cuando grande seria al momento que él se quitara la ropa. No tuvo que pedírselo Takashi se quito su ropa delante de la mirada cautiva de la madura mujer al descubrir el apetitoso cuerpo del chico. Mas hipnotizada quedo al verle su pene.
-Nunca creí que tuvieras algo tan grande entre tus piernas Takashi-kun, desprende un aroma que me corrompe -estaba acostada encima de Komuro, con su rostro sobre su polla y su vagina puesta sobre la cara de Takashi. La nariz de Yukka pasaba por el largo de su miembro -no puedo esperar mas... quiero probarlo con mi boca.
Entonces lo fue devorando, la boca de la reportera que transmitía luego por la tele en vivo estaba haciendo un oral a Takashi.
-Su vagina es tan sucia Yukka-san, esta soltando sus jugos pervertidos mientras lame mi pene~ -lo hacia con gran talento la Maresato, lamia su pene de forma agresiva y fuerte, de verdad deseaba probar su miembro -yo también haré lo mismo a Yukka-san...
-¡Haaa!~ -soltó un gemido la madre de Alice al momento que la lengua de Komuro paso por su clítoris mojada y que de pronto se abrió paso al interior de su coño, el mismo pensamiento que Yuriko, Shizuka, Kiriko y Hayashi tuvo Yukka sobre la lengua de Takashi, una serpiente hambrienta era lo que introdujo en su vagina -Takashi-kun, tu lengua hace que mi vagina se derrita~
-¿Lo hago mejor que su esposo?
-Gudao nunca me ha hecho esto -darle un oral -siempre se cansa antes de poder hacer que me corra... y el se viene en mucho menos tiempo cuando se la chupo -decía, su boca de nuevo seguía acariciando con fuerza la polla de Komuro -quiero probar tu leche Takashi-kun~
-Aun no Yukka-san, quiero dárselo dentro primero -comento.
Pasaron a lo principal, Maresato se sentó en el pene de Takashi mientras se le aferraba teniendo sus manos en sus hombros del pelinegro, clavándose toda la polla de Komuro hasta su útero.
-Asombroso... tu pene llega hasta el fondo de mi vagina~ donde ni siquiera mi esposo había llegado -revelo la pelirroja, empezó a moverse ligero para asimilar el grosor de este nuevo pene dentro suyo pero casi enseguida comenzó a tomar una rápida velocidad.
-Su vagina apretá mi pene... Yukka-san -exclamo Takashi mientras veía el cuerpo de Maresato moverse de arriba a abajo, aplastando su pelvis pero entre tanto movimiento, fueron los pechos de la mujer lo que atrajo repentinamente su atención, el rebote de estos y ver sus pezones endureciéndose hicieron que Takashi lo atrapase con su boca
-¡Hoooo! -soltó un gemido, al sentir la boca del chico mordiendo, chupando la leche que aun salía de sus pechos -Takashi-kun, muerdes y chupas mis pechos como un bebe~
-La leche de Yukka-san es sabrosa, podría beberla siempre -exclamo.
-Si haces eso mis pechos se secaran, querido... -no podía evitar sentirse estupendo, teniendo una cosa como la del chico dentro y la boca agresiva de Komuro complaciendo sus senos -oh por dios... esto es demasiado bueno, siendo que mi cuerpo se derrite~
Dejo caer su cuerpo sobre Takashi en la cama, moviendo sus caderas a mas no poder mientras él seguía devorando sus pechos y succionando su leche.
-No aguantaré mas... estoy por venirme, voy a venirme...
-¡Yo también voy a correrme Yukka-san! -grito Takashi al sentir que su pene era sin piedad aplastado por el trasero de la Maresato.
-Vente conmigo, Takashi-kun... ¡Kyaaaaaa! -soltó un fuerte grito Yukka, su cuerpo no resistió por mas tiempo el éxtasis que la recorría -¡Si esto es lo que quiero! Se siente genial~ -de su vagina se escurría el esperma de Komuro teniendo aun clavado su polla, su coño temblaba del orgasmo y su corazón latía a mil por minuto -esto es lo mejor.
-¿Lo mejor? -exclamo el pelinegro -esto es solo el principio -tomo la cintura de Maresato para dar vuelta en la cama e invertir posiciones -ahora es mi turno de moverme.
-Espera Takashi-kun, dame un respiro... ¡Haaa! -volvió a sonar lasciva cuando las caderas del chico fueron moviéndose rápido, los jugos que aun restaban en su interior hacían ruidos chapotean tes con los golpes que daba Komuro con su pelvis -Takashi-kun si te mueves así me voy a correr de nuevo... ¡mmmm! -mas tardo en decir que hacerlo.
-Yukka-san la amo. Sea mi mujer, por favor, a cambio yo le daré todo el placer a tu cuerpo que su esposo no le de -pedía Komuro.
-¡Si! -grito Yukka -seré tu mujer Takashi-kun, has cosas sucias a mi cuerpo~ dame tu leche de amor... hazme el amor hasta que estés satisfecho~
-¡Yukka-san!
Para nada fue desperdiciado ese pase de fin de semana en aquel cuarto de hotel entre Takashi y Maresato, tal como prometió el joven seductor, en ningún momento le permitió a Yukka salir de la cama, ambos quedaban exhaustos esperaban a recuperar energías para continuar, lo cual deslumbro a la mujer, lo cual le encanto mas. No era humano.
Las preocupaciones de Yukka por la infidelidad de su esposo se hicieron menores luego de aquella segunda luna de miel que tuvo con Takashi en vez de tenerlo con su esposo, si su marido le era infiel, Yukka también le seria infiel.
-No Alice, tienes que hacer las cuentas bien -decía el padre de la niña echando una mano a su hija cuando realizaba sus tareas de matemáticas en la mesa pequeña de la sala.
-Querido, me ayudas a llevar unas cosas a la alcoba -pregunto la esposa teniendo unas cajas en la mano, no tan grandes pero si eran pesados.
-Estoy ayudando a Alice con su tarea querida -respondió el hombre, Yukka solo se molesto, pudo haber reventado de colera contra su marido indiferente, de no ser por el niñero de Alice -Takashi, podrías ayudar a mi esposa.
-Por supuesto -exclamo el chico, estaba él en la cocina ayudando a la mujer en el lavado de los platos sucios.
La tarea de Alice era complicada para la infante, sin embargo con el apoyo de su padre podía resolver todas las preguntas que su profesora les dejo por resolver. No importase que pasara casi una hora sin que lograse terminarlo.
-Papá, mira -exclamo contenta la niña al mostrar otra formula matemática aprendida y resuelta.
-Eso es Alice, ya casi terminas tu tarea -compartía su felicidad su padre.
-¿Donde esta mamá y Oni-chan? -noto la ausencia de estos dos en su casa.
-Takashi de seguro esta ayudando a mamá a guardar las cosas que le llego en sus paquetes que compro.
En realidad, si fuera mas preocupado ya se hubiera dado cuento que su esposa estaba teniendo sexo con Komuro en su habitación.
-Si, muévete mas Takashi-kun~ -exclamo Yukka metida en la cama que compartía con su esposo -esto es malo, estoy teniendo sexo con mi joven amante en la cama con la que duermo con Guado mientras él y mi hija están en la sala. Esto es demasiado excitante~
Su falda larga estaba recogida y se quito el saco que componía su ropa como reportera al grabar y transmitir, quedando en esa blusa de tirantes delgados que removió para hacer que sus pechos salieran y fueran vistos por Takashi mientras la embestía como la perra que era de él.
-Me vengo, Yukka~ -dijo al oído de la mujer.
-Correte dentro querido, llename con su semen~
Al momento, el cuerpo de Komuro dio sus ultimas embestías, movimientos que parecían ser contracciones, era por su polla soltando su carga dentro de su nueva novia.
-Eso fue bueno, lo hacemos una vez mas -pregunto Komuro recargado del cuerpo de Yukka quien seguía en cuatro.
-Takashi-kun como siempre tan energético, pero si seguimos haciéndolo mi marido nos descubrirá~ -dijo romántica con el pelinegro.
-No importa, le mostraría Gudao-san que Yukka-san es mi mujer ahora -exclamo.
-Eres un pequeño pervertido~ ya su tu mujer, mi amor -lo beso con pasión -que te parece si mañana después de que cuides a Alice, vamos a divertirnos a tu casa como siempre~
Salieron de la cama mas no de la habitación, tenían que arreglarse primero para que el hombre no se diera cuenta.
-Yukka-san -abrazo cariñosamente a su nueva novia, con sus manos apretando el trasero de la mujer, y con el pecho de la mujer repostado en su cara -no puedo esperar~
En ningún momento se dio cuenta, no sospechaba nada ni se preocupaba porque su esposa se diera cuenta que tenia una aventura con otra mujer. Ni siquiera mostró preocupación por el repentino relación amistosa que aumento entre aquel chico y su esposa que vio cuando Yukka despedía muy propiamente a Komuro en la puerta de su casa. De todos modos ya no había de que preocuparse, era la nueva mujer de Takashi ahora y su sello era el semen que que aun escurría de la vagina de Yukka al no traer bajo su falda, sus pantis en el momento, que ni su marido se daba cuenta.
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