Milf of the dead
Playa, bosque, piscina... que mas nos enseña el anime que les guste ser llevados a los protagonistas. Las aguas termales. Esa era el siguiente destino que le esperaba a Komuro Takashi y junto a Shizuka con sus amigas de la vieja escuela; mas que solo ser un balneario de aguas termales, también era un modesto pero elegante hotel donde se hospedaría en compañía de tres bellezas, sin saberlo ese número pronto aumentaría sin pedirlo a alguien.
—¡Aquí estamos! —anuncio Shizuka entrando enérgica a la habitación que reservaron, el entusiasmo que poseía la rubia era empalagoso incluso para Takashi, pero si ella no era así de inocente no era la Marikawa Shizuka que él conocía—. ¿Que dices Takashi, no es genial este lugar?
—Es un agradable lugar ¿todos los años vienen a este lugar? —pregunto el chico entrando de último, como caballero, dio paso primero a las dos damas que recién conocía y que le simpatizaban.
—Es como una pequeña tradición entre nosotras, venir y relajarnos lejos del trabajo; son aguas termales —dijo Ana entrando delante de Komuro—, gracias por ayudarnos a cargar nuestras cosas, perdón por traer tanto.
—No hay problema, puedo cargar más que solo esto —en sus manos, hombros y espalda, cargaba casi seis maletas pertenecientes a su enfermera favorita, Ana y Unohana quienes quedaron encantadas con la caballerosidad del chico. Él en cambio solo traía una pequeña mochila para sus cosas.
—Perdón por pedir cargar tanto, querido~ —Shizuka fue la primera en acercarse a Komuro y tomar sus cosas. Regalando le un beso en la mejilla como agradecimiento.
Unohana como Ana les vieron y una envidia interna les recorrió y de buenas razones, Shizuka tenia su enamorado, mientras ellas ni tenían ni un gato en casa para esperarles. La rubia tenia por fin un novio, mas joven de lo que ella era y de aura agradable.
—¿Una sola cama? —pregunto Komuro, una sola enorme cama había en la habitación para los cuatro al parecer—. ¿Suelen compartir una sola cama?
—No en realidad —Shizuka puso su enorme busto contra la espalda de su novio, presionando la fuerza de estos contra su cuerpo, sus manos en los hombros de Takashi ignorando el hecho de que sus conocidas aun las tenía delante suyo—, sin embargo este año nuestras vacaciones serán mas memorables.
—Em... Shizuka —Ana se mostró nerviosa, la forma mal intencionada en la que hablo la rubia le preocupo.
—Sin dudas, serán las mejores vacaciones que hemos tenido —Unohana por su lado, una sonrisa suya de apariencia maternal llena de malas intensiones mirando con interés a Komuro hizo sudar un momento a Ana.
Hizo memoria la pelinegra doctora, quien momentos antes pudo probar el tamaño de lo que Takashi cargaba, comprendiendo ahora porque Shizuka se cautivo por él siendo uno de sus estudiantes. En su sala medica personal, Unohana Retsu monto al mastodonte que tenía Komuro bajo sus pantalones y a los pocos momentos ella quedo encantada con lo que tenía.
—Dios, esto es lo mejor~ —Unohana movía sus caderas recargándose de sus propias piernas sentada en Komuro—, ha pasado mucho desde la ultima vez que tuve sexo... pero no recuerdo haber tenido un buen pene en mi interior desde entonces.~
—Si piensa que solo es por mi tamaño, voy a mostrarle que también se moverme, Unohana-san —tomo a Retsu por su busto y de un solo jalón a su ropa, revelo los grandes pechos de la mujer, su pelvis comenzó a moverse sin problemas aun teniéndola encima de él.
Con Unohana sobre su pene, se levanto Komuro sin desconectarse la mujer rompiendo de ella, su expresión suave a una mas pervertida, uno que se creería de la misma Retsu.
—¡Asombroso, estas golpeando profundo Komuro-kun! —con sus manos en el piso para no caerse—, hace tiempo que no me daban tan duro.~
—Tiene una vagina muy agradable, Unohana-san. Enamoraría a cualquier hombre y no solo con su belleza física, también tiene una hermosa voz —halagaba a la madura esperando que abrirse mas con ella.
—Que adorable eres —decía entrecortando su boca—, pero en este momento solo busco a alguien que pueda hacerse alcanzar... —mas tardo en decirlo que en alcanzarlo. Con su mano tapando su propia boca, la polla de Komuro fue golpeando su interior con mas intensidad, sintiendo Unohana su interior alcanzar el clímax primeramente—. ¡Si, por fin... después de tanto tiempo!
Seguía clavando su pene en la doctora mientras la hombría de Takashi se bañaba en los jugos que expulsaba ferozmente la vagina de la mujer.
—¿Sigues moviéndote?~ —pregunto Unohana sintiendo derretirse—, vamos, quiero probar tu leche muchacho.~
—¡Unohana-san! —disparo una fuerte descarga dentro de la doctora, a pesar de ahogar su gemido, en esta puso, logro ver la expresión que puso Retsu en cuanto la leche de Komuro le lleno hasta ser demasiado.
Con los brazos y las piernas entumecidas, la pelinegra medica vio como del orificio que le penetraron se derramaba grandes cantidades de semen de Komuro y como la sensación de llenado que sentía en su fabrica de bebes.
—Si que te corriste, no solo se siente agradable sino también se ve delicioso —dijo Unohana, miraba con hambre el esperma que se caía de su vagina.
La ayudo a sentarse en el mismo piso, Takashi. Poniendo sus manos detrás de la cabeza de la mujer con su pene sensible se deleito con el talento de la lengua de Unohana. Ella limpio con cuidado, todo residuo de su semen de su propia polla. Pudo haber probado mas de Takashi, pero en cualquier momento y les descubrían, importándoles un carajo que acababan de coger delante de la cámara de seguridad en el laboratorio.
Eso fue lo que hicieron ambos a espaldas de Shizuka, mas sin embargo ella parecía saber que su antigua profesora y su novio lo hicieron, pero no parecía darle tanta importancia, como si fuera un extraño y peculiar cambio de humor proviniendo de la rubia enfermera. ¿Porque será?
—¡Si, serán unas estancia vacacional para recordar! —la voz de cierta mujer albina enérgica proveniente de alguna región de Europa se hizo notar desde que entro a la habitación sin permiso.
—¡Iryasvel-sama, debe controlarse un poco! —una maid de cabello plateado quien yacía apenada por la actitud casi infantil de su ama, entro detrás de ella cargando un par de maletas perteneciendo a su actual señora.
—¡¿Pero quien?! —Marikawa quedo estupefacta ante la presencia de la albina en ropas de tonos rosa seguida de esta sirvienta de uniforme color azul y blanco.
—¡Iryasvel-san! —Ana como Retsu se sorprendieron al ver a una de las cabezas de la compañía para la que trabajan, entrar en la habitación; sobre todo siendo la misma mujer Einzbern que les supervisaba el trabajo cada mes.
—¿Iryasvel-san, Grayfia-san? —Komuro se sorprendió, pero mas que solo sorprenderse también quedo perplejo ante la presencia de estas mujeres. Mas no solo eran ellas dos—. ¡¿Venelana-san?!
Otra mujer de rasgos ajenos a oriente pero de aura madura (no solo en la edad) entro detrás de las primeras dos, de cabello castaño, un vestido blanco que a pesar de esconder su enorme pecho, sus senos lograban destacar. Un busto tan grande como el de Shizuka; quedando entre los tres pares mas grandes que conocía Takashi, pero faltaba clasificarlos bien.
—Takashi-kun, realmente estas aquí —una actitud refinada y una sonrisa que haciendo entender que ella era buena madre. Se contento Venelana Bael al ver que cierto amigo de su hija estaba aquí como le prometieron.
—¿Que? ¿En serio, quienes son? —les pregunto a estas tres intrusas, Shizuka.
—Ella es Iryasvel Von Einzbern —camino Unohana, hasta estar entre la rubia y la albina. Una miraba preocupada a su nueva rival, mientras que la peliblanca europea sonreía cual nada le afectara—, es una de las dueñas y jefas directas del laboratorio de monarca en el que trabajamos, Shizuka-chan.
—Así es —dijo la albina encarando a la rubia—, nos volvemos a ver, onee-san de Takashi-kun.
—Soy la novia de Takashi —tomo a su pequeño novio y pego la nuca del chico a su busto para proteger lo que le pertenecía.
—Yo también —exclamo sin pena ni gloria, Iryasvel; seguía teniendo esa expresión sonriente en su rostro.
—¡Ojou-san! —grito Grayfia ante su declaración indecorosa.
—¡¿Que dijiste, pe...
—¡Basta! —tuvo que poner orden, estando Takashi en medio antes de que se volviera una pelea—. Iryasvel-san no se que vino a hacer aquí. Pero, Shizuka y las demás vinimos a estar lugar a relajarnos y pasarla bien.
—Nosotras también, Takashi-kun —trataba de hacerse la dulce mujer—, solo que es mucha coincidencia que nos alquilaran la misma habitación.
—¿Enserio? —no se creía esa mentira.
—Me creerías si dijera que compre este hotel —dijo nerviosa como avergonzada. Pero el silencio y la cara inmutable de Komuro le hicieron decir la verdad—, solo quería pasar rato de calidad contigo de nuevo.
Casi llorando, actuando cual victima fuera la albina.
—Bien —suspiro Takashi decepcionado, no negaba que estar con cuatro bellezas maduras que conocía en personalidad y cuerpo era mas que agradable, pero sabia bien como iba terminar esto para él—, ya están aquí y no me atrevería a decirles que se vayan, así que háganme un favor... —tomo la mano de cada Shizuka y de Iryasvel—... y por favor traten de llevarse bien.
Tierra de nadie, ese era el nombre que se le otorgaba al territorio sin controlar entre dos lineas combatientes durante la primera guerra mundial. Un territorio por conquistar o recuperar donde ambos lados lanzaban constantes ataques con tal de tomar control de ese terreno sin dueño. Así era como Takashi se encontraba en medio de una lucha librada entre su enfermera favorita y su albina preferida, siendo las demás simples observadoras perplejas de la lucha que hay entre ambas.
—¡Esto es vida! —Iryasvel relajaba su ser en el agua cálida como agradable de las termales aguas en las que se hospedaban, sumado a esto, una botella de licor y una copa japonesa en sus manos para disfrutar mas la bebida comprada al hotel—, podía pasar todo el día aquí sin que nadie me moleste.~
—Si hiciera eso terminarías siendo una pasa blanca cuando salgas de aquí —exclamo Shizuka sentada en las termas estando al otro extremo, delante de la mirada de Iryasvel.
Hicieron un esfuerzo por llevarse bien, pero por mas que tuvieran una expresión tranquila en sus miradas que ponían a la otra. Todas podían sentir la hostilidad que se envían una a la otra a través de esas invisibles ondas eléctricas que emitían de sus miradas.
—Iryasvel-sama, por favor cálmese —la sirvienta personal de la albina, sentada desnuda a lado de ella en el agua, aunque fuese la maid personal de la Einzbern, también era una persona—, discúlpela Shizuka-san, pero mi señora... tiene cierto complejo con mujeres de nuestras cualidades.
—¿Cualidades? —pregunto inocente Shizuka.
Miro bien a las otras cuatro con las que compartía el tiempo en el balneario privado y capto mejor lo que se refería. Ella como su sensei, Grayfia y la nueva recién conocida, Venelana, tenían algo que las caracterizaban. Y es que esas grandes características de ellas flotaban en el agua.
—Ya entiendo —sonreía complacida la rubia—, debes sentirte muy afortunada que Takashi-kun se interesara en ti. Se que a él le apasionan mujeres de nuestro físico pero no pensé que fuese tan condescendiente.
—¡¿Que intentas decirme, pechos de vaca?! —Iryasvel se puso de pie y agito la calma del agua.
Takashi no estaba allí esta vez para apaciguar las llamas del incendio, el balneario estaba dividido, un espacio apartado para las mujeres y otro más para los hombres. Así era para los distintos apartados termales que tenía este hotel. Takashi descansaba con la espalda contra la pared de bambu duro que separaba el área de los hombres y mujeres, donde él era el único disfrutando de la paz, pero logrando escuchar el bullicio que venia desde el otro lado.
—Espere que esos ruidos sean porque intentan llevarse bien —Takashi se relajo más, dejo caerse en el agua, tratando de ignorar el ruido que hacían sus maduras en el otro lado.
Sin embargo del otro lado.
—¡Se creen mucho por tener un busto tan enorme! —gritaba la alcoholizada Einzbern siento retenida por Grayfia mientras levantaba los puños e intentaba dar patadas a Shizuka, pero solamente arrojaba agua al rostro de la enfermera, pero también gritaba en contra de Venelana como de Unohana y su propia ayudante. Pero de la nada, su agresividad bajo a cero y se dejo caer al suelo de la terma y seguir hablando—, además de Kiritsugo, me sorprende que Takashi-kun me encontrara atractiva.
En el anime, el busto en las mujeres es lo que mas domina. Y ellas lo sabían.
—Takashi-kun es un chico con gustos no tan comunes, pero no hablo solamente por estas —exclamo Shizuka haciendo resaltar sus pechos en el agua, después de mucho disfrutar en compañía de su novio, la enfermera comenzaba a ser mas prespicaz de lo que uno creía de ella.
—¿No les parece tierno? —hablo Unohana, a la izquierda de Marikawa—. ¿No les parece tierno que un chico como él se sienta atraída por una mujer como nosotras?
—¿No les parece incorrecto que un chico como él, moje con mujeres como nosotras? —pregunto Venelana, una mujer con quien Takashi tenia su propia historia que aun no era contada. Una pregunta valida, si bien cada una en esta sección del balneario tenia su propia historia como Komuro Takashi, la verdad era que ninguna de esas historias de amor y sexo no eran aceptables moralmente. Sin embargo ninguna iba a responder.
—Siendo honesta, pare este momento no importa —decidió contar de forma breve su historia que tenia con Takashi, Shizuka—. Soy la enfermera en la academia y ya conocía a Komuro porque comenzó a asistir a mi lugar como un ayudante voluntario. Siempre me pareció un chico amable a pesar de muy joven para comportarse tan introvertido.
—¿Introvertido? —pregunto Iryasvel.
—Un introvertido es alguien que se divierte con su soledad mas que socializando —explico Unohana.
—No es algo que notase en Takashi-kun.
—Es porque no lo conoces realmente —exclamo Shizuka, la rivalidad que no tenia con Rika por Takashi, su mejor amiga; la tenia con una albina que apenas si conoció ese día—, pero eso le corresponde a Takashi contarlo. En fin, siempre es amable conmigo incluso ahora, lo que hizo interesar en él es que a diferencia de otros hombres que se han a mi acercado por interés, es que él solo se intereso en mi profesión no en mi.
—Eso es tierno —dijo Grayfia con simpatía por el chico.
—Hasta que un momento a otro, Takashi comenzó a notarme como una mujer después de verme como profesora —continuo Shizuka con su historia, ruborizándose pensando en lo que vino después—, hasta que una tarde... una cosa llevo a otra y pues... terminamos tiendo sexo en la enfermería de la escuela y después... lo lleve a casa para continuar.
Termino su relato y no pudieron evitar hacer reír las mujeres, divertida pero tierna historia de amor prohibido que rondaba por la escuela Fujimi. Después de eso, Iryasvel tomo la libertad y decidió contar su historia que tenia con Komuro, el como lo conoció, omitiendo ciertos detalles. Ella conoció a un Komuro mas atrevido y pícaro.
Grayfia también tuvo que contar su historia propia, donde enviada por Iryasvel preocupada por la salud del chico tras ocurrir un nuevo terremoto en japón, allí conoció a Shizuka quien no congenio, solo tuvo una corta conversación. Una de tantas amantes que tenia Takashi con las que, como con cada una de sus visitas; vio a la rubia de grandes pechos tener relaciones sin restricciones con Komuro. Luego de tanto observar, comprobó de primera mano lo que todas veían en Takashi, quedando encantada con las habilidades de nuestro amigo y héroe.
—¿Que hay de usted, Venelana-san? —llego el momento de preguntarle a la castaña de busto competitivo con Shizuka.
—¿Eh? —quedo perdida después de imaginarse cada encuentro que han tenido estás mujeres—. ¿Cómo conocí a Takashi? Bueno...
Hace unos, no muchos meses. Habiendo llegado desde tierras nórdicas, Venelana Bael llego para quedarse en japón, pasando un periodo de divorcio que llevaba por cumplir hace unos cuantos años, logro quedarse con un poco menos de la fortuna de su esposo y con la custodia de su hija menor. Escogió Tokonosu como un nuevo lugar para comenzar una nueva vida.
Esto ocurrió antes de las vacaciones de verano, así que fue antes de que esta segunda temporada ocurriese en su cronología total.
—¿Vas a salir hija? —pregunto Venelana Bael, viendo a su hija de cabello carmesí vestirse como una chica de su edad. Digo esto pues ellas provenían no solo de familias adineradas, sino también pulcras como finas.
—Si, Akeno y yo vamos a reunirnos con compañeras del nuevo colegio —su hija, Rias Gremory, (apellido heredado de su ahora ex esposo). Estaba junto a la puerta del departamento elegante en el edificio en el se mudaron.
—Me alegra saber que por fin estas haciendo cosas que le corresponden a una chica de tu edad, Rias. Te has adaptado bien a japón —sonreía Venelana sentada a la barra de la cocina que miraba hacia la puerta de entrada, teniendo un vaso de jugo en su mano—, pero pensé que estarías esta tarde en casa hija, para poder armar el nuevo mueble que trajo el chico de la paquetería en la mañana.
—Lo siento, pero es que Saeko-san y las demás insistieron en reunirnos hoy —¿Rias Gremory conocía a Busujima Saeko? Que era lo que pasaba.
El contexto de esto vendría después.
—¿Saeko-san, una de tus nuevas amigas hija? —dijo contenta su madre dejando ese jugo a un lado.
—Si, pero si quieres puedo llamar a Takashi-kun para que pueda ayudarte a armar el mueble —Rias también conocía a Komuro.
—¿Takashi-kun? —quien era este chico que su hija llamaba por su primer nombre.
Al cabo de unos minutos, viviendo estos dos mujeres casi al otro lado de la ciudad, Komuro llego en poco tiempo.
—¡Llegaste rápido Takashi-kun! —saludo con entusiasmo la carmesí chica al abrirle la puerta al primer chico con que su hija conocía y apreciaba. Al menos así era como Venelana lo vio desde ese primer momento que ella le dejo pasar, lo veía carismático, agradable aun se notaba un aura un poco solitaria.
—Esta cerca cuando recibí tu mensaje, Rias-san —saludo Komuro quien llevaba ropas distintas al uniforme, entrando en casa de ellas una vez se lo permitieron.
—Gracias por aceptar mi petición tan extraña —las mejillas de Rias se pusieron del mismo tono que su larga cabellera en cuanto lo miro a la cara.
—No es nada, es algo normal para mi —devolvió la alegre expresión a la chica que hace un par de semanas se integro a la academia.
—Te agradeceré por esto después —dijo, tomo ese bolso suyo que colgaba hasta la cintura y antes de irse se despidió del chico con un beso en la mejilla a este—, te lo agradezco en serio. ¡Me voy, mamá!
—Que te diviertas hija —un gesto de despedida en su mano sabiendo que su hija volvería mas tarde. Dejo pasar mas adentro a Komuro hasta tenerlo delante—, Komuro Takashi-kun ¿verdad? Perdón, había olvidado tu nombre, eres chico que termino en problemas con la policía por mi hija —un poco compleja recordando un incidente que contare mas adelante—, como lamento que te hayan tenido que arrestar por su culpa.
—No fue la gran cosa —exclamo sin complicaciones disimulando por completo que le llamaban la atención el gran escote elegante que tenía la madre de la carmesí—, bueno Rias dijo que necesitaba que la ayudase con algo.
—¡Claro! —entonces lo llevo a la sala, la ventaja de vivir en un departamento de lujo para ellas, era que tenían toda lo amplió de una casa suburbana; aquí una caja muy grande—. Compré esto por línea y apenas llego hoy, esperaba pasar la tarde con mi hija armado este librero pero tenia un compromiso del que no me dijo.
—Recientemente Rias-san y Akeno-san han logrado acoplarse a la vida escolar de un japones —comento Takashi, acercándose a la caja para examinarla mejor.
—Te lo agradezco, espera y traigo algo para abrir la caja para empezar —dio la vuelta para buscar como dijo, dejando por algunos minutos solo a Komuro en silencio. Esperando encontrarlo como le dejo, volvió Venelana con una tijera de oficina para cortar la cinta de la caja—, espero que esto sirva para abrir... —gran sorpresa se llevo Venelana al encontrar que Takashi no solo logro abrir la caja por su cuenta, sino también que ya estaba a nada de terminar de construir dicho librero—... ¿Tarde mucho buscando esto? —la tijera.
—Tal vez no lo crea pero he ensamblado muebles mas complejos que este —dijo Komuro, logro impresionar a la mujer con su habilidad.
—¡Asombroso, Takashi-kun! Yo pensando que esto nos llevaría una hora al menos —le agrado mas Komuro a Venelana. Lo armo, y ayudo a la mujer a ponerlo en un lugar adecuado de su casa, así también la ayudo a llenar el mueble con unas cuantas cajas guardadas de libros que eran de ella como de su hija—, eres un chico muy hábil Takashi-kun, me tienes impresionada.
—Me sonroja, Gremory-san —terminaba de acomodar los demás libros, textos que acomodo por genero a favor de la mujer.
—Puedes decirme Venelana —miraba al chico con agrado desde detrás de él—, Gremory es el apellido de Rias y de mi ex esposo.
—Lamento eso.
—Descuida —un gesto con su mano para que el chico no se mortifique mientras evitaba dar un pequeña risita—, es algo que me tiene muy feliz de hecho. Pero no quiero aburrirte con mis historias de esposa. Ya que has sido tan buen muchacho, es hora de recompensar tu trabajo.~
Cuando se acerco a él, cuando sintió las manos de Venelana en sus hombros y su atractiva voz hablando a su oído. Komuro espero algo más de lo que estaba acostumbrado a conseguir de una madura mujer como tan preciosa joya acompañaba, pero lo que vino tampoco le sentó mas.
—¿Te gustan las galletas que preparé?
—¡Son deliciosas! —disfrutaba del postre que le preparo la dama.
—Eso me alegra —sentada a lado de Komuro en su sofá lo miraba con gracia comer lo que ella preparo como agradecimiento—, eres el primer amigo barón que Rias hace venir a casa y no lo digo solo por ser nuevos en Kouh, ella ha tenido cierta desconfianza en los hombres.
—Supongo que es entendible —miro a Venelana después de acabar con otra de las galletas que le hizo—, ahora entiendo de donde saco Rias-san su belleza.
—Que cosas dices~ —era un cumplido que le gusto a la dama.
—Lo pienso en serio, creo que Venelana es un bella mujer —exclamo Takashi dejando por un momento las galletas que le hizo ella, para admirar mas su belleza.
—Basta~ —se ruborizo, con su mano cubrió su boca como sus mejillas—, se que lo dices por estas —acomodo su busto apreciando las con cariño—. Es difícil ¿sabes? Casi todo el tiempo los hombres se que miran por ellas. También a mi hija, es por eso que le cuesta trabajo hacer amigos varones, a veces solo tienen malas intenciones, pero no tú. Pero tu eres distinto, por eso mi hija te aprecia muy seguramente.
—No se de que habla —mostró modestia con su comentario—, pero comprendo lo que dice. Cuando una mujer es hermosa es difícil confiar en otros.
—Bueno, tu tienes mi confianza —Venelana devolvió el halago con una frase.
Sin embargo su mano cayó sobre la pierna izquierda de Komuro y después de unos segundos de mirarse a los ojos, la madura mujer logro ver en las pupilas del pelinegro, su propio reflejo, eso la hizo darse cuenta que podía darle una mala idea a Takashi.
—¡Emm! ¿Quieres algo de beber? No es bueno comer sin algo para beber —reacciono apenada despegando sus manos de él—, ya vengo.
Takashi la vio ir a la cocina con un rubor en su cara, mientras se iba sin mirarle. Degusto de la ver el cuerpo de la dama protegido por su blanco vestido de tirantes. Comprendió que no pasaría mucho antes de poner sus manos sobre ella, como era de ocurrir.
—¿Porque no sale? —escucho preguntar a Venelana desde su cocina.
Vio desde el sillón como ella forcejeaba con la llave del fregadero al parecer, así que decidió acercarse para ver que era lo que afectaba el flujo del agua.
—¿Todo bien, Venelana-san? —pregunto Komuro al mirar a la mujer batallar con la perilla de la llave.
—No es nada Takashi-kun, es solo que la perilla esta barrida y no le cambiado todavía... —de seguir forzando para hacer correr el agua, la presión del agua se acumulo y repentinamente esta fuerza rompió el tubo del fregadero disparando una chorreada de agua que mojo a Venelana como a Takashi—... ¡Kyaa!
Rápido, Takashi busto la forma de cerrar el paso del agua pero el desastre estaba hecho. Volvió a poner la perilla de la llave, arreglando donde se había barrido.
—¿Esta bien Venelana-san...? —cuando se preocupo por la castaña mujer encontró una vista maravillosa.
—¿Tu estás bien Takashi-kun? —pregunto la Bael, quien quedo atraída al ver que la camisa del pelinegro se mojo y al quedar pegada a su cuerpo observo de primera los abdominales de Komuro. Venelana noto músculos en los brazos del chico cuando llego, pero no pensó que tuviese tal físico escondido—, Ara...
Quedo hipnotizada con su cuerpo, hacia tiempo que no veía el cuerpo de un hombre y pensar que un joven como él la hiciera añorar el calor masculino. Mas cuando miro a Komuro a los ojos, noto que en su cara el muchacho estaba igual de ruborizado al mismo tiempo que su cara reflejaba satisfacción, esos ojos caían sobre ella.
—...¿Eh? —se cuestiono del porque le miraba así, su vestido seguía humedecido sobre todo en la parte de su pecho. Al mirarse bien Venelana quedo estupefacta. Sus pechos eran visibles y no acaba con eso, olvido que decidió no usar sostén esa tarde, por lo que su busto estaba al desnudo para Takashi, pero no era todo; sin darse cuenta Venelana se había encendido de ver el torso del chico, por lo que sus pezones estaban duros.
—Venelana-san —Komuro la miro reaccionar, darse la vuelta y tapar su cuerpo con sus manos.
—¡No mires! —la escucho decir—. ¡No es lo que crees! Hacia calor así que... olvide que no tenia puesto nada abajo.
No hubo respuesta de parte de Takashi, solo acomodo su voz esperando que Venelana sea quien dijese algo, pero no pasaba.
—Descuide, sigo pensando que Venelana es una mujer hermosa.
Esto sacudió a la castaña madura por dentro, con una necesidad que no sentía satisfacer desde hace años, mordió primeramente su pulgar derecha antes de volver a mirar a Takashi ya sin importarle tanto el que su cuerpo desnudo estuviese a la vista.
—Takashi-kun, no creo que sea buena idea.... pero, no se si te atraiga la idea que... una vieja como yo... —no le miro al salir tales palabras de su boca, levanto la cabeza cuando lo tuvo delante de ella, casi acorralándola en su propia cocina.
—Venelana-san, le contaré un secreto mió —fue lo que escucho primero de él antes de que acercase su boca al oído de la mujer—, me gustan maduras.~
Los dientes de Komuro atraparon el lóbulo de la oreja de Venelana, desatando éxtasis en el cuerpo de la madura. Unos cuantos segundo mas tarde tenia a la mujer en sus manos, en serio; puso sus manos en la cintura de Venelana y mientras se besaban acalorados, ella lo condujo hasta su propia habitación. Cerro la puerta y entre el intercambio de besos y roces de sus lenguas reacciono de forma contradictoria a como se dirigía su situación, separándose de Takashi.
—No podemos, Takashi-kun. Esto no esta bien —tomo distancia del pelingro, de nuevo le dio la vuelta ahora que estaban en su cuarto de la madura divorciada—, no debería buscar consuelo con alguien tan joven.
—Pero quiero ser de consuelo a Venelana-san —no iba a dejarla ir. La atrapo de sus pechos sobre su aun mojado vestido—, quiero satisfacer esa necesidad muerta en su cuerpo.
De pronto una de las manos del chico, acariciaba su busto mientras la otra mano tocaba bajo la falda de la Bael, consiguiendo hacerla gemir de forma pervertida. Dejo de tocarla e hizo que su vestido blanco cayera al suelo tras remover los tirantes de sus hombros. Logrando tenerla desnuda para él. La llevo a la cama y nuevamente en medio de besos y roces de sus lenguas. Venelana.
—Aguarda un poco... —apenas se sentó en el borde de la cama y con Komuro besando su de su boca, sintió la boca del chico bajando por su cuello para descender todavía mas; atrapo los senos de la mujer para saborearlos y morderlos como el manjar que eran—... Takashi-kun, espera un momento... ¡Haa!~
Dejo caer su cuerpo en la cama y Takashi seguía chupando los pechos de Venelana escuchando los seseos que salían de ella, parecía que alcanzaría el clímax solo de ser consentida desde sus pechos.
—¿Le gusta lo que hago, Venelana-san? —dejo de comerse los pechos de la castaña madura para colocar dos de sus dedos dentro de su vagina y jugar con ella desde aquí, mirando bien las expresiones que hacia la mujer—. Me encanta ver de una dama refinada pueda hacer expresiones tan indecentes.
—No puedo evitarlo... ha pasado mucho desde que me sentí así —la castaña no podía creer que alguien tan joven como Takashi lograra hacer que llegase al clímax así de rápido. Era bueno en lo que hacia, tocaba en los lugares correctos en Venelana.
—Tranquila Venelana-san —dejo de asistirle por un momento y cuando ella abrió los ojos para ver que pasaba, la sorprendió. Dejo que viera su pene endurecido, apuntando a la vagina de ella—, voy a hacer que disfrute al máximo esta tarde.
—Es enorme... —dijo en un principio—... tan grande y vigorosa~ —su boca se hizo agua en cuanto vio de que tamaño la tenia Komuro.
—¿Que dice? —pregunto con caballerosidad el chico.
—Damelo... —la escucho decir, notando como las ansias por su pene se le escurrían de la boca, no había visto una polla desde hacia tiempo, nunca se topo con nada similar—... dame tu pene ¡Takashi-kun!
La punta de su polla se abrió paso, rozando en su punto mas sensible como mujer, su vagina fue abierta en su totalidad y desde adentro logro sentir como Komuro se abrió paso por su interior llegando a alcanzar el máximo limite en la castaña.
—Su interior esta apretado... Venelana-san —exclamo Takashi mirando la expresión ahegao que le hacia la mujer. Estaba que arde la Bael, logrando sentir como la polla de este joven palpitaba ansioso desde adentro suyo—, si me lo permite.
Empezó con movimientos suaves e insistentes, primero haría que se acostumbrase a su vigor y tamaño, pareciera que nunca tuvo tanto placer Venelana, antes.
—Esto... esto es... es... —la palabras difícilmente lograban salir de su boca, su cuerpo estaba sometida a casi su totalidad ante el placer, brazos y piernas de la mujer envolvieron a Komuro—... ¡Esto es lo que necesitaba, No pares Takashi-kun! ¡No pares y hazme venir!
Los interminables besos de la polla del chico con su útero eran desquisciantes para la madura.
—Me voy a correr... siento que me voy a correr —su voz alzada resonaba en la habitación, no le importaba si alguien mas allá de las paredes de su habitación le escuchasen, era una mujer y tenia sus necesidades—. ¡Correte conmigo, correte conmigo Takashi!
—Venelana-san... que hermosa se ve —quedo magnificado con el indecente rostro que ponía la madre de Rias para él—. ¡Aquí voy!
Una calurosa descarga, como espesa y fluida recorrió todo el interior de Venelana, como si este néctar de Takashi hubiese succionado de ella todos sus energías, o era el simple hecho de que después de tanto tiempo por fin volvía a ser solamente una mujer y uno una madre. Dejo que recuperara el aliento, por varios largos minutos la puso a máxima resistencia. Creyó Venelana en un principio que seria ella quien guiaría a Komuro en el baile, pero fue él quien la guio todo el tango.
—Tanto tiempo y había olvidado como se sentía esta sensación —exclamo la castaña madura acostada en la cama junto a Takashi, él seguía lleno de energía pero ella apenas si podía con su respiración. Tomo un aire y se levanto desde su lado de la cama, dando la espalda al pelinegro quien solo miraba muy picara a la mujer—, pero no podemos volver a repetirlo.
—¿Porque no? —se acerco Takashi y la tomo para besar su cuello, volviendo a acariciar su cuerpo con suave tacto—. Nadie debe enterarse.
—Pero mi hija —el toque de Komuro era muy efectivo con ella—, no estoy segura pero creo que Rias siente algo por ti.
—Lo sé —eso no detuvo las manos de Takashi—, pero ella tampoco necesita enterarse.~
Quedaba una hora más para que Rias volviese a su propia casa, una hora en la que paso Takashi convenciendo a Venelana de hacer que este encuentro haya sido solo de una única ocasión, sino el comienzo de una aventura mas para el pelinegro. Esa era la historia con detalles omitidos que contó a las mujeres en el agua termal que compartían.
—Una semana mas tarde, me enteré que Iryasvel-chan tenia una aventura con Takashi-kun, cuando les encontré en medio de la diversión —decía avergonzada Venelana—, terminamos teniendo sexo los tres.
—Algo me dice que fue Takashi-kun quien las convenció —exclamo Shizuka sin tanto problema por escuchar la historia de la castaña.
—¿Lo dices como si hubiese hecho algo similar con él, Shizuka? —Unohana capto el mensaje en su oración.
—La verdad es que si, incluso han sido mas veces de las que me gustaría contar —exclamo Shizuka con su mano derecha bajo su mejilla mientras se sonrojaba—. Pareciera que cualquier mujer que se cruce con Takashi-kun queda hechizada por él.
Rubor, vergüenza y la sensación de sentirse como una chica de secundaria enamorada, otra vez; era lo que sentían cada una de estás mujeres. Algunas les
—Ninguna aquí puede decir no conoce a Takashi-kun —bromeaba Unohana ante lo divertido que se hizo la conversación—, salvo Ana.
Ana era la única que todavía no tenia una interacción profunda con Komuro, pero había un problema con ella.
—¿Ana-chan donde esta con nosotras? —pregunto Shizuka, luego de un buen rato se dio cuenta que su pelirrosa amiga no estaba entre ellas. De hecho ni siquiera la vieron entrar junto a todas.
Ignorando la conversación, desde el otro lado del muro de bambú. La relajación de Takashi se vería interrumpida cuando escucho la puerta corrediza del baño abrirse, dejo de flotar en el agua para asomar la mirada y llevarse una sorpresa en cuanto la vio. Una belleza de larga cabellera rosa completamente liso, alta y de un cuerpo muy atractivo cubierto unicamente por una toalla blanca.
—¡¿Ana-san, que hace aquí?! —se sorprendió Takashi con la entrada de la enfermera amiga de Marikawa.
—¿Eh? ¿No es el baño de mujeres? —pregunto inocente, pero no logro engañar a Takashi. Entendía que la mujer ocupaba lentes por alguna razón, sin embargo eso no era suficiente impedimento para diferenciar la entrada al baño de mujeres y el de hombres... ¿O si lo era?—. Bueno, ya estoy aquí. Te molesta si te acompaño.
—Si usted no tiene problema —exclamo un poco nervioso, se acomodo como debía ya que no quería que Ana le viera a su amigo despertar por causa de su belleza.
—Perdón si te incomodo —quito su toalla delante de Takashi, sin importarle que viera al natural su cuerpo, sus pechos o su pelvis. Como si fuera normal.
Entro al agua y se sentó junto a Takashi, muy pegada a él a pesar del chico mostrar distancia para darle su espacio a Ana, ella insistía en estar pegada a él.
—Ana-san, esta segura de querer estar junto a mi —pregunto un poco incomodo, no es lo mismo ser él quien incite a las maduras, que una madura mujer lo incite a él—, el baño de mujeres esta aquí a lado.
—¿En serio? —dijo sin tanta sorpresa—. No estoy bien haciéndote compañía, seguramente estabas aquí aburriéndote contigo mismo.
—No exactamente... —contesto, pero pronto se puso nervioso al sentir la mano de Ana tocando su piernas—... ¿Ana-san?
—¿Pasa algo? —pregunto haciendo una suave sonrisa hacia el chico, como era de esperarse, sus pechos gracias al agua llegaban a flotar; no eran de gran tamaño como Shizuka, Yuriko o demás mujeres que conocía, sin embargo, ciertamente eran grande, una medida de 83 centímetros mas o menos. Pudo predecir Takashi.
—Creo que ya es tiempo de que salga de aquí —con prisa de puso de pie Komuro y dando la espalda a la Ana le mostró la firmeza de su trasero y esta se cautivo.
—Vamos a un es pronto para que te vayas —Ana le tomo de la mano y por un jalón de ella, hizo que el chico se diera la vuelta y de estando de pie, quedo delante de ella. Gran sorpresa que la dejo impresionada como encantada quedo—, mira eso~ tampoco deberías salir teniendola así.
—Bueno... ¿es mi culpa? —pregunto pícara Takashi sin preocuparse de que le mirase su polla a menos de cinco centímetros de la cara de Ana.
—¿Sabes? Ana es solo mi apodo —revelo la pelirrosa alta mujer—, mi verdadero nombre es Medusa, mi padre es un historiador fascinado con la mitología del país del que vengo, a mi y a mis hermanas nos nombro como a las tres hermanas gorgonas, una mala broma de su parte, todos en la primaria se burlaban de mi solo por mi nombre. Vamos puedes reírte.
Una revelación de menor importancia, tal vez.
—Ciertamente Medusa-san logro hacer que una parte de mi cuerpo se pusiera como piedra —exclamo Takashi, manteniendo su erección intacta.
—Que chico tan lindo —sonreía a la modestia de Komuro—, con este lindo pene tuyo ahora comprendo como has logrado tanto con Shizuka, seguramente también cautivaste a Unohana-sensei, se que te divertiste con ella antes de que viniéramos —acerco su nariz a la polla de Takashi y dio un soplo, como si de una vela fuese, logro hacerle temblar a su pene—. ¿Te molesta si lo pruebo?
—Me ofendería sino lo hiciera —solo un idiota diría que no.
Sabiendo que del otro lado del muro de bambú estaban las demás, trataban de ser lo mas discreto que pudieran ser.
—¿Que es ese sonido? —pregunto Unohana escuchando un peculiar ruido viniendo de la derecha, del lado del baño de hombres.
—Parece que tratan de destapar algo —comento Grayfia.
—Espero que no sea un gran problema —Iryasvel se había calmado, mas con toda esa botella de sake que se tomo sola.
Ese sonido peculiar que lograban escuchar apenas era Ana chupando la polla a Takashi, ella estaba de rodillas en el agua. De su cintura para arriba esta fuera del agua, miraba claramente los pechos de la mujer quien con los ojos cerrados le gratificaba con muchas creces.
—Ana-san, que bien lo hace —su cara de Takashi lo decía todo—, su lengua es como si fuera de una serpiente.
Dijo su halago y la mujer le guiño el ojo teniendo mas de la mitad del su hombría en su boca. Cuantas mujeres no han tenido lo de Takashi en su boca, de una larga lista, solo un puñado de ellas lograban hacer que alcanzara el clímax mas pronto de lo que resistía.
Disparo su leche en la garganta de Ana, le sorprendió que ella lograra tomar toda su descarga sin sentirse ahogada. Como si ya estuviera acostumbrada a liberaciones masculinas de este calibre, incluso luego de sacar el pene de Takashi de su boca le mostró al pelinegro que lo había dejado limpio y en la boca de Ana, un mar de su semen quedo todavía. Masco con la boca abierta su esperma antes de tragarlo.
—Eso fue... —se quedo sin palabras ante lo pervertido que fue eso.
—He probado el semen antes, pero sin dudas el tuyo es el más delicioso que he comido —Ana limpia su boca con sus dedos, se levanto de la cálida agua y se puso contra la pared de bambú ignorando por completo que algunas estaban del otro lado, levanto su trasero y abrió los labios de su coño a invitación para Takashi—, no quieres hacerme que lo pruebe con esta boca.~
Acepto la oferta, froto primero su pene contra la vagina de Medusa para mutuamente humectarse antes de atravesarla. Sonidos silenciosos por parte de Ana al sentir lo grande que era el pene de Komuro entrando mas allá de lo que deseaba tomar de él.
—Estas muy mojada, Ana-san —apretaba una de las nalgas de esta nueva enfermera.
—Como no estarlo... es mas grande adentro que lo que vi por fuera —sus piernas comenzaron a temblar y la presión que ejercía en su interior era demasiado estimulante para lo que estaba acostumbrada—, vamos. Hazme quererte y destroza mi vagina.
En el lado de las mujeres, todas comenzaron a escuchar un constante seseo viniendo del espacio de los hombres, atando cabos sueltos, eso solo podía significar una cosa.
—Ara, parece que alguien se esta divirtiendo del otro lado —Iryasvel estaba alegre gracias al sake.
—Será que Ana está —pensó Shizuka.
Mas del otro lado, Ana hacia todo lo posible para no dejar salir su voz, sin embargo el estilo de Takashi la dejaba sin aliento.
—Ana-san, debe bajar la voz —no paraba de moverse Komuro aunque estaban juntos en la situación.
—Hago lo mas que puedo... —decía tratando de mantener la voz baja—... tu pene es fantástico, es el mejor sin dudas. Vamos, hazme enloquecer con tu pene Takashi-kun~
—¡Espere!
Puso su mano en la boca de Ana para tapar su voz y fue golpeando el trasero de la mujer con mas intensidad, se produjo el sonido de sus cuerpos al frotarse mucho pero por mas que intentaran, al otro lado ya les estaban escuchando coger.
—Ana-san...
—Esto es lo mejor, mi vagina ya se enamoro de tu pene —decía a pesar de tener la mano de Takashi sobre sus labios, con su lengua le lamió los dedos hasta morderlos de tanto estar gozando—, quiero que me des tu joven semen. Dale a esta mujer tu joven esencia.~
Empujo con mas fuerza a Medusa contra la pared de caña, ignorando que esta por tanta presión que le ponían estaba por romperse. Del otro lado, una que otra ya imaginaba la situación que seguramente pasaba Takashi y ya suponían era Ana quien se divertía con él, algo que ninguna se le ocurrió hacer.
—Dame tu semen... dame todo tu semen, deja que mi vagina pruebe tu joven esencia~—se volvía loca de pasión en poco tiempo.
Sin gritar, Takashi cumplió con la petición de Ana, llevo mas profundo su polla dentro de la pelirrosa madura y de tanto estar haciéndolo contra el bambú, las cañas se rompieron, abriendo paso al lado femenino del baño; interrumpiendo la poca paz que tenían las otras.
—¡Kya/Ahh! —gritaron de pavor ante la caída de la pared sobre ellas, lo bueno es que ninguna salió lastimada.
—¿Ana, Takashi-kun? —Shizuka fue la primera en reaccionar, encontrando a su amiga que cayó a cuatro sobre el agua poco profunda de las termas teniendo a Takashi conectada a ella por detrás, el novio de la rubia no se despego de Medusa en ningún momento.
—Shizuka...
—hablo Ana y todas notaron el gran rubor que esta tenia, así como ella
respiraba fuerte por una debida falta de aliento—, Shizuka... tu novio
es asombroso.~
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