Weekend work
Solo se va una vez al infierno, así que solo se puede hacer una cosa en la vida, morir y ser siervo eternamente en el cielo o reinar en el infierno. Naruto no expandió el imperio industrial que le fue conferido comprando a las surgientes compañías rivales, pero si explotando sus talones de aquiles para darse una vida de lujos y privilegios, apenas era medio día y Naruto ya estaba disfrutando de un martini en esa habitación de hotel de tres estrellas que estaba bajo su firma.
—Es un buen martini, Sarada-chan —dijo Naruto tras dar el primer sorbo a la copa sentado junto a la pequeña mesa que venía incluido en su habitación personal.
Con un lindo y elegante vestido, la Uchiha estaba de pie a lado de su jefe recibiendo el alago con mucho aprecio queriendo más cariño del dueño de su cuerpo.
—Naruto-sama quiero que haga algo más por usted acaso, algo con lo que pueda satisfacerle~ —decía Sarada, cuando había inclinado su cuerpo para mostrar su escote al rubio esperando tentarlo olvidando que cosas como esta era de poco efecto con su jefe.
—Tranquila Sarada-chan —puso su mano en el trasero de su secretaria mas joven y apretó sus tiernas nalgas haciendo que se sonrojara por el gesto la pelinegra—, después tendré tiempo para ti.
Hizo un puchero la Uchiha, cosa que nunca llego hacer cuando era niña con sus padres lo hacia con su jefe-amante. Era ella la amante.
—Señor, Naruto-sama —de la puerta principal de la habitación entro Mabui—, su invitada ya esta aquí.
Una chica de cabello rubio, joven. Como de la edad de Sarada entró a la habitación delante de Mabui, de dos coletas en su cabello y de notable par de grandes senos escondidos debajo de esa gabardina de cuerpo completo. Claramente se le lograba ver avergonzada en su mirada, era lo que le gustaba ver a Naruto en su invitada.
—Hola, señorita Lucy Heartfilia. Que bueno es volver a verla —saludo tras ponerse de pie y recibir a la joven de forma caballerosa, tomando su mano derecha donde le dio un beso en la ante palma. Cosa que irrito a Mabui, pero lo oculto. En cuanto Sarada estando a espaldas de su jefe. Se lleno de Rabia al ver como recibía tan elegante a la zorra del momento—. Dejenos solos.
—Si, Naruto-sama —dijeron ambas secretarias de Naruto, abandonando el cuarto del hotel, una manteniendo la compostura mientras la otra trataba de matar a la perra que le vino a quitar a su jefe. Aunque eso solo sería por unas horas.
Ya a solas, Naruto hizo pasar mas adentro del cuarto a la rubia quien no dejaba de mostrar su cara avergonzada y llena de remordimiento, deseando que algo acabara con su tortura.
—Te ofrezco un martini —extendió su mano con una copa dejada por su linda Sarada para él y la perra que tenia ahora.
—Por favor, solo terminemos con esto —dijo Lucy, con el mismo tono que su cara reflejaba.
Eso molesto a Naruto. Tomo ambos martinis y tomo uno después del otro para al final tomar a Lucy por sus coletas y jalar de ella.
—¡Kya! —grito de dolor.
—No le digas a tu jefe que hacer de forma tan arrogante —exclamo Naruto con un aura mas machista—, te recuerdo cual fue el trato que acordamos, Lucy Heartfilia. Compre la inutil compañía de tu padre para que no perdiera nada, a cambio. Tu cuerpo sería mió. Ese fue el trato que me ofreciste. Ahora vamos, muéstrame tu cuerpo, Lucy-chan.~
Avergonzada, dio un paso lejos de Naruto. Le dio espacio para que se quitase ese saco y revelase su cuerpo desnudo debajo de la enorme gabardina. Sus redondos y firmes senos y su gordo trasero blanco se mostraban ante él.
—Eso es, que buena perrita tengo.
Hacia un par de años que la rubia fue a con Naruto para suplicarle salvar la perdida compañía aseguradora de su padre que se estaba yendo a la quiebra por diversos motivos. Sin embargo para el Uzumaki, la compañía de su padre no tenia ningún valor de mercado que le interesase, así que Lucy ofreció su cuerpo a cambio de salvar el negocio de su padre. Pero nadie le dijo que una vez ofrecida a Naruto, poco o nada la iba a soltar de sus garras.
—Vamos, chupa con mas entusiasmo Lucy —de pie junto a la cama, Naruto recibía una felación de la parte de la chica sin dejarle usar sus manos—. ¿Sabe bien, no es así? Te gusta el sabor de mi pene.
—S-si, es muy sabroso… —mentía, para no ser maltratada por él, sin embargo no podía engañar a Naruto.
—¡Entonces traga lo todo, puta desvergonzada! —volvió a tomar a Lucy de su cabello y la hizo engullir su pene por completo, decidió follar la boca de la rubia con rudeza—. Vamos, vamos, vamos, vamos. ¡Eso es! Te gusta como sabe mi verga ¿no es así?
Apenas si podía respirar, cada empuje del pene de Naruto la asfixiaba. Sus pupilas apenas si podían mantenerse centrada, la boca de Lucy se le escurrían los fluidos preseminales del rubio como la saliva mezclada del Uzumaki.
—¡Tragate lo todo, Lucy-chan! —se corrió en su boca, clavando hasta la garganta de la chica su enorme pene eyaculando aquí, dejando ella que se desbordara parte del semen de Naruto sobre su pecho—. ¿Porque lo desperdicias, estúpida? Como sea, limpia mi pene con tus tetas.
—...Si —exclamo sin voluntad.
Envolvió en sus pechos el pene de Naruto como le indico, eran grandes y casi duros, podía decirse. No eran falsos, eran reales pero los senos de Lucy eran rígidos por una razón. Después de jugar con los senos de la rubia, el Uzumaki la tenia sumisa dentro de la cama.
—¡Grita más, dejame escuchar tu voz de perra, Lucy-chan! —había incrustado su pene en el culo de la rubia, empujaba su polla con violencia pura, forzando al agujero de la rubia a tomar su miembro. Esto mientras le golpeaba en sus nalgas.
—Por favor… ¡Kya! —recibió una nalgada mucho mas fuerte por parte de Naruto—. En serio… se mas gentil. Mi vagina no va a aguantar este nivel de intensidad.
Dejo caer su cara contra la cama mientras que Naruto incrustaba su polla mucho mas profundo en Lucy golpeando la entrada de su útero, la cabeza de su pene parecía estar a nada de atravesar a su matriz. Su cuerpo reacciono de la única forma que no quería, un orgasmo termino recorriendo su vagina hasta bañar la polla del rubio Uzumaki.
—¿Quieres que sea más gentil? ¿Pero por que? —sonaba arrogante Naruto—. Mira que tu vagina aprieta mi pene con mucha pasión. Te gusta que te someta verdad, seguro que ni siquiera alcanzar el orgasmo con tu novio.
—Claro que no… —Lucy trataba de no ceder ante el placer animal que la sometía el hombre que salvo la compañía de su padre por interés.
—¡Siempre dices lo mismo! —subió la intensidad con la empujaba su miembro, los empujes eran mas dolorosos como lo eran mas continuos, lagrimas iban resbalando de sus ojos mientras sentía que su cuerpo iba a partirse en cualquier momento desde adentro—. ¡Pero al final terminas queriendo que te coja más! ¡Dilo, quiero oírte!
—¡No! —mordía la almohada para soportar el dolor—. ¡No quiero ceder… no quiero!
No paso mucho tiempo antes de que Naruto la doblegara y la pusiera a sus deseos, cualquier mujer que tuviese el Uzumaki en su camino la terminaba poniendo a cumplir sus deseos. Jugo con Lucy aun después de romperla y doblegarla, al final tenía a la rubia con senos de nuevo alrededor de su polla, salvo que la punta de su miembro sobresalía de sus tetas y era acariciado con mucho entusiasmo con la boca de Heartfilia, donde el semen de Naruto se escurría de su boca manchando su escote y su nariz.
—¿Lo ves? ¿No te lo dije? Al final terminarías pidiendo más de pene —se regocijaba en su triunfo Naruto—, mira que ya van tres veces seguidas que usas tus tetas y tu boca para exprimirme mi leche y no paras de chuparme.
—Es que, sabe tan bien~ —una expresión indecente por parte de la chica sin importarle que toda su cara se iba manchando mas cada vez, del esperma del Uzumaki—, Naruto-sama~ deje que coma un poco más de su delicioso semen.~
—Claro, Lucy-chan. Come todo mi semen que quieras.
¿Quien era responsable de esta actitud de Naruto Uzumaki fuera la de un adicto al sexo y de someter a las mujeres a sus deseos mas bajos, tanto así que no tuviera control día y noche para terminar teniendo un harem en su trabajo que le complaciera sin reproches? Su nombre: Tsunade.
Fue hace años, cuando todavía era un muchacho y apenas si interactuaba con quien sería su esposa en un futuro. Por ahora, solo se preocupaba por cumplir con todas las demandas que su jefa cuando empezó a trabajar para compañía Konoha.
—¿Quiere que vuele a Shangai? —pregunto un peligris con un enorme cubre bocas de tela estirable que le cubría más allá de su boca y nariz, también su ojo izquierdo. Con un elegante traje negro y corbata, miraba confundido a quien era la entonces jefa y dueña de la compañía—. Tsunade-sama porque quiere que vuelva, apenas si he vuelto de ese largo viaje.
—Lamento hacerte volver cuando apenas has regresado pero necesito que vuelvas, porque hice que el presidente la compañía Xiung Shengui ceda y me venda todos los derechos como sus propiedades. Tu eres el indicado para ir a recolectar su firma Kakashi —exclamo Tsunade, una mujer de unos cuarenta años de tan desapercibido escote que no dejaba presumir en ningún momento.
—No puedo negarme a sus decisiones —no tuvo mas opción que aceptar, no después de cerrar el ojo luego de mirar por una milésima de segundo el presumido escote que presumía su jefa—. ¿Molesta si primero paso a comer algo antes de irme en el avión?
—Ve.
Tomo la carpeta que Tsunade le extendió para recolectar la firma que necesitaba para adquirir legalmente dicha empresa. Viendo la rubia cuarentona como se iba el chico sin mas palabras que decir.
—Es un buen muchacho ¿no crees? —parecía hablar sola ahora, se puso de pie para estirarse fuera de su escritorio.
—Si, es agradable —respondió Naruto, comenzó como asistente de la misma Tsunade quien pasaba desapercibido, hasta este día.
—Pero tímido con las chicas, y ese temor suyo a los germenes ¿me pregunto si será gay? —pregunto, habiendo ignorado por completo la ultima respuesta que le dio el chico que se mantenía de pie y en silencio a la izquierda de ella cual sirviente, pero en vez de usar un traje de pingüino, usaba traje y corbata como todo los demás.
—No lo creo —fue allí donde Naruto sería notado.
Extrañada de que fuese alguien que respondiera sus preguntas al aire, Tsunade volteó y se percato del chico, muy joven y fresco, notablemente a su hábil perspectiva era un chico virgen. Perfecto para ella, sin embargo también podía notar era tonto.
—¿Quien eres tu por cierto? —pregunto Tsunade tras examinarlo en un instante de verlo.
—Soy Naruto —acomodo su voz—, soy Uzumaki Naruto, Tsunade-sama. Su nuevo asistente.
—¿Asistente? No recuerdo haber contratado un nuevo asistente —declaró—, Shizune.
Desde entonces, ella ya trabajaba para la compañía, siendo asistente de Tsunade y después de Naruto.
—¿Si, Lady Tsunade? —entró en la oficina en cuanto escucho que la llamaban, como si hubiese calculado bien el momento en el que le llamarían por el nuevo chico que trabaja con ellas.
—Porque no me habías dicho que me contrataste un nuevo asistente ¿desde cuanto ha estado conmigo aquí?
—Desde hace tres meses. Aun esta en periodo de prueba, Lady Tsunade. Aun no ha sido examinado para el puesto —respondió Shizune caminando hasta la rubia de 105 cm. Dejando sobre su escritorio una hoja de entrevista para solicitantes.
Tomo la hoja Tsunade y la puso entre otros papeles en su tabla.
—Muy bien, tu entrevista formal comienza... —tomo una pluma y libera la punta—… ¡Ahora! Sígueme, tengo cosas que hacer.
Naruto siguió a la madura por todo el edificio como su puesto lo dictaba, contestando cada pregunta que le hacia proveniente del formulario mientras la veía atender problemas con pocas palabras a sus distintos lideres de departamentos laborales.
—Nombre completo —Tsunade caminaba rápido, sin la necesidad de mirar adelante lo que se le atravesaba en el camino.
—Uzumaki Naruto, tengo 18 años —respondió, buscaba caminar a su veloz ritmo sin perder de vista la espalda de la mujer y su cabello.
—Lady Tsunade tengo la confirmación para grabar el siguiente comercial para la nueva marca de la confitería.
—Supervisa la filmación y llevalo con mercadotecnia cuando el producto este filmado —le respondió la cuarentona—. ¿Nivel de estudios? —pregunto, pero a lado un hombre acargo de uno de sus departamentos en el edificio le hablo.
—Primaria hasta el quinto grado —respondió Naruto—, por motivos de mi familia decidieron contratar un profesor que me enseñara en casa…
—Nivel de estudio cero —anoto en la hoja—. ¿Experiencia laboral?
—Seis meses en almacenes de Fedex, cuatro como personal de limpieza en el hotel Goldfield, cuatro como mesero en el restaurante moüset —la respuesta no cambiaría la ultima anotación de Tsunade.
—Experiencia laboral cero.
Otro de sus jefes directivos apareció inconforme con un reporte en manos.
—Lady Tsunade sobre esto…
—Entregalo a Manfred y que lo corrija antes de que me lo presentes —dijo sin voltear a ver a su personal porque anotaba la información de Naruto, para poder enfocarse en él—, no tienes experiencia laboral ni una buena capacitación de estudios y ¿quieres trabajar para mi?
—Mi familia fue quienes hicieron la recomendación sobre mi —decía Naruto con algo de miedo al ver que no causaba una buena impresión a Tsunade—, creo que solo querían deshacerse de mi de una vez.
—No lo dudo, la familia Uzumaki es una de las poderosas como llena de influencias en los negocios, a quienes no le sirven los desechan. Lo siento pero es tu realidad —dijo sin importarle si heria emocionalmente a Naruto o no.
—Descuide, la verdad espero valerme por mi mismo —una respuesta que si le agrado a Tsunade.
—Si vas a hacer mi asistente debes tener varias cosas —explicaría Tsunade—, como mi asistente personal eres invisible pero visible a mis necesidades. Debes conocer mis necesidades antes de que yo las solicite, no hablaras a menos que yo te lo pida cuando estés conmigo en reuniones privadas.
—¡Entendido!
—¿Que te acabo de decir? —un juego psicológico—. Vamos al elevador. Como mi asistente debes estar preparado para cualquier tarea que te solicite, sea que vayas hasta la cafetería por mi desayuno o te mando al otro lado del mundo por un abrigo que haya olvidado en un restaurante. Oye Naruto. Mis ojos están aquí arriba.
En el elevador personal de Tsunade, Naruto vacilo por un momento y cuando la madura mujer le hablaba cara a cara, sus ojos se perdieron en el espacio expuesto del escote atractivo que ella cargaba.
—¡Lo siento, no quise!
—Deja ya, cállate —exclamo decepcionada, pero entonces paso a una pregunta mas del formulario—. ¿Porque quieres trabajar en para Konoha, dime?
—Bueno… quien no querría trabajar para la compañía Konoha… es una institución —respondió tras pensar bien sus palabras.
—Bien dicho —impresiono a Tsunade, pero entonces chasqueo ella a su cara para que quitara sus ojos de donde no debía mirar como idiota—. Naruto, mis ojos siguen aquí.
—Hamm… —no supo si disculparse o solo callarse y mirar con vergüenza a otro lado.
Dio un suspiro ante la actitud virgen de Naruto, Tsunade hizo algo que seguramente muchos desearían que les pasase en vida si la topaban. Agarro al rubio por su cabeza y sin darle aviso puso su cara en medio de sus pechos y lo sumergió, unos cinco segundos de suavidad que para Naruto fueron eternos.
—...Tsunade-sama —quedo sin palabras.
—Grabate esa sensación y espera a que llegues a casa para masturbarte —dijo con seriedad, dejo de encarar lo hasta ver como el ascensor llegaba a la planta baja—, vamos. Hay muchas cosas por hacer.
Obedeció la indicación y espero hasta el final del día cuando estaba en su casa de soltero, donde Naruto sin poder dormir se la jalo recordando la sensación de estar en medio de ese enorme escote de Tsunade que veía cada día.
Así empezó la vida de Naruto Uzumaki como asistente de Tsunade, parecía ser un trabajo agotador y sobre cargado; pero con el paso de los días y con los consejos de Shizune Naruto consiguió prevalecer como estar a la altura de las demandas como exigencias de Tsunade, solo eran Shizune y él quienes cumplían todas las solicitudes de la mujer a pie de la letra. Todo estaba bien, sin embargo Naruto aun no conocía el secreto detrás de cada persona que ha estado en el asiento de Tsunade desde antes de ella.
Los meses habían pasado y Naruto trabajaba en el principal edificio de la compañía como era habitual. Bajo hasta la recepción del edificio para recibir personalmente un paquete de mensajería que venia para Tsunade, donde venía escrito que era un paquete que debía ser entregado con urgencia a la madura. Así que no perdió tiempo y subió hasta llegar a las puertas de la oficina de su jefa.
—Oh, Naruto. Subiste rápido —saludo Shizune sentada en el escritorio que le correspondía a las afueras de las puertas de la oficina de Tsunade.
—Llego este paquete que dice urgente, es para Tsunade-sama —exclamo el rubio poniendo dicho paquete a lado de la mesa de quien vendría siendo su senpai.
—Tendrás que esperar, Lady Tsunade esta en una conferencia ahora mismo Naruto. No querrá ser molestada —dijo Shizune ignorando el paquete.
—Solo entraré y lo pondré a un lado de su escritorio sin que me note —comento animado, ya no era el chico tímido. Seguía siendo respetuoso pero siendo ahora un chico con mas confianza en el ambiente laboral en el que trabajaba.
—No Naruto, no puedes entrar —le reprocharon.
Eran casi habituales, pero de dos a tres veces a la semana Tsunade sostenía reuniones o conferencias donde ni Shizune podía entrar, cosa que ni a Naruto podía estar, habían otras reuniones donde si podían estar sin ser notados, pero no en estos.
—¿Y ahora que? —vino alguien de uno de los departamentos pidiendo ayuda a Shizune por un tema de trabajo que exigía su presencia—. De acuerdo, voy.
Dejo a Naruto con la puerta cerrada a la oficina de Tsunade, donde el chico se mantuvo en silencio mirando a Shizune alejarse lo suficiente como para armarse de valor y entrar a la oficina de su jefa.
—¿Tsunade-sama? —pregunto Naruto al ver que no estaba su jefa tal como Shizune le había dicho, no había dentro de su oficina—. ¿No dijo Shizune que estaba aquí?
Curioso, después de mucho dio una vuelta en la oficina de la mujer cuyo cuerpo y voz le fascinaban que también vivía en sus húmedas imaginaciones. Pero de tanto pasar la vista, Naruto se dio cuenta de que en la pared, una superficie se resaltaba apenas.
—¿Porque hay una puerta aquí? —se cuestiono Naruto. Sin que Shizune estuviera cerca, dejo que su curiosidad le pícara, pero como gato termino muriendo por ser muy curioso.
Un leve toque a la puerta y abrió un pequeño espacio, dejando ver algo que sin dudas dejo muy perturbado a Naruto ese día.
Esa puerta llevaba a una habitación secreta de Tsunade, la misma oficina que heredaría Naruto años mas tarde para hacer trabajar a sus secretarias-amantes-putas todos los días.
—¿Eh?
Cinco no, seis. Que va, eran ocho hombres de tes oscura cual la noche teniendo sexo sin desenfreno con su jefa.
—¡Tsunade-sama, chupe mi pene! —pedía uno de estos mientras la cuarentona mujer aplastaba la pelvis de uno de estos tomando todo su hombría mientras tenia en cada mano el pene de otros, dejando a los otros deseando que ella usara su boca para complacer a uno de ellos.
—Que te pasa, ella va a chupar mi polla —peleaban entre ellos por la siguiente mamada de Tsunade.
—Oigan, oigan tranquilos~ —dijo Tsunade dejando que los otros pusieran sus penes sobre su cara—, puedo con todos al mismo tiempo chicos.~
Unos segundos con uno, unos segundos con otro. Así iba Tsunade engullendo el pene de cada uno de estos sujetos, el olor a sexo impregnaba el aire, la falta de decencia era agobiante, pero la cara de Naruto era de estupefacción, sin duda era una muestra de perversión dejado a un bajo nivel de indecoro. Tan impresionado quedo que no se movía, tuvo que ser Shizune quien lo sacará de trance y quien lo sacara de aquí.
—¿Shizune? —exclamo perdido cuando vio que ella fue quien lo tomo por el cuello detrás de su camisa y lo alejo, cerrando esa puerta secreta en la oficina de Tsunade.
—¡Te dije que no entrarás Naruto! —lo llevaba a empujes fuera de la oficina—. Vamos olvida lo que te viste. ¿Me oíste? Tu no viste nada allí.
Tal como la ultima vez, cuando Naruto volvió a su pequeño departamento donde vivía de forma independiente no pudo consolar el sueño tan fácil, tenia que sacarse la traumante como exquisita imagen que tuvo de Tsunade teniendo sexo con mas de un hombre en la oculta habitación que tenia. Sin preguntarse que rayos era lo que vio, aunque era evidente lo que paso.
—Lady Tsunade ¿Lo hizo a propósito verdad? —Shizune se quedo hasta tarde con su jefa.
Tsunade había vuelto a sus actividades como cabeza ejecutiva de la compañía con ayuda de su primera asistente quien solo la miraba desde el otro lado de su escritorio mientras ella llenaba unos documentos a mano.
—¿Se asusto?~ —puede que si lo hizo a propósito—. Seguramente se esta masturbando porque no puede dormir.
—¿Que piensa hacer con él?
—Nada que no haya hecho antes Shizune —Tsunade se levanto y camino hasta su asistente—, creo que ya es momento de hacer de que el niño tonto de Naruto se vuelva mi nuevo juguete sexual.
—Lady Tsunade no hay momento en el que no piense hacer algo así con los asistentes que le contrato —un rubor cubrió de forma leve las mejillas de Shizune cuando dio un paso atrás cuando su señora se acercaba cada vez más a ella.
Puso a Shizune contra la pared y la atrapo poniendo su brazo derecho a lado de ella para acorrarlar la mejor. Sin que dijera ni una sola palabra más, Tsunade tomo a su asistente de su mentón y la hizo levantar la cara, solo para tomar un beso de ella. Si con la larga lista de asistentes que ha tenido todos cumplían con las mismas cualidades, inocentes, ingenuos y vírgenes; si se aprovechaba de ellos hasta exprimirles todo en sus bolas no podía ser excepción que ella hacia alguna que otra cosa con Shizune.
Los días pasaron y Naruto actuaba como si nada con Tsunade como si ella en turno. Pero por dentro no podía dejar pasar la imagen, solo mirarla a la cara hacia que el rubio le regresaran esas imágenes picaras de su jefa y mirar furtivamente su escote no era lo mismo.
Esta vez se encontraba hasta tarde ayudando a Tsunade a terminar con extenso papeleo en su oficina, nadie en el edificio se encontraba mas que ellos y los guardias de la entrada en la planta baja. Pero con 127 pisos de separación, solo eran ellos dos.
—Por fin, supongo que podemos dejar todo aquí, por esta noche —exclamo Tsunade luego de revisar y corregir los registros de contabilidad con Naruto sentado en una de las esquinas de su mesa pasando los datos al sistema.
—Claro, Tsunade-sama —contesto el rubio, guardando el archivo tras cargarlo una segunda vez para asegurarlo. Cerrando la portatil después de un largo turno.
—Dios, mis hombros están entumidos —sobaba dicho lugar—, se lindo Naruto y dame un masaje.
—Mm… ¡Si! —dudo un momento, la imagen de ver desnuda a la mujer que tenia enfrente seguía picando la perspectiva de Naruto cada que veía a Tsunade. No sabia como reaccionar con ella.
Respiro profundo antes de cumplir con su demanda. Fue dando dicho masaje a Tsunade dejando salir uno que otro sonido que podía causar que esas imágenes que quedaron gravadas en Naruto volvieran a tal grado que hicieran que su pene despertará como cuando te hacen pasar al frente de la clase para exponer un tema y tu titan se levanto primero.
—Eso es, que bien lo haces, Naruto.~ —Tsunade noto que el chico trataba de mantener la compostura, de reojo lo miro y noto que miraba en otra dirección como si no quisiera pensar en lo que no debía pensar. Era el momento adecuado para Tsunade para pone sus manos en Naruto. Agarro las manso del rubio chico de ojos azules y las llevo dentro de su escote para que tocará mejor sus pechos.
—¡Tsunade-sama! —se paralizo, no podía creer que sus manos ahora estaba tocando el prodigioso busto de Tsunade pero percatándose de que ella llevo sus manos hasta aquí.
—Vas a decirme que no es algo que has querido hacerme~ —mostró su cara y voz seductora Tsunade, aun teniendo las manos de Naruto bajo su control; las manipulo para que jugaran con su escote bajo su ropa tocando la carne inalcanzable de la mujer—, vamos, vas a decirme que no quieres jugar ellos ¿Que es lo que piensas de ellas? Son suaves no te parecen. Seguramente has querido poner tu boca para averiguar a que sabe mi leche.~
Sin palabras, era lo mejor que podía hacer Naruto ya que un nudo en la garganta le impedía hablar, Tsunade tenia razón, tanto lo había esperado Naruto.
—Tsunade-sama...
—Sabes este trabajo es muy estresante Naruto —decía Tsunade—, llegar a casa no es suficiente, como jefa y dueña de esta empresa solo hay algunas cosas que pueden aliviar el estrés que genera.
—...¿Eh?
Se levanto y poniendo su boca a la oreja de Naruto le susurro:
—El sexo.~
Rudamente, puso a su asistente sobre la mesa de su escritorio luego de apartar todo lo que había allí con violencia. Casi del mismo modo como Naruto trataría a Sarada tiempo después.
—Vamos, muestrame lo que tienes allí —le exigió que abriera sus pantalones y que le mostrará su ave—. ¡Mira esto! No solo la tienes dura sino, debo admitir que para tener una cara tan boba tienes un pene muy ejemplar. Que sabrosa se ve.
—Tsunade-sama… no creo que debamos hacer esto —quiso mantener su postura como chico inocente, aunque su subconsciente le reclamaba de que por fin ocurría lo que tanto había fantaseado—. ¡Argh!
La boca de Tsunade cayó en el pene de Naruto y sin tanta oposición del rubio disfruto de la mamada que su jefa le proporcionaba. La lengua de Tsunade envolvía su miembro con tanta agresividad y su boca le succionaba con mucha fuerza, que no paso mucho antes de que terminara eyaculando en la boca de su superiora.
—¡Ha, Tsunade-sama! —grito antes de venirse sin aviso adecuado en la boca de la rubia madura.
Su primera mamada y no pudo disfrutarla por mucho. Abrió los ojos y Tsunade estaba de pie nuevamente, limpiando de sus labios lo que quedo en su boca.
—Una buena cantidad de semen eyaculaste, pero por el corto tiempo que te tomo dispararlo puedo suponer que era tu primera felación —dijo Tsunade, con su lengua limpió sus labios las gotas de Naruto que le mancharon—, supongo que tampoco lo has hecho con una mujer todavía.
—Bueno… no presiono a Hinata para hacerlo así que...
—Esta es tu noche de suerte, porque voy a enseñarte lo que es estar con una mujer~ —hizo a Naruto mirarla poniendo su mano bajo su mentón y levantando su mirada.
Lo llevó a esa habitación oculta donde el rubio la descubrió, sería el lugar donde Tsunade lo haría su pequeño juguete como tanto dijo. Lo hizo quitarse la ropa y después fue ella quien descubrió su cuerpo sin ninguna pena ante Naruto dejando al chico boquiabierto, el cuerpo desnudo de Tsunade era mas cautivador de lo que llego a imaginar, mas de lo poco que la madura le llego a mostrar antes.
—Vaya, si que te gustan mis pechos —dijo dado que el Uzumaki no detenía su boca mientras chupaba de los pezones de Tsunade como un dulce por el que pelea contra nadie, él era el único esta noche que disfrutaría del cuerpo de su jefa—, dime te gusta esto.~
Tras dar un empujón al rubio dentro de la cama. Tsunade puso entre sus senos, la polla de Naruto y le complació como el novato que era con las mujeres.
—Te gusta como se siente tu virgen pene entre mis pechos —sus reacciones inocente eran de mucha diversión para Naruto.
—...Es genial —no se movía para nada, dejaba todo en manos de Tsunade.
—Todos los hombres con los que he cogido han puesto la misma expresión cuando su pene queda entre mis tetas —exclamo risueña la rubia madura—, y…
—¡Voy a venirme pronto Tsunade-sama!
—...Claro que no —dejo de usar sus 105 cm para estimularlo, de pie, piso el empalme de Naruto y lo fue provocando con su mismo pie para que no perdiera la sensación, se sentó en el pene de su asistente y dejo que su vagina tomara todo los centimetros que él tenia—, esta vez quiero que lo hagas… ¿Eh?
Apenas si su vagina atrapo la polla de Naruto y él sintió por primera vez el calor carnal interno de una mujer, se vino dentro de Tsunade. No aguanto ni cinco segundos esta vez, algo decepcionante para la madura como una vergüenza total para Naruto, tanto que tapo su rostro con sus manos.
—Lo siento, no pudo contenerme —dijo totalmente apenado por su inexperiencia.
—Si, ya vi —esto le causo un poco de molestia a Tsunade—, lo dejaré pasar, pero esta vez tendrás que aguantar mas tiempo.
Tsunade mantuvo el control esa noche, comenzó a mover sus caderas de forma suave para que su novato asistente para que su pene fuera acostumbrándose al sexo. Cuando sintió que por fin lo había asimilado, Tsunade aumento el ritmo de su cintura y fue aplastando la pelvis de Naruto para que sintiera el éxtasis con ella.
—Te gusta como mi vagina abraza tu tierno pene~ —pregunto la madura dejando que su asistente volviera a poner sus dientes en sus pechos, esta vez mordiendo con mas entusiasmo sus pechos, le parecía tierno el entusiasmo de Naruto por succionar sus pechos—, tranquilo Naruto; no seas tan agresivo. Por mas duro que chupes no va a salir nada de mis senos.
—Tienen un buen sabor —dijo sin dejar de morderlas.
—Ahora si estás durando —comento mirando como su trasero tomaba todo de Naruto con mucha facilidad—, esto es tan estimulante.~ tener sexo con un chico virgen como tu es de lo mejor. Vamos, correte conmigo Naruto.
Hizo a Naruto sentarse sobre la cama y aun con su cara como sus manos abrazando su cuerpo, Tsunade tenia el control absoluto.
—¡Tsunade-sama! —empezó a gritar su nombre.
—¡Hazlo que te lo ordeno! —le molesto que el chico tomará su tiempo mas que antes.
—¡Tsunade-sama! —grito mas fuerte esta vez. Disparando su esperma dentro de Tsunade con mas intensidad como cantidad en su interior.
Esa sensación le encanto a Tsunade, Naruto no lo vio entonces pero una expresión totalmente indecente puso su jefa al disfrutar jugar con chicos puros como Naruto.
—¿Que te pareció tu primera vez?~ —pregunto la madura levantándose de la cama donde dejo al Uzumaki seco. Agitado, Naruto solo podía ver la espalda de Tsunade como el trasero de la mujer—. Ahora tengo que decirte un par de cosas. No eres nadie especial para mi, así que no te confundas. Para mi solo serás un juguete sexual con el que divertiré cada que yo quiera, no cuando tu quieras.
—¿Eh? —quedo muy perdido Naruto, lo dejo seco Tsunade.
—No quiero que vengas después a decirme cosas cursis como que me amas y así, como te dije solo eres un pozo de semen para mi, no pienses que eres especial —dejo mas claro—, así que aprovecha este tiempo que estés conmigo para aprender y aprovecha lo que te voy a enseñar para cuando quiera coger con tu novia.
—Si usted es quien lo dice —exclamo pero entonces decidió actuar como un joven simpático —. ¡Estoy a los deseos de Tsunade-sama!
Así comenzó una nueva etapa para Naruto, ya no era solo el asistente personal de Tsunade, también era su amante-juguete sexual. Claro si contamos esto desde la perspectiva de una mujer, era una tortura serle infiel a su fiel pareja masculina, pero si el juguete sexual era un hombre es un héroe al que admirar. En fin, la hipotenusa.
—Lady Tsunade, donde tiene a Naruto —pregunto Shizune días mas tarde, el rubio habia desaparecido y ella requería de su asistencia.
—Esta ocupado cumpliendo una tarea muy importante para mi —exclamo Tsunade, notando su primera secretaria que la rubia cuarentona esta sudando mas de la normal. El aire acondicionado estaba al máximo—, vaya si que hace calor.~ —se quito su saco y revelo esa blusa sin mangas que traía abajo.
—Como usted diga, lady Tsunade —Shizune no era tonta, sabia bien donde lo tenía.
Dejo la oficina de la rubia, Tsunade por fin se relajo como dejo a su voz escapar los sonidos lascivos que le provocaban la lengua de Naruto. Tenia a su asistente debajo de su escritorio y le dio la tarea de provocar sensaciones con su lengua, durante mas de una hora. Naruto acarició los labios de la vagina de Tsunade y la saboreo por dentro. Pero ahora que entro Shizune, su rostro fue aplastado por las carnosas piernas de su señora, pero no fue impedimento como para que dejará de comerse la vagina de Tsunade hasta conseguir que se viniera como ella deseaba.
—Buen trabajo Naruto —exclamo la madura contenta como mojada por el orgasmo que le provoco.
En otra ocasión Llevo a Naruto a un mejor hotel donde se puso a exprimirlo con mas tiempo, dejando que su asistente tuviera mas iniciativa, pero sin dejar que la controlará.
—Tsunade-sama —repetía el Uzumaki estando encima, moviendo con mas practica, sus pelvis contra el coño de su jefa.
—Vamos, empuja mas duro~ que tu pene alcance nuevos lugares en mi vagina —decía la rubia madura divirtiéndose con el rubio.
—¡Si!
Los empujes de Naruto se hicieron mas entusiastas, causando más estimulaciones a Tsunade.
Le enseño mas tarde, técnicas nuevas para complacerla, poses que debía tomar si quería divertirse con ella y causarle mas sensaciones.
—¿Lo ves Naruto? Con esta pose tu pene llega mas profundo dentro de mi —encima del chico, con su espalda dejada caer sobre él, su pene le raspaba en puntos sensibles en su interior, Tsunade—. Muévete ahora y complaceme con ese pene tuyo.
—¡Tsunade-sama! Creo que voy a correrme pronto —dijo el rubio, sus bolas no podían contener mas el esperma que se estaba generando.
—Hazlo fuera Naruto, quiero que lo hagas… fuera.
—¡No! —abrazo a la mujer, la sostuvo de sus pechos y empujo a un nuevo nivel su polla dentro de ella golpeando con mucha insistencia su miembro hasta correrse. Desobedeciendo una orden directa de su jefa.
—¡¿Pero que haces?! —la hizo enojar—. ¡Te dije que lo hiciera afuera, pequeño idiota! —mas que asustarlo, parecía estarle generando un trauma, la forma en la que reacciono y le levanto la voz, bajo la confianza que tenia Naruto entonces—. ¡Te dije desde un comienzo que no es un día seguro, te deje no usar condón con la condición de no venirte dentro. Lo ultimo que quiero es embarazarme y mucho menos de un mocoso como tu en serio crees!
—Tsunade-sama, lo lamento —trato de disculparse, pero ella no le dejo.
—Arruinaste la noche —fuera de la cama, ella comenzó a vestirse sin darle la cara a su asistente—, como sea ya vete a tu casa. Niño estúpido.
Eso pudo arruinar la relación sexual que tenían. Después de la primera vez, Naruto ya no podía sacarse de la cabeza la imagen de Tsunade ni la necesidad de tener sexo con ella, entonces salia con Hinata, sin embargo su relación como novios era muy pura, ella era inocente todavía, no quería manchar su pureza e inocencia hasta el día adecuado. Quien vendría a salvar su inminente necesidad de estar cogiendo casi a diario, aunque sea por una noche, seria Shizune.
—Venga no te pongas triste Naruto, ella siempre ha sido así de manipuladora con los hombres, solo busca satisfacerse con ellos y luego los vota como basura —conversaba con Shizune luego de que la pelinegra se lo llevara a casa tras ver por varios días lo inanimado que estaba él, escucho lo que paso y no se sorprendió, no era el primer asistente sexual que tenia Tsunade ni tampoco el primero que votaba tras arruinarlo—. Perdón no quería llamarte basura.
—Esta bien, me siento peor que eso —exclamo Naruto, vio la hora y sabia que debía irse—, creo que ya es tiempo de que me vaya a mi casa.
—¿A estas horas? —eran por allí de las dos de la madrugada—. Quedate a dormir, insistió.
—¿No seré una molestia? —tampoco quería importunar.
Solo podía ayudar a levantarle el animo de una sola manera, sabia Shizune.
—Ven aquí —mas bien fue ella ha Naruto y puso sus manos en los hombros del muchacho—, porque no me enseñas lo que has aprendido con Lady Tsunade, puede que tu y yo podamos ser compañeros de trabajo con beneficios.~
Luego de guiñarle el ojo a Naruto tras lo ultimo, terminaron metidos en la cama del departamento de Shizune, donde mutuamente estaban usando sus bocas para complacerse, siendo la pelinegra de corto cabello quien estaba encima del rubio, se devoraba su pene con cierta facilidad a pesar de su tamaño.
—Tu pene sabe muy bien Naruto —no paraba de pasar su lengua por su polla, Shizune—. ¿Mi vagina sabe bien?
—Tiene un buen sabor~ —exclamo.
Sabia controlarlo, pero admitia Shizune que Naruto le provocaba mas sensaciones eléctricas con el roce de su lengua que cualquier otro que haya conocido. Después de probar las sexualidades de otro; por fin llego el momento del Uzumaki por tener el control de una mujer después de ser reprimido por Tsunade.
—Eso es Naruto-kun~ empuja mas tu pene… —puesta en cuatro, Shizune se derretía con la rudeza de la polla del Uzumaki—… que delicia, lo empujas con tanta violencia que mi vagina se viene cada que lo empujas.~
—Se siente bien hacerlo con Shizune-san —exclamo el rubio sin dejar de mirar la espalda de la mujer mientras chocaba su pelvis contra su trasero.
—Puedes decirme solo Shizune, ven aquí y besame mientras me follas.~
Se acerco a su boca, solo había besado hasta ahora a su novia Hinata, ni a Tsunade había besado; sin embargo esta vez con Shizune se trato de un beso lascivo, uno de lengua donde ninguno domino al otro, solo era puro placer.
—Besame mientras me coges, hasta que vengas~ y después quiero que me beses más, besame hasta que el aliento se te acabe —exclamo.
Mas que palabras, hubo puro calor, pasión y sexo, no le permitió separar su boca de su cuerpo a Naruto, dejo que le hiciera lo que quiera, si quería ser rudo o amable, insistente o tosco. Se lo permitió, no le limito ni le reprendió. Tuvieron sexo a gusto y ambos satisfacieron el mes reprimido de sexo que traían en secreto. Solo era el comienzo del levantamiento de Naruto como un dominante sobre las mujeres, como el inició de su historia.
—No seré Tsunade, pero podemos ser amigos sexuales si quieres Naruto-kun~ —le dijo después Shizune de todo lo que hicieron, una amistad sexual entre compañeros, algo sano para dejar escapar todo el estrés que se generaban al tener una mujer como Tsunade como jefa empresarial.
—Estoy encantado por seguir siendo amigos sexuales, Shizune —fue la respuesta alegre de Naruto, consiguió levantarle el animo como quería. Tal vez mucho más.
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