Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Sunflowers grow at night

 Milf of the dead

Este relato comienza con una pareja distinta a las que conoces aquí. Los girasoles crecían aun en la noche y el amor de esta pareja también, la noche era agradable por el calor de sus cuerpos, su mujer encima de su hombre cuando sus caderas se mecían con lujuria mientras en sus bocas bailaban sus lenguas sostenidas de las manos.

—Hisato... estas muy animada esta noche —dijo su esposo sintiendo el ritmo subiente de su mujer.

 estas muy animada esta noche —dijo su esposo sintiendo el ritmo subiente de su mujer

—Claro que no... me muevo como siempre, Norihito —exclamo Hisato, sentada en el regazo de su marido sin detener el acto de amor, ocultaba su rostro detrás del hombro de su marido, no quería que la viera haciendo un rostro pervertido cuando el clímax del amor llegaba.

Nada mejor que demostrar amor a quien amas. Sin embargo, no era suficiente amor para Azuma Hisato.

—Norihito, cariño —cubriendo su cuerpo con la sabana, la castaña mujer tenia una proposición que hacer a su esposo—, tu sabes que ya estamos en nuestros treinta años y... creo que es momento de tener un hijo.

—¿Tu crees? —pregunto con preocupación su esposo, obteniendo la confirmación de su mujer. Se sentía lista para tener un hijo y con nadie más ni menos que con su esposo—. Yo estoy dispuesto a tener un hijo contigo Hisato, ahora que he ahorrado grandes ganancias a la compañía gano dinero sin hacer nada y puedo pasar mas tiempo contigo en casa.

—¿Entonces? —parecía que su siguiente sueño de Hisato se haría realidad.

O tal vez no...

Tan solo a la mañana siguiente, quien era el jefe de su esposo, un hombre maduro con una cintura que demostraba se estaba dando la buena vida; vino a visitar a Norihito por un resultado negativo. El documento estaba sobre la mesa de la sala y en cuanto su esposo de Hisato lo vio, la vergüenza y como el sentimiento de humillación se apoderaron de él.

—Querido, calmate —trataba de hacer volver a la normalidad a su esposo.

—¡¿Calmarme?! ¡Hisato esto puede arruinarnos! —era la ruina total para él y su esposa.

—Tranquilizate Norihito, pude arreglarlo todo —dijo su jefe con mucha paciencia—, aun así no se puede negar que mi compañía perdió prestigio. Tendrás que volver al negocio para enmendar y pagar tu deuda.

—Pero... con mi salario, tardaré mucho tiempo en saldar la deuda —dijo el hombre de Hisato.

—Eso es cierto —entonces el hombre miro a la bella esposa que tenia Norihito—. Que te parece si tu esposa trabaja para mi también.

Ella tenia un mal presentimiento. En una ocasión anterior donde el jefe de su esposo visito a la familia para felicitarlo por el primer éxito en su compañía, ella llego a ser manoseada por él. El señor Hirano era un hombre de gran talento para los negocios y para el dinero, pero tenia un mal presentimiento con esta propuesta de trabajo.

O quizás el destino le depararía otra cosa.

—¿Todo esta bien allí, esta todo bien Hisato? —llamaba por teléfono su esposo.

—Si, todo esta tranquilo —Hisato Azuma se hallaba en la cocina, pero no la de su casa, sino en la de una residencia distinta—. La verdad no es lo que imagine, pero sigue siendo mejor de lo que pensé.

—Perdón amor, no es la vida que te prometí —lamentos de un hombre, es el tono en el que se escuchaba su esposo desde el otro lado de la línea.

—Esta bien, podemos solucionar esto, ya verás —exclamo la madura de cabello castaño.

—¿Eh? ¡Si Hirano-san, ya voy! —escucho a su esposo decir desde el otro lado de la línea—. Lo siento amor tengo que colgar.

—Esta bien, te amor... Ha —suspiro, pues en esa frase de despedida, su esposo termino la llamada antes de que le escuchará.

Como se dijo, Hisato estaba en la cocina de una casa que no le correspondía, era la casa del jefe de su esposo. Era una casa de una familia más que bien acomodada. No tanto como la familia Takagi, pero el solo ver el tamaño de la casa por fuera podías oler el dinero y éxito de la familia Hirano. Así es, el esposo de Azuma Hisato trabaja para el padre de Kohta Hirano y en este momento el hombre hacia un viaje de negocios por europa para recuperar lo perdido para su negocio. Un viaje que podía extenderse mucho.

—La verdad es que no es lo que imagine, pero si que es mejor de lo que pensé —decía desde su mente mirando la amplía cocina donde tenia que preparar la cena para dos personas. Ella también, así que serian tres.

Haciendo una mejor retrospectiva. De cuando el jefe de su marido cuando la trajo para mostrarle el trabajo que quería que realizará.

—Verás Hisato, mayor parte de mi tiempo la paso viajando de aquí a allá para crecer mi negocio. Y mi esposa esta fuera del país con su propio negocio —decía el hombre luego de mostrarle la casa—, tenemos dos hijos pero ni ella ni su hermano tienen la iniciativa para cuidar bien del todo esta casa. Verás que suelen pasar discutiendo

—¿Seré la ama de llaves? —pregunto Hisato.

—En pocas palabras si, quiero que alguien responsable cuide de mi casa y supervise a mi hijo y mi hija —dijo el maduro hombre.

Fue lo mas importante que vino a recordar Hisato de aquel primer día.

—Pasar todo el día siendo la sirvienta de una familia mas que bien, acomodada —decía un poco desalentada—, al menos no tengo que usar un atuendo de maid. Pero cuando menciono a sus hijos, no pensé que fueran... adolescentes.

Vino entonces un recuerdo más, de cuando la familia Hirano se reunió al poco tiempo antes de salir de viaje, se reunieron para conocer mejor a la primera novia del hijo del jefe de Norihito. Una cena formal en la enorme casa Hirano, donde Hisato pudo descansar tras la primera semana de empezar a ser ama de llaves y donde su esposo volvió a las oficinas para trabajar con su jefe directo, como su asistente.

—Les presento, ella es mi novia Kurashiki Reina —con vestimenta, rayando en la etiqueta. Kohta presentaba con rubor a su novia ante su familia. Solo puedo decir que estos eventos ocurren después de que él y su novia fueran descubiertos por la madre de Reina, luego de pasar por la prueba de la madre para aceptarlo como novio de su hija.

—¡Mu-mucho gusto, señor, señora Hirano! —un vestido negro de cuerpo completo con un saco blanco, Reina estaba nerviosa. No lo proceso hasta ahora, tal vez porque nunca había venido a casa de su novio, pero no espero que él fuese hijo de una familia de grandes negocios de escala internacional.

—El placer es nuestro, jovencita —dijo con mucha cortesía el padre Kohta.

—Vaya, eres una chica educada, además de linda —exclamo la esposa del señor Hirano, una mujer de cuerpo atractivo que seria fantasía para muchos—. Puedo ver de quien heredo su atractivo.

 —¿Eh? Por favor, me halaga Akari-san —la madre de Reina, Reika también se encontraba aquí para acompañar a su hija al conocer a quien seria su suegro mas adelante, se comportaba de manera distinta, menos estricta; era una mujer mas social

—¿Eh? Por favor, me halaga Akari-san —la madre de Reina, Reika también se encontraba aquí para acompañar a su hija al conocer a quien seria su suegro mas adelante, se comportaba de manera distinta, menos estricta; era una mujer mas social. Una invitación del mismo Kohta.

—Gata ladrona —una chica de cabello castaño oscuro con los brazos cruzados y una mirada malhumorada miraba de tal manera a Reina.

 —Gata ladrona —una chica de cabello castaño oscuro con los brazos cruzados y una mirada malhumorada miraba de tal manera a Reina

—¿Eh? —fue la expresión de mas de uno cuando la hermana de Kohta abrió la boca por primera vez en la velada.

—¡Shizuku, no seas grosera! —regaño la madre a su hija a pesar de las visitas.

De cabello castaño oscuro, otra joven de prominente escote a pesar de su joven edad, de la misma edad de Kohta, salvo que no eran gemelos.

Afuera de la casa, en el patio de la casa. Hisato con su esposo disfrutaban de la noche mientras adentro la familia Hirano y los Kurashiki se conocían mejor; ella pasaba un momento con su esposo.

—Son agradables a su manera —dijo Hisato acerca de los hijos de la familia Hirano—, al menos el chico Kohta-kun es amable, a pesar de ser tímido. En cuanto a su hermana Shizuku, se nota que le desagrado.

—Lo siento mucho —de nuevo, Norihito estaba disculpándose con su esposa.

—Basta, Norihito. Esto es una oportunidad —decía Hisato—. Una oportunidad para practicar para saber como tratar con un adolescente, antes de tener el nuestro.

Decía muy cómoda la madura castaña y joven, mirando de reojo como Kohta conversaba a gusto con su novia, la madre de ella y su familia.

—Pensar que el jefe de mi esposo me querría por mi cuerpo como para satisfacer sus deseos —palabras que pasaban por la mente de la mujer Azuma—, pero con una mujer como Akari-san siendo su esposa, seguramente esta mas que satisfecho. Aunque, no puedo evitar pensar que esa chica Reina va detrás de Kohta-kun por lo adinerada de su familia. ¿O tal vez me equivoco otra vez?

Las mujeres Kurashiki conocieron por primera vez a la familia Hirano, mas allá de Kohta. Aunque no a toda la familia Hirano.

Luego de enterarse de que su esposo emprendería un largo viaje con su jefe a través de los rincones de Europa para hacer crecer su negocio como joyero y de orfebrería a unas semanas antes de iniciar las vacaciones de verano. Hisato se quedo sola con Hirano y tras aprovechar para beberse un poco de licor dejado en las alacenas de la cocina. Kohta hablaba de su familia a una casi ebria Hisato.

—A veces no entiendo a Shizuku —contaba Kohta—, parece que le desagrado, pero también se comporta como especie de hermana sobre protectora. Akari-san es muy dulce y animada, como empalagosa a veces. Sobre todo cuando esta ebria, como Hisato-san en este momento.

—¿En serio? —apenas si se notaba el rubor en el rostro de la madura castaña pero con un poco de alcohol y ya estaba ebria—. ¿Sabes? No deberías llamar a tu madre por su nombre, es de mala educación.

—Akari-san no es mi mamá, Shizuku tampoco es mi hermana, de forma sanguínea —exclamo Kohta con un nudo en la garganta—. Papá y yo esperábamos a mamá para cenar, ella estaba volviendo por la carretera desde Kioto cuando perdió el control del auto y se fue por un barranco. Ambos sufrimos cuando llego la noticia, papá comenzó a comer para saciar el vació y yo como no tenia amigos desde entonces, no sabia como superarlo.

—Lo siento, no quise —Hisato fue detenida.

—Así que cuando me llego una vez de viaje a Estados unidos por sus negocios, conocí el mercado de juegos americano y vi como aprecian nuestra cultura, allí encontré una forma de superarlo, aunque tuvo sus consecuencias —su panza, no es que eso lo haga desagradable pero con los estándares de las femeninas de ahora—. Hace cinco años papá conoció a Akari-san y casi un año después me hice hermano de Shizuku. No será mi madre ni mi hermana sanguínea, pero las apreció por todo, sobre todo a Akari-san por sacar de la depresión a mi padre. También la aprecio, Hisato-san

—Kohta —antes quería al chico, ahora lo respetaba—, en unas semanas tu también sales de casa como tu hermana. Y me toca quedarme sola a cuidar su casa.

—Le pedí a Reina que venga de vez en cuando hacerle compañía —comento el otaku—. Shizuku ira con Akari-san a pasar el verano en Millan y yo, bueno hago un viaje largo.

—Vamos, cuéntame —le pidió la madura joven.

—Visito a un par de primos que viven en Rusia —fue a buscar una foto de sus familiares—, si. El apellido Hirano no es solo de sangre japonesa. Mi bisabuelo fue un soldado durante la segunda guerra, pero fue capturado en Manchuria por el ejercito soviético y luego de ser salvado por un medico ruso tras intentar hacerse Senpukku. Conoció a mi bisabuela, traerla a japón cuando acabo la guerra, pero con la ocupación americana, la deportaron a ella y no a mi padre ni a mi abuelo o su hermano, no sabia que estaba esperando un tercer hijo con mi bisabuela cuando la hicieron regresar. Pudieron estar en contacto y tras el ablandamiento de la unión soviética, se reunieron cuando mi abuelo se caso con mi abuela, su hermano se quedo en Rusia y se caso, como su hermano menor. Algunas veces nos reunimos toda la familia en navidad, en Rusia o en otro lado donde decidieron mudarse a otros lados del mundo, lo que hace que el negocio de papá pueda moverse.

—Así que eres japones y ruso a la vez —esto le fascino a Hisato.

—Yo diría que soy solo un Otaku —exclamo con modestia—, primero viajaré a Moscú a visitar a un primo mio que admiro mucho.

—¿Que es él?

—Es líder de un grupo mercenario que sirve al kremlin —contó—, incluso ha llegado a trabajar con mercenarios de otros países como Black Forest o el equipo 141. Solo así se les refiere.

—¿E-en verdad? —esto no lo esperaba.

—Luego iré a Dubai a visitar a otro par de primos. Mi tío dirige un grupo de seguridad para millonarios de alto poder y algunas celebridades —seguía hablando Kohta—. De hecho voy para la boda de mi primo Kazuki, se casa con la idol Otoha. Comenzó siendo su guarda espaldas, pero termino rompiendo las reglas de los guarda espaldas, no crees lazos con el cliente.

—Lo siento no conozco a esa tal Otoha, tengo gustos musicales viejos —dijo Hisato con pena.

—Es mas conocida por Europa y Arabia que en japón —dijo Kohta—. También iré a Londres y Estados unidos antes de volver —agrego al final.

—Si que le darás la vuelta al mundo —reconoció tras escuchar el relato.

Kohta como su hermana Shizuku se fueron a dormir, mañana les esperaba un día nuevo día de escuela. El turno de Hisato era completo, trabajaba de planta en otras palabras. Aprovechando esta oportunidad para practicar como si fueran sus propios hijos, Hisato dio un vistazo leve a ambos chicos cuando dormían, sintiéndose aliviada. Podía ir a dormir tranquila a su propia habitación en la residencia Hirano.

—Ojalá pudiera dormir tan fácil como ellos —pensaba Hisato.

Usando una pijama de color rosado con animales estampados de color rojo, en una cama mas que digna proporcionada por la casa Hirano, la mujer Azuma daba vueltas y vueltas en el colchón abrazando una almohada de la cama tratando de saciar la falta de su esposo en las noches, para poder dormir. Nadie lo sabía, pero a su esposo le pedía constantemente algo de atención marital antes de ir a dormir, no era algo que hiciera todos los días, sin embargo ya ha pasado casi un mes desde que su esposo regreso a trabajar de la mano directa del señor Hirano, su viaje era extendido y quien sabe si se extendería mas. Norihito le confirmo a su esposa, que no volverían durante las vacaciones de verano.

—No puedo aguantar esto —pensaba Hisato, mordía la almohada al no poder cerrar los ojos para consolidar el sueño ante la necesidad de satisfacer esa sensación entre sus piernas, la mano de la madura se deslizo a esta zona y entro debajo del pantalón en su pijama, acariciando la zona que solo reservaba para su esposo—, te necesito Norihito... te necesito... te necesito... necesito.~

La soledad, la desesperación, la incertidumbre pueden hacer que la gente haga cosas que nunca pensarían hacer.

—Recuerda Kohta, nada de ruso —soñaba Kohta a gusto en su propia habitación, no usaba una pijama para dormir. Solo una camisa holgada y unos pantalones cómodos, la sabana hecha a un lado para sentir el fresco del aire acondicionado.

Sin embargo justo como muchos pasamos, comenzamos soñando una cosa, y pronto terminos soñando con otra historia sin saber como llegamos a esto o porque. Con sus ojos abiertos como si fueran platos sin prestar interés al momento, si era real o solo un sueño, Kohta logro ver con claridad. Era la mujer Azuma quien estaba encima de él y sobre todo, encima con su pene incrustado en su vagina.

Para él era un sueño, pero se sentía demasiado real para Kohta. Desde la voz, el cabello de Hisato, el peso de la mujer encima de él y el calor que ella emanaba estando encima de Hirano. Sobre todo esa parte en la que sin darse cuenta que vio a la misma madura sacar por encima de su pijama, sus pechos porque se sentían ahogarse por el calor. Tratando de tener oculta su voz con su mano en la boca.

—Este pene se siente bien~ —la escuchaba decir entre sueños, Kohta, sin percatarse de que se trataba de la verdadera voz de Hisato.

Solo fue durante un par de segundos en los que nuestro Otaku mata zombies vio lo que penso fue un sueño, donde Hisato estaba teniendo sexo con él, o mas bien usandolo para satisfacer la soledad por su esposo viajando fuera del país. Pero nunca lo sospecho Kohta, para él. Solo fue un sueño.

En la mañana, con los hijos de la familia Hirano en la escuela, Hisato tenia que cumplir con el lavado de la ropa de los hijos del jefe de su esposo. Era una mañana tranquila, sin embargo la mente de Hisato estaba perturbada, pensamientos que le causaban un gran dolor de cabeza a medida que pasaba la ropa a lavadora y la secadora.

—¿Que rayos fue lo que hice? —se preguntaba en voz alta, ahora que no estaban los adolescentes en casa. Arrojo una nueva tanda de ropa para enjuagar sin embargo mientras se remojaba en jabón, Hisato llevo su mano a su frente, gran dolor de cabeza le causaba—. ¿En que demonios estaba pensando? Entrar en la noche en la habitación de Kohta-kun y aprovecharme de él para satisfacerme.

Fue real, no fue un sueño querido Hirano. Aunque para ti tal vez así fue.

—¿Porque demonios hice eso? —ella misma se estaba arrepintiendo.

Días antes de que Kohta presentara a Reina ante su familia, la trajo a su casa y no paso mucho antes de que él y su novia hicieran cosas de adultos en su habitación. Pasando con la aspiradora por el pasillo de las habitaciones, Hisato avanzaba y mas adelante en su camino se dio cuenta de que Shizuku, la hermanastra de Kohta, acechaba por una pequeña abertura en la puerta de la habitación de su hermanastro.

—¿Shizuku-chan, esta todo bien? —pregunto al ver que no se movía y no había ninguna expresión de parte de ella.

Sin darle una respuesta a la madura castaña, Shizuku solo miro de reojo a Hisato y estando ella de brazos cruzados resaltando su busto, camino tranquilamente lejos del cuarto de su hermano, inmutada de todo.

Hisato no se pregunto que era lo que pasaba, siguió con la aspiradora por el pasillo hasta pasar por la puerta del cuarto de Kohta, en esa pequeña abertura de la puerta moviendo la aspiradora, la mujer Azuma los vio en silencio.

Mas juguetones que la ultima vez, Reina estaba encima de Kohta semi desnuda, solo tenia la falda del uniforme escolar puesto pero sin nada abajo, lo único que tenia aquí era el pene de su novio al que montaba con amor.

—Kohta, que pervertido eres. Sigue mordiéndolas~ —decía la gal disfrutando de los mordiscos que daba su novio a sus senos.

—Reina, te amo mucho~ —las manos del otaku sostenían el escote mientras chupaba los pechos de su amor.

—Dilo otra vez.~

—Te amo, Reina-chan.~

Hay quien pudo reírse de lo que ellos hacían, pero Hisato los miro sintiendo nostalgia. Ella y su esposo eran así de cariñosos desde antes, cuando solamente eran novios. Mismas palabras usaba ella con Norihito, sin embargo ella no le dejaba ver las expresiones que hacia cuando hacían el amor; ellos eran jóvenes y de una generación distinta. Reina dejaba ver a Kohta las sucias expresiones de su cara cuando lo hacían.

—¡Haa~! —gimió la gal al ser inseminada—. Lo disparaste dentro, Kohta.

—Lo siento, me emocione.

—Tienes mucha emoción todavía —exclamo la Kurashiki.

Ver a esos dos jóvenes haciendo cosas de adultos, cosas que ella debería estar haciendo con Norihito en este momento. Pero estaba lejos, de vuelta a su trabajo.

Regresando al actual tiempo, Hisato pasaba la ropa interior de los dos adolescentes tratando de no pensar en lo que hizo ni en lo que vio del hijo de los Hirano, pero se topo con un bóxer de él, donde el esperma de Kohta lo había manchado y su aroma aun quedaba. Su deseo carnal podía con su fidelidad como esposa.

—Norihito, lo siento por hacer eso —exclamo Hisato, en su rostro embarraba la ropa interior de Kohta—. Norihito, Norihito.~

Imaginaba a su esposo mientras olía el aroma masculino de Kohta, su entrepierna picaba para Hisato, sin notar que en su imaginación la imagen de su esposo era poco a poco suplantada por la imagen del mismo Otaku del que aprecio como un simple muchacho.

Se dijo a si misma que no volvería a repetir el error que la desesperación la llevo a cometer. Así lo cumplió por los siguientes seis días.

—¿A donde vas, Azuma-san? —pregunto Shizuku.

Eran por allí de las dos de la madrugada cuando la hermana de Kohta se topo con Hisato en el pasillo del segundo piso.

—Solo voy al baño, Shizuku-chan —respondió un poco nerviosa la castaña madura—. ¿Que hay de ti? Mañana es día de escuela.

—Fui a tomar agua, es todo —dijo y siguió caminando—, buenas noches.

—Igu-igualmente.

Poco mas tarde, Hisato no fue al baño como le contó a Shizuku, se escabullo a la habitación de Kohta y dentro, la castaña madura hizo de las suyas con Kohta sabiendo ahora que el otaku sufría de profundo sueño al dormir.

En su boca, envuelto en una calida sabana que era el interior de sus mejillas. El pene de Kohta era saboreado por la madura mujer quien pronto, tras empaparse del sabor del hijo de los Hirano puso entre sus pechos, su polla. Su deseo carnal por tener verdadero placer y no auto satisfacción la gobernaba a Hisato.

—Este pene es muy delicioso~ Norihito, mi amor. Vuelve pronto antes de que desee mas y más el pene de Kohta-kun —pensaba la mujer Azuma cuando recibió el esperma del otaku en su boca, absorbiendo todo el jugo que eyaculo para no dejar rastro alguno.

Pero saborear el semen de Hirano en su boca principal no era suficiente para Hisato. A pesar de saber que Kohta tenia un sueño profundo, la madura se subió y puso en su vagina el miembro del otaku, silenciosa fue moviéndose para no tener mala suerte despertando esta vez Kohta.

Pero, una vez más. Una leve sombra miraba desde la pequeña abertura en la puerta del cuarto de Hirano, Shizuku miraba con desprecio como la mujer que su padre contrato para ser la "sirvienta" de su hogar, tenia sexo con su querido Kohta.

De brazos cruzados mirando con claridad gracias a la luz de la luna a través de la ventana en la habitación de su querido hermanastro, Shizuku miraba con desprecio a la madura que usaba a Kohta como un consolador para sus necesidades.

—Vieja, asalta cunas —dijo sin que ella le escuchara.

Los días pasaron rápido y las vacaciones de verano llegaron mas rápido que el vendedor de elotes que pasa por las tardes en mi barrio.

—Que tan un buen viaje, Shizuku-chan, Kohta-kun —Hisato se despedía de ambos adolescentes en la puerta de su propia casa. En ninguna de las dos semanas que restaron para este día, no supo Kohta que la agradable señora que se quedaba para cuidar su casa y la de sus padres, estuvo usandonlo para satisfacer sus deseos carnales cuando dormía.

—Volveremos en un par de meses, Hisato-san —se despidió con cordialidad, kohta.

—No haga nada raro mientras no estamos —dijo Shizuku con sus propias maletas, comportándose fría e indiferente con la castaña madura, ahora que sabia de sus crímenes.

—Que les vaya bien.~

Los vi irse y subir en un mismo auto privado con chofer, financiado por el patriarca Hirano. Sola en casa, no sabia que hacer, podía volver a su casa, por orden del padre de Kohta, solo tenia que venir una par de veces a la semana para mantenerla limpia ahora que nadie de la familia estaba en ella. Cada uno estaba en algún lado del mundo trabajando o divirtiéndose.

—Aquí estoy, sola en una casa que no es mía —decía en voz alta Hisato, de pie en medio de la sala sin nadie con quien conversar, encendió la tele y busco que ver en las plataformas de streming—. Sin Norihito, sin Kohta-kun para conversar o jugar con él.

Hubieron un par de ocasiones en las que Hisato para convivir mejor con al menos uno de los hijos de la familia, se divertía jugando los videojuegos con el mismo Kohta. Claro era muy torpe, pero él se divertía enseñando a manejar el mando.

—Sin mi esposo —pronto, comenzó a arder de necesidad la vagina de Hisato pensando en todo aquello que hizo con su esposo en su propia cama de la que ya no se acordaba—, sin Kohta-kun.

Pensar en el era lo ultimo que quería hacer. Fue el último hombre con el que estuvo, a pesar de solamente usarlo como un consolador de carne para saciar su vació, la falta de su esposo. Culpable por ser infiel, o avergonzada por no saber controlar los impulsos de su cuerpo.

—Norihito, Kohta-kun... —en la sala de los Hirano, Hisato se masturbaba a cuerpo descubierto en la sala, su corazón deseaba a su esposo. Su vagina, al pene de Kohta, quien nunca descubrió sus fechorías. A quien debía recibir con los brazos abiertos cuando volviera por ella—... Quiero que vuelvas pronto... Kohta-kun.~





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