Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

La ira de Hana

 Uzaki-san (family)


Para apagar con las llamas de un incendió se necesita agua, pero a veces para acabar con el fuego se necesita más. Las llamas jóvenes chocando con las viejas se auto consumen por no tener mas materia que quemar. Pero cuando se trata del fuego de la lujuria. Pocas cosas pueden apagar esta llama cuando ay un premio en el camino.

Regresaba a su casa, Tsuki; luego de hacer compras en el mercado por la tarde para preparar una cena especial para su familia. Su esposo aviso que estaría mas tiempo en el gimnasio ayudando a los clientes, lo cual a su mujer no le parecía ninguna molestia. En casa estaban sus dos queridas hijas, Kiri después de todo estaba afuera también pasando tiempo con sus amigos.

Ya estoy en casa ―anunció Tsuki al llegar.

Dejo sus zapatos en la entrada como era costumbre para los japoneses y con bolsa de compras paso mas adentro en su hogar, pero antes de seguir al interior de su casa, vio aquí en la entrada un par de zapatos conocidos por ella que no correspondían ni a Kiri ni a su esposo. Pero no le dio relevancia, entro hasta la sala donde encontró a Yanagi sentada en la sala cuando la saludo, notando que en su voz estaba algo incomoda. Como si ella hubiese visto algo indebido.

Oh, hola mamá ―exclamo la menor de la familia Uzaki.

¿Yanagi, esta todo bien? ―pregunto su madre ante el estado extraño de su hija―. ¿Donde esta Hana, no ha llegado de trabajar?

Lo que vendría entonces, no lo esperaría de su tierna Yanagi.

Ella esta en su habitación ―cuando contesto, desvió la mirada de su madre y de su frente comenzó a gotear un poco de sudor. Lo cual hizo preocuparse a Tsuki, sin embargo no se alarmo hasta no saber bien que era lo que ocurría con Hana.

Inocente, la madura mujer subió los escalones del segundo piso y tranquilamente camino hasta la habitación cerrada de Hana. No se escuchaba ningún ruido o voces raras viniendo desde el otro lado, así que cuando giro la perilla vaya sorpresa que se llevaría la mujer.

Hana, soy mamá. Mira qué te traje tus dulces... Favorito —Tsuki abrió la puerta de la habitación de su hija para encontrarla desnuda en la cama estando sobre Sakurai en una misma situación. Desnudos, sudados, unos familiares olores en la habitación que la matriarca Uzaki reconoció. Había varias botellas de agua vacías en el mueble de noche perteneciente a la pieza de Hana sin contar cuantos eran los condones llenos de fluidos varoniles en el piso y la cama de su hija, eran bastantes.

Hana yacía sobre Sakurai donde ella con silenciosos movimientos de su cintura, golpeaba su trasero contra la pelvis de su novio teniendo en el agujero indicado, él solamente se mantenía mirando el movimiento del cuerpo de Hana. Las leyes de física aplicándose sobre su novia y sus destacables pechos desnudos. Pero en cuanto escucharon la puerta abrirse y la voz de la señora viniendo detrás de la puerta se petrificaron ambos.

¿Hana, Sakurai-kun? —solo pudo pronunciar sus nombres ante el descubrimiento que hizo, sin que ella notara que Yanagi vino detrás de su madre y curiosa, asomo su cabeza para ver previamente ella también vio que ellos cometían, solo que Yanagi no los interrumpio. Es mas, ni siquiera la notaron cuando se asomo ella por primera vez.

¡Mamá! —grito Hana de terror, tapándose el cuerpo con la sábana. Antes de que Sakurai se levantara y abrazara a su enana para cubrir su cuerpo—. ¡¿Que haces aquí?! ¡Puedo explicarlo!

¡Tsuki-san, aguarde! —grito Shinichi teniendo en sus brazos a su novia antes de que pasara algo.

Sin decir nada más, camino en reversa sin soltar la mano de la perilla cerrando así la puerta de la habitación de Hana y salir con toda discreción, a pesar de saber que vio mas de lo que debió.

Haré la cena, así que cuando terminen bajen a cenar —lo dijo con un vació en su voz. Tsuki que hizo sentir escalofríos a Sakurai como su hija mayor en el otro lado de la habitación.

Esa cena fue incomoda para todos, sobre todo para las mujeres Uzaki y Sakurai en la mesa cuando llegaron Kiri y el señor Fujio a cenar. A pesar de que estos dos rompieron el hielo entre la familia y el invitado; ciertas connotaciones de palabras hacían sentir erizar sus espaldas a cuatro de los seis sentados en la mesa. Pero no fue durante la cena donde vino a ser destapada la conversación. De hecho, nunca hablaron de ello, evitaron a toda costa hablar al respecto. Actuaban como si nada paso, excepto por Sakurai quien en casa de las Uzaki (usualmente las encontrabas a ellas aquí) actuaba con nervios cada tenia la minima conversación con Tsuki pues llegaba Hana y se entrometía, como si no quisiera que los dos estuvieran a solas.

Aun tenía una aventura con Sakurai, sin embargo desde hace poco mas de dos semanas que la madura mujer de la familia Uzaki evitaba acercarse a su amante. Pues en este lapso no solo seguía con la imagen de aquella vez que los descubrió en su hogar, una vez más llego a su casa y donde vio de nuevo entre los zapatos de la entrada, un par pertenecientes a Sakurai. Junto con los de Hana. Trago duro Tsuki suponiendo que otra vez estarían haciendo lo la ultima vez y así fue.

Subiendo a urtadillas, Tsuki abrió una pequeña sección de la puerta y lo que vio no la perturbo como la primera vez. Su enojo era cosechado con más recelo.

¡¿Hana?! —escucho a la voz levantada de Sakurai debido a algo que lo sorprendió tanto.

Mirando mejor, la mujer vio a su hija con tan atrevido disfraz demasiado revelador. Sin embargo hay algo que se debe destacar, los encuentros entre Hana y su novio solamente ocurrían en el departamento de su novio. Donde nadie los viera, pero desde que vio a su madre follando con su senpai. Ella ha decidido llevarlo a su casa para cometer actos lascivos a fin de ser vistos por su madre en un ataque de propiedades y declarar que Sakurai es suyo.

Te gusta, senpai~ —Hana tenía acorralado a Shinichi contra la cama perteneciente a la hija mayor de apellido Uzaki. Vistiendo un inusual bikini con apariencia de vaca, con una cola temática para el erótico atuendo, orejas del mismo animal. Guantes largos, tacones de igual tema y la sensualidad de Hana mezclados únicamente para Shinichi—, vas a decirme que no te pone duro.~

Veía el empalme de su novio, estando tan cerca y su escote tan visible… solo una voluntad de hierro podían evitar que un hombre se pusiera así de duro ante la vista que Sakurai tenia.

De... ¿De dónde lo sacaste eso? —pregunto, por dentro estaba maravillado con el disfraz de su novia. Si bien era fanático de las conejas tuvo que admitir que el nuevo conjunto erótico de Hana era superior a lo que antes la vio usar.

Mi compañera de clases: Himejima Akeno, me prestó; dijo que a su novio le gustaba este disfraz pero que ya no le quedaba —contaba la hija mayor de los Uzaki para cuando se puso encima del regazo de su novio mostrando la enorme abertura que había entre sus pechos cuyo bikini cortado en diminutos triángulos solo ocultaban sus pezones—. Se que a mí novio le gustan las conejitas, pero el disfraz sigue en la lavandería así que decidí usar este atuendo distinto y veo que a senpai le gusta. ¿Que debería hacer primero?~

Mirando y escuchando todo mientras tenía una expresión enojada Tsuki. No estaba enojada porque su hija estuviese haciendo cosas inadecuadas con su novio, ese enojo era producto de una sensación de celos. Sentía que le estaban quitando a su amante. Eso la hizo arañar la pared donde se recargaba para poder espiarlos.

Así que a Sakurai-kun le gusta las vacas y las conejitas, eh~ —era información que valía millones para Tsuki.

Pero dentro de la pieza de Hana. Shinichi miro mas allá de Hana y noto algo.

¿Hana, la cola de vaca que tienes atrás… como haces para moverla? —una cola falsa bobina tenia integrado este disfraz, la cual estaba moviendose de forma lenta y poco usual para una vaca.

¿Quieres ver, senpai? —se dio la vuelta y se empino frente a su novio, su trasero quedo en alto como la boca de Sakurai quedo caída al suelo cuando vio todo con claridad.

Un plug anal tenia insertado Hana aquí al cual estaba integrado aquella cola falsa de vaca, este extremo contaba con un pequeño mecanismo que permitía al aparto girar y hacer un falso movimiento de cola. Después de mostrarle esta cara a Sakurai, se subió en la cama y volvió a mostrar su trasero en alto a su novio, mirándolo de forma de picara.

Dime senpai, no quieres montar a esta vaquita traviesa.~ 


 

Tuvo que tragar saliva ante la lasciva oferta, su hombría pronto despertó gritando por que dejará de vacilar y lo pusiera en el tesoro de esta vaca lechera. Acto que Tsuki vio desde la pequeña abertura en la puerta. Como ya dije, ella miraba pero a cada segundo que pasaba, la mano recargada en la pared de Tsuki, arañaba la pared mientras tenia una mirada neutral viendo el coito que realizaba su hija con su debido novio.

Esta mal. Eran los pensamientos de la madura mujer estando en un tiempo a solas, un par de días después de mirar a Hana con su novio otra vez en la casa, Tsuki necesitaba calmar sus pensamientos, un momento a solas para pensar. Que mejor momento que salir a correr para despejarse y poder reflexionar sus ideas. Pero… ¿Salir a correr en la noche? Si viviera en lationamerica eso sería una terrible idea. Con un conjunto de ropas deportivas salió a ejercitarse la madura mujer Uzaki, sostén deportivo blanco que cubría perfectamente su busto y lo hacia destacar ante su naturaleza oculta. Sumado a esto un pantalón de la misma tela de su sujetador, en un tono mas grisaseo era el conjunto con el corría por los senderos de un par cercano a su residencia y donde a estas horas no había nadie, pero debió preocuparse mas por esto de lo que no lo hacía.

Trotaba normal con toda tranquilidad en silencio de la ciudad. Solo escuchando sus pensamientos y reflexionar lo que ha pasado hasta ahora.

¿Que pasa conmigo? —fue la pregunta con la que empezó a debatir sola con su consciencia, Tsuki—. Porque me siento así de enojada viendo a Hana con Sakurai. Es el novio de mi querida hija, aunque no es debido que estén haciendo cosas como esas en casa… o será que Hana sabe que Sakurai-kun y yo hemos...

Detuvo sus pasos en medio del sendero iluminado por los faros de dentro del parque, su cuerpo sudado y su respiración fuerte que pronto se controlo mientra reflexionaba en silencio. Vinieron a su mente lo ocurrido en el ultimo encuentro que tuvo con Sakurai en su hogar. Donde el universitario vino a dar declaración a la madura en pleno coito con solamente un beso. Una ilusión que pego fuerte a Tsuki. Despechada por su esposo y necesitada de sentirse joven de nuevo, pero nunca imagino que llegaría sentir una ilusión que le pegara tan fuerte.

...Creo que es mejor que hable con Sakurai-kun y le pongamos fin de manera adecuada —dijo en sus pensamientos, retomo su andar con una simple caminata, sin preocuparse ni por las gotas de sudor que bajaban por su mejilla y se sentían pesadas—. ¿En que esta pensando en buscar a Sakurai-kun, él tiene a Hana después de todo, ella es joven y yo una vieja. ¿Que es lo que pensaba que podía conseguir con él?

Su mente se ilumino entonces, una visión de una vida que tal vez nunca iba a tener.

En un gran edificio de mas de cuarenta pisos vino a imaginarse ella saliendo de una piscina situada en la terraza del ultimo piso, piscina de agua tan cristalina que su cuerpo podía verse, su espalda era lo primero que se veía cuando emergía del agua. Un juego de baño negro y su cabello vino a soltarlo de estar amarrado en una bola. Su cuerpo lograba verse gracias a la tela pegada que quedaba sobre su busto y su trasero, llegándose a notar sus pezones sobre el sostén negro que tenia.

Tsuki camino lejos de la piscina y vino hacia Sakurai quien estaba recostado sobre un camastro. Pero no lucia como el senpai que su hija vino a presentarle antes, parecía mas un chico malo. Con una camisa roja abierta de par en par mostrando de forma tan vanidosa los músculos de su cuerpo mientras llevaba encima unos lentes de sol como un collar delgado de oro. Mirando con gran interés a la madura Uzaki viniendo hacia él cual gran modelo era. Engreída, presumida y vanidosa eran las feromonas que venía desprendiendo en cada movimiento de sus caderas hasta llegar con Sakurai.

Querido~ —dijo Tsuki, sentándose a lado de Shinichi en un pequeño espacio en el camastro de gran elegancia.

Ven aquí, gatita~ —indico su amante.

Obediente, la madura Uzaki se monto sobre su amante en esta fantasía y antes de besarle primero acaricio sus pectorales con su lengua, sintió el sabor de su sudor mientras se comportaba como una adicta al cuerpo de su amante, subió su boca acariciando su cuello mientas ponía ojos cuales mujer loca era. Era la mascota de Shinichi y a ella le gustaba vivir así. Sobre ese camastro le hizo el amor, ella estaba puesta en cuatro con su amante encima golpeando duro su interior.

Sakurai-kun, sigue así… ¡no pares! —gritaba de euforia la madura mujer.

Eres una zorra, Tsuki. Escogiste a otro hombre sobre tu esposo y tu familia solo para vivir como mi perra —era un senpai totalmente diferente al conocido.

¡Si lo hice! —declaro con toda honestidad—. Escogí a Sakurai-kun por encima de mi familia… quiero ser tratada como un pedazo de carne por tu maravilloso pene Sakurai-kun.~

Pero entonces su imaginación de Tsuki vino a ponerse extraña. Pues su esposo apareció detrás del respaldo del camastro vistiendo ropas cual mayordomo aparentaba ser, sin poner sus ojos sobre su mujer, su mirada al frente ignorando el acto carnal que su mujer sostenía con Shinichi

Oh, Fujio-san sigue allí~ —dijo Sakurai, mirando a su mayordomo en la terraza, de pie con una bandeja de plata sobre sus manos—, mira quien esta aquí, Tsuki.

Tomo a la mujer de su cabello y jalo su cabeza para que levantara la vista, sin dejar de frotar violentamente su polla en su coño, Tsuki miro a su esposo cuando ella no podía evitar poner una mirada lasciva, su lengua por fuera mientras gozaba de los roces de su cosa de Sakrai.

Fujio~ hasta cuando vas a seguir allí de pie —se burlaba Tsuki de su esposo—. Te gusta verme enloquecer con la polla de Sakurai-kun.~ Lo siento mucho pero no pienso volver a casa... ahora soy su mujer y mucho mas que eso.~

¡Así es!

Azoto con mucha fuerza, su mano sobre el trasero de Tsuki, dejando marcada su mano antes de subir el movimiento de su pelvis contra el culo de la mujer. Su voz se volvió mas lasciva y fuerte, Shinichi estaba llegando al clímax y pronto, vino a soltar todo dentro de la madura.

¡Tu esposa ahora es mi perra! —grito Sakurai cuando su semen se solto dentro de Tsuki y reboso de su interior. La tomo de sus brazos, para hacerla ponerse de pie con sus rodillas sobre el camastro mostrando su busto desnudo y sudado mientras su cara mostraba el reflejo del ultimo orgasmo que ella padecio—. ¿Que se siente ver a las mujer ser mi mascota ahora?

Fue allí cuando la imaginación de Tsuki vino a poner fin. La burbuja se rompió y ella vino a acalorarse en tranquilo caminar por el parque, su rostro cual tomate quedo, de inmediato comenzó a pedirle al mundo que se la tragara. Llevo sus manos a sus mejillas y sacudió su rostro para sacar semejante fantasía de su cabeza.

¿Que rayos estoy pensando? —grito, fuera de sus pensamientos—. ¡No es que quiera ser sometida por Sakurai-kun y cumpla mis mas perversos deseos, no! 


 

Espero un momento para enfriar sus pensamientos, antes de seguir caminando por el parque desolado en la noche.

Si, es mejor que hable con Sakurai-kun. No se que estaba pensando cuando me aventé a tener una aventura con un universitario como él.

Fue entonces que esta salida al parque se volvió tensa. De entre los arbustos y la oscuridad, sin indició alguno un hombre cubierto con una sudadera negra con capucha sobre su rostro, Pantalones negros, tenis anti chillidos; guantes blancos, un cubrebocas del mismo color y gafas oscuras para ocultar sus ojos. Apareció este tipo por detrás de Tsuki, ella solo escucho un repentino movimiento de entre los arbustos y para el momento en el que quiso mirar solo sintió como una mano fuerte la agarro de su brazo izquierdo y la interno al bosque.

Con una mano sobre su boca y la otra sometiéndola de sus brazos, la introdujo mas adentro del área verde, sin oportunidad alguna de gritar, aunque. Puede que nadie la escuchase.

¿Pero quien, quien eres? —solo eso pudo decir Tsuki cuando este sujeto le quito la mano de por encima de la boca luego de ahogar sus gritos con la palma de su mano. La tenia sometida por detrás y el miedo pronto comenzó a entumecer sus cuerpo. Con poca fuerza ella intento quitarse al bandido con inútiles movimientos—. Por favor dejame ir.

Sin que él dijese alguna palabra, entendiendo que no tenia escape; Tsuki permitió que este tipo pusiera sus manos sobre su cuerpo sin su permiso. Movimientos mas que agresivos fueron los que sintió de este sujeto cuando sus manos se deslizaron hacia abajo cerca de su vientre, donde este tipo le levanto su camisa deportiva sin mangas y revelo sus pechos. No traía nada debajo para cubrir sus intimas partes corporales, Tsuki.

¡No, por favor… lo que sea que vayas a hacerme te pido que no! —suplicaba por su orgullo, pero por mas que lo hiciera este bandido no se iba a detener, las manos de este tipo bajaron hacia el pantalón de Tsuki y se los quito hasta dejarla desnuda sobre el césped podado—. Soy esposa y madre. Te lo ruego no lo hagas.

Ya dije, él no iba a escucharla.

Con la cara sobre el pasto, Tsuki no pudo ver el momento en el que él saco de sus pantalones su aparto empalmado hasta que este pedazo de carne se fue frotando entre sus nalgas y una sensación erizo a la madura Uzaki, entendiendo que este tipo obtendría lo que quería.

¡Espera, no lo pongas… Hmmm! —mordió sus labios Tsuki cuando la polla de su violador se deslizo por tensas paredes asustadas de su vagina, su largo miembro ensanchaba en su interior y llegaba hasta el fondo. No basto con morder sus labios, Tsuki movió su mano y tapo su boca—. Su pene esta tocando mi útero.

El miedo la tenia inmóvil, estaba a merced de este tipo. Sin poner resistía mas, el bandido comenzó a mover sus pelvis con insistencia contra el trasero gordo de Tsuki mientras ella seguía tapando su boca. Mas las manos de él se deslizaban por su cuerpo hasta sus pechos y cuales globos de agua jugaban los apretaba, los frotaba uno contra el otro y manoseaba sus pezones, hasta apretarlos lo suficiente como para dejarlos duros mientras seguía muy duro follando a Tsuki.

No puedo… esto es demasiado intenso… no puedo dejar que escuche mi voz… no puede saber que lo estoy disfrutando —pensaba la madura mujer Uzaki sin intentar quitarse a su violador de encima—. ¡No puedo dejarlo saber que su pene es increíble!

Su brazo comenzó a agotarse de estar en doblado para tapar su boca y ambas manos las tenia Tsuki sobre el césped para no dejar caer su cara aquí.

Por favor, solo por favor… te pido que no te vengas dentro… —decía a su violador quien no tenia ningún interés con escucharla—… estoy en mis días.

Creyó que con eso, lo haría detenerse pues dejo de sentir sus pelvis golpeando contra su culo y eso le hizo sonreír brevemente a Tsuki, pero como los políticos de latinoamerica solo sería una mala pasada de su parte. Si, saco su hombría del coño de la mujer Uzaki, pero lo hizo solo para enfocarse ahora en su orto. Con un brutal movimiento y la atravesó con su pene ensanchándose mas apretadamente en su orto que en su vagina.

¡No, allí no! —grito, ganándose la mano de su violador sobre su boca. Tapando todos los dolorosos gemidos que salían de boca de ella que se producían por los desgarradores empujes de su polla en su orto no experimentado.

No sabía que era peor, Tsuki. Que le estuviesen violando o que lo estuviese disfrutando, su vagina estaba chorreando mas jugos que de costumbre, el sexo anal y violento la estaban mojando, pero en su cabeza ella solo pedía una cosa, que se detuviera. Que no le dejará saber a este bandido que ella lo estaba disfrutando.

Ya casi… ¡Noooo! —grito desde su consciencia la mujer Uzaki cuando sintió la leche de este hombre cubierto, deslizarse de su pene e impregnando las profundas cavidades de su orto. Tan lubricado quedo su hombría que pudo deslizarse fuera de ella sin problema alguno. Solo esperaba Tsuki, de que él no haya visto en momento en que su vagina expulso sus jugos productos del orgasmo que tuvo.

Agotada, humillada, con su espalda y su culo cubiertos por el semen de este tipo cuando termino eyaculando sus ultimas gotas sobre la mujer; fue como la dejo en este parque. Se fue sin ser descubierto ni por Tsuki ni por nadie. Su fechoría estaba realizada y fue un excito. Ella quedo sobre el piso, agitada respiraba y su mente le dolía, mareada se sentía. No quería llorar, por extraña sensación, Uzaki pensó que esto que paso fue castigo divino por su inmoralidad. Aunque tal vez, no fue ocasionado por algo divino, sino por alguien más.

El bandido huyo sin ser visto y sin abandonar el parque, el tipo vino a encontrarse con su cómplice al otro extremo del parque. A diferencia de él, su compañera apenas si ocultaba su rostro. Se quito todo aquello que cubría su rostro sin problemas y se mostró.

Listo, hice lo que pediste Hana —dijo el sujeto mostrando remordimiento con lo que hizo hace unos instante. Sin embargo, Uzaki Hana lucía tan satisfecha con esa sonrisa maquiavelica en su rostro.

Buen trabajo senpai —el violador, era su novio—. Tengo todo grabado y no puedo esperar para mostrarle esto.

Así como lo lees, Uzaki Hana había hecho que su novio Shinichi emboscara a su madre en el parque para abusar de ella y grabar todo correspondiente a un perverso plan que ella traía entre manos. Una actitud nada común viniendo de una chica agradable de su novia. Estaba enojada hasta el limite y él no podía hacer nada para aliviar su rabia.

¿No crees que esto es demasiado, Hana? —pregunto, sin embargo en la voz se Shinichi lograba escucharse cierto nivel de temor.

Si hay algo de lo que yo he aprendido de la vida real, es que nunca hay que hacer enojar a una chaparrita. Su ira no tiene limites y su venganza llega a escalas que la superan.

¿Demasiado? —devolvió la pregunta conteniendo el tono de voz que usaría como siguiente—. Demasiado seria que mi novio me engañara con mi madre de entre todas.

El fleco de su cabello oculto los ojos de la mayor de las hijas de la familia Uzaki cuando ella camino paso a paso hacia Sakurai quien apenas pudo dar un paso para atrás antes de sentirse abrumado por el aura letal que desprendía su novia.

¿Hana? —dijo su nombre y el miedo le poseyó.

Mejor no preguntar que era lo que pensaba, el lado oscuro tenia control sobre ella y solo un exorcismo sería util calmarla.

Mas tarde, lejos de Hana y en su propia casa. Sakurai no quería pensar el plan maquiavelico que ella se traía, luego de que hace unos varios días vino a su hogar y le puso en su televisión un pequeño video del momento en que ella estuvo escondida en su armario aquella ocasión en la quiso sorprenderlo y fue Hana la que sorprendió a Shinichi con tal revelación. Hasta entonces, él pensó que Hana era una novia molesta y agradable, pero conoció el lado malvado.

Mierda —yacía Shinichi solo en su departamento descansando un poco a solas—, no pensé que Hana reaccionaría de esa manera, debí pensar en su reacción cuando ella llegará a descubrirnos.

Senpai-san es una persona muy inocente, mi hermana mayor puede ser alguien agradable cuando la conoces bien, pero cuando la haces enojar de verdad suele convertirse en alguien muy aterradora —era la misma Yanagi, la menor de la familia Uzaki vino hasta la residencia de Sakurai pasando por la puerta de entrada al departamento del novio de su hermana.

¿Yanagi-chan, que haces aquí? —se sorprendió. No porque supiera donde vivía, sino porque entrara con tanta naturalidad en su casa.

Desde que la conoció en la cafetería ella ha seguido a Sakurai hasta su casa solo para jugar videojuegos, incluso él a admitido que la menor de la familia Uzaki era una compañía mas relajada que su hermana mayor, a quien tenia por novia él.

Estoy al tanto de que senpai-san hizo enojar mucho a one-san, así que vine aliviarte un poco de estrés de tener que soportar su actitud —comento Yanagi caminando hasta Shinichi que estaba sentado sobre el piso de pieza cerca del televisor.

No, Yanagi-chan. Ya es un problema de que Hana sepa que estoy en una aventura con su madre —rechazaba las intenciones de la joven Uzaki con un muro mímico de sus manos en alto, antes de que ella se sentara sobre sus piernas delante de él.

¿Que mas da que one-san se entere de que también me divierto con senpai-san? —exclamo con una sonrisa típica de ella. Yanagi quería ver arder el mundo o a su hermana solamente.

Y mientras sonreía ella se agacho hacia Sakurai y sin que esté dijera algo o le impidiera hacer lo que pretendía. Sin pena alguna Yanagi abrió el pantalón del novio de Hana y sin problemas, comenzó a tragar su hombría como si de un simple dulce se tratara. La técnica de su boca era magistral, en cuanto a la reacción de Sakurai se trataba, el violento agarré de su lengua y la combinación de su lengua que producía fuertes ruidos cunado le chupaba, para ser una chica de 16 vaya que sabia usar su boca.

¡Yanagi-chan! —grito su nombre, antes de eyacular en la boca de la joven Uzaki. Pero por mas advertencia que le diera, ella pudo tragarse toda la descarga de leche que vino a soltar Sakurai sin desperdiciar ni una minúscula gota, sin sentir complicaciones ante tan fuerte descarga.

Cuando Yanagi levanto la cabeza y con su muñeca se limpió donde el desastre de Sakurai vino a caer en su boca, solo para sonreír a su futuro cuñado, acercarse despacio cual depredador silencioso que se abalanzaba sobre su presa y esa presa era Shinichi quien entre las garras de Yanagi y su piso estaban.

¿Yanagi-chan? —las mujeres de la familia Uzaki eran de temer.

Senpai-san, vamos a jugar a los amantes —exclamo la chica—, después de todo ya te comes a mamá y a one-san. No debe haber problema con que yo también sea parte del juego.~

Su corte de cabello de Yanagi debió ser presagió de sus intenciones, ese fleco largo que sus ojos cubría era claro indició de que en la mas oportuna situación ella también, iría detrás del novio de su hermana. Las mujeres de la familia Uzaki tienen graves problemas psicologicos.





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