Los pecados de Tsuki

 Uzaki-san (Family)

Era un día muy tranquilo, Sakurai acababa de regresar a su casa luego de correr por el parque durante treinta minutos sin parar y le hacia falta una ducha. Recuperado totalmente de la gripe de hacia una semana así como su brazo se había recuperado en su totalidad y estaba mas fuerte que antes. Había escuchado que los monjes shaolin, para desarrollar huesos mas fuertes, se los rompen con el duro entrenamiento por que al sanar el hueso se volvía mas fuerte que antes, podía ser cierto, sentía el hueso de su brazo mas firme que antes. Una ducha para quitarse el sudor y se sentía como nuevo, todo esta muy tranquilo en su departamento. Sin labores de la escuela, un día sin tener que ir a trabajar o ser molestado por Hana, aún.

Tan solo salió de la ducha y se puso un conjunto de ropa seco, listo para ocuparse con alguna cosa de su casa. Pero entonces vino a sonar el timbre de su casa. ¿Quien podría ser? Se cuestiono.

―¿Si? ―pregunto al momento de abrir la puerta―. ¡Tsuki-san!

Era la mujer Uzaki, después del primer encuentro y lo ocurrido, la mujer le permitió a Sakurai conocer su nombre como dejarlo llamar por él. Frente a su casa la madura se notaba un poco ansiosa en su mirada antes de contestar al saludo del muchacho.

―Sakurai-kun, perdón por no avisar antes pero es que pasaba por el lugar y me pregunte si sería un buen momento ―como si fuera un tic, la madura juntaba sus manos bajo su busto y sus dedos golpeaba uno contra otro debido a su ansiedad―. ¿Es un mal momento?

―Claro que no ―le contesto con toda tranquilidad, incluso le regalo una suave sonrisa.

Pero una sonrisa mayor e incluso un poco preocupante puso Tsuki ante la respuesta del senpai de su querida Hana.

―Entonces, Sakurai-kun ―con esa perturbadora sonrisa que ella puso, la madura mujer Uzaki llevo sus manos hacia su falda color canario y la levanto con un movimiento despacio, llegando a mostrar el delgado juego de lencería que traía abajo―. Dime, es un buen momento para… nosotros.~

Lo que paso, tuvo que pasar; si algo va a salir mal, va a salir mal. Puso su mano en el hombro de Tsuki y la adentro en su departamento. Con la puerta asegurada y sin testigos que los vieran, la madura Uzaki se arrojo a los brazos de Shinichi en un desenfrenado beso sin aliento que se sentaban.

―Sakurai-kun~ ―Uzaki puso sus brazos en la espalda del chico sin parar de besarlo, soltando un gemido cuando su boca bajo a su cuello y le besaba muy intenso aquí.

―Tsuki-san~ ―con sus labios pegados a los de ella y sus lenguas danzando cuales amantes prohibidos eran. Metió Shinichi su mano bajo la blusa blanca conocida de la señora Tsuki para tocar su busto protegido por un bra que tenia.

Perdieron el aliento y se separaron. Con un empujón suave pero emanando lujuria, Tsuki hizo caer a Sakurai quien recargado con sus brazos en el suelo, miro de primera mano como la mujer se levantaba la blusa hasta quitársela para tirarla a un lado del suelo; desabrocho su falda y la dejo caer. Con sus pies la tomo y la arrojo a la dirección opuesta donde tiro su blusa. Para mostrarse en lencería ante Sakurai.

Se dejo caer sobre el pelinegro, con su boca apostada en sus labios jóvenes, con su mano derecha acariciando el empalme que se levanto de Sakurai apenas la vio quitarse toda su ropa interior. Ella estaba en celo y su emocionado rostro enrojecido de las mejillas y su mirada perdida lo decía todo.

―Dejame probarlo primero, Sakurai-kun ―Tsuki dijo, para llevar su boca hasta la parte baja de su gigolo amante y poner sus labios sobre su hombría.

Un varonil gemido soltó el chico cuando la boca de la señora Uzaki le iba acariciando con mucho esmero, su pene. De un primer beso suave paso a llenar su boca hasta donde su hombría podía llenarle, quedaba sin palabras ante la tecnica de la mujer. Había gozado tanto con su esposo cuando jóvenes que aun cuando Toshio la había descuidado desde hacia un par de años, no significaba que ella hubiese olvidado de todo su conocimiento.

―¡Tsuki-san!

Dejando todo en las manos de la madura, Sakurai se vino en su boca tras su previo e inoportuno aviso. Gran descarga que realizo su amante, pero aunque ella sintió un leve ahogo cuando la fuerte descarga de Shinichi la sorprendió. No tardo en controlar la situación y con la polla en su boca, la madura mujer Uzaki se bebió, toda la leche del universitario amante que tenia. Hasta limpiar la ultima gota de su aparato.

De lento movimiento, fue retirando la cosa de su amante en su boca hasta que cuando quedo libre de su lengua. Vio Shinichi como su pene estaba limpio y reluciente. Parecía recién lavado.

―Una fuerte liberación diste, Sakurai-kun ―exclamo Uzaki-san mostrando una sonrisa a su gigolo, usando su pulgar derecha para limpiar la parte superior derecho de sus labios de toda esa sensación previa al semen de su amante―. Ahora.~

Derribo a Shinichi sobre la cama y se coloco sobre él. Permitiendo a la madura tener el control, pudo verla llevar sus manos detrás de su sostén que tenia puesto y sus dedos lo desabrocharon. Sin poder mover sus ojos hacia otro lado, gran deleite visual tuvo Sakurai cuando el enorme sostén fue arrojado fuera de la cama por la misma señora Tsuki. Y luego ella misma se deshizo también de su bragas. Antes de lanzarse sobre Shinichi su amante, sobre el novio de su preciada Hana. 

 

Si ya de por si el día era caluroso, se hizo mucho mas caluroso cuando cerraron las ventanas y cortinas del departamento. Pero eso solo servía de poco, pues las paredes del modesto complejo donde vive Sakurai no es de paredes hechas con la capacidad de mantener el ruido reservado en cada respectiva habitación. Tsuki hacia lo posible para mantener su voz lo mas callada posible, pero la intensidad de su amante la hacia sacar una voz que ni ella misma conocía de si.

Pero son japoneses. Aun cuando sus vecinos los llegaran a escuchar no iban a protestar, son gente reservada y discreta, eran capaces de pretender que no escucharon lo que claramente escucharon. Lo olvidarían mas tarde, en otras palabras. El secreto de estos dos estaba bien escondido que ni la gente del edificio le haría saber a Hana, de la historia que escribían con tinta blanca y fluidos, su novio metido con su madre.

Emocionada, como solo ella podía estarlo siempre venía corriendo Hana hasta el hogar de soltero de su senpai donde aun cuando toco la puerta, anuncio su llegada desde afuera de su casa y entro.

―¡Senpai, ya estoy aquí! ―grito cuando puso un pie pasando la puerta, Hana. Emocionada hasta el cielo, reflejado en su cara; pero su expresión bajaría de tono cuando en la pequeña sala de Sakurai, lo vería a él sentado en compañía de su madre.

Esa pequeña y baja mesa circular, donde su novio estaría sentado muy pegado a Tsuki y aparentemente, una conversación que se corto con la inesperada entrada de Hana. Como si de entrar a su propia casa se tratará.

―¿Mamá? ―pregunto, aunque no sospecho nada, la enana peligris―. ¿Que haces aquí?

Ella como Sakurai, quedaron callados solo miraban a Hana con sorpresa pero no podían moverse ni nada. Ni aun cuando Tsuki tenia su mano puesta en el muslo de Shinichi sentado a su izquierda, un contacto que la mesa ocultaba de manos de Hana.

―¡Hija, no sabía que ibas a venir! ―reacciono un poco tarde, Tsuki. Levanto sus manos y ni aun así Hana vino a darse cuenta que la mano de su madre dino a levantarse de donde Shinichi estaba sentado.

―¿Porque siempre entras sin pedir mi permiso? ―una reacción mas enojada vino de parte de su senpai. Aunque de él era una reacción mas normal, según Hana.

Los miro a los dos un poco, dio un par de pasos y quedo mas cerca de la mesa donde se quedo de pie, levantando una ceja ante su falta de deducción ante la extraña escena. Aunque no pasaba nada en particular. Tenia que tener todo en claro.

―¿Mamá, porque estás aquí? ―volvió a preguntar, viendo que ninguno respondió su pregunta.

―Vine a saludar a Sakurai-kun. Es todo Hana ―actuaba nerviosa, sin embargo Hana no deducía bien el porque de este comportamiento de su madre.

La vio ponerse de pie y caminar un poco torpe lejos del lugar de Sakurai como pasando hasta llegar con hija para saludarla. Pero entonces, un poco de respiración de parte de Hana y un peculiar olor estaba manchando la casa.

―Huele a marisco ―ese comentario de Hana hizo temblar a los dos sin vergüenzas en la casa―. ¡Oh! ¿Viniste a enseñar a senpai a cocinar?

Una puerta de escape le dio su hija.

―¡Si! Vine a darle clases a Sakurai-kun, Hana es todo. Quería conocerlo un poco mas luego de que me pidieras que lo cuidara.

Una pequeña explicación vino después y lograron engañar a su Kohai de Sakurai. Pues convenientemente si, Sakurai había comprado mariscos frescos antes de saber que Tsuki vendría a su casa sin avisar. Donde después de jugar con sus cuerpos en la cama al medio día. Haría de comer incluso para ella y quedaría comida para una mas.

―¡Que delicioso, senpai! ―se exalto con el gran sabor de la comida, Hana. Tomo lugar en la mesa y acompañada de su madre como de novio comió con gran enamoro con el platillo―. Saben, por un momento y pensé que ustedes dos estaban reunidos por algo más.

De nuevo, ambos se sacudieron. Se calmaron casi de inmediato cuando la mirada infantil de Hana se mostró mientras seguía comiendo y comiendo, pidiendo más.

―Que rayos dices ―respondía con las venas resultadas Sakurai, de nuevo tenia sentado a su derecha a Tsuki.

―¿Como puedes pensar que tu madre tiene alguna clase de aventura con tu novio, Hana?

Una respuesta hipócrita debo decir, tal vez puedan engañarla a ella pero no podían engañarse a si mismas. Debajo de la mesa sin que Hana lo notara. Sakurai había metido su mano debajo de la falda de Tsuki y llevo a sus dedos hasta su vagina donde le acariciaba con toda discreción, así mismo la madura tenia su mano ocupada. Masturbando despacio a Sakurai. No podían engañarse, ella lo deseaba por lo joven que era mientras que él solo quería comerse su cuerpo cuantas veces pudiera hacerlo, hasta que su amorío tuviera que acabar.

Hana no sospecho nada ni después. Hasta que llego cierto día donde hallaría el secreto de ambos. Consiguiendo que alguien mas la cubriera en su estancia del trabajo después de la escuela. La mayor de las hijas Uzaki, se escabullo en la casa de su amor para darle una sorpresa grande a su novio, sabiendo bien que Sakurai estaba por volver y pensando que Shinichi estaría agobiado por el largo día de estar en la universidad y luego del trabajo. Hana le sorprendería cuando entrará.

―Ji ji~ senpai no se lo espera ―dijo Hana, pasando por la puerta del departamento de Shinichi.

Entrando a hurtadillas, busco el lugar adecuado para esconderse, el closet. Donde esperaría el momento adecuado y mostrarle lo que consiguió para él, un juego similar al de su madre, un juego de lencería negra de encaje a su medida. Algo simple si lo piensas, pero este tipo de ropas son mas poderosas de lo que puedes pensar. En palabras de expertas, eran lencerías con suficiente poder para que una pareja tuviera hijos antes o dentro del matrimonio. Eran las ropas especiales que ocultaba esta vez Hana bajo su blusa azul de siempre. Salvo que cuando lo tuviera en su casa, ella saldría unicamente llevando esta ropa debajo y así le esperaría.

―Ya es tiempo de que senpai y yo cambiemos el juego~ ―hablaba consigo misma en un debate serio―, somos novios, pensar que luego de esta noche pueda pasar lo que tanto le asusta a senpai.

Eran una pareja joven y melosa, cometiendo actos repetidos de adulterio antes del matrimonio, pero bien Sakurai era cauteloso cono sus encuentros. Muchas veces usando las medidas adecuadas para evitar incidentes no deseados, rara era la ocasión en la que lo hacían al natural. Pero esta vez se arriesgarían yendo por todo.

Cerró el clóset luego de guardar su ropa en la mochila que cargaba consigo y espero a su novio.

―Ahora a esperar.

Solo pasaron alrededor de unos diez minutos o un poco mas cuando la puerta principal de la pieza de Sakurai fue abierta. Escuchando esto Hana supo que el momento de sorprenderlo estaba mas cerca y en su cara se notaba la emoción por esto, pero quien terminaría sorprendiéndose seria ella. Si, lo vio entrar ante la sombra de la noche y la oscuridad de la casa con una mujer que la luz del contacto iluminaria cuando Sakurai cerro y la tuvo consigo.

―¿Eh? Senpai esta con alguien ¡¿Oka-san?! ―se impacto con lo que sus ojos como sus oídos presenciaban, su voz no fue escuchada por ellos, sus palabras solo resonaban en su mente.

Tan solo estuvieron solos al primer instante y veías como Sakurai besándose con Tsuki como los amantes en secreto que no se veían desde hace mucho. Él la envolvía en sus brazos con sus manos moviéndose por la espalda de la madura, deslizando sus manos hacia abajo, hacia su trasero. Tsuki tenia sus manos puestas sobre el pecho del chico a pesar de estar su ropa en su camino logro pasar por debajo y ella se excito cuando sus manos tocaron sus abdominales.

―Sakurai-kun Estas mas ansioso que de costumbre~ ―dijo picara Tsuki estando a solas con él en su departamento, eso pensaban. Tenia las manos y boca de Sakurai pasando por su cuerpo bajo su ropa y sus labios excitandola con solo pasar por cuello, sus besos bajaban hacia su busto-

―Como no, sabiendo que esconde debajo de su ropa como no voy a estar ansioso ―decía para regresar sus labios a la boca de la mujer―, creí que querías eso, que alguien joven se excitará por una mujer como tu.

―Claro que si.~ ―su cuerpo iba ardiendo en gran medida.

Empujando lentamente a Tsuki hacia su cama mientras ella metía sus manos bajo la camisa de Sakurai como en costumbre, solo que esta vez, también introdujo su mano dentro del pantalón del pelinegro, desabrochando sus pantalón y acariciando su pene con agresividad, mas encenderlo, lo quería dentro. Shinichi tenia su mano bajo la blusa de Tsuki, para sentir sus pechos de nuevo luego de esperar el día de la semana en la que ambos se encontraban a espaldas de todos.

Hizo caer a la matriarca Uzaki en su cama, donde le levanto su blusa sin permiso con agresivo movimiento, aunque para Tsuki no había problema alguno le gustaba ser tratada así de brusca. Sin quitarle por completo su ropa, desabrocho el sostén de la peligris por delante, de la misma manera y sus manos comenzaron a jugar con ellas como su boca, sacando esa sucia voz de la mujer que tanto eco hacia en su pieza. 

 

―¿Vas a poner tu pene entre mis pechos? ―pregunto pícara la mujer al ver que Sakurai se quito toda su ropa estando encima de ella, viendo de primera mano como el pene del joven se ponía duro y sobre su cara.

―¿Me deja poner mi pene entre sus pechos, Tsuki-san? ―los modales, hacen al hombre.

―¿Porque preguntas? ―dijo risueña la mujer―. Cuando estamos solos, mis pechos son tuyos para hacer lo que quieras; hazme todo lo que quieras Sakurai-kun soy toda tuya.~

Hana seguía observándolos desde dentro del clóset de Sakurai sin que ellos la notaran, pero lo que si iba a notar era la excitación que ella encontraría por ver a su madre teniendo sexo con su novio.

―¿Porque oka-san y senpai están teniendo sexo? ―pregunto en su cabeza la inocente Uzaki sin prestar atención al hecho de que su propia entrepierna empezaba a mojarse de la excitación.

Sin apartar la vista, a pesar de tan corto espacio abierto entre las puertas del clóset, logro ver como Sakurai, ponía su hombría entre los pechos de Tsuki y se frotaba en medio de la suavidad de sus senos. Esa cálida, suave abrazadora textura de sus mamarias lo hicieron enloquecer por su cuerpo.

―Tu pene esta muy caliente hoy, Sakurai-kun. Siento mis pechos se van a derretir por tu pene~ ―decía al sentir el miembro varonil del novio de Hana frotando su considerado tamaño entre su busto cuales almohadas fueran.

―Sus pechos son unicos, la textura con la que envuelve mi pene es fantástica Tsuki-san ―decía, mas cuando el calor de la pasión comenzó a aumentar, la punta de su miembro logro pasar de entre sus pechos hacia la cara de Tsuki.

Mientras sus pechos comenzaban a impregnarse por los fluidos pre seminales de Sakurai dejaba en su escote en cada movimiento. La punta de su polla que apuntaba mas cerca de la cara de Tsuki, atrajo la atención de la misma mujer. Usando su lengua, para alcanzar la punta del miembro de Shinichi, logró tocar y acariciar la punta del pene, lo que le causo hambre de tenerla en su boca por completo a la madura, hasta que finalmente su amante paso de ponerla entre sus tetas a poner su polla en su boca de la matriarca Uzaki mientras seguía teniendo el tallo de su miembro en medio de los pechos de la mujer.

―Es demasiado bueno esto~ ―exclamo Sakurai alcanzando el primer clímax del encuentro―, ¡me vengo!

Retiro su polla de Tsuki, disparo sobre toda la cara de la mujer, un fuerte eyaculación y su semilla pinto toda la cara de la mujer, manchando por completo, momento para el que la mujer saco su lengua y llego atrapar parte de la blanca lluvia dentro de sus labios.

―Haaa~ ―suspiro luego de recibir toda esa poderosa liberación de su amante―, soltaste mucho en mi cara, Sakurai-kun ―paso su mano sobre su mejilla para quitar el exceso de semen que le cayó.

―Me emocione ―respondió agitado con una expresión que confirmaba su respuesta, se veía en él―, se sintió tan bien que no me pude contener.

―Espero que tampoco puedas contenerte aquí~ ―dijo tras sentarse en la cama, se quito el resto de su ropa, Tsuki. Levantando su pierna derecha para dejarlo ver su ansiosa vagina―, ahora ponlo en mi y hazme olvidar, Sakurai-kun. Hazme ser tu mujer.~

Aceptando sin dudar la invitación, se puso encima de Tsuki una vez mas Shinichi, donde primero froto su miembro mojado en la húmeda vagina de la Uzaki hasta que por inercia su pene se introdujo dentro del coño de esposa de la mujer.

―¡Dios, se siente tan bien! ―gimió del placer Tsuki después de ser penetrada por el chico y sentir en cada penetración, como Sakurai llegaba a cavidades que solo él lograba alcanzar en el acto del coito―, tu pene rosa lugares que mi marido nunca alcanza… solo tu.

―¿Dice que soy mejor que su marido, Tsuki-san? ―pregunto sintiendo poca pena por el hombre.

―¡Si! Después de que mi cuerpo probara tu pene... no puedo dejar de pensar en ti y lo bien que me siento ―dijo Tsuki mirando el cuerpo juvenil cuerpo de Sakurai, como el de su marido cuando eran jovenes y hacían lo mismo.

―Si su marido la escucha, se sentirá muy humillado ―decía cual amante era de Tsuki, y así era.

―¡Que se joda mi marido, en estos momentos soy solo tuya y nada mas! ―dijo a oídos y ojos de Hana, de la que no sabia que estaba allí. A medida que les escuchaba, ella misma también se estaba masturbando con cada gemido de su madre como de su novio―, este es único día a la semana en el que no soy ni madre ni esposa, solo soy una mujer ¡Soy tu mujer este día, Sakurai-kun!

 

A cada segundo que Hana los escuchaba como los veía, ella se tocaba con mas entusiasmo, por una razón extraña, ignorando por completo que estaba en presencia de un acto de infidelidad. Hana encontró la excitación verdadera al ver a su novio haciendolo con la madre de ella, Sakurai siendo una bestia desenfrenada y su madre una mujer sin remordimientos por tener amorios con otro hombre que no era su esposo.

―¿Que pasa conmigo? ¿Esto esta mal, pero porque me excito de mas mirando a Sakurai teniendo sexo con Oka-san? ―preguntaba mentalmente Hana a ella misma a medida que se sincronizaba con quien la dio a luz, para alcanzar el clímax.

Vio como Sakurai tomaba a su madre con pasión y con lujuria sin freno, azotaba su trasero y la trataba como un simple pedazo de carne, lo cual a ella por alguna razón la tenia mas excitada cada vez. Continuaba viendo a Tsuki hacer sonidos lindos e indecentes para una mujer de su edad, así como posiciones de las que nunca imagino que ella podía manejar.

―Esta pose es tan pervertida, Sakurai-kun ―estaba en cuatro sobre la cama del chico, quien tiraba de su cabello hacia atrás para que él mismo viera la cara indecente que tenia en su cara la peligris―, me tratas como si fuera un pedazo de carne para satisfacer tu necesidad de hombre, solamente.

―¿No es lo que le gusta? ―cuestiono luego de estar oliendo el aroma del cabello de la peligris cuando jalaba de su pelo.

―Solamente si eres tu quien me trata así, querido~ ―dejaba salir un lado indecente jamás pensando en ella, sin pensar que su hija le estaba viendo―. Eres el mejor, mi vagina esta recordando la forma de tu pene y no creo que pueda olvidarlo después.

―Si lo pone así… ¡no voy a resistir mas, voy a liberarlo dentro de usted! ―comenzó a embestir con mas rudeza el trasero de la mujer. Pasando de tirar del cabello de la mujer para aferrarse a ella sosteniéndose de sus pechos en pleno movimiento

―Correte dentro… ¡correte dentro de mi! ―la cama se agitaba con mucha violencia debido a la interacción de ambos. Apretando las paredes de su vagina para que no escapase el pene del chico de su interior―. ¡Ohhh! ―sonó así su boca al momento de sentir como se disparaba la leche de Sakurai en su interior, una sensación demasiado lasciva para Tsuki, que después de sentirse llenar por él, ella se corrió, mojando mas que solo el pene de Shinichi, sino también su cama―, Si.~

―Tsuki-san es mas que una amiga sexual para mi ―decía tras caer encima de la Uzaki sobre su propia cama, su cara tomaba aire a lado de ella. Tsuki sentía su caliente respiración rozando su cabello―, desde hace poco tiempo, Tsuki-san comenzó a gustarme de otra forma.

―¿De que forma? ―preguntaba sin poder poner en orden su cabeza la matriarca de los Uzaki, pues su cabeza estaba en blanco después de esta primera ronda.

Sin usar palabras, solo acciones. Como todo hombre de verdad. Sakurai puso sus labios encima de los de Tsuki en un beso cargado de emociones, sentimientos prohibidos en todo caso. Un contacto de labios donde la misma Uzaki pudo sentir claramente todo lo que no uso en palabras sino en un acción para describir lo que sentía.

―Oh, esa forma ―exclamo, como si de nuevo se hubiera enamorado y le hubieran correspondido, Tsuki.

Pero a pesar de estar observando todo, la mente de Hana solo estaba concentrada en una sola cosa y a sus manos tenia ocupadas en su parte intima donde se acariciaba despacio, pero lo hacia con un entusiasmos que la dejaba exhalando vapor con cada segundo que seguía mirándolos.

―¿Que dice? ―pregunto tímido, sentándose sobre su cama con la madura sobre sus muslos.

―Ya es nuestro secreto, querido~ ―declaro Tsuki con tono divertido, llevando su dedo a la punta de la nariz de Shinichi donde lo pico cariñosamente.

Desafió a su joven amante a que comprobara todo el tiempo que pudiera, cuan reales eran esas emociones que confeso en un solo beso. Quería que las dijera con mas acciones de su cuerpo sobre ella.

―Mas, mas profundo Sakurai-kun ―repetía Tsuki mientras era embestida con mas energía por el chico cuando salieron de la cama y la llevo contra la pared. Se dejaba volver loca por los golpes profundos del pelinegro, hasta llegar a gemir con mucha voz por segundo vez cuando él la lleno de su esperma otra vez―. ¡Haaa!~

―Se ve tan linda en esta pose, Tsuki-san ―la tenia levantada de las piernas y abiertas por cierto, haciendo que la mujer se lograra ver en el espejo del cuarto del chico cuando él golpeaba con su pelvis contra su trasero y este sonaba en la habitación.

―Te gusta tenerme así verdad, te gusta ver todo mi cuerpo a tus deseos ―trataba de no verse al espejo, que estaba junto al clóset de ropa de Sakurai donde Hana aun seguía escondida muy bien―. Se siente muy bien… me mojo más de solo imaginar que hay alguien dentro de tu closet espiándonos. ¿No sería eso excitante?

―Que cosas dice, Tsuki-san. Usted es toda una pervertida ―unieron sus bocas aun estando teniendo sexo en esta pose demasiado comprometedora. Peor sería que lo hicieran hacia la ventana abierta donde alguien podía verles y escuchar la voz de la señora Uzaki.

―Lo soy… soy una pervertida mujer que se olvida de su familia y su esposo para reunirse con su amante a escondidas, me gusta que me trates así de sucia, Sakurai~ ―grito mientras se venía ella sola al ser golpeada cada vez mas profundo, al menos así lo sentía ella.

―Oka-san… Oka-san~ ―se repetía en la mente Uzaki mientras seguía mirando y escuchando sin parar de tocarse, sin importar que la misma Hana ya se haya venido mas veces que Sakurai y su madre juntos.

Los minutos se volvieron horas, horas en el que el día comenzaba a esfumarse mas rápido que tus emociones por ella luego de que rechazara, di que no y sabrán que mientes.

―¡Sakurai-kun, Sakurai-kun dame tu semen, Sakurai-kun! ―gritaba el apellido del joven estando encima de él, con sus caderas moviendose de arriba para abajo en frenesí de lujuria, esperando obtener hasta la ultima gota de Shinichi mientras ella le daría hasta el ultimo esfuerzo de ella antes de caer totalmente sin energías, Tsuki.

―Tsuki-san ―decía su nombre también el mismo Sakurai.

―¡Correte conmigo Sakurai-kun! ―grito―, si me amas correte conmigo… ¡correte dentro!

―¡Aaahhh! ―grito del entusiasmo como de su propio orgasmo Sakurai. Alcanzo un nuevo limite dentro de lo que el mismo conocía de él.

Había caído la noche y Hana conoció un lado suyo que no sabia. Pues toda la noche en la que los estuvo observando sin parpadear (figurativamente), Hana paso toda la velada alcanzando el clímax una y otra vez mientras ellos continuaban con ello. Incluso paso la noche metida ahí, no pudo escapar porque Sakurai y su madre, por allí de las 9 o 10 horas, despertaron para hacerlo en un tercer encuentro. Digo tercero porque tras caer la tarde tuvieron un segundo corto encuentro antes de este tercer encuentro mas.

A la mañana siguiente, espero a que su madre como Sakurai salieran de la casa para después ella escapar sin que los supieran en algún momento que si, Hana estuvo allí mirando lo que hicieron.

―Estoy en casa ―anunció Hana su regreso tras un nuevo día de estudio y trabajo continuo, lo dijo con un cansancio y desanimo en su boca cuando pronunció tales palabras..

―Hija, bienvenida ―saludo Tsuki a su hija cuando ella estaba en la sala y encontró a su madre conversando Sakurai en el mismo sofá muy pegados.

―Hola Hana ―saludo Sakurai, en sus brazos tenia a las gatas mascotas de la familia Uzaki, criaturas que se acostumbraron a la presencia de Sakurai y se acercaban a él con toda confianza.

Camino y paso por la sala mirando muy detenidamente mirando a su novio como a su madre quienes respondieron la señaladora mirada con un poco de tensión.

―Ustedes dos se han vuelto muy amigos ―comento Hana, sacando una sonrisa a ambos antes de sentarse en uno de los sofás y unirse a ellos, pensaban que su aventura estaba escondida incluso de ella. Pero no―. Eso me alegra.

Ya había pasado dos meses desde que los descubrió y ella no hizo nada, pero es que no quería venganza, quería otra cosa. Parecía que el mundo estaba volviéndose pervertido con cada minuto.

―¿Todo esta bien, Hana? ―pregunto Shinichi ante la extraña actitud de su novia. Inclusive, los gatos de la familia notaron la extraña forma de actuar de la chica.

―Todo esta bien ―respondió tan natural que preocupo a todo quien la viera.

Incluso a Yanagi quien bajaba por las escaleras buscando un vaso de agua, solo un escalón mas para entrar en la sala cuando vio la ultima escena y la inusual actuar de su hermana que la hizo sentir un escalofrió recorriendo de sus pies a su espalda.

―Mamá ¿Hana, esta bien? ―pregunto la menor de las hijas Uzaki.

El equilibrio estaba perturbado como la naturaleza misma con el ser humano creando semillas transgenicas para ganar dinero mas que buscar ayudar a la economía agricultora. Preguntar que pasaba por la cabeza de Hana sería un acto de muerte y si sabías que era lo que pasaba posiblemente te verías en el camino de la muerte. Puede que este exagerando yo solo, pero piénsalo. Las cosas se pondrían feas en poco tiempo.