Uzaki-san (Family)
Es difícil de entender el amor, a veces el sentimiento de la lujuria se mezcla con el amor y suele confundir a las personas. Pero se aprovechan de sus propias emociones entre mezcladas para experimentar nuevas sensaciones. Como Yanagi, la menor de las hijas de la familia Uzaki, luego de haber conocido al novio de su hermana mayor quiso ella acercarse a él en un intento sin interés de provocar celos en su hermana, sin embargo. De ser simples provocaciones de parte de Yanagi, se convirtieron en interés propio de la joven Uzaki por el senpai de su hermana.
—¡Senpai-san, gracias por ayudarme con mis estudios! —dijo Yanagi guardando sus libretas de apuntes en su mochila, tras tres horas continuas de estudio en casa de Sakurai.
Sentados en la pequeña mesita de su reducida sala de su apartamento, impartía clases a la mas joven de las Uzaki a espaldas de su familia por petición de la misma pequeña Uzaki.
—Sabes que no tengo problemas con darte tutorías, Yanagi-chan —sentado desde el otro lado de la mesita, con los brazos cruzados y una sonrisa sincera en su rostro que solía aterrorizar a las damas, pero no a la joven Yanagi—. ¿A caso Hana es mala enseñando?
—No lo es —contestaba joven cuyos ojos siempre eran cubiertos por su largo flequillo—. Pero, Senpai-san es el senpai de mi hermana y quien mejor para mejorar mis estudios que Senpai-san.
—Me halagas mucho, eres incluso mas agradable que Hana, siempre esta molestando en cada ocasión —seguía con los brazos cruzados, mientras tenia un leve ceño fruncido pensando en la Uzaki que tenia por novia. Sin mencionar a Tsuki la madura con la que tenia aventuras en secreto.
Aprovechando esa declaración y la guardia baja de Sakurai, Yanagi se acerco a gatas al universitario hasta que él se dio cuenta de que ella estaba demasiado próxima a él.
—¿Yanagi-chan?
Se acerco demasiado a él, tanto que una de sus manos se puso sobre sus piernas, cual perrito con ganas de jugar vino a acercarse la inocente Yanagi con una suave sonrisa en su cara y la otra mano levantada cual patita lista para hacer caricias a su amo para pedirle un poco de atención.
—Dime senpai-san, me hubieras escogido a mi en vez de mi hermana~ —una pregunta atrevida lo sentía Shinichi.
—¿Pero que estás diciendo? —la cara de Yanagi estaba casi encima de él, se sentía presionado como incomodo.
Solo faltaba que Yanagi tuviese cola de perro para moverla en el momento que acorralaba a Shinichi. De pronto, la joven Uzaki guardo silencio incomodando al universitario hombre con el que estaba a nada de distancia entre él y besarlo, lo cual pensaría Sakurai de que esta podría ser las intenciones de Yanagi si pensará mal.
—Jejeje~ senpai-san es una persona muy divertida —exclamo, para después bajarse de encima de él y sentarse sobre sus piernas delante suyo, comportandose esta vez.
—¿Yanagi-chan? —aun cuando se le quito de encima, ella dejo un rubor sobre la cara de Sakurai.
—Ahora entiendo porque one-chan esta tan interesando en ti —comentaba—. Eres alguien muy divertido.
¿Acaso pretendía tomar la misma actitud que su hermana mayor? A quien le escuchará, Sakurai le pedía que Yanagi no se convirtiera en una versión mas joven de Hana. Suficiente tenia con amarla a ella y su actitud fastidiosa pero con la que le terminado hechizando.
Pero hechizado quedaría Sakurai cuando vio en angulo bajo, el escote de Yanagi. Eran días de calor y nadie lo tolera, pero pensar que ella decidiría quitarse el uniforme de su academia y revelar que debajo tenia una blusa deportiva blanca, sin mangas pero con un escote de gran revelado. Era un abismo de gran magnetismo, tal como era de esperarse de las mujeres de la familia Uzaki.
Yanagi buscaba acercarse a él y experimentar eso que su hermana disfrutaba tanto con su novio, como su madre disfrutaba igual poniendo los cuernos con novio de su hija. Conocer el sendero del placer y experimentar cosas excitantes con el senpai de su hermana mayor.
—¡Gracias por lección de hoy, senpai-san. Vendré mañana para mas tutorías! —se despidió la uzaki menor saliendo alegre de la casa, volviéndose a colocar la blusa de su uniforme, no se iría por la calle mostrando carne a los ojos de cualquiera que ser topase en el camino.
Una vez quedo solo, Shinichi pensaba en preparar la cena y hacer alguna de las recetas que la señora Tsuki le ha enseñado en esas clases de cocina. Si pensará mal, Sakurai creería por un momento que Yanagi se le estaba insinuando; fue por ese pensamiento prematuro con el que se paralizo entre pensamientos luego de sacar los ingredientes de su refrigerador e iba comenzando con romper un huevo en un tazón. Su mirada se perdió por un momento en la pared pero en su mente el visualizaba a la joven Uzaki y ese abismo prohibido que le mostró.
—Yanagi esta bien desarrollada, será la esencia de los genes de la familia Uzaki… ¿Que rayos estoy pensando? —se dijo así mismo, momento luego de haber sacudido su cabeza como si fuera un perro mojado—. Idiota ella tan solo tiene 16 años, y tu 22, es menor que tu por ocho años imbécil, además que Hana es tu novia y puedo hacer con ella cosas como esa, sin mencionar que la señora Tsuki también.
Entro en una seria esencia filosófica. Por mas que tratase de poner su mente en cocinarse una deliciosa cena, su mente se desorientaba en pensamientos mas impuros como atrevidos con la joven Yanagi.
Recorriendo tranquilamente las calles sin miedo a ser asaltada o atacada por algún loco, a diferencia de latino america Yanagi llego hasta su casa donde fue recibida por su madre y casualmente su padre, que llego a casa temprano esta vez.
—Hola, hija —saludo inicialmente Tsuki luego de escuchar a su hija mas pequeña entrar y anunciarse en la casa—. ¿Como estuvieron tus clases con Sakurai-kun?
A diferencia de Shinichi, la matriarca de la familia Tsuki no tenia pensamientos que se cruzaran en su mente, podía cocinar con toda normalidad. Pues entonces Hana aun no comenzaba con su venganza. Para entonces no tenia un plan. Fujio estaba en la mesa esperando la llegada de los platillos sorpresa que su esposa les hacia, esperaba y mientras lo hacia, tenia una conversación divertida con Hana.
—Senpai-san es un buen tutor. Es alguien muy divertido —dijo Yanagi cuando llego a la mesa y se sentó, aun con el uniforme de su academia puesto.
—Oye, aun no me explicas porque escogiste tomar clases con él, conmigo no ha sido tan buen compañero explicando temas de la clase —pregunto Hana inflando sus mejillas, se dejaba ver cierto nivel de celos. Para entonces, solo tenia visto a su madre estar interesada en su novio y no quería creer que su hermanita estuviese siguiendo los mismos paso que su madre.
—Tal vez porque no sabes entenderlo —buscaba provocar a su hermana—. Su forma de explicar es tan clara y elocuente que si fuera mi maestro en la academia todas las chicas se volverían locas por él.
Eso sacudió a Hana. La sola idea de que un montón de pubertas estuvieran detrás de su novio le parecía un castigo del infierno.
—Yanagi por presiento que solo estás teniendo estás tomando clases con Sakurai solo para molestar a tu hermana —comento su padre, la sonrisa traviesa de Yanagi se veía desde su llegada.
—Claro que no, papá ¿como crees?
Mas que solo provocar molestia a su hermana, Yanagi quería hacerse mas cercano a Sakurai por curiosidad o mejor dicho, ser curiosa con él.
—Seguramente solo lo haces para molestarlo, ni siquiera le pagas por todas esas clases que le pides que te —recrimino Hana, sin tener prueba alguna. No tenia pruebas pero tampoco dudas.
Afino su traviesa sonrisa ahora que estaba a la mesa con su familia, momento en el que venía su madre con la comida servida en platos. Momento perfecto para fastidiar a su madre sin que lo viera venir.
—Yo no, pero mamá le estaba pagando a Senpai-san por todas las clases que me da —sentó Tsuki el primer plato para su esposo y el segundo vino a ser para Yanagi. Vino a hacer la pregunta incomoda de la noche cuando Tsuki puso el plato para su hija—. ¿Verdad mamá, le pagas a Sakurai-kun por las clases que me da?
Puso el plato y la mujer entró en confusión tan solo asentó el plato, su mirada se perdió en el fondo de la habitación mientras solo entro en un pequeño estado de tensión. Un sonido de confusión salió de su boca, una pesada gota de sudor se deslizo de su mejilla izquierda cuando en su mente cruzo la delgada iluminación de que su hija sabia de la inmoral relación de ella con Shinichi. Pero eso seria imposible, esperaba que tal vez tuviera una mala impresión.
—¿Eh?… Oh si, voy a ver a Sakurai-kun para agradecerle por las asesorías que le da a Yanagi —dijo y estuvo bien. Pero no lo sintió así—. Agradecerle monetaria mente, claro.
Esa corrección vino a ser la intriga de la semana. Su querido esposo tuvo desde la primera declaración de que ella pagaba en dinero a Sakurai, no pensó bien el porque su esposa tuvo que hacer una aclaración a eso.
Cuando vio que su madre solo sirvió cuatro platos en la mesa, de los cinco lugares que había preguntaron por Kiri, el hermano de en medio; a lo cuál Tsuki respondió que su único muchacho estaba afuera socializando con sus amigos en los centros de diversión de ciudad. Vivir entre mujeres era un tormento para él, después de todo escuchar como su hermana es mas mujer con su novio que Kiri siendo hombre con la novia que no tenia. Su única novia era consuela.
Una vez más, Yanagi vino a fastidiar al senpai a su propia manera. Y la manera en la que vino a fastidiar a Sakurai fue… de poca imaginación.
Sentada en la mesa de centro del senpai, Yanagi reforzaba los estudios del día con ayuda de Shinichi. Sin embargo como tutor, Sakurai debería tener los ojos puestos en la resolución de la joven Uzaki mientras resolvía las operaciones que le puso para repasar el como funcionan. De pie detrás de su estudiante, el apreciado senpai tenia la mirada levantada, bajando sus ojos solamente para hacer tener una vista de lo que realmente debía estar mirando y no otros lugares.
Yanagi había venido de su escuela hasta casa de su futuro cuñado, pero en vez de estar con su uniforme puesto en la pieza de la casa de este, vino a enseñarle a Sakurai, su uniforme propio de natación. La joven Uzaki pidió usar el baño de Shinichi tan solo llego, lo sorprendió al salir vistiendo de esta forma y aunque le pregunto el porque decidió salir vistiendo así en su departamento, Yanagi solo vino a contestar: hace mucho calor. Aunque eso no estaba equivocado, Sakurai logro reunir fondos y comprarse un aire acondicionado, el cual estaba prendido para cuando Yanagi decidió sorprenderlo así.
—Senpai-san —captó la atención de Shinichi, bajo su cabeza y miro a Yanagi con mucho cuidado de mirar donde no debería—. ¿Senpai-san, lo estoy haciendo bien?
Levanto su libreta por encima de ella por lo alto que era su tutor, Sakurai estando tenso agarro el cuaderno y tapando su mirada con la libreta comenzó a examinar lo avances de las dos operaciones algebraicas que le asigno a Yanagi. Con la cara de la libreta tapando toda su visión periférica no lo vio venir.
—Muy, bien. Eres buena en matemáticas Yanagi-chan —le sorprendía lo sencillo que llegaba a resolver estos problemas.
Como presa a la vista y Yanagi siendo la cazadora, sin que el senpai de su hermana lo viera venir, silenciosamente cual felino depredador se dio la vuelta en su lugar y estando a nivel de su entre pierna un discreto movimiento de su manos vino a poner sus manos en el poco notable bulto que a Sakurai se le venía formando aquí. Sin sentirlo, Yanagi le abrió los pantalones y revelo su pene el cual de inmediato se mostró erecto.
—Jiji~ —una risita para celebrar su fechoría por cometer.
Esa fría sensación en su hombría caliente, vino a alertarlo. Mala espina recorrió su espalda y quito la libreta que tapaba su vista donde Sakurai pudo ver su propio bulto al aire libre, muy próximo a la cara de Yanagi.
—¡Yanagi-chan!
—¡A comer! —dijo y se lo comió, empezando por la punta.
La cabeza de su hombría fue envuelto por los labios de Yanagi y la sensación cálida interna de sentir su lengua acariciando los rincones de la punta de su pene hasta que la pequeña Uzaki se le estaba chupando por completo. Paralizado quedo su tutor ante la habilidosa lengua de su aprendiz. Su voraz técnica hacia casi imposible resistirse al clímax y mirarla en ángulo bajo que la tenia, ver su dotado escote solo hacían que su empalme se hiciera mas difícil en hacer que por voluntad propia se le bajara a Sakurai.
—Yanagi-chan… deber detenerte —exclamo el senpai, llevo sus manos a por encima d la cabeza de la peligris, intentando de manera suave en hacer que ella lo soltara.
—¿Porque?~ —decía Yanagi cuando saco de su boca el pedazo de carne de Sakurai, con ayuda de ambas manos suyas, la peligris acariciaba y apretaba fuerte la polla del senpai esperando exprimir su leche, que ella esperaba disparara sobre su cara como llave abierta a presión sobre su cara—. Al pene de senpai-san le esta gustando esto, se esta poniendo cada vez mas grande mientras te masturbo.
Un segundo ataque de la felina Yanagi y de un solo ataque con sus fauces bien abiertas con los que ella consiguió devorarse por completo la polla de Shinichi. La textura de sus labios y las caricias agresivas de su lengua pudieron con él.
Si no podía detenerla… si no puedes con ellos, únete. Dice el refrán.
—¡Yanagi-chan!
Cediendo a los impulsos provocados por la joven Uzaki. Sakurai de nuevo puso sus manos en la mollera de la joven peligris para tomar el control. Empujando así su pene en la boca de Yanagi hasta torcerse en su garganta, los ojos de la chica lograban verse a pesar de su largo fleco, veíase como la Uzaki disfrutaba de una sensación de ahogo de dominación sexual, algo que hizo a su vagina comenzar a mojarse mientras Sakurai violaba su boca como su fuera su mismo coño y así mismo, se vino en este agujero de Yanagi.
—¡Mmmmm! —fue el sonido que hizo la pequeña Uzaki cuando todo ese fluido blanco masculino fue disparado en su garganta y boca— ¡Puaf… coff, coff!
Escupió parte del semen y tocio seguidamente, apenas Sakurai le saco su aparato de la boca; Yanagi. Un paso atrás para darle espacio a la que debería ser su protegida estudiante y sentirse aterrorizado de lo que hizo. Después de toser cuatro veces seguidas, Yanagi mostró un sonrisa satisfactoria y con esperma de Sakurai escurriendo de su boca, vino a lamerse en el labio inferior derecho donde un par de gotas de esperma aun le quedaban.
—¿Yanagi-chan? —sintió preocupación por ella, como intriga deliciosa.
—Je~ —la mencionada levanto la mirada con su sonrisa picara mientras limpiaba la baba de su boca con su puño—. Fue una gran liberación, senpai-san.
Seguía con la guardia baja, como la felina depredadora que era acorralo a Shinichi en su propia casa. Por caminar hacia atrás, solo unos cuatro pasos, vino a tropezarse con su propio miedo y en cuanto quedo en el suelo Yanagi paso por encima de él hasta poner su mano en su pene expuesto.
Quisquillosa, se sentó en la pelvis de Shinichi mientras que con su mano lo estimulaba. Bajo los pelos de su flequillo se hizo un espacio y logro poner su ojo reflejándose en la mirada preocupada del senpai.
—Eh probado el sabor y la textura del semen antes, pero después de que nee-san te presentará ante la familia como su novio, quise darle una probada a mi futuro cuñado —revelo Yanagi con una sonrisa que mostraba sus dientes, si fuera un felino cazador, no serían dientes de humano lo que vería en ella, sino unos colmillos de una bestia bien hambrienta.
—Aguarda, un momento… —quiso detenerla con palabras, porque con fuerza no quería lastimarla mas de lo que podría.
—Vamos, yo se que senpai-san quiere hacerlo conmigo~ —llevo sus manos a los tirantes de su traje de baño escolar, los deslizo de sus hombros e hizo que cayeran, sus notables pechos se descubrieron.
Los ojos de Shinichi se abrieron en grande en cuando ella revelo su busto. Tal vez no eran enormes como los de Hana o su madre, pero el tamaño de sus pechos no se quedaban atrás, eran grandes y de una aureola rosa en sus pezones. Pero no termino allí, Yanagi levanto la parte baja de su uniforme y descubrió su verdadera vagina, un poco de bello púbico aquí, pero controlado.
Con su mano apretando con fuerza su hombría, lo puso en posición debajo de su vagina y dejo que esta hiciera lo suyo, gruesa y rígida como si fuera la verga de un animal, entro el enorme pedazo de carne de Sakurai que le lleno por completo.
—¡Haa!~ —fue el sonido que escapo de su boca en cuanto el miembro de Shinichi la lleno toda, la punta de su hombría beso su útero y esto le fascino a Yanagi—. Es muy grande… así que este el pene que mamá y que nee-san disfrutan.
—¿Espera, acaso sabes? —entró en un nuevo estado de pánico cuando escucho esas palabras.
—Que tienes una aventura con mi madre y mi hermana —deslizaba sus manos debajo de la camiseta del senpai para tomar mejor sus músculos de su torso, pero también lograba que sus pechos se restregaran contra el lavadero de Shinichi y esto era de mucha estimulación. Seducida, se dejo caer sobre sus pectorales y los acaricio con la lengua—. Así que este el cuerpo de un hombre de verdad.~
—Ay que detener esto, Yanagi-chan —quiso levantarse por lo menos pero entonces, Sakurai sintió como su polla era devorada por la mas joven de las mujeres Uzaki. Mas que ser cuidadosa, los movimientos de la peligris era agresivos y de constante aceleración.
—El pene de senpai… es mas grande que al principio~ —exclamo entre sonidos de dolor, los cuales comenzó a asimilar su cuerpo—. Es el mejor pene que he tenido dentro.
Con su espalda enderezada, sus pechos se dejaban ver en su máxima expresión, tratando de mantenerse en el mismo lugar pero cumplían la leyes de newton, todo lo que esta en movimiento, tratara de mantenerse en movimiento.
—¡Senpai-san… su pene es una locura… mi vagina… mi vagina se esta derritiendo por lo increíble que es! —los movimientos de Yanagi se volvieron mas agresivos e intensos.
Nunca pensó que ella fuera de esta manera, lo pudo ver de Tsuki y de Hana, debió reconocer que Yanagi también debía ser así en el fondo.
—Yanagi-chan, sigue así y pronto voy… a venirme.
Escuchar eso le pareció fantástico a la chica, comenzó a azotar su pelvis con mas intensidad contra la polla de Sakurai.
—Dámelo senpai-san… dame tu leche pervertida en mi verdadera vagina —decía Yanagi, su mano sobre los labios de su vagina que no paraba de devorar la polla de Sakurai para mostrarle como se saboreaba su polla con tanta pasión—. Tu resistencia es muy buena senpai-san. Yo también quiero venirme senpai-san… ¡vamos a venirnos juntos!
—¡Yanagi-chan! —levanto su torso del piso abrazo a la pequeña Uzaki, justo como con las otras dos mujeres de su familia, el rostro del senpai quedo en medio de los pechos de su protegida de esta vez.
—¡Dame tu semen, senpai-san!
Su rostro se derretía, como el interior de su vagina paso a sentirse en ese mar orgásmico que la llenaba, mezclado con el calor y la fuerza, desprendida de los músculos de Sakurai con los que le abrazaba y el calor de su polla eyaculando dentro.
Y así fue, como Yanagi a completo la trinidad de mujeres de la familia Uzaki que fornicaban con Sakurai por mero gusto lujurioso. Sin embargo, la trinidad no se uniría hasta que las fuerzas del destino las hiciera llamar a la puerta de Sakurai para debatir el duelo final y donde pensaron que solo eran dos, descubrirían que eran tres.
Apresuradas y desesperadas, Tsuki y Hana vinieron hasta el departamento de Shinichi para que decidiera de una vez a cual de ellas iba a escoger. Por poco y derriban la puerta del azote que le dieron contra la pared. Madre e hija ingresaron parejo en el departamento pensando en el calor de la riña que traían.
—¡Senpai! —grito Hana, anunciando su intromisión sin aviso.
—¡Sakurai-kun! —de igual forma, Tsuki entro gritando viniendo de roce contra su hija al atorarse ambas en el marco de la puerta.
Entraron al mismo tiempo y volviendo a llamar al hombre por el que se estaban peleando vinieron a sorprenderse cuando los ojos de las dos les mostraría a Sakurai sobre su cama desnudo, fornicando con quien mas ni menos esperaron.
—¿Yanagi? —una entidad oscura emergía de las espaldas de su hermana y su madre en cuanto la vieron montando el dote enorme de Sakurai.
Las miraba con toda tranquilidad, esa traviesa sonrisa de Yanagi en su cara era una muestra de su mofa hacia ellas. Las palmas de sus manos puestas sobre el torso musculoso de Sakurai mientras su hombría yacía empalada en su tesoro, aun se conservaba dura en cuanto ellas irrumpieron.
—Hola Oka-san, nee-san —exclamo con toda normalidad Yanagi—. Llegan a tiempo para la fiesta.~
Esto vino a ocurrir después de que Hana enviara a su peculiar e inesperado grupo de propios Kohais, visitaran a su madre. Lo que fue un triangulo pasional, se convirtió en una pirámide tridimensional. Donde cada una de las tres mujeres Uzaki era un pilar y el la cima estaba el premio de placer de apellido Sakurai.
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