Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Spartan

 The last stand (2024)

Es el año 2558 y la humanidad esta al borde de la extinción. La especie alienígena mas caótica existente entre todas las especies conocidas y desconocidas, esta a nada del exterminio, como fueron exterminadas todo los planetas que llegaron a pisar por la galaxia. Los humanos siempre pensaron sobre todas las posibilidades de ver el final de su especie vendría por enfermedades o por agotar todos los recursos de todo mundo que se topaban. O que el fin de su especie estaba en una ultima guerra entre facciones de su misma especie.

Pera la razón de su pronto de la humanidad exterminio se vería en manos de una alianza de formas de vida alienígena a los que llamaban: el Covenant. Y los vestigios de lo que quedaba la raza humana, se negaba a ceder a ceder a su extinción.

En el mar oscuro del universo, una fragata de la UNSC de clase Sabana intentaba escapar con toda la velocidad que el motor de impresionante astro nave podía avanzar de las garras de los cañones de plasma de un destructor del Covenant que los perseguía junto una flotilla de diesíseis naves crucero ligeros a su espalda.

La fragata de nombre "Ashes", usaba cada uno de sus cañones para responder los disparos del enemigo, pero era inútil. Pequeña nave no era nada comparada con alta flota pisando sus talones. El casco de la nave había sido perforado así como el escudo reflector lo han perdido. Uno de sus motores principales estaba en llamas y aun así se negaban a frenar el escape el reducido personal que la pilotaba.

Solo eran seis soldados los que operaban todo el equipo de la Ashes, no eran suficientes para mantener toda la nave en una pieza y en el escape milagroso que tanto necesitaban. Seis súper soldados, la ultima esperanza de los vestigios de la humanidad, seis spartans y una IA.

¡Dott! ―el único spartan en el puente que tenía sus manos sobre los paneles de control empezaba a desesperarse con todo el fuego enemigo cayendo encima― ¡¿Cuanto más falta para el salto?!

Tres minutos más para saltar líder noble ―respondió la IA que en su cibernética forma controlaba la nave en todo lo que su cuerpo digital incrustado en una memoria expansiva insertada en una ranura en el mando de la fragata, dirigía todo mientras la nave se deshacía a disparos de plasma.

Líder noble, es como era conocido el comandante y líder del equipo de súper soldados en la nave. Eran conocidos como el equipo noble.

¿Tres minutos? ―hablo desde una pantalla de comunicaciones el cuarto miembro del equipo ubicado en otra sección de la nave bajo ataque―. Comandante, nos harán pedazos antes de eso.

¡Entonces, habrán fuego con todo lo que nos queda! ―exclamo el líder noble.

Las pocas ametralladoras súper pesadas y cañones secundarios que cargaba la fragata abrieron fuego contra la nave insignia del covenant que los celaba, los estaban alcanzando cada vez mas.

Todo se volvió peor cuando varias capsulas de abordaje enemiga lanzadas contra la fragata lograron su primer cometido, sacudiendo los restos de la nave con su impacto.

¡¿Que fue eso?! ―grito líder noble por la radio.

¡Nos abordan! ―grito Noble dos a través del comunicador de sus cascos conectados por una misma frecuencia. Luchando con el quinto y tercer miembro del equipo en uno de los corredores principales enfrentándose a las múltiples fuerzas enemigas que intentaban llegar a ellos―. ¡Son demasiados!

En la intersección de los pasillos, noble dos yacía escondida detrás de la pared mientras miraba volar por los disparos de plasma de las múltiples fuerzas covenant mientras que al mismo tiempo tronaban fuertes sonidos pertenecientes a las armas de sus compañeros noble tres y cinco. El quinto, armado con una torreta de uso personal caminaba hacia atrás disparando a cada enemigo que asomaba la cabeza por la esquina siguiente mientras que el tercero, a cubierto a espaldas de Cinco, usaba su rifle de plasma para dar tiros mas certeros al enemigo. Los cuerpos de los soldados del pacto se apilaban allí.

Llegaron con noble dos y reunidos emprendieron una huida aprovechando la brecha de solo diez segundos que consiguieron para dirigirse al reducido hangar de su fragata.

Están por todos lados, comandante ―dijo con mas calma, noble tres corriendo con dos en paralelo a ella en cuanto a cinco los seguía por detrás, pisando los talones.

¡Que no lleguen al puente! ―tan solo logro decirlo, pero un estallido de plasma concentrado pesado de soldados enemigos irrumpió, eran tres elites de clase zealot con rifles de plasma, vinieron como todos para recuperar lo que les habían robado.

¡Wort, ¡wort wort! ―grito el elite líder del pequeño grupo, entrando bajo la cobertura del humo de plasma de su explosivo que se dispersaba rápido.

Olviden lo, ya están aquí.

Saltando por encima de la mesa holográfica donde comandaba, se puso a cubierto, tomando su rifle y retirándole el seguro. El líder noble respiro profundo mientras ellos disparaban a todo el equipo control de la nave. Pero luego de mirar que solo estaban disparando contra todo los paneles de la fragata humana, se dispersaron para buscar al humano que dirigía la nave.

Uno de los elites se acerco por la derecha de la mesa con su rifle en alto esperando una sorpresa. Pero el líder noble resulto ser más listo, emergió de su escondite y armado con una escopeta, disparo al torso del elite, matando al primero de dos restantes. Basto que giraran la cabeza y sus cuerpos para empezar a disparar contra el líder noble, que de nuevo se tuvo que poner a cubierto.

¡Dott!

Los motores desliespaciales están casi listos, líder noble. Resista un poco más ―exclamo la IA, resonando su voz por el comunicador impuesto en oído del spartan.

Inesperadamente los disparos de plasma se detuvieron, o eso creía. Ocurría que el sexto integrante del equipo Noble vino por la espalda del soldado elite fanático y con su cuchillo, saltó sobre la espalda de este, clavando su arma en aquel espacio hueco de sus armaduras que no cubría la yugular.

El restante soldado covenant solo pudo voltear, cuando noble seis se arrojó contra él, de frente luego de estrellar el cuerpo del elite en el piso. Cero oportunidad le dio al elite de hacer que alguna de sus últimos disparos cayeran mas allá del techo del puente. Un corto combate cuerpo a cuerpo con el elite, era lo que el líder de noble escuchaba, para que al salir de su ultimo escondite, viera a Seis tomando por la cabeza al elite y le rompieran el cuello en una llave mortal.

Comandante―pregunto Seis.

Buen trabajo seis ―volvería a preguntar a la AI de su equipo, entonces― ¿Cuanto falta Dott?

Motores desliespaciales listos para el salto, líder noble ―dijo la IA―. Saltamos en dirección a…

¡No! ―grito el comandante―. No podemos dejar que el covenant encuentre la ultima civilización que queda de la humanidad. Dott, haz el salto hacia un destino aleatorio y desconocido.

Una orden que la misma inteligencia artificial comprendía.

Entendido, marcando sitio de salto desliespacial en zonas no estudiadas de la galaxia ―dijo la IA―. Sitio aleatorio para salto al desliespacio marcado.

Sería un duro salto, la ruptura del tejido espacio tiempo frente a la fragata que se venía cayendo a pedazos podía sufrir el trágico destino de estallar en ese cruce desliespacio. Pero era mejor morir libre, que vivir como prisioneros del covenant. Si es que ellos tomaban prisioneros.

En tanto en la nave de guerra enemiga, los sanghelios al mando de la nave insignia detectaron el movimiento de la nave humana.

―”Comandante, la nave de los demons se dispone a saltar” ―exclamo uno de los adjutores, hablando en su propio idioma.

―”¡Hay que seguirlos!” ―dijo el maestro de la nave con toda su ira mostrada en el golpe de su puño contra su panel de mando desde su asiento―. “No podemos dejar que escapen con la llave maestra en sus manos.”

―”La nave humana es muy pequeña, no lograremos atravesar la ruptura desliespacial que crearon, nuestra nave estallará de inmediato” ―informo otro adjutor operando la nave.

―”¡Maldición!” ―grito y azoto su puño en repuso de su silla por segunda vez, salvo que esta vez se pondría de pie―. “Activen los rastreadores de las capsulas de incursión que arrojamos, así sabremos a donde escaparon los humanos.”

―”Si” ―acataron las ordenes.

La fragata Ashes seguía disparando a pesar por dentro sus pocos tripulantes hacían cuanto podían para destruir las fuerzas enemigas, mientras sus motores desliespaciales estaban a cero segundos de dar el salto. Hasta que abrió.

¡Equipo noble, preparados para el salto hacia el desliespacio! ―grito la IA a través de todos los canales de comunicación de las armaduras de los miembros spartans en la nave, a pesar de seguir cada uno combatiendo al enemigo.

No lo sabían, pero el salto a ciegas a lo desconocido, les mostraría un mundo cuyas civilizaciones serían imposibles. Las cuales no había visto nunca antes por nadie.

Un sistema planetario muy especial para ser desconocido por aquellas especies cuya guerra abarcaba casi por completo su galaxia. Ellos creían que sus problemas eran tan grandes como el universo. Demonios, ángeles, caídos. Dioses y seres oscuros pronto entenderían lo insignificante que eran. Pero para ellos el destino es caprichoso, la verdad es que nunca nos da lo que queremos, el universo es demasiado grande para preocuparse por cosas tan pequeñas. Como contra lo que arremetía la heredera de la familia Gremory cuando le avisaron que su compromiso arreglado con el heredero de la casa Phoenix había sido adelantado a los tiempos acordados, cosa que no la alegro cuando su padre y los padres de su odiado prometido, con él, vinieron a traerles la noticia.

¡No pienso casarme con él! ―gritaba Rias encaminándose a su cuarto, la ira se veía en su ceño fruncido como en la forma que apretaba sus puños, ofendiendo a las visitas al abandonar la sala donde los recibieron sus padres, donde grito la anterior― ¡Después de todo lo que he hecho, que más tengo que hacer para que tomen en cuenta mi opinión!

Una enorme mansión de estilo victoriano era el hogar de la imponente familia noble de demonios de los Gremory. Rias, la heredera del clan se dirigía a su habitación para encerrarse para ahogar sus penas, un elegante vestido rojo que se sostenía por los tirantes gruesos sobre sus hombros. Su padre pronto la vino siguiendo, para detenerla con palabras, esperando su comprensión.

Rias, sabes que este matrimonio no es un simple capricho de nuestra familia ―decía su padre Zeoticus Gremory.

¡Basta, papá! ―no iba a escuchar ese mismo discurso que le sonaba egoísta a la chica. Justo había llegado a la puerta de su habitación pero no pudo abrirla, no sin antes decirle lo que pensaba a su padre―. No quiero oír otra vez ese discurso sobre la conservación de la pureza nuestra raza o nuestro legado, lo único que pido es casarme con alguien que me valore por lo que soy, no por mi cuerpo.

Abrió la puerta de su habitación y la azotó al cerrarla.

¡Rias! ―levanto la voz su padre, pero la mano en su hombro venida por detrás, de parte de su esposa la detuvo.

Déjala, querido ―dijo Venelana, comprendiendo el malestar de su esposo―. Te dije que adelantar el compromiso de Rias era mala idea,

Querida, lo has oído ―miro a su mujer y vio la cara compresiva en ella―. Las otras facciones han incrementado su poder en las ultimas décadas, si no se hace algo ―eso hizo fruncir la cara a Venelana.

Deberías pensar en la felicidad de nuestra hija y nuestra familia, Zecticus ―sería lo ultimo que le diría su mujer antes de dejarla allí e irse a la alcoba primero, el rostro pensativo en su esposo se mostró de inmediato.

Una decisión sin considerarla fue lo que tomo para su hija. Simplemente reflexiono y se dio la vuelta, para regresar con las visitas y disculparse, antes que disculparse como padre. Como padre, solo pensaba en lo mejor para ella.

Dentro de su cuarto, Rias se tiro boca abajo sobre una de sus almohadas de la cama, ahogando el grito con el que liberaba el coraje que traía encima. Si eso no era suficiente, también agarró a golpes el colchón de su cama mientras seguía gritando hasta quedarse afónica.

¡¡¡Aaahhh!!! ―lograba escucharse su grito en su mismo cuarto, quito su cara de la almohada y pudo verse su rostro como el rimel de sus ojos se corrió entre algunas lagrimas salidas de su cara, tomo la almohada y con furia que aun le quedaba la arrojo fuera―. ¡¿Por aun piensan que casarme con ese idiota es lo mejor para mi?! ¡De todos los tontos y mujeriegos me toco con el tonto arrogante de Raiser Phenex.

Tus padres solo quieren lo mejor para ti, compañera ―dijo una voz de un dragón sellado en el cuerpo de la chica. Precisamente desde su mano izquierda.

Eso lo se Ddraig ―era el nombre del dragón celestial rojo que yacía sellado dentro suyo, una criatura antigua sellada en su interior y que se manifestó en un guantelete rojo exoesqueletico sobre su mano izquierda, mas calmada; se sentó a hablar con él―. Pero con todo lo que he hecho. Detener a Kokabiel, a Loki, enfrentar a Khaos Brigader, evitar una segunda guerra entre las facciones... creí que el consejo recapacitaría y me dejaría decidir mi futuro. Nacer como la Sekiryuutei de esta era no ha sido lo mejor.

No culpes a tus padres, solo quieren lo mejor para ti ―dijo el dragón emitiendo una luz verde desde su brazo―. Aun sin mi, naciste con un gran poder.

Solo quieren que nazca un demonio con el poder la destrucción de los Gremory y el poder infinito de los phenex ―comento Rias―. Podría pensar que quieren que mi primer hijo nazca con algo similar a la longinus que eres Ddraig, pero no funciona así. Solo les interesa que procree.

Lo lamento, compañera.

A veces me gustaría tener una vida simple ―se levanto de su cama, mas tranquila para abrir la ventana de su cuarto y mirar por ella aquel pacífico cielo estrellado con tantas luces brillando unas sobre otras. Tan lejanas y misteriosas―. Me gustaría… saber que hay más allá. Que ocultan las estrellas. ¿Como dijiste que se llamaban esa especie, del que tuviste a tu primer portador, Ddraig?

Humanos ―dijo el dragón sin tanto interés―, no eran muy distintos como muchos dicen, solamente eran simples, vidas cortas, sin poderes. Propensos a la guerra. Recuerdo que el humano que me porto dijo que quería llegar a las estrellas, atravesarlas y ver que había más allá.

Y crees que sea posible, llegar a las estrellas, atravesarlas, ¿ver que hay más allá del sol? ―pregunto Rias.

Ese humano se preguntaba la mismo, me sorprende que nadie más que ellos se hicieran esas preguntas ―respondió la Longinus.

Quisiera ver que hay más allá, quien sabe que historia nos podemos encontrar. Tal vez y los humanos están escondidos por allí ―declaró Rias, con ilusión de conocer aquella especie que desapareció tras la gran guerra de las facciones, sin dejar rastro ni huellas, solo recuerdos en aquellos seres mas viejos que dijeron que llegaron a verlos.

Si es así seguramente están en alguna guerra seguramente ―comento el dragón con cierto tono burlón de su parte.

Tratándose de un mal chiste, en el cielo nocturno una ruptura, una especie de portal se abrió. No entendía que se trataba una ruptura desliespacial. Un vórtice azul que parecía expulsar algo, lo cual a Rias llamo su atención. Llegaban a verse relámpagos salir de ella y estruendos como de tormenta.

Olvido todo cuando sus ojos se depositaron ante aquel vórtice más allá de donde podía verlo. Rias olvido sus penas como su coraje, quería saber que era eso que estaba en el cielo y mientras su padre se disculpaba con el prometido impuesto para su hija, llamo su atención que Rias se dejo ver al pasar de largo por la puerta de la sala de invitados. Pero aunque le llamo, esta le ignoro y actuó con interés por algo más.

Salió a toda prisa de su casa y allí encontró a más de uno de los siervos de su familia como a sus siervos personales mirando aquel vórtice en espiral manifestado en los cielos. Ellos estaban en la planada de las escaleras de entrada a la mansión con el asombro en sus caras ante este evento.

¡Rias! ―exclamo la mas fiel de los siervos personales de la carmesí, luego de detectar la presencia de su ama en la parte superior de las escaleras de la entrada a la casa Gremory.

Akeno, chicos me alegra que estén bien ―bajo las escaleras para estar junto a su reina, allí también encontraría a lado de su fiel mano derecha a su caballero, su torre y su alfil. Los cuatro mirando con total asombro, para mirar también.

¿Que ese vórtice? ―pregunto Akeno―. Apareció de la nada ¿Nos están atacando?

Cualquiera podría pensar que si ―contestaría.

Rias se pregunto hasta hace poco que había más allá en las estrellas, como si lo hubiera invocado con sus palabras, el universo vino a responder una de sus preguntas, había vida más allá del cielo que logran poder ver. en el cielo se pudo ver como ese agujero de energía desliespacial vino a emerger una maquina extraña en vuelta en llamas que salía de aquí como si fuera un tunel para él, era la fragata Ashes que vino apareciendo envuelta en llamas.

¿Que es eso? ―exclamo Akeno cuando vio la nave. Más de uno de los siervos de Rias como de su familia vino a prepararse para lo que sea que esta máquina en llamas tramará.

Desde la principal mansión Gremory, los miembros de la familia asi como los invitados y siervos salieron al sentir la presencia de la nave en los cielos.

¿De donde salió eso? ―exclamo Zecticus cuando presencio la nave con su esposa y sus siervas.

Querido ―incluso su esposa olvido todo ante tal manifestación.

Padre ―un peli carmesí un cuanto mas joven apareció detrás de él.

Sirzechs ―era el nombre de su hijo, quien salio al balcón a ver lo que tanto les llamaba la atención.

La presencia de la nave fue no solo vista por ellos, sino también por territorios más del Gremory, vecinos sobre todo. Clanes como el Bael, Sitri por mencionar algunos. Todos preguntándose, que era lo que estaba pasando. Ver salir una aparente bola de fuego salir de un extraño vórtice vino a cuestionar a todos.

La fragata hacia todo su esfuerzo por mantenerse en una sola pieza mientras que parte de su coraza se desprendía luego de tanto fuego pesado que recibió, las llamas que lo cubrían casi por completo mientras que del mando del puente de la nave una densa columna de humo se veía desde aquí. Los motores pronto comenzaron a fallar, apagándose uno a uno, haciendo más evidente la caída de la nave a la superficie, inclinándose de forma brusca hacia la izquierda.

¿Sera algo de las demás facciones? ―pregunto Akeno cuando vio la nave.

No lo creo Akeno ―dijo Rias.

Sin perder de vista aquella aparición, de primera la bestia de acero, experimentaron el terror cuando la máquina estalló apenas tuvo unos cuantos segundos en caída libre sobre el bosque de los territorios del clan Gremory.

BOOM

Se escucho un primer estallido masivo resonó en todo el territorio Gremory. Lo cual asusto a más de uno, como a Rias y su querida reina que les hizo cerrar los ojos por un momento, para ver sin conocer que fue el puente de la nave lo que vino ha causar tan estruendosa explosión, seguido de una cadena de explosiones que observaron detonar a lo largo del cuerpo de la nave convertirse en una bola de fuego de un estruendo mas ensorbecedor que el estallido anterior. Tanto así que Rias levanto su brazo derecho para cubrir sus ojos de luminicensia.

¿Que acaba de ocurrir? ―pregunto demasiado pronto, la heredera de la familia Gremory creyendo que todo termino porque la ruptura desliespacial desapareció al mismo tiempo de la explosión.

Desde la casa Gremory, sus familiares se preguntaban lo mismo. Cuando la noche comenzó apoderarse una vez mas sobre su firmamento. Creyendo que todo esto había concluido, viniendo desde ese punto en el cielo nocturno de la explosión, un pelican apareció se desplomaba en dirección a la mansión dentro de su territorio, por si fuera poco; una nave caza ligera enemiga venía detrás de ella disparandole. Un Ghost venía tras el pelican disparando a matar

¡Rias! ―grito Akeno cuando la nave descendió sobre sus cabezas justo cuando el ghost derramaba ráfagas intensas de plasma.

Una maniobra en picada y el pelican logró quitarse a la nave caza covenant de encima por unos segundos. Sobrevolando en un fuerte estruendo por encima de la mansión Gremory. Impresionada, Rias siguió mirando aquellas dos naves. Quien quiera que dirigiera la nave gris era ágil los disparos de esa nave morada mas pequeña no estaban ni cerca de darle.

Ahora luchaban por encima de su hogar y más a fondo. Pero pronto el piloto del pelican se canso de estar solo esquivando, una maniobra impresionante y logro revertir su situación, dando un giro de trescientos sesenta grados para ponerse rumbo de colisión con el caza enemigo. Golpeando al ghost con su ala izquierda y el caza covenant se precipito a tierra de inmediato, el pelican perdió control, aunque trataba de mantenerse en vuelo. Iba a terminar estrellándose en una bola de fuego en el bosque de los Gremory.

¡Ddraig! ―grito la carmesí para dar un salto y cubrirse por la armadura del Welsh Dragón.

Al elevarse pudo ver como el pelican precipitarse en lo profundo del bosque, en una mas lejana explosión. Estallido seguido de un estruendo explosivo.

¡Andando, compañera! ―pico la curiosidad a Ddraig, también y con las alas de murciélago de su portadora voló al lugar del choque. No era la única que se interesaría en saber que era, su hermano y sus padres serían algunos.

Al llegar hasta aquí, pudo ver esa sección del bosque consumida por el fuego hasta ser cenizas. No quedaba mas que chatarra y carbón, como troncos quemados al igual que la tierra misma.

Pareciera que mi prometido paso por aquí

Así es ―dijo el dragón que le dio esa armadura a Rias―. Pero, parece que quien iba en esta cosa, no tuvo tanta suerte.

La chatarra no tenía forma, solo eran pedazos regados en la zona quemada. Lo que fue un pelican ahora era placas metálicas quemadas.

Debe quedar alguien, por la forma que peleo con esa otra cosa significa que es un buen guerrero ―exclamo Rias.

Bajando con cuidado en el lugar del impacto. Veía con mucho aprecio el accidente, intentaba hallar forma a los pedazos repartidos, pero nada. Lo único que pudo ver casi intacto era la cabina, el cristal lo tenia roto, pero no por el choque, sino porque lo habían rompido. El piloto consiguió un intento de aterrizaje forzoso catastrófico.

Parece que si sobrevivió después de todo ―dijo Ddraig notando como alguien se arrastraba hacia los árboles.

Dejando atrás el choque, se acercó con cautela para descubrir de quien se trataba, vio a un sujeto metido en una armadura que no había visto en ninguna otra facción. Este, parecía estar muy herido, apenas si podía moverse o arrastrarse. Era uno de los spartans del equipo noble, quien dejo de moverse una vez sintió el césped bajo su armadura, se dio la vuelta para poder mirar hacia el cielo estrellado que se había levantado y quedarse quieto.

No es de los nuestros, tampoco de ángeles, ni de los caídos, mucho menos creo que sea asgardiano ―exclamo Rias acercandose a él sin quitarse balance breaker.

No detecto señal de poder mágico que salga de él ―dijo Ddraig―, tal vez por su armadura.

Decidió quitárselo entonces. Con cuidado, puso su mano en el visor color amarillo, limpiándolo con su palma. Para buscar alguna especie de interruptor o algo que le permitiese quitarle el casco para ver lo que hubiera debajo de su casco. Le retiro el casco con delicadeza y sin que él se diera cuenta, llevándose una gran sorpresa con el rostro que tenia. Un joven castaño de una misma edad que la de él, estaba aparentemente inconsciente, en su rostro, podían verse varias cicatrices ya viejas y algunas nuevas.

Sigo sin detectar señal de poder mágico de él ―dijo Ddraig―. Es como si no tuviera. Es curioso, sus latidos se mantienen constantes y normales, no esta muerto.

¿Eso es posible? ―pregunto Rias―. No dijiste que los únicos seres que no tenían poder mágico eran los...

Humanos ―dijo el dragón.

¿Acaso es uno? ―observando esa densa armadura que llevaba puesto, se dio cuenta de algo, en la parte izquierda de su pecho había una inscripción, números y una sola letra que estaban medio borradas, leyó Rias―. B... 3... 1... 2.

Por atrás, su hermanos y sus padres junto a varios siervos, llegaron casi corriendo al lugar donde choco la nave.

¿Rias, todo esta bien? ―grito Akeno seguido de los padres de la chica, quedándose atrás su hermano mayor, quien observaba el lugar del choque de la nave y las cenizas que se asentaban sobre el suelo destruido.

Solo volteo un segundo cuando inesperadamente el humano abrió los ojos, con una expresión seria y asesina contra Rias, la cual sintió.

Hola, estas vivo ―dijo nerviosa ante la mirada del chico.

Ignorándola, al fondo en el cielo, pudo ver a tres naves phantom que soltaban tropas muy cerca de su posición sin ser vistos.

Covenant... ―dijo el spartan.

¿Eh?

¡Covenant! ―grito y en respuesta gracias a su entrenamiento, tomo a la portadora del dragón emperador rojo por los brazos y la arrojó al suelo, se levanto y recupero su casco. Sorprendiendo a Rias, muy pocos eran los que podían tomarla por sorpresa.

¡¿Tiene tanta fuerza?! ―dijo tras caer al suelo.

Escuchando el golpe, los padres de la chicas se dieron cuenta que su hija estaba en peligro. Sin saber del otro peligro que se les aproximaba sin hacer ruido.

¡Alto ahí! ―grito Zecticus creando un círculo mágico con su mano apuntando al humano.

No le hizo caso al Gremory porque un elite con camuflaje se le acercaba por detrás al carmesí. Su esposa, sintiendo tan nefasta presencia, se dio cuenta como algo traslucido se movía hacia su marido sin que él lo notase.

¡Zecticius! -exclamo Venelana.

Cuando volteo, noto lo que su mujer; pero solo vio cuando esta figura revelo una especie de sable de energía de doble hoja visible. Todos los siervos estaban tarde para salvar a su amo, incluso sus hijos; quien escucho el desenfunde de la espada.

¡Papá! ―grito Rias cuando se ponía de pie y vio el sable.

¡Padre! ―grito Sirzechs.

Una ráfaga de balas hizo retroceder al elite dañando su camuflaje, revelando la forma casi reptiliana del alien ante los demonios. Era el spartan, saco una pistola Magnum quien acabo con el soldado enemigo vaciando su cargador, recargando y vaciando un segundo cartucho en un parpadeo yendo hacia él.

¿Que carajos? ―Rias vio al spartan, moverse rápido, mejor dicho reaccionar mas rápido que incluso ella. Miro al spartan quien recargaba por tercera ocasión, cruzando miradas con él a pesar de su casco, era curioso pero sentía que podía ver sus ojos bajo ese visor.

Entre los arboles, un grupo mayor de fuerzas covenant se alistaba para atacar luego de ver a su camarada caer. Sin embargo, el hijo mayor de los Gremory, los detecto y con el uso de su poder de la destrucción, apunto y los extermino de un solo ataque como una parte del bosque.

Querido, estas bien ―pregunto venelana a su esposo cuando fue a socorrerlo.

Que son estas cosas ―pregunto uno de los siervos de Rias, venidos a ayudar―. ¿Orcos?

No son orcos ―dijo Sirzechs cuando se acerco.

Pero antes de que alguien lograse decir algo mas, tres ráfagas de plasma les llovió desde el cielo. Las tres naves phamton abrieron fuego con sus torretas de plasma mientras nuevas naves de la misma clase aparecían del cielo.

¡Cúbranse! ―grito el hijo mayor de los Gremory creando un enorme circulo mágico que funcionaba como escudo ante los pesados disparos.

¿Quienes son estos tipos? ―pregunto Rias cuando cubría su rostro con sus brazos de los disparos de plasma tras invocar de nuevo su balance breaker. Antes de cubrirse de mejor forma tras un denso tronco de árbol―. No se quienes sean, pero si atacan a mi familia ¡Lo pagaran caro!

Un combate se desato entre siervos de la familia Gremory y soldados covenant, así mismo el spartan desde su lado, sin querer confiar en los demonios. Cuando Rias salió usando de nuevo su armadura varios soldados covenant apuntaron sus armas a la portadora del dragón rojo. Pero subestimaron a la Sekiryuutei, los disparos de plasma se disolvían al chocar con su armadura a pesar de sentir ella el golpe, como chaleco antibalas, sientes el impacto aunque no te deje heridas mortales, a Roas solo le basto darles un golpe para eliminarlos.

Una vez visto como logro derrotar a sus compañeros con facilidad, decidieron concentrar su ataque contra Rias. Plasma de rifles y pistolas, balas tipo aguijón le llovían, incluso una granada de un brute fue arrojada a los pies de Rias, la cual no vio porque cubría su rostro de la lluvia de balas.

¡Parece que llamaste su atención! ―grito Ddraig.

Aun cuando exploto, apenas si la desconcertó. Una lluvia de relámpago cayo sobre los soldados del covenant tras quedar impresionados de la resistencia de su enemigo.

Vamos, es tiempo de que griten para mi ―era Akeno, desde el aire, había traído los relámpagos gracias a su poder como diosa de los relámpagos.

Entre los arboles, un jackal, armado con un rifle francotirador, apunto a la pelinegra sacerdotisa después de que calcinara a sus compañeros, pero un ataque de espadas que brotaron del suelo acabaron con él, era uno de los siervos personales de la pelirroja. Kiba Yuuto.

¡Yuuto! ―dijo Rias al ver a sus siervos luchando con ella.

A tu servicio, Rias-sama ―dijo el caballero honrando su apodo.

Silencioso, un brute armado con un mazo gravitatorio salió por detrás de la chica con intensiones de matarla.

¡Muere! ―solo llego a escuchar su grito de guerra, al voltear, el martillo estaba por caer contra su cabeza.

Fue salvada por nadie mas, ni menos que el humano que le ataco antes. El spartan surgió de la nada lanzándose al cuello por un costado con cuchillo en mano. Sujeto gracias a su cuchillo, el brute se movía desenfrenado con tal de quitárselo de encima, tuvo que soltar su martillo, el cual cayó a lado de la Sekiryuutei. Con los movimientos circulares del gorila, el súper soldado desenfundo su rifle de asalto que traía y disparaba a los múltiples enemigos que seguían surgiendo desde los arboles. Acabando uno por uno con los disparos aleatorios, volvió con el Brute; tomo con ambas manos su cuchillo y se soltó del alien desgarrándole la garganta, matándolo por hacerle perder mucha sangre.

Pero que ―dijo uno de los siervos de los Gremory, Sirzechs solo miro de reojo. Prestando mucha atención a los actos del guerrero y su gran desempeño, destacando sobre todo esas extrañas armas con las que luchaba, esas que respiraban fuego y escupían metal..

Deshechas las tropas de tierra, miro a las naves phantom que dejaron de disparar al clan Gremory para redirigirse contra él spartan. Sacando el lanza cohetes que cargaba en la espalda, apunto al primer phantom, destruyéndolo con un solo misil. Pero las demás naves abrieron fuego, desconcertado su segundo disparo, el cual aun asi logro derribar a la otra nave del covenant, restando tres naves mas.

¡Sin munición! ―maldijo el spartan cuando el fuego de los Phantom caía sobre él.

Intento recargar su arma, pero antes de siquiera levantar la tapa de donde colocar la munición en el arma, tres disparos de energía destruyeron las naves covenant en un solo golpe sin dejar rastro de ellas.

Fue la Sekiryuutei, usando su disparo dragón desde lo que parecía ser un brazal de su mano izquierda lo que derribaría la ultima nave enemiga. Escucho el grito de guerra detrás de él, el spartan. Tres nuevos guerreros fanáticos vinieron armados con espadas de energía. Sin mas cartuchos, el sexto miembro del equipo noble saco su cuchillo reglamentado de combate y basto con tan pequeña arma para que el súper soldado eliminara a tres soldados experimentados de fuerzas especiales covenant en un parpadeo.

La agilidad en la que salto para colgarse del primer soldado covenant para derribarlo al tomarlo con sus piernas donde escucho quebrar los huesos de su cuello con semejante movimiento. Desviar la espada del segundo soldado elite, al que tomaría del brazo y acercando su cara a él, lo degollaría. El tercero de los Zealots cambio su espada de energía por un rifle de plasma que traía para dispararle al humano.

Solo le dejo disparar dos veces al alien, antes de arrojar a su ojo derecho su cuchillo para distraerlo un momento. Momento que le tomo para llegar a él y terminar con su vida.

Notando que ya no quedaban mas enemigos, el súper soldado miro a los demonios quienes se mantenían al margen por si él intentaba atacarlos. Bajo el arma en señal de paz, no los veía como oponentes ya que le ayudaron.

No luchas nada mal ―le dijo la portadora del dragón rojo, pero su hermano lo detuvo. La actitud sin hablar de este guerrero venido de las estrellas no le latía a su hermano.

¡Rias! ―exclamo con autoridad, no quería que ella interactuara de más con él.

Fue el sonido del despliegue de un nuevo sable de energía lo que llamo la atención de los demonios. El spartan había sido atravesado desde su espalda por aquel sanghelio que creía mato reventando su garganta. Lo levanto y tomándolo de su cabeza como si fuera un muñeco frente a todos para que lo mirara, porque sería lo ultimo que el spartan viera en su vida.

¡No! ―Rias se enojo cuando vio como lo tenían atravesado.

"Maldito humano" ―hablo el elite en su idioma natal, su armadura se notaba quemada en buena parte, como su rostro―. "Devuelve el mapa y tu muerta será rápida. Tu y tu patetica raza no podrán esconderse por siempre".

Sin decir nada, sin hacer ruido, saco un cuchillo que tenia en su muslo derecho y lo uso para clavarlo en el cuello del shanguelio. Adolorido, arrojo al spartan a un lado como roca.

"¡Morirás por esto tu insolencia!" ―no pudo acercarse al spartan para rematarlo como quería cuando Sirzechs, destruyo el elite con un circulo mágico color rojo el cual carbonizo sin causar grandes daños colaterales.

Por fin acabados, el spartan cayó de rodillas sobre el césped, resistió por un breve momento con sus brazos, pero el dolor de sus órganos haber sido atravesado entre su corazón. Cuando iba finalmente a caer al suelo, Rias sostuvo su cabeza y su cuerpo gracias a la fuerza que le proporcionaba su balance breaker.

Amigo, resiste ―dijo Rias luego de que Ddraig le dijera que su vitalidad estaba bajando.

Lindo ―dijo con poco aliento―. Que lindo cabello tienes.

Fueron las ultimas palabras del spartan antes de caer desmallado.



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