I
A través de la metropolis que es Kyoto, la industria Konoha tiene distribuida a lo largo de la ciudad distintos edificios otros subyugados al dominio de su monopolio que eran cede capital de las ramas de desarrollo de mercado de sus ramas. Siendo el principal hospital de la ciudad, se había convertido también en el hospital principal de investigaciones medicas de nuestra industria monopólica.
No solo trataban a los pacientes, sino también se probaba en ellos nuevos y efectivos medicamentos. A diferencia de otras industrias de la competencia farmacéutica que solo terminan siendo placebos adictivos. Al menos quince de los medicamentos producidos por Konoha han sido reconocidos por la OMS como un verdadero avance medico en el combate de enfermedades comunes y crónicas. La gripe común que suele durar una semana, sus medicaciones la curan en una semana. La diabetes, la tratan con variedad dosis de píldoras o grageas durante el lapso de siete días. Sin embargo, la venta de este medicamento es elevado, a pesar de su efectividad.
Todos esos logros están vinculados a la mujer al mando de su rama medica. Madre la ahora señora Sarada: Sakura Haruno.
De cabellera rubia y un constante estilo corto de su pelo, hasta el hombro. Con curvas mas destacables al frente que detrás, llevaba un bindi distinto al común usado por las mujeres de la india. En vez de un punto rojo como debería ser, ella lleva un rombo color verde pastel en su frente. Un detalle en honor y apreció a las enseñanzas de su mentora.
Una vez a la semana o dos veces a la semana en algunas veces, según me relato Sarada. Naruto suele visitar a la directora Haruno en sus instalaciones para una inspección medica continua mientras que ella se quedaba en el principal edificio que es la torre haciendo sus labores inacabables. No es que tuviera alguna enfermedad, simplemente le preocupaba su salud, casi una fobia.
La inspección del señor Uzumaki son especiales. En su consultorio privado de Sakura, tomaba una pequeña muestra de sangre de su dedo y luego la ponía en la maquina que analizaba su estado, para detectar alguna enfermedad creciente.
―Aquí esta el resultado de tu examen sanguíneo, Naruto ―exclamo apenas tomo el resultado que se imprimió en hojas de fax de la misma maquina. Con el papel en una mano y la otra en el bolsillo de su bata medica, camino hacia el rubio mientras leía el documento. Eran personas muy cercanos los dos.
―¿Y bien? ¿Cual es mi estado, Sakura-chan? ―pregunto mientras presionaba donde su dedo fue picado para extraer la gota de sangre que metieron en la maquina. No necesitaba estar sentado para que le hicieran la toma medica.
―Todo esta en orden. No hay ningún indició de creciente enfermedad alguna en tu persona ―contesto la pelirrosa, antes de extender la larga tira de papel al rubio―. Sin embargo, eso no significa que el resto de mis análisis deba ser exentado.
Esas palabras hicieron sonreír a Naruto. Súbete a la camilla, escucho decir a Sakura a lo que él obedecía sin dudar, después de todo era su medico familiar.
Como Sarada me relato, su madre y el antiguo CEO de Konoha eran personas muy cercanas. Demasiado cercanas.
A pesar de ser amigos de la infancia y casarse ella con quien Naruto Uzumaki consideraba su mejor amigo. Ambos eran mas que simplemente amigos. El análisis que Sakura menciono trataba en principalmente acariciar el aparato del su jefe y continuar cuando lograse estimularlo, con ambas manos y empleando guantes esterilizado blancos, un proceso en el que tanto él como ella acercaban sus rostros con mucho deseo mientras se miraban de forma traviesa.
»Mira que grande se puso.~
Estaba a nada de poner sus labios sobre los de Naruto, la doctora Haruno.
―Ven aquí.
Una sonrisa mutua antes de terminar en los brazos del otro. Eran amantes desde antes que Sarada se volviese la subordinada de Naruto. Sakura decía detestarlo cuando niños por ciertas razones, mas tarde comenzó a respetar y quererlo como un amigo verdadero. Lo que la llevo a convertirse finalmente en amantes, un juego de placer revuelto en un amor prohibido y tardío.
Besos y caricias prohibidos con su ahora jefe y aun siendo su mejor amigo desde la infancia como siendo el mejor amigo del hombre que la tomo como mujer, Sasuke Uchiha. Amaba a su esposo, sin embargo para el vació cobijo del calor de un hombre que la acariciara y llenara de susurros de amor prohibido mientras le hacia el amor, escogió a Naruto. Ellos si eran mas amantes de lo que Sarada misma pensaba que eran.
Sobre la camilla donde Sakura tenia abajo los pantalones y las manos de su amante rubio deslizándose por su espalda bajo su blusa, encontrando el broche de su sostén y soltarlo para él, sintiendo sus nobles senos chocar contra su cuerpo a pesar de su ropa. Mientras que las manos de su pelirrosa favorita deshacían el broche de sus botones, adentrándose a tocar sus músculos con las olas de besos descontrolados golpeando las costas de su lujuria.
Su segunda mano de Naruto bajando por la espalda de la doctora Haruno hasta llegar a su destino. Silenciosos pero apresurados choques de su pelvis ahora que su interior era llenado por el aparato de señor Uzumaki. Aplastaba la polla del rubio con mucha pasión sintiendo como un puro orgasmo crecía gracias a él.
Por mas besos que les robara aire, no podían dejar que sus lenguas jugasen en medio del campo de sus bocas. La respiración agitada entre ambos, una leve corriente fría en los cuerpos de los dos, sudando y el aire frío del despacho de la doctora Haruno los hacía erizar mientras alcanzaban el punto máximo de su encuentro.
―Date prisa, Naruto y suelta todo dentro de mi ―exclamo la doctora, apartando sus labios cuando no pudieron aguantar mas la respiración. Bajo mas la vista y pudo ver como su pelvis se movía bruscamente tomando todo el aparato de Naruto, sus fluidos pre seminales manchaban sus cuerpos, pero ver eso solo la excitaba más.
―Sakura-chan, eres la mejor ―el susurro de su voz en su oído era el chispa final que Sakura necesitaba para disfrutar el venidero orgasmo.
Sintió la corriente atravesando su cuerpo viniendo desde la conexión que tenia con Naruto, el calor que de pronto apareció, untándose por su recinto uterino luego de una serie inesperada de choques provenientes de la misma polla del rubio.
―¿Soy la mejor? ―pregunto Sakura. Ahora que levantaba su cuerpo con sus brazos a los lados de su amante y jefe, aunque su rostro aun estaba muy de cerca al de señor Uzumaki―. Dime, soy mejor que Hinata.~
Una aventura de un amor tardío convertido en un juego de pasión.
Ella mando al carajo su bata medica y luego su blusa. Mostró una agradable sonrisa mientras miraba. Naruto solamente dijo: Te amo. Sakura contesto: quitate la ropa. Se entregaron a la carnalidad desenfrenada.
Todo esto me lo contó, pues ella se encontraba afuera del consultorio de la doctora Haruno. Con seguro puesto en la puerta, solo los podía esperar y con cada segundo que pasaba, lo único que podía hacer era esperar mientras estrangulaba con enojo la tabla de madera con todos los documentos que le hicieron buscar para el ultimo informe que la doctora escribió. Una simple excusa para quitarse a su asistente de Naruto de su camino y perderse ambos un agradable momento.
Tuvo que esperarlos allí durante dos horas y media, casi. El coraje que amaba de su cuerpo, dice ella; era visto por el personal medico que pasaba alrededor de ella en el pasillo. Los enfermeros y cirujanos sentían un escalofrió al mirar su ceño fruncido, como escuchaban como crujían sus dientes. Afirmaba que, como si fuera un sexto sentido fuese; lograba ver lo que su madre y el hombre que la tomo como amante, ponerle los cuernos a Sarada. Lo que ameritaba respuestas a las muchas preguntas que ella tenia al respecto.
II
Ahora entiendo porque mi madre volvía hasta muy tarde a recogerme con la persona que me encargaba cuando era niña e incluso cuando era más pequeña. Siempre admiré a mi madre es una gran medica y reconocida científica, pensaba que las razones por las que se quedaba hasta tarde o que las razones por las que ni siquiera llegaba a buscarme, sino hasta la mañana siguiente para llevarme a la escuela y luego verla volver a irse. Creía que las justificaciones para esas faltas eran porque estaba cambiando al mundo, querido Adrian.
Mi madre es conocida por los cambios médicos y avances que logro, nadie es del todo santo. Lo que hacia que se quedará hasta tarde o que simplemente no se presentará por mi, era porque trabajaba en una nueva forma de sanar al mundo, sino porque sanaba la soledad que mi padre le causaba por estar siempre fuera de casa. Esas reuniones largas que sostiene mi madre, aun cuando yo todavía no trabajaba para él; no eran sobre el trabajo.
Contra la pared, contra el cristal de las ventanas de su oficina Naruto-sama follaba a mi madre por el simple afán de saciarse él. Su aliento caliente empañaba el cristal mientras que mi querido señor empujaba su enorme hombría con pasión y locura, la musica en su oficina era el acorde que hacia su pelvis chocando contra el trasero de la doctora Haruno, aunque en ocasiones su mano golpeando el trasero de la doctora era un inesperado acorde en la orquesta sexual de solo dos.
―¡Naruto, follame más fuerte Naruto! ―grita mi madre, sin sentir remordimiento alguno poniendo los cuernos a mi padre. Su cuerpo desnudo permite que sus pechos de medida de 78 cm quede contra el cristal frió y resalten. La punta de su lengua por encima de sus labios mientras sus piernas tratan de no quebrarse ante el calambre que siente inminente la doctora―. Quiero que sueltes todo y hagas un desastre dentro de mi.
―¡Lo haré! ―exclama Naruto-sama extasiado de poner comerse a mi madre como lo ha hecho antes―. Pero quiero que lo digas primero ¿Soy mejor que Sasuke? Deja que lo oiga Sakura-chan, quiero oírte gemir por mi, di: que soy mejor que Sasuke.
Podría pensar cualquiera que dudaría de decir tal cosa o por lo menos, escuchar que ella difícilmente en su rostro pudo decirlo. Todo lo contrario, devota declaró lo que Naruto-sama quería escuchar de mi madre.
―¡Eres el mejor Naruto! ¡Sasuke queda ridículo contigo! ―grito a todo pulmón, no había remordimiento alguno en ella que Naruto-sama no pudiese ver en el reflejo pálido de la cara de mi madre en el cristal durante esas noches―. Eres una bestia sexual y eso me encanta.
―Aquí esta tu recompensa, Sakura-chan ―grito, antes de liberar y hacer rebosar todo en el vertedero agujero de la doctora.
Da un paso para atrás y su hombría queda fuera de su vagina, agotada cae de rodillas mientras el semen de Naruto-sama mancha el piso. Pero aun con esto, mi madre no tiene suficiente, se dio la vuelta y con su boca logra tomar el aparato de mi señor y se llevo a lo profundo de su garganta donde sus labios junto con su lengua lo acariciaban mientras lo deslizaba de adentro hacia afuera.
»Que bien lo haces~ ―libera su voz en un masculino orgasmo con sus ojos puestos en los talentos que yo desconocía de mi madre, no necesitaba de sus manos para poder hacer lo que hacia por él.
Toma su tiempo para disfrutar el sabor amargo y salado, pero adictivo que genera el enorme aparato de Naruto-sama pero poco a poco hace que su lengua acaricie con mas insistencia y de su garganta se hacen oír indecentes ruidos indignos de una mujer de alta estima como es la doctora Haruno.
―¡Sakura! ―no aguanta más y suelta una nueva como potente descarga en su garganta, sin embargo no puede contacto y escupe el aparato de Naruto-sama en plena descarga y hace que su cuerpo sea bañado por su leche.
―¡Si! ―grita extasiada mi madre, como si de una devota creyente estuviese recibiendo la bendición de su señor―. ¡Cubre mi cuerpo con tu semen, Naruto!~
Y cuando sus bolas se han secado, pero no saciado. Toman un momento para respirar el aire que les ha acabado pero la doctora Haruno deja que su piel adsorba los nutrientes que ha rociado Naruto-sama sobre su ser; sigue sin tener suficiente. Ebria de más deseo, mirá el continuo duro empalme de Naruto-sama y se pone pie, ambos se abrazan mientras ella acaricia con una sola mano su duro miembro. La corta distancia entre ambos hace que sea inevitable a pesar de pueda parecer asqueroso para otros. Pero cuando estás extasiado todo puede irse al carajo, viene a él y se besan cuales amantes verdaderos son.
―Así que ese es mi sabor ―exclama Naruto-sama cuando tiene sus manos en la cintura de mi madre y la tiene pegada a él, ella se ve tan feliz como si mi padre estuviese en casa, pero no estaba en casa.
―A mi me gusta~ ―declara Sakura antes de empujarlo contra su escrito, solo para tener la oportunidad de estar encima suyo.
Eso es lo que hace mi madre cada noche que llegaba hasta muy tarde o cuando no llegaba a casa. A veces era solo ella la que tenia toda la atención de Naruto-sama, otras veces tenía que compartirlo.
III
Mas tarde, tras estar esperando a que terminará la reunión entre su patrón Uzumaki Naruto y su madre, Sarada-san decidió invitar a la doctora Haruno a comer. Un día libre para ambas, del trabajo y de todo otro compromiso. Sentadas a la mesa de un café cerca del centro de la ciudad, su madre miraba con un cinismo y burla el ceño fruncido con el que su hija le miraba desde hace varios días. Una semana para ser precisos, un lapso de días en la que Sarada fue desplazada de su labor de brindar ayuda en cuestiones de tiempo extra al CEO de la empresa, como demandaba su puesto.
―¿Cuanto tiempo vas a seguir mirándome de esa forma? Soy tu madre ―exclamo Sakura con mucha tranquilidad con una taza de café negro que ordeno―. ¿Te molesta saber que no eres la única gota de desierto para Naruto, acaso?
Dicha frase logro hacer que su joven e ingenua hija por fin dejara de tener semejante marca de enojo, la cual se volvió una expresión confusa en su rostro, me ha relatado Sarada-san. Una taza de café regular a su derecha de la asistente y una rebanada de pastel americano servido para ella.
―Cuanto tiempo…
―¿Cuanto tiempo que? ―refuto la doctora cuando escucho la pausa que hizo su hija.
―...¿Cuanto tiempo llevas engañando a papá?
Eso hizo quitar la arrogancia en la cara de su madre, dejo ella de tener una pierna sobre la otra mientras estaba sentada a la mesa junto a la ventana donde estaban. Vio sus ojos buscando donde empezar, era una historia muy larga la que le solicitaba su hija.
―¿Quieres la versión completa o la resumida? Resumida, desde que tu tenias dos años y hasta ahora ―su cara no estaba satisfecha―. Bien, será la historia completa.
VI
Conoció a Naruto cuando solo tenían doce años.
Él había venido desde el extranjero por motivos que de niña, mi madre no comprendía, pero allí lo conocí. Adoptado por su tíos que tenían conexión con su padre, comenzó a vivir como hijo de Minato Namikaze, quien en algún momento fue el candidato electo como el nuevo dirigente de Japón bajo el cargo de primer ministro. Y de su tía Kushina Uzumaki.
Para mi madre solamente era una chico tonto y enérgico, que se la pasaba gritando por tontería y media todo el tiempo, alguien que solo buscaba llamar la atención.
―¡Sakura-chan, que linda te ves hoy! ―creía que con esas frases podía hacer que mi madre interesará en él.
―Dejame en paz, tonto ―solía responder a todas sus declaraciones infantiles y poco inteligentes que me hacia.
Era un tonto impulso, ese es su encanto me ha dicho. Había escuchado que de donde Naruto era originario, estaba pasando por tiempos difíciles, lo que hizo que perdiera a sus padres. En la escuela no temia en quedar en ridículo, nadie parecía estar interesado en ser su amigo, no es como te lo ponen en los animes, cuando un chico nuevo llega no siempre es imán de nuevos amigos. A veces es como ver a una oveja negra llegar al corral. Pero a pesar de todo lo malo, le sorprendía lo optimista que podía ser al respecto, incluso cuando llego una nueva tragedia para Naruto.
Minato Namikaze gano las elecciones ministeriales, pero su gobierno no duraría ni un solo mes cuando un grupo extremista haría de las suyas buscando generar caos en nombre de su creencia. Una bomba bien colocada bajo el auto del primer ministro estallo luego de que Minato con su chófer subieran al vehículo y encenderían motores.
Solo eramos niños, pero cuando fue al funeral para acompañarlo a él y su tía, fue la primera vez que no vio a ese tonto optimista estar presente en la cara de Naruto-sama. Algo que incluso sorprendió a mi padre entonces.
En la academia, Naruto sabia que mi madre estaba interesado en mi padre antes de serlo, desde la primaria. Pero mi padre nunca fue la persona que hoy conozco. Era solitario, frió y distante, prefería estar solo que acompañado, sobre todo estar alejado de la presencia de mi señor. Él siempre buscaba provocar a Naruto-sama, eran mas parecidos de lo que aparentaban. Y a pesar de saber que mi madre le interesaba mi futuro padre, seguía intentando enamorarla a su manera, aun después de la terrible tragedia.
A pesar de que siempre lo rechazaba, admitió ver que tenia un encanto. El que termino conquistando a Hinata-san mas tarde.
Sakura estaba enamorada de su padre desde que era niña, sin embargo. Nunca fue una persona sociable. Dice que es guapo incluso hoy, de muchas habilidades en el colegio que eran la razón de la rivalidad de Naruto, eso y el hecho que al igual que él, ambos habían perdido a sus padres. A su padre en especifico. mi tío Itachi se había unido a personas peligrosas y como ritual de iniciación, mato a mi abuelo y eso marco a mi padre.
Su madre, mi abuela, Makoto; se había distanciado de su abuelo mucho antes de lo ocurrido, ni siquiera le importo cuando su hijo menor quedo solo. Al igual que Naruto, quedo a cargo de un familiar que apenas si conocía. Se obsesiono con vengarse y mi madre lo perdió, al igual que a Naruto-sama. Luego de un año de perder a Minato, Kushina-san entro en una fuerte depresión, lo que hizo que perdiera su trabajo, así que Naruto decidió trabajar desde tan joven para mantener a la mujer que le quedaba como su familia. Aunque eso significara dejar de estudiar.
Se quedo sola. Claro, aun tenia algunas amigas y conocidos en el colegio pero sin mi padre ni Naruto-sama, se sentía incompleta. Los extrañaba a ambos con todo mi corazón. Me sentí una inútil. Me contó, querido Adrian.
Se concentro en sus estudios mientras se preguntaba que era de esos dos, Naruto-sama iba de un empleo a otro sin quedarse nada fijo en cambio cuando volví a saber de mi padre, había sido arrestado. Se unió a una pandilla y consiguió su venganza. Sin embargo, la justicia parece que tuvo misericordia con él. Solo paso dos años encerrado porque colaboro con la policía brindando información del grupo delictivo en el que Itachi se unió y con gran esfuerzo lograron desmantelar toda esta yakuza.
―Sakura, quiero pedirte disculpas y agradecerte ―dijo Sasuke, reunidos en la mesa de visitas a criminales de bajo nivel. Desde que supo que estaba en prisión, lo fue a visitar constantemente, todo gracias a Naruto-sama. Él le contó al respecto.
―¿Porque? ―pregunto mi madre
―Pensé que ya no me quedaba nadie, pero Naruto tenía razón ―no era muy expresivo con su voz o su rostro, pero ese día Sakura me juro que lo vio derramar una lagrima―. Aun hay alguien a quien lo importó. Te has puesto mas linda de lo que te recordaba.
Era la primera cosa romántica que le decía en su vida. Contuve la risa por lo tanto que lo espero.
―También a Naruto le importas ―contesto y eso provoco una sonrisa que nunca he visto en mi padre, pero mi madre jurá que si paso.
―Saldré en un mes de aquí, cuanto lo haga. Haré lo que me pidas. Sakura.
Lo que le pidió mi madre… termino con mi nacimiento.
Pero así como Sasuke quería enmendarse con mi madre, misma tenia que devolverle este gran gesto a Naruto-sama. Durante cuatro años, desde que tenían doce. Naruto-sama lograba darse tiempo para intentar animar a mamá y que su amistad no se perdiera, dejo de intentar enamorarla y comenzó a ser un poco mas maduro, porque tardo mucho en hacerlo. Creo que ese cambio en su forma de ser lo que hizo que Sakura por fin sintiera atracción por Naruto-sama.
―Gracias, por esto. Sakura-chan ―le arreglaba la corbata de su traje, estando a las escaleras de entrada del principal edificio de Konoha.
―Aun no me agradezcas ―dijo, terminando de hacer el nudo―. Hazlo cuando te hallan contratado. Esta es la entrevista, si los impresionas puede que seas contratado, pero no se en que puedan contratarte. Solo no lo arruines.
Eso vino a ser al año siguiente de que Sasuke y Skura nos hayan casado por mi nacimient. Antes de eso, ella hacia practicas de enfermería en una de las clínicas regulares de Konoha en la ciudad, porque los vacantes en el hospital general fueron todas ocupadas. Pero en la clínica, sorprendió a todos con su rápido desempeño y compromiso, aun cuando estaba embarazada a tan joven edad.
Luego de dar a luz, después de haber terminado las practicas; fue escogida para tener un empleo oficial dentro del hospital general. Había sorprendido a alguien con mi talento, tanto que aunque no la conocía realmente en su estancia, ella estaba siempre pendiente de los logros de mi madre. Tsunade Senju, la anterior CEO de Konoha industries, la predecesora de Naruto-sama y fue gracias a su respeto por mi madre que tuvo que armarme de valor y recomendar al que llamaba: “el tonto rubio” para que le dieran una oportunidad. Estaba siempre en la búsqueda de un nuevo empleo, nunca encontraba nada fijo. Por alguna razón, Naruto-sama siempre le hablo de que algún día sería el hombre mas importante en el mundo y para él, trabajar en esta compañía era su sueño.
Nunca pensó que llegara tan lejos. Pero empezó siendo el asistente general de la CEO de la industria como yo. Pero su leyenda es mas grande que la mía y ese día comenzó su verdadera historia. Y esa noche mi madre comenzó con su mejor error.
―¡No puedo creer que te hayan dado el empleo! ―estaba tan incrédula que no lo podía creer.
―Y yo no puedo creer que hayas bebido tanto, Sakura-chan ―tanto, que al final del día tuvo que ir por una cerveza para poder procesar lo ocurrido―. Pero, todavía estoy en periodo de prueba.
No podía creer que Naruto-sama le contará, estaba tan alegre como incrédula que necesite de una bebida fuerte después del trabajo para creerlo, bebió tanto que sola no iba a poder llegar a casa. Fui por él cuando terminaron de laborar y juntos fueron por una cerveza como a cenar, de no ser por Naruto no quería ni saber donde iba a terminar despertando. En la cera seguramente o la cárcel por estar ebria en vía publica.
―¿Ya llegamos? ―pregunto, sin percatarse en el momento que encendió la luz del departamento. Estaba sujetada de sus hombros para mantenerme de pie, estaba ebria pero no perdida de lo que pasaba a mi alrededor. No del todo.
―Si Sakura-chan, ya estamos en casa ―dijo Naruto llevándola hasta su recamara, donde tuvo la cortesía de dejarme en mi cama.
―¿Donde esta Sarada? ―pregunto, reaccionando demasiado tarde.
―Con Kushina. En el estado que estás es mejor que se quede con ella y la cuide esta noche ―comentó, mientras solo se quedaba recostada sobre la cama, él se quedaba de pie delante de mi, mirando a otro lado. Por alguna razón eso no le gusto.
―Tu tía es muy amable al ayudarme a cuidar a Sarada en mi lugar mientras trabajo ―dijo, apenas logrando sentarme correctamente en mi cama―. Con Sasuke en listado en el ejercito, es difícil ser madre solitaria y trabajar para criarla. En verdad se los agradezco.
―Ella te lo agradece, le ha sido complicado encontrar un empleo, aun es joven pero para su edad es difícil que algún otro lugar quieran contratarla.
Un gesto de su mano y lo invito a sentarse a su lado. La casa no era grande entonces, pero ese pequeño departamento era todo para nosotras dos, cuando era una bebé todavía. Sobre todo con mi padre en el ejercito, luego de ser encerrado las opciones se le recortaron bastante para ser un esposo y padre que su hija admirara, así como darle una vida digna y decente.
Conversaron un poco más sobre ellos dos, no habían tenido una platica tan simple antes, o ya no la recordaba Sakura como debía ser. Comenzó a preguntarle acerca de su relación con Hinata y no parecía muy convencido, decía que había amor entre ambos pero no terminaba sus frases con esa misma confianza a como la decía al principio. Por otro lado mi madre no podía dejar de hablar de la ausencia de Sasuke para ella y viceversa.
―Ya no somos los niños de antes, lastima que no podíamos vivir la infancia como debíamos ―contesto Naruto, a lo que refuto con mucha concordancia―. Ahora somos adultos.
―Tienes razón ―exclamo Sakura―, hubo mucho que no vivimos como debíamos.
―¿Como que? ―lo escuche decir eso y los ojos de ambos vieron el reflejo de sus personas en el otro.
Cuando sus ojos se cruzaron, las palabras se perdieron de sus bocas. El alcohol en la sangre se esfumo y se perdieron en los mares de sus pupilas o esos inusuales rasgos animales por bigotes que tenia marcados en su cara con las que nació; la ausencia de mi padre le hizo ver a Naruto-sama con esos ojos que nunca antes quiso verlo. Como un hombre.
Tenia bien en claro que Naruto-sama tuvo emociones por Sakura en un tiempo ahora pasado. Tenía una solida relación con la chica tímida que también conoció en el colegio, Hyuuga Hinata. Una relación seria, incluso mi madre sabia que se ha comprometido con ella, a pesar de eso no puede evitar acercarse a su rostro
A la mierda mi esposo, a la mierda su novia dijo mi madre en sus pensamientos. Parece que en el fondo ninguno ha dejado de negar que aun siente algo por el otro, ese algo que nunca ocurrió como debía ser.
―¿Eh? ―justo cuando espero que darían el mal paso, fue Naruto-sama quien tuvo que poner sus manos en los hombros de mi madre y la detuvo.
―Esto, no esta bien ―dijo acomplejado, Naruto-sama.
Es cierto. ¿Que idea estaba pasando por mi cabeza en hacer eso? Estaba ebria, pero esa no era razón ni excusa suficiente para terminar engañando a mi esposo con su mejor amigo. Sasuke estaba muy lejos de mi como para que me diese el calor que tanto yo pedía, pero y si estuviese en casa ¿Me lo hubiera dado? Piensa mi madre.
―Tienes razón. El alcohol se subió mucho a mi mente ¿En que estaba pensado? ―exclame, con mi mano sobre mi frente ante la tontería que haría. Lo acompañe hasta la puerta de mi casa para despedirlo por el gesto de traerme y le dije que mañana después de trabajar iría con su tía a buscar a Sarada.
―Te veré mañana, Sakura-chan.
―Si, espera Naruto ―le detuve antes de que siguiera caminando cuando solo dio la vuelta―. Gracias, por ser estar conmigo siempre. A pesar de solo ser amigos.
―Eso somos, amigos ―contesto y por extraña razón. Eso me dolió.
Eso le dolió a mi madre y no le gusto.
V
La historia dio un giro. Aunque Sarada me contó durante parte de esa cena toda la historia que su madre sostenía en esa aventura extra marital que tuvo con el CEO de Konoha mas importante, lo cierto es que la mejor forma de continuar la historia con la mujer que vino antes de Naruto Uzumaki como líder corporativo de Konoha industries. Tsunade Senju. Una mujer que a pesar de haber dejado el cargo a su joven predecesor, su relación con él seguía activa y para saber mejor sobre señor Naruto Uzumaki que Sarada Uchiha conoció, debe seguir el relato de la quinta CEO de Konoha.
―¿Conoció a la misma Tsunade Senju? ―exclame en grande cuando lo dijo, interrumpiendo por un momento nuestra deliciosa cena.
―Mas que solo conocerla, tuve una rivalidad con ella por Naruto-sama ―me contesto con mucha gracia, Sarada. No se detuvo allí―. No solo buscaba saber que historia tenia mi madre todo con el hombre del que yo pensaba, era su única amante. Quería saber que historia tenían todas ellas con él. Esta historia no es sobre mi querido, es la de Naruto Uzumaki.
Ciertamente lo era. Habían escrito libros, hecho reportajes y documentales acerca de la peculiar vida que tuvo Naruto Uzumaki hasta el día de su asesinato. Todos hablaban de él como si fuera un santo mientras que los que se oponían a él se le referían como un maldito. La ultima gran líder de Konoha me contaba la historia del Naruto Uzumaki que ella conoció y que el mundo niega querer creer. Pero es más fascinante de lo que piensas. Ya no es solo un rumor extendido por el mundo, es un hecho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario