Cuando pusieron el disco en la video, se aterraron al ver que era lo que contenía el dispositivo. Su hija estaba amordazada, y atada sobre una cama, aun tenía su ropa puesta en medio de una habitación de estado decayente. Podía escuchársela en un intento de gritar por ayuda, pero el trapo en su boca le impedía elevar su voz. Ambos padres estaban llenos de furia al ver a su hija así, mientras que Takashi se mantenía firme, por dentro estaba de la misma forma, lleno de furia.
-Hola señor Takagi -se escucho la voz del sujeto -que tal como está pasando su divorcio -se burlaba de él -descuide su hija está bien. Pero no por mucho tiempo, tiene 48 horas para entregarnos la cantidad de 15 millones de dólares a cambio de su libertad. Sino su hija... bueno ya veremos que hacer con ella.
Oír y ver cómo tenían a su hija los lleno de rabia, a los padres de Saya y a Takashi igual. Mirei, estaba aterrada, como si algo aquí le fuera conocido.
-Si no quiere que le pase algo, ya sabe que hacer -dijo de nuevo -y Mirei... -nombró a la nueva mujer del padre de Saya -esto pasa por dejarme por un viejo.
Cuando termino la grabación, ninguno sabia que hacer. El coraje que generaron de repente los tenían inmóviles.
-Grupo Satsuki... -exclamo Soichiro, a lo cual Komuro escucho, ahora sabia quienes era, solo faltaba ir por ellos.
Que era lo que pasaba con Saya, que es lo que planeaban hacer con ella si su padre no cumplia con su demanda. Ella seguía metida en esa habitación asquerosa, todo podía ocurrirle a esta chica. Metida en la cama, forcejeando por ser libre; consiguió sacarse de la boca ese trapo que le colocaron. Así como hacer caer el otro que traía encima de su ojos, por fortuna tenia sus lentillas puestas.
-¡Cabrones! -insulto hacia la puerta -¡suéltenme de una vez desgraciados!
Esos gritos eran escuchados por el otro lado de la puerta, donde dos miembros de esta banda vigilaban de la chica. A pesar de gritar con todo su pulmón, su voz pasaba de forma leve del otro lado de la puerta.
-Parece que se soltó -dijo uno de ellos mientras jugaba cartas en solitario mientras otro jugaba desde su celular.
-Déjala, que grite lo que quiera -exclamo su compañero sin bajar su celular de sus ojos.
-Despertó nuestra invitada -entro su jefe en el lugar.
-Tobi, jefe... -temblaron cuando vieron a este tipo apareciendo frente a ellos.
Por algún motivo estos dos le temían a su jefe. Puede que sea por respeto o por conocer algún lado oscuro que nadie debía provocar. En fin, abrieron la puerta a su jefe y dentro, Saya le miró con repulsión, por la expresión del tipo en su rostro podía leerse que él estaba detrás de su captura.
-Hola perdona y perdona por el estado en el que estás -cerro la puerta -pero las circunstancias, la requieren -la expresión enferma (psicológicamente) del tipo daba mucho de que hablar -tienes hambre puedo hacer que te traigan de comer si quieres.
-Lo único que quiero es que me sueltes desgraciado hijo de... -el tipo soltó una bofetada en el rostro de Saya, tan fuerte que la hizo caer en la cama.
-Vaya... así es como habla la hija del temido "comandante" Takagi -era el sobrenombre clave que ocupaba el padre de Saya cuando trabajaba -escucha niña -se acosto sobre, con su cara cercana a la de la pelirrosa -puedes hacer tu estancia simple y cooperar o... -sacando una navaja de su bolsillo paso muy de cerca el filo de la mejilla de Saya, bajando por su cuello, hacia su ropa deteniendose sobre sus senos -... hacerlo divertido para mi y mis amigos. ¿Que dices?
Su corazón se aceleró, este tipo lo decía en serio. Guardó silencio, recapacitó. No podía hacer nada para intentar escapar, ni siquiera sabía donde estaba. Solo tenia conocimiento que habían pedido rescate para ella, la pregunta seria si llegaría a tiempo.
-Sed.. tengo sed -dijo, con su cara desviada del sujeto.
-Así será -se levantó de Saya.
Salió Tobi de la habitación, les dijo que le dieran de beber. Con una botella y pajilla le dieron de beber. Regresando con los padres de Saya, la madre de la chica cuestiono a su aun entonces esposo, luego de escucharlo mencionar el nombre del grupo responsable de lo ocurrido a su hija.
-Los conoces Soichirou -cuestiono Yuriko.
-Desafortunadamente si -entonces les conto -son un grupo pequeño dedicado a secuestrar gente en la ciudad, capturan a personas con dinero, políticos o empresarios que hay en Tokonuso.
-Se llama Tobi Satsuki -revelo la nueva pareja del padre de Soichirou -salí un corto tiempo con él. No sabia a que se dedicaba hasta que un día me mostro a lo que se dedicaba, lo quise dejar pero incluso a mi me retuvo. Solo porque mi padre le pidió ayuda por mi rescate, no quiero pensar que ese tipo hubiera hecho.
Así que de esta manera fue la forma en la que ella conoció a Soichirou. Revelo que el padre de Saya dio el dinero a su familia para salvarla, Mirei quiso conocer al hombre que le dio la enorme cantidad, fue entonces que poco a poco empezaron su relación, a pesar de que él dio el dinero porque después de todo le debía un favor al padre de la chica, y a ella no le iba a pedir nada.
Takashi escucho la conversación y dos cosas pasaron por su mente, igual que sus padres, quería recuperar a Saya. Dos, podía ser la oportunidad de demostrar para demostrar el poder militar de la nueva mafia mexicana.
-¿Que es lo que vas a hacer Soichirou? -pregunto Yuriko.
El silencio del hombre era mas claro que las palabras que pudieron llegar a salir de su boca. Sin decir nada, Komuro salió de la sala y se dispuso a salir de la mansión sin ser notado por los padres de su amiga y amor. No iba a negar que sentía pasión por ella, carnal y sentimental, iba a actuar.
-Komuro-kun -lo detuvo Soichirou, tal parece que no salió tan desapercibido como él pensó -lo que has escuchado, no se cuentes a nadie, ni a la policía ni a ningún otro -exclamo.
-Descuide, no le diré a ellos. Pondrá en peligro su profesión -exclamo Takashi, tenia conciencia de lo que el padre de la chica era, aun siempre fingía que no tenia idea -¿y hará algo? -pregunto -o cumplirá con sus demandas.
-Preguntas eso como si tuvieras algo en mente -dijo el líder de la familia Takagi.
-Podría ser que si -exclamo en acertijo. Ese tipo que debían entregar el rescate en 48 horas, takashi la iba a salvar, en veinticuatro horas.
Afuera se reunió con sus dos sicarios y poniendo rumbo al refugio les puso al tanto de lo que pasaba.
-Han secuestrado a Saya -informo así de simple a sus sicarios.
-¿Que vamos a hacer? -pregunto Ricardo.
Le mostro la foto de la placa que tomo el dia anterior, sabia que los tipos eran los responsables de lo que paso.
-Puedes rastrear esta matricula, ¿en cuanto tiempo? -exclamo su patrón.
En cinco minutos, desde su celular y un sin fin de programas puestos en él, pudo encontrar con éxito el vehículo en cuestión.
-Esta en el centro, están estacionados en fuera de un local comercial -informo a su jefe.
-Vayamos a preparar al equipo -indico.
Llegaron tras dar la indicación a sus soldados de alistarse, al igual que a sus amigos de Takashi, llego el momento de que conocieran el calor de formar parte de una mafia.
-Somos mafiosos... o ¿guerrilleros? -pregunto Imamura luego de que terminaran de colocar las ropas que empleaban los soldados de la NMM (nueva mafia mexicana).
-No lo se... ¡pero como me veo! -pregunto Hirano luego de colocarse un chaleco antibalas verde y equiparse con un rifle de presión estadounidense que le dieron del cartel. Un fusil Barret.
-Asustas... -respondieron ambos.
Morita tenia un chaleco color caqui, con una gorra del mismo color y unos paliacate con una calavera en su boca atada a su rostro portando una AK47. Imamura tenia un chaleco del mismo color, un pasa montañas, mas una gorra puesta al revés de color azul oscuro armado con una AR-15.
-Pensé que no estábamos listos dijo -Morita.
-Komuro dijo que era algo importante, ¿que será? -pregunto Imamura mientras metía algunos cartuchos en lo bolsillos de su chaleco.
Entonces apareció en escena. Takashi llevaba puesto un chaleco del mismo que sus dos amigos, una bandana sin amarrar con el dibujo de una calavera en ella. Armado con dos pistolas como apoyo y con un AR-15 con mira telescópica diferencia de la que llevaba Imamura. Sus dos sicarios lo seguían vestidos de negro, Helen cargaba una escopeta mientras que su novio una M16. Al verlo entrar, sus soldados le prestaron atención a lo que fuera iba a decir.
-Atención -como general, se dirigió a estos guerrilleros del bajo mundo -cuando los asignaron a mi cargo, nos enviaron con la misión de expandir nuestro negocio... no. Nuestro imperio. Ya nos hicimos espacio en esta ciudad, ahora toca demostrar a los grupos de esta ciudad, quien es el NMM -les conto el porque iban a salir -han secuestrado a la hija de un líder rival. Saya Takagi -sus amigos se sorprendieron al oírlo, en especial Morita, quien en secreto tenia pasión por la pelirrosa, pero ella prefería a Komuro -un rival y potencial aliado para nuestra causa. Me contaron que algunos de ustedes participaron cuando eliminaron al grupo Moreno rojo.
-Si/ así es señor -dijeron algunos de los soldados en las filas.
-Entonces sabrán como esta la situación -dijo Takashi, siendo esas palabras parte de su discurso final antes de ir a la guerra, así como salir de cacería.
Saliendo de su escondite, en tres de las camionetas de su arsenal, salieron armados rumbo a la localización del carro responsable del secuestro de su amiga. En tanto Takashi iba en la camioneta principal con sus dos sicarios mas dos soldados mas. En la de atrás los tres amigos del pelinegro, preguntaban acerca ese mencionado grupo moreno rojo.
-Quienes son esos moreno rojo -preguntaron a los guerrilleros.
-Eran grupo que se dedicaba al secuestro y extorsión allá en valle bravo -no sabían donde estaba valle bravo, así que solo dedujeron que era en México -eran unos problemáticos, hasta que un día se metieron con un grupo rival, cuando se formaba el NMM. Nos unimos para eliminarlos, los cazamos por toda la región. Los imbéciles secuestraron a la ahijada de uno de sus capos y terminaron convertidos en ceniza de carro.
No querían pensar que fue exactamente el castigo que les dieron ese grupo. Lo que esperaban, era comenzar su vida en bajo mundo.
Saya en su prisión, se mantenía en la esquina de la cama, sentada luego de buscar como acomodarse, luego de calmarse y manteniendo las esperanzas, pedía a quien les escuchara que le rescatara pronto.
-Por favor por favor que alguien venga... -decía, sin querer perder las esperanzas -papá... mamá, Takashi...
En cuanto a los dueños de este vehículo, como supuso Takashi; mismo que secuestraron a Saya, volvían al carro, junto con otros dos compañeros pertenecientes a la banda.
-Bien, ya volvemos -dijo uno de los perpetradores cuando volvían al auto.
-¿Teníamos que comprar comida también, para esa mocosa escandalosa? -pregunto uno de sus compañeros cargando una bolsa de papel con comida solicitada en el local.
-Fueron ordenes del jefe ya te dije -le respondieron, parece que era la tercera o quinta vez que este preguntaba de nuevo lo mismo.
Con los cuatro subidos al vehículo, encendieron el motor. Apenas se integraron a la calle, y el semáforo se puso en rojo para ir a su destino. En medio de una avenida transitada por civiles y demás automóviles fueron emboscados abiertamente por quienes no debieron provocar su ira.
A toda velocidad, una camioneta gris con vidrios negros blindados surgió por la derecha para cerrarles el paso a estos miembros del grupo Satsuki.
-¡¿Que carajos?! -pronto, tres camionetas mas detrás de la gris, rodearon y acorralaron al auto por todas sus direcciones.
Todos los transeúntes junto a demás civiles en sus carros se preguntaban que estaba pasando. Pero con ver a estos comandos mercenarios con armas pesadas, les fue indicación que debían alejarse. Dentro del circulo de camionetas, los cuatro secuestradores entraron en pánico, al ver como cuatro de estos sicarios bajaron en formación con Takashi liderándolo. Iban por ellos.
-¿Quienes son?... -preguntaron, cuando abrieron las puertas para capturarlos.
-¡Bájense cabrones! ¡Ahora! -gritaron con sus fusiles apuntando a sus caras.
Los dos de enfrente fueron jalados de sus ropas para sacarlos de sus autos. Mas uno mas atrás, el ultimo de los secuestradores dio problemas. Saco una pistola y apunto a uno de los comandos apenas abrió la puerta. Estos guerrilleros mexicanos eran exmiitares de las elites de la nación, que un simple pandillero le apuntara no iba a tomarlos con guardia baja. Cuando vio la pistola, dio un paso atrás, el disparo del secuestrador dio contra el blindaje de la camioneta. Solo tres disparos de su cuerno de chivo del comando, le quitaron la vida al sujeto.
Al oír las detonaciones, las personas alrededor huyeron con mayor razón.
-Que están haciendo/ no saben quienes... -vociferaban contra los mexicanos cuando los forzaron a subir a las camionetas luego de amarrarles las manos con cinchos industriales. Al ultimo le dieron un golpe con la culata de el rifle por estar hablando de mas.
-¡Vamonos! -indico Takashi. Sus amigos presenciaron a un líder nato en su colega, no por nada fue asignado como un capo en la NMM.
Dos soldados tomaron gasolina en galones que tenían consigo, para mojar el auto por dentro, y encender un fosforo dentro del auto en plena avenida.
Por la izquierda, comenzaron a escucharse el sonido de las patrullas aproximándose. Posiblemente alertados por las detonaciones de las armas.
-¡Ya hay que irnos! -grito Komuro, claro hablando español natal de la NMM para no ser reconocidos.
Con sus blancos capturados. El convoy se puso en marcha, pero viendo que eran tres patrullas las que venían. La ultima de sus unidades, se quedo atrás. Donde Khota iba.
-¿Y ahora? -pregunto Hirano.
De atrás, vio a uno de los soldados con igual un rifle francotirador. Este chico encapuchado, apunto a la patrulla del frente, y en un tiro de gracia. Impacto contra el motor de la unidad levantando su capo, la patrulla se descontrolo. Choco contra uno de los vehículos detenidos solo para ser chocado por la segunda unidad que venia atrás, la tercera se detuvo tras ver la colisión de sus colegas a mitad de la calle.
-Asombroso -quedo impresionado de la precisión militar del sicario.
Estos pisaron a fondo el motor de la camioneta y mas pronto de lo pensado, fueron a reunirse con el resto del grupo en regreso al refugio del que salieron. El auto dejado atrás, se consumió en las flamas de la gasolina, para explotar cuando el calor llego al resto del tanque de gas, incinerando el cuerpo dejado atrás del Satsuki.
Mas tarde en la casa de los Takagi, padre y madre, al igual que la nueva mujer de Soichirou comenzaban a preocuparse por el estado de su hija, sin saber que hacer o donde buscar a su hija. El padre de Saya por el momento, comenzó a buscar el dinero solicitado por su captor, si bien no podría ir a salvarla rompiendo la puerta del malnacido, pretendía cortarle la cabeza cuando hicieran el intercambio con ellos.
-Vas a darle lo que quiere a ese sujeto -pregunto Yuriko luego de escucharlo hablar con sus empleados, cuestionando si ya tenían el dinero que les demandaban.
-Estoy acorralado con su demanda Yuriko -exclamo.
Inesperado, entro de nuevo ese joven llamado Jotaro, quien traía noticias que nadie esperaba.
-Jotaro ¿que pasa ahora? -pregunto Soichirou cuando el joven entro en la sala.
-Vera comandante... tiene visitas -no busco otra forma de llamar a quienes vinieron a verle.
Confundido, preguntándose quien venia a verle en esta ocasión. Seria algún miembro de Satsuki, no... no lo eran. Al llegar al pórtico de su casa. Dos enmascarados le esperaban. Una chica con saco café con una mascara de lobo blanco y un chico con mascara de un demonio hechas de cera y papel mache.
-Soichirou Takagi -saludo la chica.
-¿Quienes son ustedes? -pregunto el padre de Saya con varios de sus empleados rodeando a estos y puestos también detrás de su jefe. Pues en la entrada estaba una camioneta con dos comandos de Takashi. Lucían amenazantes para los trabajadores de los Takagi, como si estuvieron a las fuerzas de autodefensa, incluso superiores a estos.
-Nuestro jefe quiere que vea algo -dijo la enmascarada.
-Y quien es su jefe. ¿Quiénes son ustedes como para venir a mi casa? -por lo que veía, se trataba del grupo que llego a Tokonuso del que le conto su segundo al mando. Atrás, Yuriko logro escuchar lo ultimo que dijeron estos dos sicarios.
-Es sobre su hija -dijeron, convenciendo al hombre para que viniera a con ellos -creo que le gustaría oír donde esta.
Convencido y sin confiar. Fue con ellos acompañados de tres de sus soldados con este nuevo comando y grupo que apareció en la ciudad. Llevados hasta la guarida de Komuro, donde sus tres amigos seguían como mas de estos sicarios. Intimidando a los soldados Soichirou, fueron guiados hasta una habitación de tortura apartada en la base de operaciones de Takashi. Donde dos de los tres capturados miembros del grupo Satsuki estaban muertos, uno con la cabeza atravesada por un disparo, el otro con un cuchillo, apuñalado varias veces, incluso el arma fue dejada en el mismo cuerpo del tipo. El tercero... estaba siendo apuñalado en sus piernas por quien supuso el padre de Saya.
-¡Ya te dije todo lo que se! -gritaba desesperado el secuestrador -¡¿que mas quiere?!
-Quiero que lo grites una vez -Takashi lo tomo de su cabeza para amenazar pasando el cuchillo por su cuello, cortando ligeramente su garganta. Todo, siendo asistido por cuatro de sus soldados.
-Chico Komuro -nombro el Takagi cuando lo vio -de todos, nunca pensé que un chico como tu, dirigía un bando del bajo mundo.
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