Soichirou y sus hombres habían salido para recuperar a su hija secuestrada a manos de un loco con aires de grandeza cuando pensaba que tendría que aceptar sus términos y condiciones, de no ser por la inesperada revelación al Takagi que el chico inocente que admiraba su hija era ahora un líder en crecimiento de una mafia poderosa del otro lado del Pacífico que ya estaba más que adelantado para salvar a su querida Saya, no sabría para donde atacar.
-¡Vamos, que esperan que esperan entren! Tengo muchas sorpresas para ti Soichirou -decía emocionado Satsuki, a pesar de estar en jaque por obra de Takashi y Soichirou con sus soldados con ellos aplastando cada locación en la que operan cada miembro de esta banda de secuestradores.
No obstante en casa del patriarca Takagi, con la mayoría de sus hombres en los atracos y dejando casi desprotegida su casa, en su totalidad. Un cuarteto de sicarios de bajo nivel, buscaban se habían infiltrado silenciosamente en la mansión con el fin de matar a la joven chica que había conseguido como su nueva y futura esposa así como pretendían matar a su pronta ex esposa.
-Todo esto es mi culpa -dijo Mirei, sentada en el sofá de antes en compañía de Yuriko y la sicaria mexicana.
-Lo creo, mi relación con Soichirou ya estaba en problemas antes, pero saber que una niña como tú logro quitarmelo, bueno... -no supo cómo continuar, tomo del te que uno de los trabajadores de Soichirou le trajo e ignoro todo lo demás. Lo único que le importaba era recuperar a su hija -¿que fue lo que viste en él? -tuvo curiosidad por saber que vio en su aún esposo.
-Sera raro decirlo -se puso roja de solo pensar lo que diría -pero, recuerdo que el día que lo conocí, el mismo día que me rescató había algo de amabilidad bajo esa aura de asesino que es.
¿Amabilidad? De que estaba hablando Mirei, resulta que Soichirou fue inculcado por su padre bajo los siete códigos de vida de los antiguos samurais, así como su abuelo enseño a su padre, y el padre de su abuelo, así respectivamente. Conociendo sus raíces el apellido Takagi era una antigua facción samurai que cuidaba la región de Tokonuso, antes de la caída del camino samurai y después de ello. Aunque fuese un Yakuza, los Takagi seguían siendo samurais por dentro, y así sería.
-Tal vez sea un asesino despiadado con sus enemigos, pero hay un corazón humano bajo esa espada que siempre carga -dijo Yuriko, lo que ella vio en el padre de su querida Saya fue lo mismo que vio Mirei, le deseo suerte en su deseo por estar con él. Claro que no se lo dijo, solamente lo pensó.
No eran las únicas en esa sala, en silencio eran acompañadas por la sicaria personal de Komuro. Cansada de verla sin unirse a la conversación, aunque ella quería mantenerse distante de una platica que no le incumbía, la matriarca Takagi decidió conversar con la chica.
-Vi que llevabas el uniforme de Fujimi, ¿eres amiga de mi Saya? -pregunto, lo cual fue inesperado e incomprendido por la sicaria.
-¿Perdón? -tomo de improvisto su cuestión -no la conozco en persona, pero lo que veo en clase es una chica muy inteligente. Demasiado diría. El jefe... Takashi la aprecia mucho.
Hizo sonreír a Yuriko.
-Hablas muy bien el japonés -comento Mirei -¿donde aprendiste?
-Con otros sicarios en México, he tenido que asesinar a gente de otras nacionalidades en el país -dijo Helen, espanto a Mirei y Yuriko sonrió burlona a la reacción de la chica -son gajes del oficio -un perturbador gaje para un oficio tan siniestro.
Ninguna se daba cuenta, ninguno de los guardias y empleados de la casa lo veía venir pero tres sujetos armados con pistolas con silenciadores integrados ya habían eliminado a tres de los guardias de la casa Takagi luego de colarse por los muros del patio trasero del territorio de la casa. Eran un pequeño comando de simples sicarios amateurs, solo uno era experto en el oficio.
-Vamos por ellas, maten a cualquiera que encuentren por aquí -dijo el sicario líder apenas dejando tres de los trabajadores de Soichirou muertos en el patio.
-Si jefe -se movían detrás de él.
Adentro, por instinto y experiencia, Helen comenzó a tener un mal presentimiento con el ambiente, más lo tuvo cuando miro por la ventana que daba al patio.
-¿Pasa algo chica? -pregunto Yuriko al notar su inquietud.
-No nada, em... Puedo usar su baño -pregunto con respeto.
-Claro -dijo y ofreció la ayuda de uno de los empleados para guiarla, sin embargo la morena dijo que no era necesario. Salió sola y el de empleado de los Takagi se quedó con ellas -Tatsuya, ¿Por qué no vas con Matou y los demás?
-Si usted quiere señora, los dejo -exclamo, dejo a ambas mujeres solas entonces.
El socio de los Takagi no sospechaba, pero Helen si. Era parte de su instinto como sicaria veterana a pesar de su edad, no fue al baño como dijo en silencio comenzó a andar por la enorme casa, por los pasillos mirando al exterior de la mansión, no vio nada extraño afuera, sino adentro, dio toda la vuelta al corredor sin toparse con alguno de los guardias de antes, allí entendió que no todo estaba en calma.
Regresando con Komuro y padre de su amiga. Los miembros de Satsuki creían que tenían la trampa perfecta para su enemigo que venia acabando con todos los miembros de su organización, se equivocaron.
-Espere -dijo Takashi antes de que Soichirou atravesara la puerta por donde Satsuki huyo. Entrenado por los mismos ex militares de su padre (que eran soldados de la NMM), se acerco con sigilo a la puerta sin atravesarla, sin mirar que había del otro lado.
-¿Que pasa muchacho? -pregunto el patriarca Takagi.
Hizo un gesto, hizo que guardaran silencio. Tomo una granada del arsenal de un soldado que tenia detrás, sus soldados sabrían que vendría después así que alistaron las armas, lo mismo hicieron los hombres de Takagi y Soichirou preparando para desenfundar su espada en una nueva ocasión. Con mucha cautela quito el seguro del explosivo y sin exponerse a la trampa arrojo la granada, cayendo muy cerca de la posición de Satsuki.
-¿Eh?... -no espero ver una granada activa cerca de sus pies.
BOOM una explosión que mando a los pocos lacayos que aun le quedaba con vida directo a la otra vida mientras otros casi lo lograban pero solo salieron heridos o aturdidos. Excepto el loco de Satsuki. Una explosión en un ambiente cerrado fue oído hasta la cautiva de Saya en su cárcel.
-¿Una explosión? Sera que es... ¡papá! -su esperanza de ser rescata creció como su inteligencia.
-Mierda... -vocifero Satsuki, vivía gracias a que se arrojo al pasillo por donde se protegía. Se puso de pie ya que el aturdimiento le paso rápido. Cada instante que pasaba, solo alargaba su inminente aplastamiento, pero se negaba a perder.
Takashi, Soichirou y sus hombres ingresaron a penas paso el estallido. Sin darles oportunidad, dispararon en contra de los hombres de Satsuki que aun podían respirar, incluso Soichirou corto cuellos y cabezas de algunos de estos desgraciados.
-¿Donde se fue? -preguntaron al no verlo.
Habían dos corredores por la intercepción en la que se arrojo Satsuki. En ambas, habían varias puertas del mismo tipo, sin numero ni nombres; no vieron por donde escapo el tipo.
-Divídanse, ustedes por la derecha, señor usted conmigo -dijo Komuro.
Revisando cada puerta desde la primera de cada lado fueron llevándose desagradables sorpresas a pesar de ya haber visto ese escenario antes. Detrás de esas puertas de madera habían chicas de la misma edad de Saya hasta mujeres de unos treinta años, algunas amordazadas y golpeadas, otras drogadas hasta casi hasta la muerte metidas en camas no tan limpias y con un aroma desagradable encerrado con ellas.
-Conozco a esta mujer -dijo uno de los soldados de Soichirou cuando entro en compañía de uno de los para militares de Komuro, se acerco a la mujer de unos 26 años y tras ver que aun respiraba y vivía a pesar de su estado revelo quien era -esta joven desapareció de la ciudad de Fujimi hace siete meses.
De vuelta al otro lado con Komuro y tal vez su futuro suegro. Se toparon con una de estas chicas la cual estaba amordazada, atada a la cama y semi desnuda, la cual lloro cuando estos irrumpieron su celda.
-¿Estas bien? -pregunto Takashi cuando le quito ese paño de su boca.
-Son policías... -le pregunto entre lagrimas.
-No, pero te sacaremos de aquí ¿oíste? puedes esperar un momento -dijo y dio esperanzas a la pobre chica.
Por si no has captado, todas habían sido secuestradas, torturadas, violadas o prostituidas durante su estancia. Obra del mismo desgraciado que tenia a la hija del comandante.
-Debemos darnos prisa -exclamo Soichirou temiendo que su hija ya haya sido mancillada o peor.
Rompieron puerta por puerta, pero ir ambos contra una de las habitaciones era demasiado tardado para el padre de la peli rosa así que se adelanto y consiguió llegar a la habitación donde estaba su hija. Por desgracia, Satsuki estaba con ella.
-Alto allí comandante -exclamo Satsuki apenas Soichirou abrió la puerta. Con arma en mano y teniendo a Saya en sus manos, apuntaba a la cabeza de la chica -un movimiento y le vuelo la cabeza a tu preciada hija.
-¡Papá!
-¡Saya!
-¡Cállate puta! -golpeo a la chica con su pistola sin siquiera llegar a soltarla.
Su arranque de ira al ver como trato a Saya pudo costarle su hija, pero se contuvo. A pesar de tener su mano en la vaina de su espada, no podía hacer algo estando distanciado de su hija.
-Estas en desventaja viejo -dijo Satsuki.
-¿Que es lo que quieres?
-¿Que es lo que quiero? Una enorme casa, coches de lujo, una linda novia -volvió a manosear a Saya ahora delante de su padre -a si... y tu vida, junto con la de toda tu familia -de pronto cambio su actitud, de esas sonrisas maquiavélicas a una expresión siniestra y tétrica -arruinaste nuestros planes viejo.
-¿Planes?
-Como esta tu querida ex señora Yuriko -cuestiono, lo cual alarmo a padre e hija -adelante, llámala.
Le dio la oportunidad, Soichirou saco su celular y marco al numero de su esposa, no tuvo que esperar mucho a que entrara la llamada para que alguien le contestara, ojala hubiera sido su mujer quien escuchara del otro lado cuando puso el alta voz de la llamada.
-Yuriko -saludo preocupado.
-Hola querido -era la voz de Mirei, pero no era ese tono tímido que él conocía, sino de una psicópata.
-Mirei, donde esta...
-Yuriko-san, descuida esta bien por ahora -dijo su joven novia.
De vuelta en la mansión Takagi, la chica tenia un arma en su mano mientras que tenia el celular de Yuriko en la otra, esto en compañía de los tres sicarios que envió Satsuki. Tenían a su merced a la madre de Saya.
-¿Que significa esto? -cuestiono Soichirou.
-Supongo que es hora de contar la verdad querido Soichirou -conto la verdad detrás de todo esto -sabes Satsuki nunca me secuestro, yo hui con él. Pero mi padre no aprobaba que me enamorara de otro psicópata.
-Eres una maldita perra loca -grito Yuriko cuando la tenían atada de manos y con la pistola de Mirei apuntando a su cara.
-Suenas como mi madre, ambos siempre decía que matar gatos cuando tenia once años no era un juego saludable -dijo esta psicópata.
-En fin, gracias a ti no solo arruinaste nuestros planes de amor, había pasado por alto de la policía por mucho tiempo. Pero luego de tu intervención estoy en su radar y mis negocios están yéndose a la ruina -dijo Satsuki desde el otro lado enfrentando a Soichirou -queríamos devolverte el favor anciano. Destruiste nuestra felicidad, así que hicimos lo mismo con la tuya, mi querida Mirei consigo que te divorcies de tu mujer, tu hija perdió el respeto que tenia ¿no? -miro a Saya -y aunque salieras vivo de aquí, ninguna de ellas volverá contigo a casa, porque ni siquiera tendrás una casa a la que volver.
-Cuando esto acabe, no quedara nada del antiguo señor de Tokonuso, ni de su familia -exclamo Mirei quitando el seguro del arma.
-Ni de tu banda de secuestradores Satsuki -exclamo el patriarca Takagi -si no lo sabes, mis soldados están haciendo pedazos todas tus locaciones y a tus hombres, no quedara nada de ti.
-¿Parece importarme? -parecía indiferente -empezare de nuevo y mejor, mas grande. -seré el nuevo rey de esta podrida ciudad -postrate ante el futuro rey de Tokonuso -disparo a la pierna de Soichirou, hizo que se arrodillara como quiso.
-¡Papá! -gritó Saya desahuciada.
Y si te preguntabas donde estaba Takashi, tranquilo; pues de que Soichirou llego con Satsuki, él se quedo escondido en el pasillo, parecía que el Takagi mayor era el único allí. Esperaba un momento ideal para entrar. Cada seguía con su situación, Mirei desde la casa Takagi, creí que tenia la situación bajo control con tres mas de su lado y con los socios de cuidaban la mansión heridos o muertos.
-Ya veras maldita perra, cuando me libere de aquí... -amenazo Yuriko.
-¿Piensas que lo harás? mira bien estúpida, cuatro contra uno y ni siquiera tienes un arma -se burlaba esta demente.
-Esta listo -dijo uno de los sicarios infiltrados luego de que rociaran gasolina a toda la sala con galones cargadas que se trajeron.
-La quemamos de una vez -pregunto el líder de este trio de bandidos con un encendedor en mano listo para arrojarlo al liquido inflamable que rodeaba a Yuriko.
-Aun no, para que vean que soy buena, les daré oportunidad de que se diviertan con ella -entonces Yuriko abrió en grandes los ojos, ¿esta tipa tenia la mente tan enferma a caso?
-¡¿En serio?! -uno de ellos se emociono -la verdad, es que ella tiene un lindo cuerpo -la miraron y ella se horrorizo con lo que pretendían.
-Dense el gusto -exclamo la psicópata luego de dejarse caer sobre el sofá en el que estaba antes. Iba a disfrutar la función.
El corazón de Yuriko latía de terror cuando se le acercaron con esas miradas degeneradas. Cuando el primero de ellos tomo su rostro y la guío a su entrepierna que tenía pegado a la cara de la mujer. Ella se notaba temerosa y asqueada de ellos.
-No me toquen... -dijo asustada.
-Descuida lo disfrutaras... -y cuando puso su mano en la bragueta para abrirla, Helen volvió del mismo modo que salió de esa sala, en silencio con pistola en alto -¿pero que?...
-"Pudranse hijos de puta" -hablo en latino antes de disparar dos tiros contra este tipo.
-¡Mierda! -Mirei se levantó y pretendió dispararle, pero Helen era más rápida. Sacando una segunda pistola arremetió contra ella y el otro lacayo del sicario nipón.
Mirei y el nipón sicario se arrojaron a cubierto detrás del sofá. Sabiendo que las balas pasarían detrás de ese compuesto de algodón y espuma plástica acribilló al sicario desprotegido.
-¡Helen! -se alegro Yuriko.
-Aguante -le dijo.
-Hija de perra me olvidé de ti -se levanto Mirei y apunto de nuevo a Helen. Desafortunadamente ella era más rápida y hábil, sin tener que mirarle, disparó dos veces para mandarla al suelo.
-¡¿Mirei?! ¡Mirei! -gritó el Satsuki, Soichirou quiso levantarse y este le apunto de nuevo -muere...
-¡Maldito! -Saya decidió actuar. Dió un golpe con su codo al estómago de Satsuki y le saco el aire, consiguió soltarse -¡Papá! -corrió a socorrerlo.
-Bastarda... -no logro levantar el arma cuando Komuro apareció -¿pero quien?...
-Takashi... -susurro Saya cuando le vio, no espero verlo allí.
Enfocado, disparó doce veces contra Satsuki vaciando su cargador, privandolo de su vida desde el primer disparo.
En la casa Takagi, la matriarca de la casa se libero gracias a Helen, se acercaron a Mirei, ella iba arrastrándose en un intento de huir luego de recibir dos disparos en el estómago.
-¿Quiere hacer los honores? -Helen le extendió su pistola.
-Gracias -tomo el arma y disparó contra Mirei dos veces -eso es por lo que hiciste a mi familia.
En tanto Satsuki...
-Larga vida al rey -dijo Takashi luego de acercarse al cuerpo y recargar, para dispararle hasta vaciar el cargador de nuevo.
Acabo todo, supongo...
A la mañana siguiente en todos los noticieros de la nación comenzaron el reporte de lo ocurrido esa agitada noche que se vivió en Tokonuso de los distintos tiroteos en la ciudad.
-La paz se ha recobrado en la ciudad de Tokonuso esta mañana luego de vivir una serie de violentos acontecimientos durante la noche anterior, luego que distintos comandos irrumpieran en lo que serian fachadas usadas por el grupo de secuestradores liderados por el buscado criminal Ousawa Satsuki, quien fue hallado muerto por las autoridades en una de estas locaciones -narraba un reportero de campo luego de que él y su camarógrafo visitaran las distintas locaciones acordonadas por la policía donde los forenses y policías seguían investigando -por lo sabido se trato de un ataque coordinado por un grupo rival, recordando que Tokonuso sigue siendo epicentro de conflictos de distintos bandos del bajo mundo, conflictos que no se veían desde hace algunos años atrás y tal como estos eventos dejaron de ocurrir en esta metrópolis, han vuelto a ocurrir.
Termino su reporte y volvieron con el reportero en el estudio.
-Aun no se sabe el porque del ataque, mas que si se sabe es que se trata de una nueva organización en el país, pues videos en internet han aparecido referente a los autores de estos movimientos armados que se adjudican como los autores de la noche violenta vivida en Tokonuso -dijo y mostraron el video mas visto.
-Lo ocurrido anoche fue una muestra del poder militar que posee la NMM, y desde México hemos venido para reclamar el control y autoridad del bajo mundo de Japón -decía un encapuchado hablando perfecto español, era Komuro con su rostro cubierto. Desde esa locación secreta que tenían como cuartel de operaciones donde él, sus amigos y sus soldados filmaron el video portando su equipamiento y armas pesadas -a partir de ahora nosotros controlamos todo en esta ciudad y pronto el país, a los clanes yakuza les decimos, únanse o ríndanse ahora que pueden o sufran el mismo destino que Ousawa Satsuki y su pequeña banda, a los policías les digo, no se metan en nuestros asuntos, si quieren volver a ver sus familias. Nosotros somos la primera oleada de la invasión, y pronto llegaran mas soldados, créanme, esta es una guerra que no querrán luchar.
Entonces el video se perdió así como el usuario que lo subió a la red, desapareciendo de los radares de las distintas organizaciones policiales y gubernamentales. Un mensaje visto por todos en el país y que todos vieron claramente.
Mas tarde a todo eso, Takashi se llego a reunir de nuevo con el comandante y su familia, esta vez siendo ellos cuatro únicamente, ningún otro los acompañaba.
-¿Seguro que esta bien? -pregunto por la herida resultante en su pierna.
-He recibido peores muchacho -sonrió a Takashi -agradezco tu ayuda, mi hija tiene mucha razón en apreciarte.
-Papa basta... -se avergonzó con ese comentario, mas lo hizo estando sentada a lado de Takashi.
-Volviendo a los negocios -dijo Takashi riendo de la respuesta de Saya -¿acepta unirse a nuestro bando?
-Con lo que ha pasado y lo que vendrá, por el bien de mi familia, lo hare -dijo Soichirou -aunque ya no lo seamos -miro a Yuriko.
A pesar de haber sido todo una manipulación para destruir al comandante, Yuriko no perdonaría el hecho de que su marido le fuese infiel, el divorcio seguía en pie.
-Bien, será un placer tenerlo conmigo en este negocio, "comandante" Takagi.
-Ahora un niño es mi jefe -dijo burlonamente -¿como debo llamarte en adelante?
-Dejare que me llame como mas le acomode ¿les parece?
-Bien, entonces Komuro -decía Soichirou -queremos pedirte un favor -llamo la atención del chico -durante esta vida me he ganado distintos enemigos, ahora que demostraron que soy vulnerable, no queremos que repitan o hagan peor lo que hicieron Saya.
-¿Quiere que me deshaga de la basura? -pregunto el peli negro.
-Takashi-kun -hablo Yuriko -lo que queremos pedirte, es si permitirías que nuestra Saya este contigo el tiempo que necesitamos para arreglar nuestro problema legal. Soichirou y yo estamos de acuerdo en que estaría mas a salvo en tus manos -recordó a Helen.
-Mamá.. papá que están diciendo -pregunto Saya nerviosa.
-Si lo que buscan es que este a salvo y bajo un techo cómodo... bueno, con mi madre aun ausente de casa, me alegraría tenerla de compañera -le alegro a Takashi.
-No es precisamente lo que íbamos a decir, pero te lo agradecemos Takashi-kun -exclamo Yuriko.
Maletas hechas, empacadas y transportadas. Recibió a la peli rosa tsundere en su hogar suburbano, era la misma casa de antes de la cual sabia que él vivía.
-¿Pasa algo? -pregunto Komuro cuando vio que Saya se detuvo en la reja de su casa.
-No nada, solo que hace tiempo que no veía tu casa, la recordaba mas grande -comento Saya.
-Éramos preescolares cuando viniste a visitar esa vez para traerme la tarea, me dio varicela y decidiste visitarme aun así -recordó Komuro -ven hay que entrar.
La llevo hasta su habitación de huéspedes, donde había una cama preparada una cama y algunos muebles como medida de su madre por si alguien llegaba a visitar a la familia.
-Puedes ponerte cómoda, volveré en un rato debo ir por unos asuntos, si necesitas ayuda Helen esta te puede ayudar -sus dos sicarios vivían con él en otras dos habitaciones improvisadas, cuando Yuriko les conto que esta morena salvo su vida, le confió Takashi la seguridad de Saya cuando la trajeron con ellos.
-Espera Takashi... -se acerco antes que dejara el arco de la puerta debajo del que estaba parado -como fue que sabias de lo que me paso.
-¿Realmente quieres saber? -exclamo, aun no le decía claramente que él era un líder de la NMM o que siquiera existía tal cosa como la NMM -la verdad, me gustaria que te mantuvieras alejada de lo que hago.
Eso fue como si la rechazara, o al menos así lo sintio Saya, pero no iba a dejarse recharzar por su amor platonico.
-¡Takashi! -grito, cuando él iba a darse la vuelta, cuando volteo hacia ella Saya le tomo del cuello de la camisa y le beso sin dudarlo, un beso que lleno de rubor a ambos.
-A... a que vino eso... Saya -pregunto sonrojado, primera vez que una chica le besaba en los labios.
-Hice eso porque... ¡porque me gustas de acuerdo tonto, bien lo dire estoy enamorada de ti idiota! Se bajo esas caras de idiota que siempre pones, estas triste por que Rei te rechazo, quiero que sepas que no es la única que puedes amar -grito y solo porque las ventanas estaban cerradas, sino los vecinos le hubieran escuchado.
-Em... jajjaja -¿en serio se rio?
-¡No te burles cuando una chica te confiesa sus sentimientos tonto! -se enojo Saya.
-Aun cuando te confiesas sigues siendo la misma chica tsundere que me encanta -con eso basto para cambiarla de parecer -siempre actuando tan madura, responsable, y encantadora -la acorralo hasta hacerla caer en la cama tropesando con ella sin que se diera cuenta -supiste como robarte mi corazón -dijo luego de encimarse sobre Saya en la cama -vuelve a decir lo que sientes por mi -pidió.
-Yo... -estaba acorralada por los brazos varoniles del chico que amaba -dije que yo te amo, Takashi...
-Te digo algo -hablo con gentileza -ya lo sabia, pero quería oírte decirlo.
Cerro el espacio entre ambos, y la beso, uno corto para después uno largo, luego uno mas pasional, esa pasión comenzó a consumirlos, Saya comenzó a tocar su cuerpo a pesar de su ropa y él a tomarla entre sus brazos, pudieron haber consumado el calor que sentían ese momento de no ser por un ruido a veces inoportuno...
"Hello moto" sonó el teléfono que cargaba Takashi.
-Perdona -se separo de Saya -¿Que pasa? Sobre el mensaje, esta bien, no ya voy para allá -colgó rápido -perdona pero en serio necesito ir.
-Te esperare -dijo Saya, antes de recibir un nuevo beso de su amor. Lo vio salir y mientras Helen le ayudaba a ponerse cómoda en su nuevo cuarto no pudo evitar decirlo -Komuro Saya... -dijo siendo otra, como si la chica tsundere hubiese desaparecido por completo. En realidad sus padres de Takagi querían que se comprometiera con él, estarían mas seguros si su hija se casaba con él.
-¿Que?
-Nada, tu sigue sacando mis cosas.
-Si patrona -se burlo de ella.
Takashi fue hasta su base, donde sus amigos le recibieron luego de oír que tenia a la genio de Fujimi en su casa como compañera.
-Es verdad que te la entregaron -pregunto Hirano.
-Ya la viste en el baño -pregunto Morita -ya te la...
-No, no lo hemos hecho -le cayó, Imamura no dijo nada, pues él prefería a mujeres maduras como la madre de Saya. Chicas de su edad no le atraían.
-Que envidia amigo -dijo el rubio.
-Tranquilo, pronto tendrás mujeres que no podrás ni contarlas -exclamo
Fue a con Ricardo, quien yacía en sus computadoras que usaba para hackear era quien le tenia noticias.
-¿Y bien? -pregunto Komuro -tal como se planeo, agitamos el panal -dijo y mostro las respuestas a la declaración de guerra de distintos grupos que estaban en Tokonuso y las cercanías. Ninguno iba a unirse a su grupo al parecer
-Todo va de acuerdo al plan, verán que esta manada de lobos tiene mas lobos que los que pueden contar.
Así, comienza todo, es solo el principio de la expansión del negocio. ¿Quién será el próximo en caer? recapacitaran o caerán ante la invasión de la NMM.
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