Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Acto 2 - parte 3

Negocio familiar: heredero

El reloj corría para Rouji y tenía que matar a su joven amigo, Takashi le daba igual, pero si realmente lo que Rouji le dijo, tenía que demostrar que sus palabras eran reales y tenía que demostrarlo. La prueba era matar al chico y si no lo hacía, lo mataban a él.

-Si no decides rápido, tu morirás Rouji-san -decía Takashi indiferente ante la dificultad de la prueba a la que puso al hombre -si lo que dijiste es verdad, compruébalo y jala del gatillo. Dijiste que te quito algo muy importante, ¿lo quieres de vuelta?

A pesar de dudar, Takashi le dió suficiente impulso para jalar del gatillo. Esa vida que Ichiro Shido le robo, era mas valiosa en verdad que la vida de este joven que apenas conocía bien. Respiro profundo y cerro los ojos...

¡Bang! 

El sonido resonó, tal vez despertó a algunas personas que vivían en los pequeños departamentos a la cercanía. La mano de Rouji temblaba de la culpa por dispararle al chico, pero al abrir los ojos, quedo sin aliento y sus manos temblaron mas hasta soltar el arma.

-Parece que dices la verdad Kishimoto -Takashi sonrió con una expresión superior al ver que el hombre ayudaba a su joven chofer a ponerse de pie cuando, ya ninguno de sus soldados apuntaba contra estos dos yakuzas del dragón negro -ahora son de la Gran NMM... -sentía mucho orgullo del cartel de que su abuelo perteneció que él ahora ejercía un cargo -...bienvenidos al cartel.

Esa noche marco el comienzo de una nueva guerra entre carteles, si has leído o conoces del arte de la guerra, sabes bien que debes conocer a tus enemigos así como a ti mismo, para ganar cien batallas sin temor al fracaso. Takashi debía conocer a su enemigo primero.

-Que sabe acerca de Ichiro Shido -pregunto Takashi a Soichirou, reunido con él en los jardines de su gran mansión.

-¿Porque me preguntas a mi? -contesto con una pregunta el padre de su futura esposa.

-Recordé que durante la primaria, Saya siempre presumía a su padre, el señor de Tokonosu -decía en halagos a su suegro -debía conocer al infame ministro de este país, después de todo ese sujeto salió de esta ciudad como diputado cuando empezó con la política.

Una expresión de ser un veterano en el mundo Yakuza de Tokonosu, Soichirou con gusto respondió las dudas y cuestiones que este joven le hacia.

-Ichiro Shido, debes conocer a su hijo ¿no? Koichi sido -vino a la mente de Takashi el profesor en su academia, uno que después de mucho supo que él fue responsable de que su entonces mejor amiga repitiese de año.

-Por desgracia si -contesto tornándose serio el pelinegro muchacho.

-Ambos son iguales, ambiciosos, manipuladores... -contaba el padre de Saya -no te confundas, no creas que su hijo te acercara al ministro, esos dos nunca se han llevado bien. El profesor Shido no sabe que su padre es líder del dragón negro, solo que es un político corrupto.

Podía descartar al profesor Shido, por ahora.

-La verdad es que el dragón negro solo es una fuente de dinero sucio para su organización, abrió un caso privado de la policía para investigar a los dragones hace algunos años, y les ofreció un trato, que todos sus negocios serian vistos de largo a cambio de un porcentaje considerable para él -contaba el patriarca Takagi.

-¿Un político extorsionando mafias? -sonaba incrédulo Komuro.

-En el país de tu sangre no hay eso -pregunto intrigado su futuro suegro.

-Hace un tiempo si, ahora todos los políticos incluso el presidente son mismos miembros de NMM o fueron puestos para beneficio de la NMM -dijo sin pena Takashi de que una nación entera vivía en la ignorancia de la realidad de su nación, aún que bueno, así estaban bien.

-Piensas cortar la cabeza de la hidra primero -exclamó Soichirou ante el breve relato de Takashi.

-Mas bien diría, hacerlo sufrir primero -dijo pensando en cómo mover sus cartas.

Entonces Soichirou encontró agrado por el chico, su aspiración era mas ambiciosa cada vez, apenas si recordaba ese pequeño niño tímido que su hija hizo su amigo durante el preescolar, ahora era todo un visionario y aspirante a la cima de la montaña del poder. Detrás de Takashi, por las ventanas hacia su casa, podría ver como las dos mujeres que había perdido aun seguían interactuando felizmente una con la otra.

-Dime, mi hija te a dado problemas -exclamo Soichirou mirando esperanzado de ver que ellas fuesen felices.

-Todo lo contrario, es una buena mujer... toda una genio -después de todo la veía como una mujer, no como una amiga, ya no mas -intento decir, que no es la misma niña que conocí de niño.

Una nueva sonrisa se marco en el rostro de Soichirou con su comentario.

-Te agradezco que cuides a mi hija, se que le darás mejor amor que yo le di -exclamo el Takagi mayor, sabiendo que tarde o temprano Saya terminaría teniendo una relación con Takashi.

-El amor de un padre no es lo mismo que el amor de una pareja o al amor de madre -se puso reflexionista un momento -lastima que no pude experimentarlo yo. Ahora, hay que sacar del mar al pez gordo.

Otra lección importante de filosofo maestro del arte de la guerra. Es que nunca debes repetir la misma táctica con el mismo enemigo.

-¡¿No tomaremos su dinero?! -exclamo confundido Morita, tras escuchar el nuevo golpe que pensaba dar su amigo contra el dragón negro -¡¿que haremos entonces?!

-Provocar un poco de anarquía -respondió Takashi.

Tenia reunidos a sus tres amigos y semi lideres en su misión de conquistar el mercado negro de Japón, así como sus dos sicarios y jefes de los soldados que vinieron del país del águila en el nopal. Incluso la pelirrosa hija de Soichirou estaba allí en el cuartel general de Takashi planeando el próximo golpe.

-Puedes explicar a que va tu plan -exclamo Saya sentada en la mesa con los demás.

-Kishimoto dice que hay una bóveda en el piso inferior del casino Play Boy en Tokio, un casino muy famoso donde Ichirou Shido tiene guardado mas de lo que hemos robado al dragón negro -informaba Takashi.

-¿Shido?... -hacia memorias Hirano -¿no es el primer ministro del que hablamos? 

-Y jefe actual de las pandillas que conforman al dragón negro, y principal extorsionador de múltiples grupos yakuza en todo Tokonosu y el país, en pocas palabras el yakuza mas poderoso de Japón -informo Takashi.

-Como sea que hay del dinero en su casino -comento Morita.

-Si sabe que atacaran, es probable que tenga gente esperando desde este momento para recibirlos -hablaba Saya en términos de armas -y no solo hablo de pandilleros o sicarios, es el  político mas importante de quien piensas atacar Takashi, casi como el emperador, el puede dar una señal y la policía así como las autodefensas pueden movilizarse.

Si atacaban del mismo modo, con violencia entrando en un casino de concurrencia publica, no importara que el edificio estuviese a nombre del ministro Shido, o que su dinero estuviese allí, si tan solo una bala se perdía o tan siquiera se sabia que un grupo armado entraba disparando podría dar la orden de perseguir al grupo de Komuro como si de un grupo terrorista se tratara, complicando el robo así como la huida.

-Nunca dije vamos a atacarlos con las mismas -exclamo Takashi pensando bien como hacer su movimientos -claro que se que nos van a estar esperando, así que hay que buscar una forma de entrar sin ser detectados.

Esa era la cuestión, entonces Imamura levanto la mano y su propuesta fue...

-Cavar un túnel -parecía decirlo a broma.

-Viejo, esto es en serio -no podía creer la idea que se le ocurrió a su compañero -además, es de una caja fuerte dentro unas paredes con blindaje anti perforaciones a casi cuatro metros bajo tierra. Si haces una explosión el edificio se vendrá abajo.

-¿Caja fuerte? usa panel táctico o de clave -pregunto Ricardo al oír sobre donde se almacenaba el dinero.

-Es de combinación de cerradura clásica de cinco números, solo él tiene acceso al dinero -aun no lo hiciera mucho ruido, estaba allí Rouji Kishimoto -eso, y tres de los jefes del dragón negro saben la combinación.

-Habrá que conseguir esos números primero, después; podríamos entrar todos cual jóvenes apostadores al casino, hay que hallar la forma de pasar desapercibido de los guardias para llegar hasta la bóveda, de allí el mayor problema será salir -exclamo Saya -el plan aun tenia agujeros, aunque el hacker había ingresado a las cámaras de vigilancia del casino desde su computadora había muchos riesgos que pasar de alto -sin contar que ya reconocen tu rostro.

-Bueno, un problema a la vez -exclamo Takashi, para mirar seguido a Rouji -dime quienes son los que conocen esa combinación Rouji.

El plan no estaba bien diseñado, solamente estaba argumentado, pero tenían que improvisar durante el momento, eso era algo que su abuelo le enseño, le entreno sabiendo que los planes no salen a la perfección y que debes buscar adaptarte para sobresalir en toda dificultad. Mas tarde, en la noche, solos en el parque de la cuadra por la que Komuro vivía. Saya le confrontaba debido a este nuevo movimiento que el pelinegro tenia quería realizar.

-Takashi, con que motivo quieres atacar a Ichiro Shido -pregunto la pelirrosa un poco disgustada sentada en banca con la luz de uno de los postes encima suyo.

-Se interpone en mi la misión que me dieron -dijo mientras se estiraba de pie frente a ella -la verdad siempre quise rey de esta ciudad.

Aunque la respuesta de Takashi la escuchaba como verídica. Habia algo que le disgustaba de esto.

-¿Seguro que no lo haces por Miyamoto? -exclamo ¿celosa?

-¿Ah? ¿Qué tiene que ver Rei con esto? -pregunto ante la extraña duda.

-Mi padre no te conto cuando le preguntaste por Shido Ichiro -levanto la cuestión contra Komuro.

-Ah... eso -ya capto lo que buscaba decir Saya -puedo decirte con seguridad que no, no lo hago por Rei. Se que lo que le hizo por atemorizar a su padre no fue justo, pero no soy un héroe que busca repartir justicia. 

-Dime, entonces -se sentía dudosa e insegura Saya -¿aun sientes algo por Miyamoto? Aun la llamas por su nombre.

-Fue alguien especial, solo la llamo así por simple respeto -se sentó junto a su novia tras ver su inseguridad de la relación que ahora tenían -y como dije, lo fue, pasado. -Tomo la mano de su amada y con cuidado acerco su rostro para robarle un beso a Saya -yo te amo, de eso no puedes dudarlo.

El calor de sus mejillas todas rojas por las palabras mas ese inesperado beso. Si sus dudas sobre si Takashi aun amaba a Miyamoto no eran grandes, (mas grandes que sus pechos) la mayor duda era saber si Takashi era ya así de atrevido, caballeroso y maquiavélico en realidad, tapando su verdadera identidad tras un joven tonto, serio y callado cuando en la escuela 

-Deja de ser tan empalagoso quieres -exclamo saliendo mucho humo de su cabeza debido a la temperatura en su cabeza por lo romántico que le salió su amor platónico -sabes a veces extraño al tonto Takashi que eres en la escuela -miro apenas si volteando la cara.

-Creí que querrías a un chico mas maduro como novio -rio ligeramente ante la reacción de Saya, le pareció tierno y gracioso.

-Idiota -comenzó a actuar como la chica tsundere que es.

Pero entre tanto romance juvenil, risas y cariños respetuosos. Takashi, logro percatarse de quien les observaba en la oscuridad del parque entre los arboles del parque. No era un simple curioso sintiendo celos de ellos. 

-Saya -una vez mas se torno serio -vete a casa -esto no fue esperado por Takashi.

-¿Que? ¿que pasa? -ella pronto comenzó a examinar la oscuridad que les rodeaba y vio lo que él.

-Vete -exclamo, mas se quiso oponer, pero volvió a reafirmar su tono -¡vete Saya! Te alcanzare.

Se puso de pie y dando pasos hacia quien le vigilaba, cubrió la huida de su chica. Su paso no era tan rápido, tampoco quería alertar a terceros. Una vez solos, Takashi encaro a quien le acechaba en las sombras.

-Bien, supongo que el dragón negro cumplió su palabra -exclamo irónico -y bien dime como piensas entregarme, vivo o muerto -saco su pistola que siempre cargaba consigo de forma invisible.

Imprevisto, Takashi solo vio como un pequeño cuchillo paso muy por encima de su cabeza, rompiendo las lámparas publicas del corredor del parque, dejando a oscuras donde están.

-Bien... -esto si preocupo a Takashi, mas se preocupo cuando vio acercándose a él, liberando una... espada, no; una Katana que reflejo la luz de la luna apenas fue desenfundada -...carajo.

Como si fuera una ninja comenzó a atacar a Takashi, increíblemente Takashi logro esquivar casi todos los ataques rápidos y letales que esta asesina le arrojaba profesional. Digo casi, pues el primer golpe, logro cortarle sobre un lado de su abdomen, muy cerca de sus costillas. Su pistola la soltó con todos estos ataques, quedo desarmado, solo le quedaban sus reflejos para arreglárselas para sobrevivir a esta tipa.

-Parece que solo quieres quinientos mil de los que dijeron por mi cabeza -exclamo en burla, dado que en cualquier momento este sicario le mataría. 

Entre tantos ataques Takashi logro atacar al sicario, lo tomo de la mano y en un intento de hacerle quitar su espada, tirando hacia él. Descubrió que se trataba de una mujer, pues la ropa de cuero que usaba, hizo que los pechos de esta golpearan con suave frio al torso de Takashi.

-¡MM! -aparentemente provoco algo de repudio este movimiento del chico hacia la sicaria. Rápida, contraataco y lo derribo usando su mismo peso contra el suelo.

-¡Argh! -dolió el impacto de su cabeza contra el suelo, dolió también la bota dura de esta chica en su pecho presionando duro.

-Lo siento, no quería que nuestro reencuentro fuera esta forma, pero es mejor así -exclamo, mas no entendía a que venían estas palabras. ¿La conocía? No podía verle su rostro debido a la oscuridad, mas la luz de la luna le hizo ver apenas dudas, el color de su pelo, un tono azul, no; morado.

-¿Quien?...

Cuando ella estaba por enterrar la espada en Komuro, vio que aparecieron los dos guardias de Takashi.

-¡Hey! -grito Helen y junto a su novio.

Ambos comenzaron a dispararle a la sicaria a pesar de no verla bien en la oscuridad. Ella con su katana logro evitar los disparos de los sicarios, pero al igual que Takashi, no pudo evitar bien el primer disparo, solo un quejido ligero escucho Takashi de ella antes de escapar con la misma oscuridad con la que surgió.

-Estas bien, vámonos -tomaron a Takashi sus dos sicarios, llevándolo a un lugar mas seguro. 

Se lo llevaron del sitio, al parecer si, alguien si había ido tras su cabeza como prometió el dragón negro, ahora las cosas se complicaban un poco mas para Komuro, pero debió verlo venir. Pero la cuestión que se hacia él ahora, era entender el significado de las palabras de esta asesina. ¿Acaso era alguien que conocía? ¿de donde? Porque ni siquiera él recordaba a alguien que tuviera ese color de cabello, o que haya conocido. ¿o si?


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