Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Acto 2 - parte 4

Negocio familiar: heredero

Había sido un fracaso en su intento de asesinar a su objetivo. Los sentimientos por esta persona de su pasado se interpusieron tal cómo sus superiores le advirtieron que pasaría si tomaba el trabajo.

-¿Y bien? Te advertí que esto pasaría y no hiciste nada por asegurarte de cumplir tu encargo -decía una mujer de mayor rango entre grupo de sicarias del bajo mundo.

-Perdone directora no volverá a suceder -exclamo la asesina misteriosa reunida con su mentora y líder de organización.

-Eso espero, o la cabeza que rodara será la tuya Saeko, recuerda que aquí no se tolera el fracaso ni hay excepciones -dijo esta susodicha directora -la historia que tuviste con ese chico solo fue una amistad de tu infancia.

-Si, directora Asagi -dijo con la vista al frente a la dominante mujer.

Si era una sicaria esta mujer, ¿Cuál era el motivo por el que la llamaba directora? Simple, además de ser la líder de un grupo de asesinos a sueldo, Igawa Asagi era la directora de Fujimi desde hace diez años. Curioso, en esa aparente escuela modelo en medio de una zona de guerra de pandillas, carteles y yakuzas se escondía un grupo de asesinas de elite.

-No crees que un poco eres cruel con ella -exclamo una de las profesoras del instituto y miembro de esta pequeña organización.

-Ni siquiera estoy siendo lo doble de estricta que soy, Sakura -comento la pelinegra mujer dándose vuelta en esa silla giratoria que tenia en su asiento como directora.

-Aun así, es tu hija, hermana; muéstrale un poco de cariño -exclamo la peli naranja mujer con cuerpo bronceado y atractivo como el de la misma directora.

-Quiero que sea fuerte, su padre la emblandeció -decía sin mirar a su hermana, su vista la tenia hacia la ventana a través del horizonte casi nublado.

-No puedes culparla, los dejaste cuando tenia cuatro años, ese chico de seguro era su único conforte para ella de ti antes de que también se alejara de Saeko-chan -decía Igawa Sakura -debió sentir algo cuando lo encontró en la misma escuela que a su madre.

-Y no debió encontrarme -dijo harta de la conversación, se levanto de la silla y se acerco al cristal para mirar al patio de la escuela -descubrir que su madre es buscaba por cincuenta naciones... se suponía que los deje para protegerla, no para que terminara en cavando un agujero mas grande en el que estoy. El receso va a terminar, tienes una clase de historia que impartir al 2-B ¿No?

-Esta bien -no podía seguir discutiendo con su hermana y directora, tenia que volver en otra ocasión pues le hizo tocar una fibra sensible que según Asagi, la ponía vulnerable.

Flashback

Hace casi seis años atrás, dentro de la casa departamental en uno de los edificios mas cotizados de Tokio, hogar del político corrupto que ahora Takashi tenia puesto en su mira para desbancar de su camino a la cima de Japón. Igawa Asagi estaba de pie frente a este corrupto hombre mientras ella tenia puesto su uniforme de combate, a la vez que en su espalda tenia su espada katana que usaba para todos sus trabajos.

-¿Puedes darme la protección que necesito? -pregunto Asagi a este corrupto hombre que miraba maquiavélicamente a la mujer en ese leotardo seductor. Claramente se veía que no tenia ropa interior debajo.

-En este momento tengo mas poder sobre Japón que el mismo emperador, solo que yo puedo hacer las cosas mas rápido -dijo Ichiro, viejo ambicioso que no le importaba usar de cualquier forma a la gente -incluso puedo hacer que todos los miembros de tu equipo estén bajo mi cuidado.

-¿Que es lo que quieres? -pregunto indiferente, no confiaba en toda la gente del mundo. Solo unos cuantos.

Una mirada sucia salió del rostro del primer ministro, e intimido levemente a la sicaria espadachín. Asagi estaba lista para oírlo decir que quería su cuerpo, después de todo muchos hombres a los que mato, pudo cumplir con su cometido usando sus dotes de belleza, sin embargo era una técnica que no gustaba usar. Y como ahora ella y sus compañeras eran perseguidas por las organizaciones policiales y de agencia de casi todo el mundo, tenían que aceptar la oferta de alguna persona dispuesta a protegerlas, sea cual sea el costo.

-¿Tu que crees? -dijo suciamente -¡jajajaja! -se burlo al ver la expresión de asco de esta mujer -aunque admito que tu y tus amigas tienen un cuerpo que solo se ven en esas mujeres del cine porno, no es lo que busco, ya tengo a quienes me satisfagan en eso.

-Entonces -pregunto, aun sentía repulsión hacia Shido mayor.

-Es difícil encontrar asesinos eficientes en estos días, creo que tus servicios me serán beneficiosos, eliminando a los estorbos que se metan en mi camino -exclamo el ministro -a cambio, no solo te daré mi protección y un lugar donde tu y tus amigas pasen desapercibidas.

-Bien, escucho -esto le intereso a Asagi.

Fin del Flashback

Asagi, la madre de Saeko. Temida sicaria y criminal mas buscada del mundo. Además de la NMM. Era asesina personal de Ichiro Shido, ella y su grupo eran lacayas del mismo ministro corrupto de japón.

Dejando sola a su hermana, Sakura tan solo abrió la puerta de la oficina de la directora para salir y esta por abrir del otro lado el ser mas despreciable del instituto Fujimi.

-Shido-sensei -saludo la morena y joven profesora.

-Perdone Sakura-sensei, solo venia a entregarle el expediente de Komuro Takashi a la directora como me pidió -dijo con el folder en la mano.

-Gracias Shido-sensei -detrás de la morena peli naranja apareció su hermana para tomar el archivo que solicito justo cuando el timbre del final del receso se hizo escuchar en toda la institución -es hora de reanudar las clases.

Caminando en conjunto rumbo a las aulas que les tocaba del quinto periodo. Dado la incomodidad decidió preguntarle a la mujer a su lado.

-¿Interrumpí algo? -dijo Shido mirando discretamente los senos grandes de la joven profesora, aunque no se le comparaban con las de la enfermera de la institución.

-De que habla -pregunto Sakura -ah... no, no, no era nada de lo que tenga que preocuparse Shido-sensei. Bueno, lo veré después.

Entonces ella entro en el salón que le correspondía enseñar, aunque todo hombre se hubiera parado para embobarse un momento con el cuerpo de esta profesora (como la mayoría de las profesoras en esta academia), lo que hizo detenerse a Shido, fue cuestionarse lo que traían entre manos. La relación que tenia él con su padre era deplorable, lo odiaba por muchas razones, una de ellas era que incluso a él (su hijo) lo usaba como a sus peones de su tablero y Shido odiaba a todo aquel que rodeaba su padre. Lo que fuese que sentía en ese momento, lo ignoro una vez mas y fue al aula que le correspondía.

Al final del día, nuestro protagonista estaba donde con sus compañeros les gustaba reunirse siempre en el colegio, el tejado.

-¿Tienes idea de quien era? -pregunto Morita luego de haber escuchado a su compañero tras lo ocurrido anoche.

-Por la forma en la que lo dijo, parece que me conocía más ella que a mí -dijo Takashi luego de tallarse el hombro tras sentirse pesado.

-Um... Nuestro reencuentro... -repitio Saya las palabras que el pelinegro le contó cuando hizo memoria acerca de lo dicho por esta mujer la hacían poner insegura y temerosa, pero no las razones por las que crees que estaría así -no será ¿alguien de cuando estuvieras en la secundaria o México?

-Hasta tu sabes que en secundaria no tenía muchos amigos y en México suelo pasar desapercibido, además esa chica hablaba perfecto japonés no creo que sea extranjera -dijo Takashi.

-Sea quien sea, es buena -hablo el mexicano -revise las cámaras publicas para ver por donde huyo o por donde vino.

-¿Altero las cámaras? -pregunto Saya.

-Mejor, las burlo. Revise los ángulos y apenas si un milímetro de pixel pudieron captarlas. Sabia donde estaban las cámaras publicas y privadas de la zona y se movió por sus puntos ciegos -dijo Ricardo -solo se de un grupo que trabaja con tanta precisión y sigilo, pero como no pudo matarte dudo que pertenezca a esa organización.

-¿De quien hablas? por que lo dices en forma enigmática -no le parecía correcto hablar en claves o enigmas cuando discutían algo que no sabia,

-Perdona, pero es un tema que ni siquiera yo comprendo bien. Es como saber de algo de lo que no se sabe nada -exclamo.

-Como sea, sea quien sea esa asesina, no va a interponerse en mis planes -dijo firme Takashi.

-Tus planes de saltarse las clases -una voz autoritaria se hizo presente detrás del grupo de estudiantes.

-¡Murasaki-sensei! -grito Imamura intimidado por la sola presencia de esta mujer de entre todos los estudiantes.

-No me sorprende verlos aquí saltándose las clases pero saben que pasara al respecto -decía esta mujer de igual facciones de fantasía, joven apariencia a pesar de su edad y estricto carácter, era la profesora de biología de la academia Fujimi -Takagi Saya -noto la presencia de esta buena estudiante entre el grupo rebelde de estudiantes.

-Sensei... -sentía pánico, primera vez que le llamarían la atención uno de los profesores -que seas la excelente estudiante y que tengas el respeto merecido de los académicos en esta institución no te da el privilegio de saltarte las clases, no te dejes influenciar por este grupo de malos estudiantes. Volved a clases antes de que decida llevarlos a castigo.

-¡Si! -obedecieron.

-Komuro Takashi -exclamo con fiereza cuando este quedo de ultimo cuando todos decidieron ponerse de pie y salir de la azotea.

-Si, Murasaki-sensei.

-Cuando vi que volvió a reinscribirte tu madre en la escuela por tu ausencia, dijo que habías cambiado. Pero no lo veo, sigues siendo el mismo estudiante rebelde de segundo año -dijo la verdad que ella veía de él.

-¿Así? Yo también la extrañe Murasaki-sensei -se burlo de una profesora usando sarcasmo. Supongo que no tenia miedo a la muerte después de todo.

Pudo reprenderlo y llevarlo a castigo de una vez, pero su nivel de profesionalismo no la iba a dejar actuar en contra del chico. No su profesionalismo como docente, sino como asesina, ya había alguien que tenia el deber de acabarlo.

Dándole menos importancia a esto, en casa cuando la pelirrosa terminaba de bañarse y vestirse, faltando únicamente secar su largo cabello luego de haberse puesto un shorts deportivo femenino como ropa interior y una blusa de tirantes delgados que le dejaba un gran escote. Comenzó a pensar en las palabras que Takashi contó que escucho decir a esta asesina que lo perseguía sin descanso.

-Nuestro encuentro... -repitio una vez más esta frase llenándose de celos y preocupación, Saya temia que tratase de alguien de su pasado, que si Takashi descubriera la identidad de esa mujer, tuviera el mismo impacto sentimental tuvo por Rei. Aunque lo oyó decir que para él, ella ya no era la gran cosa, sabía que se estaba engañando a si mismo. Luego de mucho por fin pudo obtener su amor, no quería que le quitarán el corazón de Takashi. En el espejo podía verse lo tensa y temerosa que estaba por ver qué esto pasará, odiaba verse de tal forma -ya basta, deja de pensar en eso, Takashi te ama porque dudas... -se decía a si misma, pero como dijo, lo dudaba de si misma. ¿Podía hacer algo para afirmar esa duda que tenía?

Dejo de lado esas cuestiones para volver a su cuarto, al abrir la puerta de ese pequeño cuarto que le dejaba enfrente de la habitación de Komuro.

-Saya -justo en quien pensaba le hablo detrás -la cena está lista ¿tienes hambre?

-No es un poco temprano, apenas son las siete -dijo la pelirrosa con desánimo con su mano en la perilla.

-Bueno, tenia hambre así que decidí prepararla la cena. Que pasa ¿porque esa expresión? -no quiso darle importancia a la expresión de su chica, pero parecía ser más grave de lo que se creería -¿Te sientes bien?

-Si, si... Todo bien -intento aparentar ser la misma tsundere de siempre pero no funcionó está vez. Iba a entrar a su nueva habitación cuando él la tomo de sorpresa de su cintura, para que le mirara a la cara -¿eh?...

-Ya dime, ¿que pasa? nunca te vi así de preocupada antes -le acaricio su cara y le recogió esos mechones de su pelo que le tapaban uno de sus ojos.

-Nada solo... seguro que no conoces a la mujer que intento matarte anoche -dijo con el mismo tono de voz con el que le cuestiono su novio.

Esto le pareció mucho a Takashi, paso de tener a la chica mas lista de Japón como novia a una celosa chica de nuevo en sus manos.

-¿En verdad? Para empezar ni se realmente si conozco a esa persona, ni siquiera le vi el rostro -no le daba importancia quien era esta asesina o se preocupaba por su vida el peli negro -segundo, que tengo que hacer para que entiendas que te amo sobre muchas cosas, en este momento.

No dijo nada, no sabia que decirle al respecto; tenia una respuesta para toda situación planeada pero desde que por fin tenia al chico de su infancia, se sentía insegura y dudosa. Lo que quería de él, lo supo después de que pusiera sus labios otra vez en los suyos.

-Besarme no bastara esta vez, Takashi -exclamo teniendo una expresión levemente malhumorada en su cara tras ser emboscada por la boca del chico.

-¿Que hago entonces?

-Quiero... -su corazón palpitaba rápido con las palabras que iba a decirle -quiero que me tomes -actuó lento, y la tomo de la cintura como si eso pidiera de él -no me refiero a eso, idiota.

-¿Entonces? -se mostro neutral.

En un acto silencioso, Saya tomo la mano derecha de Komuro y este se pregunto para donde la llevaba, al ver que ella no despega su mano, de su cuerpo. Lentamente le hizo tomar uno de sus pechos sobre su ropa, dándose cuenta Takashi no solo que los atributos de Takagi eran suaves conforme a como se veían, sino que en el rostro de su novia, una expresión de calor le consumía su cuerpo.

-Saya... -se mostró incómodo con esto, aunque no podía negar que no querría soltar lo suave de su seno.

-Quiero que me tomes, quiero que tomes mi cuerpo -se notaba lo necesitada que estaba por tener ese momento intimo con su amor de toda la vida.

-Espera Saya, piensa lo que dices -trataba de bajarle el fuego que la hacía arder.

De nuevo sostuvo su mano, sin hacer que se despegará de ella, levanto su blusa y dejo que su mano firme, tomara directamente su pecho.

-No... No te parezco atractiva -pregunto tímida, si esa actitud de amor apache que tenía le parecía atractiva a Takashi, verla vulnerable y ardiendo le dejaba sin habla -se que es pronto para dar este paso. Cuando Satsuki me tenía prisionera temí por qué me tomará lo más importante de mi cuerpo que quería darte a ti además de mi corazón.

-Saya... -se quedó callado con esta declaración. Tenía sueños y ambiciones, pero tenía además, responsabilidades que tomar -quería qué esto pasará cuando te viera con un lindo atuendo blanco de novia. Pero si esto es importante para ti, tomaré la responsabilidad.

Cerrando la puerta de su cuarto, se dieron entonces su primer beso adulto entre ambos, sin hacer ruido ni soltar su cuerpo, la llevo a su cama donde la derribo con suavidad. Con cuidado y sin apresurar, le fue quitando pieza por pieza de la ropa que tenía Saya en el momento.

-¿Que pasa? -Saya pregunto luego de verlo quedarse embobado mirandola, notando el rubor en su cara.

-No es que... Son más grandes de lo que parecen -dijo apenas desviando la mirada por modales.

Se avergonzó, primera vez que le daba importancia a las facciones de su cuerpo que heredo de su madre. 

-Siempre las has mirado ¿no? incluso antes de irte lo primero que mirabas de mi eran ellas -exclamo encantado de saber que ella era atención para Takashi. Teniendo tapado sus atributos  -esta bien si tu... -despacio, retiro sus manos que tapaban sus senos, un color rosa, estaba pintado en los pezones de la chica.

Sin demorarse, pero teniendo sumo cuidado, acerco su cara a los senos de su novia para poder tomarlos con su boca siendo suave con sus movimiento.

-MM~ -un sonido sucio que jamás pensó que saldría por su boca, broto apenas sintió la boca de Takashi tomando parte de su cuerpo. Su mano tapaba su boca, haciendo que toda voz rara no fuese escuchado mas que por el hombre que la tomaba. Debido al éxtasis que corrompía su cuerpo, no aguanto mas estando sentada en la cama y se dejo tumbar con Komuro aun haciéndola sentir bien. Sus brazos envolvieron la cabeza del peli negro, quien tomo los dos senos y al mismo tiempo le daba placer con estos -Takashi... se siente bien~ -dijo despacio, pronto, vio que este se detuvo y se sentaba sobre sus rodillas, delante de ella en la cama -¿Takashi?

Miro entonces como se quitaba él su ropa, dejando de lado el hecho de ser solamente Saya quien estuviese desnuda en esa cama individual.  Mas se calentaba la pelirrosa al ver el cuerpo juvenil de su novio y lo cariñoso que era con ella en ese momento especial. Tras mostrarle lo que tenia entre sus piernas, se acerco de nuevo a Saya, con delicadeza le retiro ese short deportivo que tenia nada mas cubriendo su tesoro. Silencioso, apreciando el rubor en el cuerpo de Saya, bañado por la luz de la luna que entraba por la ventana en esa habitación a oscuras, tomo sus manos y la separo de su cuerpo, mostrando su dominio en este encuentro.

-¿Te sientes lista? -pregunto Takashi -porque no voy a detenerme.

-Hazlo... -decía entre cortada su voz dado el calor de su cuerpo -toma mi cuerpo, Takashi...

En medio del silencio, se interno en el terreno virgen de Saya para poner su bandera en su tierra.

-Umm~ -fue doloroso, así como placentero. Resulto llegar mas profundo de lo que pensó. 

Le dio un poco de tiempo para asimilar el dolor de sentir su himen roto, para moverse con amor dentro de ella. Poco a poco, el dolor se convirtió en placer, el placer se convirtió en amor y dejaron que ese amor los guiara por el resto de la noche. 

No obstante en el piso inferior de la casa, los dos sicarios actuaban hogareños sirvviendose la cena que preparo el chico al que para ahora trabajaban. Preguntándose una de ellos que los demoraba.

-No se supone que Takashi tenia hambre -pregunto Helen, sirviéndose mas de lo que hizo su jefe.

-Esta comiéndose otra cosa, no vendrán en un buen rato -dijo Ricardo, relajándose en la silla de la mesa -me recuerda cuando lo hicimos en la casa de mi familia cuando era el quince años de mi prima. Nos escabullimos en la habitación de prima.

-Dijimos que no hablaríamos de nuevo de eso -era un recuerdo no tan bonito como parecía.

-¡Je! sigues siendo tan ruidosa como esa vez -se gano un golpe de su sicaria.

La noche siguió creciendo, sin importarles cuan tarde era para los dos enamorados que ahora se acurrucaban uno en el cuerpo del otro. Mas Saya, se sentía segura de relación con Takashi, durmiendo luego del amor que le dio en mas de una ocasión durante esas dos horas que hicieron sus cuerpos sudar. De no ser porque ella se mantenía aferrada a él, se hubiese levantado de allí para tomar de nuevo una ducha, los olores de sus cuerpos lo abrumaban. Pero ver la cara de comodidad de Saya, era reconfortante para Komuro.

No obstante, el otro punto de la ciudad. Kishimoto se reunía con uno de sus compañeros capos dentro de un pequeño restaurante de ramen en la ciudad, luego de tener que esperarlo por un rato y de haberse comido ya dos tazones de los platillos del menú.

-Josei-san -saludo Kishimoto cuando este se sentó a lado del traidor del dragón negro.

-Hola muchacho, disfrutando una buena cena -dijo al ver los platos vacíos.

-No he comido en todo el día -exclamo -¿bien? porque me llamo.

Asegurándose de que nadie, ni siquera el cocinero estuviese oyéndoles le conto.

-Dime, porque te reuniste con ese chico -cuestiono Josei.

-No se de que hablas -exclamo, aparentando inocencia.

-Dime si tu no eres el de esta foto -mostro una captura hecha por alguien que siguió a Kishimoto a su primer encuentro con Takashi, justo antes de ser puesto a prueba.

-Alguien mas sabe -pregunto al ver mejor la foto.

-Si, lo que sea que estén planeando, detente y tal vez Shido tenga piedad contigo. Que puede hacer un niño contra alguien como él -dijo Josei sin percatarse de como Kishimoto jugaba con los palillos en su mano.

-Lo mismo que yo hare contigo.

En un acto barbárico, basto uno de los palillos de comida para poder clavarse en el garganta y hacerlo sangrar muy letalmente. Nadie vio nada, nadie sabia nada.

-Lo siento, pero no jugare mas a ser su peón, ya no mas -exclamo, se levanto de la silla y dejo su paga en la barra. 

Al igual que Takashi, este hombre tenia una meta por cumplir y si se ponían en su camino eliminaría a quien se interpusiera. Su lealtad ahora estaba con otro.


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