Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Lucy Heartfilia

Okusama wa moto yariman - volumen 1

Nombre: Lucy Heartfilia

Edad: 32 años.

Ocupación: secretaria.

Estado: casada 9 años, madre de una hija.

Medidas: 98/60/89

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Es adorada en su trabajo, mas allá de su figura que siempre oculta detrás de su ropa que deja a la imaginación, es querida por su conocimiento de los diez que lleva en las oficinas de publicidad parte divisoria de underground industries, compañía dedicada a muchas áreas de mercadotecnia en el mundo, desde autos deportivos y urbanos, pasando por vienes raíces, farmacéuticos, robótica industrial hasta fabricación de armas para distintos países y por supuesto, grupos del mercado negro... Pero de eso se hablara mucho... mucho mas adelante.

Regresando a lo principal, esta mujer de cabello rubio es apreciada por todos, desde veteranos en la industria y los novatos dado su amabilidad al aclarar dudas y apoyo a los que no saben como funciona cada cosa allí. Muchos creen que ese optimismo es lo que le ha conseguido su actual puesto luego de escalar en la industria. Secretaria del jefe administrativo de la publicidad durante los últimos tres años, ahora con el retiro del ultimo jefe para el que trabajaba, pensó mal de quien ocuparía su puesto. Un joven de unos veintidós años que recién egresaba de la universidad del cual solo porque era familiar del dueño y líder empresarial, creía que seria un niño mimado y tonto, resulto ser mas de lo que pensó Lucy, y pronto seria mas con él que su simple secretaria.

-Todos los empleados se han ido a casa Shougo-san -entro Lucy hablando con un nivel controlado en su tono pícaro de voz, camino hacia su jefe de forma mañosa y seductora.

-Eso es bueno, Lucy-chan -se levanto de su escritorio cuando vio a su linda secretaria -es hora de cumplir tus horas extra -la tomo de su cintura y ambos se sentaron sobre la mesa de su oficina donde ella se le puso encima para besarse sin remordimientos ni pena a pesar de ser compañeros de trabajo, ambos eran mas que eso.

-Ya quiero empezarlas -exclamo Lucy, se alejo de su jefe un par de pasos y abrió su blusa de licra, revelándole a los ojos de ese tal Shougo sus grandes pechos, casi inmensos.

Esta historia comenzó al inicio de una noche después de una larga jornada de trabajo hace unos cuantos meses, todos los empleados habían ido a casa a excepción de dos, para entonces solo eran secretaria y jefe nada mas, aunque el chico vio algo mas que una mujer casada en ella, mas allá de una amante, igual que sus colegas de cierto club, era paciente y codicioso.

-¡Lucy! sigues aquí -exclamo el joven jefe cuando salió un momento de su oficina a estirar las piernas solo para hallar a la mujer sentada en su propio escritorio en la entrada de su sala.

-¡Igawa-san! -se espanto, su anterior jefe no se quedaba hasta tarde, ella lo hacia por motivos personales su joven jefe si lo hacia -...solo terminaba un reporte que se necesita entregar a la junta directiva -explico.

-Te he pedido que llames por mi nombre, no es necesario tampoco ponerme honoríficos al final -le pedio el joven -además, la junta se dijo que no esta autorizado en estos momentos horas extra. Pensé que habías olvidado apagar la luz de tu cubículo y te veo aquí.

-Lo se, lo se pero... -se pauso, algo que no podía decir o que no era fácil de decir.

-¿Estas bien? -exclamo, desde el ángulo de su mirada podía verle el escote que cargaba esa mujer, un gran y sensual escote.

-Si, lo estoy... em... será mejor que vaya a casa -exclamo Lucy, guardo los documentos en su computadora y pronto la apagaría.

-Aprovecha que mañana es tu descanso para llegar antes -dijo amablemente su jefe.

Creyó que se fue en cuanto vio apagada la luz fuera de su oficina donde Lucy tenia su cubículo. Encerrado, Shougo Igawa volvió a su computadora, pero antes de retomar el trabajo que estaba haciendo, entro a las carpetas de su equipo donde tenia archivos de uso personal.

-Maldición, solo le vi sus pechos y ya estoy duro -exclamo moviendo el mouse para abrir lo que tenia ahí escondido, su primo Kouji le había dado copias del material que hacia con Rias casi a diario, el cual le ayudaba a sacar ese estrés que se producía en sus pantalones cada que miraba a Lucy -uno rápido y luego a terminar el trabajo.

Y mientras el se aliviaba, Lucy no se iba todavía fue al despacho de descanso de los empleados, se preparo una taza de café con la maquina. No se le veía alegre ni tranquila, se notaba preocupada y triste. En lo que se preparaba una segunda taza de te sin ni siquiera haber tomado la primera, a su celular entro una llamada de su esposo.

-¡Natsu, querido!... -se alegro pero pronto volvió a ese estado de animo -no, no amor no podre ir, si mi jefe me pidió horas extra. Si... si... Yokio hola mi amor~ -ahora conversaba con su hija, su única hija -perdona tesoro pero mama debe trabajar. Lo se lo prometí, pero para el próximo viaje te comprare lo que tu quieras que ¿dices? vale... los amo -termino de llamar.

Ese día de descanso Lucy y su familia irían de viaje fuera de la ciudad a una isla cercana a Palmont town, donde pasarían un día en la belleza de la naturaleza no invadida por el hombre. Desgraciadamente Lucy no podría ir como habían planeado hace meses, pronto su hija entraría a la escuela primaria, pero viviendo en Palmont town, las colegiaturas de tan solo las primarias de la ciudad eran de cuatro hasta cinco dígitos. Esos dígitos no eran problema para la gente que vive en esta millonaria ciudad, el detalle era que su hija súper dotada, cuando se enteraron de esto tanto Lucy como su esposo se propusieron darle a Yokio la educación que le correspondía, entonces esos cinco dígitos subieron a diez. A pesar de su puesto, su antigüedad en la empresa y su sueldo, no cubría los pagos de colegiatura que debía efectuar para que su hija se quedara en la escuela.

-Si tan solo Natsu tuviera un trabajo estable... -dijo a si misma para respirar profundo y tomar ambas tazas de café, antes de salir, practico lo que iba a decir antes de volver con su jefe una ultima vez antes irse en verdad, si es que se iría a casa -Igawa-san... no. Shougo-san, am... le traje esto porque para que no se durmiera antes de terminar... quería hablarle, sobre un préstamo...

Allí se detuvo, no supo que decir para continuar tan conversación. Las palabras saldrían al momento verdadero.

-Tranquila Lucy, tranquila si dice que si, que bien. Si no, pues no... Solo espero que no pida algo raro, al menos Joseph-san me pidió algo que si podía hacer -dijo a si misma otra vez. Joseph era su anterior jefe, el hombre se jubilo y por eso Shougo entro como nuevo jefe. A él también le pidió un préstamo, pero fue por otra cosa en su tiempo, ella se quedaba a hacer horas extras para pagar esa deuda, el viejo era gay motivo por lo que no quiso nada carnal con Lucy, quien sabe si este chico sería igual o le pediría algo imposible.

-Ya casi... -Shougo pronto conseguiría su meta, esos videos que le enviaban eran gran material.

-Shougo-san -entro Lucy con esas dos tazas de café en la mano.

-¡Lucy! -se asusto, por fortuna tenía su miembro debajo de su escritorio y no le vio, guardo pene en su pantalón y cerró el vídeo que había abierto para volver abrir el archivo que trabajaba -porque... Porque sigues aquí.

-Pues... -se puso nerviosa por un instante, pero una sonrisa forzada en su cara y se calmo -decidí traerle un poco de café, si va a quedarse hasta tarde a terminar, no será bueno si se queda dormido.

-Gracias -tomo la taza cuando se la extendió.

-Ammm... -tomo valor para decir lo que realmente tenia que decirle -Shougo-san... jefe vera, mi hija pronto entrara a la escuela y... el instituto donde va a estudiar tiene grandes precios... podría darme un préstamo para pagar la colegiatura de mi hija.

-De cuanto estamos hablando -pregunto Shougo, primera vez que entablaba una conversación con su secretaria que no fuera relacionado al trabajo, tampoco era la conversación que esperaba tener con ella. Al oír la suma que Lucy necesitaba se sorprendió -¿tanto? Por eso te quedabas hasta tarde verdad, para reunir el dinero de tu hija.

-Si, pero luego el costo de las inscripciones se elevo y lo poco que he reunido no es nada, ni siquiera para pagar la inscripción de Yokio -menciono su nombre.

-...¿Lo necesitas en este momento? -pregunto Shougo.

-¿Eh? no, no precisamente ahorita, pero si... -comento la rubia luego de beber de su taza esperando una rápida respuesta.

-Déjame pensar, porque no vamos a cenar debes tener hambre luego de un dia tan largo -eso fue lo que dijo -esta podría ser la oportunidad -pensó otra cosa su joven jefe.

¿Tanto codiciaba a Lucy? Porque no decidió dárselo y hacerla pagar de la forma que quería de una vez. No, porque el favor que tendría de Lucy seria único y no habría repetición. Sin embargo, siendo no solo familia dueña de una de las empresas mas poderosas del mundo, también arquitecto de la sociedad que sustenta a Palmont town podía conseguir mas que una pequeña aventura con su linda y madurita secretaria.

Llevándola a cenar a uno de los restaurantes de precios, relativamente accesibles invito a cenar a Lucy. Durante esa cena, le pidió contarle de su hija Yokio y el colegio donde iba a inscribirla. Allí fue donde su plan para tener a Lucy comenzó a fluir.

-El colegio Sarajevo, ese instituto es el mejor, yo estudie allí de hecho -exclamo Shougo luego de comer su platillo.

-Entonces, Shougo-san...

-No prestare el dinero Lucy -exclamo e hizo que Lucy se entristeciera, pero antes de ella dibujara esa expresión en su rostro continuo -pero te tengo otra propuesta -pero te digo algo, mi madre es dueña del instituto, puedo hacer que ella haga una excepción y tu hija vaya a Sarajevo sin que necesites pagar.

Esto alegro mas de lo que esperaba a la Heartfilia. Pero no leía bien el contrato que le esperaba.

-Puede hacerlo -exclamo esperanzada.

-Claro, pero no será gratis. Me gustaría que hicieras algunas labores extra -comento el chico.

-Puedo quedarme ha trabajar hasta tarde en la oficina si desea -fue corregida

-No hablaba de hacer horas extra en la oficina -dijo y puso su mano sobre la mano de Lucy, acariciando sus dedos de forma cariñosa, sin pasarse de la línea -claro solo si estas dispuesta a hacerlo, si lo estas yo también lo estoy.

Sin mover sus labios Lucy estaba dudosa de lo que haría, realmente estaría dispuesta ha hacer lo que fuera por el futuro de su hija o no. Cuando dijo que si, la llevo hasta su casa en su auto deportivo de alta gama fabricado por la misma empresa para la que trabajaba, lo cual no era de sorprenderse, pero luego de que Shougo le mencionara a su madre no espero que esa casa sea donde vivía solo a pesar de lo grande que era. La llevo hasta su habitación. Lucy estaba nerviosa, aunque aun podía decir que no con tal de proteger su matrimonio, quería darle un futuro a su hija.

-Estas tensa -dijo Shougo luego de llevar a Lucy de la mano hasta su habitación. Ella se puso así porque entro a ese cuarto donde una cama imperial le encontraba.

-Como no habría de estarlo. Voy a engañar a mi marido y ¿quieres que me tranquilice? -replico Lucy.

-Oye lo haces por tu hija, no es engaño si no negocios -dijo Shougo -tranquilízate, te tratare bien. No pienses que soy un virgen, tengo mis movimientos. Y quien sabe... tal vez haga sentir mejor que tu esposo.

-Dudo que un niño como tu este a la altura de mi Natsu -exclamo Lucy, por poco y hacia enojar a Shougo.

Esto no la calmo, de hecho comenzó a pensar lo que al principio como cuando lo vio la primera vez. Joven, tonto, engreído mimado y pervertido. Bueno, mas pervertido que todo lo demás. Sentía que trataba con un mocoso después de todo.

-Por lo menos déjame bañarme antes -pidió Lucy cuando era acorralada contra la pared.

-Pero si no estas sudorosa, y si este es tu verdadero olor, me excita tanto... -comenzó a besar su cuello de forma animal buscando sacarle un sonido a Lucy. Dejo de tomar las manos de la rubia y llevo una a por debajo de la falda, con la otra saco a luz el seno izquierdo de Lucy para acariciarla con mas tacto mientras la besaba directamente a su boca, luego de un poco de resistencia de la mujer -¿que tal? -pregunto luego de separar su lengua de la boca de Heartfilia al sentir que yo no podían respirar.

-Besas muy brusco, mi marido me besa mas romántico -le regaño -además, meter tu mano debajo de mi falda ¿tan desesperado estas por cojerme? deberías ser mas paciente niño precoz -dijo Lucy y lo calló, tal vez no se daba cuenta que eso podría costarle el colegio de su hija -como sea, vayamos directo al grano, no pienses que te hare una felación o paizuri a ti.

-Segura que así lo quieres -exclamo un molesto con las palabras de Lucy.

Un par de minutos después, ambos se quitaron las ropas que tenían puestos. Lucy se sentó en el borde corto de la cama, tapando solo su vagina juntando sus piernas, sus pechos no pues Shougo vio uno de ellas, para que taparlas ambas. En cuento él, cuando le mostro a Lucy su pene y como este por acto de voluntad se erecto de un momento a otro frente a ella hizo que se sonrojara un poco, incluso desvió la mirada de su pene.

-¿Te gusta lo que ves? -pregunto Shougo al ver la reacción de la rubia -dirías que es mas grande que la de tu esposo.

-Por favor mi esposo lo tiene mas grande que tu -Lucy exclamo en burla de Shougo, mas que burlas comenzó a verlo como desafíos, si decía que su esposo lo hacia mejor, entonces tendría mucho esfuerzo que hacer con Lucy -como sea terminemos de una vez -se recostó sobre la cama y abrió sus piernas y su coño obviamente -ni siquiera se te ocurra lamerme.

-Segura, si así lo quieres -sonrió Shougo malicioso, se puso encima de la rubia prominente y comenzó a tallar la cabeza de su pene sobre el clítoris de Lucy -no me culpes si te hago sentir mejor que tu marido.

-¿Con ese pene tan pequeño? dudo que tan siquiera sienta... aa... -no termino de decir cuando le metió su pene hasta llegar a su fondo -¿es broma esta tocando mi útero acaso? Ni Natsu llega tan profundo desde el inicio.

-Que pasa Lucy, acaso llegue a donde tu esposo nunca lo hizo -pregunto con mofa en su palabra, sin embargo no le respondieron.

-Cállate... -se oía dolor en su palabra -y solo termina quieres.
Parece que si llego profundo en Lucy.

-Allá voy.

Shougo movió sus caderas despacio, al no tener su coño húmedo Lucy sentía rasposo las estocadas que le daba y él lo sentía también, poco a poco su interior se humecto y la incomodidad desapareció, comenzó a aparecer el placer cosa que a la rubia no le pareció bien.

-Comienza a gustarte verdad, a mi también, es mas delicioso estar dentro de ti de lo que pensé Lucy, podría enamorarme de ti mas de lo que ya estoy -se movía con gentileza, se acerco al rostro de su secretaria cuando dijo la ultima línea.

-Esas son tus frases conquistadoras, suenas muy tonto -volvía a burlarse de Shougo -crees que tus movimientos son suficientes como para complacer a una mujer como yo. Mi marido se mueve mejor que tu...

-Solo estoy entrado en calor -acepto su desafió. Tomo las caderas de la rubia y le levanto, sus penetradas se hicieron mas salvajes de pronto.

-Mmmm~ -gimió Lucy, a pesar de sentirlo bien no iba dejar que él supiera que lo gozaba. La verdad era que ella lo hizo por ultima vez con su esposo hace casi un año atrás luego de mucho por fin sentía placer, pero no dejaría a sus labios pronunciar que Shougo le daba placer.

-Ahora si... se siente bien no Lucy... -exclamo pausado, guardaba aliento para la larga noche que quería darle a su rubia secretaria -para mi... cogerte es todo una maravilla, seria mucho mejor si pudiera oír esos dulces gemidos de mi linda secretaria -le quito la almohada y con un movimiento duro de su pelvis

-Aaaahhh~

-Eso fue muy lindo -se encanto con el sonido que salió de la rubia cuando provoco no solo un orgasmo sino que se corriera también -mira, te corriste. Dilo, te lo hago mejor que tu marido.

-Solo date prisa... tonto... -se puso de lado, tomo una almohada y la empezó a morder ahogando los orgasmos que recorrían su cuerpo -debe ser broma, hizo que me corriera y él no lo hace todavía -dijo en su cabeza sintiendo se iría a desfallecer en cualquier momento.

Shougo la levanto y la hizo sentarse sobre su regazo mientras seguía cogiéndola, inconsciente de sus actos Lucy movía su cuerpo de arriba a abajo al montarlo. En eso el puso su cara entre los senos de la rubia, y abrazándola contra él, por fin sentía que iba a explotar.

-¿Que es esto? -dijo Lucy sintiendo una vibración proviniendo de su interior que no paraba de moverse -no te corras dentro, no oyes... no quiero que... aaaahhhh~ -grito, sin aviso Shougo se corrió dentro Lucy, mas lo sintió cuando él apretó con mas fuerza su cuerpo contra ella -que esto, porque siento mi estomago... lleno... -y al dejarse caer sobre la cama, apartada del pene de su joven jefe vio con horror como su coño vomitaba parte del semen que soltó Shougo, no era todo, aun sentía su interior rebosante -es broma... debe ser broma... -entonces miro el pene del chico que recuperaba el aliento su miembro estaba manchado de su propio semen.

-Se sintió bien eso -exclamo triunfante Shougo.

-¿Bien? -estaba enojada y despechada -idiota te corriste demasiado, no entiendes que ahora me embarazare, debes estar satisfecho.

-Claro que no, te voy a hacer gritar toda la noche -se acerco a Lucy y la tomo de su mentón para que le mirara dijo -aceptaste el trato, cumple con tu parte -entonces le miro su pene, seguía erecto y tal vez mas grande que antes.

-Eres un... desgraciado... -comenzó a llorar pero él seco sus lagrimas antes de volver a metérsela.

Lucy supuso mal al creer que seria cuestión de minutos o de por lo menos unos veinte minutos ese momento, pero tal como dijeron sus palabras, toda la noche sin descanso recibió la semilla de Shougo, sin dejarle momento para respirar la hizo suya hasta el amanecer. Lucy se mantuvo fuerte, fiel a su esposo, aunque reconocía que se sentía bien, ella no aceptaría dejarse controlar por él.

-Espero que cumplas con lo que prometiste -dijo Lucy luego de ponerse sus prendas para irse cuando él le dijo que tenia suficiente.

-Estas consiente que esto solo cubre la inscripción de tu hija -exclamo Shougo con su rostro sobre le hombro de la rubia.

-¿Bromeas?

-Aun falta cubrir sus colegiaturas y otros pequeños detalles -comento -recuerda que dije que harias horas extra -lamio su oreja -serán diarias.

-Maldito... Esta bien...

Era por su hija, solo por su hija se dejaría mancillar por los próximos ¿cuantos? seis, ocho años que duraría la primaria de su amada primogénita. Aguantaría ese tiempo o caería en sus manos.
Cada día después de trabajar Lucy se quedaba hasta el final del turno, hasta que todos se fueran entonces Shougo le llamaba a su oficina, solos; como si fuera habitación de hotel lo hacía con Lucy por dos hasta tres horas con ella. Los únicos días que descansaba del lado animal de él era en sus días de descanso. Pero valía la pena la humillación, al poco tiempo su hija de cabello rosado ingreso a la escuela Sarajevo y tal como Shougo prometió no pago inscripción ni uniforme ni libros. La colegiatura ya estaba pagada por adelantado dijeron a Lucy cuando pregunto sobre ya había pagado o no.

Estaba en deuda con Shougo por un buen motivo. Una noche luego de regresar tarde de su trabajo le daba las buenas noches a Yokio cuando se había puesto su corpiño transparente para después dirigirse con su esposo a dormir, el hombre había conseguido un empleo recientemente como guardia de alta elite en un almacén de la misma compañía para la que trabajaba su esposa, pero era agotador.

-Natsu, amor quiero hacerlo~ -ronroneaba a su esposo quien de espaldas estaba acostado en la cama. Cómo cada día de trabajo después de aceptar el trato de su jefe Shougo normalmente se quedaba satisfecha pero por alguna razón quería que quien la satisfaciera fuese su hombre -hace mucho que no lo hacemos~

-Perdón Lucy pero estoy cansado -le dió más la espalda.

-Natsu hace mucho que no lo hacemos -dijo pero mas fue rechazada.

-No, amor luego... -realmente se le oía agotado y así como dijo, rápido se durmió.

Extrañamente ese sentimiento permaneció allí en su corazón. Todo este tiempo se dejaba fornicar por Shougo a espaldas de su marido sin motivo contra él para engañarlo y cuando quiso atención de Natsu le rechazó. Al día siguiente en el trabajo, bueno después del largo día de trabajo. Lucy fue citada de nuevo a con Shougo como normalmente lo hacía, algunas veces lo hacían en su oficina otras se la llevaba a su casa como la primera vez, y de nuevo estaba en su cama.

-Que pasa querida te noto triste -dijo Shougo luego de estar besando su cuello y manoseando sus senos para entrar en calor antes de la acción -no deberías de estarlo, tu hija esta en la mejor escuela de Palmont y es de las listas en su grado.

-No... Nada... -Lucy exclamó débil -solo terminemos esto y ya -se quitó la ropa delante de él pero antes de dejarse tomar por Shougo miro su reflejo en el espejo y dijo -si eligieras entre una mujer como yo y una chica linda de tu edad para salir a quien elegirias.

-De que estás hablando -se puso detrás de ella y la tomo de su cintura -te he elegido a ti Lucy.

-Solo como un juguete -se incomodaba con su actitud dominante.

-Si es verdad, eres mi juguete. Un juguete que no quisiera perder -la beso en celado -pero también te veo como una mujer linda y hermosa que si me dejara ser su amante oficialmente sería todo un honor.

-Eso es lindo pero...

-Eres la única que amo -susurro a su oído y la arrojó a su cama.

-Lo dices en serio -pregunto -soy una vieja... -parecía que única forma de callarla era a besos, sin embargo Lucy lo sintió diferente ese beso, uno reconfortante.

Segundos más tarde...

-Vas a... ¡Dios! -Lucy le estaba chupando su pene, luego de tiempo de haber comenzado está relación por fin le daba una felación -no pensé que fueras tan buena...

-Gracias -dijo ruborizada sin dejar de lamerle con pasión su miembro -dime, y esto se siente bien~ -puso su pene entre sus senos, la suavidad y calidez que le envolvían era demoníaca.

-Se siente increíble Lucy~ -dijo Shougo -tanto que no lo aguanto...

-Kyaaa.... -soltó un sonido muy lindo -tonto~ -dijo y sin remordimiento lamió del semen que cayó en su cara y de su escote.

-Quiero ir arriba está vez -exclamo cuando subieron a la cama, tal como pidió se le dió -entro hasta el fondo -dijo enamorada cuando monto a Shougo por su voluntad y no en contra.

-Porque... ¿Porque se siente mejor? -pregunto Shougo cuando era ella la que lo montaba.

-Callate maldito mocoso~ ahora es mi turno de que está vieja tu viole -dijo y ahora fue Lucy quien le callo con un beso.

A partir de ese momento, su relación cambió. Seguían reuniéndose a después del trabajo sea en la oficina de Shougo o llevándose a Lucy a su casa para tener sexo. Solo que ahora no lo veía como pago al favor que pidió, era su amante oficialmente pero seguía engañandose con que lo hacía para pagarle lo que hacía por su hija, lo que con su marido no pudo pagar. Un lado en la mente de Lucy ella pedía que esos días no acabarán nunca, tal vez nunca lo harían.

Regresando al tiempo del principio de esta historia, Lucy y Shougo estaban culminando sus horas extras que se habían vuelto un hábito para ambos.

-Aquí Lucy, te llenare con mi semen... -decía con ella montando su polla sobre su escritorio.

-Tienes que resistir más~ -abrazaba la cabeza de su jefe contra su pecho -tienes que correrte conmigo~

La llevo fuera de su escritorio para ponerla contra la ventana que daba hacía la calle principal de la ciudad le daba duro contra el cristal.

-Si~ se siente genial tu pene destrozando mi interior... -dijo Lucy toda consumida por la lujuria animal que le contagiaba.

-Ya no aguanto más...

-Hazlo correte conmigo -tomo sus manos que le agarran su cintura y lo acerco, para tirar de él así acercarlo y besarlo como los amantes inmorales que eran -¡me corro!...
Culminaron su pasión animal de casi tres horas de ese día.

-Solo será por el tiempo que Yokio estudie en Sarajevo de acuerdo -Lucy yacía acostada sobre su jefe en el suelo de su oficina -luego de eso, tal vez te pida otro préstamo.

-Si fuera su padre con gusto costearía todos sus estudios -exclamó Shougo e incómodo a su secretaria.

-Que estás diciendo -se levanto de encima suyo cuando le escuchó.

-Lucy, se mía -tomo su mano -se mi esposa, ya no mi secretaria ni mi amante -exclamó Shougo -puedo darte todo el amor que quieras y cuando quieras, puedo darle el futuro que quieras a tu hija, nuestra hija -exclamó.

Era una propuesta que difícilmente diría no ya que daba prioridad a su hija. Más ella que su esposo. Pero aún lo amaba, y su hija quería mucho a su padre Natsu.

-Yo... Tendría que pensarlo... -dijo confundida.

Los días pasaron y no le daba respuesta alguna. Seguía pensando y reflexionado, era tardado para la rubia al no tener con quien consultarlo, no podía decirlo a su esposo o sus padres. Tal vez solo podía hablarlo, conversarlo con la única que llamaba amiga en el edificio donde tenía el departamento en el que vivía con su familia.

-De que querías hablar Lucy -esa amiga era nadie más ni menos que Rias Gremory. Quien la recibió en su casa luego de llamarla y de darle una taza de chocolate.

-Escucha no se digas a nadie, pero... Estoy saliendo con alguien a espaldas de Natsu... -dijo sin remordimientos y le contó todo, quien era y porque, le dijo que más de una vez tiene que se ha acostado con él. Día sin falta lo ha hecho -...y ahora me dice que me valla con él... Es un buen chico pero, no estoy segura de lo que siento por él. Adelante llámame puta si quieres.

-Pues... sería cínica de mi llamarte así -exclamó Rías tras oírla atentamente.

-¿Porque? -pregunto confundida.

-Lucy no eres la única que está en una aventura a espaldas de su marido -dijo la carmesí.

-... ¿Que?

No obstante, en otro sitio de la ciudad. Mas claramente un bar, ninguna de sus esposas lo sabía pero Natsu e Issei eran amigos que se conocieron en el trabajo. Allí estaba el castaño esperando a su amigo de cabellos rosados apareciera para tomar una cerveza con él como acordaron. Pero...

-Te vas a quedar mas tiempo -dijo por llamada luego de andar esperándolo una hora -doblaras turno... Está bien, pero la próxima avisa con tiempo.

Termino la llamada y reviso la hora.

-Creo que mejor me voy a casa -dijo desalentado, ya había pedido los tarros para él y Natsu pero no llego.

-Dos tarros, ¿no es mucho para uno? -dijo una mujer de cabello negro y alta estatura sentándose frente a Issei.

-Era para un mi y un compañero pero no llego -dijo nervioso ante la linda chica que se sentaba con él.

-Una pena, puedo tomarla por su parte -pregunto sin coquetear.

-Puedes tomar la mía también, tal vez una de tus amigas tenga sed -exclamó Issei.

-Vine sola, siendo honesta llevo rato viéndote y decidí acercarme -una mujer interesada en un hombre ¿Eso es posible? -sabes, aquí entre nos, eres alguien lindo.

-En serio -sin hacerlo notar, quiso esconder su anillo de bodas.

-No necesitas quitártelo, no creo que tú esposa se enteré -dijo -me llamo Kuroka~

-Un lindo nombre Kuroka...

Y así termina de nuevo el primer tomo, ¿Qué pasará con Rias e Issei? ¿Erza caerá más bajo? ¿Lucy tomara una decisión? ¿Qué otras mujeres están en la lista? Eso se sabrá en el próximo tomo de okusama wa moto yariman.


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