Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Rukia Kuchiki

Okusama wa moto yariman - volumen 2

Nombre: Rukia Kuchiki

Edad: 31 años.

Medidas: 76/52/88 estatura: 1.45 cm. (Es una Loli, ¡mi loli y waifu prros!)

Estado: casada, 8 años.

Ocupación: ama de casa.

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No todos los hombres los hombres son iguales en gustos, a muchos les encantan las curvas grandes en las mujeres, otros prefieren las curvas más ligeras. Pero muchas mujeres piensan que a todos los varones son de los mismos gustos. Se equivocan.

En medio de toda esta ciudad pecaminosa nombrada Palmont town. Una madre iba a dejar su hija a la escuela más prestigiosa de la ciudad como la mayoría de las amas de casa de la metrópolis. Su nombre, Rukia Kuchiki, y a diferencia de muchas mujeres que hay por aquí, es de las pocas cuyo atractivo es notado por gustos de pocos hombres.

-Ichija ¿Qué esperas? Se te hará tarde para entrar a clases -Rukia le daba conciencia a su hija que se quedaba parada allí fuera en la entrada del colegio esperando algo aparentemente -¿que paso hija?

-Yokio-chan aún no llega -dijo preocupada su hija mirando por el lado de la calle de la suele aparecer su amiga.

-¿Yokio? -Rukia no sabía que su hija tenía una amiga.

De pronto un auto de gran modelo y marca surgió para aparcarse en la cera de la escuela. De sus puertas levadizas, bajo una niña pelirrosa a toda prisa para reunirse con la hija de la Kuchiki.

-¡Ichija! -gritó la niña peli rosa.

-Yokio-chan -celebraba Ichija.

Era una niña linda, y por como se veía su rostro, era inocente y buena, una aparente buena amiga para su hija.

-¡Yokio, espera! -la voz de la madre se escuchó por detrás de ella. Su madre era nadie más ni menos que Lucy Heartfilia.

Cuando Rukia miro a la progenitora de esta pequeñita se quedó con mal sabor de boca cuando vio que se trataba de otra vaca de grandes senos y un trasero que muchos hombres suelen voltean a ver. Dónde sea que fuese siempre veía a una mujer con este tipo de atributos, lo cual le frustraba pues Dios no la bendijo con la misma bendiciones. La mayoría de las mujeres aquí poseen esos regalos son naturales.

-Yokio... Cuídate mucho -le dió un beso en la frente a su hija -tu papá vendrá a buscarte a la salida.

-Si, vamos Ichija -tomo a la niña de cabello rojo de su mano y ambas se fueron corriendo al aula de su escuela.

Ambas madres miraron como sus hijas se iban a su misma clase cuando Rukia le volvió a llamar la atención la rubia prominente cuando le busco platica.

-Usted es la madre Ichija -decía Lucy queriendo ser amable con la mujer.

-Si... -exclamo un poco nerviosa la peli negra.

-Mi hija es muy afortunada por tener a su hija como amiga, en su anterior escuela le costaba mucho hacer amigos -conto la rubia, historia que a Rukia le causo una ligera sonrisa que pronto desapareció cuando vio a un varón joven a por la mujer

-Vamos Lucy, se hace tarde -sonó amable y persuasivo el joven de test morena.

-Es su esposo... -no le pareció nuevo ver que una mujer con cuerpo provocativo tuviera de pareja a un joven que conducía un auto de gran prestigio y marca.

-Eso...

-Claro que si -Shougo se acerco y tomo a su secretaria de la cintura para pegarla a él -solo vinimos a dejar a nuestra hija.

-Amor creo que debemos irnos, se nos hace tarde -exclamo Lucy al sentirse culpable, a pesar de aceptar ser amante de su joven jefe, aun tenia sentimientos por su descuidado esposo verdadero.

-Un gusto conocerla -se despidieron un poco informales sin haberse presentado como debían.

-No me sorprende -exclamo en susurro Rukia tras ver como era la pareja de esta vaca lechera, así es que las llamaba.

Y es que una mujer con esos atributos puede conseguir lo que sea, lo sabia pues al primer hombre que amo de verdad (Ichigo Kurosaki) se le fue arrebatado cuando una que considero su mejor amiga lo enamoro e incluso hizo que la desposara. Al igual que Lucy, o un poco mas... esta mejor amiga tenia curvas que embobaban a muchos hombres. Pudo ver el trasero redondo y posiblemente suave de la mujer, que agarraba con lujuria su joven acompañante aun que estaban en publico.

En fin, no quería pensar mas en eso ahora tenia una vida nueva casada con un hombre que trabaja sin descanso para la guardia nacional, solo dos a tres veces al año venia a casa por un corto tiempo, pero fuera de allí tenia muchas responsabilidades con el rango de teniente capitán en la armada mas allá de Palmont town.

Ahora la pequeña mujer, con tal de distraerse durante el día hasta el regreso de su hija durante el atardecer. Hacia sus compras en el mercado para el almuerzo.

-Llevo carne, verduras y especias... ¿que mas llevaba? -no recordaba por completo los ingredientes de la receta que pensaba preparar. Recordó lo ultimo que necesitaba comprar para el almuerzo, lo único malo era que el producto estaba en la parte mas alta del anaquel -vamos... ¡ay por favor! -si no fue bendecida con un cuerpo excitante para los hombres, tampoco había nacido con un cuerpo que tuviera una altura por encima del metro cincuenta.

-Esta es lo que busca -exclamo una voz juvenil que apareció a la diestra de Rukia. Un joven que conoció, que siempre encontraba en ese súper mercado siempre de la misma forma.

-Gracias Keima-kun -saludo la mujer.

Keima Yatsu, un joven de tono de piel claro, alto y de unos siete años menor que ella. Para Rukia era un amigo simplemente, un conocido que le ayudaba en cada ocasión que se encontraban, ella no tenia idea quien era en realidad él, pues era miembro del mismo club privado cazadores de esposas.

Cuando realizaba sus compras, Keima ofrecía su ayuda y la acompañaba hasta su auto para ayudarla a guardar lo que compro la mujer.

-Perdon por hacerte ayudarme siempre -Rukia le agradaba el chico, habían personas amables por esta ciudad a pesar de sus secretos -eres un chico agradable Keima-kun.

-No se preocupe, sabe que lo hago por voluntad -exclamo inocente, si Rukia supiera lo que ese chico ocultaba bajo esa sonrisa y ese pantalón -la veré en otra... -en mal momento, su estomago rugió de hambre. Lo cual le pareció gracioso a la pequeña mujer.

-Jajaja...

-Lo siento -no le pareció cortes el llamado de su estomago -mejor me voy.

-Keima-kun, porque no vienes a mi casa a comer -le detuvo cuando lo vio darse la vuelta con intenciones de irse -como agradecimiento por estar ayudándome en cada ocasión.

-¿Segura? -pregunto sin nervios -su esposo no se pondrá incomodo.

-Descuida no creo que se enoje -dijo, mas en su cabeza se esperaba que así fuera, que su esposo se encontrara no le haría daño convivir con un joven hombre en su casa; no es que ella buscase alguna aventura, aunque Keima no pensaba igual.

Mas tarde en su propia casa en otra zona de los suburbios de Palmont town. Rukia preparaba la comida con calma mientras Keima veía de cerca desde la barra de la cocina de la Kuchiki, como no ver a una mujer que viste un delantal blanco y un vestido de cuerpo completo y de cortas facciones en la tela haciendo parecer que debajo de ese delantal no hay nada de ropa. A pesar de que las curvas hacían falta en la mujer.

-Espero que te guste el estofado de cerdo -revisaba como iba la comida en la estufa.

-No suelo comerlo seguido pero huele delicioso.

-Que estas acostumbrado a comer -pregunto la esposa sin voltearlo a ver, de haberlo hecho hubiera notado que el chico venia hacia ella desde atrás con sucias intenciones.

-No mucho, generalmente -apenas si se dio cuenta que lo tenia detrás suyo hasta que de pronto solo escuchaba la voz de Keima en su oído -mujeres maduras que me la ponen dura -sus manos fueron a parar en la cintura de Rukia, y su empalme se frotaba muy salvaje contra el trasero de la enana.

-¡¿Que?! ¡Keima-kun que estas haciendo! -la peli negra pronto sintió terror, ese chico gentil y amable, de pronto se volvía alguien agresivo y pervertido.

-Lo usted quería -decía para llevar sus manos hacia los pequeños senos de la mujer y donde comenzó a apretar sus pequeños pezones así como frotar agresivamente su miembro contra ella -contándome que su esposo no esta en casa luego de traerme con excusas -empezó a morder y besar el cuello de la mujer.

-Basta Keima... -se estaba calentando con el afecto sexual del joven.

-Para ser una mujer pequeña y gruñona eres una seductora -dijo y paso su lengua por la oreja de Rukia, mordía la parte carnosa de su oído -trayendo a un joven a tu casa para jugar sucio.

-Basta... -Rukia sentía como la mano de Keima bajaba de sus pequeños pecho pasando por su estómago, ma sensación de sus dedos tocando su suave piel era estimulante para su vagina, la que iba ser tocada por la mano de Keima. De no ser porque ella tenía una fuerza física que no venías venir dado su estatura -¡dije que basta!

Rukia se quitó de encima a Keima y logro empujarlo casi dos metros lejos de ella.

-Eres un desgraciado... -calmo su exaltación -...crees que seria capaz de engañar a mi esposo. Solo te invite porque te veo como un amigo, nada mas Niño -se veía joven a pesar, aun que era mas joven que ella -te conté sobre mi y mi familia porque creí que podía confiar en ti. Pero eres solo un pervertido, un desgraciado nada mas en esta ciudad que solo miran a ver a todas esas pechugonas y culonas perras de esta ciudad -aunque le sorprendía que él la viera de tal forma aun habiendo muchas mujeres jóvenes y maduras con las facciones que describió tan solo en ese súper mercado donde suelen encontrarse -creí que eras diferente... vete de mi casa.

-¿Segura? Si lo hago, esta dulce, seria y enojona mujer puede decirle adiós a su vida común -Keima se acerco a la mujer que, a pesar de dar varios pasos hacia atrás, pues puesta contra la pared para ser tomada de su mentón por la mano grande del chico.

-¿Que estas diciendo?...

Entonces Keima saco su teléfono, y mostro unas fotos que comprometían a la Kuchiki.

-Crees que el personal del mercado te volverá a ver común cuando te vean entrar luego de que vean quien es la mujer que roba productos caros de su tienda -no se trataban de una sola imagen, sino de varias, decenas, casi cien fotografías de ella tomando los productos y metiéndolos en su bolso de mano, siempre uno en cada visita -incluso esta mañana decidiste traerte un recuerdo de su visita al supermercado, ¿te gusta Pyon? es un lindo personaje -Keima consiguió sacar lo que robo de su bolso cuando le llevo en su carro a su casa, el tal Pyon era un conejito un personaje icónico para muchos en la ciudad, comprado por la misma compañía underground -sabes que es lo mejor, soy hijo del líder que supervisa todos los mercados underground.

-Eso... no es lo que crees -ahora era ella quien sentía el verdadero terror -...mi esposo no tiene un gran sueldo comparado con los ingresos altos de muchos en esta ciudad -su hombre era un militar, se dijo; se ajustaba al sueldo militar del país. Era debido a que la armada pagaba a Underground industries por las armas que les fabricaba así como proyectos militares de alta gama, pagando mas para ser los primeros en obtener esas armas que vendían a muchas naciones del mundo.

-En serio -entonces mostro de nuevo su celular -con solo un botón esto ira a parar a mi padre y la policía, y underground no tolera a quienes roben a nuestros negocios, no importa que tan pequeño sea el delito o tan sensual sea la mujer -acariciaba la mejilla de la mujer, causando una sensación de terror en ella. Imagínate como reaccionara tu hija cuando sepa que su mamá es una ladrona sin vergüenza.

-Que... que es lo que quieres -no podía salir de su acorralamiento.

No mucho después, Rukia yacía hincada vestida únicamente con el delantal blanco de antes, sin la demás ropa que tenia debajo, pues Keima la tenia así de rodillas chupando su grande miembro en la sala de la casa de la peli negra.

-Lo haces muy bien Rukia... aah~ -Keima estaba gozoso con la mamada de calidad que la daba la pequeña mujer -sabe bien verdad...

-Callaté... -decía sin dejar de chuparle el pene.

Para ser pequeña tenía una garganta muy profunda Rukia. Pues devoraba hasta llegar a las bolas de Keima, combina eso con su lengua agresiva y tenía a una puta perfecta, solo faltaba corromperla y probar su vagina para saber que tenía a la mujer perfecta para él. Personalmente para la Kuchiki, ella no tenía necesidades sexuales como otras protagonistas. Solamente problemas de auto estima, eso no significaba que no podía ser quebrada al lado pecador de la lujuria.

-Tu lengua es tan agresiva, jamás habían chupado mi verga con tanto entusiasmo -exclamo

Keima acariciando la cabeza de la mujer mientras ella seguía allí mamando su miembro.

-Sera por qué les da asco... -dijo Rukia -eres repugnante.

-Incluso cuando me insultas al estar lamiendo mi verga hace que me excite aun más -dijo y la peli negra pudo ver qué era verdad, pudo sentir como el pene de Keima palpito dentro de su boca lo cual fue raro -carajo no aguanto más.

-No pienses correrte dentro de mi boca -exclamo y escupió el miembro de Keima al momento.

-Solo un botón y estás imágenes llegarán a mi padre -mostro de nuevo el chat donde tenía cargando las imágenes de Rukia para ser enviadas. No podía decirle que no a sus caprichos -tu decides...

Cedió y volvió a devorar su pene hasta lo profundo, para una mujer que no se tenía por costumbre tener sexo o tener la necesidad por aparearse. La sensación era complicada.

-Solo, avísame cuando vayas a correrte -su lengua pasaba con más fuerza alrededor de la polla de Keima.

No la hizo esperar ni le dio el aviso que pidió. Puso sus dos manos detrás de la cabeza de Rukia y presiono su cara contra su pene para dar embestidas casi brutales contra la boca de la pequeña peli negra. Su miembro llegaba al punto máximo y quería derramar su semen dentro de la boca de Rukia y mas allá.

-Mmmnn... mmm~ -soltó una gran cantidad de semen en la boca de la Kuchiki -aaagghhh~ -sintió que se ahogaba por un momento.

-Ni se te ocurra escupirlo -advirtió Keima para tomarla de su mejillas -haber, quiero ver esa boca antes de que lo tragues.

Obedeciendo, Rukia abrió la boca sin haber podido tragar alguna porción del semen que Keima soltó en su boca. Era como si hubiese bebido hasta el fondo una botella de agua de casi cuatrocientos mililitros de un solo golpe.

-Ahora traga -y ella siguió sus instrucciones -debe saber bien verdad.

-Sabe horrible -desprecio su semilla y limpio sus labios, esto mientras se recargaba sobre el suelo de la sala.

-Descuida Rukia, te iras acostumbrando a mi sabor poco a poco, porque apenas estamos empezando -exclamo y un rostro de terror se dibujo en su cara.

Poco después, ella fue puesta sobre el sofá en contra, con sus piernas abiertas aun teniendo su delantal encima suyo.

-Que piensas hacerme ahora -decía sin poder mirar bien o tan siquiera poder pensar lo que Keima planeaba hacerle -vas a meter su pene de una vez para terminar.

-No seas ansiosa querida -decía acariciando las piernas largas, delgadas y carnosas de la peli negra -primero voy a devolverte el favor.

-¿Favor? -inesperadamente sintió uno de los dedos de Keima acariciando los labios de su vagina -¡espera que vas a hacer!... Kya~ -gimió

-Vaya Rukia ¿Qué clase de sonido fue ese que expulsaste? -decía el joven cuando metió dos de sus dedos dentro del coño de la pelinegra -¿te gusta como mis dedos se mueven dentro de tu coño acaso?

-No... no voy a contestarte... -su cuerpo se estaba estimulando con la sensación agresiva de los dedos de keima revolviendo su interior.

-Donde quedo la Rukia Kuchiki fuerte se antes -se burló el chico de cabello rubio natural.
Saco sus dedos de su coño y por un momento Rukia pensó que todo se iba a detener allí, creyó erróneamente.

-¡Aaah!~ -un gemido mayor salió de los labios de Kuchiki. Ahora lo que invadía el interior de su vagina era la lengua de Keima -¡para!

-Tu vagina es tan sabrosa... Cómo debía esperarse de una Milf como tú -envolvió sus brazos en las piernas de la mujer y empujó su coño contra su cara. A pesar de la falta de grandes o un enorme y redondo trasero, su vagina era carnosa, no solo tenía su lengua dentro de su coño, también tenía su boca devorando su vagina.

-No... No sigas... Mi cuerpo comienzo a sentirse raro... -Rukia no lo podía decir claramente, pero estaba por correrse de tanta estimulación que le proporcionaba el chico. Pocas veces llegó al orgasmo con su esposo, porque el sexo no le importaba pero eso no sería siempre así -para... no... no puedo mas... me... ¡me corro!

Su cuerpo no resistió como ella quería, la sensación que le produjo la lengua de Keima fue demasiado para su cuerpo.

-Mira que desastre -el sofá sobre el que estaba la esposa, se mancho de los fluidos que expulso la Kuchiki -y tu vagina sigue chorreando -su cuerpo estaba cesando de la intensidad que acababa de sentir.

-¡No! -grito Rukia cuando sintió de nuevo la lengua de Keima pasando y devorando los labios de su vagina -espera que estoy sensible... ¿eh? -de pronto, la lengua del chico subió, dejo atrás su coño y la lengua de él ahora exploraba su pequeño orificio anal -no, ahí no... esta... sucio.

Al igual que con su vagina, Keima exploro las paredes del culo de Kuchiki, la sensación fue demasiado corrompedora y al estar su cuerpo sensible, no tardo mucho para que su cuerpo volviera a sentir un orgasmo, nuevamente y mas fuerte su cuerpo expulso fluidos de su vagina manchando grandemente su sofá.

-Bien, es hora de pasar al plato principal -dijo, sin que Rukia le mirara cuando ella se dejo caer sobre el sofá dado que su cuerpo cayó agotado por la sensación corrompedora de Keima. Él se quito la ropa y con su miembro erecto así como ansioso, tomo a la pequeña mujer y la acerco a él.

-Que vas a hacer -pregunto débil cuando sintió las manos fuertes del chico tomándola por su cintura con fuerza.

Solamente le sonreía a la Kuchiki, se sentó a lado en el sofá sin que le mirara, para ponerla encima de su polla, precisamente su vagina toda humectada sobre su pene.

-Aguarda... -cada palabra que salía de ella se oía débil, con su vagina tan mojada fue fácil para Keima lograr penetrarla, hacer que su miembro le llegara hasta el fondo de su coño -¿eh?... metiste tu cosa... metiste tu cosa dentro de mi...

-Tu vagina es apretada, me encanta la sensación -dijo Keima respirando del cuello de Rukia.

-Sacalo... Sácalo... -pidió pero le ignoró.

Tan solo la voz de Rukia le excitaba a Keima, probar el coño y el culo de la mujer fue un estimulante. Meter su pene dentro de ella era lo mejor, lo dijo su coño era apretado, no era virgen pero se notaba que no tenía una vida sexual activa o que le urgía revivir. Era una mujer cuya resignación sexual estaba controlada y Keima quería desatar ese lado lujurioso de Rukia. Empezó a mover su pene dentro de ella y su polla fue cubierta por más fluidos de la mujer, la sonidos que salían de su boca al sentir

-Cada que meto y saco mi pene es apretado por tu vagina... Es como si quisiera exprimir mi semen -decía moviendo sus caderas despacio en un principio.

-Digas tonterías... No quiero tu asqueroso... Semen... -exclamo Rukia montando al chico.

-¿En serio? Dime porque tu cuerpo se mueve solo entonces.

Rukia miro lo que estaba diciendo y vio que sus caderas se movían solas con el pene se Keima dentro suyo.

-No... No es lo que parece -decía recargando sus manos sobre las piernas de Keima mientras continuaba moviéndose de arriba a bajo sobre el chico.

-Tan seria, tan enojona, tan apretada y sucia esposa eres -Keima chupaba el cuello con celo de Rukia mientras sus manos tocaban y estiraban los pequeños pezones de sus senos, excitando mas cada vez a Kuchiki -carajo no puedo más, es tan genial tu coño.

-¿Vas a correrte?-preguntó sin parar de moverse, pero la intensidad que sentía del sexo que le daba Keima hizo que la Kuchiki cayera del sofá donde estaban, aun así, empinada contra el suelo, él seguía dándole duro a la peli negra -hazlo fuera... Hazlo fuera por favor...

-Por supuesto que no -dijo Keima -quiero llenarte con mi semen.

Volvió a mostrarle como con un solo botón podía enviar esas fotografías, así que solo le quedaba soportar el abuso de Keima.

-Hazlo rápido entonces... -su voz apenas se notaba debido al ruido que se producía el choque de sus carnes -mi cuerpo no aguanta más...

Inesperado, Keima se detuvo únicamente para tomar de las piernas a Rukia y levantarla.

-Estas apretando mi verga Rukia... debes estar por correrte de nuevo -exclamo Keima agarrando con mas fuerza a la mujer -haya va ¡Rukia!

-¡Kyyyaaa!

El gemido de Kuchiki fue fuerte, pero las paredes y ventanas de su casa fueron resistentes e impidieron que su voz saliera, nadie la escucho, solamente quien la profanaba. Caída sobre la alfombra de su sala, con su trasero en alto, Rukia podía sentir como el semen de Keima se desbordaba de su coño en grandes proporciones, luego de sentir como su interior fue llenado hasta rebozar, podía incluso jurar que su estomago fue llenado con el semen de Keima, pero igualmente, Rukia se corrió por un nuevo orgasmo que creció en su interior.

-Listo... me hiciste lo que querías -exclamaba Rukia, intentando ponerse de pie, mas no podía sus brazos no tenían suficiente fuerza para ponerse de pie.

-...De que hablas -miro apenas, notando que Keima tenia dura su polla todavía y que estaba palpitante -con solo dos corridas no me va a bastar, y la verdad tu coño fue mejor de lo que imagine -dijo y se acerco a la empinada mujer, pasando su dedo alrededor de su ano -y tu culo debe ser igual de bueno.

En ese entonces sintió el verdadero terror, en las pocas ocasiones que ha tenido sexo con su esposo, incluida la vez que crearon a su hija ichija, Rukia jamás ha experimentado el sexo anal, y era una experiencia que no quería experimentar con un depravado como Keima.

-Eso no... ¡todo menos eso! -pedía fuerte Rukia debido al miedo, una vez mas fue ignorada. La punta de la verga de Keima se froto contra su culo, la cual se abrió paso difícilmente en las cavidades de Rukia, causándole un quejido de dolor -¡aaaahhh! Arde... Mi culo arde...

-Tu culo es más apretado que tu coño, es porque nunca lo has usado para el sexo verdad -se burlaba Keima luego de haberle metido su pene hasta el límite de sus bolas.
No dijo más, comenzó a moverse y cada estocada que le daba el rubio eran dolorosas para su culo inexperimentado en este tipo de sexo.

-Duele... acaba de una vez... mi culo se partirá en dos si sigues así... -decía la pelinegra.

-Esta bien -escucho decir eso de Keima, tomo entonces las piernas de Rukia y la levanto, para llevarla cerca de las ventanas que daban a la calle donde sus vecinos pasaban al momento, -en esta posición ¡conseguiré correrme mas rápido! -grito luego de tomarla y llevarla cerca de las ventanas cuyas cortinas estaban abiertas y la gente pasaba por la calle en la que vivía.

-No... la gente me vera... -con mayor intensidad le embestía el rubio chico, la calle donde vivía Rukia era constantemente transitada por sus vecinos que iban y venían, esa hora no era la excepción -no me miren... ¡no miren mi cuerpo sucio!

Con una de sus manos, Keima apretaba el clítoris de la vagina de Kuchiki así como jugaba con su vagina a medida que penetraba su culo todo a la vista de la gente que no volteaba a ver lo que hacían.

-Porque... porque de pronto mi culo comienza a sentirse bien... -exclamo, en vez de solo pensarlo -mi cuerpo comienza a sentirse extraño...

-Es tu cuerpo aceptando mi verga Rukia... -decía Keima metiendo mas y mas su polla dentro de ella a la vez que estimulando su coño -significa que esta queriendo que mi verga te llene...

-Jamás... jamas pediría eso... -dijo, con su brazo puesto en la mejilla del chico dado que no tenia otro lugar donde agarrarse -no soy una cualquiera... no puedo mas... ¡me vengo!

Su coño expulso sus jugos en grandes cantidades, manchando la ventana y la pared de donde estaban, mientras que mas semen de Keima entro en su culo llegando a profundidades que nunca pensó que serian bañadas en fluidos masculinos. Realmente estaba agotada, exhausta. Nunca le importo el sexo, pero esa sesión ruda le gusto, pero no podía dejarle saber eso.

-Violaste mi boca, mi coño y mi trasero -decía casi llorando -debes estar contento.

-Si, pero aun no estoy satisfecho -una vez mas, vio el pene duro y grande de Keima muy cerca de su cara.

-Te corriste tres veces ¿Por qué lo tienes aun así? -pregunto muy asustada.

-Para cogerte una y otra vez hasta desfallecerte Rukia, para hacerte mi mía -con teléfono en mano, le tomo fotos a la mujer mancillada y cubierta de su semilla, para seguido agacharse donde ella en el tapete de su sala, para tomarla de su mentón y besarla, la lengua del chico domino la de la peli negra sin mucha resistencia.

-Nunca... yo... amo a mi esposo...

-Jajaja.... -le pareció gracioso a Keima, le abrió las piernas y se dispuso a penetrarla de nuevo -serás mi puta Rukia.

Por mas de tres horas, fue mancillada por Keima sin descanso, su vagina, culo y boca fueron profanados una y otra vez. Rukia vio imposible que un hombre pudiera correrse tantas veces seguidas sin mostrar agotamiento, pero lo vivió. Se mantuvo fuerte en todo momento no importaba cuantas veces se corriera ella a causa de su pene o cuanto gritara su mente por decir que le empezaba a gustar la sensación del pene de Keima moldeando su ano y su coño a la forma de su miembro, no lo iba a admitir.

-Mírate te ves hermosa -dijo Keima dejando a la pelinegra cesando de todo ese agotamiento, al mismo tiempo que ella estaba allí cubierta todo su cuerpo por el semen del rubio, incluso sus orificios estaban derramando el semen que soltó dentro suyo como una fuga de agua.

-Eres un maldito... -exclamaba débil -espero estés satisfecho...

-La verdad no -dijo Keima -será mejor que limpie antes de su hija venga, la veré mañana Rukia.

-Mañana... estas loco si crees que te volveré a ver -decía fiera Kuchiki.

-Pero claro que lo hará, si no quiere que las nuevas imágenes que tome se filtren en la red -entonces mostro, que tomo fotos de ella y videos, desde el comienzo del sexo. Desde donde le daba la felación, fotos de cuando la pelinegra montaba su pene en sofá y todas esas posiciones sexuales a las que la puso luego durante las horas -e incluso puedo arreglármelas para que llegue directamente con su marido.

-Eso no... todo menos eso -pidió.

-Entonces la veré mañana, Rukia -exclamo con una sonrisa dominante el chico.
Para la tarde, su hija regreso de la escuela y cuando ambas veían la televisión Ichija noto algo que raro de la sala.

-Porque huele a detergente la sala mamá -pregunto su hija.

-Decidí que era tiempo de limpiar la sala, hija. Hacia tiempo que no limpiaba este lado de la casa -respondió nerviosa.

-Creo que usaste mucho detergente.

Igual para el día siguiente tal vez tendría que usar mas detergente. Mas sin embargo al día siguiente con la promesa cumplida de Keima en estar allí para usarla para sus deseos sexuales, entre veces y las manos lujuriosas del rubio pasando por su cuerpo, ella consiguió convencerlo de algo.

-Espera Keima... aquí no... -decía tímida la mujer -vamos mejor a mi cuarto ¿si?... -esta idea le encanto al rubio.

Desde entonces, día tras día sin falta ni inconvenientes. Rukia era usada por Keima como su botadero de semen, obligando a la pequeña esposa a ceder a sus deseos y cumplir sus fantasías.

-Traje esto para que uses querida Rukia -Keima mostro un traje sirvienta la primera vez -vamos, póntelo.

-Me siento rara con esto puesto -decía, pues ese vestido era de uso erótico y sexual -amo... -no le dijo que le llamara amo, parecía que a ella le gustaba la idea de tener sexo haciendo juegos de rol. Eso era magnifico para Keima.

En otras ocasiones, le hizo ponerse un atuendo deportivo de colegiala.

-El coño de Rukia-senpai se siente bien~ -decía mientras ella era quien movía sus caderas montando como vaquera su pene duro y largo.

-Solo le enseño lo necesario a mi kohai... -exclamo.

El otro día, la hizo vestirse con un atuendo de policía donde puesta contra la pared, la embestía en su culo sin mostrar clemencia.

-Agradezco su ayuda teniente Kuchiki, pronto le daré su recompensa -decía sosteniendo una de sus piernas.

-Muchas gracias, superintendente Keima -era que seguía el juego, o su subconsciente aceptaba el calor agresivo del rubio. Ella seguía sin aceptar que le gustaba el sexo con él.

Hasta que luego de casi dos meses de ser usada por Keima para satisfacerse.

-Abre grande Rukia -luego de tres horas de sexo ininterrumpido con la peli negra era momento de su ultima descarga y quería soltarlo en su boca.
Derramo su semen dentro de su boca e impregno su pecho y cara por igual.

-Derramaste mucho -dijo desanimada sin mirar a la cara de Keima.

-Sabes no te entiendo -exclamo el rubio -dices que no quieres que te folle pero al poco rato estas diciendo cosas que te contradicen.

-Solo lo digo porque son cosas que tu quieres oírme decir nada mas -dijo Rukia sin mirarle.
Keima comprendió que era la actitud de Rukia lo que le negaba decir la verdad. Luego de mucho la tenia corrompida, solamente faltaba aceptar la realidad.

-Bueno, igual te quería dar esto -Keima tenía oculto un regalo para Rukia ese día -toma.

-¿Un regalo? -preguntó intrigada -porque.

-No puedo regalarle algo lindo a mi chica -cada vez que la llamaba así era humillante para Rukia, pero se termino acostumbrando a ser llamada así, no del todo.

Abrió entonces la caja y vio que un peluche de su personaje animado favorito, Pyon era lo que contenía, un peluche de colección invaluable que no se veía desde hace años.

-¿Porque? -dijo mientras Keima besaba su cuello cual amante.

-¿EH? -como no continuo la pregunta.

-Porque me das esto -preguntó -dime porque me elegiste a mi. Habiendo mujeres con más atractivo que yo.

Repentinamente a Rukia le interesaba saber porque un depredador sexual como él, en medio de una ciudad con mujeres con pechos grandes, y traseros redondos cuando ella no tenía ninguno de esos atractivos.

-Si es cierto, hay mujeres con tetas grandes por allí y culos grandes por todos lados -decía sin soltar a Rukia -me he acostado con ese tipo de mujeres, pero ninguna me ha hecho ponerme la tan dura como tú con solo verte.

-Dices ¿Qué te atraigo?... -parecía algo imposible.

-No a todos los hombres nos existan las tetas o los culos, al menos como yo prefiero pequeños detalles -mordía de nuevo la parte carnosa de su oreja.

A pesar de seguir tocándola y besándola maliciosamente, Rukia comenzó a entrar en calor no por sus movimientos sino por esas palabras que le dijo. Solamente se había sentido así de amada por su esposo Renji luego de perder al hombre que le quitaron, pero jamás sintió tanto amor por ella como Keima con esas palabras. Acaso todo este tiempo, los abusos que le hizo pasar y el chantaje fueron solamente para acercarse a ella y enamorarla.

-¿Dices que te gustó? -decidió preguntarle.

-Si, por eso te escogí, quiero todo de tí, tu cuerpo, tu coño, tu vagina, tu boca, tu corazón -exclamó Keima abrazando cálidamente a la indecisa mujer con sentimientos encontrados.

-Espera -detuvo el cariño del rubio y se levantó de la cama con el regalo en manos -vuelvo enseguida.

-Donde vas -pregunto por la extraña actitud de Rukia, no le respondió solo espero y cuando se dio cuenta ella volvió con un traje sexual nuevo, uno que dejó boca abierto a Keima apenas regreso la pelinegra -oye... Que traes puesto.

-Es... Algo que compre para mí esposo... Pero está bien si lo uso contigo -traía puesto un disfraz de conejita Playboy Rukia -me veo bien-pyon~

La expresión en el rostro de Keima al ver no solo ese atuendo sino también Rukia entraba en personaje, era de lo mejor; pues de los pocos personajes que le hacia interpretar este era el único que mostraba ser una gran interpretación.

-Estoy atónito -Keima dejo ver a Rukia como su miembro se erectaba de nuevo después de nueve corridas que hizo sin descansar -realmente luces como una autentica conejita erótica.

-¿Sabes? -se mostraba nerviosa y ansiosa de momento paso de ser una mujer fuerte que se negaba aceptar que era reclamada por otro hombre, ahora lo aceptaba -mi hija se ira a casa de su amiga a una pijamada, y no regresara hasta mañana...

-Estas pidiéndome que te folle mas -se acerco ansioso y desesperado por comerse a esta conejita.

-Te parece si esta conejita prueba tu zanahoria-pyon~ -se agacho teniendo debajo de su cara el gran miembro.

No espero respuesta del rubio y comenzó a lamer alrededor de la cabeza de su pene, y luego pasar su lengua alrededor de lo largo de su polla para luego devorarla con gusto.

-Vaya... realmente se siente diferente cuando chupas mi polla con entusiasmo y no forzadamente -decía Keima disfrutando la felación de Rukia, parecía que ella quería exprimirle en serio el semen de su polla.

-Si~ quiero el semen de Keima-pyon~ -en serio, dio un cambio radical la pelinegra muy distinto.

-Tenlo entonces ¡Rukia! -no necesito empujar la cabeza de la pelinegra para hacerla devorar su miembro por completo y deber su semen como si fuera un jugo mas -realmente te bebiste todo, y sin derramar una gota.

-Tu semen esta muy delicioso-pyon~ -dijo tras mostrar su boca sin ninguna gota sobrante del fluido de Keima -te importaría dármelo aquí ahora -entonces ella se subió a la cama de nuevo, con su trasero empinado a vista del rubio comenzó a menearlo dando la ilusión que el rabo de su atuendo de conejita.

Luego de ser empalada por Keima y recibir lo que él contenía, la pelinegra decidió tomar la iniciativa, subiéndose encima del rubio cuando se recostó en la cama, con sus piernas abiertas montando su polla actuando todavía como si fuera una conejita de verdad.

-Lo hago bien-pyon~ -pregunto con sus manos dobladas cerca de su cara como si fueran sus patitas de conejo, todo en cuanto subía y bajaba tragando con su coño el pene de Keima hasta el fondo de su interior.

-Si... lo haces de maravilla -decía Keima disfrutando del apretado coño de Rukia, no importa cuantas veces la follara, si eso era diario o continuamente, siempre era igual, su coño se mantenía apretado y delicioso.

-Vamos, dame mas de tu semen-pyon~ -se dio la vuelta, moviendo sus caderas y restregando su trasero sobre la pelvis de Keima, él podía ver como la espalda de la pelinegra se curveaba, a pesar de ser plana, con esos movimientos se le notaban las curvas, sobre todo las de su trasero -vamos~ ¿eh?

Al ver que la tomaba de su cintura se pregunto que haría y entonces vio como Keima tiraba de ella para pegar su espalda a su pecho estando aun recostado en la cama. apretando su cuerpo contra el de Keima con sus brazos por encima y debajo de sus pequeños pechos, tomo control y embistió con fuerza brutal contra el coño de Kuchiki.

-Dios... tu pene va a partirme en dos si sigues así de intenso~ -decía mirando como esa polla se abría paso en su interior agresivamente.

-No puedo evitarlo, estoy cogiendo a una linda y sexy conejita -declaro Keima haciendo mucho ruido con el golpeteo de sus cuerpos.

-Puedo sentirlo... -exclamo Rukia -puedo sentir a tu polla agrandarse en mi interior... -decía sin parar de ser empalada con brutalidad -suéltalo dentro... ¡lo quiero dentro!
Tal como predijo, Keima se corrió a los pocos segundos llenando su interior con bastante de sus fluidos varoniles, tanto que no podía evitar derramarse de la vagina de la mujer, a la vez que ahora ella no podía evitar dibujar un rostro de satisfacción en su rostro al sentirlo todo dentro suyo.

-Eso fue maravilloso... -exclamo Keima conforme con la corrida que le dio a la pelinegra, parecía querer descansar pero entonces -¿que?

Miro bien, pues su polla estaba siendo devorada por la pelinegra como si se tratara de una paleta helada, ella había caído y convertido en su puta.

-No me digas que ya te cansaste -decía Rukia tragándole la polla fuertemente -tu puta personal quiere que la sigas follando~ -eso dibujo una sonrisa en Keima.

Todo ese día, durante el atardecer y al caer la noche, tuvieron sexo como animales en celo en medio del final de los tiempos. Sin descanso, sin parar por nada o salir de su cuarto Rukia follo al rubio hasta dejarlo seco. No se dio cuenta que el teléfono de su casa, en la cocina; comenzó a sonar esa noche, dejando un mensaje de voz por parte de su esposo.

-Rukia... ¿amor? Soy yo Renji, tengo buenas noticias -decía su esposo en la grabadora cuando el mensaje se guardaba -me dieron el permiso para salir una semana de aquí, ya quiero verte cuando vuelva a Ichija. Espero que la estén pasando bien.

No lo sabia, pero ella estaba en la cama con otro hombre, recibiendo la polla por su culo, no importaba cuantas veces la exprimiera o le partiera el culo, no quería que se la sacara. Pobre, me pregunto que descubrirá su esposo cuando vuelva.



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