Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Video # 6

Soredemo tsuma wo aishiteru

Era el fin, lo que siempre previo Issei desde que empezó a ver estos videos de sus esposas por fin había ocurrido. Fue descubierto.

-¿Porque soy así? -pregunto Issei en su mente al tener a sus mujeres rodeando, cercándolo en la sala al querer confrontarlo por tener estos videos de ellas y estar consolándose mirándolos. Increíblemente seguía igual de desnudo que cuando lo encontraron -porque me apasiona verlas con otro... Ahora lo recuerdo, este fetiche no comenzó con ellas, sino antes.

En sus memorias se desbloqueo un recuerdo que su subconsciente había dado por eliminado, volvió. Toda su personalidad, su pasión carnal tuvo origen cuando apenas había comenzado la preparatoria, cuando tan solo tenia 16 años.

-Había vuelto de la preparatoria y se suponía que nadie debía estar en casa, mi madre debía estar afuera -en ese recuerdo, él genero su trauma. Escondido, no; curioso y oculto detrás de la puerta de la habitación de sus padres, estaba atónito ante lo que veía -pero allí estaba en casa, en la cama con la que debería dormir con mi padre. Pero era otro hombre con el que la encontré, mi padre estaba fuera por negocios y la descubrí...

No podía creer lo que presenciaba, pero mas que temor, sentía excitación. Tanto que sin ser descubierto, no pudo evitar auto complacerse mientras veía a su madre ser infiel.

-No los detuvo, ni siquiera yo me detuvo cuando los miraba sin ser visto -se masturbo hasta complacerse -ese día algo cambio en mi, algo se pudrió. 

Se encerraba en su cuarto, largas horas sin hacer ruido; hacia lo que un chico a su edad con ganas de experimentar con su cuerpo, sin embargo sus elecciones para complacerse daban que pensar.

-Como cualquier puberto, necesitaba experimentar, buscaba videos adultos en la red pero ningún video me hacia sentir tan bien como cuando mire a mi madre cometiendo adulterio -se encerraba casi por horas sin hallar satisfacción -no tarde mucho para encontrar videos de genero, resulta que hay películas prohibidas con la temática de la infidelidad como capítulos de series hentai hay en la red.

Los ojos y oídos de Issei yacían mas que magnificados al hallar el placer auto influido en su cuerpo al ver de principio a fin estas películas. 

-Podía mirar esos videos una y otra vez sin sentir culpa -decía, su rostro para esta edad... dibujaba caras tétricas luego de ver estos videos -pero justo cuando quería encontrar alguna nueva película entre las paginas, encontré un video de mi madre. Resultaba que el hombre con el que engañaba a mi padre la filmaba también desde que empezaban hasta que terminaban. Al igual que Rias y mis queridas esposas, mi madre se veía cabreada por ser parte de tan indecentes películas, solo al principio pues al final terminaba clamando por ser cogida mucho mas por su amante.  Quería vivir esa sensación llena de adrenalina.

Mas el problema no paraba allí. Todo cambio cuando entro al segundo año de la academia. 

-Después conocía a Rias primero, solo éramos amigos, aunque desde entonces tenia un lindo cuerpo lo que realmente me excitaba era ver infidelidades -decía, mirando lascivamente a las parejas de por allí -Rias salía con un chico entonces, un frívolo llamado Raiser con el que tenia un arreglo matrimonial influenciado por su familiar. No era una relación de verdad, mas sentía amor hacia mi que a él, pero cuando tuve mi primera vez con ella al estar escondidos en el almacén de deportes de la escuela despertó mi pasión, pues del otro lado fuera del almacén su prometido la andaba buscando, la sensación de ser descubiertos en pleno frenesí sexual me excito.

-Issei~ nos puede descubrir~ -dijo Rias esa vez, mas era una bestia en aquel momento el castaño. Así como él vio cuando su madre era una infiel, él le estaba haciendo ser infiel a Rias.

-Comenzamos a salir en secreto y tener sexo estando muy cerca de ser descubiertos por su prometido ...realmente era excitante. 

Rias solo fue el comienzo.

-Luego conocía a Asia y Akeno, un chico buscaba acortejarla mientras que a Himejima ya salía con un chico llamado Tobio o algo así, pero no era mas que un juego -decía Issei -Luego conocí a Koneko, a Xenovia, Irina y Ravel... Todas tenían pretendientes o novios primerizos. Realmente no se que vieron en mi, pero lo que vi en ellas fue la emoción que debía sentir ese hombre cada que iba buscando a mi madre para su propia satisfacción. El peligro de ser descubiertos, la emoción y culpa en sus cuerpos de mis esposas por ser descubiertos por esos amoríos juveniles... me excitaba. 

Paso el tiempo y las desposo cuando su relación se volvió oficial y dejo de ser un juego de aventura. 

-Cuando menos me di cuenta, ya eran mis esposas y no las de esos chicos, eso estaba bien pero... la emoción se fue, eso explicaba el vacío en mi cuando hacia el amor con ellas, hasta que las descubrí engañándome, eso prendió en mi, esa chispa de mi pubertad -dijo Issei, esa era su razón de ser quien era realmente.

-Supongo que esa es mi razón de ser...

Realmente tenia problemas el castaño.

Cuando volvió en si y confronto a sus esposas, ellas se mantenían temerosas e indignas de su esposo, Issei no les conto acerca del origen de su fetiche. Sin embargo, no quiso hacerlas culpables, él era el único culpable.

-Porque... -decía débil Rias estando sentada junto a Irina y Asia -porque no nos odias, Issei... te hemos sido infieles. ¡Deberías odiarnos! -la frustración, las lagrimas, la ira... querían ser castigadas por sus actos.

-Pero no lo hago -contesto -lo cual sorprendió a mas de una -al final, yo deje a Boris que siguiera con su juego.

-Pero porque, Ise -hablo Akeno igual no podía creer que su esposo le estuviese perdonando el hecho de haberle puesto los cuernos a él -porque le dejaste que jugara con nosotros.

-Cuando vi el primer video, vi rostros hermosos en ustedes -contestaba -rostros y facetas que no he visto en ustedes antes. Me resultan atractivo en ustedes chicas...

-Pero... Issei te hemos engañado -dijo Xenovia -¡ódianos!

Entonces fue callada por un beso del castaño, un beso que a pesar de la culpa de la peli azul, no pudo rechazar ese calor infundado por sus labios de su marido.

-Pídanmelo cuanto quieran, pero no las odiare -decía -a ninguna, no me importa si terminaron disfrutándolo, o gozando con otros. Yo las amo.

Las lagrimas, la culpa, el remordimiento... el amor de su esposo por ellas a pesar de ser cornudas con él. No podrían creer que su esposo las perdonara. Debían estar agradecidas por un esposo como él, o seguir con su remordimiento. Algo era seguro, que cuando le abrazaron tras escuchar sus sentimientos, el calor que les trasmitió no solo las consoló, sino también les excito como él estaba excitado.

-Gracias, Issei -fueron las palabras que salieron de cada una cuando su abrazo les lleno de calor.

-No, gracias a ustedes -pensó de ellas.

Era muy perturbador este Issei. 

Casi enseguida, las llevo a la cama, desnudas así como él. Esperaban ardientes por sentir el calor sexual de su esposo tocándolas como debía hacerlo.

-Issei~ quiero que mi Issei sea quien me complazca -decía Rias tocando suciamente su vagina con las piernas abiertas su esposo.

-Yo también, danos tu amor Issei~ -Akeno se sentó sobre la carmesí, con su vaginas abiertas una sobre la otra 

Mientras las otras cinco calentaban sus cuerpos esperando que su hombre las tomara que debía ser. Presenciaron su rostro acercarse a los labios de las vaginas de sus primeras esposas.

-Pensar que el coño de mis esposas han sido usados por otros, eso me excita -en serio, tiene traumas irreparables este sujeto.

-¡Kya!~ -gimieron ambas pechugonas cuando la lengua de su esposo tocaba sus vaginas al mismo tiempo, la agresividad, la destreza y pasión con la que lo hacia era distinto a los otros hombres que las habían mancillado, era el amor por su esposas.

-Ise, se siente bien~ -dijo Rias -tu lengua revuelve mis entrañas~ -sentía que flotaba.

-El aliento caliente de Issei~ la agresividad de tu lengua, apenas empezaste y ya me siento correr~ -exclamo Akeno, su cuerpo se movía a casi convulsionar del orgasmo, como ella dijo, tan solo era el comienzo.

Lo lascivo de su acto, la agresividad de la boca de Issei devorando a estas dos, sus demás esposas querían sentir ese ardor que Rias y Akeno juraban sentir en sus cuerpos.

-Xenovia~ -de pronto Irina comenzó a besar a la peli azul, sus vaginas comenzaron a frotarse esperando su turno para que su hombre les diera su amor. Tenian que mantener la llama caliente en sus cuerpo.

-Mm~ Koneko... -Ravel también era devorada, la pequeña albina mordía y lamia los pechos grandes de la pequeña mujer.

-Ravel-chan~ -exclamo la albina.  

Las manos de ambas mujeres tocaban el tesoro de la otra deseando se consumidas por el calor de su esposo.

-Ise~ es demasiado intenso... -Rias no podía soportar mas la intensidad de su esposo.

-Mi cuerpo se siente bien, Issei~ -Akeno se derretía con cada pasada de la lengua del castaño, agresivo y caliente.

-Me vengo... ¡Ise! -al mismo son, sus primeras dos esposas se vinieron de tan solo sentir la salvaje lengua de su esposo. Aun no caía la noche y sabían que con su esposo, el día seria largo y placentero. Pero en el estado de animo y satisfacción en el que se hallaba el castaño, conocieron un lado salvaje de él que no veían venir desde hace mucho -para Ise~ mi coño esta sensible... -decían, pues la lengua de su esposo limpiaba sus manchadas vaginas tras llorar de alegría y placer.

-Issei-san~ -la voz de Asia surgió por debajo de él, luego de apartarse de Akeno y Rias saboreando el jugo de sus esposas, su miembro era lamido para una boca cálida y lasciva.

-Asia espera, mmm~ -la lengua de la pequeña rubia acariciaba cada centímetro de su miembro, la forma que le miraba mientras le felaba, ese rostro tierno en tan sucia esposa que tenia.

-Se siente bien, Issei-san~ -decía moviendo profundamente sus labios, en sus mejillas lograba verse la punta de la cosa de su esposo llenándole sus boca.

-Si... se siente bien, Asia~ -acomodo el pelo de Argento mientras seguía.

-Asia, no acapares el pene de Issei -Xenovia e Irina se acercaron molestas, como dijeron, estaba acaparando todo para si misma.

Las tres lamian con creces el pene del castaño, era una sensación magnifica, la boca de tres de sus bellas esposas chupando su miembro cuales niñas hambrientas devorando un dulce... en cualquier momento podría correrse por esto.

-Mírense, caras inocentes con tan lascivas técnicas -decía Issei disfrutando en grande el desgraciado -¿lo aprendieron chupando los penes de otros?~ 

-...Si -contesto uno de ellas, no podría definir quien de ellas pues las tres tenían su miembro en la boca que sus voces no se distinguían entre los ruidos sucios que hacían -aprendimos para disfrute de Issei~ -esto era mentira, aprendieron pero no precisamente para él, pero el castaño lo sabia.

-¿Sabe mejor el mío o el de Boris?

-El pene de Issei es mas sabroso -pudo distinguir la voz de Xenovia -es mas cálido y sabroso que el de cualquier otro~

-Issei danos tu leche, por favor~ -Irina pedía la semilla de su esposo para su boca.

-¡Kyaaa!~ -gritaron las tres al ser sus rostros bañados por la blanca semilla de su marido. El sabor era único, su viscosidad, su amor... ninguna podía comparar lo que era su Issei con lo que otros hombres le daban.

Acostando completamente sobre la cama, mientras Rias se movía de arriba a abajo recibiendo la punta del miembro del castaño hasta la entrada a su útero Koneko tenia su coño sentado en el rostro de Issei, ella se había corrido ya tres veces, pero su esposo no paraba de hacer un licuado su coño pequeño, quería tener la polla de su amado dentro, pero tan solo su lengua revolviéndole ya era suficiente para sentirse desfallecer.

-El pene de Issei es genial, no se compara con el otros~ -decía Rias mientras sus carnes sonaban cada que golpeaba salvajemente la pelvis de su esposo -...el pene de Issei es el único que me hace sentir bien~

-La lengua de senpai~ senpai~ ¡mmm! -por cuarta vez se venia la pequeña gatita.

Detrás de ellos, Akeno yacía agotada tras montar antes a su esposo hasta recibir dos veces su semen dentro, pero no descansaba. Pues Ravel lamia la leche que Issei sirvió en ella. Impaciente estaba la Phoenix por tener su parte dentro.

-Ravel, para~ -decía la masoquista -el semen que Issei tiro en mi vagina es para mi~ 

-Pero el semen de Issei sabe mejor si viene del coño de Akeno-san -decía, no paraba de saborear el fruto sembrado de su marido en su hermana.

-Aquí viene otra vez~ -Rias empezó a mover con mas fuerza sus caderas, sintiendo como la polla de su Ise se ensanchaba y crecía, apretando sus paredes vaginales con agresividad -¡lo quiero, dame tu semen Issei!... ¡SI!~ -grito al ser llenada. Ya eran tres descargas que recibía de su interior llenando a mas no poder su útero -quiero mas Issei~ 

-No seas golosa Rias, deja que las demás prueben -indico y el rostro mas que rompido por el placer que le inundaba su esposo. Se bajo de su esposo, y su coño derramo mucho de su semen, su interior no podía con tanto después de todo.

-Senpai ahora yo por favor -Koneko aunque su cuerpo ya se sentía caer por la intensa lengua del castaño, quería ser penetrada por el también. Sin escuchar su permiso, se empalo el enorme pedazo de carne en su interior. Su delicado pequeño cuerpo no podía con tanto, aun así logro moverse y complacerse -senpai~ el pene de senpai hace pedazos mi interior~ -no literalmente lo decía.

-Issei~ -la carmesí se acerco al rostro de su esposo mientras Koneko se movía.

-Rias

-Te amo Issei -se besaron mientras la albina gatita seguía con lo suyo.

Siguieron fornicando cual ultimo día de la humanidad se tratara, solamente que mas que ser cariñoso uno con el otro. El castaño era mas sodomizante con sus esposas, era mas frívolo que nunca o que alguna vez lo fuese. Era mas dominante que Boris o alguno de los hombres que traía para sus esposas.

-Aagghh~ -gemía Irina al ser sus coletas jaladas por su esposo al montarlo con su espalda a la vista del castaño, quien movía su pelvis brutalmente golpeando contra el coño de su esposa mientras las demás las miraban y deseaban ser ellas a las que su miembro le penetrara -Issei~ 

-Mírate, una mujer creyente como tu disfrutando tan suciamente del sexo con otros hombres y tu esposo -decía para humillarla pero mas bien la excitaba.

-Es culpa de Issei que sea tan sucia... mmm~ -sintió el semen de su esposo dentro.

-Mas~ mas duro Issei~ castiga mi infiel culo~ -decía Akeno mientras las manos del castaño azotaban con rudeza su trasero, rojo e hinchado se notaba esos redondo culo que tenia mientras era embestida en la pose de perra que era.

-Tu coño a sido usado por otros y aun así sigue igual de tenso Akeno, ¡eres toda una perra! -se dejo caer sobre ella embistiendo con mayor fuerza y profundidad. Todo mientras apretaba y estrujaba sus pechos que se embarraban sobre la cama.

-Lo lamento Issei, castiga a tu perra esposa por ser traviesa~

-¡Mas fuerte! Que tu pene me destroce Issei -Ravel era levantada por los brazos de su esposo mientras era pulverizada por su cosa mientras era vista como su coño era chapoteado por el pene del hombre que las desposo. Su cabello suelto, su adorable cuerpo con senos grandes para tan lindo cuerpo, pechos que eran devorados por Issei cual bebe amantándose con ellos -...¡aaaagggghhhh!

-Issei-san es tan rudo... mi interior se vuelve loca de placer -decía Asia siendo embestida de lado, una de sus piernas era levantada para que el castaño llegara mas profundo -¡mmm!~ -la descarga de su esposo fue mas grande de lo que pensó.

-Camina, muévete mas Xenovia -fuera de la cama, hacia que la peli azul caminara a cuatro con su pene empalado en su coño.

-No puedo~ tu pene es demasiado para mi coño, solo moverse... siento que voy a correrme... -decía con el orgasmo en la cara la ex creyente.

-No tienes remedio -se dejo caer para poder cogerla como debía ser. 

La sensación dominante, ser superior cuando otros hombres se aprovechaban de sus esposas luego de verlas siéndole infiel.  Escucharlas decir, que a pesar de gritar el placer que le producían estas infidelidades, que él era superior a esos patéticos hombres era lo mejor. Verlas engañarlo, escucharlas gritar de placer con otros que no eran él, verlas disfrutar era un nivel... pero hacerlas gemir hasta el cielo, proclamar que esos hombres no se comparaban en nada a como las hacia sentir él, lo hacían poner a otro nivel. 

-Abran grandes, chicas aquí va mi ultima carga... -decía mientras se masturbaba frente a ellas en la cama, quienes esperaban con la boca abierta para recibir su bendición cual sacerdote para bautizarlas con su blanca leche.

-Dánosla Issei, danos tu leche~ 

-¡Me corro!... 

Su semen se disparo cual manguera apretada que retuvo un gran chorro de agua. Las siete mujeres que desposo hace mucho fueron cubiertas por su semilla. Su rostros, boca, pechos... todo su cuerpo fueron bañados por su esposo y su leche.

La noche creció y por fin, después de bastante tiempo Issei se sentía satisfecho sexualmente y sus esposas habían llegado a un nivel de placer mas allá del que nunca imaginaron. ¿Qué era lo que había causado esta sensación tan satisfactoria? 

-Que pasara ahora Issei -pregunto Rias abrazada al brazo derecho de su hombre. Akeno al izquierdo. Irina y Asia acostadas abrazadas al torso y cadera del lado derecho bajo Rias, mientras al otro lado Xenovia y Ravel también, Koneko acostada sobre la pelvis de su esposo con su miembro agotado luego de mucha acción sin fin -pondrás fin a los videos.

-A decir verdad, me gusta verlas así me excita verlas con otros... cogerlas después de otros es muy emocionante -dijo, esperando perturbarlas pero mas bien alagadas. ¿Eso estaba bien?

-Issei-senpai es un pervertido -dijo Koneko sin poner enojo en su mirada, solo amor.

-Pero si a Issei le gusta vernos así~ -exclamo Akeno.

-Si hace que Issei sea feliz, esta bien para mi -todas concordaron, no podían procesar en verdad que su esposo les perdonara la infidelidad, que las aceptara así. Que pudieran vivir como si una relación sana fuera, hay relaciones mas enfermas por allí y tu criticas a este cabrón. 

Era un extraño amor retorcido, pero el amor que ellos ahora llevarían. Solo quedaba ver cuanto les duraría o hasta donde lo llevarían. 



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