Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Akeno Himejima

Okusama wa moto yariman - volumen 3

(Antes de comenzar, debe aclararse que esta obra esta hecho con fines de entretenimiento, sin buscar menospreciar al genero femenino, no se busca incentivar ninguna ideología o pensamiento. Todos los personajes en estas historia y partes, tendrán mas de 18 años. Se recomienda discreción y tolerancia a los espectadores, si eres menor de edad, vuelve cuando tengas la edad adecuada para leer este contenido)

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Nombre: Akeno Himejima

Edad: 30 años.

Estado: casada (6 años)

Profesión: ama de casa.

Medidas: 102/60/89

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Ha transcurrido ¿cuánto tiempo? Seis meses, ¿nueve? Tal vez un año desde que Rias, tras ser dejado por Issei a cambio de otra mujer con la que iba a tener un hijo; vivía en manos de Kouji, habitando su mundo y viviendo para complacer sus deseos carnales.

-Mas, dame más duro Kouji~ -Rias estaba en cuatro dentro de la cama de su nuevo hombre quien no le daba descanso con sus deseos carnales que descargaba en la mujer. Aunque tampoco ella quería que su instinto carnal se detuviera alguna vez.

Pero como es que había pasado de ser una mujer arrepentida de sus acciones, a ser la mujer que solamente cumplía los deseos carnales de Kouji. Rias conocía ahora el mundo verdadero en el que aspiraba a triunfar su joven estudiante, lo cual le dejo mas que perpleja, aun cuando volvió a su nueva casa.

Flashback

Después de la reunión y subasta con empresarios anónimos de todo el mundo. Kouji volvió con dos cosas a su casa durante la madrugada ese día. Una Rias incrédula por lo segundo que había en la mesa, cosa que trajo Kouji en una maleta de tipo militar.

-Doscientos mil millones de dólares -decía incrédula Rias por esta cantidad (200,000,000).

-Y eso que repartimos el dinero por igual con los otras ocho parejas -exclamo Kouji sirviéndose un trago en la cocina mientras que Rias se mantenía inmóvil e incrédula frente al dinero en la mesa -ten querida -le llevo un vaso con coñac -ven Rias -la llevo hasta el sofá de la sala -ven, brindemos.

-¿Porque?...

-Por nosotros y este dinero, por el futuro de la compañia -exclamo golpeo su copa con la de Rias y bebió, ella se quedo mirando el vaso con el trago mientras él se tomaba todo hasta secar el cristal -¿que pasa?

-Esto es a lo que te dedicas -Rias estaba incrédula -a esto se dedica la compañia Underground, vender armas a terroristas.

-Oye esas personas no son terroristas, son empresarios armamentistas -contaba -hacen armas para ejércitos.

-¿Que ejércitos? -entonces Kouji río siniestramente, preocupando a Rias -Kouji...

Se levanto del sofá, para tomar la mano de Rias, así ambos se acercaron al balcón para apreciar la vista de la ciudad.

-Dime Rias, tu que eres mi profesora, ¿Cómo crees que funciona el mundo? -pregunto mientras miraban las luces que emanaba la ciudad -¿en términos de naciones y pueblos?

-Los países son lo que mas prevalecen, no importa que cambien de tamaño o bandera -respondió como profesora.

-Eso es algo con la que las personas viven equivocadas -exclamo Kouji -Rias, no existen pueblos, no existen naciones. No hay rusos, no hay árabes, tampoco existen primeros mundos ni occidente. Existen únicamente un sistema de sistema, un multi tejido, multi variado, multi nacional dominio de dólares. Petrodólares, electrodólares, multidólares, marcos, rins, rublos, libras y séquels... Es el sistema internacional de divisas lo que determina la totalidad de la vida en este planeta. Ese es el orden natural de las cosas hoy en día. Esa es la estructura atómica, sub-atómica y galáctica de las cosas hoy en día. Esa es la fuerza que controla todo lo que hace hoy en día.

Entonces Rias había vuelto a su lugar en el sofá. Inentendible las palabras del chico para su mente. Una filosofía que no había escuchado tan de cerca.

-Me entiendes Rias -tuvo que explicar con otras palabras -en la escuela, siempre se habla del país y la democracia. Palmont town no esta bajo jurisdicción de ningún país, no esta bajo control de la democracia. Los que controlan Palmont town son: AT&T, Amazon, JP Morgan, Intel corp,  Exxon, Apple, Wal-Mart, Microsoft, y sobre todos ellos, Underground industries. Esas son las naciones del mundo hoy en día. ¿De qué cree que hablan los rusos en sus consejos de estado? Karl Marx? Sacan sus gráficos de programación lineal, teorías de estadística, soluciones minimalistas, y calculan ingresos y discrepancias de sus transacciones e inversiones, igual que hacemos nosotros.

Las palabras de Kouji dejaban perpleja a la carmesí, era ella la que enseñaba en clases, pero ahora era él quien le estaba dando una enseñanza de la realidad. Al mismo tiempo, Kouji la tomo cual princesa en sus manos para llevarla del sofá de la sala hasta su cama, donde la acento y continuo explicando.

-Ya no vivimos en un mundo de naciones e ideologías, Rias -como si tuviera una esfera en su mano le dijo -el mundo es un colegio de empresas, inexorablemente determinado por las leyes inmutables de los negocios. El mundo es un negocio, Rias; así ha sido desde que el hombre salió arrastrandose del barro -decía, para meterse en la cama y acorralar sensualmente a la mujer que robo, el corazón de Rias latía a mas de mil por segundo al verlo encimarse en ella una vez mas -y nuestros hijos vivirán... mi querida Rias, para ver un mundo perfecto en el cual no hay guerra o hambre, opresión, ni brutalidad. Todos pertenecerán a una vasta compañía ecumémnica, para la cual todos los hombres trabajarán por un provecho en común, en un mundo donde todos, sean iguales, ricos y con poder de verdad, de la cual todos los hombres poseerán una parte de las acciones. Todas las controlaran todas las necesidades, se moderaran todas las ansiedades, y la diversión jamás terminara -para entonces su mano había entrado bajo el vestido de Rias y comenzaba a jugar con su cuerpo.

-Pero... pero... -algo aun agraviaba a la carmesí -que pasara con Issei -aun pensaba en él.

-Issei es parte de ese nuevo mundo, gracias él y a cada empleado de la compañia, el mundo perfecto que mas allá de mis padres y yo anhelamos, esta mas cerca -exclamo -Rias, te elegí a ti, para acompañarme a ver el nacimiento del nuevo mundo.

-¿Por qué yo? -pregunto temerosa.

-Porque eres hermosa -dijo y comenzó a besarla apasionado -para celebrar contigo el éxito de los logros que nos acercan a la verdadera utopía.

-¿Porque conmigo? -aun se sentía vacía -hablas de nuestros hijos, pero yo... no puedo tener hijos, por eso Issei...

-Issei fue un tonto al no ver la importante mujer que desposo, honestamente; él hubiese sido mejor hombre contigo que supiera hacerte feliz, tu y yo solo hubiéramos sido amantes durante mi tiempo en la universidad. 

-Aun así... 

-Aun así no podría olvidarme de ti fácil, hubiese seguido buscándote para cometer adulterio. Yo te amo mas que Issei, conozco cada parte de tu cuerpo, cada punto sensible -sus dedos apretaban el pezón de sus pechos, mojando a Rias.

-Kouji... no puedo tener hijos -quería llorar, una vez mas vino ese dolor de Issei por ser dejada por otra solo por no poder parir.

-Yo me divertiré contigo intentando hacerlos, dudo cansarme de eso si es contigo -sonrió siniestramente.

Fin del flahsback

Kouji embestia a Rias con más velocidad siendo este momento, la última descarga que le daría a la carmesí por el momento, ella misma sabía esto.

-Vamos Kouji~ dámelo todo... Lo quiero sentir de mi~ -exclamo Rias sin parar de estar acariciando su coño mientras entraba y salía el pene de su estudiante.

-Eres tan sucia Rias... -no podía dejar de moverse tan intenso, la vista que tenía de la carmesí, las curvas de su cuerpo en tan provocativa pose era suficiente para excitar a un viejo -...dime ¡de quién eres puta!

Tiro de su pelo y vio en su rostro una expresión que reflejaba cuanto estaba disfrutando ser amada por la polla de su estudiante, su nuevo dueño y hombre.

-Soy... ¡la puta de Kouji!

-Así es Rias -la beso mientras aun tiraba de su cabello, mientras seguía dándole duro estando en la cama.

-Aquí viene~ aquí viene... ¡aaaaaahhhhhh! -grito de placer, su interior se desbordaba de placer y de la leche que Kouji.

Todo su interior ardía por el semen caliente que le había disparado Kouji como todos los días, mas de cinco veces al día. El semen se derramaba de su vagina y la cama se manchaba de nuevo con los jugos de ambos animales en estado lascivo.

-Mas, dame mas Kouji~ -decía Rias, su cuerpo estaba exhausto, mas su mente y le pedía mas de él, quería ser usada por su estudiante una y otra vez, sin descanso.

-Sera todo por hoy, Rias -aprecia el panorama que le ofrecía su mujer, con el trasero levantado mientras los labios de su vagina seguían abiertos debido al semen que seguía derramándose -mañana saldremos desde temprano para ir ver a un inversionista.

-Va a ser aburrido -hizo puchero, en verdad quería seguir sintiendo la polla de Kouji destrozándole de nuevo.

-Descuida querida, ira un amigo también a la reunión, llevara a una compañera, tal vez te diviertas con ella -sugirió y Rias entendió el mensaje. Le parecía ser una gran idea.

A la mañana siguiente, en los puertos públicos de las playas de Palmont town, entre los distintos yates lujosos anclados a estos pequeños puertos. Una mujer pelinegra, con una mirada preocupada, dado que únicamente tenia una camisa blanca deportiva dado que bajo esa camisa ocultaba el bikini muy revelador que traía debajo.

-Como es que paso esto -exclamo en su mente, su nombre era Akeno Himejima. Esposa de otro hombre, pues en este momento, iba acompañado de un joven varón que no era su pareja matrimonial.

-Vamos, Akeno-san -dijo el chico, piel bronceada hasta parecer su tono natural de piel -¿que pasa? 

-Souma-kun, no esta bien esto -Akeno quería volver a su casa, ¿Por qué estaba aquí si no quería estar?

-Tranquila será un pequeño paseo por la mar -exclamo -será muy divertido~ -abrazaba lujuriosamente a la mujer, tocando su trasero y apretando sus glúteos.

-Pero...

-Nada de peros -dijo amable -Akeno-san ha hecho cosas mas sucias antes, esto no será nada. Te divertirás mucho, te lo aseguro.

Como es que había entrado al lado oscuro que se ocultaba en palmont town. Ese mundo donde el adulterio y la lujuria corrompen a las familias hasta destruirlas, sin ningún remordimiento.

Flashback

Hace un par de meses atrás, cuando aun era una mujer respetada, o al menos Akeno en su mente aun se sentía como una mujer digna de su esposo. Ya conocía al joven con el que ahora estaba saliendo en secreto de su esposo, pero entonces, aun no sabia de sus intenciones con ella.

-¡Ah! Souma-kun -Akeno abrió la puerta de su casa luego de oír el timbre y ver que era el joven que vivía cerca de su casa.

-Akeno-san, traje lo que pidió -entrego una bolsa de mandando con varias cosas dentro.

-Gracias, Souma-kun -tomo el bolso -gracias por ayudarme con los mandados siempre. Se que eres un chico muy ocupado pero siempre has tenido tiempo para ayudarme.

-No es nada, después de todo son mis huéspedes -exclamo Souma entrando en la casa, pues era de él.

-Es todo gracias a ti, por darnos hospedaje mientras reparan mi casa con Tobio -dijo Akeno acomodando las cosas en la cocina del chico con ayuda de él.

La historia era está: Akeno era esposo de un tal Tobio Ikuse, Souma y Tobio trabajan para la empresa Underground teniendo un la misma labor que el pobre esposo de Erza, (Jellal) de buscar contratos que beneficien al futuro de la empresa y su objetivo (el dominio total del mundo). Bella se ocupaba de conseguir terrenos en el extranjero para que la industria pueda crear nuevas fábricas para todos lo que se dedicaba, y crear empleos en lugares donde hacían falta. Mientras que Souma y Tobio hacían que el gobierno del país en el que se encontraba la ciudad natal de Underground industries, tuviera su influencia para controlar al gobierno y ya no el gobierno controle lo que debe hacer la empresa. Tobio conoció a Souma en la empresa y se volvieron amigos al poco instante, tanto que cuando se presentó la necesidad de re sanar la casa Souma con gusto les dió hospedaje dado que así, se presentsria la oportunidad que tanto quería Souma Yatsu.

Esa noche, luego de cenar los tres habitantes de la casa o más bien mansión; escuchaban que Tobio fue reasignado a una división de la empresa.

-¿Viajaras al extranjero? -pregunto Akeno, apenas oyó a su esposo.

-Al parecer uno de los chicos esta pasando por momentos dificiles y necesitan que alguien termine en conseguir los papeles de territorio en las Filipinas. Los jefes quieren que yo sea su sustituto para obtener los permisos del gobierno del país para que la empresa pueda entrar al mercado de su país -conto el hombre.

-Se suponía que sería yo quien iría a suplir a Jellal, pero los directivos tomaron la decisión a último momento. Quieren que sea Tobio quien vaya al extranjero -dijo Souma, aparentemente disgustado con la decisión de la compañía en la que su padre le dejaba un puesto de trabajo libre.

-Querido... -no quería que su esposo se vaya por mucho tiempo.

-Tranquila Akeno, solo estaré fuera por unos cinco días y volveré, me gustaría que fueras conmigo, pero el trabajo no pagara el boleto de no sea de la compañia -comento su marido -además, tienes que quedarte para recibir la casa cuando se halla reparado. Souma, será que puedas cuidar a mi esposa hasta que vuelva.

-Descuida estará bien conmigo, nos divertiremos Akeno-san ¿verdad? -le sonrió el muchacho. 

-...Si -dijo la pelinegra, ocultando su inconformidad. Aunque parecía agradable, quedarse con otro que no era su esposo le parecía un poco... le parecía mala idea.

Cada vez mas, se aproximaba el tiempo esperado para estar con la esposa de su nuevo amigo, para quitársela.

A unos dos días, Tobio fue recogido por un taxi del aeropuerto y despedido por su esposa y su amigo. Una pequeña maleta en mano y otra en la espalda con ropa para usar en su tiempo fuera del país.

-Volveré pronto amor -despedía de su esposa con un beso frente a su amigo. Sin que ellos lo vieran, Souma miraba con odio por no ser él quien besara tan suaves labios de esa mujer -te llamare cada noche.

-Yo también te extrañare -sonrió la Himejima, observo como su pareja se alejaba hasta subirse al taxi, e irse por la calle hasta perderse entre los demás autos de la avenida. 

-Bueno -miro Akeno de forma incomoda a Souma -¿que planeas hacer?

-Pues... había quedado con Tobio para ver una película al cine, ¿quieres ir? -pregunto.

Eso le pareció una idea relajante, tal vez ver una película que pudiese ser, descubriera un lado sentimental o infantil en el chico que le parecía serio y amable, era una idea tranquila... o no.

-¡Aaaaahhh! -grito Akeno, así como media sala de cine al estar viendo una cinta de terror en 4D, Anabelle 2 -sabia que no debíamos venir.

-Venga es graciosa -él era uno de los pocos que se divertía con esta película en la sala.

-Claro que no -se había abrazado a Souma mientras el terror en la pantalla seguía pasando a todo dar -¡Hmm! avise cuando termine. 

Souma lo estaba disfrutando, pues mientras ella lo abrazaba para no ver a la muñeca diabólica en acción, Yatsu acariciaba uno de sus pechos cubiertos por ese vestido rojo sin mangas y con una gran escote que revelaba de Akeno, sentía mas miedo que la mano de Souma tocando su cuerpo. Era realmente una buena película.

-Perdón, pero la verdad Tobio y yo queríamos ver esa película -luego de horas, por fin termino para Akeno, estaba molesta con él -te lo compensare, quieres que te compre algo, adelante, dejare mi cartera a tu deseo.

Eso le pareció provechoso para Akeno, seria su venganza por llevarla a ver una película de terror sin avisar. Tal solo en media hora, Souma tenia las manos llenas de bolsas, de vestidos y cosas ostentosas para esta mujer. Iban de tienda en tienda por la plaza, su billetera no tenia fin, pero la fuerza de sus brazos se le estaba acabando.

-Cuantas tiendas mas piensas hacer pasar -exclamo Souma, ya ni siquiera quería caminar. 

-Eso es lo que pasa por llevarme a ver una película de terror, Souma-kun -exclamo -aunque creo que ya sufriste suficiente.

-Bien, volvamos a casa entonces -se detuvieron frente a una tienda.

-Tengo pensado algo mejor -sonrió pacíficamente -tómalo como un premio de consolación.

¿Consolación? A que se referiría con premio de consolación, lo termino descubriendo en menos de cinco minutos cuando entraron a esta ultima tienda.

-Que te parece, Souma-kun~ -Akeno salió de un probador, teniendo puesto un juego de lencería modesto color café.

-Eh.... -Yatsu estaba estupefacto ante lo que sus ojos veían, ya sabia que la esposa de Tobio era hermosa, pero ver mas de su carne, su figura; era demasiado para su nariz, su mente y su entrepierna.

-Jajaja, que graciosa expresión pusiste Souma-kun, debes poner la misma expresión cuando ves a tu novia en ropa interior -dijo, mas el chico no tenia ninguna novia -ya en serio, dime se me ve bien, porque me apreta un poco -se dio la vuelta, la pelinegra sentía su piel apretada por detrás, donde el brote del sostén se cerraba.

-Si, se te ve un poco ajustado -por delante, vio con mayor expectativa sus senos, por detrás una imagen muy sugerente.

-Bien, creo que mejor me lo quito -entro de nuevo al probador y cerro la puerta, quiso quitarse la ropa pero hubo problemas -ay no, creo que se atoro -por mas que intentaba, no podía quitarse el brasier.

"Dios es demasiado hermosa" pensaba Souma luego ver el cuerpo de Akeno "como me gustaría quitarle toda esa ropa y comprobar si esos pechos son reales" se imaginaba a si mismo, mordiendo y chupando los senos de la esposa de su amigo, mientras ella gemia su nombre de placer -jejeje...

-Souma-kun -se asomo la mujer con cautela a través de la puerta -puedes ayudarme por favor... 

Aprovecharon que casi nada de gente había en el local, ni cerca del área de probadores, para estar de la puerta del pequeño cuarto donde estaban para que le ayudase Yatsu a desatorarse la ropa interior.

-Date prisa si no alguien... -entonces paso el peor de los escenarios.

-Crees que me quede bien -exclamo una voz femenina, una voz adolecente seguida de otras voces colegialas.

-Ay no, ¡entra Souma! -al ver que mas de cinco adolecentes con ropas distintas entraban en donde ellos estaban, Akeno jalo del brazo del muchacho para terminar encerrándose junto a él en ese pequeño probador; mientras esas jovencitas usaban los probadores de los lados para cambiarse.

-Oye Akeno... -era incomodo, el espacio era para uno, no para dos personas en un probador, estaban pegado al otro, frente a frente; solamente que ella la tenia en ropa interior delante suyo.

-No hables fuerte sino nos descubrirán y mal pensaran de nosotros -hablo en voz baja la mujer.

Mas que hablar, no podía pensar, la tenia tan de cerca y con la vista que tenia con lo hermosa que era Akeno, impedir que su cuerpo se moviera correctamente era demasiado.

"No solo tiene un gran cuerpo, sino su olor es... excitante" pensaba Souma mirando el ángulo oscuro entre los senos de Akeno.

"Porque paso esto, porque tire de él" se sentía culpable de la situación en la que estaban "sino fuera porque decidí traerlo a esta tienda y poner ropa sexy delante de Souma-kun, porque hice esto para empezar... será porque Tobio no me ha tocado en los últimos meses"

Mas era la culpa que pasaba por Akeno, llevaba seis años casada con Tobio pero en todo este tiempo, la copulación era poca entre ambos, ni siquiera han tenido hijos hasta esta edad en su matrimonio. ¿Era la desesperación que sentía su cuerpo por atención lo que había hecho tirar de él a pesar de tan comprometedora situación?

Entonces un nuevo problema agravio la situación, sin aviso alguno, el broche del sostén se rompió, y de un segundo a otro, cayó a los pies de ambos.

-¿Eh?... -fue la expresión de ambos, para luego Souma ver, por fin y confirmar con solo sus ojos, que los pechos de Akeno eran naturales, naturalmente brutales. 

-No mires -exclamo justo cuando las adolecentes de afuera reían entre ellas mientras seguían probándose ropa por aparte -Souma-kun cierra los ojos.

Al final fue ella quien se dio la vuelta, Akeno tapo sus pechos mientras le daba la espalda a Yastsu, esperando únicamente que esas pubertas se fueran para acabar con tan incomoda situación.

"Maldición" no podía evitarlo, pero ya estaba duro y su polla quería explotar "Akeno-san es mas erotica de lo que pensé, no creo poder resistir mucho tiempo.

Con su miembro endurecido por ver el cuerpo de la mujer, despacio se acerco y froto suave su empalme contra el trasero de Akeno.

-¿Eh?... -sintió algo duro, redondo y caliente frotándose contra su culo -¿Souma-kun que estas haciendo?

-No puedo esperar mas, eres demasiado candente Akeno-san -revelo lo que en sus pantalones despertó -mira como me has puesto.

-Pero... Souma-kun -dijo sin dar la vuelta y mirarlo a la cara, miraba hipnóticamente su duro y gran pene joven.

-Eres demasiado hermosa Akeno-san -las manos de Souma fueron a por los pechos enormes de la mujer, las empezó a frotar y acariciar cual amante desesperado -no sabes cuanto tiempo he esperado por tenerte desde que te conocí gracias a Tobio~ 

-Detente, Souma-kun... aquí no... por lo menos, volvamos a casa... -su cuerpo se calentaba de solo sentir el pene del bronceado chico frotándose contra esa braga que se había puesto de prueba, la cual se mancho del liquido pre seminal que liberaba su pene. Así como se ponía cachonda de sentir las manos fuertes del chico acariciando sus pechos.

-No -una de las manos de Yatsu, soltó el pecho de Akeno, para bajar por su cuerpo y acariciar con delicadeza su coño húmedo, preparándolo para él -te quiero hacer mía Akeno-san, aquí y ahora~ -decía al oído de la mujer.

-Pero... soy la esposa de tu amigo... -le recordó. La polla de Souma se frotaba bajo los labios vaginales de su cuerpo.

-Eso, es lo que mas me excita -la penetro hasta lo mas profundo.

-Mmm~ -gimió, de no ser por la mano de Souma, las colegialas de afuera hubieran escuchado su gemido fuerte y claro.

Con una mano en la boca de Akeno, y la otra levantando su pierna para empujar su polla mas adentro, Souma se movía de una forma que la esposa de su amigo no había experimentado con su esposo antes.

-Detente Souma-kun, esto no esta bien -bajo la mano del moreno, ella podía seguir hablando y él le entendía -que dirá Tobio cuando se entere.

-Olvida a ese tonto -dijo mientras metía mas y mas, su polla en su húmeda y chapoteante vagina -puedo verlo en tus ojos, Tobio no te ha tocado desde hace tiempo ¿o si? Se cuando el cuerpo de una mujer esta necesitada de atención, en especial de una casada.

-¿De que hablas? -hablo bajo.

-Hablo... de que las mujeres casadas me encienden, sobre todo las que son como tu, aquellas que su marido no les da la suficiente atención -pego el cuerpo de Akeno contra la pared, sus senos se embarraban sobre la madera pulida y fría. Era un choque térmico entre sus pechos calientes y el frio del aire acondicionado.

-Dices... que ibas detrás de mi, ¿solo para follarme? -aunque quería resistir la sensación, el cuerpo de Akeno se estaba sintiendo bien al ser cogida luego de mucho por un pene de nuevo, un mas agresivo, largo y profundo que el de su esposo.

-Te quiero hacer mía Akeno, desde la primera vez que te presento Tobio a mi, diría que fue amor a primera vista -exclamo, su miembro se ensanchaba profundamente en la vagina de Himejima -espere una oportunidad para poder tenerte para mi, sin que tu marido nos interrumpa.

-¿Que dices? -pregunto, mientras gozaba sin admitirlo.

-Yo fui quien asigno a Tobio para irse lejos de la ciudad y quedarme contigo luego de ofrecerles asilo por el problema de su casa -su rostro estaba posado detrás de cuello de Akeno, oliendo su sudor que por alguna razón despertaba el perfume en su cuerpo ante sus narices.

-Que... -su cuerpo se sentía demasiado bien cada vez que entraba y salía el pene de Souma en su interior -que dices. Eso es... cruel... -quería gemir de placer, pero el lugar y la situación no le permitían en la conciencia -soy... soy la esposa de tu amigo.

-Eso solo lo hace mas excitante -llevo sus labios a los de Akeno y comenzó a besarla de forma pasional, mientras las voces de las jóvenes de los lados seguían opacando sus ruidos.

"Que esta sensación" pensaba la pelinegra mientras su cuerpo empezaba a arder de placer "esto no es correcto, mi cuerpo comienza a ceder al placer que me da otro hombre..." 

Seguían allí las adolecentes, sin siquiera saber entre esos probadores, dos adultos estaban cometiendo pecado. Mas no le preocupaba ser descubiertos por ellos, le preocupaba admitir que estaba gozando de tener sexo con Souma y no su esposo.

"...No puedo mas" el placer corrompió su cuerpo "perdóname querido, ¡pero me voy teniendo sexo con otro hombre!"

-Voy a venirme, Akeno-san... -era tal y como esperaba, la sensación que envolvía su pene cada que lo empujaba dentro de ella -voy a llenarte con mi semen...

-Dentro no... todo menos dentro... mmmmmmm~ -gimió al tapar su boca para no ser escuchado. Pues cuando Souma libero su semen en su interior, Akeno se corrió después de ese placer inesperado tras no experimentar sexo con su esposo en los últimos meses.

-¿Que fue eso?

-¿Que cosa? -dijeron algunas de las jóvenes, parecían haber oído el sonido lascivo que broto de la boca de Akeno, mas parecía ser una ilusión de sus oídos, pues no todos escucharon el sonido que una de ellas dijo escuchar.

-Me... me vine con el pene de otro... -decía con la poca fuerza con la que le dejo Souma estando de rodillas contra la pared, mirando hipnóticamente el aun duro pene del chico.

-Akeno-san -exclamo débil, para luego la boca de Himejima y meter casi por completo, su miembro en su boca.

Le hizo una felación antes de volver a casa, sin saber por nadie en la tienda que estos dos habían tenido sexo dentro de uno de sus probadores de ropa. En la ducha, Akeno se limpiaba el cuerpo, eliminándose el aroma de Souma de su coño, su cuello... de todo su cuerpo.

-Que fue lo que paso -decía mientras la culpa en su cara era opacada por su pelo que se mojaba por el agua de la regadera -esto no pudo pasar -de quien era la culpa, de él por ver lo hermosa que era Akeno desde un principio, o de ella por llevarlo a esa ultima tienda donde le mostro su cuerpo únicamente con un juego de lencería que termino comprando tras mancillarlo -que debo hacer.

-Akeno-san -escucho la voz de Souma dentro de la regadera y vio al chico, entrando desnudo al baño donde ella.

-Souma-kun no debes que estar aquí... -tapo su cuerpo con sus manos y tras dar unos dos pasos hacia atrás, el chico la tomo en sus manos así comenzó a besarla con lujuria, deseo y pasión, sobre todo deseo -...detente por favor... esto no esta bien -decía Akeno, sintiendo de nuevo las manos agiles del chico tocando su cuerpo hasta ponerla cachonda de nuevo.

-Entonces porque no me detienes -exclamo, estando cara a cara con la esposa de Tobio -si no quieres esto empújame. No lo hiciste ahora ni cuanto lo hice contigo en el probador. 

 -Eso fue porque...

-Dime, cuando fue la ultima vez que Tobio te hizo sentir bien -tomo a la mujer de su hombros mientras el agua de la llave seguía cayendo sobre sus cuerpos desnudos.

-Tobio y yo, no hemos tenido sexo desde hace unos meses -dijo con su mirada lejos de Souma, era algo que no quería decirle a nadie, ni siquiera a él.

-Y dime, quien te hizo sentir mejor, yo o Tobio -hizo una nueva pregunta.

-No puedes preguntar eso, Tobio es mi esposo él... él -decía, mas al hablar de su esposo, ella misma se quedaba atorada en sus palabras. 

-Yo puedo darte mas satisfacción que Tobio, Akeno-san -solo dame estos cinco días y veras que soy mejor que tu esposo -abrazo al a mujer y pego su cuerpo al de él, untando de primera mano sus suaves y almohadazos pechos.

-De ninguna manera yo... ¡aaahhh!~ -entonces sus senos fueron devorados por la boca de Yatsu, parecía ser un niño, un bebe; buscando alimentarse de los pechos de su madre, pero por la forma en la que le hacia, la agilidad de su lengua y la fuerza en sus dientes, le excitaban -se siente... se siente~

Aunque su boca había dicho que no, su cuerpo decía a gritos que si. Quería ser tomada por un hombre, aunque de preferencia que se tratase de su esposo, Souma no era un chico que no pudiese complacer mas su deseo.

-Cuanto mas piensas morder mis pechos -decía Akeno, negándose a aceptar que él le hacia sentir bien, habían salido del baño para llevarla hasta su cuarto con Tobio para poder follarla como debían. Yacia sentada sobre la pelvis de Souma con su polla enterrándosela profundamente en su vagina, no lo notaba; pero las caderas de Akeno se movían al mismo ritmo que las caderas de Yatsu.

-Siempre quise chupar estos senos tuyos, Akeno-san -mordía, chupaba y jugaba con ambas mamarias de la mujer en su boca -me sorprende que aun sin tener hijos, tengas unos senos ta brutales y deliciosos.

-Cállate... -se apenaba con las palabras de Souma -cuanto tiempo mas piensas follarme, te corriste dos veces cuando estuvimos en esa tienda, y aquí en tu casa... 

-Te follare hasta el cansancio, Akeno-san, voy a demostrarte que soy mejor que tu marido -la derribo sobre la cama, continuando sus embestidas fuertes contra el coño húmedo de Himejima -voy a follarte tanto que cuando vuelva Tobio y tengan sexo, no podrás olvidarme...

-Eso no... no ocurrirá -dijo Akeno, ahora era embestida en medio de pose de perrita. Ocurrió entonces algo que olvido de su esposo cual le dijo esa mañana antes de irse -espera Souma-kun, Tobio esta llamando... 

-Respóndele, yo no me voy a detener -exclamo, empujando mas adentro su miembro en Akeno con sus manos tomando sus pechos que parecían mas ser bolsas de agua.

Con dificultad, tomo Akeno su celular en la mesita junto a la cama, respondiendo con duras penas a la voz de su esposo.

-Querido... como estas -decía Akeno, intentando aparentar que no estaba follando con su amigo -todo esta bien... Souma-kun... Souma-kun esta bien, me estamos haciendo ejercicio eso es todo -le habían preguntado, pues le escuchaba agitada -te extraño querido... es que ha pasado mucho y alejarte, escuchar tu voz por teléfono me pone cachonda~

Eso cabreo mucho a Souma, quería que Akeno fuese de ella nada mas, que olvidara a su marido, de una u otra forma lo iba a conseguir.

-Te voy a embarazar Akeno -la llamo solamente por su nombre.

-¿Que? que haces -le quito su teléfono, colgó y lo apago, arrojándolo lejos de ellos, para no ser interrumpidos de nuevo. Iba por las buenas para tomarla como suya, pero si tenia que ser rudo, lo seria -Souma-kun... te estas poniendo demasiado rudo -el pene de Souma se movía mas agresivo en su interior.

-¡Te voy a llenar Akeno! -unas embestidas mas profundas, mas y el chico se corrió de nuevo en el interior de la pelinegra.

-¡Aaaaaahhhhhh! -grito de placer, era demasiado semen lo que entro en su coño esta vez -eres cruel, souma-kun... -pensó que seria el final -es, es broma, debe ser broma -vio que seguía duro el pene del bronceado chico, mas vivo que nunca.

-Cinco días -dijo Yatsu, metiendo su cosa dentro de ella sin dejarle dar un respiro -cinco días y tu esposo vuelve, hasta entonces te follare día y noche, Akeno, y me dirás quien es mejor para ti, tu esposo o yo... dirás quien es dueño de tu placer.

Fue el comienzo de la caída para Akeno Himejima. Cinco días, de placer y culpa invadieron a la mujer. Tal como prometió, sin descanso o poco descanso, Souma cogía sin piedad a la esposa de su amigo, quien no le quedo mas que congeniar con él bajo sus reglas. De todo le hizo, en todas las posiciones del Kamasutra y fuera de él, por toda la casa. El día tiene veinticuatro horas, ocho de ellas dormían, doce de ellas se la pasaban follando, las otras cuatro eran para comer o cosas menores. Mas en ninguno de esos días, Akeno admitió que el chico era bueno, no pensaba hacerlo, y Souma sabia que no pasaría así, tenia que esperar a que el esposo de la peli negra regresara.

-Tobio~ -decía caliente dormida junto a su marido tras volver después de lo prometido, esa noche, ella y él habían tenido sexo "...porque no puedo parar de tocarme" su esposo dormía a lado suyo, lo había hecho con él ese mismo día que llego sin importarle que su amigo estaba dormido a un par de metros que ellos, sin embargo después de lo que gozo con Souma sin admitirlo, el cuerpo de Akeno quería mas de ese rudo sexo que le dio él -perdóname querido, pero mi cuerpo necesita esto.

Siendo horas de la madrugada, Akeno salió del cuarto vistiendo ese corpiño rojo transparente sin ninguna ropa intima debajo de ella, entro en el cuarto de Souma cuando el aun no podía dormir, tan solo un día y de nuevo quería tener el cuerpo de la esposa de su amigo consigo otra vez. En pocas palabras se estaba masturbando pensando en Akeno.

-Souma-kun -entro despacio sin hacer mucho ruido, tomando por sorpresa al chico, viendo eso que quería ella, comenzando a desear profundamente ese pedazo de carne que Souma tenia entre sus piernas -creo que me estabas esperando... -entonces cerro la puerta con seguro y delante de él, se quito su corpiño.

La casa fue reparada en un mes después, en ese tiempo e incluso después de él, Akeno se volvió amante, sumisa a los deseos de Souma, sintiendo únicamente placer con él. Sabia que no estaba bien, pues cada vez su deseo por su cuerpo se volvía mas... sadomasoquista. Una vez la llevo a un motel donde cuerdas y juguetes bondage le esperaban a la Himejima, sin embargo ahí dejo salir su lado lascivo a todas luces. Era una masoquista, se dejo controlar por los deseos de Souma.

-Mas~ pégame mas~ castiga a esa puta infiel con tu polla~ -cosas como esas salían de la boca de Akeno cuando estaba con Souma en ese motel temático, con un corset negro erótico mientras estaba atada de manos en la espalda con el miembro del chico en culo mientras un juguete sexual giraba rápido en su chorreante vagina. Todo, mientras le pegaba con un látigo masoquista. 

Fin del flashback

Actualmente, Akeno junto a Souma estaban el yate junto dos hombres mas y una mujer mas, Rias. Quien llevaba puesto un mono bikini color magenta sobre su cuerpo, sus pechos y trasero estaban demasiado expuestos, era cuestión de dejarse caer los tirantes del atuendo para que ella estuviese desnuda en ese bote. En cuanto a Akeno, la mujer tenia puesto un microbikini color verde el que apenas si podía cubrir sus pezones de sus pechos, el delgado hilo apenas si cubría su trasero y coño, eran dos joyas preciosas las que andaban en este yate en alta mar, lejos de la costa así como de cualquier otro curioso.

-Tu eres la novia de Kouji... -tenia miedo de lo que iba a pasar en ese bote.

-Novia, si. Pues, aunque en realidad soy su puta -exclamó Rias sin pena ni gloria, pero si una rara sonrisa en su cara.

-¿Puta? -quedo confundida Akeno.

-Yo era como tu querida -decía sin pena, la mente de Rias se había corrompido -engañaba a mi esposo con Kouji-kun hasta que azares del destino me mostraron mi camino como la herramienta del placer para Kouji, y muy pronto tu también lo serás para Souma-kun.

-De que me estas hablando -esto ponía asustada a la pelinegra.

-Pronto lo sabrás Akeno, descuida, somos varias en este camino, siempre nos estamos divirtiendo -exclamo -tranquila, también tu te divertirás, por el momento porque no sentamos a disfrutar del sol.

Dos camastros habían en el gran yate, ambas se sentaron donde dos copas cocteleras con bebidas tropicales con alcohol les esperaban. Rias parecía haber aceptado su nueva vida y se adapto con mucha facilidad. En cuanto a Akeno, aun le costaba aceptar el nivel bajo al que había caído. Obstante por dentro de la cabina del bote, los dos jóvenes dueños de ambas mujeres trataban de convencer a un importante político de unirse en beneficio a su causa.

-Que dice, senador; con usted de nuestro lado, el cambio de la próxima reforma traerá muchos beneficios a todo el país -decía Souma luego de presentarle los beneficios que podía dar su compañia al país en el que Underground industries tenia su cede. 

-Es muy bueno lo que ofrecen, pero necesito pensarlo -decía -muchos en el senado no están de acuerdo con ustedes tomando el control de casi todo en el país, pero ahora ustedes uniéndose a la política...

-Es el comienzo de un nuevo mundo, senador; los democratas y republicanos viven creyendo que está nación es nueva, es tiempo de aceptar el verdadero rumbo del mundo, puede ser parte de él o no -le recordó Kouji.

-No lo sé -parecía indeciso en hombre casi cincuenta años -es demasiado bueno la ambición que proponen -exclamo el senador.

-No volveremos a tierra hasta que nos de una respuesta senador -dijo Igawa -porque no va a la cubierta, tal vez el paisaje le den una respuesta.

¿Cuál paisaje? El mar abierto y profundo, donde pudiera haber un tiburón abajo esperándole acaso. No, otro paisaje le esperaba, tan solo salió a la cubierta y allí estaban ambas mujeres semi desnudas con esos bikinis demasiado reveladores. Viejo y casado, no pudo evitar mirar a las dos jóvenes mujeres que se asoleaban a plena vista. Solo dió un vistazo y se pegó al barandal para mirar al agua marina.

-Seguro que él es necesario para que entremos a la política -dijo Souma preocupado.

-Necesitamos el voto de ocho senadores por lo menos para que la ley que nos beneficia entre en juego -decía Kouji, mirando con su amigo desde dentro de la cabina del timón -con él, solo necesitaremos convencer dos senadores más.

-La mostramos dinero y los beneficios que tendrá si se une a nosotros, ¿que mas podemos ofrecerle? -pregunto Souma.

-Aun no le hemos mostrado todos los beneficios, Yatsu -Kouji sonrió a su amigo, ambos hablaban el mismo idioma, así que sabían que mas podían hacer para convencer a este político de estar de su lado.

El moreno estudiante miro por el cristal hacia la cubierta donde su novia estaba acostada en el camastro asoleándose con lentes de sol sobre sus ojos. Un gesto de su cara y Rias entendió la señal, lo que debía hacer ahora.

-Hey Akeno -la otra navegante quería intentar dormirse bajo la luz del sol, de la cual se protegía con una sombrilla en la mesa fija entre ambas donde sus bebidas descansaban -quieres que te ponga bloqueador, no querrás quemar tu piel o si~ -decía sugestivamente, muy cerca de ellas, el senador escuchaba y miraba de forma discreta lo que ellas hacían.

-...Esta bien -dijo, no le parecía una mala idea, pero con el hombre desconocido cerca, le parecía mala idea -pon un poco en mi espalda -dijo y se dio la vuelta sobre el camastro.

Las intenciones de Rias eran otras, primero unto un poco del bronceador sobre la espalda baja de Akeno, y muy pronto desatar el sostén que esta tenia puesta para llevar sus manos a esos senos que por poco; eran mas grandes que los suyos.

-¡¿Rias que haces?! -no se espero esto la pelinegra.

-Como que: ¿Qué hago? no es obvio, tus senos tampoco querrán terminar bronceados -Rias apretaba y manoseaba sus pechos cuales globos eran.

-Espera Rias, no muevas tus manos así -se estaba excitando de ser tocada en sus pechos, pero por alguna razón le excitaba mas que un desconocido hombre le mirase la hacia ponerse caliente.

La carmesí detuvo sus movimientos para sacar sus pechos por encima de su monokini, echándose encima un chorro de bloqueador solar, esa crema blanca que dejo caer sobre su piel parecía mas otra cosa que bloqueador dado la forma que se la dejo caer Rias.

-Vamos, porque no pones un poco de bloqueador en mi cuerpo también -comenzó a estrujar sus pechos embarrándose la crema protectora para la piel. Como si fuera la crema que Kouji le daba por dentro a diario lo que tenia embarrado en sus pechos.

Akeno no entendía que estaba pasando, pero algo era claro; Rias era en verdad una puta ante sus ojos. Sin haber escapatoria, Himejima acepto su juego, dejando que la carmesí se acostara sobre, comenzó a untar sus pechos cubiertos por el bronceador contra los suyos mientras la crema blanca se embarraba por igual sobre el cuerpo de ambas. Desde dentro de la cabina, ambos dueños de esas bellezas miraban el espectáculo esperando la llegada del segundo acto para que ellos entraran, pues el primero era para ese senador indeciso que necesitaban poner de su lado para la próxima votación en la cámara.

El viejo no pudo aparentar mas, ya estaba mirando plenamente el espectáculo lésbico que estas dos estaban armando. Primero sus senos, luego sus coños.

-Se siente bien verdad, Akeno~ -exclamo Rias, para hacer que los labios de su vagina besaran luego de conseguir desamarrar la braga del bikini de Akeno. 

Era demasiado el espectáculo para el hombre, era casado y fiel a su esposa, respetuoso con las damas. No es que fuese cristiano o así, pero jamás pensaría en mirar a otra mujer que no fuese su esposa, mas el pecado que estas dos le tentaban. Quería alejarse pero era un barco, no tenia a donde huir el senador.

-Para Rias~ -estaba gozando de esto -si no yo...

-Aun no querida -se detuvo Rias, acostándose levemente sobre la pelinegra -a donde va senador~ -volteo a ver al hombre que ya estaba por alejarse -sabe que quiere unirse a la diversión -Rias levanto su trasero, meneándolo a la vista del hombre -adelante, su esposa no va a enterarse~

La excitación era demasiado para su entrepierna del hombre, el cuerpo de estas dos eran demasiado para sus ojos. No podía resistir.

-Vamos~ usted sabe que quiere~ -el coño mojado de Rias fue penetrado por este hombre sin pronunciar una palabra mas -¡aahhh!~ se siente bien verdad, cogerse el coño de una mujer ajena...

No la tocaba mas de lo que su miembro dentro de ella le estaba agarrando.

-¿Que es esto? -pregunto la pelinegra mientras su cuerpo se movía por causa del cuerpo de Rias, cumpliendo la segunda ley de newton. Todo lo que se mueve intentara mantenerse en movimiento -porque mi cuerpo se pone caliente.

-Venga... deme su semen de viejo... mmm~ aaahhh~ -gimió Rias al sentir como su interior era llenado por el semen de este político. No era la misma cantidad que la de su Kouji, ni siquiera el tamaño lo podía comparar, pero esa mañana no había tenido sexo con su chico y acostumbrada a ser penetrada día y noche en cualquier momento por Kouji, pues... -eso se sintió bien.

-...Si -exclamo el senador, dando unos pasos lejos de Rias con el corazón acelerado luego de cogérsela.

-Fue bueno ¿no? -apareció Kouji y Souma, Akeno y Rias no le dieron importancia a la aparición de sus dueños, bueno Akeno tal vez -imaginese tener una amante como ellas solo para usted senador. 

-Se... se sintió bien pero.

-No tendrá que preocuparse por nada, ni por su esposa ni por su imagen senador -decía Souma -me dijeron que incluso en un par de años se retira, que piensa comprarse una casa cerca del mar en los ángeles, no seria mejor... uno en las playas de Cannes, ese si es un paraíso en la arena -Francia -podemos dársela, solo tiene que votar que si en la próxima reunión de senadores por la ley de integración de la nueva acta de reforma energética.

Lo pensó solo unos segundos, corrompido por la lujuria luego de disfrutar por un momento el cuerpo de una mujer como Rias, no pudo oponerse mas.

-Bien, me convencieron. Estoy con ustedes jóvenes -dijo el senador -ahora, me gustaría volver mi vuelo despega en una hora.

-Descuide eso también lo tenemos previsto -exclamo Kouji.

En menos de cinco minutos, un helicóptero de la compañia apareció por el horizonte, y se acerco controladamente al yate para recoger al hombre, llevándoselo a su vuelo. Consiguiendo así otro mas para su causa.

-Salió como lo planeamos -exclamo Kouji luego de ver que helicóptero se fuera.

-Lo hice bien, Kouji~ -pregunto Rias, andando desnuda por allí cerca de ellos.

-Lo hiciste bien, Rias -abrazo a la carmesí poniendo sus manos en su trasero solo para besarla cual amantes eran.

-Verte así me puso caliente Akeno-san~ -Souma también quería ponerse cariñoso con su amante, pero no iba a pasar.

-No me dijiste que me ibas a prostituir -dijo Akeno, asustada del chico.

-No te prostituí.

-Claro que si, me trajiste para ofrecerme a ese hombre -estaba asqueada de Souma, por un momento pensó que seria una aventura carnal pasajera con él, pero era algo mas.

-Si eso fuera desde hace tiempo te estaría llevando a con otros hombres Akeno -decía Souma cabreado por la suposición de la mujer -que la novia de Kouji sea traviesa no es su culpa o que tu te hayas vuelto traviesa.

-Dejame, no quiero verte -grito Akeno.

-Es una pena, pensé que podríamos ser amigas -dijo Rias -oh bien, mas para mi -Souma se junto donde Kouji, solo para que la mano de la carmesí comenzara a frotar su entrepierna al igual que la de su amigo -la pequeña polla de ese viejo solo sirvió para ponerme caliente~ -se agacho entre ambos varones -ya era demasiado bueno saber que la polla de Kouji me esperaba, pero también la polla de Souma-kun~

Saco los miembros erectos de ambos por encima de sus pantaloncillos de playa, y empezó a chuparlos cuales paletas dulces se trataran.

-Mmmm~ -gemía Rias teniendo a dos hombres bien dotados solo para ella. 

-Su boca se siente bien, vaya que la has entrenado... -exclamo Souma siendo su polla la primera que fuese probada por la boca de la carmesí, mientras que en su mano derecha, pajeaba la polla de Kouji.

Desde atrás, Akeno veía estupefacta como la carmesí comía ambos penes no por el espectáculo de esta zorra, sino porque uno de esos hombres... le pertenecía. Uno de esas pollas le pertenecía, así como su cuerpo le pertenecía a ese pene.

-Que haces... ¡detente! -desnuda también, se acerco y quito la polla de Souma de la boca de Rias -solo yo puedo chupar la polla de Souma-kun -solo dijo eso y empezó a devorar fervientemente su masculinidad.

-Espera Akeno... estas chupándomela muy fuerte... -no le importaba, si le iba a dar su semen solo a ella.

-Eso, sigue así Rias y te daré tu premio -decía Kouji gozando de la boca y lengua de su novia que tenia entrenada -¡trágalo todo Rias! -puso sus manos en la cabeza de Rias y empezó a embestir fuertemente hasta correrse y verla limpiar todo su pene sin escupirlo de la boca.

-¡Me corro Akeno! -grito y se vino en toda la boca de la pelinegra, mas ella no pudo como Rias y termino escupiendo el pene de Souma a mitad de corrida, haciendo que cayera parte del semen sobre su escote.

-Te... te viniste mucho -exclamo mirando atónita su cuerpo impregnado de semen.

-Mírate -hablo Rias -eres igual de zorra que yo, solo que yo soy la zorra de Kouji, su pene es el único que puede complacerme -se subió de nuevo al camastro puesta en cuatro y sin haber esperado, su estudiante estaba penetrando su cuerpo de la forma animal que la había corrompido -si~ -las paredes de su coño se habían moldeado al pene de Kouji -vamos únete, el sexo se siente tan bien aquí~

Le estaban diciendo que se volviese zorra también, el mundo del placer tenia corrompida a Rias y ahora corrompería a Akeno.

-Vamos Akeno, acepta tu nueva personalidad -decía Kouji cuando ella se había puesto de pie, para tomarla desde atrás, agarrando sus pechos, embarrando su miembro contra el cuerpo de la Himejima.

-Pero yo tengo a Tobio... -trataba de aferrarse a una realidad de la que fue despojada.

-Acéptalo Akeno, piensas en mi cuando lo haces con tu esposo ¿verdad? dime de quien es la polla que quieres que te satisfaga, la mía o la de Tobio...

No pronuncio palabra alguna, Akeno movió su mano y comenzó acariciar su empalme cual objeto divino se tratara, el objeto que la controlaba y sabia todas sus ansiedades.

Al poco tiempo, en este yate relativamente enorme; se estaba llevando a cabo un cuarteto sexual. Akeno estaba montando ferozmente a su amante, mientras Rias era cogida en su pose favorita de misionero.

-Mas métemelo mas Kouji~ ¡aahhh! -se había corrido Rias en ese momento, mientras el estudiante seguía clavando su cosa dentro de ella.

-Tu polla me llega mas profundo Souma, mi cuerpo se derrite... ¡Si! -igual se corrió la pelinegra en aquel momento.

Hicieron de todo, incluso los dos penetraron a una sola mientras la otra miraba excitada como era follada por estos dos mastodontes.

-Mas, denme mas -decía Akeno, teniendo la polla de Kouji en su boca mientras Souma hacia estragos su vagina, recibiendo leche de ambos chicos apasionados.

-Se siente genial, ser penetrada por ambos lados~ -decía Rias siendo cargada por ambos, teniendo sus miembros en sus dos orificios entrando y saliendo al mismo tiempo -puedo sentirlo... aquí viene... ¡aaahhh! -grito en señal de sentir el semen de ambos entrar en sus cavidades.

-Tus pechos son igual de grandes que los míos, Akeno -exclamo Rias, aunque en realidad eran un poco mas grandes que los de ella. Tenia sus pechos embarrados contra los de himejima cuando eran cogidas por sus amantes al mismo tiempo, uno contra la otra recibiendo duro el fruto de sus jóvenes amantes.

-También los tuyos son suaves... -el calor era tanto que no pudo evitar besar a Rias, un beso lésbico con el que deleitaron a sus parejas mientras seguían dándoles duro, tanto se excitaron que se corrieron en ellas de solo ver como se besaban.

Así siguieron por un rato, por un largo rato en alta mar, cogiendo a sin ser interrumpidos por nadie ni por nada. Pero todo tenia que llegar a un final.

-Aquí voy Akeno... mi ultima carga del momento -se masturbaba Souma delante de Akeno esperando correrse en su cara.

-Abre grande Rias -dijo Kouji haciendo lo mismo.

-Espera... -dijo y saco un par de copas vacía -bien, ahora si mi amor, cúbreme con tu semen caliente~ 

Como fuente destapada, el semen de ambos chicos se roció sobre ellas, la cantidad era inmensa e inhumana, así como los miembros que estos poseían. Increíblemente no solo sus cuerpos fueron cubiertos por el semen, sino las copas también se llenaron al tope. Fue un agradable viaje para todos.

-Es hora de volver, capitán Souma -decía Kouji a su amigo, quien era el que sabia manejar el yate.

En la cubierta, ambas mujeres con esos bikinis eróticos puestos, disfrutaban de los rayos del sol vespertinos, mientras bebían el semen combinado de las copas que Rias hizo llenar.

-Un brindis -dijo Rias chocando su copa con la de Akeno.

-¿Porque?

-Por los penes grandes, por nuestro jóvenes amantes y por ser sus zorras -dijo Rias, su mente se había quebrado demasiado. Akeno sabia que no tardaría en caer igual, ya no tendría vuelta atrás.

-Brindemos -sonrió la pelinegra y ambas bebieron de esas copas -tenias razón, el semen sabe mejor si lo bebes de una copa.

volvieron a tierra y salían del puerto rumbo a los autos de sus amantes para ser llevadas a sus respectivas casas.

-Debo admitir que al final fue divertido -dijo Akeno abrazada por Souma -aunque la próxima vez me gustaría ser la única mujer, no importa cuantos hombres haya.

-Eso se puede arreglar -contesto su amante.

Todos reían sin que la gente alrededor supiera de que hablaban; pero entonces entre risa y risa, Rias vio una figura que quería olvidar, comiendo en uno de los restaurantes de mariscos de la zona, acompañado de una mujer con ocho meses de gestación.

-Querido no tienes que consentirme mucho -decía Kuroka luego de acabar una tercera porción de pescado y le traían otra mas.

-Lo que sea por mi amada esposa y nuestro bebe -Issei se notaba feliz, había dejado por completo atrás a Rias y la historia que tuvo con ella. 

Le dolió verlos así, ya no eran nada y le costaba aceptarlo aun.

-Venga Rias, volvamos a casa -Kouji la tomo luego de ver al castaño y sentir enojo contra él. Pues la Gremory seguía pensando en él, cosa que ya no quería que hiciera.

Cuando aprendería Rias de verdad que ella ya no le correspondía nada de Issei, solo a Kouji. Después  de todo, era su puta, su zorra.




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