Nombre: Juvia Lockser
Edad: 28 años.
Profesión: empleada domestica.
Estado civil: casada.
Medidas: 96/58/92
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Mientras que en la ciudad capital de la empresa Underground la pecaminosa paz de la infidelidad, en otros lados del mundo la guerra se estaba propagando por el país donde estaban acentados y el mundo, sin que la gente prestará atención.
-El senado de la nación entra en debate hoy por la propuesta a lam reforma laboral y energetica en lo que podría resultar en una votacion casi aplastante por parte de la cámara de senadores, aunque muchos no están conformes con las nuevas leyes propuestas, son mas los empleados de empresas multi nacionales como lo es underground industries -era el informe dado por una reportera de la CNN la que hablaba -el ingreso monetario de estás compañías espera beneficie a sus trabajadores en todo el país.
El grupo de hombres de esta organización secreta de underground industries escuchaban claramente el reporte del noticiero de la noche, sonrisas triunfantes se dibujaban en sus rostros.
-Mientras tanto en países como Ucrania, Bielorrusia y Serbia hay manifestaciones por parte de la población que culpan al gobierno tras haber prohibido parte de las nuevas políticas implementadas por sus gobiernos en empresas como Underground que estaban reactivando e incrementado la economía en estas naciones, sus poblaciones han comenzado a manifestarse en contra de sus gobiernos acusándolos de corrupción y de negar el crecimiento socioeconómico de sus respectivos países luego de que mas del sesenta porciento de sus pobladores estaban siendo beneficiados por las nuevas leyes que implementaba las empresas a sus empleados, muchos incluso catalogan están manifestaciones como actos de rebelión o insurrección incluso golpes de estado, como en Ucrania donde el ejercito de la nación estaba mejorando su armamento gracias a la compañia Underground tras años de que el gobierno negara invertir en la armada a pesar de las tensiones con la frontera rusa...
Mas y mas cosas así pasaban por el informe de noticias internacionales a través de la CNN esa tarde. Reunidos en una mesa redonda en un escondite secreto, estos hombres pertenecientes al circulo secreto de la empresa sonreía y se alegraba con cada noticia que se hablaba referente a su industria.
-¿Ahora financiamos guerras? -pregunto uno de ellos, sus rostros eran cubiertos por la ausencia de luz en la sala, las lámparas en la habitación solo iluminaban sus escritorios.
-Claro que no, no somos la CIA, pero... -miro entonces al televisor, donde uno de estos países en rebelión apoyaban a un nuevo candidato político salido directo de esta maléfica compañia -su próximo presidente, si.
Eran los planes de manipulación de gobiernos, medios y sociales que tenían elaborados esta secta desde las sombras para el mundo. Así como los terroristas sueñan con crean un mundo mas limpio y justo, lo mismo aspiraba crear los miembros de alto cargo de Underground peros sin derramar sangre inocente, sin destruir artefactos históricos milenarios, haciendo abrir los ojos a las gentes que el tiempo de creer en reyes y gobernantes había terminado, era el comienzo de la era de los negocios.
El principio de un nuevo mundo, donde la lujuria, el deseo, la codicia, la envidia, el orgullo y la ira serán tan comunes, que nadie si quiera sentirá que es gobernado por estos sentimientos.
-Salud -brindaban Rias con el nuevo dueño de sus sueños y de su cuerpo.
-¿Porque celebramos esta vez? -pregunto la carmesí teniendo copa en mano.
-Un nuevo paso se ha dado mi amor -exclamo Kouji, celebraban en el balcón de su hogar -cada paso nos acerca mas a la utopía soñada.
-Salud a eso~
Cada día que pasaba con Kouji, cada hora y minuto; su mente se volvía blanco, aun sabia quien era (en términos de profesión), porque en términos morales, Rias se había... mas que mujer de Kouji era su juguete, uno que no tenia que esperar para que jugaran con ella, una que le incitaba a jugar con ella. Todo por obra de Kouji.
Rias tan solo dio un par de tragos a la copa de champagne, para verter lo que quedaba del cristal sobre sus pechos, en una delgada hilera cayó sobre su escote, usaba otro vestido largo y revelador, dejaba a la imaginación y resaltaba lo atractivo de la carmesí. Viendo como ese hilar de champagne se perdía en el escote de Rias, Kouji bebió su trago para dejar la copa a un lado y centrar su mirada en su mujer... por no llamarla juguete.
-Vamos~ sabes que quieres beberlo~ -quería sentirlo al dueño de su cuerpo y sus deseos, pronto.
Sin dudarlo, entusiasmado. Kouji hundió su rostro en sus pechos, lamiendo por donde Rias derramo la bebida.
-Tranquilo~ tranquilo~ Kouji te pones impaciente~ -decía cuando fue envuelta en las manos de su estudiante sintiendo en su cuerpo la lujuria transmitido de su hombre joven.
-¿Impaciente yo? -paro un momento cuando ya le tenia bajado la parte superior de su vestido de toda una pieza, la tenia levantada mientras la abrazada. Paso a ponerla frente al barandal de su balcón empinada embistiendo con fuerza contra su trasero haciendo que los pechos de la carmesí chocaran contra la reja fría debido al alto piso en el hotel -dime quien es la golosa aquí ¡Rias! ¡Quien es la puta que no puede vivir sin polla cogiéndola a cada hora!
-¡Yo! aaahhh~ -gemía fuerte sin importarle que alguien allá abajo les veían o en los departamentos aledaños le escuchaban -¡soy una golfa adicta a la polla de Kouji! -exclamo, al momento de ser levantada de sus piernas -soy la puta de Kouji~
-Así es querida... -decía, no paraba de embestir su miembro metido en Rias -grítale al mundo de quien eres la puta.
-...Yo Rias Gremory -la mujer era levantada de sus piernas, exhibiéndose en el balcón ya totalmente desnuda, en sus manos tenia hecho el símbolo de la paz y el amor -soy la esposa y puta de Kouji~ ¡mi coño solo puede ser satisfecho por Kouji! ¡Dámelo todo! Quiero sentirlo en mi... ¡Aaaaahhhhh!~
Pecado, lujuria y pasión sin remordimientos, era en lo que vivían todos los miembros de esta organización. Rias en este punto de su vida, acababa de cumplir una semana de contraer oficialmente su segundo matrimonio, con su estudiante. Pero todos los que han seguido esta historia saben que desde antes de la ceremonia nupcial, ambos se comportaban como animales en celo. Ahora oficialmente su mujer, ella estaba las veinticuatro horas lista y dispuesta a complacer las necesidades carnales de su esposo, sin siquiera tener que preguntárselo.
Mas no era la única mujer así en esta nueva vida pecadora, si Rias bien había sido dejada por su esposo Issei que eligió a otra mujer para dejar a su carmesí esposa; otras parejas como Erza, Lucy y Rei habían declarado el divorcio a sus actuales matrimonios para ser desposadas por sus amantes e igual ser tratadas el producto de placer interminable, lo aceptaban. Mas unas que otras.
-Mas~ mas duro~ -pedía Miyamoto, era cogida por ambos agujeros por su joven y súper dotado esposo, en conjunto de un colega que pertenecía al grupo secreto de su compañía -venga chicos... estoy a punto de correrme~ ¡aaahhh!
La castaña era penetrada mientras traía puesto un juego de lencería negro que cubría sus senos y su trasero, pero al mismo tiempo resaltaba sus curvas. Ambos varones, sus caras reflejaban cansancio y agotamiento.
-No puedo mas... -decía el segundo con sus manos sosteniendo la cintura de Rei mientras el principal, apreta con fuerza -Yuuto... tu mujer es muy intensa... -el joven logro desposar a Rei luego de darle lujuria sin fin a su superior. En este instante, tenia su cara hundida en los calorosos y suaves pechos de su esposa.
Una noche volvió su primer esposo de Rei a casa, para encontrar una carta sobre la mesa y un acta de divorcio en junto, también el anillo de boda con el que Hisashi le desposo.
"Lo siento, pero amo a otro hombre que me da la atención que necesito y más"
Esas eran las palabras que en la carta habían dejado hace un par de meses antes de ser tomada por esposa de Yuuto, a pesar de ser un joven; bien a demostrado que puede darle lo que esta mujer mas desea y sin problemas.
-Deja de hablar y esfuérzate -decía la mujer de su amigo mientras era cogida con ayuda del mismo amigo -aquí viene puedo sentirlo~ ... ¡SI! -la cara de la castaña reflejo orgasmo y éxtasis máximo alcanzado, había encontrado el cielo al momento de venirse.
Después de un buen rato cogiendo en un trio a esta mujer, ambos jóvenes les dolían las piernas con trabajo podían caminar por la casa. Mientras la mujer caminaba por la cocina alistando la cena sin mostrar ninguna dificultad para caminar, andaba allí presumiendo su figura con esa lencería todavía puesta, solo acomodada y con un mandil de cocina puesto que aun mas resaltaba su curvas.
-Dios... enserio Yuuto tu mujer es toda una fiera -decía el otro joven, un par de años mayor que Yuuto.
-Cuando te pedí ayuda para satisfacer a Rei entre los dos pensaste que era broma pero mírate, Yuudai, están igual de agotado que yo -es toda una golfa, por eso la amo mas.
-Te envidio -dijo Yuudai, era moreno natural y ojos verdes, sentado a lado de su colega mirando la belleza de la dama -como quisiera obtener ya a mi dama también.
-¿Que esperas? ¿que ella de el paso? -bromeo el chico -yo tuve suerte, pero tu debes agarrar tu suerte ¿tienes por lo menos elegida a esa mujer que quieres?
-Si pero... -se sentía desanimado, a si como todos los miembros de este grupo, Yuudai quería conseguir a su mujer que la acompañara y complaciera con la misma lujuria y pasión que la esposa de Yuuto pero el problema no era que fuese casada, sino que... la estimaba mucho -debo irme, olvide que mañana es un día importante -dijo tras mirar el reloj.
-No quieres quedarte a cenar, ¿Yuudai-kun? Hay comida para muchos -ofreció Rei al ver que el moreno se levantaba de la silla y tomaba el resto de sus pertenencias para irse de la casa.
-Descuide estoy bien, los veré el fin de mes -se despidió, se marcho.
-¿Que le pasa? -pregunto Rei apenas vio marcharse al amigo de su nuevo esposo con quien hicieron el trio.
-Seguramente pensando en esa mujer que aun no toma -exclamo Yuuto, sabia el secreto que perturbaba a su amigo.
-Bueno, la cena ya esta, pero hay que dejar que se enfrié un poco -dijo, quitándose el delantal para dejarlo a un lado en la mesa mientras encaraba a su semidesnudo joven esposo -podemos divertirnos un poco mas~
-Rei... -difícil podía hablar, la mano de su esposa, acariciaba vorazmente lo que en la entre pierna le colgaba -estoy agotado luego de todo... dame un respiro.
-¿Seguro que estas cansado?~ -decía lujuriosa, tallado en su palma, el empalme del chico -mira, ya estas duro de nuevo~
-Eres una golfa -la sensación estimulante corría por su cuerpo a cada segundo que la mano de la castaña le acariciaba apasionada.
Yuuto era afortunado, a pesar de ser joven y desposar a una mujer de mayor edad que él, ella parecía tener la misma edad que la de Yuuto, además de ser candente, se mantenía caliente para él. En cambio Yuudai, la fortuna aun no la había arrebatado como suelen hacer los integrantes de este grupo de hombres, la felicidad no se da, se toma.
Llego un nuevo día, Yuudai en su departamento en una torre residencial en el norte de la ciudad, el chico se alistaba para ir a su trabajo y puesto importante a tan solo veinticinco años. Un departamento enorme donde vivía solo, dejando de lado sus correspondidas responsabilidades de las labores hogareñas.
-Las manifestaciones en contra y a favor se multiplican fuera de la cámara del senado -decía un reportero cuando su camarógrafo enfocaba a la multitud en contra de la probabilidad en victoria de las nuevas leyes -la policía y guardia nacional ha reforzado su presencia en caso de que todo se salga de control.
El moreno terminaba de alistarse y tomar sus portafolio laboral mientras oía las noticias, esperaba que llegara la mujer que termino contratando para la limpieza y que encargaba su casa en su ausencia. Su casa estaba casi del todo descuidada, con tanto dinero en sus bolsillos decidió contratar a alguien que le ayudara en la labores de su casa, pero jamás pensó que terminaría siendo esa misma mujer de la que se enamoro en su infancia.
El timbre de la puerta sonó, supo que ella llego.
-Juvia-neesan -era una dama peliazul, siempre llevaba puesto un abrigo semi ligero como prendas, de mismas tonalidades que su pelo y una falda abierta consigo.
-Buenos días Yuudai-kun, puedo pasar -estaba sonriente la chica.
¿Juvia-neesan? Si. Tenían una historia particular, se conocieron en la academia de Sarajevo en la ciudad. Un colegio que enseña desde el preescolar hasta los grados universitarios. El estaba en el sexto grado de la primaria y ella estaba en tercer de la secundaria, por azares del destino se conocieron, encontró Yuudai un encanto en Lockser, una belleza de piel casi pálida y cuerpo hermoso, él estaba entrando en la pubertad siendo Juvia la primera que hacia su corazón latir y su miembro excitarse.
Comenzaron con una amistad, sin nunca tomar valor para decirle cuando por fin comprendió sus emociones por Juvia, ni siquiera cuando le confeso que ella estaba enamorada de un chico que admiraba de su nueva aula, o que había empezado un noviazgo con él, o incluso cuando ella contrajo matrimonio con ese tal Gray.
Siguió con su vida, pensando que tal vez, no habría oportunidad de tenerla, ni siquiera tenia el valor para tomarla como suya a pesar de pertenecer a otro como los miembros de su organización secreta lo hacían. Cuando decidió contratar a una dama que le ayudara con la limpieza nunca imagino que quien se interesaría en el puesto seria Juvia.
-Volverás muy noche ¿Yuudai-kun? -pregunto Juvia quedándose en su departamento, que mas bien parecía habitación presidencial de hotel.
-Si, sabes que puedes entretenerte con la televisión y hay comida en el refrigerador por si quieres comer nee-san -dijo Yuudai, mas que la limpieza, le encargaba el cuidado de su casa -si algo pasa, no dudes en llamarme.
-Descuida, confía en Juvia para mantener cuidado tu hogar -se mostro triunfante la peli azul -mírate, mi pequeño hermanito convertido en todo un empresario -era parte de la junta administrativa de Underground industries en el área de tecnologías de guerra.
-¿A si? Mira quien habla, nee-san es toda una señora ahora -bromeo el chico, se mostraba sonriente ante la bella Juvia.
-Juvia aun es señorita -mostro indignación por el comentario -mientras Gray-sama no decida que tengamos hijos Juvia sigue siendo señorita.
-Como tu digas, volveré en la noche -se despidió.
Aunque se despidió de Juvia con una sonrisa, en su auto estaba dibujado una mueca de desagrado, odiaba a ese tal Gray porque no le dejo hacer a Juvia lo que con tanto anhelo estudio en la universidad, ser meteoróloga, lo odiaba por limitarla y controlarla, era su esposa no su dueño, lo detestaba por tener a tan semblante mujer sin siquiera aun hacerle un hijo, si fuese su esposa ya la habría preñado dos veces. Mejor dejo de pensar en eso, tenia que tener la mente despejada para su trabajo.
Primero visito una de las fabricas en la parte sureste de Palmont, para recolectar el informe de las oficinas de estadística de su división, tres horas allí para después dirigirse al centro de la ciudad hacia el edificio principal de la compañía, llevándose una gran sorpresa a tan solo entrar al estacionamiento abierto.
-¿Que esta pasando? -dijo Yuudai, todos los empleados del enorme complejo estaban afuera, la mayoría, si es que no estaban dentro del edificio, pero esperaba no estuviesen luego de ver a un grupo de hombres con trajes anti... ¿radiación? Incluso habían ambulancias subiendo a uno que otro del personal del edificio -que demonios... ¡Shougo! -vio a su amigo, sentado en el capo de su carro en compañia de Reigen y su asistente esposa Lucy.
-Hey, Yuudai -saludaron.
-¿Que paso?...
-Algún idiota se puso a cocinar anchoas con ajo, cebolla y quien sabe que mas en el edificio -le contaban -el olor se escapo por los ductos e inundo de peste todo el lugar, ordenaron abrir las ventanas y ventilar el aire acondicionado pero lo disperso mas por todo el edificio.
-Si, el jefe ordeno salir del edificio y llamo a una empresa de limpieza industrial para quitar el olor pero solo se disperso mas, algunos les dio incluso intoxicación -siguió Reigen.
Todos los empleados dirigieron su atención a un hombre de cabello blanco, unos cincuenta años, que cuyo rostro parecía de treinta. Se llamaba Edwin Black, padre de Kouji y Yuuto.
-Atención, me informan que este incidente no quedara listo en las próximas dos horas sino hasta después de mañana, así que se les dará el resto del día y mañana será descanso para todos, pagado obviamente. Pueden retirarse por hoy -dijo el hombre.
-Eso es bueno -mas de uno le gusto la idea.
-Bien el resto del día es nuestro -dijo Reigen -vamos por unos tragos.
-Perdón pero si tengo todo el día libre, quiero ocuparlo con mi esposa -Shougo tomo a Lucy de su cintura.
-Otra vez -hizo un puchero, después de todo la noche previa, Shougo no paro de darle como cajón que no cierra.
-¿Que dices tu?
-La verdad, me gustaría volver a mi casa a descansar -exclamo Yuudai.
Cada uno tomo rumbo por ese resto de día, apenas si pasaban de ser el medio día cuando Yuudai regreso a su hogar. Encontrando mas que limpio su departamento, estaba limpio y reluciente, como si hubiera sido trabajo de una verdadera maid, o en termino machista, una verdadera mujer.
-Regrese -dijo luego de entrar casi sin silencio maravillado del talento de la mujer -solo me fui dos horas y Juvia-neesan tiene este lugar impecable -dejo su portafolio en una mesa que tenia de la sala, para encontrar a la mujer durmiendo en el sofá con la televisión encendida en... caricaturas.
Silencioso, se acerco el chico a la durmiente Juvia, tan pacifica y hermosa, incluso así de dormida, los atributos de su cuerpo resaltaban bastante. Yuudai no podía evitar mirar lo grandes que eran. No se entendía el mismo, quería a esta mujer, pero no podía pensar claramente en tomarla como sus compañeros, pero la deseaba, sentía que el hombre con el que se había desposado, cuya boda no pudo evitar no asistir luego de verla en tan bello traje de novia. Deseaba ser el quien tomara la mano de tan hermosa mujer. Tal vez era obra del destino o alguien, que le incito a regresar, y hacer lo que tenia que hacer.
-Perdón Nee-san, pero no puedo evitarlo -estaba encima de Juvia sin despertarla, para besar sus labios por primera vez.
Tan profundo era el sueño de la peli azul que no reacciono ante el acto inmoral de Yuudai, aun cuando logro meter aunque sea por unos segundos, su lengua para tocar la suya. Excitado, no pensó bien sus siguientes movimientos, pero tampoco podía seguir negándose en tomar a Juvia para él. Sin que ella se despertara, Yuudai se quito toda su ropa y la dejo en un lado, comenzó a quitar las ropas de Juvia con delicadeza. Primero la falda, se la quito, sus bragas color morado, después levanto ese abrigo que siempre llevaba encima junto con el bra del mismo color que otro juego de lencería.
-Son extra suaves -tomo sus pechos en sus manos, suaves y algo fríos, tal vez por aire acondicionado golpeando su caliente cuerpo, increíble aun no despertaba o eso creía. Sin aguantar mas, apuntando su miembro al coño de Juvia, lo introdujo en su interior, sorprendiéndose de lo fácil que fue entrar y por como abrazaba que era su coño con tan solo la punta de su pene, sin embargo eso si la despertó.
-Que... Yuudai-kun ¿volviste an...? ¿Qué estas haciendo? -escucho la voz de Juvia por encima de su cabeza que había puesto en los pechos de Lockser.
-Juvia-nee... -entro en pánico, pero trago ese miedo y dejo que su impulso animal le controlaran -lo siento.
-Yuudai-kun... ¡mmmm! -grito y gimió pero no de placer sino por el dolor al sentir una polla que no era la de su marido, llegando a lugares que ese otro pene no había llegado antes en Juvia -Yuudai-kun ¿que haces? ¡detente!... -sentía como el enorme miembro del chico entraba y salía de ella bruscamente, a pesar de que se movía despacio y continuo -¡dije que te detuvieras!
Con una patada logro quitarse de encima a Yuudai, y arrojarlo contra el piso. Tomo sus ropas, se las puso de nuevo y confronto las acciones de su así llamado pequeño hermano.
-De todos los que conozco, eras el único que nunca pensé haría algo como eso Yuudai -exclamo Juvia cara a cara con el joven empresarial estando de pie en la sala frente al otro -sobre todo a tu nee-san -a pesar del reproche, él no decía nada -si Gray-sama se entera.
Mencionarlo le causo rabia a Yuudai, la sola mención de ese sujeto que le gano a su amada Juvia pero sabia que de él era la mayor culpa, jamás tuvo valor para decirle lo que sentía pues tampoco lo tuvo muy claro sus sentimientos por Lockser.
-Aunque se entere que va a hacer -de la nada, la actitud del joven cambio, a uno mas atemorizante -¿que va a hacer? cuando se entere que tire a su esposa.
-¿Eh? -esto no le gusto a Juvia, tras haber ignorado el hecho de que estaba desnudo frente a ella, vio como el pene de Yuudai se puso erecto de nuevo y mas duro -espera, que estas pensando...
Cinco minutos después, despojo una vez mas de su ropa a Juvia por completo esta vez. La arrojo sobre el sofá, para sentarse de rodillas delante de su coño e introducir su lengua en el coño de la mujer.
-Espera Yuudai-kun... no lamas allí, no esta limpio -dijo, mas le ignoro. Con ganas, el moreno lamia a profundidad el coño de su nee-san -aahh~ -gimió, nunca había sentido tan bueno un sexo oral Juvia, no es que su esposo le hiciera algo así siempre, o ella a él -para... estas siendo muy brusco... -con sus manos podía empujarlo, pero en vez de eso, sus manos presionaban contra la cabeza de Yuudai, para no se alejara de su coño -es demasiado... -su cuerpo ardía -me... ¡corro!
Cuando lo hizo Yuudai se había quitado, haciendo que el chorro de jugos vaginales de la peli azul mancharan su piso de la sala y parte del sofá.
-Mira Juvia el desastre que hiciste -decía mientras sus dedos tocaban la vagina toda húmeda y cubierta de sus líquidos, para luego llevar parte de esa agua de vida a su boca -y pensar que nee-san sería lasciva.
-No digas eso -su cuerpo estaba cesando, ese sexo oral que le dio fue demasiado intenso para ella. Lastima que no le dijeron que era solo el principio.
-Pasemos a lo que sigue -exclamo el moreno, su sombra cubrió a Juvia.
La hizo ponerse en cuatro a lo largo del sofá, sus manos extendidas y atadas con un listón que guardaba por allí. Aunque la tenia atada, el hilo era lo suficientemente frágil como para que ella se librara desde el primer estirón, inconscientemente Juvia quería que esto pasara.
-Juvia-nee... no sabes cuanto he querido hacerte esto -exclamo Yuudai, untando su miembro en el enorme y firme trasero de la chica.
-Espera... por lo menos, usa un condón -pidió, mas no hizo caso a la sugerencia, dejo frotarlo para tomar riendas y penetrar a la chica -¡aaahhh! -no era nada amable, entro brusco en su coño y los movimientos que hacia eran igual de rudos, su pelvis sin ninguna limitación golpeaban los glúteos de la peli azul -¡aahh!... ¡aahh! -aunque su boca producía ruidos lascivos, no estaba gozando Juvia, no aun.
-Tu coño nee-san... a pesar de ser suave, esta apretando con fuerza mi pene -decía mientras golpeaba su pelvis con ganas contra la mujer -es como si Juvia-nee hubiera esperado esto por mucho...
-...¡Claro que no! -exclamo intentando no gemir, mas pronto que tarde se dio cuenta que estaba disfrutando de esto, pero no podía dejarse caer en la lujuria inmoral -Juvia solo ama a Gray...
-Y ese tipo, dime -jalo del cabello de Juvia para que le mirase a pesar de estar empinada -¿te lo hace como yo? Me di cuenta desde el inicio Juvia-nee, que ese tal Gray-sama no te ha complacido como bella mujer como tu lo merece~ ni siquiera te llega tan profundo como yo ¿verdad?
-Claro que no... no responderé a eso -pero era cierto, la cosa que tenia ese tal Gray no llegaba a tan profundos lugares como el moreno en ese momento.
-Juvia-nee es tan erótica -la saco del sofá y así como estaba de empinada, la puso sobre la mesa en medio de la sala frente a la televisión, tenia una cámara web que transmitía lo que ellos estaban haciendo -mira~ como nuestros cuerpos se mueven tan sincronizados mientras te cojo~
-Basta no sigas con esto... -agacho la mirada, no quería verse así misma engañando a su esposo, sus pechos se veían rebotar, de su culo se veía como chorreaban mas y mas de sus jugos con cada movimiento en el que le entraba y salía la cosa de Yuudai.
-Voy a correrme nee-san... ¡voy a correrme dentro de ti! -grito, una de sus manos la tenia en la cadera de la peliazul, la otra presionando su cabeza hacia abajo.
-¡No lo hagas, por favor Yuudai-kun! ¡no es un día seguro para mi! -entonces se detuvo, creyó por un momento que su supuesto pequeño hermano dejaría todo hasta donde llegaron, fue una suposición errónea -¡eh! -sintió como el moreno le levanto la pierna derecha, de nuevo comenzó a embestir a la peli azul profundamente, mas duro y brutal que hace cinco segundos -espera Yuudai-kun -la fuerza con la que su pelvis chocaba contra su cuerpo, los ruidos que producía esto eran estimulantes para Juvia, pero no podía admitir que le gustaba.
-¡Voy a correrme Juvia-nee! -grito embistiéndola con mayor fuerza, ella misma sentía como el miembro de Yuudai se hacia mas grande en su coño, sentía que su polla le explotaría en semen en cualquier instante.
-Dentro no, no lo hagas dentro... primero debo tener un hijo con Gray-sa...
-¡Deja de mencionar a ese bastardo! -tomo la cabeza de Juvia y la empino. Su velocidad aumento a ritmos exorbitantes -¡tómalo todo Nee-san!
-¡Kyyyaaa! -grito.
En su interior, sintió como el caliente y ardiente semen de Yuudai lleno su matriz pero en exceso, la leche del moreno se derramo de su coño, mientras y sin admitirlo, Juvia se vino también debido a la reacción de su organismo sexual ante tal placer animal.
-Te corriste... dentro... Te odio, ¡te odio! -grito Juvia mientras era abrazada por Yuudai, ella intentaba zafarse del joven pero no le dejaba, seguía gritando -¡me oyes te odio!
-Te amo -exclamo, directo al oído de Juvia.
-¿Que dices?... -podía jurar que le escucho mal.
-Dije, que te amo, Juvia-nee -volvió a decir, e intento tomar sus labios, lo hizo; mas no tomaba su corazón.
-...Te odio -dijo luego de sentir consciente sus labios.
-No me importa, yo te amo aunque me odies -dijo, para darle un beso donde su lengua tomo de la mano a la de Juvia y le enseño cuanto era su dominio.
-Pero... estoy casada -no le importo a Yuudai, de nuevo tomo sus labios para callarle.
-No me importa, quiero ser tu amante~ -dijo, acariciando su cuerpo, quería reclamarlo por completo pero eso seria inútil.
-No es correcto... para... ¡dije que pararas! -esta vez tomo fuerzas y empujo a Yuudai contra su mueble, dejando en shock por el rechazo, fue rechazado -de todas las personas que conocí jamás pensé que tu fueras así... ¡te odio!
Fue lo ultimo que escucho antes de verla tomar sus prendas, vestirse rápido e irse de allí lo mas rápido. En tanto Yuudai se quedo en el sofá en shock, no sabia que mas hacer. No hizo mas por el día mas que mirar televisión hasta dormirse en ese sofá.
Los siguientes días fueron largos para él, intento llamarla y le dejaba mensajes de voz en su celular para que su esposo no les escuchara diciéndole que le perdonara y que le esperaba si quería seguir cuidando su casa, incluso le dijo que le duplicaría el sueldo como parte de las disculpas. Mas no regreso, se quedaba Yuudai una horas de la que debería llegar al trabajo con la esperanza de que Juvia tocara su puerta y actuaran como que no paso.
No pasaba.
-La votación en la cámara de senadores comienza ha hacer hoy la votación final para decidir si implementar las nuevas leyes de reforma laborales -Yuudai veía la televisión, era un día importante, el futuro de la compañia con su ambición se decidía hoy en la cámara de senadores -los manifestantes se amontonan afuera de la explanada de la cámara y elementos aumentan su numero ante la posible revuelta, mientras que otros lados del país, otras mas personas apoyan con pancartas y caminatas a la implementación de las nuevas reformas...
Con cerveza en mano no podía sentirse ebrio dado las muchas ideas que corrían por su cabeza, la mayoría acerca de Juvia y que tal vez sea ultima vez que le haya oído su voz. Muchos de sus amigos de la orden se reunieron para esperar el resultado pero él no, prefería estar solo a pesar de ser su descanso laboral. Y eso que era un poco mas de las tres de la tarde, cuando sonó el timbre de su casa, no esperaba a nadie.
-¡Juvia-neesan! -se sorprendió de ver a la mujer delante de su casa.
-Yuudai-kun... ¿puedo pasar? -exclamo Juvia.
Sin pensarlo de mas le invito a pasar, en la sala. Yuudai estaba mas que listo para pedirle disculpas pero lo que salió de la boca de Juvia fue algo impensado para él.
-Nee-san yo... -
-Aquí estoy, has lo que quieras conmigo y mi cuerpo -mostrándose en mala actuación que estaba en contra de su voluntad, pero era todo lo contrario.
-...Em ¿que?
-¡Si! em... vi tus mensajes diciendo que filtrarías las fotos a internet que me tomaste ese día -dijo.
-¿Que? -no hizo nada de eso.
Ambos quedaron estáticos ante tan extraño dialogo de la peli azul.
-Lo dije bien, decía así o era... -en su teléfono Juvia revisaba una especie de guion para guardar su celular antes de ser pijada -lo que dije, vine aquí en contra de mi voluntad.
Se supone que debería ser él quien la dominara, pero era Juvia quien dominaba a Yuudai al momento.
-¡Espera Juvia! -la peli azul tomo al moreno y lo empujo contra el sofá de su casa donde le despojo de su pantalón para ver la cosa ajena que la hizo gozar como nunca antes -¿que haces?
-C-como... que, ¿que hago? Lo que me ordenas, tu quieres que te haga una felación verdad -Yuudai no le había pedido nada aun -eres un maldito, obligar a tu mejor amiga y esposa de otro a chupar tu inmunda polla~ -miraba con apetito su cosa enorme, para luego abrir la boca y tras pensar rápido que no le entraría todo.
-Espera Juvia-nee, acerca de lo ocurrido lo otra vez... -quería pedirle disculpas.
-Quiero que me uses -Juvia tenia la mirada baja -quiero que uses mi cuerpo para satisfacerte. No me hagas repetirlo, date prisa y usa mi cuerpo, ¡mi boca, mi coño mi vagina! Hazme tu juguete personal, tu tiradero de semen, hazme tu amante.
-... -no sabia que decir Yuudai, todo era tan repentino, pero si entendió lo que estaba pasando era que por algún motivo Juvia quería tener sexo con él -entonces, hazme una felación, nee-san.
-...Solo así -dijo molesta, su cara había un puchero -no vas a forzarme, o obligarme -quería ser dominada -p
Mas claro tuvo sus intenciones.
-Que estas esperando perra -tomo del cabello a Juvia, un lado sadomasoquista salió a la luz perteneciente a la peli azul -vamos usa tu boca para satisfacerme...
-Eres un maldito~ -decía encantada, abrió su boca y aparentando ser forzada por él para devorar el enorme pedazo de carne que le colgaba -obligar a tu nee-san a hacerte una felación, sabiendo que Juvia esta casada ahora~ -con mucho gusto chupaba profundo su pene.
-La boca de Juvia-nee es increíble... -exclamo Yuudai, era una sensación maravillosa el sentir -te debe saber genial mi polla en tu boca verdad para que la chupes así...
-El pene de Yuudai-kun es mejor que el de Gray-sama~ -lamia su miembro cual paleta helada, pasando su lengua por lo largo y ancho que lo tenia, incluso chupaba sus huevos, le daba la mamada mientras ella sin pena tenia sus manos en su coño masturbándose con una mano mientras la otra, tocaba sus pechos que los sentía endurecidos de tanto éxtasis.
-¿En serio?... -no creía lo que admitía.
-...Es algo que quieres que diga verdad -dijo Juvia devorando sin darse respiro -¡mm!
De pronto Yuudai tomo a su nee-san de la cabeza y se levanto, empezando a embestir duro su pene en la boca de Juvia, tan profundo y sin restricción que podía escucharse todos los sonidos sucios que hacían en interior de las mejillas de la peli azul.
-¡Me corro, Juvia-nee!
-Glup~ ¡mmmmmm! -sonó finalmente los labios de Juvia, cuando su boca fue llenada de los jugos seminales del moreno. Saco su pene de sus mejillas solo para seguir eyaculando sobre su cara y su abrigo, mas allá de llenar su boca -eres cruel... -decía agitada y aun mas, excitada -correrte en la boca de nee-san sin aviso, y todavía manchar mi ropa~ supongo que no me queda de otra.
-¡¿Nee-san?!
Juvia se desvistió delante suyo, revelando un micro bikini color morado, pero decir que era micro era decir poco, parecían simplemente hilos delgados esa prenda.
-Lo traje porque tu me obligaste a venir así, no creas que lo traje a propósito -dijo cínicamente mientras posaba delante de Yuudai, su verga temblaba de ver por fin el cuerpo totalmente desnudo de su nee-san. Esa cosa que traía puesta ni siquiera era una prenda, si alguien la miraba de lejos pensaría que esta desnuda.
-Claro, claro -sonrió Yuudai, sabiendo que debía seguir.
Llevándose a su cuarto, la hizo arrojarse dentro de la cama donde monto los pechos de la peli azul mientras su coño se mostraba impaciente por ser penetrado de nuevo por el monstruo de su imouto.
-Los pechos de Nee-san son los mejores, tan suaves y cálidos -tenia su polla entre ambos senos, su cosa era tan grande que salía por la parte superior de su escote hacia la cara de la peli azul. Tan cerca a su boca pero apenas si podía hacer que su lengua tocara la cabeza del pene de Yuudai -que pasa nee-san ¿quiere mi polla?
-La quiero... -decía, cual adicción a una droga -quiero la polla de Yuudai -casi grito -¡la quiero dentro!
Entonces no la hizo esperar, a cuatro cual perra se tratara. Golpeaba sus caderas contra el trasero carnoso de Juvia, resonando por todo el cuarto el ajetreo de sus cuerpos.
-Tu coño esta tan mojado Juvia-nee... extrañabas mucho mi verga verdad -seguía el juego del sadomasoquista que quería ella.
-Solo estoy así porque tu me obligas -cínica a pesar de esas sintiendo el orgasmo correr por su cuerpo -tu patético pene no puede complacerme como el de Gray-sama~ -todo era mentira ¿verdad?
-Hace poco gritaste por mi polla, eres tan cínica y atractiva nee-san, pero aun así te amo -dijo Yuudai sin parar de embestirla rudamente.
-En serio me amas... -dijo mientras sus manos eran tomada por las de su viejo amigo de la escuela, su cuerpo quedo empinado sobre cama -si lo dices en serio quiero que te corras dentro de mi~ vamos demuéstrame tu amor y... ¡aaaahhhh!~
De nuevo y sin aviso alguno, el moreno se vino dentro de ella. Después de una semana, esa sensación en su coño de ser llenado hasta desbordarse, la sentía en su interior. Su vagina se convulsionaba de placer, una sensación que casi nunca había vivido y que se sentía espectacular para Juvia. Incluso luego de que Yuudai sacará su pene aún duro del coño de la peli azul, su semen se desbordaba de su vagina.
-Perdoname Juvia-nee -exclamo de pronto, tomando por sorpresa a la mujer.
-¿Que?
-Por lo de la otra vez, yo... -sus disculpas las mando Juvia al carajo -¡Juvia! -lo empujo la mujer, y sin descaro, monto el pene de Yuudai.
-Eres cruel Yuudai-kun, darle un placer brutal a tu mejor amiga Juvia, sabiendo que está casada con Gray-sama ahora~ -con pasión animal se movía la chica, apretando con mayor fuerza su pene -y declarar tu amor por mi... Porque esperaste tanto~
-...Porque cuando te vi con tu vestido de novia, lo tenía claro -decía, era montado con ganas por Juvia -todo este tiempo te he amado Juvia-nee.
-Tonto~ -se acerco a su rostro -si hubieras dicho antes tus sentimientos, yo los hubiera aceptado~
¿Acaso le estaba rechazando?
-Incluso ahora una vez puedo decir que amo a mi pequeño hermano~ -era un decir el llamarse hermanos -después de darme ese sexo animal antes y ahora~ Ni siquiera Gray-sama me había sentir tan bien como tú~
-¿Ni siquiera puede complacerte? Que patético -dijo Yuudai -si fueras mia, te daría cuando quieras incluso sin que me lo pidas.
-Una vez cuando estaba lavando tu ropa, pude sentir el aroma de tu semen -recordo Juvia.
Estaba lavando la ropa de Yuudai cuando entre sus boxers pudo sentir el olor y frescura de su semen en él.
-Gray-sama no me había tocado y use el aroma de tu leche para masturbarme -decía.
Se puso a recordar, ese día en el cuarto de lavado, Juvia se estaba masturbando mientras olía su semen. Quería imaginar que ese olor era el de su esposo, pero terminó imaginando a Yuudai. Su mano no era suficiente para auto complacerse, tras quitarse su ropa y quedar desnuda en el piso de ese cuarto, Juvia tomo algunos desodorantes que guardaba el moreno allí, desodorantes de tapa redonda; los cuales tomo como si fueran consoladores, primero uno en su coño mientras seguía oliendo y lamiendo esa prenda imaginando más que era el pene de Yuudai lo que tenía dentro, pero el calor era demasiado y tomo otro para metérselo en el culo. Pensaba que tenía dos vergas dentro. Terminó cayendo en sus propias ilusiones y lujuria, tomando dos de eso tubos pequeños.
Imaginaba que estaba en una orgía y que todos eran Yuudai, quería imaginar a su esposo, pero resulta todo lo contrario. Veía a su amigo de la escuela e infancia multiplicado por cuatro. Dos cogiéndosela por culo y coño, más otros dos a los que le devoraba el pene de forma intercalada. Alcanzando correrse ella sola.
-Jamas imaginé que tú polla fuese tan grande o que tan siquiera llegara a tocarla... De nuevo~ -decía mientras su amigo le lamía las tetas, mordía y apretaba -toda la semana me he masturbado pensando en tu pene luego de que la pequeña cosa de Gray-sama no lograse satisfacerme luego de mucho -él seguía comiéndose sus pechos -eres tan bueno, Yuudai-kun.
-La leche de Juvia es tan deliciosa~ -estaba amamantándose de los senos de la mujer. Solo había un motivo para que esta mujer estuviese derramando leche de sus pechos dado que aun no tenia hijos -podría vivir alimentándome de tus pechos.
-Dices cosas que me sonrojan~ -apretaba la cabeza del moreno contra su escote mientras seguía con eso, mientras su coño chapoteaba cada que subía y bajaba al montar al chico.
-Quiero darle placer a tu cuerpo Juvia, ¡se mía, déjame ser tu amante! -dijo antes de venirse por segunda vez dentro de ella.
-Tendrás que esforzarte para darme mucho placer, además -saco de la nada, una prueba de embarazo, fabricada por underground industries, una prueba que puede comprobar desde la primera semana de embarazo, una prueba positiva -te dije ese día que no era seguro para mi.
Juvia sintió como en su coño palpitaba el pene de Yuudai en su interior cual cola de perro feliz. Siguieron y siguieron cogiendo cual mañana no hubiera, haciendo un desastre en su cama y caer dormidos, solo para despertar y continuar cual animales en celo eran. Ignorando lo que pasaba en su país.
-La discordia y felicidad se apoderan de estados unidos esta noche, cuando la votación final de la cámara de senadores aprobó finalmente la reforma laboral y empresarial. Manifestaciones no esperaron y empezaron disturbios en distintas ciudades del país, mientras otras hay celebración donde las empresas y compañías tienen fabricas y edificios, como lo es la ciudad de Palmont town -decía una reportera, detrás tenia media manifestación en vivo -es el comienzo de una nueva era, me atrevo a decir, la era de las empresas y quien sabe ¿Cuánto durara este nuevo mundo?
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