Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Video #8

Soredemo Tsuma wo Aishiteru

Hay personas que nacen siendo buenas, otras nace siendo mala, todo debido a las condiciones de la mente propia. Digan que no es cierto es porque aun ven el mundo en blanco y negro, cuando el mundo es de matiz gris, nada tiene color. Uno mismo le da color a su vida, y para Issei, ser un cornudo que le gusta ver a sus esposas revolcándose con otros hombres es parte de la naturaleza con la que nació. 

Ahora era recompensado por esa extraña naturaleza sexual, Boris le había dicho que tenia un regalo para Issei, como agradecimiento por toda la diversión que sus esposas le habían proporcionado a él y sus clientes. Al principio de su vida, Issei se daba auto placer cuando miraba a su madre ser infiel a su padre con otros hombre. Después Issei se enamoro de chicas que ya tenían novios, las convenció de coger con él a sus espaldas, sabiendo que les estaban engañando, al final termino convirtiendo a esas mujeres en su harem y en sus esposas. El siguiente nivel de su fetiche fue dejar que sus esposas, le pusieran los cuernos para luego follar a sus esposas tras ver las evidencias de la infidelidad; era el nuevo nivel de excitación de Issei y su harem. Por alguna razón no sentían culpa, solo sentían satisfacción.

Pero gracias a Boris, un nuevo nivel de infidelidad había alcanzado el castaño, pues mientras sus esposas estaban engañándole con Boris o uno, o varios de sus clientes en una orgia de placer y descaro moral. Él les hacia lo mismo, a sus esposas; engañarlas.

-Bien, aquí esta -Boris había llevado a Issei a uno de esas habitación de hotel en cuyas paredes ocurrían sus actos inmorales con las esposas de otros -déjenme las presento. Issei, ella es un amiga reciente, se llama Rosswaisse.

-Oye, no dijiste nada de esto -exclamo incomoda, esta mujer peliblanca tenia puesta ropas de oficinista, que combinado con su figura, la hacían ver demasiado sexy a imaginación de Issei.

-Descuida Ross-chan; Issei te dará mucho placer -exclamo Boris, cuando la tenia agarrada de su cintura de manera muy lujuriosa, para dejarla a merced de la lujuria que despertaba sin limites en el castaño.

Sabiendo que no habría escapatoria, Rosswaisse se desvistió y quedo en ropa interior delante de Issei, mientras que él, quedo totalmente desnudo frente a la mujer procedente de noruega, dejándola ver como su pene se erectaba en menos de dos segundos, era un monstruo lo que colgaba de Issei. Un monstruo que llevaría a su caída.

 Sentados en la cama, el castaño besaba el cuello de la peliblanca mientras su mano derecha le acariciaba su clítoris en lo que su mano izquierda tocaba estimulantemente sus pechos. Ella se abstenía de admitir que Issei le estaba encendiendo de placer, sus manos eran agiles.

-Para por favor... esto no es correcto -dijo de improvisto Rosswaisse, haciendo que Hyoudou se detuviera un instante, aunque sea para ser escuchada -yo, tengo novio y no esta bien que le haga esto.

-Yo también estoy casado, tengo siete esposas también -revelo, dejo estupefacta a la peliblanca.

-¿Que? ¿Cómo puede hacerles esto? engañarlas, ¿no sientes culpa? -dijo Rosswaisse cada vez mas sorprendida.

Una sonrisa de Issei y tomo el castaño el control de la tele de la habitación. Cuando encendió la pantalla, Rosswaisse vio estupefacta como unas sietes de mujeres estaban en medio de una orgia complaciendo a mas de un hombre cada una de las femeninas. Los gemidos de los hombres, las caras lujuriosas de esas... putas. 

-¿Que es eso? -estaba pasmada Rosswaisse de ver como un grupo de personas se comportaban peor que los animales, hundiéndose en un mar de sexo, placer y de sustancias que dejaban un asqueroso olor en la habitación que andaban -como pueden realizar un tan grotesco, parecen... parecen...

-Parecen putas, ¿no se ven hermosas? -dijo Issei, miraba con orgullo y excitación el como sus mujeres se comportaban de tal manera -son mis esposas.

-¡¿Que?! -cada vez mas estaba boquiabierta.

-Así como tu, mis esposas en este momento están dejándose complacer por la lujuria de otros hombres -decía Hyoudou -ellas saben que se su secreto.

Decía, poniéndose mas duro al ver cada segundo que pasaba en el que sus esposas estaban comportándose de forma tan baja sin preocuparse por su matrimonio, pues de esta manera vivían su matrimonio. En un instante a otro, Rias y Akeno, con la abierta sonrientes estando de espalda contra espalda a pesar del sudor, eran cubiertas por la eyaculación de los hombres que aun después de venirse dentro de ellas, las manchaban de su esencia frente a la cámara.

-Mira Issei -decía Akeno apenas terminaron de ser bañadas por la leche de otros.

-No nos vemos sensuales -exclamo Rias, ambas posaban de manera provocativa con sus cuerpos lascivos.

-Ese... -de pronto algo llamo la atención a Rosswaisse en el video -ese es mi esposo -uno de los hombres que le había metido su miembro a Rias por el culo, era la pareja matrimonial de la noruega.

-¿Así? -pregunto desinteresado.

-Todo este tiempo diciendo que se quedaba hasta tarde en juntas... -estaba a punto de llorar Rosswaisse al ver que su marido le engañaba, tal vez era el pago de sus actos, de la misma forma que Rias y demás esposas del castaño se sentían cuando querían ponerle fin al acto de infidelidad a su amado Issei.

Sin decir mas, mientras los gemidos lujuriosos seguían emitiéndose en la tele. Dejo que Issei siguiera tocándole y dejando salir a la luz ese lado sucio que ella quería ocultar de él.

-Que quieres que haga -pregunto Issei cuando vio que la peliblanca se dejo caer sobre la cama. 

-Hazme lo que quieres, yo no me importa -se devasto por dentro.

Sonrió. Para llevar sus manos donde las bragas de Ross-chan y quitárselas, sin hacerse esperar, Issei devoro con gran hambre el coño de esta dama. 

-Aahh~ -gimió al primer movimiento de Issei cuando le introdujo su lengua -espera cambie de opinión... ¡Aaaahhhh!

Primero sintió la lengua de Issei acariciando fuerte los labios vaginales de Ross, para luego introducirla y moverse dentro cual serpiente luchando por su superioridad. La sensación era demasiado para la peliblanca, y eso que tan solo era el comienzo, esa serpiente se hacia mas larga.

-Dios... esto es demasiado bueno~ -con su puño tapaba sus ganas de gritar de placer -siento que en cualquier momento me voy a correr...

-Aun no -detuvo Issei su movimientos de su boca -te hare sentir el cielo primero, hare que olvides a tu esposo.

Tomo las caderas de Rossewaise y la levanto lo suficientes, para poder penetrar su ahora humedecida vagina.

-Mmm~ -fue nueva la sensación, la profundidad con la que le penetro era mayor a la que su esposo le complacía -que es esto... tu pene llega mas profundo que el pene de mi marido -dijo sin pena -siento, la punta de su polla besando mi útero~

-Te dije que te haría olvidar a tu esposo -exclamo el castaño.

Los movimientos del castaño eran violentos, como si fuera un reo libre después de mucho tiempo, hambriento de probar el sabor del cuerpo de un buena mujer. La lujuria se la transmitía a Rosswaisse con cada embestida de su pelvis hacia que su coño húmedo sonara mas sucia y provocativa de lo que sentía con su esposo.

-Rosswaisse... tu interior es muy cálido, apretante -exclamo Issei, dejando caer su cara en medio de los pechos extra suaves de la peliblanca.

-Dices cosas que me avergüenzan~ -dijo Ross, con sus manos en la cabeza de Issei, apretándole mientras mordía y devoraba sus pechos con la misma lujuria con la que exprimió su coño con su lengua.

-Tienes un aroma muy adorable en tu cuerpo -sus brazos envolvían su cuerpo cual amantes oficiales fueran.

-Basta~ -el acento de su voz, sus palabras pedían que parara ¿pero parar que? ¿de coger? ¿De enamorar su roto corazón? -si sigues así.

-Si sigo así que... 

-...Te odio -pronuncio, mas contradijo esa afirmación con su boca, sin pensarlo mas; se arrojo a los brazos del castaño para besarlo apasionadamente mientras él seguía haciendo estragos su vagina -te odio desde el primer momento... como puedes hacer que tus esposas te engañen y tu engañarlas... estas enfermo~

-Lo estoy si, estoy enfermo de placer por ti en este momento -la había tomado de sus piernas y levantado, enterrando duro así como mas profundo su pene en Rosswaisse.

-Te odio, te odio... porque haces lo que mi esposo no me hace llegar cuando lo hacemos~ -lo miraba directamente -perdóname~

-Vamos, quiero oírte decirlo~ -pidió Issei -dilo fuerte~

-Perdóname querido... perdóname, pero el pene de este hombre...

-Me llamo Issei -se presento.

-...Perdóname mi amor, pero me estoy corriendo por el pene de Issei.... ¡Siiii! -grito de placer cuando se vino en gran cantidad mientras seguía siendo machacada por el salvaje miembro del castaño -¡me estoy viniendo mientras un de verdad me coge!~ -cayó en el pecado de la lujuria. Mas dame mas~ 

Rosswaisse fue la primera mujer que Boris le presento, pero no la única, siguiendo con agradecimiento a Issei Boris le presento otras mujeres que, al igual que Rosswaisse terminaron enganchándose al placer inmoral que él les daba.

-Perdóname Yuuto mi amor... pero el pene de Issei me complace mas que el tuyo~ -exclamaba Tsubaki Shinra, cuando era penetrada de lado estando en la cama con una pierna levantada por mano de Issei, clavando con mayor profundidad su pene hasta casi perforar y entrar en su cámara de bebes de Tsubaki.

-Aprietas mucho tu coño Tsubaki-san... -se dejo caer el castaño sobre esta mujer con lentes -en serio te cojo mejor que tu esposo~

-No me hagas repetirlo -se apeno por las palabras previas que pronuncio.

-Entonces me detendré~ quieres que me detenga~

-No... -el placer que le proporcionaba era inigualable -perdóname mi amor, pero ¡amo el pene de Issei!... ¡Aaahhhh!~ -ni dos segundos de gritas a los cuatro vientos, Issei vino en el coño infiel de Tsubaki haciendo que se corriera ella también.

Otra de esas mujeres que termino siendo seducida por el placer sexual fue Kuroka, la hermana de Koneko, a pesar de ser la mayor aun no tenia pareja. Tras fichada por Boris y hacer que se reuniera con Issei. El nivel de lujuria de ambos estaba al mismo nivel.

-Muévete mas, Issei~ -era una gatita traviesa Kuroka moviendo su cintura cual bailarina al estar montada encima del castaño con sus brazos extendidos al techo deleitándole con un baile sensual de sus grandes senos que se movían como globos de agua -quiero tu semen inundando mi coño~ 

-Sabia que eras un golfa pero no tanto... -exclamo Hyoudou deleitándose con el espectáculo.

-Y tu... un gigolo~ -decía para dejarse caer sobre él -damelo... quiero que me llenes toda~

-Me vendre dentro de ti... Kuroka~ -su pelvis comenzó a golpear con mayor fuerza el trasero de la gatita hasta venirse y hacer un desastre en su interior.

-¡Kyyyyaaaaaaa!~ -que bueno las paredes de ese hotel extra reforzadas contra ruido.

Alli no acababa, hubo una cuarta mujer mas que le presento Boris a Issei. Seekvaria, ¿de donde era? solo le dijo que era europea.

-Si, si, ¡Si! tu pene se siente mucho mejor en mi culo~ -decía estando a cuatro en la cama, teniendo su coño hecho un desastre luego de ser llenada por la leche de Isssei.

-No aguanto mas... tu culo aprieta mas y mas mi polla Seek-chan~ 

-Vente... quiero sentirlo~ mmmm~ -gimió de placer al terminar siendo llenada por ambos agujeros por este solo hombre, un placer que no le proporcionaba su pareja sentimental en todo el tiempo que llevaban casados.

No una ni dos encuentros tuvo con cada una de estas mujeres, sino decenas. Al mismo tiempo, mientras Issei sabia que sus esposas eran usadas como simples vertederos de semen por otros hombres, Issei era el gigolo amante de estas otras cuatro. Que al final, terminaron dejando a sus parejas para estar con él, no podían vivir ya sin el pene de Issei así como su extraño y retorcido corazón que terminaron amando.

-Ise~ me estoy viniendo mi Issei~ -decía Rias estando en la cama King size donde ahora dormían once mujeres mas su esposo en el momento, todas dormidas, agotadas y desnudas; cubiertas de semen, de su semen. Pues sus caras reflejaban felicidad y placer absoluto.

-No puedo mas... Rias~ te daré mi ultima carga esta noche~ -exclamo Issei estando encima de su esposa.

-Dámelo todo mi amor, dale todo tu semen a tu zorra esposa~ ¡Aaaahhhhh!~

Estaba mas que agotado, esta seco por completo el castaño. Pero al mismo tiempo, complacido, igual que sus esposas. 

-Eres una bestia -exclamo Rias abrazada a Issei sobre todas y las nuevas esposas de su castaño -te viniste seis veces en cada una de nosotras y nunca paraste, hasta ahora.

-Es porque las amo, te amo -declaro. 

Cada día que seguían viviendo, Rias no podía creer que su esposo terminara perdonando su infidelidad, que le permitiera seguir en ese camino al que fue mal llevada por Boris junto a sus demás esposas, en la que las nuevas miembros del harem de su castaño se unieron luego de que terminaran aceptando estar tras ser desposadas por Issei.

Todo iba bien, sus esposas complacían a otros cuales zorras hambrientas de sexo, para luego ser complacidas a mas no poder por la sola polla de su esposo que veía el trabajo desempeñado de sus mujeres en video.

-Ojala esta forma de vida no termine -exclamo Issei tras coger a todas sus esposas tras el ultimo video morboso que Boris le envió.

Pero esta rara forma de vida llego a su fin de un dia a otro. Pues Boris fue detenido por las autoridades luego de que una reciente presa lo denunciara por acoso y fuese arrestado. Por fortuna su negocio no fue descubierto, así que clientes y trabajadores de Boris salieron con las manos limpias lejos de los contactos del hombre.

-Supongo que llego a su fin -decía Issei parado cerca de la ventana en su casa desde el séptimo piso del edificio, tenia el USB con todas esos videos de sus esposas, en orgias y videos solitarios teniendo sexo con desconocidos cuales actrices porno. Las tenia reunidas, pues si querían pasar desapercibidas de la investigación contra Boris, debían deshacerse de todo lo que los conectara a él.

-A decir verdad, Issei-san -hablo Asia -yo... me sentía mal siéndote infiel, aunque tu nos lo permitía.

-Yo también Issei -expresaron su inconformidad y moralidad remordida de sus esposas -era divertido estar en esas fiestas... -si podían definirlo Rias de tal forma -pero lo correcto era que se les pusiera fin.

-Entiendo -exclamo, al final él era el único con el fetiche cornudo -creo que esto debe ponerle fin, además me ayudo.

-¿A que? -exclamo pregunto Akeno.

-A enamorarme mas de todas ustedes.

Raro e inentendible era el amor que sostenía este matrimonio de gran poligamia. Arrojo el USB por la ventana en dirección a los arboles del parque, para que se perdiera en las ramas y nadie lo encontrase.

-Bien... ¿ahora que? -pregunto el único hombre rodeado de once bellas mujeres.

-Apenas es medio día~ -rodearon y con tono lujurioso le abrazaron, todas sin falta pusieron sus manos sobre su pene que sacaron de su pantalón -quieres que lo hagamos aquí o el cuarto, Issei~

-Empecemos aquí... y veamos quien llega primero al cuarto -exclamo, solo sentir las manos de sus esposas sobre su pene, basto para excitarlo.

Parecía el fin de un nuevo ciclo y el fin del fetiche de este matrimonio. Sin embargo, solo era el intermedio para el nuevo rumbo que les llevaría. En ese parque, bajo ese árbol. Una mujer de lentes discutía por teléfono con su jefe.

-Necesitamos hacer una nueva película o nos iremos a la bancarrota, Kiryuu -decía su jefe y director de una casa de producción de películas.

-Pero como, la gente quiere ver nuevas actrices en nuestras películas, todas las actrices ya firmaron contratos con otras casas o directores. Como quiere que consiga nuevas actrices porno. La respuesta no me caerá del cielo ¡ouch! -discutia, y le termino cayendo en la cabeza el USB de Issei a Aika Kiryuu -y esto, ¿Quién lo tiraría?

Mas tarde en su casa, reviso en su computadora el contenido del dispositivo tras guardarlo. Lo que vio en su interior, era lo que necesitaba para salvar su compañia de películas adultas.

-Vaya, vaya -sonrió Kiryuu al ver el potencial, saco su teléfono y marco a su superior -jefe, parece que encontré nuestra salvación.

Esto aun no acaba.


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