Negocio Familiar: heredero
Fue un alboroto total en toda la escuela. El rumor no se hizo esperar y comenzó a esparcirse por toda Fujimi y para antes de el día terminara ya todos los sabían. La conocida genio de la academia, la inalcanzable Saya Takagi (la que nadie podría conseguir hacerla su novia) estaba en una relación con el catalogado vagabundo de la escuela, Komuro Takashi. Pero no acababan los rumores allí, ya que la capitana del club de Kendo Saeko Busujima cuyo corazón era de hielo se derritió por ese mismo chico y sin importarle que estuviera saliendo con la chica genio de la escuela, igual buscaba tomar el corazón del vagabundo de la escuela. Lo cual ponía de mal humor a Rei Miyamoto.
-Entonces... La capitana del club de Kendo, Busujima-senpai esta enamorada de Takashi. Sin importarle que Takagi-san esta saliendo con él -resumía Igou la situación estando sentado en su pupitre teniendo en frente a su novia quien hacia todo por disimular su odio irracional.
-No me agrada -decía casi maldiciendo Rei mirando al resto del salón -simplemente no me agrada.
-¿Que cosa? -pregunto Hisashi preocupado ante la actitud repentino de su novia.
Miyamoto, sentada de
espaldas al salón donde en la pizarra estaba escrito en kanjis grandes,
hora libre. En medio de esto, Takagi era el centro de atención de
estudiantes de su salón, las chicas mas que ninguna otra.
-¿En serio estas saliendo con Komuro-san, porque? -preguntaban mas a la pelirrosa no le gustaba tener esta clase de centro de atención.
-No les incumbe -Saya respondía cortante para que le dejaran en paz.
-¿Son amigos de la infancia?
-¿Es tu vecino?
-¡Desde cuando están saliendo!
-A-acaso ya lo han hecho
-preguntaban algunas de las curiosas estudiantes. Lo cual saco un
sonrojo a Saya la ultima interrogante. Después de todo, ya lo habían
hecho; su cara revela la verdad pero solo una de las que le rodeaban se
dio cuenta de la expresión de Takagi.
-Ara~ Al parecer si -decía esta picara estudiante de preparatoria, tomo el oído de Saya y comenzó a hacer interrogantes -dinos Takagi-san, como fue... Acaso Komuro-kun fue brusco o tierno, ¿por cuanto tiempo? ¿Cuantas veces lo hicieron? lo tiene grande o~
-¡Ya basta! -grito al levantarse de su lugar y golpear su pupitre con sus manos poniendo el alto a estas chismosas -no les importa nada de lo que Takashi y yo hagamos en nuestra relación -grito sin medir sus estribos para salir del aula mientras murmuraba -donde esta ese idiota... -Takashi no estaba en el salón.
Mientras que el grupito de chicas que inundo a Takagi hacían suposiciones con la respuesta final que les dio. suponiendo que ambos ya habían dado un paso mas en su relación, el paso carnal. Cosa que Rei aunque no entendía del todo que demonios hablaban sus compañeras, quería saber... quería que se callaran. Tanto así que el lápiz que tenia en manos se quebró con solo uso de la presión de la misma mano. Cada segundo que pasaba Hisashi iba preguntándose que pasaba con su novia, pero sabia bien que preguntar mas claro podría significar la muerte.
-¿A que rayos vino ese grito de Takagi? -pregunto Rei mirando detrás de ella hacia donde las otras chicas iban haciendo sus suposiciones.
-Solo le pregunte si ella y Komuro-kun lo hicieron no tenia que reaccionar tan agresiva a una simple pregunta -era aquella otra estudiante que hizo las preguntas incomodas a Saya.
-¡¿Que?! -Rei se altero mas cuando escucho sin mirar quien había hecho esa pregunta, cuando vio a la chica que atrás... -espera no eres ¿Yuki Miku de tercero? ¿Que haces aquí?
Yuki Miku, catalogada
como la chica mas ardiente de la academia Fujimi aunque también conocida
como la mas perra de la academia estaba en el salón de segundo año a
pesar de que ella pertenecía a tercero. Tal como Miyamoto pregunto ¿Que
hace ella aquí?
-Shido-sensei quería a
alguien que le trajera a Sakura-sensei unos documentos, aunque yo
aproveche para darle una vista Komuro-kun y ver como es con todo el
alboroto que esta causando -respondió Miku con la expresión soberbia en
su cara. Entre líneas le estaba diciendo a Rei que quería ver como era
Takashi, aunque fuese solo su cara antes de acercarse a él para
probarlo.
-Shido... -maldecía el nombre de este profesor en susurros, sin embargo no era momento para estos -escucha Miku, no se que lo que estés tramando pero.
-Oye Tranquila, Miyamoto
-llego a saber de ella antes de que se quedará un año atrás -solo
quería averiguar porque tanta la repentina popularidad de uno de mis
Kohais. Es todo, ya me voy -se fue, como dijo.
-Yo igual me lo pregunto
-decía Igou mientras miraba al vació en el techo -desde cuando Takashi
se volvió popular para ser centro de atención de Busujima-senpai.
-Porque el interes -pregunto Miyamoto a su novio.
-Bueno, una vez intente
hablar con Busujima-senpai cuando me la tope en los pasillos, pero
resulto ser una persona fría y cortante -respondió, sembrando las dudas
en la castaña. Se hacia preguntarse que relación tenían Saeko y Takashi,
aunque podría saber como era que Saya se fijo en Komuro. La que le
preocupaba a Miyamoto ahora eran Saeko y recientemente Miku.
La única que se preocupo por el estado de Saya era la sicaria vestida de estudiante en el mismo aula que Takashi, Helen junto al resto de amigos de Takashi estaban reunidos como los demás alumnos del salón pero con un celular entre los cuatro, una extensión para auriculares puesta en el auxiliar para que cuatro de ellos escucharan mientras ella solamente vigilaba.
-Pobre... mejor voy tras ella, estén atentos a la conversación -exclamo la morena.
-Esta bien -dijo su novio quien tenía el teléfono en manos.
¿Que era lo que estaban escuchando? Preguntaras, con su talento para el hackeo cibernético. el sicario escucha la inesperada reunión entre su líder, Takashi y la directora del instituto quien en realidad era una asesina de elite, pero eso ya lo sabias.
La tensión se sentía
entre la directora Asagi así como en las otras cuatro profesoras de la
academia que eran parte del temido grupo taimanin. Mas la cara de
complacencia en Takashi le colmaba la paciencia a la misma directora.
-Que es lo que pretendes ahora -pregunto sin escaramuzas Igawa Asagi.
-¿Pretender que? -pregunto de forma ingenua para ver la reacción de la mujer.
-No juguemos Komuro
Takashi, sabemos quien eres -dejo de lado su papel como la directora de
Fujimi, para entrar en su verdadera identidad como la líder del grupo de
mercenarias Taimanin, se levanto, soltó su cabello y se puso delante de
Komuro quien seguía con su cara de tonto -piensas que puedes
convertirte en alguien como esos traficantes de tu continente. Por favor
solo eres un niño jugando con armas. Nunca serás ni la sombra de lo que
fue tu abuelo muchacho. Debiste quedarte en ese país cuando decidiste
irte.
-¿Ah si? -dejo de lado su papel de inepto vago como todos pensaban -es lo que cree usted, o ¿lo que piensa el primer ministro? -esto molesto a la mujer, incluso a las otras "docentes" presentes les molesto -o será acaso por su hija Saeko.
Puso en jaque a Asagi, así como la saco de sus casillas, tomo al estudiante del cuello de su uniforme, lo levanto de su asiento y lo hizo aporrearse contra su mismo escritorio como directora.
-¡Asagi calmate! -grito
Sakura-sensei sosteniendo la mano levantada de su hermana cuando revelo
un cuchillo que usaría para enterrarlo en Takashi.
-Ella no debe meterse en este mundo... -dijo Asagi con su brazo contenido por su hermana.
-Puedo ofrecerle una
mejor oferta -decía Takashi, lo cual puso poca curiosidad en la mujer
que podría ser su suegra algún día -una donde sea impune totalmente,
donde pueda estar con su hija. Donde puedan vivir sin ocultarse.
Calmo la fuerza en el
brazo de Asagi con el que pudo haberle clavado aquel cuchillo directo a
su corazón. Incluso a las mujeres que estaban con la directora les
despertó la curiosidad.
-Buena broma -casi se reía la misma Igawa -crees que tu y NMM puede ofrecernos un trato así.
-El ministro Shido es
solo un hombre, yo pertenezco a una nación mas grande... mas poderosa de
lo que piensan, una nación que incluso los americanos ahora temen
-decía casi parecía convencer a la mujer -solo necesito, los códigos de
la caja fuerte del ministro Shido le confirió.
Sintió como su cuello se
volvió liviano, le soltaron el cuello del uniforme. Vio a la directora
alejarse y guardar el arma bajo su ropa.
-¡Jajaja! -reía del
chiste que Komuro había hecho. Incluso dejo en ridículo la mano
extendida de Takashi a la mujer cuando hizo su oferta -eres solo un
mocoso. No creas que con solo palabras me convencerías de darte los
números -mostró entonces una cadena de oro con un dije que se ocultaba
en su escote, una especie de insignia samurai. Collar que devolvió a su
lugar de salida -déjame decirte esto, Komuro Takashi y a tus amigos que
nos escuchan por tu teléfono...
Eso hizo temblar a los cuatro chicos que escuchaban desde el salón de clases, sobre todo a Morita.
-¡Nos descubrieron! -en
un acto descabellado, tomo el celular de Ricardo, arranco los
auriculares conectados y arrojo el celular cual pelota de beisbol se
tratara por la ventana abierta pasando entre Rei e Igou.
A lado del edificio del
instituto donde el aula de clases de estos cuatro, en un corredor a
través de la naturaleza conservada dentro de la academia. Dos
estudiantes mas iban por este sendero luego de terminar la clase de
educación fisica se aseguraban de devolver los costales con los balones
que ocuparon en la hora.
-No era necesario que me
ayudaras, pero igual gracias Naomi -exclamo uno de los estudiantes
llevando el uniforme de educación física puesta. Cargaba uno de los
bultos en la espalda.
-Descuida Takuzo, solo quiero ayudarte -sonreía esta chica de cabello corto y una tonalidad azul muy oscuro, justo cuando iban llegando por una jardinera en el camino cuando empezó a hablar tímida la chica -por cierto Takuzo... que era lo que querías decirme ayer después de clases.
Solo tuvo tiempo de
hacer su pregunta cuando delante y sobre ellos, desde el segundo piso en
el que estaban Morita y los demás, hacia las jardineras; paso el
celular de Ricardo donde termino rompiéndose el aparato sobre la tierra
que alimentaba el árbol. Todo visto por los dos estudiantes que por
casualidad iban pasando por allí.
-Morita... que pendejada
hiciste... -la voz del sicario hizo preocupo a mas de uno, todos los
del aula miraban por las ventanas lo que salió volando por mano del
rubio pintando del salón.
Mas lo que seguía pasando en la oficina misma del director era otro asunto.
-No vencerás tan fácil a
una persona como Shido, tal vez hayas derrotado a una de mis taimanin
pero aun quedamos nosotras, no seremos tal fácil de derrotar como
Yukikaze -fue la amenaza de Asagi.
-Alguna otra advertencia -pregunto.
-Si -encaro muy próximo al rostro de Takashi la directora -si le haces algo que dañe a Saeko, yo mismo te las cortaré -dicen que una patada en los huevos es dolorosa, imagina si alguien te los quita sin anestesia y de forma lenta, usando una cuchara.
Pero no hizo ni siquiera temblar a Komuro con esa advertencia. Jamás dejaría que una de sus chicas fuera dañada, y si eran dañadas, los tipos la pagaban caro. Pero quien lo iba a pagar caro sería otro mas que Morita luego de sentenciarse a muerte provocando la ira de un mexicano.
-Morita... -Ricardo miraba su equipo hecho mierda luego de que la persona que tenia a lado lo arrojara por pánico -ese celular era nuevo, me lo mandaron desde mi país.
-Hombre... no fue a propósito, te lo juro -su voz temblorosa, era porque sabia bien que provoco la ira de la persona equivocada.
Abajo, los dos que por casualidad iban pasando, miraron mejor lo que cayó a sombras del árbol en la jardinera. Por las pequeñas piezas ahora basura que fue lo que paso sobre ellos en su camino.
-¿Un celular? -respondió el tal Takuzo cuando...
-¡AHHH!
Atrás de ellos, sin
verlo Morita cayó desde el segundo piso tras saltar sin medida de
aterrizaje. Lo vieron salir de entre los arbustos para emprender una
huida a todo pulmón el solo.
-No fue a propósito -grito al empezar a huir.
-¡Vuelve aquí! -mejor aterrizaje tuvo el sicario cuando salto de la ventana para perseguir a Morita -¡vuelve aquí hijo de puta! ¡Te voy a partir la madre cabrón! -lo bueno que iba gritando en su idioma original. Naomi y Takuzo fueron viendo como el estudiante de intercambio perseguía como demonio al primero.
-¡No se lo que dices pero no! -gritaba a medida de que huía.
-¡Oigan! -Imamura bajo también por la ventana para ir detrás de los dos.
-¡E-esperen! -incluso Kohta bajo de la misma manera que sus amigos, incluso Hirano tuvo un mejor aterrizaje que Morita, a su paso fue por ellos.
En cuanto a Takuzo Y Naomi, ambos vieron como el estudiante de intercambio ir detrás del rubio pintado era como ver a un policía perseguir a un ladrón en plena fuga que perdieron de vista cuando estos dos entraron a otro de los edificios del colegio. Sin saber a quien ayudarían los dos estudiantes que bajaron de la ventana, solo vieron como estos fueron por donde los dos primeros corrían como locos.
Lo que pasara entre
ellos seria historia para otra ocasión. Mismo en esos momentos, la novia
de Komuro y la joven sicaria fueron hacia las escaleras externas del
edificio, el mismo sitio que Takashi frecuentaba cuando quería ocultarse
de Miyamoto.
-Ahora entiendo porque Takashi venía aquí, el aire es mas fresco y ayuda a calmar -decía Saya recargada contra el barandal mientras miraba hacia el exterior del edificio.
-Otra vez tienes el miedo de que te lo quiten -exclamo Helen al mirar la tranquilidad de Takagi luego de estar tensa y malhumorada hace poco.
-Takashi y yo siempre hemos sido amigos desde que nos conocimos en el jardín de niños -iba a explicar su historia, la cara de Helen no parecía estar de acuerdo con escuchar la historia que tuvieran estos dos, pero igual haría el intento de prestarle atención -sin embargo para él nunca fui mas que la chica genio, arrogante. Siempre se inclino por Miyamoto, ella el mundo para Takashi, no había momento donde no pensara en ella, ambas eramos inteligentes pero los halagos de Komuro siempre iban para Miyamoto.
-¿Por eso te volviste una genio? -pregunto con gracia la morena -para recibir sus adulaciones.
-La verdad, era porque
me molestaba la ignorancia de Takashi, pero si. Era para escucharlo
adularme -le escuchaba la asesina, eso le agradaba a Saya -cuando
Miyamoto lo rechazo, odiaba a Takashi, se veía patético.
-¿Tan mal se veía? No lo
conocí hasta mas que de reojo cuando iba los veranos a visitar a su
abuelo, solo digo jamás fuimos conocidos ni así hasta que le dejo su
puesto en el cartel -exclamo sin prejuicios Helen.
-Si se veía tan patético -Saya recordaba como se veía Takashi a como se ve ahora, le parecía ser solamente un mal chiste pasado -odie verlo así, pero mas odie que Miyamoto le hiciera eso, todo porque decidió darle espacio, tampoco Takashi era un perro para ir detrás de ella -mala cara puso en contra de Rei lo hizo cruzando sus brazos y resaltando el escote con el que fue bendecida -me dolió ver a Takashi irse y decir que tal vez nunca volvería cuando recibió la noticia de su abuelo muerto casi al mismo mes ¿Como era él?
-¿El león de la
península? -pregunto la sicaria y si, la pelirrosa le hablaba de este
hombre -fue militar un tiempo, era sádico, hábil con las armas, tenia
mente administrativa pero a la vez era amable y estricto con sus
hombres, como un padre. A los niños que los padres abandonaban los
recogía y les enseñaba a ser sus soldados. Él fue quien me entreno,
incluso cuando Takashi iba a visitarlo terminaba siendo parte de los
entrenamientos mas que un maestro era un padre para él. Tampoco era un
diamante por pulir, su abuelo todo el tiempo lo estaba entrenando para
ser su reemplazo, siempre decía que un día Takashi seguiría los pasos
del León.
-Entiendo -cada vez mas
parecía estar de acuerdo con el sueño de Takashi, al final Saya era hija
de un yakuza -supongo que fue su abuelo quien lo convenció de seguir
adelante.
-Puede que si -estas dos se estaban haciendo mas amigas con cada platica.
-¿Que crees que le habrá dicho?
-Que me enamore de la mujer equivocada -exclamo Takashi, apareció en escalones bajos al piso inferior. Saya tenia vista al cielo en lo que Helen miraba el pórtico de la escuela, ninguna de las dos vio aparecer al pelinegro hasta que hablo -y que volviera antes de perderla a ella también.
-¡Takashi! ¿Que haces allí? -Saya se sorprendió ante la mágica aparición de su novio que iba subiendo a donde ellos.
-Termino mi reunión con
la directora ante la escena que nos hizo hacer Saeko-senpai, salio mejor
de lo esperaba -subió hasta llegar justo enfrente de Saya y tomarla de
la cintura para besarla sin importarle que su sicaria estuviera a lado
mirándoles, quien nada rió para mirar a otro lado
-¿Que haces? Helen esta a lado -se apeno por que la morena los viera cariñosos, sin contar que estaban en la escuela todavía.
-Ves que me importa acaso -respuesta que impresiono a Takagi -¿otra vez preocupada? Es a ti a quien amo, Saya.
-Entonces porque llamas a Senpai por su nombre -pregunto su novia, sus mejillas hinchadas le decían en claro que estaba celosa.
-No es por interrumpirlos -hablo Helen -pero espero que hayas descubierto algo acerca de la directora.
Si descubrió algo, sin embargo la escuela no era el lugar perfecto para discutir. En lo que llegaba el final de las clases, la directora continuaba reunida con las miembros de su equipo para hablar de lo ocurrido.
-Ese chico debería ser comediante, cada cosa que decía solo quería reírme -dijo Rinko Akiyama sensei, docente de ciencias sociales. Otra de las Taimanin.
-Que tal si lo decía enserió -dijo Murasaki Yatsu, maestra de ciencias en la academia -ese chico ocupa un puesto alto en la NMM, ellos ahora tienen influencia en casi todo norte América y centro, incluso las naciones unidas los tienen catalogado como una amenaza. Además Komuro Takashi, sea que haya sido él o alguna de sus agentes, lograron matar a Yukikaze.
-Cierto... -Rinko era amiga de Yukikaze.
-No es tonto, eso lo se. Puede que haya sido descuido de Yukikaze o pura suerte, pero no creo que la hayan asesinado si sabe quienes somos, no se desharía tan rápido de una de nosotras -hablo la directoria misma en su silla, mas de una se pusieron tensas pensando en la mas joven de ellas desaparecida -pero aun así sigue siendo un mocoso nada más. Es un mafioso, y Shido es el primer ministro, un hombre que controla casi todo directamente en este país.
-¿Y que tal si lo logra? -exclamo Sakura, la hermana de la directora y profesora de matemáticas -que tal si llega a derrotar a Shido de alguna manera u otra.
-Entonces lo habré subestimado -respondió Asagi.
No estaba preguntando si realmente Takashi llegaría a derrotar a Shido, la pregunta que se hacia era como le haría el chico para conseguir los números de la caja fuerte ya que le mostró donde los ocultaba. Pero lo que se preguntaban las profesoras Murasaki y Rinko era si Yukikaze seguía con vida, y lo estaba solamente que no estaba en las mejores condiciones.
-¡Oigan! señor sicario, quiero ir al baño -gritaba Yukikaze. Seguía con su atuendo de Taimanin dentro de una habitación de lamina y piedra que generaba mucho calor en su interior, levantada casi un metro sobre el suelo, con las manos atadas con cadenas al techo muy apretadas que ya tenían marcadas sus muñecas. El sudor recorría su cuerpo y el hambre clamaba por que le dieran algo de comer, solo le alimentaban con un poco de papilla para bebe cada dos días -por favor, señor sicario.
Los dos guardias que vigilaban el cuarto de torturas, estaban hartos de que la morenita volviera a comenzar con sus gritos, así que uno fue por una cubeta de agua mientras el primero alistaba una pistola teaser a su máxima potencia.
Yukikaze vio la distante puerta abrirse y a estos dos casi soldados (por su vestimenta) entrar, uno con una cubeta y el otro ocultando algo bajo su mano. Pero pronto, solo vio cuando uno de estos le arrojo agua de la cubeta a distancia segura impregnando todo su cuerpo, así su compañero disparo y la descarga eléctrica torturo en grande a la Taimanin, tanto así que su cuerpo se orino por el dolor infligido a su cuerpo. Incluso salió humo de cuerpo al final de la tortura.
-Listo ya fuiste al baño mocosa -exclamo uno de los sicarios.
-Cuando salga de aquí... serán los primero que mate con mis propias manos -rabiaba la pequeña taimanin.
Sin temor, disparo con su nueve milímetros al muslo de la chica.
-Veremos si lo puedes hacer con una bala incrustada -luego de eso, la volvieron a encerrar y por fin podían dejar de escuchar sus gritos una vez mas.
Era una de las actividades que se llevaban a cabo dentro de la guarida establecida por la NMM en Tokonosu, en la sala principal Takashi tenia reunido a sus amigos de mas confianza a los que le dio la noticia de donde estaba los números de la caja fuerte y ya sabía donde se ocultaban.
-Era de esperarse que una mujer como ella los tuviera siempre consigo -decía Kishimoto reunido con los jóvenes que dirigían al grupo.
-Ya que sabes donde esta -Saya inclusive estaba en esta reunión, no era común verla por aquí -como piensas obtener los números Takashi.
-Podemos secuestrarla -dijo Morita de un sofá solitario.
-¿Estas loco? Fue un milagro que sobreviviéramos a una de ellas, si tan solo planeamos eso nos asesinaría si intentamos emboscarla -exclamo Hirano, desde un sofá con las piernas encima del mueble con Kishimoto a lado de él.
-Que tal un trueque -dijo Imamura desde el otro lado de la mesa corta de centro que separaba a los reunidos -le damos a Yukikaze a cambio de que ella nos de los números.
-Dudo que entregara el código a cambio de una de ellas, aunque hay una posibilidad de que tarde o temprano vengan a buscarla -decía Saya, increíblemente la idea que pronto saldría de ella puso nervioso a mas de uno -pero, puede que haya alguien mas por la que si podría entregarte el código Takashi -la mirada macabra de saya puso nervioso a Komuro.
-¿Que es lo que tienes en mente? -pregunto temeroso, esa cara maquiavelica en su novia no era común de ver,
-Mi madre siempre dice... que una madre es capaz de cualquier cosa a cambio de la seguridad de sus hijos -divago la pelirrosa, todos los que sabían entendieron.
-¡¿Hablas de secuestrar a Busujima-senpai?!
Bueno... esto se iba poner interesante.
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