Weekend work
Era sábado para Naruto y las dos mujeres que le hacían compañía en su estancia secreta en este lujoso hotel. Aunque se encontraba con dos hermosas mujeres en un paraíso compuesto por arena, sol y mar. La verdad era que Naruto estaba en medio del fuego de entre estas dos mujeres.
-Naruto-sama vayamos a la playa a nadar -exclamo Sarada tirando de la mano de su jefe cuando andaban pasando por el lobby -podríamos ir y~ -susurró algo sucio al oído.
-Suenas como una virgen, mocosa -se burlo Samui como la gal que era luego de intuir lo que Sarada dijo a Naruto sin que ella lograse escuchar, tomo al rubio de su brazo izquierdo que seguía libre -si quieres seguir divirtiéndote como anoche, vayamos detrás de esos arboles~
-Oigan oigan cálmense -Naruto les puso un alto -primero lo primero, hay que desayunar para tener fuerzas.
Naruto Uzumaki tenia bien controlado su ganado, pero aun así entre el mismo ganado estaban los conflictos. Podía verse como Samui y Sarada se miraban filosa mente con el rubio entre ambas por el que peleaban. Te preguntaras como fue que empezó esta rivalidad entre estas dos, bueno tendremos que remontarnos a la noche anterior.
Flashback
Cuando Samui paso su mano sobre el pantalón de Naruto y el rubio hizo lo mismo, pero pasando su mano bajo la falda de esta rubia pelicorta superdotada. Se dirigieron a la habitación de Uzumaki luego de pagar la cuenta en el bar; mas las ansias de ambos no les dejo llegar al cuarto lujoso, encontraron uno de los baños del hotel públicos y se adentraron poniendo el seguro en la puerta.
La gal enseguida puso sus labios sobre la boca de Naruto mientras este también le iba besando mientras le empujaba hacia el lavamanos. Donde puso encima a la Gal que se topo. Donde luego de dejarla sin aliento, pudo mirar que los ojos de Samui la miraban con lujuria, borrando por completo esa expresión fría e indiferente de al principio. Ahora si parecía una gal tal cual estaba vestida.
-¿Que pasa con esa expresión ansiosa? -pregunto dominante Naruto.
-Normalmente soy yo la que deja sin aliento a los hombres... pero esta vez tu me has dejado sin aliento~ ¿como llamas esa técnica de tu lengua? -Samui recuperaba la respiración mientras su cuerpo estaba que arde.
-Un mago nunca revela sus secretos -respondió.
-Entonces, mago~ -Samui abrió sus piernas sobre el lavamanos de cerámica fría que entro en temperatura gracias a su cuerpo, movió sus bragas y con sus dedos, le abrió las puertas a su vagina -ven, usa tu vara para hacer tu magia.
Relevo su miembro, largo y grueso a Samui, quien vio como este trozo de carne se volvía duro y mas extenso. Un verdadero pene según ella. El cual sintió abrirse paso por completo en su coño de gal.
-Eso~ -la verga del rubio de ojos azules apretaba el coño de Samui -muévete más~
-Tu tampoco lo haces mal... tu vagina es apretada -Naruto tenia su aliento controlado.
Naruto no era ningún novato en esto, sabia como complacer a una mujer de cualquier gusto. Los movimientos rápidos de sus caderas golpeando a la rubia sin hacer ruido con sus carnes, era complacientes para Samui.
-¿Que es esto? Jamás me había sentido así? -ya se había entrometido con otros hombres, sin embargo ninguno hasta ahora le había dado el calor que Naruto -voy a venirme pronto...
-¿Donde lo quieres? -una pregunta cínica tal vez, pero ella sabía que le estaban preguntando.
-Dentro, por supuesto~ quiero sentirlo dentro... -sus manos en el cuello de Uzumaki, hicieron que se aferrara mas a él cuando por fin, el semen del semental rubio se virtio dentro de su coño -¡Haaaaa!~ -su cuerpo se contraía, la cantidad del esperma era superior a cualquier otro hombre con el que haya estado, incluso -...que es esto. Tu pene sigue corriéndose en mi~ semen caliente y delicioso~
Terminaron este rápido encuentro con Samui limpiando la polla de Naruto usando su boca, limpió los restos que sobraron de su pene, los cuales saboreo con gusto y pasión. Para después salir del baño con Samui abrazada al brazo izquierdo de Naruto cual novia se tratara.
-Naruto-sama -de pronto la voz de Sarada se apareció delante del camino de Naruto -lo estaba buscando -si era ella, su asistente personal del Uzumaki quien se detuvo a cinco pasos de su jefe cuando noto a la otra mujer agarrada de su señor -¿em? ¿quienes ella?
-¿Quien es la chica? ¿Tu sobrina a acaso? -no dudo dado lo pequeña que era esta y lo joven que se veía aunque llevara esa ropa formal, demasiado formal.
-Soy, la asistente personal de Naruto-sama -respondió desafiante Sarada. Pero no hizo temblar a Samui ni por poco.
-Mucho gusto niña, soy la novia de tu jefe -abrazo mas y mas a Naruto, embarrando sus pechos contra el hombre, mostrando la diferencia entre ella y la Uchiha por medio de su escote.
-¡¿Que?! -se altero Sarada.
-Calma, Sarada -no le dio importancia Naruto, para él esto solo era un juego.
-Lamento decirte que estas equivocada, perra -respondió mas fuerte. Ignorando que estaban en un pasillo.
-¿Perra? acaso me llamaste perra -esto no les gusto a Samui.
-Así es, perra -volvió a llamarla así Sarada, se acerco al otro brazo de su jefe para tomarlo y abrazarse a él untando sus pechos pequeños (comparados con los de Samui) contra el cuerpo de su jefe -pero yo soy la única amante y novia de Naruto-sama~
-Pues debes hacerlo mal, porque sino Naruto no me hubiera encontrado ¿verdad -miro Samui a Naruto, presumiendo le su escote.
-Oigan tranquilas, tranquilas -entonces las domo, antes de que hicieran mas escándalo y llamaran la atención de alguien que terminara exponiendo a Naruto. A Samui la tomo poniendo su mano en su pecho. Mientras que a Sarada la tomo de su trasero, a ambas las apretó fuerte -yo se como calmarlas, vamos a la habitación ¿quieren?
Fin del flashback
Y aunque a ambas las controlo por esa noche, ninguna estaba dispuesta a compartir al rubio. Aunque para un hombre, estar rodeado por hermosas mujeres así como bien dotadas era un paraíso, desde la perspectiva de esas mujeres tener que compartir a un solo hombre era una situación de guerra.
Y esa guerra se iba a librar de forma sexual. Las llevo a comer, Naruto hizo que ambas mujeres mantuvieran su odio apaciguado entonces, hasta que decidió que era tiempo de ir y rentar un yate de alta gala para llevarlas de paseo a ambas en alta mar hasta llegar a una pequeña isla apartada en el mar no muy lejos del resto de la sociedad.
-¿Y este lugar? -pregunto Samui impresionada por este tropical lugar cercano a la cuidad que del que nunca había escuchado, aquí había una casa de dos pisos de gran elegancia hecha de madera -es atractivo.
-Es una casa de retiro privado para la compañía -dijo Naruto caminando hacia la puerta de la casa con el yate atrás encallado en un pequeño muelle hecho para este barco. Llevaba puesta una camisa holgada color blanca con una Bermuda hawaiana -una casa de retiro privada del que solo el jefe de mi industria conoce, osea yo. Exclusivamente para mi, mi querida asistente y las invitadas que yo quiera.
Alardeo, entro a la casa seguida de estas dos para llegar al sofá y sentarse mientras que Samui apreciaba el decorado de esta casa de playa, parecía ser el ambiente ideal para una fiesta. Si era una casa de fiestas, pero no para esa clase de fiestas.
-Ahora, hay que
divertirnos... -escucho a Naruto, quien al sentarse en aquel mueble café
tenía delante suyo a Sarada, su asistente gustosa se quito ese saco
ligero color rosa para revelar tan delgado bikini rojo que traía.
Deseosa por estar en contacto con su amado jefe, Sarada paso sus manos sobre el cuerpo de Naruto tras abrir y quitarle la camisa. Saboreando con su lengua cada uno de los músculos que el hombre moldeo en los años para la mujer que fue su primera amante, y no; no estoy hablando de Hinata.
-Jijiji, Naruto-sama~ -la joven asistente pasaba su lengua desde el pectoral del rubio hacia abajo, hacia sus bermudas de la que saco la polla de este. Miro atrás, ha Samui para presumirle y decirle con los ojos, que Naruto era suyo. Lo hizo, sacando su lengua con la que comenzó a saborear la punta de su polla y mamarla como debía.
-Como esta mi polla este día Sarada-chan -pregunto Uzumaki complacido con la labor que la Uchiha estaba desempeñando.
-Esta deliciosa, Naruto-sama~ -frotaba la chica la verga del rubio contra su cara, como si de alguna deidad se tratará -deje que yo me encargue de complacerle Naruto-sama.
Justo cuando estaba por devorar el pene de nuevo, la otra mujer apareció para tomar la polla de Naruto y chuparla también, claro luego de quitarse su ropa seductora de gal que siempre llevaba, para revelar un micro bikini de color rojo igual que el de Sarada declararle la guerra a la chica.
-Que dices de mi~ lo hago mejor que tu asistente -pregunto Samui, hablando sin escupir de su boca el miembro del rubio empresario. Dejando asombrada a la Uchiha.
-Nada mal, debo decir que eres fabulosa Samui -exclamo asombrado de la superior tecnica de la gal.
Sarada no lo iba a dejar así, arrebato de la rubia pelicorta, la polla de Naruto para devorarla con mayor agresividad, mientras masajeaba las bolas de su hombre con sus manos.
-Yo lo hago mejor... verdad... Naruto-sama~ -difícilmente pudo hablar con el pene del rubio dentro de su boca, como lo hizo Samui -¡cok, cok! -no pudo mantener el ritmo y termino por atragantarse por los fluidos provocados por su boca así como los que iba produciendo la verga de Uzumaki.
-Acéptalo, solo eres una niña en esto -decía Samui mientras masturbaba a Naruto con una de sus manos -deja que una profesional se encargue de una polla como esta.
-Si crees que podrás encargarte de Naruto-sama y su lujuria estas mal ¡puta con ubres de vaca! -grito y anuncio la guerra.
-Por lo menos los míos son del tamaño necesario para un hombre como él, mocosa con pechos de niña -hizo pedazos el orgullo de Sarada con esa ultima línea. Después de todo, habían treinta centímetros de diferencia entre la Uchiha y Samui.
Esto se iba a descontrolar.
-¡Basta ambas! -puso un
alto a esta lucha entre mujeres, se puso de pie a pesar de estar desnudo
y con su verga dura como roca, la cual no era dejada de mirar por ambas
mujeres que seguían hipnotizadas por esa cosa -solo hay una forma
adecuada para resolver esto -dijo y su polla tembló, como si de el
pequeño Naruto hubiera salido la idea.
Esa solución era una adecuada para ambas mujeres, se trataría de un duelo de sexo. Uno en el cual ninguna de las dos estaría dispuesta a perder, menos si el premio era la polla de Naruto Uzumaki. Dejaban de lado que se trataba del hombre con mas dinero en el mundo, o con la empresa mas sobresaliente y con mas acciones en la bolsa, a estas dos mujeres solo les interesaba una cosa acerca de él.
Las dos en cuestión de segundos estaban en la primera ronda de su lucha, de rodillas ante Naruto que de nuevo estaba en el sofá. Sarada por la izquierda chupaba la verga de su jefe cual adicta a una droga se tratará. Lo mismo era con Samui desde la izquierda, lamiendo lo largo de la polla del rubio, solo una noche y basto para que esta Gal también se volviera adicta.
-Córrase Naruto-sama~ -la lengua de la pelinegra acariciaba la punta del pene de Naruto con la mirada de Sarada puesta en los ojos azules de su jefe -por favor... deme su delicioso semen a mi~
-No -exclamo Samui para
quitar a Sarada del camino y tomar toda la verga de Naruto en su boca
-tienes que dármelo a mi... no es así~ -engullía toda la polla del rubio
hasta su garganta. Succionaba con mayor fuerza, Sarada quedo pasmada al
ver la dedicación y rudeza con la que esta otra mujer.
-¡Samui! -Sarada escucho gritar a Naruto y de allí vio como las mejillas de Samui se inflaron a mas no poder.
-¡Mmmmm! -sonó la boca de Samui.
La asistente vio como la
boca de esta gal, fue llenada por los fluidos blancos de su jefe y
amante. Mas no fue eso la que la dejo quieta un segundo, si hubiese sido
ella quien recibiera tal descarga de semen de su amo, hubiese escupido
el esperma, pues no hubiese aguantado tal cantidad y hubiera terminado
escupiendo lo al suelo así como terminada bañada en el semen que
continuo disparando Naruto.
Mas Sarada vio a la gal, devorando todo ese semen cual dulce se tratara sin derramar una sola gota, sin la necesidad de sacar la polla del rubio de sus mejillas. Cuando el pene de Naruto volvió a ser libre, la asistente de Naruto vio como la cosa de su jefe estaba limpia y reluciente.
-Eso fue asombroso Samui... -quedo sin aliento Uzumaki, mas su verga seguía lista para mas.
-Parece que yo gané -dijo burlona hacia la asistente de Naruto, quien ardía en enojo.
-Eres una gata ladrona, el semen de Naruto-sama iba a ser mío -respondió agresiva -además esto no ha acabado aun -entro en confianza -solo fue la primera ronda, esta lucha no acaba hasta que el pene de Naruto-sama ya no pueda mas.
-Tiene razón -hablo el rubio -esto no acabará hasta que este completamente satisfecho -miraron a Naruto quien con su mano mantenía dura su verga esperando por ver quien de ellas era la próxima en complacerlo.
No paso mucho para que empezara la segunda ronda entre estas dos por él.
-Naruto-sama mire -la Uchiha se estaba masturbando -mire como la vagina que le pertenece quiere que su grandiosa polla la ame~
Sarada estaba en un lado
del suelo de esta casa, masturbándose teniendo levantado su coño
mientras con sus piernas flexionadas y uno de sus brazos sosteniéndose
sobre el suelo, muy provocativa ante la mirada de su jefe. Con sus
dedos, Sarada acariciaba los labios de su clítoris, pasando de arriba a
abajo sus dedos restregándolos en su vagina.
-Nee~ Naruto -Samui estaba haciendo lo mismo pero con otra paso.
Al voltear, Uzumaki lo que vio fue a Samui, empinada contra el suelo con un palillo chino que saco quien sabe donde. Con el que estaba tocándose indecentemente mientras miraba al hombre.
-No soy lo
suficientemente lasciva~ -decía mientras mas escarbaba su interior con
el palillo ese -mira como mi vagina se pone mojada por tu polla~
Era cierto, el lugar de
Samui su vagina estaba chorreando y las piernas de la rubia estaban
manchadas por sus propios jugos que no paraban de salir, mas si eran
intensificados por aquel palillo con la que se daba placer.
-Naruto-sama, por favor~
-regreso su mirada a la Uchiha, para ver a Sarada metiendo dos de sus
dedos en su coño haciendo fluir los jugos de su vagina deseosa por ser
penetrada. Con la otra mano que tenia, jugaba con sus pechos luego de
hacer que ese Bikini quedara abajo de sus senos.
Ya había decidido a quien darle primero.
-¡Haaaaaa!~ si, la polla
de Naruto-sama esta perforando mi coño -grito de placer Sarada de tener
la verga del rubio hasta lo mas profundo de ella, perforándole con
rudeza tras levantar sus caderas para poder penetrarla mas salvaje -la
polla de Naruto-sama esta violando mi vagina~ siento como la punta de su
polla besa mi útero... no puedo... no puedo aguantar -su interior se
derretía -se lo imploro Naruto-sama, ¡córrase conmigo!
-Aquí va Sarada-chan,
recibe el semen que tanto adoras -tal como su asistente personal pidió
el Uzumaki, él se corrió dentro de la vagina de su asistente.
-¡Si! su semen esta dentro de mi, tan caliente~ -la lleno a mas no poder sin percatarse Sarada que ella también se había corrido, tanta era la sensación de placer que no sintió cuando su cuerpo reacciono al placer infundido por Naruto.
Saco su verga del coño
de su asistente, para disparar unas cargas mas hacia el cuerpo de
Sarada. La chica quedo débil y complacida mientras que el rubio aun
seguía duro como roca. Aun tenía para dar. Samui se puso mas cachonda a
medida que iba masturbándose mientras los miraba, ya quería que ella
tuviese el lugar de Sarada.
-¿Que pasa Samui? Esto es lo que quieres verdad -se paro detrás de ella, paso su mano la vagina muy mojada de esta y con sus dedos fue tocándola para aumentar su deseo -dime, ¿la quieres?
-S-si... -se veía un vapor salir de su boca.
-¿Que es lo que quieres? puta -pregunto.
-Tu polla... ¡quiero que me metas toda tu polla! ¡Aaahhhh! -grito de dolor placentero.
Tan mojada estaba su vagina que solo sintió cuando la polla del rubio, esta ya golpeaba su útero también. Seguido sintió apretado las paredes de su interior de allí, su trasero era golpeado por el cuerpo de Naruto, mismo tiempo en la habitación comenzaba a escucharse un eco, el chapoteo de los jugos de Samui y de Uzumaki con cada embestida que él daba.
-Si, que genial se
siente tu polla destrozando mi interior -Samui tenia el rostro embarrado
en el suelo mientras, con la lengua fuera. Al parecer Naruto estaba a
otro nivel cada que lo comparaba con los otros hombres que le llamaban
para pedirle un favor, era un dios del sexo para Samui.
-Quiero que lo digas Samui, dime si te has enamorado de mi polla -decía Naruto, la tomo de su cabello y tiro de ella mientras seguía dándole duro.
-Amo tu polla... ¡amo la polla de Naruto, es el mejor pene de todos! -gritaba, sin prestarle atención al rostro que ponía, una expresión digna de esta gal -no creo poder vivir sin poder tener esta verga destrozando mi interior todos los días.~
-¡Recibe mi semen, perra! -dura embestida soltó Naruto contra Samui para enterrarle su pene al disparar una nueva ronda de semen a esta Gal.
-¡Si! ¡esto es lo que
quiero! ¡Puedo sentir tu semen quemando mi coño por dentro!~ es la mejor
sensación que nunca había sentido antes... -su mirada decía que estaba
por tener su cabeza en blanco, comparada con Sarada ella podía resistir
mas, pero Samui admitía que Naruto mas de lo que estaba acostumbrada.
La expresión engreída de Naruto lo hacia el rey de estas dos. Saco su verga de Samui y seguía igual de fresca. Sarada se recupero para entonces, fue a con su jefe para tomarlo por su brazo derecho para atraerlo y besarlo cuales amantes eran. La lengua de la chica era dominada por la del rubio, para luego caer en el suelo mientras la mano de su asistente acariciaba de nuevas cuentas la polla de Uzumaki.
-Adelante Sarada-chan, tu sabes lo que quieres -exclamo orgulloso para ver como la chica con esos lentes rojos tomaba su polla y se sentaba en ella para enterrarla hasta donde su coño le permitiera.
-¡Haaa!~ la polla de
Naruto-sama es tan grande, es la mejor~ -decía cuando moviéndose y
dándole vueltas al miembro del rubio mientras lo tenía adentro, a la vez
ella iba tocando sus lindos senos.
-Es lo que me encanta de ti Sarada-chan~ -decía Naruto dejándole el trabajo a su amante -no importa cuantas veces te coja a diario, tu vagina no deja de ser la mejor.
-Eso es porque mi vagina le pertenece a Naruto-sama~ -exclamo, puso sus manos en el pecho del hombre en lo que su cintura seguía moviéndose para exprimirle la polla -mi vagina, mi culo, mis pechos, mi boca~ -beso en los labios al hombre, fue aquí donde Naruto pudo sentir los pezones duros en los pechos de Sarada -todo mi cuerpo le pertenece a Naruto-sama, incluso mi corazón~ Naruto-sama, lo amo~
-Eres encantadora Sarada-chan~ -fue la respuesta de Naruto.
Un beso mas salvaje y
profundo se dieron estos dos que incluso Samui logro escuchar esto de la
asistente del rubio. Aunque se tratará de una Gal, ella era una mujer
al final como al principio.
-Te ves tan linda cuando dices cosas como esas -exclamo para tomarla y cambiar bruscamente de posición.
Puso sus manos en el trasero de la chica, para apretarlos fuerte y levantarse con ella aun montando su verga. Consiguió darle vuelta mientras aun la mantenía dentro, así fue moviéndose para machacar el coño de esta chica.
-Naruto-sama... Naruto-sama... -la violencia con la que el rubio golpeaba su pene contra el interior de la Uchiha hacían que esta chica se desfallecería cada vez mas.
-¡Voy llenarte con mi semen Sarada-chan! -fue el anuncio de su amo a segundo de cumplir con su palabra.
-Me vengo... -la chica llevo sus brazos al cuello de Uzumaki aferrándose bien ganas al hombre al sentir derretirse su cuerpo -¡Me vengo! -no aguanto más, un segundo orgasmo recorrió a Sarada cuando recibió la segunda descarga de su amo dentro.
Cesaba Sarada, lo blanco de Naruto se derramaba de su coño en lo que ella se sentía en el cielo. Hasta que alguien la irrumpió y la bajo de esas nubes, era Samui quien se recupero y sin perder la oportunidad ella iba lamiendo la polla del rubio que seguía conectada a la Uchiha. Tanta acción sexual que Sarada termino por desmayarse por lo intenso que era Naruto, se durmió en las manos de su jefe.
Lo ultimo que recordaba era estar en el cielo y en las manos del Uzumaki de ojos azules, para cuando se dio cuenta que estaba despertando dentro de la cama amplia en el segundo piso de esta casa de retiro empresarial con una jaqueca terrible siendo de noche. Del otro lado de la cama, Sarada veía a su amo (jefe) recibiendo un paizuri de la Gal que Naruto encontró por allí, tenia ganas de levantarse y quitarle al rubio pero no podía ni moverse la chica.
-Se siente bien ¿verdad?~ mi pechos alrededor de tu polla, no es lo mejor~ -pregunto Samui moviendo sus enormes atributos para darle un masaje con ellas, aunque sus senos fueran grandes, no cubrían por completo el pene de Naruto -vamos, vamos~ dame tu delicioso semen, sabes que quieres dármelo...
No dio aviso, solo dejo que su miembro actuara por si mismo, ya que era la ultima ronda del día que tuvo para las dos ese día.
-¡Kyaaa! -sonó la boca
de Samui cuando Naruto disparo su esperma a la cara de la rubia y mancho
mas allá de su rostro -¡eso es! mancha mi cuerpo, deja tu semen firme
mi cuerpo como tuyo~
Las palabras se habían ido de Naruto, pero no necesitaba decir nada. La expresión en Samui de adicción a él lo hacían gozar como nadie podía imaginar. Fue un largo día, pero por fin Naruto alcanzo el clímax de siempre. Necesitaba relajarse luego de tanto, así que dejo a ambas mujeres en la cama para irse al balcón de este segundo piso con un vaso de vodka servido con hielo mientras miraba hacia la ciudad y sus luces de los grandes edificios al mismo tiempo que miraba al enorme yate atracado en ese muelle. Se sentía el éxito Naruto, era el éxito.
-Te odio -exclamo Sarada
desde la cama que compartía con Samui a solas mientras ambas miraban al
techo mientras el cuerpo de ambas olía a semen y demás fluidos del
coito.
-Y yo te envidio -respondió Samui -tener ese pene todos los días para que te de su amor todos los días.
-Como es que puedes
aguantar mas que yo -cuestiono la pelinegra con gafas rojas. Mas no le
dieron respuesta por la Gal, solamente la escucho reírse levemente al
respecto.
-Oye... acerca de lo que
dijiste antes a tu jefe, acerca de que lo amas -despertó su curiosidad
en la gal -era en serio no es así.
Mas el silencio y el remordimiento en Sarada se activo cuando menciono la otra lo que ella ya había olvidado.
-Se que es imposible que Naruto-sama me tome en serio, porque... -entonces le contó que el rubio que seguía en el balcón sin poder escucharles, le revelo a Samui que su jefe era un hombre casado, esposa e hijos. Mas no le sorprendió a la pelicorta que un hombre como él tuviera a una chica como amante teniendo esa vida o que no le importara buscar otras mujeres para complacer sus deseos primarios.
-No me sorprende, he estado con hombres de la misma talla que Naruto, claro hombres que pueden pagar -agrego Samui luego de oír a la Uchiha -pero como dije, tu jefe esta a otro nivel.~
-Tienes razón -dio una pequeña carcajada la pelinegra, para intentar sentarse en la cama -será difícil hallar otro hombre al nivel de Naruto-sama -Sarada no apartaba la vista de la espalda del rubio mayor -pero no es todo...
-¿De que hablas? -la forma en la que pronuncio esas ultimas palabras llamo la atención de la superdotada Gal, lo que oyó, pues... -vaya, eso si es un problema.
Nada de lo que hablaron fue escuchado por Naruto, el estaba en la cima del triunfo disfrutando de su trago, sabiendo que al día siguiente sería el ultimo día que cada tiempo ocupaba para venir a este sitio y relajarse con su asistente y otras chicas que venían siempre al ultima día para hacer que la estancia sea para él, la mejor. Saco su teléfono cuando empezó a sonar, el número de una mujer registrado en su celular que le sacaba una sonrisa cada que este número entraba en su celular.
-Hola -respondió a la llamada entrante -claro que vine, que hay de ustedes ¿vendrán mañana? -sonreía con segundo que hablaba con ella -las estaré esperando, será una fiesta inolvidable -la sugestión de Naruto era clara que seria una fiesta que fuera de lo tradicional.
-Aaa... -suspiro fuerte para darle un ultimo trago a su bebida hasta el fondo -amo este lugar.
Un día mas y Naruto
volvería a su vida normal, claro solo era cuestión de un mes para
volver, hasta entonces cuando llegaba el domingo en este paraíso que su
compañía había construido antes, se convertía en el mejor día de la
semana.
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