Weekend work
Una empresa anónima que opera con damas de compañía para ser las acompañantes de hombres con suficiente dinero para pagar los servicios proporcionados por las mujeres que estan afiliadas a esta empresa, estaba por celebrar diez años desde su fundación. Hinata siendo una de las chicas mas solicitadas por lo tanto, de las mas populares en la compañía; estaba teniendo una charla con Joseph, su jefe directo.
—Hinata, como ya sabes la próxima semana la compañía tiene su décimo aniversario —tenia explicarle bien la situación invitándole una bebida estando en su propia oficina, el hombre —y se hará en un crucero privado donde nuestras damas de compañía estarán dando servicios ilimitados a todos los invitados.
—¿Una orgía masiva en un crucero? Suena divertido —dijo sin pena en la boca Hinata con el vaso de whisky en mano.
—El problema es que la cantidad de invitados supera en grande la cantidad de chicas que tenemos para el evento, le he pedido a cada una de nuestras damas de compañía que encontraran a una o tres chicas extra para ser parte del staff para cubrir las demandas de servicios que habrán. En otras palabras, Hinata; ¿conocerás a algunas mujeres que estén interesadas en participar?
—Pues, conozco a dos que entrarían —hizo memoria Hinata, tenia un par de amigas que tal vez podía convencer de ser parte de esto —lo difícil sería explicarles para que vengan… —comenzó a doler le la cabeza a Hinata de solo pensar en una mentira.
—No seas especifica entonces, deja que sea sorpresa —comento Joseph —en cuanto sepan de cuanto va a ser la paga, no les importará saber de que se tratará el trabajo.
—Esta bien, descuide Joseph-san déjemelo a mi —exclamo en confianza.
Una fiesta enorme en celebración por la el aniversario de fundación de esta compañía, un crucero durante un fin de semana en el que la fecha no le daría problemas a Hinata. Lo unico que tenia que hacer era encontrar mas personal (mujeres) para hacer la experiencia agradable para los clientes y las damas de compañía. Esas conocidas eran dos viejas amigas, dos de tres; seguramente la tercera no entraría aun que le mostrara el dinero que podían ganar.
—Hinata, hacia tiempo que no nos reuníamos chicas —exclamo Ino Yamanaka, una de las viejas amigas de la Hyuuga.
—Debe haber un motivo para reunirnos ¿verdad Hinata? —pregunto Temari, la otra de las viejas amigas, Sakura era la tercera amiga de un cuarteto de amigas, sin embargo su vida como esposa y madre eran lo único en lo que la tenia enfocada ahora.
—Es cierto, hay un motivo por la que las he reunido —dijo, luego de haberlas invitado a comer en un restaurante extravagante con el dinero que se ha conseguido ganar la mujer.
Les dio una breve explicación sin muchos detalles y fue directo al grano.
—¡¿Viaje en un crucero?! —dijeron incrédulas.
—No es un viaje, exactamente —exclamo con bajos nervios —trabajaré como parte del staff de la compañía que patrocinará el viaje.
—Ah… yo pensaba que nos estabas invitando a un viaje en un crucero solo para chicas —se desanimo Ino —no a ser parte de quienes trabajan en un crucero.
—Vamos, sera divertido —decía Hinata —solo miren cuando ganaran solo por dos días en alta mar.
Ambas miraron el teléfono de la ojiperla en cuanto les mostró la cantidad de dinero que iban a salir ganando solo por tres días de trabajo.
—Hinata…
—Es mucho dinero… —termino de decir Temari lo de Ino —casi pareciera que es un trabajo ilegal.
Una, casi desapercibida carcajada de la Hyuuga salió de su boca, si supieran que tal como suponían, se trataba de un trabajo Ilegal. Pero la compañía para la que se afilio Hinata tenia bien encubierto esto ante la ley.
—¿Que dicen, Ino, Temari? —pregunto una ultima vez —es solo un trabajo de una ocasión, aunque~ puede que el ambiente laboral les guste.~
Ese tono pícaro con el que se pronuncio su amiga debía ser suficiente para hacer que ellas se preocuparan. Mas no lo hicieron, la cantidad de dinero que les estaba ofreciendo era tentadora, mas el hecho de que sus esposo ni sus hijos iban a saber de ello, mas. Pero tenían que preocuparse, Hinata les dijo que no le contaran al respecto a sus familias. Mas que estarían de viaje las tres en alta mar como cuando eran jóvenes, un viaje de chicas, solo que ahora ya eran adultas.
Cuando llego la fecha, Hinata no tuvo necesidad de engañar a su familia al decir a donde iba durante ese fin de semana. Sin embargo Ino y Temari les dijeron una pequeña mentira que Hinata les invento, tal como la ojiperla les dijo, sus familias cayeron. Nadie sospechaba nada, ni siquiera ellas mismas. Mas cuando llego el momento, ambas empezaron a preocuparse cuando el primer trabajo que tendrían en este crucero privado.
—¿Es necesario usar esto? —pregunto Ino en cuanto se pusieron el uniforme de mesera que les tocaba usar en el bar que les tocaría trabajar en el crucero, no era mas que un disfraz de coneja playboy —mis piernas están todas descubiertas y mi trasero apenas cubre mi trasero.
No iban a usar pantimedias para cubrir sus piernas ni la carne de sus glúteos expuestos por el corto atuendo de color morado que le tocaba usar a la rubia de Ino.
—Además, mis pechos se resaltan muchos —decía Temari, tratando de ocultar su escote resaltado por su disfraz de color azul de coneja, además de sentir igual de incomoda de las mismas condiciones que las de Yamanaka.
—Están lindas, Ino, Temari ¿de que se preocupan? —dijo Hinata, mas las miradas de sus amigas con celos, al ver los enormes pechos de su amiga y su trasero sensual comparado con lo de ellas les bajo los ánimos. Mas aun cuando vieron a las otras con las que trabajarían y cuyos pechos de igual o mayor tamaño de las de la Hyuuga. Ellas quedaban al final si las comparabas.
—Se ven lindas en mi opinión —apareció Joseph siendo uno de los encargados del crucero, fue a revisar que todo anduviera en orden, el orden que debía haber.
—¡Joseph-san, Kaguya-sama! —Hinata saludo, junto a las otras mujeres con las que les tocaría trabajar.
—Hinata-san, te ves encantadora —saludo el hombre llevando un traje de gala color blanco al reunirse en la parte trasera del bar que les tocaba atender a este grupo de mujeres —también ustedes se ven bien, Tsunade-san, Mei-san, Samui-san, Kushina-san, Mabui-san —nombro a cada una de las miembros del personal del bar —solo venimos a asegurarnos de que todo este en orden.
Entonces miraron Ino y Temari a quienes eran estas dos personas aun desconocidas para ellas. Llamándoles la atención la mujer que tenia a lado este hombre, al igual que él tenia una vestimenta muy formal de oficina color blanco mostrando su escote sin pena.
—Ustedes dos son las encantadoras damas que Hinata-san consiguió para apoyarnos, Temari, Ino; se los agradezco, verán que la paga será mas que satisfactoria después de esto —hablo la seria mujer de color albino saliendo de esa aura seria que la rodeaba —me llamo Kaguya, son la fundadora y patrocinadora de esta compañía.
—Gracias por la oferta, pero aun no sabemos que es la compañía o que haremos después —decía Temari.
—Si, Hinata dijo que esto de meseras sería solo la primera actividad que haríamos —a completo Ino.
—No se preocupen por eso, en cuanto llegue el momento verán cual es la siguiente actividad en su itinerario —exclamo Kaguya —cual duda que tengan pueden acercarse conmigo, Joseph-san o cualquiera de nuestros coordinadores.
—Gracias, Kaguya-sama —dijeron las damas.
—Bueno, es hora de prepararnos, los invitados comenzaran a abordar pronto —dijo Tsunade quien seria quien las dirigía.
Entonces llegaron dos hombres mas que estarían con ellas en el bar, los dos hombres encargados de las bebidas, quienes estarían bajo mando de Tsunade.
—Ahora que nuestros bar tender han llegado, así estaremos divididos. Samui y yo estaremos al frente como meseras —dijo la mujer de talla 105.
—Por supuesto —exclamo la fría mujer cruzándose de brazos mientras llevaba un uniforme de coneja de color gris; al cruzar sus brazos resalto sus pechos.
—Mabui, serás la recepcionista de entrada —miro a la morena mujer con su ropa de color gris.
—Sencillo —fue lo único que exclamo la mujer con auras de secretaria.
—Kushina, será quien este encargada de los bocadillos —miro a la pelirroja.
—Je, así o mas sencillo —dijo en confianza la mujer de un color verde en su uniforme.
—Hinata. Tu, yo, Mei y tus dos amigas seremos las camareras —Tsunade usaba un atuendo rojo en su uniforme mientras que Mei estaba llevando un atuendo de color blanco, esto después de quedar mirando con una sonrisa de oreja a oreja a la ojiperla.
—De acuerdo, será un excito este aniversario.
Al cabo de unas horas, los invitados especiales que recurrían a los servicios de la compañía habían abordado y el crucero había zarpado a un destino desconocido para todos, pero no importaba el destino en realidad, sino el viaje, iba a hacer un viaje muy placentero.
El barco navegaba por mar abierto sin tormentas ni nada que amenazara con arruinar la experiencia. Este enorme crucero turístico de la compañía estaba dividido entre seis bares, cuatro casinos, dos salas de entretenimiento; una pista de baile sobre cubierta, un área de piscina al frente, tres áreas de spa. Y mas de cinco mil habitaciones. Una habitación para cada uno de los invitados.
Uno a una, las mesas del bar se llenaron y Hinata junto a sus compañeras comenzaron a trabajar. Eran unicamente hombres en aquel lugar, todos de alto nivel social aparentemente. Sus identidades eran desconocidas para Ino y Temari. No les preocupo eso, lo que si les preocupo de nuevo eran esos cortos uniformes que traían encima y que estos hombres les faltaran el respeto. Fue todo lo contrario, mostraron todo el respeto debido a cada una de las chicas.
—Aquí estan sus bebidas —exclamo Ino dejando a cada uno de la mesa los tragos que pidieron.
—Gracias, señorita —dijeron con cortesía.
—¿Señorita? Je je~ —ese comentario le gusto. Al ir caminando de vuelta a la barra en espera, por cada mesa que pasaba los hombres no volteaban a ver ni por un momento, todos estos estaban entretenidos entre ellos mismo en platicas, eso la tenia calmada.
—¿Todo bien? —pregunto Samui al ver que la rubia estaba aliviada.
—Por un momento pensé que esto seria difícil… —suspiro tranquila.
—Pero claro, todos estos invitados no son cualquier persona —dijo Samui —son hombres de alta sociedad, tienen modales.
—Puedo preguntar —se acerco Temari luego de servir a una mesa —¿porque todos sus hombres? Y ¿porque casi todo nuestro personal son mujeres?
Con esa pregunta, Hinata quien se acerco con la bandeja vacía escucho y cruzo mirada con Samui, Kushina quien estaba detrás, Tsunade, Mei y Mabui. Sonriendo entre todas y sus pequeñas carcajadas pusieron en duda a las amigas que la misma Hinata trajo.
Tras cargar su bandeja, Hinata se dirigió a la mesa donde su comprador favorito y sus colegas de la ultima vez le esperaban con la nueva ronda de cerveza que solicitaron.
—Aquí están las bebidas que solicitaron Toshio-san, Natsumi-san, Mochizuki-san —su cuerpo con leve inclinación mostraba su personalidad a estos tres clientes favoritos de la Hyuuga.
—Gracias querida —dijo Toshio, sacando un par de dolares para la mujer —esto es por servicio.
—Muchas gracias —agarro sin dudar la propina y la coloco los billetes entre sus senos delante de los hombres, una imagen muy emocionante para estos tres.
Ver a Hinata hacer este gesto entre tanto hombre sorprendió a Temari e Ino, sabían bien que ella era una mujer tímida, nada vulgar; esto rompía el estereotipo que conocían de ella. No obstante en la cubierta del barco, donde el capitán del navío estaba acompañado por la misma Kaguya y sus subordinados como Joseph escucharon al hombre detrás del timón dar la noticia.
—Señora, hemos entrado en aguas internacionales —dio el informe del radar conjunto al timón.
—Excelente —exclamo con una sonrisa la mujer.
Tomando del barco dio la noticia a toda la tripulación a través de las pantallas de las habitaciones y de las que habían dentro de los clubes y demás lugares del crucero.
—Queridos invitados, la compañía S-XO les celebra con ustedes diez años de su fundación y de los servicios sexuales anónimos que nuestras bellas damas de compañía les hemos proporcionado. En este momento comienza la verdadera celebración con ustedes —decía Kaguya con todos sus subordinados detrás de ella en fila —adelante, que empiece la verdadera fiesta.
—¿Como dijo que se llamaba la compañía? —dijo Ino.
—¿Servicios sexuales? —pregunto asustada Temari.
En aquel bar había un teatro, uno que ambas rubias habían ignorado todo el rato que tenían en este lado, su telón estaba abajo, aun ningún espectáculo había comenzado, sin embargo estaba por empezar.
—Queridos invitados~ —estaba arriba del escenario Kushina —¡en breves momentos el espectáculo va a comenzar, se que van a disfrutar!
—¡Si, viva! —gritos de alegría y entusiasmo todos los varones se emocionaron con las palabras de la pelirroja. Sin embargo había varios hombres en la sala que decidieron salir con tranquilidad del bar tras pagar sus cuentas.
El aire se sentía tenso para Ino y Temari, en que lió se habían metido del que no podían bajarse. Pero sobre todo esto, ellas se preguntaban en que lio las había traído Hinata.
—¡Hinata! —ambas amigas fueron con ella muy apresuradas —¡mas vale que nos expliques de que se trata esto!
—Jiji~
Esa carcajada de la Hyuuga en vez de una respuesta como debía ser puso mas preocupadas a sus amigas.
—Vengan conmigo Ino~ Temari~ —la voz de la ojiperla se volvió coqueta, mas que eso; hablaba con tono de una mujer seductora en busca de aventura. Eso espanto a Ino y Temari.
—Que es este lugar exactamente, Hinata —pregunto Ino —¿que clase de crucero es este?
—Sabía que era mala idea venir —comento Temari siguiendo a sus amigas.
Dejaron el bar y mientras caminaban hacia uno de los salones de entretenimiento tenían que pasar por un largo pasillo de los camarotes donde detrás de cada puerta podía escucharse gemidos de mujeres, alaridos de hombres teniendo sexo con estas. Gemidos y sonidos lascivos que eran distintos detrás. Sin embargo al llegar al centro de entretenimiento quedaron estupefactas y petrificadas. Desde el balcón podía ver ahí abajo como varios hombres separados por cubículos de grandes espacios con un sofá cada uno, tenia de acompañante a un mujer, joven madura o casada consigo; acompañante con la que sin perder el tiempo cada hombre estaba teniendo sexo. Cabe mencionar que cada una de estas mujeres estaba usando un cosplay de fetiches sexuales comunes, disfrazadas de monjas, mujer policía, porrista, alumna y así…
—La compañía para la que trabajo se dedica a brindar compañías femeninas a hombres con mucho dinero e influencia a nivel mundial, siempre y cuando estén dispuestos a d —decía Hinata mirando como si fuera común lo que pasaba abajo —las mujeres que ven con los invitados, son esposas, madres y estudiantes de universidad. Todas están aquí por voluntad como por gusto como ustedes y sus esposo o novios no lo saben. Como yo, Naruto no sabe que estoy aquí o que lo engaño.~
Como si fuera algo común dijo Hinata. Allí abajo se veía a esas madres, esposas y universitarias gozando de la compañía única o múltiple de esos hombres, sin necesidad de usar drogas o usar afrodisíacos. Todos esos gemidos, esas palabras obscenas que salían de sus bocas, esos orgasmos eran genuinos. Esas expresiones de gusto eran sinceras de cada una de ellas. Mas que ser prostitutas, eran amantes reunidos en secreto en alta mar.
—¿Voluntad? Pero nos trajiste sin explicaciones Hinata —dijo Temari.
—Díganme ¿cuando fue la ultima vez que tuvieron sexo con sus esposo? Nunca paso por su mente la idea de una aventura~ —decía pícara la Hyuuga.
—Nunca le haría eso a Sai ¿verdad Temari? —exclamo Ino,
—Pues… —pero al mirar a su amiga ella se mostró confusa pues, si. Temari paso por su mente la idea una vez.
—Vamos, dense la oportunidad de probar cosas nuevas este fin de semana —decía la Hyuuga —después de todo no hay por donde bajarse ahora.~
Después de todo, la finalidad de este barco era para que hombres y mujeres
Cayeron en una trampa de la que no vieron venir. Al volver al bar, todas las damas incluyendo a las dos que Hinata trajo estaban sobre el escenario con el telón abierto. Los clientes habían vuelto. Todos desnudos y excitados al ver a tan bellas mujeres usando tales atuendo, en poses sexis. Cada uno de los hombres presentes estaban ansiosos por probar la carne del escenario.
—Aquí están caballeros, las conejitas maduras que tanto les gustan —dijo un hombre de los que enviaron a ayudarlas al comienzo del viaje —cada uno de ustedes compró un boleto con un color de nuestras queridas conejas de esta noche. Eso significa que cinco de ustedes tendrán a una sola de nuestras damas con la que tendrán sexo esta primer noche.
—¿Cinco? Temari… —la Yamanaka estaba mas que aterrada.
—Hay que ser fuertes… —exclamo la otra chica.
—Adelante caballeros, esta noche son para ustedes.
Dicho y quitándose del camino, los cuarenta hombres que compraron tales boletos subieron a toda prisa al escenario. Volviendo el bar un burdel de un movimiento a otro de mesas y sillas. Cada una de ellas fue a un rincón del lugar llevado por su grupo selecto de hombres para tener sexo en grupo.
—Hinata-chan se ve muy linda con este uniforme —dijo Toshio, uno de sus compradores rodeando a la ojiperla con los otros cuatro hombres felices de tener a tan bella esposa de Uzumaki.
—¿Usted lo cree?~ —su mano derecha frotaba el desnudo empalme de su amante principal (cliente) mientras que con la izquierda acariciaba la cabeza del pene de otro más; uno de los caballeros tenía su mano sobre el pecho izquierdo de Hinata, manoseándola tras descubrir este seno suyo —sus penes se ven igual de lindos y deliciosos esta noche. Tengo hambre saben, cual debería comer primero.~
De rodillas entre estos cinco caballeros tomo como siempre de primero, el pene del señor Toshio con su boca y sin ningún problema fue chupando su polla mientras usaba sus manos para complacer a los dos amigos de Toshio que agrego a la lista de invitados, dos restantes hombres aprovecharon los pechos expuestos de Hinata para frotar sus miembros en los pezones de la mujer los cuales se fueron poniendo duros al hacerlo.
—¡Haaa, Hinata es cada vez mejor! —dicha frase por Toshio fue escuchada por Ino.
Yamanaka era también rodeada por hombres de la misma medida que rodeaban a su amiga. Algunos eran gordos, otros flacos, atléticos, con cuerpos llenos de musculosos. Jóvenes, hombres entre los treinta y casi viejo. Todos tenían algo en común, todos tenían un excelente dote.
—Hinata es asombrosa, al igual que todas sus amigas —dijo un hombre gordo y de piel morena delante de Ino.
Tanto Temari como Ino miraron bien a su alrededor, todas esas compañeras suyas estaban teniendo sexo sin preocupaciones con los cinco hombres que compraron boletos para ellas.
—¡Vamos, mas duro, si! —Ino miro como Tsunade era penetrada por delante y por detrás en un sandwich de dos hombres con una sola mujer. Desde el angulo podía ver como los penes de estos hombres apretaban ambos agujeros de la rubia madura —eso~ sus grandes penes se rozan dentro de mi~ —los otros tres sujetos esperaban ansiosos por probar a la madura de pechos enormes.
—¡Samui-chan te amamos! —gritaron un grupo que llamo la atención de Temari por la otra rubia.
La fría mujer era levantada de sus piernas para ser penetrada por sus dos bocas bajas, mientras uno de los hombres chupaba uno de sus pechos, al hombre que le daba por detrás lo estaba besando con gran entusiasmo, no solo de labios lo besaba sino también de lengua al sujeto, en tanto sus manos estaban ocupadas masturbando a otros dos de sus compradores habituales.
—Con mas ánimos~ —Kushina disfrutaba a su manera —usen con mas agilidad sus lenguas, queridos~
—Kushina-sama eres tan hermosa —su vagina y su culo eran lamidos por dos hombres ¿debo de decir que sus pechos también eran chupados? —ven aquí tu~
El quinto caballero tuvo el privilegio de besar a Kushina, lo hacían como si fueran novios de verdad. Mabui y Mei follaban sin dejar a ninguno de sus compradores fuera del juego.
Volviendo con Hinata, con Toshio en el suelo ella montaba con gracia su polla mientras que tenia en manos a otros dos de sus clientes, Natsumi en tanto aprovechaba los pechos rebotantes de la Hyuuga para hacerse una rusa. La cara de puta de la ojiperla era muy lasciva para los hombres que la rodeaban.
—Mira, ya se esta mojando —uno de los hombres comenzó a tocar la vagina de Temari por encima de su atuendo, tal cual dijo esta mujer se estaba excitando de solo ver, oler y sentir en el ambiente —vamos, sabe que quiere~
—Tu igual linda~ —exclamo el gordo que acosaba a Ino —adelante, no te preocupes por tu esposo ahora. Mi esposa tampoco se preocupa por mi ahora.
Robo los labios de Ino en cuanto al varón detrás de ella uso sus manos para bajar su atuendo y revelar sus pechos. Uno por uno ellos iban frotando sus penes en los muslos de la Yamanaka.
—Señora, la cara que hace es muy atractiva —el primer en tener privilegio en follar con Temari fue un joven de su circulo. En el suelo como si fuera la cama con las piernas sostenidas por el chico movía sus caderas con insistencia, la mirada roja de Temari mientras lo miraba con vergüenza era única
—Muéstrame que tan buena es esa linda boca tuya —otro sujeto acerco su pene a la boca de la esposa de Shikamaru y esta tras darle una mirada, con su boca atrapo la punta de este miembro varonil para lamer lo.
—¡La miá también! —dijo otro mostrando encima de su cara su pene.
—¡Yo también quiero!
Los otros cuatro restantes sintieron la lengua de Temari haciendo un gran trabajo con su boca en sus pollas.
—¡Mas despacio! —gritaba de molestia Ino, la estaban follando por su trasero y su coño al mismo tiempo.
—Tu culo es tan apretado Ino-san.
—Eso es porque es la primera vez que me dan por allí... —eso explicaba mejor porque le dolía.
—Entonces es la primera vez que llenan tu culo de semen~ —lamió la mejilla de Ino mientras untaba su cuerpo en la espalda de la chica.
—¡Esperen no! —Sai no era rudo con su esposa cuando lo hacían, era cariñoso, esta sensación era nueva para ella. Dolorosa mas que nada —¡Kyaaa! —grito cuando sintió en ambos agujeros llenados de semen —esta… caliente~
—¡Bebelo Temari! —mientras el mas joven se terminaba viniendo en su vagina, los otros cuatro se corrían en la cara de la mujer manchando su boca por dentro y fuera de sus mejillas.
—¡Hinata!
Culo, vagina, tetas, boca y cara. Se termino cubriendo de semen sobre Hinata. Sin embargo apenas lo habían hecho, la ojiperla seguía moviendo sus caderas de arriba hacia abajo y su boca seguía succionando el pene que tenia en su boca a pesar de saber bien que los hombres usando sus bocas estaban sensibles.
—Mirate, solo una esposa mala como tu sigue chupando la polla de otro hombre como si fuera un caramelo —decían acerca de la actitud de Hinata, su propio circulo.
—Un caramelo salado muy sabroso~ —dijo sin la necesidad de saber el pene de su boca Hinata.
—Hinata es asombrosa… —era el pensamiento de sus amigas.
Sin ninguna pena ni remordimiento, la ojiperla tenia sexo con los cincos hombres que la escogieron con gran gusto, devoción y asco. Por su lado Ino y Temari no tuvo mas opción que jugar a ser el botadero de semen de cinco hombres que follaron con ellas sin descanso…
—Si, muévete más~ —decía Temari cuando uno de los sujetos que se coloco encima de ella.
—Hey, no la acapares —exclamo uno de los sujetos.
Levantando a Temari sin sacar su pene de su vagina, mostró a su compañero el culo de la mujer al otro hombre.
—Es la primera vez que alguien usa mi culo así solo te pido que seas… ¡Ahh! —no termino de decir la esposa de Shikamaru antes de que fueran todo lo contrario a lo que les iba a pedir. Por ambos agujeros le penetraban al mismo tiempo, entrando en su ano con rudeza y lastimando por un momento a la rubia. Casi al instante comenzó a sentir dolor y molestia, rápidamente lo cambio por gemidos lascivos —¡haaa!~
—Te mueves muy agresivo… —Encima de aquel hombre gordo, Ino tenia su vagina muy sensible, como no tenerla así después de que tuviera ella cuatro orgasmo seguidos y que hasta ahora siete veces los hombres estos se habían corrido dentro. Con las manos del hombre sujetándola por las tetas y la cintura Ino no tenía a donde ir, mirando como estos sujetos esperaban con paciencia además de excitación sintió —no puedo más, mi mente se queda en blanco… ¡Mmmmm! —gimió antes que de su vagina regara sus jugos cual manguera a presión fuera.
—¡Aquí voy, Ino-chan! —grito antes de correrse dentro de Yamanaka.
—¡Haaaa!~ —grito lascivamente, sin importarle que estuviese en manos de otros sujetos.
—Mira esa expresión —decían por la cara de Ino, su mente quedo aturdida; sus sentidos quedaron inconscientes, pero su gusto lascivo seguía activo.
—Mas duro, mas duro~ —Hinata era embestida desde atrás —hazlo como si fueras a partirme en dos~
—¡Hinata-san! —grito el varón antes de correrse dentro de ella dando un par de embestidas mas mientras sentía sus piernas entumirse de tanto movimiento.
—¡Abre grande, querida vamos a cubrirte con nuestro semen!
Haciendo que las ocho mujeres en el bar se juntaran en circulo y todos los varones alrededor de ellas lanzaron sus ultimas cargas de semen después de numerosas rondas de sexo en las que terminaron despojando por completo a las ocho de sus uniformes.
—Aaaaagggg~ —era el sonido de sus bocas abiertas al recibir el esperma de estos hombres, todas con una expresión de gusto mientras sus rostros eran bañados por el semen de los clientes de esta primera noche.
—Muchas gracias por su preferencia, estimado cliente.~
Dijeron tras ser bañadas en esperma, como si de jabón de baño las hubieran cubierto. Solo que no estaban en un baño tan siquiera.
Era solo la primera noche, de tres días en alta mar.
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