Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Party

 Weekend work

Era un día tranquilo, Hinata había preparado el almuerzo para sus hijos cuando regresaran del colegio, lo cual debía ser pronto. Su esposo estaba trabajando como de costumbre en su oficina en el centro, en aquel alto edificio durante casi todo el día como casi todos los días.

Ya esta, el almuerzo esta listo —fue entonces que su celular dejado a un lado de la cocina recibió una llamada —¿hola?

Hinata —era una voz conocida para la ojiperla.

¡Oh, Joseph-san! A que debo su llamada —saludo con gusto tras apagar el fogón de la estufa.

Tengo un pedido por usted, uno de sus clientes habituales esta solicitando tu compañía, esta noche —exclamo el hombre desde el otro lado.

¿Esta noche? —preocupo un segundo a la Hyuuga.

Si, hablo de un fiesta esta noche y quiere que usted sea el evento principal, se que no es la fecha del mes en la que sueles aceptar trabajos, pero él insistió en solicitar tu servicios ¿podrás hacerlo? —pregunto Joseph manteniendo la calma.

No lo se, mi familia podía sospechar… ¡Es un chiste. Claro que me presentaré! —respondió en broma, por un momento el hombre pensó que iba a perder un trabajo.

Antes le hubiera preocupado que en un día que no fuese esos fines de semana que una vez al mes tenia para poder escaparse de su familia con mayor facilidad para reunirse con sus clientes. Pero recientemente ya no le importaba la fecha ni la hora del mes, si una llamada de Joseph le llegaba con una solicitud a su persona, ella atendía el llamado.

Durante la noche, diciendo una mentira con la que logro engañar a su familia con la cual nunca sospecharon a donde iba. Hinata fue llevada hasta un hotel en la ciudad por el chófer que siempre envían para transportarla a sus destinos.

Buenas noches, hay una habitación reservada para Hinata Hyuuga —pregunto la ojiperla a la recepcionista del hotel cuando habían otros cientos de huéspedes entrando y saliendo del lobby.

Un segundo —el encargado se dio media vuelta, en eso Hinata dio una mirada rápida a su alrededor, entre tanto hombre con traje ella encajaba. No estaba vestida como cuando fue a visitar a su cliente preferido al ir a su casa en persona, sino los hombres estarían viendo su cuerpo —aquí la llave, es el apartamento 510. en el pentahouse.

Muchas gracias.

Tomo la llave Hinata y fue hacia el ascensor subiendo junto a otros huéspedes y botones. Siendo la única que subió hasta el ultimo piso, camino por tan elegante pasillo solitario hasta toparse con un espejo con una mesa debajo en el tramo que la llevaba hasta la habitación al final del corredor donde se detuvo para mirarse en aquel espejo.

Con un nuevo vestido negro, cuyos brazos, cuello y de las rodillas para abajo; eran cubiertos por telas oscuras transparentes. Mientras que su cuerpo era tapado por la otra tela del vestido que ocultaba su cuerpo, todo mientras llevaba en su mano un bolso negro en una pose muy extravagante para esta esposa de humilde actitud.

Mirate, tan elegante y refinada —decía Hinata a si misma apreciando su reflejo en el espejo cuando nadie estaba —¿a quien quieres engañar? Claro, a tu esposo.~ —se contesto —no eres mas que una zorra que recibe dinero por tener sexo con su amante. Una prostituta fina.

Se sonrió una ultima vez en el espejo. Seguidamente tomo las mangas de su vestido y las arranco sin dudarlo, el cuello costurado al igual que la parte extra en la falda de su vestido de cuerpo completo. Quedando unicamente con una vestimenta corta y de tubo, con tirantes muy delgados sobre sus hombros, se acolchono la prenda sobre su cuerpo y decidió acomodar su escote. Sus pechos eran tapados por la prenda negra así que decidió mostrarlo un poco mucho; no solo que fuera visible, también se lo reafirmo, podía verse lo redondo de sus pechos por encima del vestido. Saco un perfume de mano desde su bolsillo y se lo roció sobre su cuello, brazos y de entre sus senos. Un par de poses coquetas para examinarse y saber si estaba en mejor.

Si, este es mi aspecto real —dijo para si misma tras verse mejor, ahora si parecía ser la mujer que surgió bajo una mascara de buena esposa, Hinata parecía una prostituta de verdad.

Fue a la habitación donde le esperaban. Una vez entro con cautela, un bullicio de felicidad se escucho desde la parte principal de la sala, varios hombres, enmascarados jóvenes y viejos se alegraron al ver que el entretenimiento de la fiesta acababa de entrar.

Allí esta, caballeros llego nuestro entretenimiento —dijo nadie mas ni menos que Toshio-san, el amante de pago de la Hyuuga.

Espero que no tengan mucho tiempo esperándome~ —saludo con una sonrisa en la cara, dejo su bolso a un lado y camino a donde los hombres le esperaban. Delante de todos estos enmascarados caballeros, ahorrándose el saludo porque ya la conocían, se quito el vestido abriendo el cierre que tenia por atrás ante la mirada de los clientes, dio media vuelta y dejo caer su vestido al suelo para mostrar a todos esa lencería corta que traía debajo —estimados caballeros ¿quien quiere comenzar la fiesta?

¿Quieres saber como una dulce y gentil mujer, ama de casa y buena madre había caído en aquella mala vida? Todo paso dos años atrás. Cuando sus hijos y Naruto así como ahora, habían salido como cada mes.

Nos vamos querida —le dijo Naruto cuando se iba a su reunión fuera de la ciudad, antes como ahora. Y con él, también se iban sus hijos rumbo a las residencias del clan Hyuuga.

Cuidense, niños sean buenos con sus abuelos —despedía a sus hijos.

Si, mamá —Himawari como siempre.

Volveremos el lunes —dijo Boruto.

Los vio irse y ella se quedaba sola, sin nada que hacer ni nadie con quien pasar el tiempo, ni una mascota ni sus amigas. Ino, Temari o Sakura. Cada una estaba ocupada con sus vidas como madre y esposa, disfrutando de la compañía de sus familias. Todas sus amigas menos ella.

Haa… otro fin de semana sola sin hacer nada —entro en su casa mirando el enorme lugar en el que vivía con su adinerado esposo, Hinata decidió entonces ir a su habitación y revisar las viejas pertenencias con tal de acomodarlas y limpiarlas —cuantos recuerdos, mi vieja ropa —encontro su viejo sueter Hinata —me pregunto si aun me quedará. Aun es de mi talla —dijo una vez se miro en el espejo notando lo bien que le quedaba la ropa a pesar del tiempo —aunque el pecho se ha vuelto mas apretado —alguien de pronto llamo a su puerta —¿ahora quien sera? —era un mensajero de una línea de paquetería con una entrega a su domicilio, el cual recibió —Un paquete, espera repartidor —ya había firmado la entrega cuando noto en el kanji que el nombre de quien era el dueño era otro —es la dirección equivocada… —la camioneta ya estaba lejos, no tuvo mas opción que quedarse con el paquete —¿extensiones de cabello? —era el contenido de la caja, eran extensiones de cabello de su tono de Hinata, curiosa con su viejo suéter colocado, los probó —me veo como hace diez años —ella misma se sorprendió de si misma —me gustaría mostrarle esto a alguien, mejor saldré a dar una vuelta, me pregunto como reaccionará la gente si me ve.

Dicho esto salió al centro de la ciudad, no muy lejos de su hogar; con cada paso que daba los hombres sean mas jóvenes o de su edad oculta bajo ese disfraz o mayores; todos quedaban atraídos con la belleza de Hinata. Se veía igual de joven que hace varios años, era incomodo pero al mismo se sentía halagada.

Un karaoke, podría divertirme un rato aquí —dijo tras encontrar un lugar de entretenimiento la ojiperla.

No pensó mucho y entró, pero cuando hizo fila para pedir una habitación.

Si me permite su identificación —pregunto el el cajero para hacer su tarjeta de membresía.

¿Identificación? —se preocupo la Hyuuga entonces —que no se entere que soy una mujer de treinta… —que pensarían estos chicos cuando se dieran cuenta que era ya una adulta que en esta ocasión estaba disfrazada de joven.

Tranquilo Kouji, ella viene con nosotros ¿verdad amiga? —un grupo de chicos aparecieron detrás de ella, se notaban amables.

¿Eh? ¡Si! —contesto Hinata al momento, se alivio de que alguien le estuviera salvando e invitando a divertirse de momento. Iba a aprovechar divertirse como cuando era realmente joven.

La sala de siempre, amigo —dijo el muchacho al cajero entregando su tarjeta del lugar.

Una sala común como las demás salas del karaoke que visita Hinata con estos chicos era donde entraron. Bebidas y canciones era lo que compuso la fiesta de estos tres muchachos y la Hyuuga con ellos.

Mi garganta esta seca, hacia mucho que no me divertía así —tomo su bebida la Hyuuga tras varias rondas de canciones con estos chicos.

La diversión no debe acabar todavía, Hinata-chan —comentó quien parecía ser el líder de estos tras acabar su vaso con rocas de hielo.

Que tal si jugamos al juego del rey —propuso aquel que estaba a lado del primero con el vaso y los palillos del juego de charadas.

Suena divertido, aun tengo tiempo de sobra —comento, había unas ofertas en el mercado que empezarían mas tarde.

Aquí vamos —todos tomaron un palillo del vaso —¡genial, soy el rey! Veamos… el cuatro debe dar una bofetada al primero —fue la primera indicación del rey del juego. Una bofetada suave por parte de Hinata a uno de estos chicos fue el primer castigo.

Mi turno el segundo debe va a cantar una bad bunny —dijo el nuevo rey, con todo el dolor del mundo; quien había sido el anterior rey tuvo que cantar una de las mal entonadas canciones. Entre risas por parte de los amigos del chico y de Hinata, la misma ojiperla se divertía como antes.

Voy yo —un nuevo rey se levanto, y era tiempo de que los juegos de niños se dejaran a un lado —el número dos debe agarrar las tetas de la número tres.

Jajaja… —entonces reacciono Hinata al ver el número de su palito —¿Esperen? ¡Que! ¡Kyaa! —el chico a su lado era quien tenia el número dos —¿que haces?

No cuenta si es encima de la ropa, tienes que levantarle la ropa a Hinata-san —aclaro el rey.

Obedeciendo la orden, abrió el suéter de Hinata y mostrando sus pechos ante los otros chicos, manoseo los pechos grandes de la mujer sin pena. Ella en cambio no hizo mas que sonrojarse y soltar pequeños gemidos.

Eso no fue divertido… —dijo Hinata cerrando su ropa.

Descuida se volverá mas divertido.

Dicho comentario solo preocupo mas a Hinata, solo era el calentamiento del verdadero juego, lo que vino después… pudo resistirse, sin embargo no hizo mas que seguir la corriente a pesar de mostrarse avergonzada.

¡El número tres debe chupar el pene del número cuatro! —delante de Hinata el joven mostró su pene a la mujer, una polla grande; casi comparada con la de su esposo, pero no había visto la de su esposo en casi un año. Sin poder oponerse, ella siguió su juego y chupo el pene del chico hasta que él decidió vertir su semen en la boca de la mujer y verla tragarlo.

Dios esa mamada fue genial, Hinata-chan —dijo cuando la chica limpiaba su boca del semen que quedo.

¡El número uno debe hacerse una rusa con los pechos de la número dos! —no le dieron tiempo de respirar a Hyuuga.

Oigan, esto debe parar —la esposa entonces tenia la polla de otro de los chicos entre sus pechos expuestos mientras los otros le miraban e incluso lo grababan.

Lo único parado aquí son nuestras pollas Hinata-chan, miralas —se puso de pie y mostró su miembro erecto ante la mujer a pesar de estar a mitad de una rusa a su amigo Vamos tu sabes que las quieres.~

Con los tres al mismo tiempo… —entonces comenzó a sudar de los nervios. Tener sexo con tres jóvenes al mismo tiempo. Había pasado un año desde que ella y Naruto lo hicieron, no pensaba en serle infiel pero ella misma se tiro a esta situación.

Sin mas remedio, tuvo sexo con estos tres que acababa de conocer. Cinco minutos después era embestida por uno de los chicos mientras otro le daba por su boca.

Carajo, usas tu boca muy fenomenal, ya quiero correrme en tu linda boca —decía el primero.

Tu vagina aprieta mucho mi polla Hinata-chan~ —decían esto chicos. La cara avergonzada de la ojiperla era un festín visual para ellos.

Venga no me dejes atrás —el chico restante, tomo la mano derecha de Hinata para que le masturbara mientras era cogida por sus compañeros.

Minutos mas tarde cambiaron de posición, penetrando a la mujer por culo y su vagina teniendo otro de los chicos el privilegio de poner su pene en la boca de Hinata. Una segunda ronda triple de esperma cayó sobre la mujer. Luego tres, cuatro… fueron cinco rondas de sexo triple con estos jóvenes, fue entonces que había despertado algo en Hinata, a pesar de no disfrutar al comienzo, para el final del juego necesitaba más...

Eso fue genial, no pensé que fueras tan buena —todos quedaron satisfechos con Hinata —tu novio debe quedar seco cuando coge contigo.

Si mi novio, es mi esposo… —dijo a si misma, mientras se volvía a poner la ropa, notando la hora que era —ay no. Debo irme.

¿Tan temprano? ¿Te pega tu novio acaso?

Es que recordé que tengo otro lugar al que donde ir, mas vale que borren esos videos o sino… —decía preocupada, pero lo que le preocupo de verdad fue lo que vino luego.

Tranquila, tu identidad esta a salvo con nosotros, señora —se dieron cuenta.

¡¿Que?! —la cara roja de Hinata se los confirmaba

Por favor, crees que no íbamos a darnos de tu edad. Si fueras una adolescente de verdad no moverías tan bien las caderas o la chuparías de forma experta —quedaron encantados con ella.

¡Son unos odiosos! —abandono rápido el lugar avergonzada, al final se ruborizo; no tanto porque tuvo sexo con esos tres chicos al mismo tiempo, sino porque a pesar de darse cuenta de que era una mujer madura y aun encontraron atractivo sexual en ella.

Eso le importo poco a Hinata, las noches consiguientes trato de revivir la magia con su esposo en la cama, sin embargo no ocurrió nada; el haber tenido sexo con tres hombres que no fueran su esposo despertó algo en ella, una necesidad cuya solución la encontró navegando en las paginas para adultos poco después. Un nuevo estilo de vida al que agarro gusto Hinata.

Justo ahora estaba teniendo sexo con mas de siete hombres en esa habitación. Montando la polla de uno de estos mientras en su culo otro tenia enterrado su pene, por delante dos penes se movían en su boca mientras ella los lamia cuales caramelos, sus manos y pies eran usados para frutarse por los demás hombres.

Que puta —decían los hombres que la contrataron —tu cuerpo parece absorber nuestros penes Hinata-san.~

Es porque me gustan los penes —pasaba su lengua en cada uno de estos cuando cambiaron de pose, rodeaba por todos los hombres en circulo, iba chupando uno a uno las hombrías de estos —soy una desvergonzada esposa y madre que le gusta tener sexo con otros hombres.~ —la rodeaban con sus pollas hasta ponerlas encima de su cara. La cara adicta de Hinata excitaba a sus clientes.

¡Vamos, vamos, vamos! —gritaba Toshio eufórico mientras embestía el trasero de su querida Hinata estirando sus manos, sus pechos se veían rebotar mientras los demás usaban la boca de la mujer para satisfacerse.

¡Eso, chupa mas Hinata-san, quiero que pidas por mi semen! —decía el hombre de adelante.

Por favor estimado cliente~ dele a esta sucia esposa su espeso semen —su boca abierta mientras la punta de su lengua acariciaba la cabeza de su pene era lo que quería.

También te voy a dar mi esperma querida.

¡Yo también, Hinata-san!

Uno a uno los hombres rodeaban a la cara de Hinata con sus penes encimándose en la cara de la mujer. Ella solo se emocionaba de tener todos estos miembros masculinos encima de su cara a punto de estallar.

Esta bien, esta bien —tomo dos pollas de tantas que terminaron encima de su rostro —todos, pueden darme su deliciosa leche por favor.~

Rociaron la cara de Hinata con su esperma todos, dentro y fuera de su cuerpo, la leche de estos sujetos impregno el ser de la Hyuuga esposa de Naruto, todo mientras ella estaba contenta de ser el centro de escape de la lujuria de estos clientes. Al final de cuentas habían pagado un buen dinero por ser atendidos por ella, un enorme dinero del cual una buena parte le correspondía a la misma Hinata.

Quiero tomarte una foto así —dijo uno de los hombres después de varias sesiones con ella —sosténganla fuerte.

Sonríe querida~ —comento Toshio, mientras levantaba a Hinata junto a su viejo amigo Natsumi.

¡Adelante, cheez! —hablaba cual gal fuera.

Levantada de sus piernas en el aire, colocando sus brazos detrás del cuello de estos hombres que la levantaban, tenia su vagina abierta de donde se escurría el semen a Hinata como si fuera mermelada, una de color blanca. Todo mientras sonreía a las cámaras de los telefonos de los hombres.

Adoro esto~ —exclamo en su mente para si misma —esta sensación de ser traviesa, se siente bien.~ —su vida secreta como prostituta elegante le sentó bien, después de aquel encuentro con esos chicos en el Karaoke hace dos años, este es el nuevo rostro de Hinata —no es que sea una ninfomana, mas bien soy una puta que ama ser cogida, todo mientras mi esposo y mis hijos están en casa.~ posiblemente ahora este esperando un nuevo bebé dentro, pero no de mi Naruto-kun. Debería preocuparme, pero en realidad estoy emocionada —seguía sonriendo mientras seguían tomándole fotos en cuanto hacia el símbolo de la paz en sus manos sin que todo ese semen en su vagina y algo de lo que también vertieron en su culo, parara de salirse.

Mira esa sonrisa ¿amas esto verdad?

Si, adoro tener sexo con ustedes, mis clientes favoritos —decía de manera tonta continuando en esa posición.

Nosotros también te amamos Hinata-san, eres como una idol del sexo —comentaban los hombres.

¿En verdad? ¿tan linda me veo? —su voz coqueta encantaba a todos. Una voz que ni su esposo había escuchado antes.

Eres hermosa, mujer, lo mas gracioso es que tu marido no sabe que lo engañas con nosotros —se reían en burla de este comentario

Pobre de mi esposo, verdad~ —entonces la bajaron, camino ella hacia la cama y adentrándose para ponerse en cuatro sobre el colchón moviendo el trasero donde aun se le podía ver como se escurría el semen de su agujeros, aun así les dijo —vamos, aun queda tiempo de mi servicio.~

Esta imagen de Hinata, excito de nuevo a todos sus compradores.

Pobre de Naruto, pensando que su esposa salido a reunirse con unas amigas como ella le había, la esperaba en la sala con un tazón de ramen sobre su estomago en la sala al quedar dormido viendo la televisión en la sala.

¿Naruto-kun?~ —entro sigilosa luego de salir por horas a casa, encontrando a su esposo en la sala —ay querido, te dormiste esperándome, te dije que llegaría hasta muy tarde~ —mas que sentir ternura por su esposo, sentía ganas de reírse por él —la próxima vez tampoco me esperes, llegaré aun mas tarde.~

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