Euphoria 2
Un puño lleno de furia y harta de seguir el juego fue lo que soltó Artoria a Megumi tras ver acabar el séptimo juego de esta nueva partida. Un golpe directo a la cara de la chica que la hizo dar varios pasos para atrás sin tener que caer al suelo, pero si la desubico por un momento. Al escuchar este golpe, Diarmuid quiso intervenir pero los demás elementos de elite cruzaron sus brazos y para impedir que el hombre detuviera la pelea.
—Esto se acabo, vas a decirme donde esta o...
—¿O que, detective? —Megumi limpió su boca luego de que rompieran sus labios —¿vas a matarme? Pero es lo que mejor haces, cuando te asignan atrapar a un criminal no lo atrapas tal cual, lo matas porque piensas que le haces un favor mayor a la sociedad.
—Tu no me conoces —dijo Artoria tomando la chica del hombro para darle un golpe en su estomago que le saco el aire.
—Claro que si, porque eres como yo... —respondió la mente enferma quien levanto la mirada luego de perder aire con aquel siguiente golpe —eres como yo... ambos creemos en la justicia, pero no en la justicia que la sociedad dicta, sino en un nuestra propia versión de: justicia.
Encabronada, Artoria asesto otro golpe en la cara de Megumi, solo que en la otra mejilla de la chica, desequilibrando a la chica mas que antes pero no callando su boca.
—Ambos queremos un mundo mejor, juzgando de inmediato a aquellos que arruinan a la sociedad —fue tomada por Artoria y arrojada contra las cajas que había detrás de Megumi.
—¡Tu buscas venganza, no nos compares! —grito la detective, cuando la chica intentaba ponerse de pie, pero una patada de ella hacia Euphoria basto para mantenerla en el piso.
—Mi venganza ya la obtuve —exclamo, tomo la pierna de Artoria cuando esta de nuevo quiso darle otra patada y la hizo caer delante de ella —ahora mi obra continua, es justicia, para aquellos que el sistema corrupto para el que sirves nunca funciono. Para los que fueron sentenciados a muerte siendo inocentes, los que fueron callados, los que se les nego la verdad —antes de poder atacar a la detective, ella le ataco primero golpeando a la chica en el rostro dandole igual que fuera una enferma con un padecimiento peligroso. Golpe tras golpe recibía en la cara.
—¡Vas a decirme donde está Shirou ahora! —gritaba la detective.
—¿Para que sigas ocultándole la verdad? ¿Que el mundo es color de rosa? Es gris y ambas lo vemos —eso ultimo hizo que Artoria le rompiera unos cuantos dedos —¡¡Aaahhh!! Jajajaja... —comenzó a reír deliberadamente.
Cansada, la rubia detective siguió golpeandola hasta que Megumi dejo de reír mientras sangre de su interior salía sobre la piel con cada herida que le hacia Artoria.
—Ahora... —saco su pistola enfundada por detrás y le apunto a la frente de Euphoria —libera a Shirou ¡acaba con esto!
—No puedo hacer que se detenga desde aquí... —dijo Euphoria —pero puedo llevarte hasta el lugar. Pero solo te llevaré a ti.
Era la oportunidad que esperaba Artoria.
—Lo harás. Me llevaras a donde Shirou o sino —quito el seguro de su pistola.
—Pero solo a ti... solo te llevaré a ti —exclamo aturdida Megumi después de tanto golpe.
Enseñando a la detective una salida de emergencia que ninguno de los policías noto desde que allanaron la bodega, una ruta de escape que no aseguraron, uso la mente criminal para salir junto con Artoria de esta trampa mortal.
—¿Que? —exclamo Diarmuid al notar que Artoria se llevaba por si misma a quien por tanto tiempo habían buscado —¡No, Artoria!
En cuanto a lo que pasaba del otro lado de la pantallas. Perdieron atención de la transmisión y en el tiempo en el que Artoria soltó su furia a golpes contra euphoria, Shirou tomo a la ultima de las chicas con las que fue secuestrado para realizar el ultimo de los juegos en la mansión y obtener finalmente la libertad para todas. Sakura. Mientras se dirigían a la puerta de la ronda final, Shirou no podía mirar a la pelimorada chica, pues con lo que sabia hasta ahora acerca de ella... ¿porque la habrá dejado al final? ¿Es que estaba todo calculado por Euphoria acaso?
—Jugadores detectados —hablo la puerta una vez detecto a los últimos jugadores de la partida.
Entraron en la habitación y cuando las pantallas de la torre donde las anteriores participantes esperaban para ver de que sería en esta ultima prueba, el logo de un espiral rojo con un fondo negro apareció en cada una de las pantallas preocupando a todas sin excepción.
—Oigan que esta pasando —pregunto Mordred recuperando levemente sus fuerzas —No debería mostrarse lo que pasa detrás de esa puerta.
—Algo esta mal, sin duda —comento Luvia.
Pero cuando una de ellas trato de ir a donde la mayor de los pendragón aguardaba a Shirou y Sakura, un misterioso vapor se libero a través de los ductos de ventilación de la mansión, a excepción de la habitación de Emiya y su Kohai estaban.
—¿Que esta ocurriendo? —dijo Ryo, se cubrió de inmediato la nariz y la boca mientras mantenía su lugar esperando a Shirou y la chica Matou como prometió. Fue devorada por la densa niebla que apareció —¡Shirou! —grito la rubia antes de caer desmallada por el vapor.
Sin embargo esa misma salva pantalla se dejo ver no solo para las encerradas, también era la misma imagen en vivo que los policías de Diarmuid veían.
—¿Que pasa con la transmisión que hiciste? —pregunto el detective al técnico.
—No fui yo, es la transmisión aun esta en vivo, es lo que esta transmitiendo —dijo el técnico intentando todavía descifrar de donde venía la señal —alguien debe estar supervisando la transmisión, solo eso explicaría como cambia la dirección IP a cada segundo cuando lanzo mis ataques.
—¡Date prisa, sino no sabremos que pasa con ellos! —dijo Diarmuid comenzando a sudar por la tensión de cada segundo agraviándose —Artoria espero que no la cagues.
—¿Que? —exclamo Emiya al lograr escuchar como alguien se caía del otro lado de la puerta que los separaban —¡Ryo-san! —comenzó a golpear la puerta preocupado por la mujer cuando una pequeña descarga eléctrica desde la puerta le golpeó al pelirrojo para que se alejara —¡Argh!
—Senpai, no tienes que preocuparte, Rhongomyniad-san estará bien —dijo Sakura tras acercarse al chico teniendo ella la mirada baja, mas cuando dijo tales palabras, Shirou dio la vuelta de forma brusca preocupando a Sakura.
—Porque... ¿porque lo dices? —exclamo Shirou, calmando sus ánimos violentos —¿Sakura, dime porque estás aquí?
Mostrando confusión ante la pregunta, Emiya tuvo que poner contexto primero, olvidando por completo que estaban en medio de un juego macabro.
—Senpai... en verdad quieres saber —la Matou tenia las manos detrás de su espalda, sus dedos se entrelazaban en tensión al caer en nerviosismo —entonces, es mejor que lo escuches... —con su voz entristecida. Sakura saco de su falda una reproductora de cintas de audio la cual puso delante del chico extendiendo sus manos.
—Un segundo ¿de donde lo sacaste? —pregunto con miedo, no hizo la pelimorada mas que mantenerse a lado de él cuando saco este aparato.
—El ultimo escalón de la victoria que los llevará a su libertad, es aceptar la realidad, por mas cruda y repugnante que sea —decía Megumi en este ultimo audio grabado —Shirou, para este momento te habrás dado cuenta que ser un héroe es mas repugnante de lo que piensas. Solo los niños y tontos sueñan con ser héroe, pero para ser un héroe se necesita solamente cuatro o cinco momentos Emiya Shirou, cinco momentos para hacer las cosas horribles que nadie más se atreverá a ser. Confrontar a un oficial corrupto, golpear a un carterista, matar a un asesino serial, exponer a un político corrupto. Solo viendo la verdad aceptarás al mundo como es en realidad, detrás de cada sonrisa feliz hay una cara maliciosa, detrás de cada rostro alegre, hay tristeza. Senpai.
Con eso ultimo el audio acabo, la ultima palabra, salió del audio con la misma voz de Sakura sin embargo delante de Shirou la chica no movió sus labios en ningún instante.
—¿Que, que esta ocurriendo? —esto preocupo mucho a Shirou, dando un paso para atrás mientras que Sakura dio un paso adelante.
—Senpai, dime... ¿que soy para ti? —pregunto, su voz y su mirada se habían perdido al ir mirando al pelirrojo —una amiga, una inquilina más en su casa —dijo esto, pues por su propia voluntad, había terminado siendo una más de las mujeres que vivía en la casa de Emiya —para mi, senpai es que solamente senpai.
—¡Sakura, espera! —detuvo su caminar Shirou cuando entendió que no podía escapar de la chica, ¿todo este tiempo fue ella quien jugo con ellos? Solo fue una de los arquitectos de esta obra.
—Senpai... ¡Shirou, te amo, te amo con locura! —confeso sus sentimientos Sakura con sus manos formando un puño sobre su corazón —sin embargo no puedo permitirme estos sentimientos. Senpai, no soy la chica dulce y tímida que he sido contigo. La verdad es que por debajo de esta ropa —delante de Shirou, ella se quito tanto blusa como falda quedando unicamente en ropa interior —...esta ropa, oculta el cuerpo de una mujer sucia, no soy pura como piensas senpai —con ojos llorosos miraba a su héroe.
—Sakura...
—Cuando era niña, mi padre me ofreció a los miembros del culto de la diosa consorte —contaba Sakura —ellos violaron mi cuerpo por años, incluso cuando el mundo pensó que el culto estaba acabado, ellos seguían abusando de mi. Cuando la policía estuvo encima de descubrirlos por ultima vez, decidieron esconderme y uno de los miembros me adopto como su hija porque siempre me obligaba a llamarlo abuelo cuando abusaba de mi cuerpo —contaba con detalle los horrores que vivió —cuando creí que estaría a salvo, seguí siendo violada por quien debía ser mi hermano...
—¿Shinji? Ese maldito... —sabia bien que era un cabrón Shirou cuando lo veía molestar a su hermana en la escuela al grado de humillarla. Hubieron ocasiones en lo que Emiya tuvo que intervenir para que la dejará en paz.
—Creí que estaría a salvo viviendo contigo ignorando que cada noche tenía que volver a un lugar que no era mi casa, viviendo en un lugar que no era mi casa —exclamo Matou —pero me tuvieron que enseñar la verdad.
Ocurrió la historia que se contó al principio. Contó a Emiya como termino en manos de Euphoria y en un juego suyo acabo con la vida de Shinji.
—Pero entendí que no era la unica cuerda que debía ser cortada —aun no acababa el monologo de Sakura —¡Shirou quiero estar junto a ti aunque no te merezco, sin embargo ellas tampoco te merecen, con lo que han hecho a nuestras vidas, a ti! No quiero que Shirou viva en un mundo de mentiras como yo lo hice, quiero amar al verdadero Emiya Shirou el que se niega a ver la realidad porque yo la aceptaré... aunque no me aceptes a mi.
Palabras crueles y confusas para el chico, no comprendía bien como estaba esto ¿La dulce Sakura armo todo esto o con ayuda? ¿Lo hizo por él o por ella?
—Senpai —dijo una ultima vez, antes de que los brazos de Emiya se abrieran para ella y la envolvieran —¿Sen...
—Llamamé por mi nombre, Sakura —exclamo teniéndola en sus brazos —siempre he pensado que debías llamarme por mi nombre, como lo hago contigo. Aun por mas mancillada que estés Sakura, no te rechazaré.
—Shirou-senpai... —una forma distinta de llamarlo, e inesperadamente los labios de ambos jovenes se conectaron en un beso lleno de amor, el cual si Artoria lo hubiera visto, hubiese matado a Megumi en el mismo momento —hazme tuya. Marca cada parte de mi cuerpo con esencia, quiero ser tu mujer de cuerpo y corazón, solo así seremos libres~
La ultima prueba era simple, el tiempo de seis horas que el collar de Shirou marcaba para decir cuanto tiempo tenían para jugar, mostraba que solamente les quedaba menos de sesenta minutos y contando, la distancia y el tiempo que eran para Artoria de encontrarlos, no iba a alcanzarle. Pero si iba ser suficiente tiempo para amarse antes de morir a Emiya y Sakura.
—Sakura~ —decía Emiya.
Comenzó a besar salvajemente a Emiya mientras las manos de este pasaban por cada rincón del cuerpo de Sakura y en lo que el pelirrojo hacia que sus manos quitaran las ultima prenda de encima ella hizo lo mismo con él, revelando el cuerpo más que deportivo de Shirou, uno que ninguna había visto antes en las pruebas, más al mismo tiempo cuando Sakura desnudaba el cuerpo de Emiya ella, con un alfiler cuya punta estaba impregnada con una potencia de los efectos de la orquídea tantrica al triple, pincho la espalda de Shirou sin que él chico lo sintiera.
—Shirou-senpai~ Shirou-senpai~ —de la boca de Matou, fue a su cuello, mordiendo con lujuria la piel de la chica. De su cuello, los labios del pelirrojo bajaron hacia al pecho de Sakura donde Shirou comenzó a tratar el cuerpo de la pelimorada con mas salvajismo debido a aquella droga —Senpai~ Senpai~
Tomo a la chica de sus piernas para levantarla mientras volvía tomar los labios de Sakura, con sus lenguas retorciéndose como serpientes en estado salvaje al ser llevada por la dosis que le dio a Emiya sin que él se percatara.
—Sakura~
—Senpai~ ¡Kya! —grito de placer cuando Emiya enterro en su vagina su pene de un solo movimiento —el pene de Shirou esta en lo mas profundo dentro de mi~ —sin decir nada él comenzó moverse dentro de Sakura teniendo su rostro en medio de los atributos de Matou —Senpai esta moviéndose muy animado dentro de mi, siendo como el pene de senpai golpea mi útero... lo que ninguno de esos hombres pudo hacer conmigo senpai lo hará~ —seguía repitiendo Matou. Había caído en un mar de éxtasis Sakura al mismo nivel que su amado que drogo.
Solo necesito un piquete con la dosis de esta droga para soltar el animal salvaje dentro de Shirou una vez más, Sakura no lo necesitaba, en el oscuro pasado que la rodeaba Sakura; los hombres que abusaron de ella hacían lo mismo que ella le hizo a Emiya, con agujas de tejido, un ligero piquete a la piel de la pelimorada cargado con el efecto de la orquídea tantrica hacían que ella aceptará el placer impuesto, tantas sobre dosis de este afrodisíaco que su mismo cuerpo termino asimilando los efectos del afrodisíaco. Cada que Shinji abusaba de ella, su ser actuaba como si le gustara cuando por dentro y por sus ojos Sakura odio cada segundo, como maldijo a quienes la usaron en su infancia.
—Senpai, mas~ abusa mas de mi cuerpo~ —con su rostro contra el suelo y la mano de Shirou presionando contra el suelo, Sakura podía dejar fluir los efectos asimilados de la orquídea tantrica cual naturaleza fuera de ella, era porque por fin, podía ser esta su verdadera naturaleza de Sakura Matou. Otra de las caras que ocultaba bajo esa mascara de chica tímida y sumisa —Senpai... ¡Haaaa, por fin, senpai esta marca dando mi cuerpo con su semen! —con una expresión digna de ser ahegao sonreía triunfante mientras Shirou embestía el trasero en lo que se venia dentro de ella —tanto semen de senpai dentro... ¡me corro!
No tomo ni un solo respiro Matou, tampoco es que Shirou en este estado mas alto que el de antes le fuera a dar un respiro a Sakura. Devorando con pasión la polla de Emiya, Sakura pasaba su lengua por cada rincón del pene que la estaba reclamando como su mujer cuando Shirou tenia su boca lamiendo la vagina de Sakura.
—El pene senpai, tiene un sabor tan genial y delicioso —frotaba el miembro del pelirrojo en su cara. Emiya por su lado fue aprendiendo a mover su lengua para complacer el tesoro de una dama. Digo esto pues, solo Sakura consigió obtener el jugo blanco del pelirrojo directo en su boca —¡Glup! —sonó la boca de Matou cuando el semen de Shirou se soltó dentro de sus labios, tanta cantidad retenida en su boca, mientras limpiaba la punta de su polla de su amor —mira, senpai. Senpai soltó mucho semen en mi boca —abrió su boca llena del fluido blancuzco del pelirrojo y le dejo ver, incluso masco con la boca abierta antes de tragar para mostrar que no dejo ni un solo fluido del chico dentro de sus mejillas —quiero mas de la leche de senpai.~
Sin seguir diciendo ninguna palabra, Shirou complació el deseo de Matou, estando la chica encima de él; iba moviéndose con mucha energía Sakura teniendo sus manos en sus pechos masajeandolos personalmente al mismo tiempo que los mordía para su propio placer delante de la mirada de su amor.
—El pene de Senpai es el mejor... Shirou-senpai, tu pene vuelve loca a mi vagina —dejo caer su cara sobre el rostro del chico, sin que sus caderas pararan de moverse estando encima de Emiya —puedo dejar salir la naturaleza de mi ser mientras hago el amor por fin con senpai... —dio una caricia a la mejilla izquierda del chico, cuya mirada era opacada por los mechones de pelo que tenia —¿Eh?
De pronto Shirou envolvió sus brazos por la espalda de Sakura para tomar un beso largo con ella, tomando el control sus caderas, eran movimientos mas rápidos los que golpeaban el trasero de la Matou con mas ánimos hasta que otra vez, se termino corriendo dentro de la chica.
—¡Más! ¡senpai dame mas de tu leche! —decía Sakura cuando su vagina se convulsionaba de tanto esperma recibido por el chico en su interior —dale a mi cuerpo tu semilla.~ —su rostro se perdía, la mascará se rompía; de una chica dulce y tímida a una pervertida como sucia.
Con su espalda a caras de Emiya, la vagina de Sakura era pulverizada por el pene del pelirrojo, que golpeaba con mas fuerza hasta venirse nuevamente y volverla loca de placer.
—Follá más mi cuerpo, senpai... follame todo lo que quieras~ —en esa tercera corrida, a mitad de liberación del chico en su interior, su pene se resbalo de su coño y su esperma cayó parte en el cuerpo de Sakura —mancha mi cuerpo con tu leche.~ —tantos orgasmos, uno tras otro, que en apenas sintió de nuevo el esperma de Emiya en su interior, su vagina libero su propio juego femenino con él que mancho el suelo de aquella habitación oscura iluminada por una extraña luz verde parcial en la habitación.
A medida que ambos jóvenes hacían el acto natural de reproducción humana. Sakura iba recordando todos esos malos recuerdos que deseaba solo fueran una pesadilla, una de la que paso mucho de la cual despertar. Eran finalmente erradicadas por, el simple hecho de ser llenada de amor por su senpai. Como si de un espejismo reflejado en un estanque de agua veía la Matou aquellos oscuros recuerdos, los que desaparecieron como si una gota de agua irrumpiera el agua pacifica en el estanque, haciéndola por fin olvidar esas memorias. Aquella gota de agua blanca, no era más que el semen del pelirrojo marcando su interior.
Le hizo usar cada rincón de su cuerpo a Emiya. Su coño, culo, boca, senos, cabello, su trasero cada espacio en su piel fue marcado como propiedad de Emiya Shirou, ya no de ningún otro bastardo de su pasado. Por fin tenía lo que quería Sakura;
—Senpai, ahora estaremos juntos —ella quedo a un lado del chico en el suelo de esta ultima habitación vacía, donde el cuerpo de Sakura, aun seguía impregnado por la esencia de su amor. No era un olor o una crema que desapareciera pronto en los próximos minutos. Miraba a través del techo a la nada mientras su respiración se calmaba después de tanta emoción teniendo una sonrisa triunfal en la cara. A lado suyo, Shirou quedo inconsciente después de ser exprimido mas no poder por la chica —estaremos juntos por siempre, Shirou~ —dijo tras levantarse y mirar el cuerpo del drogado muchacho —solo tengo que encargarme de una ultima persona... y seremos felices para siempre.
Eso no sonó nada bien. No solo porque la ultima jugadora venía a ellos para el ultimo juego. Sino porque el tiempo restante, en el collar que tenía Shirou en su cuerpo, el tiempo de juego estaba mas próximo a llegar a cero, al final de todo el esfuerzo de Emiya para conseguir los números para abrir la caja fuerte y jugar con sus compañeras rehenes a la voluntad de Euphoria; todo fue en vano.
—Estaremos siempre juntos, senpai —acarició su rostro una ultima vez antes de que el collar del chico llegará a cero.
Del otro lado de la puerta de esta ultima sala de juegos, un estallido se escucho y por los microscopios agujeros de los lados de la puerta una capa de humo no vapor se logro ver; al parecer el juego acabo para ellos, tan solo esta octava partida, el juego aun no acababa.
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