Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Septima prueba

 Euphoria 2

La tensión no acababa para ninguna de las jugadoras, a pesar de estar ya en la recta final, sin embargo la tensión no acababa, realmente serían liberadas junto con Shirou una vez terminaran todas las pruebas que Megumi tenia para ellos o solo serían llevados a una nueva sala para jugar. Que sería de ellos una vez obtenida su libertad aceptando el crimen por el que fueron traídos a esta terapia según la misma criminal.

Era la misma tensión que vivía Artoria a pesar de que le equipo técnico había llegado antes de que la prueba de Illya comenzará. Hacían todo lo posible para hallar la dirección IP de la transmisión, sin embargo resultaba ser mas difícil de lo que esperaron.

—¿Porque demoran tanto? —cuestiono Artoria a los técnicos en su labor, verlos batallar tratando de des encriptar la dirección, ventanas emergentes en la pantalla del portatíl de los técnicos aparecían y desaparecían en cuestión de segundos.

—La IP de la transmisión esta bien encriptado, esto tomara mas tiempo de lo que parece —dijo el joven combatiendo desde su teclado.

—Tiempo, un estimado aproximado —pidió Artoria.

—Entre treinta y cuarenta minutos —dijo el joven.

—¿Que? ¡No tenemos todo ese tiempo para sacar a Shirou! —grito en coraje mientras Megumi a pesar de seguir siendo vigilada por los elementos pesados de la policía, sonrió ante la rabia de la detective.

—También hay que sacar a las demás —le recordó Diarmuid que el muchacho que cuidaba no era el único en problemas, pero sabia que le escuchaba así que se aseguro de la escuchara —escucha Artoria ¿quieres averiguar donde lo tiene? —solo así miro la detective a su compañero —hazlo a la vieja escuela. Lo que tiene aquí, planos, maquetas, se nota que es el trabajo de su vida —no había visto mas allá de Megumi pero alrededor de toda esta sala habían planos de trampas conocidas y aun no conocidas de sus juegos, justo como menciono su compañero —si lo destruyes, tal vez te diga donde esta.

Perder los estribos y destruir las pruebas para sentenciar a esta criminal. O destruir todo para hacerla decir donde tiene a su preciado pelirrojo y acabar con el juego nuevo que había desatado (aunque estaban a nada de obtener su libertad).

Lo único que le importaba era recuperar a su Shirou.

Todo lo que tenia hecho Euphoria, planos, maquetas, bocetos, maniquíes donde había hecho pruebas fue destruyéndolo todo mientras los oficiales ignoraban el acto de la respetable detective. Megumi solo miraba apática la actuación de la rubia desatando su furia con todo lo que ella tenia, pero eso no la iba a hacer hablar.

—Destruye todo lo que quieras, tengo duplicados de todo almacenados en otros lugares. Si piensas que hacer esto hará que te detenga el juego, te equivocas. Aunque tal vez te quedes sin pruebas para sentenciar me.

—¡No necesito todo esto para deshacerme de ti, basura! —grito Artoria —no necesito llevarte a un juzgado para sentenciarte a muerte por lo que hiciste.

—Cierto, muy cierto, es por quien eres realmente —dijo Euphoria —tu no eres una detective, eres juez y verdugo. Matas a los criminales que juzgas por ti misma, diciendo que disparaste en defensa propia. Plantas evidencia para encerrar por mas tiempo a quienes averiguas en tus casos. Shirou te admira como un héroe pero en realidad eres una criminal más.

Conocía mas de Artoria pendragon que ella misma sabia de si.

—Soy igual que tu, yo no hago justicia hago mi propia justicia... —quien diría que un villano sabe mas del héroe que el propio héroe —¡entonces dime que es lo que quieres! —grito Artoria delante de Megumi tras agarrar la mesa que se interponía y arrojarla lejos —dijiste que querías hablar pero no me has dicho nada. Dices que lo haces es para buscar justicia pero lo único que veo es una demente con un maldito fetiche por videos snuff.

—Cuando tuviste la oportunidad de atrapar a la ultima celula del culto de la diosa que hiciste, nada. negado todo este tiempo que aun existían remanentes de ellos un secreto que te has estado guardando bien —exclamo Megumi la mirada preocupada de Artoria distraía a la chica para que no viera sus manos temblando, no por la misma preocupación sino por la ansiedad que se traía en este momento, mas sin embargo no los miraba pero sus compañeros por detrás escucharon tal revelación, la célula terrorista que había sembrado terror en japón durante un tiempo considerable y que marco a miles en el país quedaron atonitos cuando oyeron que este culto estaba vivo —¿piensas que hiciste lo correcto al dejar de lado los crimines de aquellos que ayudaron al culto y de quienes permitieron que tal grupo terrorista siguiera viviendo? Shirou hará lo que tu fallaste detective. Castigar a aquellos que dejaste libre solo para seguir viendo a quien amas ser feliz. Tu no quieres que Shirou siga sus sueños por temor a decepcionarse por la realidad pero la realidad lo alcanzo.

Dicho esto Shirou se encontraba delante de la séptima puerta del nuevo juego de Euphoria cuyo nombre pertenecía a la unica profesora de la academia que estaba acompañándoles en estos momentos.

—Medusa-sensei, ¿esta bien que decida que es su turno? —pregunto Shirou a la bella mujer a lado suyo.

—Descuida Shirou, Mordred esta atendida y sus heridas dejaron de sangrar, además que Illya solo esta durmiendo y su estado ya esta mejorando, poco a poco —declaro la mujer acomodando sus gafas.

—¿Y usted porque esta aquí, sensei? —pregunto Shirou a pesar de estar a punto de entrar a la nueva sala de juegos.

—Bueno, será mejor descubrirlo cuando estemos adentro —comento dudosa de si misma mientras frotaba su brazo y su mirada la apartaba de Emiya. No obstante ella no sabia que él había sido de nuevo el mismo.

Repitieron los pasos, la llave en la puerta y el escáner de la puerta detecto a los dos jugadores para darles acceso. Encerrados con Rhongomyniad esperando del otro lado de la puerta cerrada una vez mas, Emiya y Medusa caminaron por una habitación de estilo japones maltratada por el tiempo, las puertas de papel que dividían el cuarto en dos, estaban pelados, en buena parte cubiertos de moho. Un futon de tamaño matrimonial sucio en medio de la habitación sin otra cosa mas que el estilo antiguo del cuarto.

—¿Sensei esta bien? —pregunto Shirou al notar que la mujer se puso tensa al poner un pie dentro de la sala. El olor de la orquídea entro por las fosas nasales de Shirou y esto le preocupo al chico

—S-si, no te preocupes —respondió tratando de mantener la calma, sin embargo con todo lo que Emiya ya vio y escucho en las otras pruebas, su mente podía ir deduciendo lo que podía ser.

—Conoce esta habitación, verdad Medusa-sensei —dijo Shirou —que relación tiene con el culto de la diosa consorte.

—Mas de lo que quisiera decir —dijo tras tragar fuerte la mujer —pero no creo que ese sea el motivo porque el que estoy aquí.

Empezando a ser tocado por el aroma de la orquídea innolora, Shirou fue recorriendo este lugar para tratar de encontrar la cinta la llave, la cinta y la cura.

—Hay que revisar este lugar para averiguar donde están escondidos los objetos —comento el pelirrojo.

—Porque no revisar debajo debajo de esta cosa —tomo el futón Medusa y termino cayendo en la trampa.

Movió las sabanas y de las maderas que conformaban el suelo debajo del futon, se quebraron como si de un mecanismo se tratara para hacer caer a la mujer en un banco de arena que trago sus brazos y piernas.

—¡Sensei! —grito Shirou al escuchar la madera quebrarse a los pies de la mujer.

—Estoy bien Shirou... —su cabeza se sacudió por el repentino golpe que se dio, sumado a los efectos de la toxina en su sangre fue un dolor para su cabeza —pero, no puedo salir... algo tiene atrapados mis manos y piernas —una especie de cables la tenían prensada —están cortando la circulación en mi sangre...

—No hagas nada, no vaya a ser que haya otra trampa debajo —dijo Emiya.

No había nada en la habitación que pudiera ocultar los objetos que Emiya buscaba. Solo las telas del futon y dos almohadas que tenia consigo. Pero de una de esas almohadas en el suelo vio el pelirrojo que una de estas tenia un número escrito en uno de los colores que hacía falta para descifrar la combinación de la caja fuerte donde estaba la formula para quitarse el collar.

—Veintiséis —exclamo Shirou en cuanto tomo la almohada y vio que el color que hacia casi imposible de distinguir el número azul —Veintiseis azul, pero al ir tocando la almohada, sintió algo duro estaba dentro de la almohada así que consiguiendo hacer un hueco para meter su mano encontró Shirou la grabadora, una vez mas tenia el nombre de la mujer que venía consigo así que tenia que escuchar el audio para saber que tenia grabado para saber mejor que ocultaba la enfermera de la escuela que venia con ellos.

—Les doy la bienvenida a su séptima prueba, un escalón que los aproxima a su salida —eran algunas de las palabras grabadas por Megumi con su identidad psicópata —la cura se encuentra debajo de este futón donde un profundo pozo de arena espera, arena en la que tu Medusa decidiste enterrar todo tu pasado al ser usada por el culto de la diosa consorte, pero esa ya es historia antigua. Lo que realmente te trae aquí Medusa es que no aprendiste nada de lo que el mundo te enseño. Porque tu eres parte responsable de lo que esta pasando dentro de todas estas paredes.

—De que esta hablando sensei —cuestiono Shirou, pero al mirar a la mujer solo vio como el sudor en su cara y el desconcierto hacían a Emiya preguntarse si ella misma sabia de lo que estaba pasando.

—Debes quitarte las ataduras a tu vida pasada para ser realmente libre, en este caso las ataduras que te sostienen tienen atrapados tus piernas y manos, si Shirou decido no librarte de ellas en los próximos treinta minutos, tus extremidades serán cortadas por estas cuerdas —cuerdas mismas que apretaban cada vez más a Medusa, primero lastimando su piel, pronto terminarían cortando la circulación de sus brazos para atravesar su carne y romper los huesos. Era una especie de trampa punji como las que el vietcog utilizó en la guerra de Vietnam —conoces tu papel Emiya Shirou, pero es tu decisión si salvarla o no. Si decides purificarla, podrán seguir buscando la llave y la cura escondida entre la arena. Que empiece el juego.

El tiempo del reloj en el cuello de Shirou seguía moviéndose, con ese tiempo sin ver sabia Shirou cuanto tiempo tenia para ser parte del juego.

Sin saber que hacer, solo miraba la enfermera de su colegio, no traía una bata medica como en la academia, solo ese suéter negro de lana que le cubría la parte superior del cuerpo mientras que sus piernas eran cubiertas por unos jeans que tenia Medusa.

—¿Quieres saber de lo que habla? —exclamo la mujer sin levantar la mirada hacia el pelirrojo cuando este sin tomar mucho tiempo para pensarlo, bajo y banco de arena procurando no enterrarse como Medusa lo hizo al caer en la trampa —cuando tenia tu edad, conocí a un chico, mi primer novio. Pensé que él era el hombre indicado, pero me equivoque. No me quería a mi, sino a mi cuerpo —contaba y Shirou antes de hacer algo, le escucho a su sensei —él era parte del culto de la diosa y me convirtieron en una de sus sacerdotisas. Ya sabes que me habrán hecho —abusos, muchos abusos —pero cuando pensé que todo había acabado cuando pude comenzar mi vida de nuevo descubrí que el culto no estaba muerto como creí.

—¿Sabes acaso que el culto de la diosa consorte aun existe? —pregunto Shirou.

—Si, pero porque descubrí que una de las chicas en la academia eran la nueva sacerdotisa del culto —revelo y cuando menciono el nombre de la chica Shirou no hizo mas que cabrearse en cuanto escucho.

—Sa-sakura... Sakura, ella... —quedo pasmado Emiya y lleno de coraje.

—Si, no pude ayudar, uno de los chicos que pertenecía al culto me chantajeo para no entrometerme —retomo la palabra Medusa, tiene fotos mías de cuando fui objeto de ellos, si decía algo de ellos mostraría las fotos a todos en la academia y no quiero pensar que pasaría si lo hacia.

—Entiendo, no tes razón para hacer lo que tengo que hacer —la mano de Shirou acariciaba el trasero de Medusa para tomar la prenda e ir bajando poco a poco sus jeans.

—Supongo que es por no arriesgarme por salvar a Sakura, lo único que no quería es que alguien mas pasara lo que yo pase, no tuve fuerzas para salvarla.

—Lamento lo que pasaste, y lo que tengo que hacerte —dijo Shirou cuando la punta de su pene frotaba la vagina de tan bella mujer.

—Descuida, para este punto ya es algo inevitable... ¡Haaa! —soltó un gemido mientras miraba el suelo no observo el momento en el que Shirou enterró su miembro dentro de su vagina, pero sintió como la punta de su pene entro y se abrió paso por su interior.

—Para tener una vagina usada, es apretada —exclamo Shirou reconociendo que la sensación de su polla dentro de las paredes de Medusa eran las mejoras de entre todas las con las que tuvo que jugar.

—Me he abstenido a volver ha tener interacción después de lo que me paso —dijo mirando de reojo al chico —será mejor que empieces a moverte, porque mis extremidades comienzan a perder circulación de la sangre.

—No me digas que hacer —la acción de la orquídea hacia lo suyo en la mente de Shirou.

Movimientos fuertes y rudos fue con lo que comenzó directo Emiya, la punta de su miembro golpeaba el útero de Medusa, a pesar de ser abusada incansablemente en el pasado, la sensación ruda con la que tenia sexo con Shirou le recordaba estos oscuros días cuando el culto de la diosa consorte la escogió para ser su sacerdotisa mas al mismo tiempo era una sensación agradable, a pesar de que Shirou lo hacia para sacarla de la trampa en la que cayó, buscaba él (de forma inconsciente), hacerla sentir bien.

—Sensei, su vagina aprieta mi pene... —decía Shirou seducido por la figura hermosa de la mujer quien no hacia nada para ocultar el hecho que estaba disfrutando del sexo rudo que el chico le proporcionaba.

—Es porque estoy disfrutando esto~ —la mirada ruborizada de Medusa la hacia mas bella de lo que ya era —a pesar de esta mi vida en riesgo, no puedo evitar sentirme mujer mientras me coges.~

—Medusa-sensei es una pervertida —comento Shirou dando una nalgada a la mujer para sacarle un gemido de lo mas lindo.

—Lo admito... después de lo que pase, el sexo rudo es lo mas placentero para mi~ —dijo Medusana —pensar que el estudiante mas amable y sonriente de la academia seria una bestia haciendo el amor —conocía a Shirou, pues en algunas ocasiones el pelirrojo la ayudaba con labores menores en la escuela; en este momento Emiya tenia una de sus manos agarrando el pecho izquierdo de la enfermera luego de levantar casi todo ese suéter negro que ella tenia de ropa —oye, acercate... saca la lengua~ —a pesar de la situación mortal en la que había en juego ambos jugadores estaban muy cariñosos, aun mas cuando apenas si se conocían.

Un caso contenido se desato en medio de quienes veían la séptima ronda a través de las torres del lobby. Cuando Medusa le pidió al pelirrojo sacar su lengua este lo hizo sin dudar y la mujer lo atrapo para darse en beso francés mientras lo hacían. Al tener sus bocas unidas mas allá de sus aparatos reproductivos activos, el placer fue mayor que la tensión de la prueba.

—¡Mmm!~ —un seductor sonido salió de la boca de Medusana mientras se besaban pues estando así hizo que Emiya alcanzará el climax y se viniera dentro de ella, una sensación que le era de pesadillas, de nuevo volvía a ser puro placer —dime, Shirou ¿se sintió bien?~

—Si... —respondió, como si ahora él fuera quien estaba hipnotizado.

—A mi también me gusto.

—Porque sensei esta besando a mi Sherou —Luvia hacia rabieta mientras mordía el guante de su mano sin llegar a apartar la mirada.

—¡Oni-chan es mio! —grito Illya tras oír a la niña rica.

—No, no es momento para estar peleando —Medea por extraña razón también se sentía celosa.

Mordred había despertado estando aun en el suelo, cansada no hizo mas que indignarse al ver la escena y apartar la mirada. Si Rhongomyniad estuviese allí también se hubiera rebajado a nivel de estas jóvenes. No obstante la única, cuya opinión reservada era la que importaba en este lugar, era la de Sakura.

—¿Eh? Así que sensei también esta interesada en senpai —pensó con un tono de voz peligroso mientras sonreía maliciosa y sigilosamente detrás de todas.

En forma paralela, Artoria pendragon estaba mirando por las pantallas desde la guarida hallanada de Euphoria. La mente criminal sin mirar detrás de su espalda sabia lo que en las pantallas se estaba transmitiendo, pero era mas placentera para ella ver a la detective hacer rabia mientras Shirou hacia el amor con Medusana. Aquel puño que tenia hecho lleno de tensión se volvió furia para Artoria, quería golpear a alguien, aunque sea la adolescente delante de ella.

La mano Derecha de Medusana se había liberado y sin importarle el dolor que le había causado la trampa al cortarle la circulación, llevo su mano a donde la mano de Shirou la sostenía de sus pechos, ahora ambas manos del pelirrojo la tenia agarrada de su escote.

—Muévete más, se siente genial~ embistes mi trasero con la furia de un animal —dejo que el placer la controlará —si estuviéramos en un cuarto de verdad y no en la trampa de una psicópata, sería yo quien estaría encima de ti moviéndome como si no hubiera un mañana.~

—Eres muy lasciva Medusa-sensei... —exclamo Shirou, notando que las caderas de la mujer se movían contra su pelvis en cada choque que daba a su trasero —esta cara suya es muy atractiva en sensei...

—Y tu un chico muy lindo con habilidades que podrían dejar enamorada a una mujer —dijo la mujer —aquí viene, de nuevo tu pene se esta ensanchando dentro de mi.

—Voy a soltar mi semen dentro otra vez, sensei... —se le cortaba el aliento a Komuro.

—Adelante, suéltalo dentro... ¡Si! —grito de éxtasis, la profesora de la academia se termino corriendo en medio del coito cuando Shirou golpeaba en contracción de su cuerpo al venirse por segunda vez dentro de la mujer.

—¡Es mi shirou!.... —un grito de rabia ahogado de Artoria bastaba para que Megumi siguiera con esa expresión en la cara mientras el juego aun seguía en proceso. Artoria estaba en la cúspide de aguantar que Emiya intimara con otras, ahora esa cima colapso y la furia caería sobre una desafortunada presentadora.

—Ya casi... ya casi~ —decía Medusa, ahora que sus manos y su pierna izquierda estaban libres de aquella trampa se dio la vuelta y con su espalda sobre la arena, sus brazos eran jalados por Emiya para hacer que sus pechos se juntaran y rebotaran con cada golpe de su pelvis a la vagina de la enfermera, solo restaba su pierna derecha por liberar.

—Solo un poco mas y eres libre, sensei... —exclamo Emiya sin dejar de mirar el movimiento de los pechos de la mujer, sin embargo no era lo que Medusana sabia que estaba cerca —¡Sensei! —grito el pelirrojo disparando la ultima carga necesaria para hacer libre a la mujer.

—¡Shirou! —grito el nombre del chico al tener un segundo orgasmo en tan corto tiempo.

Por cuarta vez, Shirou se corrió dentro de la mujer que en el pasado fue objeto de la lujuria de los miembros del culto de la diosa consorte. Uno no puede escapar de su pasado, solo puedo aceptar lo que fue y lo que es ahora.

Completamente libre, Shirou busco en la arena la llave y la cura cuya aguja estaba protegida por una tapa como cualquier jeringa que se compra en una farmacia.

—Con esto estará mejor en poco tiempo —dijo Shirou tras inyectar la dosis a Medusa.

—Lo se, descuida. Pero lo que no será así —comento rider, entonces estando aun dentro de aquella trampa de arena, puso sus labios en los de Emiya y le beso, un beso lleno de sinceridad y romance retorcido.

—¡Shirou! ¿Eh? —entro Rhongominyad en cuanto la puerta se abrió, entró solo para encontrar al sobrino que adopto su hermana, quien se estaba besando con la mujer que entro en esta ultima prueba —¿que están?...

—Una vez que salgamos de aquí, te haré responsable, Shirou —dijo cara a cara del chico cuando el efecto de la orquídea pasaba por séptima vez, lo cual lo dejo ruborizado. Un beso en el cuello le dio al chico para marcar su territorio.

Después de tan incomodo momento para Shirou y Ryo quien quedo pasmada de solo mirar, Medusa salió del hueco por cuenta propia para pasar de largo junto a la mayor de los pendragon.

—A que te refieres con ser responsable —cuestiono Rhongominyad con celos la mujer a la enfermera que salía de la habitación con las piernas acalambradas.

—Es un chico muy especial —dijo mientras se recargaba contra la puerta Medusa, maravillada —sino lo haces tu hombre, será el mio.

—Eso ni soñando pasara —acepto el desafió la mayor de los pendragón, a pesar de lo que discutió inicialmente con Shirou, rechazar sus emociones de un segundo a otro podía ser mas complicado de lo parecía.

—Rhongomyniad... —salió Emiya del agujero para ver el rostro enojado de la rubia de cuerpo curvo que era su tía políticamente hablando.

—Eres mio Shirou, no de ella —dijo al chico olvidando por completo la dicusión que tuvo antes con el chico.

—¿Que? —cuestiono. Mas no tuvo aclaración, pues solo pronunció tales palabras la rubia para darse vuelta y dejar confundido al chico en esa desbloqueada habitación.



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