Milf of the dead
Que mejor que un paraíso tropical para disfrutar del verano, que ese paraíso sea poco conocido además de tener los mas bellos paisajes naturales, también tenga los mas bellos paisajes de la naturaleza humana. Y si no entendiste, lo pondré mas simple.
Bajo el sol tropical en estas playas escasamente conocidas, un grupo de chicas de casi la misma edad de Takashi, jugaba voleibol en la playa entre las cinco. Justo cuando decidieron un tiempo fuera, para secar el sudor un momento sintiendo la brisa marina.
—Este lugar es un paraíso —dijo una de las chicas—, el mejor lugar para pasar el verano.
—Saben que le vendría bien a este lugar, que conociéramos a algún chico, pero este lugar esta escaso de chicos lindos —dijo una de las chicas antes de sacar la pelota una vez mas, solo que esta vez la mando demasiado alto para sus amigas.
—¡Que no se escape la pelota! —grito una de los adolescentes que intento atrapar el balón en el aire.
El balón rodó playa adelante, hasta que topo con el pie de alguien. Takashi.
—¿Es de ustedes? —dijo luego de tomar la pelota en sus manos y acercarse a las chicas.
—Muchas gracias —dijeron tras tomarla, pero entonces mas de una (todas) vieron al pelinegro sin camisa y con una bermuda para la playa, quedaron mas que ruborizadas al ver los abdominales de Takashi, sus brazos mas que fuertes al igual que sus piernas. Un manjar que ninguna mujer dudaría ver en un hombre, incluso un volteado o a quien le fallé el moflee—, disculpa. No te gustaría jugar con nosotros, nos hace falta alguien para igualar el juego.
—Si, porque…
—Honey~ porque tardas —aparecieron Yuriko y Fubuki detrás de Takashi, cada una con un bikini adecuado a sus cuerpos. Teniendo apenas un mes de embarazo, Yuriko no se le notaba nada.
—Lo siento niñas, pero este chico no esta disponible —Yuriko se puso a la izquierda de Takashi, tocando el trasero del pelinegro delante de las jovencitas, las cuales se sintieron inferiores al ver los cuerpos perfectos de estas mujeres mas grandes que ellas (en edad y tallas).
—Vamos a divertirnos, darling~ aun tengo algo pendiente por hacer contigo —dijo Fubuki-san tomando a Takashi por su derecha.
Las dos se lo llevaron sin darle tiempo de despedirse de este grupo de chicas quien se quedaron pasmadas con lo que vieron y escucharon.
—Oyeron lo que dijeron —dijo quien tomo el balón.
—Lo llamaron de forma muy inusual para dos mujeres de su edad y un chico como —exclamo perpleja la segunda.
—¿Creen que ellas tengan una relación intima con él? —pregunto la tercera.
—Con semejante cuerpo yo no dudaría en restregar mi cuerpo en él todas las noches —dijo la cuarta chica.
—Vieron el tamaño de su bulto bajo su prenda —comento la quinta chica.
—Deben de comer muy bien ellas y él también.
Ocurre que la noche anterior, esa misma noche que Takashi volvió a encontrarse con la mujer que había tenido su primera experiencia sexual, y la mujer con quien tuvo su primer romance indebido. Ahora se encontraba residiendo con ellos en la casa de playa que rentaba el pelinegro con Yuriko.
—Agradezco que me hayan invitado la cena y por dejarme quedarme con ustedes esta noche —exclamo Fubuki al sentarse en el sofá de la sala junto con Yuriko y su ex amante. Ahora amante de la Takagi.
—Esta bien, dijiste que solo estarías de vacaciones cinco días, son los días que nos faltan también a nosotros en este paraíso, puedes quedarte, después de todo Takashi lo ofreció sin consultarme —respondió relajada Yuriko mientras miraba a la mujer mas joven que ella, digo esto pues Fubuki no veía que la pelirrosa esposa tenia su mano izquierda sobre la pierna de Takashi y le estaba pellizcando de enojo— ¿verdad Takashi?
—Para ser un lugar poco conocido, no esperaba encontrarme con un rostro que conocía —dijo complicada, aunque la hospitalidad era bien agradecida, reunirse con él teniendo una historia… es como si tu te reencontraras con tu ex después de tres años y aun viendo que tiene pareja actual ofrece un lugar en su casa para hospedarte por vacaciones—, puedo preguntar algo, Takagi-san.
—¡Claro! —respondió por sorpresa Yuriko pues seguía pellizcando a su joven amante—, adelante, pero tampoco me llames con tanta formalidad, puedes llamarme Yuriko ¿que pasa?
—Pues Yuriko-san, desde que los vi me preguntaba… ¿que relación tienes con Takashi-kun —lanzo una bomba peligrosa.
Un cristal metafóricamente hablando se quebró detrás de los dos, una pregunta nada fácil por responder, sin embargo tenían una buena cuartada para responder.
—Verás —tomaron aire cada uno antes de responder y explicar como sin tartamudear.
—Eres la madre adoptiva de Takashi-kun, ya decía que había escuchado tu nombre antes —comento Fubuki tras oír de nuevo la triste historia detrás de Komuro.
—No precisamente —comento Komuro—, Yuriko-san y su esposo me dieron un lugar en su casa para que yo viviera, ningún país iba a dejar a una niño de menos de 10 años vivir solo, así que ellos se hicieron cargo de mi por varios años hasta que decidí empezar a vivir por mi propio esfuerzo.
—Si, realmente nunca lo adoptamos, pero hice todo como madre para criarlo como si fuera mi hijo —tuvo que aclarar Yuriko.
—Hizo un buen trabajo cuidando de él —fue lo ultimo que dijo Fubuki en tal conversación.
A pesar de que había alguien mas en la casa, Yuriko junto a Takashi tomaban una ducha luego de contar la coartada a su relación. Con mas privacidad, la mujer confrontaba a su joven amante mientras le lavaba la espalda estando Fubuki en la parte de abajo luego de dejarla ser la primera en ducharse.
—Porque la invitaste a quedarse con nosotros, no era suficiente con invitarle a cenar —exclamo Yuriko con las mejillas infladas, un puchero hecho por una mujer a su madura edad.
—No lo se, hacia tiempo que no la veía —dijo Takashi, si pasara mucho tiempo sin ver a Yuriko la invitaría a mi casa si no tuviera un lugar donde quedarse.
—Después de me seducirías, piensas hacer lo mismo con ella verdad. Quieres incluirla en tu harem —dijo Takagi apretando el pene de Takashi.
—¿Yuri...ko? —de ver un puchero adorable en la cara de Yuriko paso a ver un rostro cubierto por una aura oscura, Takashi.
—Es que no puedes controlar tu libido —estaba excitado Takashi, así que mientras le regaña ella le iba acariciando con rudeza su erección—, ya es molesto que tenga que compartirte con las demás, ahora quieres agrandar tu harem —mas calmado, Takashi miro con preocupación el rostro de Yuriko detrás suyo y vio a la mujer de nuevo un puchero pero esta vez la vio con una expresión triste—, no soy suficiente para ti.
El jabón en su cuerpo se había caído, planto un beso a Yuriko, se dio la vuelta y volvió a besarla, cayendo sobre la mujer y sobre el piso del baño mientras el agua seguía corriendo.
Con sus bocas unidas, con sus lenguas danzando hasta el cansancio penetro a Yuriko y le hizo el amor, sin importar los minutos o que le terminaran cobrando de mas por el agua que se estaba tirando. Un rápido antes de levantar sospechas para Fubuki.
—Tonto… —la tomo por sorpresa, la lleno de sorpresa, se beso con él durante los diez minutos que lo hicieron de improvisado—… ¿es que piensas solo con el pene?
—No me culpes, pero dios le dio esto a los hombres para dar una muestra mas profundo a la mujer que mas amemos —dijo Takashi con una sonrisa medio tonta en su cara.
—Odio que logres hacer latir mi corazón con solo palabras, pervertido —las palabras que uso se interpretaban en dos sentidos.
—No tiene de que preocuparse, Yuriko. Usted fue la primera mujer de la que enamore y la primera a la que siempre amaré —pronuncio palabras que necesitaba escuchar la Takagi, adultera.
—De castigo —puso sus manos en el cuello de Takashi—, de castigo, esta noche voy a dejarle en claro a esa tal Fubuki quien es tu primer amor.
Cuatro habitaciones separadas en la casa, una para Fubuki y a ella le había mentido su ex amante que él dormía un cuarto separado de Yuriko. Siendo por allí de la media noche, creyendo que Komuro como Takagi se habían ido a dormir temprano, la atractiva Fubuki se estaba alistando para asaltar el cuarto de quien fue su amante, con un proposito.
—Vaya, había venido a este lugar para olvidar a ese tonto y conocer a alguien de por aquí, pero no esperaba volver a encontrarme con Takashi-kun —decía Fubuki tras colocarse labial rojo y usar delineador de pestañas, cubrirse con una colonia que siempre usa para noches calurosas, así como ponerse un tipo de lencería que no solo es único para seducir hombres, sino que también es capaz de crear bebes—. Con la historia que tenemos él y yo… me pregunto si algo del destino el que nos hallamos encontrado de nuevo.
Ignorando por completo el hecho de que Yuriko también estaba en la casa, Fubuki salió lista para iniciar la guerra. No era tonta, pero tenia una idea clara de lo que esos dos podían tener.
—Lo siento, Yuriko-san. No se si es solo una suposición miá o en realidad pasa, pero esta noche voy a recuperar a mi amante~ no, a mi hombre —una propuesta que en la cabeza de Fubuki se recalco así misma luego de mirarse al espejo para darse ánimos reconociendo que es atractiva—. Al final, yo fui la primera amante de Takashi-kun.
A hurtadillas salió de su habitación, asomando primero su cabeza al pasillo para no toparse con Yuriko en el camino hacia el cuarto de Takashi cuando…
—Takashi~ dale a Okasan mas de tu esperma~ —escucho la voz de Yuriko viniendo de su cuarto, en frente de la habitación de Fubuki. Como si esperaran a que ella saliera para que les escuchara.
—¿Que fue eso? —pregunto en voz baja, Fubuki.
Curiosa así como con el corazón latiendo rápidamente. Fue la pelinegra mujer y abrió con silencio como con delicadeza la puerta de donde venían la voz de Yuriko, así como se escuchaban varios gemidos y demás sonidos pervertidos desde el otro lado de la puerta.
Atraída por saber porque venían estos sonidos de la habitación de la mujer Takagi, fue Fubuki quien termino llevándose una enorme sorpresa que la dejo pasmada y tan solo había abierto los primeros centímetros de la puerta sin seguro.
—Otra vez te corriste mucho~ —dijo Yuriko teniendo el pene de Takashi incrustado en su vagina, aun teniendo el miembro viril del chico en ella, su esperma se deslizaba como aceite fuera del coño de Yuriko—, mi vagina esta temblando de gozo por tener de nuevo tu leche que ya no tengo suficiente de ella Takashi.~
Beso entonces al pelinegro estando encima de él, quien tenia la mirada encima de Yuriko y su cara como era de costumbre, muy cercana a su rostro. Mientras se daban ese beso, las caderas de la Takagi de nuevo empezaron a moverse a un ritmo agresivo, sin importarle que estuviera la invitada en casa viéndoles. Fubuki, miraba como la pelvis de Komuro y el trasero de Yuriko entre cada choque de ambas carnes; el semen y demás fluidos sexuales se terminaba convirtiendo como en una pasta de pegamento entre subida y bajada de quien decía ser la adoptiva tutora de Takashi.
—Yuriko, se ve tan sexy cuando se deja pervertir —dijo Komuro dando un beso de lengua de quien él era amante.
—Es tu culpa mi amor~ tu convertiste en una mujer que no puede vivir sin tu pene y después de esta semana me sera imposible esperar cada semana para tenerte solo para mi… ¡Kya! —inesperadamente Takashi le dio una nalgada a Yuriko cuando sus caderas seguían moviéndose, nalgada tras nalgada—, castiga el trasero pervertido de tu mujer.~
En medio de sus propios movimientos y del leve castigo sexual de su amante, Yuriko se estaba viniendo en un mar de éxtasis que igual termino saliendo de su vagina a pesar de estar empalada por su joven amante.
—¡Siiiii! Solo tu puedes hacerme alcanzar el clímax una y otra vez hasta desmayarme~ —declaro.
Detrás de la puerta. Fubuki no podía despejar la mirada ni pretendía dejar de escucharlos. Estaba totalmente hipnotizada en la forma que estos dos lo hacían descaradamente, sin importarles quien los viera, en medio del coito ajeno, Fubuki no pudo evitar mojarse al tener casi todos sus sentidos siendo intoxicados por ellos dos, mas que solo excitarse, comenzó a masturbarse mientras los veía hacerlo.
—¡Voy a venirme de nuevo, mi amor… dime que me amas, mientras me vengo!
—Amo a Yuriko, la amo desde lo mas profundo —decía el pelinegro, sin saber que Fubuki les escuchaba y veía—, es la primera mujer en mi corazón. Siempre lo fue.
Dichas palabras fueron escuchadas por Fubuki a pesar de estar consolándose con sus propias manos.
—¿Me amas? Por encima de todas —decía Yuriko con sus manos en le rostro de Takashi.
—Yuriko es mi primer amor no permitido y la mujer que mas amo siempre —afirmo sin dudar, en sus palabras.
—¡Takashi, Takashi, yo también te amo Takashi!~ —gritaba su nombre sin parar, ahora estando el pelinegro encima de la Takagi, dándole duro teniendo las piernas de la mujer enrolladas en su espalda para que no escapará—, ¡Haaaa!~
Un fuerte gemido, seguido tres golpes profundos y finales por parte de Takashi, donde la punta de su miembro se llego a abrir paso por poco tiempo en el útero de su amante.
—Eso fue magnifico, mi amor~ —la Takagi sentía su cuerpo lleno y caliente por todo el semen de Komuro, pero al mismo tiempo se sentía liviana como agotada. Mas cuando finalmente Takashi su pene de ella, vio que su miembro cubierto de la tanta esperma que eyaculo que para cerrar la noche le dijo.
—Tu pene esta cubierto de su propia esencia —puso su dedo cerca de sus labios Yuriko—, pon tu indecente pene en la boca de Oka-san y viola mi boca con amor.~
Aceptando la oferta, puso Komuro su polla dentro de la boca abierta de Takagi y disfruto de su lengua como de sus mejillas, teniendo sensible su hombría, dio una descarga final en la boca de Yuriko intoxicando una vez mas con su aroma.
—Que rico.~ —pronunció Yuriko con su cabeza dando vueltas y de nuevo sintió los labios de su amante siendo honesto con sus sentimientos que acababa de afirmar por ella.
No obstante, habiendo olvidado a alguien. Fubuki no había alcanzado el clímax ni una sola vez en la hora y media que les estuvo mirando y escuchando. Su corazón se sentía marchitado.
—Tonta debiste suponerlo, había alguien que Takashi amaba —se decía mentalmente Fubuki mirando el suelo delante de sus rodillas allí, donde sus propios jugos tenían manchado el piso—, después de todo él lo dijo, Takashi ama a alguien mas, pero sabia que era imposible.
Recordando los días en los que Takashi trabajaba como uno mas en el mini súper donde Fubuki supervisaba, en una ocasión cuando el pelinegro se retiraba de su turno hasta tarde. Salía por el callejón trasero de la tienda con Fubuki mirando al chico detenerse a unos pasos de la puerta para verlo sacar su celular y mandar mensajes mientras sonreía.
—¿Que pasa Takashi-kun, conversando con tu novia? —pregunto Fubuki.
—¡Que, no, no! —contesto de inmediato poniéndose rojo, Komuro guardando su teléfono—, solo le avisaba a alguien que conozco desde hace tiempo que ya termino mi turno y que ya me voy a casa.
—Takashi-kun, puedo verlo en tu cara. Es alguien que te gusta ¿no es así? —jugaba con él cual hermana mayor intentara hacerse pasar, antes de que Fubuki y él tuvieran una historia mas profunda.
Recordó entonce Fubuki el nombre que él pronuncio luego de haberle hecho confesar a Takashi en ese momento de juego.
—Yuriko, ya decía yo que conocía ese nombre antes —decía Fubuki al ponerse de pie tras aceptar la derrota cuando ni siquiera había intentado luchar—, solo espero que no termines como yo, Yuriko.
—Pararas el rato lamentándote allí o vas a unirte a nosotros~ —Yuriko abrió la puerta de su habitación Takashi, se le veía sus piernas agotadas y de su vagina como su rostro, cubiertos aun por el esperma del único hombre en la casa.
—¡Fubuki-san! —grito Takashi de sorpresa al ver a su ex amante vistiendo lencería sensual ahí en el pasillo del lado de la puerta.
—¡Takashi-kun! —paso a tapar su cuerpo con sus manos, mismo tiempo se ponía nerviosa la mujer—, no hay razón por la que preguntes porque este vestida así…
—No tienes que fingir —exclamo Yuriko aun poseída por la lujuria como por el adulterio. Tomo de la mano a invitada y la hizo pasar—, ibas por Takashi ¿sabes? Casualmente le pedí ayer que me contará sobre la mujer que le enseño, ya sabes.
La mujer de Takagi entro en la habitación con sus manso en los hombros de Fubuki estando ella detrás de la oficialmente primera amante de Takashi llevándola hacia él específicamente.
—...No se de que hablas —exclamo temerosa de lo que tramara Yuriko, Fubuki.
—No finjas, ya se que Takashi y tu eran amantes, justo como ahora lo somos él y yo, verdad mi amor~ —diciendo tales palabras, Yuriko volvió a la cama donde Takashi esperaba sentado mirando estupefacto de nuevas cuentas a Fubuki, pero el rostro de Yuriko le hizo despertar de ese transe llamado encaje. Se dieron un beso muy lascivo delante de la ex de Takashi.
—¡No tienes vergüenza! —grito Fubuki, sin embargo la mirada confundida de Komuro; como si la relación que tenía con Yuriko no fuese nada extraño. Más la mirada de la misma Yuriko llena de enojo, despreciando la hipocresía de la mujer que tuvo por amante primero a Takashi—, engañar a tu esposo.
—Tu que vas a saber —dijo Yuriko sin mas.
—¿Ah? —que se perdió Takashi, quería saber.
—No necesito conocer a fondo tu historia con Takashi, para saber que le mentiste —exclamo la Takagi—, no terminaste con él porque tu esposo descubrió tu aventura con Takashi, por que no tienes esposo. ¿Donde esta tu anillo de bodas entonces? ¿O la sombra del anillo en tu dedo? ¿Debiste llevarlo por algunos años, no?
Era cierto, Takashi miro las manos de Fubuki y en ninguna vio una marca de anillo, o un anillo en todo caso.
—Fubuki-san —solo la llamo por su nombre, Takashi. al ver la mirada agachada de la mujer, quien parecía contener las lagrimas.
—Lo siento —dijo antes de soltar la primera lagrima—, no quería que termináramos. La verdad es que nunca me he casado, o un novio que no me botara después de un mes. Pero eres joven, temía que tarde o temprano te enamoraras de alguien de tu edad, ya sabes, soy muy vieja para ti… —entonces Takashi paso a morder su labio inferior con sus palabras de Fubuki—, no espero que me perdones.
No paso ni un segundo de haber dicho eso cuando la boca de Takashi cayó en un beso sobre los labios de Fubuki, un beso profundo y cálido que calmo las emociones tristes por obra de su primer amante. Tanto así que no le dio importancia Fubuki al momento que el pelinegro la hizo caer en la cama donde Yuriko también estaba, luego de sentir los brazos fuertes de Komuro tomándola de su cintura.
—Takashi-kun —dijo su nombre apenas alejo el chico sus labios de ella, solo para sentirlos de nuevo, pero en un beso mas corto.
Con su boca en la piel de Fubuki, fue bajando por su cuello hacia su escote donde Takashi saco por encima de su sostén, donde volvió a sentir el sabor de los pechos de la mujer que la primera. Aunque no ostentara este titulo.
—Los pechos Fubuki-san saben tal como lo recuerdo, me pregunto —con su lengua pasando por la piel de la mujer, Takashi bajo a donde sus bragas—, si la vagina de Fubuki-san sabrá tan bien como antes.
Bajo la ropa interior a Fubuki y sin pedir permiso, se devoro su vagina en un mar orgásmico para su ex amante, el talento con el que había enseñado a Takashi había aumentado y ahora era mucho mejor que ayer
—¡Haa!~ Takashi, tu lengua… —mordía su mano hecho puño Fubuki para contener su voz, pero pronto, puso sus manos en la cabeza de Takashi para que profundizara su lengua al ataque—, ¡no puedo! Tu lengua es mucho mejor que como la recuerdo. A este paso voy… voy…
—Aun no —se detuvo Takashi, con sus rodillas en la cama, tomo a Fubuki de sus piernas donde puso la punta de su pene mas cerca de su coño de Fubuki—, quiero ver a Fubuki-san alcanzar el orgasmo con mis propios ojos.
Soltando un gemido como solo a Takashi dejaba ver, fue la respuesta de la pelinegra mujer de gusto por la ropa verde en cuanto la polla del chico que tuvo como amante le hacia el amor de nuevo.
—¡Si, el pene de Takashi esta dentro de mi después de tanto tiempo! —proclamaba Fubuki.
Que bueno que la casa de playa estaba lo suficientemente alejada de las otras casas de la rentadora, porque si no la gente hubiera escuchado los gritos en frenesí de Fubuki.
—Como se siente, ser aceptada de nuevo por un chico con un amor tan grande como Takashi, Fubuki-chan~ —apareció Yuriko con sus brazos envueltos en el pecho de Takashi estando ella detrás del chico.
—Es magnifico —paso de tener sus manos apretando la sabana a acariciar sus propios pechos mientras el calor por dentro que le daba Takashi, la volvía loca—, sentir el calor del pene de Takashi es tan reconfortante.
—Lo es, lo es —tomo a Takashi por su mentón, Yuriko y se beso con él, mientras sus caderas se movían por separado embistiendo a Fubuki quien no ponía resistencia ante la sensación de placer.
Al estar besando a su joven amante, la Takagi comenzó mover su cuerpo frotando sus pechos excitados en la espalda de Takashi, diciéndole así que estaba lista para mas.
—Eres mas intenso de lo que recordaba… —Komuro subió el ritmo llevando al nirvana a Fubuki—… a este paso voy a venirme, me… me… ¡me vengo!
Se termino corriendo mientras seguía siendo embestida por el pelinegro, quien aun no alcanzaba el clímax por su propia parte.
—¡Fubuki-san, voy a llenarla toda! —grito Takashi para re bautizar el interior de Fubuki en todas sus cavidades.
En cuanto saco su polla, Fubuki vio el pene de Komuro cubierta de su propia esperma y su coño, salir del semen que el chico libero en ella
—Tu semen caliente sale de mi vagina —dijo, sin importarle que sus piernas estuvieran temblorosas.
La expresión roja en Fubuki al cruzar miradas con Takashi solo hizo entender una cosa a ambos, de nuevo eran pareja.
—Vaya —exclamo Yuriko—, parece que quedo parte de su leche en tu pene. Deja que lo limpie apropiadamente.
Acerco su boca al pene de su amante y sin importarle que era momento de Fubuki, Yuriko chupo la hombría de Takashi por ella hasta dejarla limpia.
—Así es como debe lucir el pene de Takashi~ —dijo Yuriko para dar un beso final a su pene.
—¡Oye, Takashi es mio en este momento! —exclamo Fubuki enojada.
—Nuestro queras decir —se coloco encima de Fubuki con sus coños, uno frotando el otro, ambas mojadas—, dime Takashi-kun~ ¿aun tienes energías para darnos amor a ambas esta noche?
—Solo diré una cosa —se acerco Takashi y empezó a frotar su pene entre ambas vaginas provocando a las dos—, están encerrados con una bestia.
—Devoranos con gran pene, Takashi-kun~ —pronunciaron tanto Yuriko como Fubuki.
Gemidos, sonidos lascivos, olores que solo dos amantes en celo podían ignorar, bueno tres en este caso. Las complació hasta la satisfacción a las dos.
—-Esta vez no dudaré del amor de Takashi-kun, aceptaré mi destino como la segunda esposa —dijo Fubuki acompañando a Yuriko en la mesa externa hacia la playa bebiendo te helado con ella esperando a que volviera Komuro luego de hacerlo ir a un encargo, la mañana siguiente.
—La séptima querrás decir —corrigió Yuriko luego de beber de la pajilla del vaso de té helado—, somos seis las esposas que Takashi-kun tiene enamoradas.
—¡¿Seis?! —dijo Fubuki impactada—, en que clase de monstruo lo convertí.
—Yo diría que Takashi ya era un monstruo, con eso que le cuelga allí —de solo recordar, Yuriko se sonrojaba—, pero tu fuiste quien libero a la bestia en todo caso.
Eso echaba un poco de responsabilidad en Fubuki. Pensar que ella despertó el libido casi incontrolable de Takashi la hacia sentirse mal, mala. No obstante, se dio cuenta de algo.
—Takashi-kun ya tardo, no te parece —comento Fubuki, cosa de la que ni Yuriko se había dado cuenta.
Fue la mañana en la que fueron a buscar a Komuro tras hacer un menos importante mandado para la Takagi, sin embargo cuando estaba camino de vuelta a la casa de playa donde tenia rentado Yuriko se topo con aquel grupo de chicas de preparatoria de su misma edad y curso quienes luego de echar vistazo al cuerpo de Takashi y notar el bulto en su pantalón corto. Intentaron de la manera mas torpe, seducirlo.
—Honey~ porque tardas tanto —aparecieron Yuriko y Fubuki detrás de Takashi al momento de que estas jovencitas quisieron hacer su movimiento, cada una de las dos apareció con un bikini adecuado a sus cuerpos. Teniendo apenas un mes de embarazo, Yuriko no se le notaba nada.
—Lo siento niñas, pero este chico no esta disponible —Yuriko se puso a la izquierda de Takashi, tocando el trasero del pelinegro delante de las jovencitas, las cuales se sintieron inferiores al ver los cuerpos perfectos de estas mujeres mas grandes que ellas (en edad y tallas).
—Vamos a divertirnos, darling~ aun tengo mucho tiempo pendiente por recuperar contigo —dijo Fubuki-san tomando a Takashi por su derecha.
—Tampoco olvides nuestro tiempo de calidad, Takashi-kun~ —Yuriko se puso a la izquierda de Takashi poniendo su mano en el hombro del chico.
Las dos se lo llevaron sin darle tiempo de despedirse de este grupo de chicas quien se quedaron pasmadas con lo que vieron y escucharon.
—Oyeron lo que dijeron —dijo quien tomo el balón.
—Lo llamaron de forma muy inusual para dos mujeres de su edad y un chico como él —exclamo perpleja la segunda.
—¿Creen que ellas tengan una relación intima con él? —pregunto la tercera.
Así era pequeñas precoces, estas dos tenían una aventura con Komuro, una aventura mas peligrosa con él que la otra.
—Te gusta el paizuri doble Takashi~ —tenía Yuriko sus pechos alrededor del pene de su amante, apretando y estrujando de arriba a abajo su hombría; también Fubuki tenia sus pechos puestos alrededor de la polla del pelinegro. Los escotes de ambas eran cuatro almohadas carnosas que proporcionaban un masaje de dioses lo sentía Takashi.
—Si, es lo mejor —disfrutaba del paisaje Takashi a todas luces.
Los pechos de ambas mujeres además de sentir el carnoso pedazo corruptor de esposas de Takasi también sentían los pezones de la otra rozarse entre ellas a pesar de aun llevar sus bikinis puestos. Besaban y chupaban la cabeza del hongo masculino de Komuro cual objeto bendito contendedor de milagros se tratara, o solamente lo hacían porque su sabor era todo lo que querían sentir tanto en su boca como en todas sus bocas.
—Tu pene esta comenzando a expulsar líquidos preseminales, su dulce aroma adictivo —decía Yuriko besando la polla de su amante cual dulce marisco era.
—Danos tu néctar de amor, Takashi~ —decía Fubuki pasando su lengua—, danos el néctar con el que nos corrompiste de amor.~
—¡Allá va!
Un enorme disparo de parte de Takashi y marco las caras de sus primera amante y de su primer amor.
—Haa~ —sonaron sus bocas luego de ser cubiertas por su blanco néctar, en cuanto el bautizo blanco termino y notaron la cara como la boca de la otra termino manchada de semen, un beso lésbico fue lo presenció Takashi en lo que ellas tomaban cada gota disparada por su mutuo amante en la boca de la otra.
—¿A que vino el beso? —pregunto Fubuki tras darse cuenta de lo que acababan de hacer.
—Creo que ambas nos hemos corrompido lo suficiente —dijo Yuriko.
Con las manos de la otra tomando de la cintura a la otra, miraron a Takashi con una expresión tenebrosa que hacia temblar a cualquier hombre
—Oigan —exclamo Takashi preocupado temblando todo su cuerpo de temor mientras que su hombría temblaba de emoción.
Cuales gatas en celo extremo después de temporadas de apareamiento desperdiciados se trataran, a mismas gatas se aproximaron a Takashi quitándose cada prenda de sus bikinis, aunque ya conocía cada parte del cuerpo de ambas mujeres suyas, saber que esa carne pasaba a ser expuesta unicamente para él le hacia sentir el aura como si de un rey conquistador bien recompensado después de una batalla se tratará.
—Esperen, esperen —dijo risueño al momento que Yuriko como Fubuki fueron devorando su pene unicamente con sus bocas—. ¿hey, que pasa? —pregunto, pues se detuvieron cuando ambas se detuvieron en sincronía.
—Esta vez tienes que elegir a quien quieres darle la siguiente ronda —dijo la señora Takagi.
Estando en el suelo de la casa, las dos pusieron cara al suelo y con sus traseros en alto empezaron a mover sus caderas mostrando sin pena en ellas, (porque con él eso no existía para las mujeres casadas); sus vaginas mojadas y los labios abiertos de ellas para exponer sus vaginas chorreando por su verga.
—Dale tu semen a Oka-san, Takashi. Tienes que asegurarte que nuestro bebé nazca sano y fuerte.~
—Takashi, hazme un hijo a mi también. Hazme tu esposa desvergonzada que ama ser cogida por su joven esposo —pidió Fubuki.
Era un decisión difícil para Takashi, a quién darle la primera ronda del día. Dejo que su miembro tomara la decisión como era costumbre.
—¡Hhmmm! —sonó la boca de Fubuki en cuanto el pene de Takashi la atravesó con facilidad, su culo—, espera Takashi-kun… ese agujero.
Su recto era abierto por los movimientos profundos y agresivos de Takashi, Fubuki. A pesar del dolor, su vagina estaba chorreando jugos pervertidos cual llave abierta.
—El culo de Fubuki es mio ¿soy tu primera experiencia anal Fubuki-san? —decía Takashi haciendo que sus penetraciones fueran mas profundas dentro de quien fue su primera novia.
—Es tan doloroso… como excitante~ —un dolor que despertaba lujuria en ella como si en su vagina se tratara.
A cada segundo que su culo era abierto mas se pervertía Fubuki.
—¡Voy a soltar mi semen dentro de Fubuki! —un cálido fluido se soltó dentro de la mujer que recorrió limites que no conocía de ella misma. Una expresión de dolor como perversión se vio cuando miraba al suelo.
Y a pesar de liberar su esencia dentro de Fubuki, tenia energías para penetrar por el mismo agujero a Yuriko de forma seguida, sin darse un corto respiro.
—Mi culo esta siendo amado por tu pene Takashi —ya le había dado ese agujero a Takashi cuando ni a Soichirou le había pedido ese agujero suyo, así como Fubuki; fue el pelinegro quien tomo ese agujero de Yuriko—, pero insistó mi amor… dame tu semen en mi vagina.
—¿Aun comienzas a llevar a mi primer hijo quieres tener mi esperma dentro? Yuriko, es una mujer pervertida —dijo Komuro dando una nalgada a la mujer.
—Esa es tu culpa, tu me has convertido en lo que soy —decía—, por fuera parezco una mujer de alta sociedad pulca, pero por tu libido impaciente me has hecho una pervertida.
—Si lo dice así suena mal, pero ver una expresión indecente en ti, me enamora —dejo caer su cuerpo sobre la espalda de Yuriko para besarse ambos ante la mirada celosa de su de nuevo, amante: Fubuki.
En aquel beso, Takashi llevo su miembro del ano de yuriko a su vagina donde, a raz de suelo le hacia el amor.
—Se siente tan bien~ —exclamo Yuriko en cuanto recibió la semilla de Takashi dentro de su agujero correspondiente.
Mas pronto que tarde, Fubuki montaba con agresividad a Komuro.
—Vamos Takashi, yo también quiero que me des ese amor tuyo como antes —decía Fubuki pasando su lengua en el torso fuerte del chico.
Tomo su cintura a Fubuki para hacer de su vagina estragos, su voz no se contenía nada, como si estuvieran en un cuarto de hotel pero en realidad estaban en el piso de la casa de playa.
—¡Esto es fantástico! Mas, dame mas Takashi~ —dijo apenas él le dio su leche, Fubuki apreto las nalgas y de nuevo empezó a mover las caderas en pasión sin fin.
—Oye, ahora es mi turno —la empujo Yuriko para el pene de Takashi con su mano, ser ella quien monte a Takashi pero…
—Aun no, Takashi y yo tenemos que recuperar tiempo perdido —se ponía fiera Fubuki.
—¡Eso tendrá que esperar, porque Takashi y yo tenemos nuestro tiempo medido!
A diferencia de su relación como parte del harem de Takashi, con Fubuki desde un inicio era una rivalidad.
—Oigan, cálmense por favor —trato de ponerse en medio de ambas antes de que pasaran a los golpes. Sin embargo aun tenia su estatura baja entre estas mujeres, con cada provocación ambas se acercaban a la otra—, esperen ¡no respiro! —grito Takashi siendo ahogado por los pechos de ambas quienes seguían en su discusión.
—Takashi, dinos quien de nosotras es mejor —dijeron al mismo tiempo, mirando a donde el pelinegro había quedado, sin notar que estaba atrapado entre los pechos de las dos hasta escuchar un ultimo respiro del pelinegro intentando tomar aire—. ¡Takashi!
Cayó desmallado, murió de la forma mas macha posible. Exagero, solo se desmayó. Mas en cuanto se desmayo tomo el control de las dos y las hizo llevarse bien por un momento, pero en realidad la rivalidad seguía en ambas.
Era la mañana del cuarto día y Takashi se besaba en la cama con sus dos mujeres, una robando los labios del chico para ella.
—¡Fubuki! —refunfuño Yuriko cuando la otra le quito a Takashi de sus labios.
—¡Yuriko! —se enfado Fubuki cuando la Takagi hacia lo mismo.
Todo mientras, usaban sus manos para despertar al titan dormido en Takashi.
—Es temprano para que pelen —dijo Takashi queriendo tener una agradable mañana con sus mujeres. Él pensaba que tener seis mujeres en la cama ya era un problema, pero tener a Fubuki con Yuriko en la misma cama era mas doloroso para su cabeza.
De pronto, de la alcoba junto a la cama, el celular de Yuriko le entro una llamada, una que atendió por precaución en caso de ser su marido. Y así era.
—Hola, Soichirou —respondió Yuriko con alegria.
Komuro no estaba tranquilo tras saber quien le hablaba Takagi, pero Fubuki le hizo despreocuparse, al ver su rostro molesto, llevo su boca al empalme de su amante para consentir a su pequeño amigo.
Cuando todo estaba por ponerse mas caliente, las cosas se pusieron mas calurosas al terminar la llamada Yuriko.
—Takashi-kun~ —pronunció de forma preocupante Yuriko tras colgar el teléfono—, necesito que tomes todas tus pertenecías del cuarto y vallas a otra habitación. Tu también debes volver a tu cuarto, Fubuki-chan.
—¿Porque? —pregunto ante la repentina indicación de su no novia.
—Acaba de avisarme. Soichirou y Saya están por llegar —revelo Yuriko.
—¿Quienes? —a Fubuki no le sonaban los nombres.
—¿Que?… ¡¡Que!! —grito Takashi ante la repentina noticia estremecedora.
Soichirou Takagi, el esposo de Yuriko. Saya Takagi, la hija de Yuriko y prometida de Takashi estaban a la vuelta de la esquina. No en metáfora lo digo, sino que realmente ellos estaban llegando en un taxi hasta la casa de playa que acababa de dejar a padre e hija en la entrada, podía ser el fin de la luna de miel de los amantes.
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