Milf of the dead
Desde el amanecer en este segundo día, los dos amantes seguían expresando el amor que sentía hacia el otro uniendo sus cuerpos.
—¡Ya casi! ¡aquí voy! —grito Takashi antes de venirse dentro de Yuriko cuando estaba encima de él estando los dos en un camastro.
Pero en todo momento, había quien tenia que tomar un descanso.
—¡Dios, dame un respiro! —cayó Yuriko sobre el pecho de Takashi llena del esperma del chico y su cuerpo agotado luego de él le succionara toda su energía—. Eres una bestia Takashi.~
Se encontraban en la terraza de la casa que rentaban, donde un camastro proporcionado tenían allí además de una sombrilla gigante de playa. Luego de aparecer ante Komuro usando un micro monobikini morado que hacia el vano esfuerzo por cubrir el cuerpo de Yuriko, fue suficiente para incentivar al chico luego del sexo mañanero que tuvieron.
—¿Seguimos con una sexta ronda? —pregunto con cariño, Takashi.
—Podemos tomar un descanso —pedía con ojos de gatita, Yuriko—, mi vagina esta de nuevo entumida al igual que mis piernas y tu semen no deja de salir de mi interior.
—Esta bien, aun es medio día. Podemos almorzar de una vez si quieres, Yuriko —estando solos, la llamaba a secas por su nombre.
—Aun estoy llena, pero de otra cosa~ —estaba cómoda sobre el pecho del chico—, en lo que me recupero, porque no cuentas sobre algo.
—¿Como que? —pregunto Komuro.
—Que tal, de aquella mujer con la que tuviste tu primera aventura adulta —fue la sugerencia que dio.
—¿Quieres que te cuente sobre Fubuki-san? —pregunto con dudas, Komuro—, creí que a las mujeres detestaban que los hombres les hablaran de sus anteriores parejas.
—Esta bien, después de todo eso fue hace tiempo ¿no? En estos momentos te tengo para mi y solo para mi~ — se acurrucaba bajo su mentón—. Además, escuchar una historia sucia de un aventurero puede que me de las energías que necesito recuperar~ —mordió entonces el pezón derecho del chico.
—Si, Yuriko insiste —lo tomo con calma Komuro—, ¿recuerda que yo trabajaba medio tiempo en un mini mercado? Ella era la gerente del lugar, me había pedido quedarme a cubrir el turno nocturno cuando, empezó nuestra relación.
Es una historia de hace unos cuantos meses atrás. En total un año y un mes desde que esa historia se suscito. Pero igual, Takashi la recordaba como si esa historia hubiese sido de ayer.
—Lamento que tengas cubrir el turno nocturno tras acabar tu turno de la tarde, Komuro-kun, pero Tomoya esta enfermo y no hay nadie más que puede quedarse —decía la mujer de cabello verde muy oscuro, quien siempre traía puesto un vestido verde de cuerpo completo que le llegaba hasta los pies y sus brazos eran por completo cubiertos por este.
—Descuide, no tengo problemas —dijo tranquilamente, como si desvelarse en doble turno sabiendo que mañana tendría un día de escuela y Fubuki lo sabia.
—¿Estas seguro? Eres un estudiante y mañana es día de clases —comento Fubuki.
—Me las arreglaré para estar despierto durante las clases —respondió sin mostrar inconformidades.
—Eres un chico, no; un hombre muy valiente —dijo Fubuki agradecida de haber contratado a tan dispuesto muchacho como su empelado—, vendré la mañana para verificar que todo te haya ido bien.
Lo dejo solo, aunque se trataba del turno nocturno; no era un turno con actividades muy distintas a las que tenia que hacer en la tarde. Y si as trabajado en un minimercado que contiene turno nocturno ya tendrás idea de que actividades le tocaron hacer en su turno. Limpiar mueble,el local, surtir refrigeradores y anaqueles, buscar caducados. Pero la mayoría de estas actividades las había hecho ya desde su primer turno.
—Será una noche muy tranquila —dijo Takashi parado detrás de la caja recargándose con su mano sobre el mostrador, nadie se había asomado para nada desde el comienzo del turno, hacia una hora que empezó.
Pudo tomarse una siesta sin importar que las cámaras lo vieran, pero se mantuvo allí pensando en su jefa de trabajo.
—Fubuki-san se ve tan linda, siempre usa ese vestido verde, me pregunto si usará ropa interior bajo su vestido —pensaba muy picante Takashi, solo se había auto provocado—, carajo.
Acabar con ese estrés que se provoco el solo era la única forma de remediar con la erección que su sola imaginación se provoco Takashi. No iba a hacerlo allí mismo donde la caja y bajo la mirad de la cámara de seguridad. Sin embargo había un lugar donde la unica cámara de seguridad no estaba funcionando, el baño de empleados. Tan solo entró como cerró la puerta, se puso contra la pared hacia el inodoro y comenzó pasear el ganso mientras pensaba en su superiora del trabajo.
—Fubuki-san, Fubuki-san~ —empezó a nombrarla apenas empezó, una invocación que terminaría funcionando mas que esos rituales de los creepypastas.
En pocos minutos, Fubuki estaba abriendo la puerta trasera del mini mercado para buscar algo que olvido.
—No puedo creer que haya olvidado eso aquí —decía Fubuki tras poner seguro de nuevo en la puerta—, bueno, de todos modos puedo ver como le va a Takashi —Entro en el almacén posterior a la tienda, pero encontró al pelinegro—. ¿No esta aquí? Seguro esta en la caja.
—Fubuki-san~ —escucho la voz del muchacho llamándole desde el baño de empleados, a un costado del almacén.
—¿Takashi-kun, eres tú? —se acercó despacio a la puerta del sanitario, preguntándose si el chico estaba bien.
—¡Fubuki-san! —justo cuando tenia su mano en la perilla y cuando iba a girar la manija logró oír de primera un grito fuerte del chico desde el otro lado.
—¡Takashi-kun aguarda! —grito, mas al abrir la puerta lo primero que vio fue al pelinegro eyacular, si de por si ya era malo que le descubriera, lo peor fue que su disparo termino direccionado al rostro de Fubuki tras abrir de inesperado—. ¿Eh?
Sabía que era su sentencia de muerte.
—Me decepcionas Takashi-kun, yo pensé que eras alguien mejor —Fubuki lo confrontaba de inmediato, lo saco del baño y sentó en esa mesa que tenían en el área de empleados de la tienda—, descubrir que estabas haciendo algo como esto y sobre todo pensando en mi para satisfacer tus bajas necesidades.
La mirada baja del chico quien le escuchaba cada palabra sin protestar, claramente le indicaba que Takashi estaba avergonzado de sus actos. Pero al mismo tiempo Fubuki podía ver con mucha claridad como el bulto de Komuro seguía duro.
—Dime ¿aun no estado con una mujer de verdad, Takashi? —pregunto Fubuki.
—No, aun no —respondió el pelinegro con su orgullo en el suelo.
—No le diré nada a nadie de lo que has hecho, ni a la compañía ni a la policía ni a mi esposo —decía inclinando su cuerpo hacia Takashi, resaltando su busto al rostro del chico.
—Lo dice, en serio —levanto la mirada, para sonrojarse de ver el busto de Fubuki demasiado cerca de su cara—.
—Pero con una condición —exclamo—, para empezar dejar de mirar mis pechos que mis ojos están aquí —señalo con sus misma mano sus ojos, su mirada molesta significaba que un paso en falso y el perdón que le iba a dar a Komuro podía mandarlo al carajo—, ahora sacalo.
Tuvo que preguntar que sacar exactamente, así que Fubuki le aclaro el que debía sacar, frotando su pie desnudo sobre el empalme de Takashi bajo sus pantalones unicamente para que Fubuki decidiera usar su boca para darle su primera experiencia.
—¡Fubuki-san, su boca… es una maravilla! —dijo Komuro, solo había visto el sexo oral en vídeos en la red para adultos, pero experimentarlo de primera manera viniendo de una de las mujeres con las que él había fantaseado era mucho mejor.
—¡Cállate, solo hago esto porque me incomoda ver que la mantengas así aun cuando estaba regañan dote! —decía Fubuki teniendo el trozo de carne de Takashi en su boca—. ¿como es posible…. Que aun la mantengas así de dura? ¿Que tanto te masturbas para que tengas esta resistencia, o este tamaño? No importa, siéntete afortunado de que tu primera experiencia te la de yo.
Bajo su vestido completo, estando de cuclillas; la vagina de Fubuki empezó a mojarse con cada segundo que pasaba teniendo el miembro de Komuro en su boca. Sus manos desocupadas tuvieron que hacer algo para tratar de controlar la reacción de su cuerpo.
—¡Fubuki-san, voy a...! —grito al sentir su primer orgasmo producido por una mujer y su esplendida boca.
—¡Puaff! —Al sentir la corrida de Takashi en su boca, rápidamente Fubuki escupió el pene del pelinegro, pero fue una mala decisión; Komuro seguía eyaculando así que termino manchando cada parte de la cara y del vestido que su jefa de trabajo traía puesto—¡¿Que?! ¡Mira lo que hiciste, mi cara y mi ropa esta manchada!
—No pude evitarlo, la boca de Fubuki-san se sintió mejor de lo que esperaba —exclamo sin reservas, sin embargo la misma Fubuki no sabia que sentir, si ruborizarse de la pena o molestarse por hacer algo como esto con Komuro que no era mas que un empleado—. Estoy agradecido con Fubuki-san por esto, siempre.
—¿De que hablas? —se había puesto de pie Fubuki y sin que Takashi le mirara, se estaba quitando su ropa—, aun no hemos terminado. Ya que tanto tienes fantasías eróticas conmigo, tendrás el lujo de tu primera experiencia sea conmigo, así que quitate la ropa.
—¿Aquí? La cámara nos esta grabando —comento nervioso. Sin poder llevar la vista a otro lado que no sea de Fubuki, la peliverde mujer tenia puesto un
—De eso me encargo yo, ¡vamos, has lo que te digo! —grito con autoridad.
Mostrando el mismo cuerpo atlético que enseño a Yuriko a las mujeres que actualmente conforman su harem. Fubuki se contuvo al asombrarse de ver el cuerpo de Takashi, para un chico a su edad estaba bien formado en cuanto a musculatura se trata. Se quito Las bragas y el sostén, aun que no estaba lista para un encuentro sexual, su cuerpo estaba mas que cuidado en todas las zonas.
—Cuanto tiempo vas a estar tocando mis pechos —dijo con irritación Fubuki tras dejarle a Takashi comprobar su textura con sus manos.
—Lo siento, es solo que —decía.
—Deja de disculparte —exclamo y tomo las manos del chico para que se detuviera—, ahora que vas a tener tu primera experiencia conmigo mas vale que tomes nota, a las mujeres no nos gusta que un hombre se este disculpando a cada rato cuando hacen cosas estás. Segundo, ya que tuviste el honor de que usará mi boca para satisfacer tu pene. Es tu turno de usar tu boca para satisfacer mi vagina.
Es un intercambio equivalente, si quieres algo tienes que dar algo a cambio del mismo valor. Es la ley de la alquimia. Y del sexo. Fubuki se había colocado en la mesa de descanso que había en esta parte posterior de los empleados y fue guiando a Takashi con instrucciones para enseñarle que era lo que tenia que hacer.
—¿Lo hago bien, Fubuki-san? —pregunto Takashi con la punta de su lengua apenas si pasando los labios de su vagina.
—Algo torpe… si quieres causar placer a una mujer con tu boca o tus dedos, debes adentrar en su vagina —comento acariciando la cabeza de Takashi mientras se esforzaba— así, hazlo así.
—La vagina de Fubuki tiene un sabor peculiar —comento con su lengua siendo apretada por las paredes del mismo lugar, pero a pesar de eso lograba moverse en tan ajustadas paredes—, la vagina aprieta cada ves mas.
—Significa que lo estas haciendo bien —no podía creer que siendo la primera vez de Takashi, el joven lograra hacerla alcanzar el clímax en tan poco tiempo. Todo debido a que probo primero el sabor de su polla—, sigue así… ¡Ya casi!
Termino por correrse también la mujer, algo que no hacia muy a menudo con su pareja.
—Nada mal, no lo hiciste mal —dijo Fubuki, con sus dedos abrió los labios de su vagina toda humectada—, ya que es tu primera vez, te dejaré que me la metas sin protección.
—¿De verdad? —el pequeño Takashi como el principal estaban mas que atónitos con la oferta.
—Solo porque es tu primera vez, ven y metémela antes de que cambie de opinión —dijo limitándose a regañar al pobre casto joven.
—Aquí voy —tuvo un poco de dificultad para meter la punta de su pene, Takashi. Pero una vez lo logró, introdujo la mitad de su miembro dentro de Fubuki—, mi pene esta dentro de Fubuki-san.
—¿Que se siente tener tu pene pervertido en una vagina real, Takashi-kun? —pregunto al ver la expresión de satisfacción de Komuro.
—Es mejor de lo que imaginaba, siento que estoy por… —termino corriéndose de solo sentir la vagina por fin. Eso decepciono a Fubuki y realmente avergonzó a Takashi ante la mujer.
—Lo lamento —dijo apenado.
—Lo dejaré pasar solo porque es tu primera vez —Fubuki podía ver que el pene de Takashi seguía activo a pesar de fallar—. Supongo que tendré que llevarte de la mano en todo caso.
La misma Fubuki le hizo recostarse sobre la mesa y le hizo mirar como su vagina se tragaba todo su polla hasta la raíz sacando un reservado gemido a la mujer sorprendiéndose una vez mas por el tamaño de Takashi. Era mas grande adentro que solo mirarlo de cerca.
—¿Que te parece mi vagina? —decía teniendo sus manos en el aire para que por lo menos se deleitará con su cuerpo—, es lo que esperabas.
—Fubuki-san, usted es hermosa, su vagina… es mejor que mis manos —exclamo y tomo por sorpresa a la peliverde.
—Bien dicho, cosas como esas te gana puntos conmigo —dijo sin para de mover sus caderas de arriba a abajo—, solo por eso te dejaré que muerdas mis pechos, solo te digo que no esperes que salga leche.~
Mientras mordía y jugaba con el busto de Fubuki, la entrepierna de Takashi comenzaba a arder. Solo significaba una cosa.
—¡Fubuki-san! —grito el nombre de la mujer, tomando el control. Sus caderas tomaron el control por primera vez.
—¡Estas siendo violento! —no podía con la fuerza que Komuro le golpeaba su redondo trasero, casi perfecto—. ¡Me esta volviendo loca, mi interior se derrite!
—¡Fubuki-san!
Por fin podía decirse hombre, su esperma había liberado en el interior de una mujer, la mujer que lo había convertido en hombre.
—Así que no solo tuviste tu primera vez con ella, sino que fue ella la que te entreno —pregunto Yuriko, acompañando a Takashi tras bajar a la sala para ver una película para adultos occidental, en la televisión de 50 pulgadas que proporcionaba la rentadora de casas. Yuriko tenia su cabeza apostada en el regazo de Komuro mientras veían la película.
—Si, ella me enseño muchas —decía con rubor Takashi—, también me dijo que si iba a ser un hombre amable y caballeroso tenia que ser brusco y dominante en la cama.
—Fue un buen consejo, a las mujeres nos gustan los chicos amables y caballerosos pero salvajes y dominantes —dijo Yuriko para besar a su novio, justo cuando en la película el filme llegaba su clímax—. Dime una cosa ¿mis gemidos se parecen a la de esa mujer?~
—La voz de Yuriko-san son mejores, son mas honestos —la mano de Takashi acariciaba el trasero de la Takagi luego de que se volviera a poner ella sobre su regazo.
—¿Como fue que terminaron? —pregunto Yuriko mientras volvía a entrar en calor y el almuerzo por fin había pasado.
—Después del primer encuentro, Fubuki-san había dicho que no íbamos a volver a tener el encuentro pero nos engañamos. Estuvimos saliendo durante tres meses, a veces nos encontrábamos en el parque y buscábamos un hotel barato donde no preguntaran que harían un joven de preparatoria y una mujer once años mas grande que él en una habitación por seis horas. Gracias a Fubuki-san el que se tratar a una mujer en la intimidad hasta la satisfacción —contó Komuro.
—Le debo las gracias, aunque no me hubiera molestado ser yo quien adiestrara a Takashi entonces —comento Yuriko.
—Pues, mejor no —dijo antes de seguir con su cuento—, al principio con todos sus entrenamientos, Fubuki-san quería adiestrarme para ser su amigo sexual, pero yo quería ser algo mas que eso.
—Te le confesaste —le pareció curioso a Yuriko.
—Si, una noche cuando decidimos ir a un mirador solitario en las montañas, esa vez la pasamos en su camioneta —recordó Takashi.
La suspensión del auto tenia seguro, así que no les importaba cuanto se movieran y si terminaban rompiéndola.
—¡Tonto! —gritaba Fubuki con sus manos en la ventana del carro mientras Takashi la embestía mas profundo y con mas violencia de la que estaba acostumbrada—, estas siendo un animal y no del que me gusta… si sigues así mi mente no resistirá. Me encanta~ voy a venirme… ¿eh? ¿porque te detienes?
—Fubuki-san, quiero que seamos mas que amigos sexuales —decía Takashi acercando el rostro de la mujer a su cara a pesar de que ella estaba de frente, debido a la pose de perro en la que estaba—. Yo amo a Fubuki-san, le pido que seamos mas que amigos.
—¿Que estas diciendo? Sabes que tengo esposo —decía Fubuki, su cuerpo sudaba de toda la acción.
—Lo se, eso es lo que hace desear mas a Fubuki-san. Seamos amantes, mis sentimientos son verdaderos, yo la amo —decía con insistencia.
—Takashi-kun, escucha…
—Si dice que no, me detendré en este momento y me iré a casa, no importa caminar. Pero le doy por seguro, no me volverá a ver mañana ni después, seremos desconocidos —dijo Takashi agarrando con fuerza el busto de Fubuki mientras que su otra mano apretaba el clitoris de la mujer.
—¡Esta bien! —grito de lujuria—, seamos amantes, pero si algo sale mal terminaremos. Ahora ¡termina conmigo lo que empezaste!
Termino clavando con violencia su pene hasta lo profundo de la mujer, para embestirla con la misma rudeza con la que le dejo esperando.
—¡Dámelo, dámelo todo. Dame tu leche de amor! —grito mientras se venia la mujer, solo para ser llenada por la leche de Takashi.
Una noche que recuerda Takashi haber despertado en el mismo coche con Fubuki encima de él, un día que no asistió a la escuela, una mañana que continuaron allí mismo donde se encontraban hasta que los olores en el auto pudieron con ellos.
—Al final, el esposo de Fubuki-san descubrió los mensajes que nos enviamos en secreto y la hizo terminar conmigo. Ya que si le decía a la policía iba a ser Fubuki-san la que terminara mal parada —termino de contar Takashi—, así que nos reunimos una ultima vez y termino lo nuestro.
—Una buena manera de terminar un amorío —comento Yuriko tras un nuevo encuentro con Takashi donde una vez mas la dejo sin energía—, material de una novela romántica diría yo.
—Yo no lo diría así —exclamo— le pido a dios por que mi relación con Yuriko-san no termine de igual de tragica.
—¿Que clase de dios protegería una relación inmoral? Dios, Ala, Buda… —decía Yuriko.
—Al que me escuche —respondió Takashi.
Cayó la noche y ambos amantes habían escapado a ver a una película en el cine local de la comunidad playera poco visitada por los turistas. Lugar perfecto para estos amantes pasaran unas agradables vacaciones.
—Fue una buena película, aunque no entendí la mayoría de lo que pasaba todo el tiempo —dijo Yuriko caminando fuera de la plaza junto a Takashi.
—Es por que es continuidad del videojuego, solo los que conocen la trama le entienden —dijo Takashi—. ¿Quiere que le explique?
—Es una historia larga —pregunto Yuriko.
—Lo es en verdad —dijo Komuro.
—Busquemos un lugar para sentarnos, crees que haya un puesto de comida rápida —dijo la Takagi, comida rápida eran sus antojos iniciales de embarazo.
—Yo buscaré una maquina de bebidas.
Con eso se dividieron, Takashi encontró casi de inmediato una maquina, coloco las monedas y primero saco una bebida de frutas para Yuriko seguidamente una para él. Pero como todo regalo del cielo con estas maquinas, termino dando dos latas de la soda que le ordeno a la maquina que le dieran.
—Que buena suerte —comento Takashi al tomar dos latas por el precio de una. Ya se había dado la vuelta cuando una mujer en bikini negro y falda playera de rosas camino hacia la maquina solo para decepcionarse.
—¿Que, también se le agoto el refresco de naranja a esta maquina? Eras mi ultima esperanza —exclamo con coraje la madura mujer a como pudo sentirla Takashi.
—Quiere que le regale la que me dio de mas la maquina… —exclamo Takashi dando la vuelta para perturbarse cual fantasma viera delante de sus ojos.
—Gracias, eres muy amable… —la desconocida mujer también se paralizo en cuanto vio al joven que le regalaba una de sus bebidas.
En medio de la tensión, del lado de Takashi vino Yuriko dando noticias para encontrarlo así de perturbado.
—Takashi-kun ven encontré un lugar donde comer ¿que, que pasa? —pregunto al lo paralizado que estaba.
—Fubuki...-san —exclamo asombrado Takashi de ver a quien ya no debía volver a ver.
—Takashi...-kun —la misma reacción vino de esta mujer que no veía a su anterior amante.
Dos viejos amantes inmorales se reunían ¿que pasaría ahora con la pelvis de Takashi, solo un dios lo sabe?
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