Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Good lucky have the fat

 Milf of the dead

La suerte no siempre viene en mismas proporciones, aunque dicen muchos que la suerte tiene uno que ganarla. La vida es caprichosa, a veces a quienes menos les esperan tienen la mejor suerte de la vida. No solo a Takashi la suerte le sonreía, había alguien mas en la academia Fujimi a quien la vida le había decidido dar un vuelco de suerte, ese era uno de los estudiantes mas callados y menos probables de la academia.

Esta historia se remonta a los días de escuela. En el décimo tercer piso de uno de los edificios mas elegantes de la cuidad, llegaba a casa una madre soltera que lidiaba con una hija rebelde de 18 años. Luego de un largo día dirigiendo las oficinas. De cabello rubio claro y de gran atractivo, cansada de la larga jornada entro esta madre a su hogar. 

—Reina ¿estas en casa? —pregunto esta mujer de gran alcurnia en su tranquila morada, mas tranquila de lo usual—. ¿Reina? —su hija ya debía estar en casa.

Preocupada pero al mismo tiempo calmada, Kurashiki Reika fue al cuarto de su hija a través del pasillo y a medida que se acercaba, la voz de su hija y ciertos sonidos producidos por la voz de un hombre lograba escuchar.

—¿Reina? —pregunto sin tanta preocupación, la madre de la chica acercándose lo suficiente a la habitación de su hija para escuchar lo que salía del otro lado de la puerta sin abrir.

—Te gusta que te monte verdad~ —escucho de la voz de su única hija proviniendo de su habitación—, eres solo un gordo otaku que le guste que lo viole una mujer.

—Kurashiki... Reina-san~ —escucho la voz de un chico adentro, parecía estar sufriendo o disfrutando—. Reina-san estoy por venirme.

—Quiero que sueltes tu inmundo semen dentro de mi, Kohta-kun. Quiero sentir tu inmundo semen dentro...

Eso fue lo último que aguanto escuchar la madre de la chica antes de abrir la puerta con furia y atrapar a su hija en el acto.

—¡Reina que demonios! —vio a su hija semi desnuda con su uniforme escolar puesto y encima de un chico cuyo físico no siempre era el mas atrayente para las damas. Pero no era lo peor, lo peor fue que vio como en medio del coito del que les interrumpió, el esperma del chico había caído dentro de la vagina de su hija y estos dos tenían sus rostros muy cerca uno del otro.

—¡¿Mamá?! —grito de pánico la hija.

No paso mucho tiempo para ser confrontados por la adulta de la casa. Cubriendo sus vergüenzas, hija y novio estaban en la sala de la casa con las miradas nerviosas dado los ojos mortales de la mujer esperando una explicación razonable de lo que acababa de ver.

—¿Y bien, puedo saber quien eres tu? —pregunto Reika estando de brazos cruzados en el sofá de enfrente.

—Bueno, yo me llamo... —hablaba tímidamente el chico.

—¿Que dices? ¡Habla mas fuerte!

Como si fuera un soldado, se puso de pie nuestro querido amigo relleno de amor. Firme y erguido, vista al frente sin parpadear dijo su identidad a todo pulmón.

—¡Me llamo Kohta Hirano, señora. Soy compañero de la escuela de su hija! —respondió.

—¡Mamá por favor, no lo trates así! —dijo la hija, bien parecida a su madre, incluso en sus medidas lo único que las diferenciaba era el estilo del cabello.

—Entonces supongo que hay una buena explicación para que los haya descubierto haciendo algo como eso en tu habitación. Reina —exclamo la Kurashiki mayor.

—Hirano es mi novio mamá, es natural que él y yo hagamos cosas así.

—¿Tu novio? Tu gusto por los hombres ha empeorado Reina —tomo la afirmación de su hija como una mala broma. Declaración de su madre que hizo sentir mal al gordo otaku.

—¡Mamá basta no quiero que seas grosera con él! Tu no sabes, pero Kohta-kun no es como piensas —no iba a permitir que se burlara de su gordito—. Es distinto.

—Como dijiste de los otros tres chicos con los que dijiste estabas saliendo.

—Si, Kohta-kun es distinto —dijo Reina y abrazo el brazo izquierdo de Kohta delante de su madre intercambiando miradas molestas, bajo la mirada asustada de Hirano ante la pelea familiar.

Respirando profundo, la madre de Reina no tuvo mas opción antes de tener que aceptar la nueva relación de su hija rebelde. Bajo los brazos y cambio su tono de voz antes de continuar.

—Bien, explíquenme como es que ustedes dos comenzaron a salir —pidió Reika cruzando las piernas ahora.

—Pues fue algo... espontaneó, Kurashiki-san —comento Hirano antes de que él como su primera novia se ruborizaran antes de contar.

Fue hace un par de meses, mientras Takashi Komuro daba por comenzado su vida enamorando primeramente a Takagi Yuriko en su hogar, en la academia después de clases. Kohta se había topado con una de las chicas de segundo año que competía por el titulo como una de las estudiantes mas ardientes de Fujimi. Kurashiki Reina.

—¿Kurashiki-san? —pregunto Kohta al ser acorralado por la rubia en el aula. Con la mano de la chica encajonando al gordo contra la pared, le agradaba verlo así de tímido.

—Dime, ya has tenido sexo con una mujer. ¿No te gustaría tener tu primera experiencia conmigo? —preguntaba, Reina con atrevimiento y sin tener vergüenza de sus palabras.

—¡¿Que?!

—Velo como un agradecimiento —decía Kurashiki bajando su brazo—, gracias a ti ya no tendré que repetir el año como decían los profesores. Así que para estar a mano voy a quitarte lo virgen.~

—Pues, no lo sé...

Por alguna razón la timidez de Hirano le parecía divertida a Reina, una razón por la cual no pensó mucho esta opción para devolver el hecho de que la consejería estudiantil lo asignara como tutor de ella para mejorar sus notas y hacer que Hirano adquiriera puntos académicos.

—Siéntelos, tonto~ —tomo la mano de Hirano e hizo que este le apretará uno de sus pechos en plena aula a pesar de no haber nadie—. No quieres apretarlos mas directamente.~

—Reina...-san —la primera vez que tocaba el busto de una mujer—. ¡Por favor, se mi primera vez!

La respuesta fue mas que satisfactoria para la rubia, sin embargo el poder de su voz le gusto a Reina.

—Me aseguraré de que tu primer encuentro sexual con una mujer, sea una follada que no puedas olvidar —susurró al oído del otaku.

Fueron de la escuela al hogar de Hirano, una casa de ricos muy atractiva donde los padres del chico nunca estaban. La primera que Kurashiki vino a la casa de Kohta le dejo impresionada que un gordo como él viviera en una casa así, mas sorprendida estaba que los padres del otaku nunca estaban. Ni siquiera ahora.

—Vamos quitate la ropa, dejame tu inmundo cuerpo —exclamo Reina mientras ella se abría la blusa del uniforme delante de la mirada de Hirano—. Bien me pregunto si será como en sus doujins donde el gordo asqueroso somete a la mujer. Seria imposible que un chico gordo como él tenga algo como... eso.

Pensaba Reina con gracia en su mente para quedar impresionada al ver como bajo los pantalones de Hirano un enorme bulto gordo como él descansaba listo para ser despertado.

—Por favor no me mires así, Reina-san —tapo con sus manos su vergüenza que sacaba a pasear en las noches largas y solitarias de su hogar.

—Vamos, dejame ver~ —le pareció interesante. Empujo a Hirano contra su cama y sentada a sus pies logro ver el enorme pedazo que traía—. ¡Que agradable sorpresa, me saque la lotería! Para ser un gordo asqueroso tienes una polla muy sexy. Su olor es tremendo.

Sin tomar permiso, beso la punta de su pene y con su boca primero saboreo la punta del pene de Hirano, provocando un espasmo sexual cuando sintió la boca de la chica dándole su primer oral.

—¡Reina-san! —su pene despertó, mientras era chupado por Kurashiki, esta también disfrutaba de la polla de Hirano.

—Se puso mas grande de lo que ya es, en mi boca —dijo Reina pasando su lengua por todo el grueso pene de Kohta mientras sus labios hacían lo mismo. Y con su mano le acariciaba las bolas al chico—, es el pene mas grande que haya probado.

No paso mucho antes de que los testículos del otaku cargaran y dispararan en la boca de Reina.

—¡Reina-san! —grito sin tanto aliento por la técnica de la chica, que mancho su boca con su blanca esencia masculina.

—¡Hhhmm! —sonó la voz de Kurashiki al sentir la descarga. Tocio luego de sacarse su pene de su boca y beberse el fluido blanco—, mira gordo~ —abrió su boca y mostró que no tenía nada de residuos de lo que libero Hirano—. He probado el sabor del semen antes, pero debo admitir que el tuyo es el mejor de lo que he probado.

Encima de Hirano, Reina aplastaba el pene del otaku con su pelvis mientras iba frotando su pelvis para incentivar su empalme. Se desabrocho el sostén y revelo sus dotes femeninos que dejaron sin aliento a Kohta cuando los vio por fin sin el uniforme.

—Te gusta lo que ves —dijo Reina con burla—, preparate Kohta Hirano; porque después de esta tarde vas a venir a mi por más y serás mi gordito saco de semen.

Eso era lo que pensó Kurashiki Reina en un principio, sin embargo todo resulto ser al revés. Al cabo de una hora con treinta y siete minutos. La rubia era destrozada por Hirano.

—¡Haaa! ¡espera, Kohta-kun! —grito en desesperación la gal, era sostenida por el otaku mientras él se movía como un animal según Reina, el interior de su vagina estaba ardiendo al punto de sentir derretir. Desde hace sesenta minutos Hirano tomo el control y no la paraba ni la soltaba, encima de él Reina sentía como el Otaku se movía cada vez más salvaje, pegando mas profundo en su vagina, logrando ella hacer que se corra sin detenerse—. ¡Para por favor, mi cuerpo no va a resistir mucho!

—No puedo, lo siento Reina-san pero tu vagina es tan rica. Quiero tener sexo contigo hasta el cansancio —declaro Hirano antes de atacar los pechos de la rubia mientras seguía produciéndole orgasmo a la chica.

—Estúpido otaku... se suponía que yo iba a dominarte... no al revés —dijo, solo para abrazar a Hirano y dejarse llevar por este nuevo nivel de lujuria sin precedentes.

—Reina-san... ¡Reina-san! —pronunció su nombre antes de tomarla con mas fuerza en sus brazos y acelerar in sanamente su ritmo para acabar corriéndose dentro de Kurashiki.

—¡Kyyyaaa! —grito hasta perder la voz por el placer, fue soltada y cayó sobre en la amplia cama de Kohta; sus piernas estaban entumidas así como su mismo coño del que se podía ver el semen de Hirano salir de su interior. Su rostro reflejaba agotamiento y un orgasmo sin igual alcanzado—, carajo... eso fue... fantas-

—¡Lo siento, Reina-san! —repentinamente a lado de la chica que casi caía inconsciente, el mismo Kohta se puso de rodillas y con la mirada hasta el piso (o la sabana).

—¿Eh?

—¡Perdón por emocionarme tanto! pero es que se sentía tan bien —decía con la mirada baja mientras se sentía con leve orgullo de lo que hizo.

Molesta inicialmente, Reina dejo salir la verdad.

—Sabes, esa fue la mejor cogida que he tenido —dijo con pena, Reina; sin importarle que Hirano siguiera mirando su cuerpo desnudo.

—¿Uh? ¿enserio? —pregunto desconcertado.

Después de esa declaración, una amistad sexual comenzó entre Reina y Kohta, hasta que la rubia incomprensiblemente esta peculiar relación escalo a algo más.

—¡¿Reina-san?! —durante una de las horas libres en Fujimi, sin que Hirano lo esperara; Kurashiki encontró a Kohta en el pasillo en lo que parecía estar hablando con otras chicas, por un pequeño sentimiento de celos Reina se acerco y tomo al Otaku militar para abrazarlo desde su brazo derecho delante de estas otras chicas de su aula—. ¿Reina-san, que haces?

—¿No puedo abrazar a mi novio? —declaro sin problemas mientras se aferraba al chico mientras le sonreía—, vamos a ir lugar donde podamos estar solos.

Bueno, ese era el resumen mas simple que pudieron contar a Reika antes de que pensará en matar a Hirano y colgar a su hija por encontrarlos así.

—Linda historia, pero no me convencen —dijo Reika, madre de Reina; antes de volver a cruzar los brazos y rechazar la relación de ambos con una mirada fría—, voy a ponerte a prueba para saber si eres indicado para ser novio de mi hija.

Una prueba que Hirano no se esperaría, mucho menos esperaría su hija al ver que la mujer que la parió se llevo al Otaku a su cuarto y tras cerrar con llave la puerta. Esta le hizo desvestirse así como ella misma se quito su ropa de oficinista delante del chico, sin importarle nada. Mostrando de quien heredero Reina su belleza física que se tapaba ya nada mas por un conjunto de lencería idéntico al que uso su hija cuando desvirgó a Kohta.

—¿En serio? Te dejo dar el primer movimiento sobre mi cuerpo y vas por mis pechos —pregunto Reika, como ella decía decepcionada. Hirano había puesto su rostro en sus pechos y aun cuando no se había quitado su ropa interior, el Otaku ya estaba devorando su escote.

—Lo siento señora —dijo con timidez en su voz luego de andar mordisqueando los pezones de la Kurashiki mayor.

—Como sea, muéstrame lo que sea que tengas allí —exclamo, termino de quitarse su lencería y tras empujar a Hirano sobre su enorme y solitaria cama. Se acerco al pene flácido del chico, dio unos primero toques con su mano, despertando lo que hacía hombre a Kohta. El rostro de Reika reflejaba asco así como repulsión al ver lo que el chico tenía y mas se sentía así cuando lo tocaba—, para estar gordo tienes algo admirable contigo.

—Gracias.. supongo —dijo complicado.

—Supongo que Reina ya ha usado su boca para satisfacer tus bajas necesidades —exclamo malumorada. Pero en su cabeza, Reika se encontraba neutral mente emocionada por esto—. ¡Maldición! —pensaba la mujer—. Ha pasado demasiado tiempo desde que tuve un pene para mi, desde que ese idiota se escapo con esa zorra. Bueno, será un chico gordo pero al menos no la tiene nada mal.

Usando su mano, la Kurashiki mayor masturbaba con suave tacto la cosa de Kohta hasta ponerlo duro. Hirano vio como la mujer decidió usar su boca para empezar, mostrando una total diferencia de técnicas entre ella y su hija, fue agresiva desde el primer momento en que su lengua rosaba cada lado de su pene atrapado en su pene.

—¡Ohh! —gimió el otaku ante la habilidad bocal de Reika, una corriente eléctrica lo recorrió todo.

—¿Así es como reaccionas por una simple mamada? Que patético —decía mientras lamía hasta la base la gruesa polla de Hirano cuando usaba una de sus manos para sostenerlo. Mas desde un angulo mas bajo, la entrepierna de Reika se estaba mojando porque después de tanto tiempo luego de que su anterior esposo se escapara con su amante, al fin tenía un hombre para ella; aunque sea un chico como Kohta, estaba bien para ella.

—Kurashiki-san, no creo... no aguanto más —anuncio Hirano, su cuerpo no podía moverse mucho menos pudo hacer algo cuando la ágil lengua de la rubia madura consiguió hacer rápido lo que Reina le demoraba algunos minutos conseguir de él.

A pesar de ser algo pronto la corrida de Kohta en su boca, Reika ligeramente se sorprendió ante la cantidad de esperma liberada por el chico. Tanto, que por un momento y creyó que se ahogaría con tanto semen en su boca.

—¡Puag! —tocio la mujer tras sacar el pene de su boca, tuvo que beberse el blanco fluido de Hirano—, para haber durado poco, liberaste una gran cantidad. Una buena cantidad de semen, su textura y sabor no están nada mal.

—Es que, la boca de Kurashiki-san fue muy ágil —respondió Kohta rascándose la nuca.

—Por supuesto, como comparas a una adolescente con una mujer con experiencia —Reika se puso de pie, para limpiarse la boca desviando la mirada de Hirano—. En fin, acuestate en la cama, vamos a lo que sigue muchacho.

—¿Así de rápido? —exclamo preocupado el otaku luego de que se recostará adentro de la cama y con la madre Reina, pisando su erección con su pie desnudo.

—Te estoy poniendo a prueba muchacho no lo olvides. Mas vale que dures esta vez —como ella mismo dijo, no iba a perder tiempo. Se puso encima de Kohta y tras quitarse las bragas que aun le quedaban puestas, tomo el pene de nuestro otaku amigo, se clavo su pene hasta donde estaba acostumbrada—, ¡Ha!~ dime que diferencia sientes entre mi vagina y la de mi hija.

Desde el primer momento, Reika fue con todo sobre Kohta; no le importo que el otaku mirase sus pechos embobado mientras hacia su parte del trabajo.

—Su vagina es mas agresiva... Kurashiki-san —dijo Hirano sin poder mantener la respiración.

Sus ojos los tenía cerrados ante la agresividad de la señora, así que Kohta no podía ver la expresión de Reika que hacia mientras se movía. Una expresión de la mujer gustosa así como divertida al ver que el otaku era dominado por su feminidad. Después de todo, una madura de su edad tenia el don de dominar a los jóvenes, sobre todo sabiendo usar su atractivo.

—¿Te sientes bien con una vieja como yo? Que patético eres —decía, las caderas de la mujer subían y bajaban sin dar tregua. Dado la expresión de Hirano, hacia todo lo posible para no correrse tan deprisa, pero perjuraba que la rudeza de la Kurashiki mayor era superior a lo que experimentado con Reina.

—Reika-san... no puedo aguantar ¡Haaa! —grito de emoción.

Su pene termino eyaculando cuando Reika esperaba mas resistencia del muchacho. Sintió el esperma de Hirano adentrándose en su interior alcanzando su matriz, a pesar de ser una buena cantidad la corta resistencia del otaku la dejo pensando.

—¿Te corriste tan pronto? Justo cuando pensaba que resistirías mas —saco de su vagina el pene de Hirano y vio como se puso flácido después de eso—. ¿En serio, no puedes decepcionarme más? —Se quito de encima de Kohta y se limpió la vagina. Hirano se sentía mal, humillado. Usualmente con Reina tenia encuentros de entre treinta y un poco mas de una hora, durante hasta cuatro rondas sexuales continuas. Por alguna razón la madre de Kurashiki lo hizo alcanzar el clímax en menos de quince minutos y dejarlo agotado casi por completo—. Con esa resistencia ¿no comprendo como Reina se fijaría en ti?

¿Sabes? Los leones machos en temporada de apareamiento son mas proactivos de lo que parecen. Si bien los leones machos duran de veinte a treinta segundos en el coito, pueden hacerlo hasta cuarenta veces continuas con sus parejas, sin sentir agotamiento o deficiencia. ¿Puede que sea eso el que un león alfa tenga muchas parejas? Cuento esto, pues ante la humillación que le estaba haciendo pasar la Kurashiki mayor, Hirano tomo fuerzas y decidió demostrarle a la madre de Reina, porque era el actual y definitivo novio de su hija.

—¿Que estás haciendo? —Reika fue tomada por sorpresa por Hirano desde atrás justo cuando puso su mano en la perilla de la puerta. Abrazada por lo que ella sintió, los brazos fuertes del Otaku; sentía como la polla del chico se frotaba contra si vagina habiendo recuperado las energías que la mujer le quitó apenas—, suelta... Suéltame chico.

—Reika-san dijo que debo demostrar que soy digno de ser novio de su hija. Así que voy a demostrarlo —dejo de frotar su gordo miembro sobre el clítoris de la mujer y penetró agresivamente los labios de su vagina.

—¡Ooh! —sonó la voz de la mujer cuando el pene de Hirano la atravesó sin cuidado, ahora alcanzaba lugares más profundos dentro de la mujer—. ¿Que es esto? Su pene es más grande que antes. Es más agresivo.

Embestía a la mujer delante de la puerta cerrada de su habitación, ignorando por completo que Reina estaba del otro lado de la puerta con su oído sobre la madera escuchando todo con celos.

—Para ¿No me oyes? —decía Kurashiki-san mientras su vagina iba dejando chorrear sus jugos pervertidos desde su vagina a paso profundo que Hirano la cogía—. Te digo que te detengas, Hirano.

Más él no le escuchaba, Kohta entro en trance mientras seguía sosteniendo a la mujer con fuerza. Esto pudo verlo Reika al voltear, no había de otra; las palabras no iban a funcionar y su cuerpo no reaccionaba a sus órdenes había pasado tanto tiempo desde la última vez que tuvo un sexo tan duro que dejó dominar a Kohta sobre ella.

—¿Que pasa ahora? Su pene se esta poniendo mas grande cada vez... —Reika comenzaba a perder la cabeza a cada golpe mas salvaje que el anterior de la pelvis de Hirano—. Mi vagina esta que se derrite ahora ¿Va a correrse de nuevo? —se cuestionaba en su cabeza—. ¡Haaaa!~

Sin ninguna palabra fuera de la boca de kohta, termino eyaculando dentro de la Kurashiki mayor cuando aun la retenía con sus brazos. La liberación que tuvo el chico fue más que la anterior, declaro desde sus pensamientos la rubia madura al sentir la cálida llenada del chico.

—Estás... satisfecho ¡mm! —tapo su boca, apenas dio el último disparo Kohta y tras unos segundos de pausa, retomo el movimiento de sus caderas contra su trasero siendo cada vez mas salvaje.

Cuando los pies de ambos no pudieron aguantar más, volvieron a la cama y ahora vio Hirano la expresión pervertida como sumisa de la Kurashiki mientras le hacia el delicioso. Ella en cambio pudo ver la expresión seria del otaku mientras la golpeaba cada vez más profundo, hasta tocar la puerta de su útero; antes de que Kohta dejara caer su cara en el busto de Reika, volviendo a devorar sus pechos, con el mismo nivel salvaje de ahora.

—Eres un desgraciado... ¿como es que puedes correrte una y otra vez, sin agotarte? —pregunto tras poner brazos y piernas aferradas a la espalda de Hirano para que no pensara en esta cuarta corrida que se iba a aventar dentro de ella, fuera—. ¿como puedes mojarme así de bien? Eres un gordo otaku nada mas —decía, cosas que podían ser hirientes, pero solo incentivaban más a Kohta—, sigue~ sigue así que estoy por correrme, después de tantos años por fin voy a correrme —una expresión ahegao en la cara de la señora mientras sus pensamientos se desvanecían por el placer—. ¡Tienes que correrte conmigo!

—¡Reika-san!

Una clavada mas dura y gruesa de la polla de Hirano, disparando una vez más su esperma en la cámara que dio forma a Reina y la mujer Kurashiki tuvo un orgasmo sin igual después de años de que su esposo la abandonara. Una genial experiencia mutua sin duda.

—¡Reika-san, lo siento! —así como con Reina, Hirano se postro en vergüenza por dejarse llevar.

—¿Que? —dijo la mujer ante la extraña postura que tomo el chico.

—Me deje llevar y...

—Deja el drama —intervino Reika antes de que siguiera—, esa fue la mejor cogida que he tenido en años. Yo pensaba que aun tenía el toque por hacer que un jovencito se corriera rápido con mi vieja vagina pero lo reconozco. Ahora entiendo porque a Reina le encantas; si haces que una madura como gocé a Reina debes hacer sentir en el cielo.

—...Entonces —Hirano dejo la postura.

—Mira~ —abrió Kurashiki los labios de su vagina, el semen del otaku se derramo gracias a esto—, mi vagina aun no tiene suficiente.

Era una invitación muy clara, sin embargo había quien no quería que Hirano la aceptará así de fácil. Su novia.

—Oye... —abrió lentamente la puerta mostrando una cara de celos, enojo y excitación la joven Kurashiki—... se supone que era que vieras porque Kohta-kun es mi novio, no que lo tratarás de convertirlo en mi nuevo padrastro.

—Ven e intenta quitármelo, Reina —dijo pícara la mujer abrazando a Hirano cuando este una vez mas ya se había puesto encima de ella.

Una batalla entre madre e hija comenzó.

—¡Ooohhh! Reina-san, Reika-san —Kohta estaba recibiendo una mamada doble por parte de las mujeres Kurashiki.

—Ne~ Kohta-kun, te gusta como lo hago —lamía Reina la polla de su novio cual dulce era.

—Tu pene tiene un buen sabor, gordito~ —dijo Reika, mordiendo la punta de su pene con sensualidad.

—¡Oigan! —trato de pedir un tiempo fuera, pero era imposible.

—Que te parece mis pechos, chico~ —la Kurashiki mayor lanzó un nuevo ataque, tomo todo el pene de hirano con sus pechos y le complació—. Sientes como mis pechos abrazan tu caliente polla.~

—¡Dos podemos jugar, oka-san! —Reina lanzó el mismo ataque, la talla de sus pechos competían con los de su madre. Así que tomo su escote y tomo parte del pene de Hirano desde su lado izquierdo, frotando sus pechos contra los de su madre también.

—¡Es... fantastico! —grito Hirano antes de correrse por la presión de los senos de ambas mujeres, manchando los rostros de ambas.

Cubiertas de su blanca esencia masculina, ni Reika ni Reina pudieron evitar saborear el semen del otaku solo para hacer que dos de sus bocas se hicieran agua.

—¡Aun no terminamos! —dijeron a Hirano.

—Eso es, tu pene golpea tan profundo en mi vagina Hirano —Reika se estaba volviendo loca de placer mientras se comía toda la polla del chico con su vagina. Sus manos estaban en su cabello y mientras se movía en frenesí encima de él—, quiero tu caliente semen de otaku, chico.

—Tu boca es asombrosa, Kohta-kun —Reina puso su trasero encima de la cara de su novio y este sin decepcionarla, uso su boca como su lengua para comerse su vagina—, me estoy derritiendo, tu boca hará que me corra de placer, Kohta-kun.

—Reina~ —llamo la atención de su hija, la madura. Erótico beso se dieron las dos Kurashiki mientras mecían sus caderas en éxtasis encima de Hirano, alcanzando un triple orgasmo mutuo.

Poco después, puesta en pose de perrito, Kohta penetraba profundamente a su novia mientras el rostro de Reina se volvía loco de placer.

—Sigue, Kohta-kun. Estoy a punto de venirme~ —decía Reina con su rostro ahegao al morder la sabana de la cama para evitar gemir.

—Una vez termines con ella, voy yo otra vez —dijo Reika abrazando a Hirano desde su espalda sintiendo el movimiento de su cuerpo.

—¡Si, Reika-san!

—¡Kohta-kun es mió hasta que me venga! —exclamo celosa Reina, pero eso estaba mas cerca de lo que pensaría—. ¡Kyaaa!

—Más, cogeme más con tu gorda polla, Hirano~ —era cogida en la pose del misionero, la madura Kurashiki—. ¡Hooo!

Llego al orgasmos a ambas mujeres una y otra vez, Hirano, una tras la otra, sin parar; no hasta que los tres cayeron agotados y cansados en la misma cama una a cada lado de Hirano.

—Por fin, mi suerte comienza cambiar —dijo con ambas mujeres durmiendo abrazadas a él apenas siendo las seis de la tarde.

No obstante en el sueño de Reina, algo pasaría.

Era un sueño, pero pronto se convertiría en una pesadilla. En la entrada de la escuela de Fujimi, Reina estaba junto a un Kohta totalmente distinto. No era el conocido otaku gordo que conocía Reina, estaba en forma e incluso era mas alto, un chico soñado podía decirse.

—Kohta-kun~ —decía encantada Reina con el nuevo Hirano. Como si de un príncipe azul se tratará.

—Vamos a clases, Reina.. —dijo el aun otaku pero pronto ese sueño se convirtió en pesadilla para la rubia.

—Hirano-senpai, vamos a clases/Hirano-kun acompañanos al salón —chicas que ni conocía Reina, en sombras; aparecieron y se llevaban a su otaku lejos de ella.

—¿Que? ¡Espera! Déjenlo que él es mi novio! ¡Kohta-kun! —gritaba Reina viendo unicamente como estas otras chicas se llevaban lejos a su novio, una pesadilla que la hizo despertar—. ¡Kohta!

Fue una tarde muy activa para Kohta, una ducha después para quitarse todo el sudor no le caía mal al otaku. Descansaba tranquilamente en la bañera de las mujeres Kurashiki mientras estas descansaba hasta donde recordaba, mas de inesperadamente mientras se relajaba en la bañera, Reina entro con una toalla cubriendo su cuerpo.

—¿Eh? ¡Reina-san! —entro en pánico y se cubrió con sus manos, la entrepierna que tenia bajo el agua—. ¿Porque entraste?

—¿Por que es el baño de mi casa, bobo? No necesitas cubrirte, ya se que es lo que ocultas bajo tus manos —dijo sin pelos en la lengua.

Con Hirano dando la espalda a la rubia para no ver como esta dejaba caer la toalla que traía. Se desnudo y entro a acompañar al Otaku en la bañera, aun cuando ya eran mas de diez las ocasiones en las que estos dos, "novios" han hecho cosas que han hecho ver los cuerpos desnudos del otro ni uno ni el otro se sentía comodo mirando al otro desnudo. Sobre todo Reina, mas ahora que recordaba claramente esa pesadilla que tuvo recientemente.

—Em... Reina-san —rompió el hielo Kohta sin voltear a ver totalmente a la chica que tenía detrás.

—¿Si? —contesto tímida la gal.

—Si decidiera ponerme en forma, ¿te sentirías mas cómoda conmigo? —había descuidado su físico por varios años, nunca le dio importancia tal cosa a Hirano, ni siquiera cuando lo molestaban en la academia, lo que era siempre; pero desde que Reina se ha interesado en él, bueno.

—¿Planeas hacer ejercicio solo para gustarme más? —le sorprendió la propuesta del Otaku.

—Me gusta Reina-san y quiero que sea así por largo tiempo —dijo Kohta con gran determinación en su voz y su postura a pesar de seguir sin voltear a ver a la chica a los ojos.

No obstante, Kurashiki estaba asombrada con la decisión de Hirano, se sentía contenta con la decisión del otaku pero también se sentía complicada con lo que vio en sus sueños, lo que ella vio como el novio perfecto, era sin embargo para si misma como una posibilidad de perder al primer hombre que la valoraba más que lo que era.

—¿Pero que dices? —se mostró como la típica chica gal que era—. Por supuesto, que te seguiría queriendo, idiota. Eres el primer hombre que me atrae enserio —seguía insegura de si misma, así que hizo lo que no había hecho con ninguno otro de los chicos con los que salió antes, mostrarse vulnerable. Abrazo a Kohta de su espalda y recargando su rostro aquí mismo mientras una extraña sensación le contagia al otaku—. Pero, te seré sincera. Si piensas ponerte en forma porque sientes la necesidad de estarlo, te apoyo. Pero si piensas hacerlo para gustarme más, esta bien si quieres permanecer gordito. Ya me atraes así.

—¿De verdad? —primera vez que hacían sentir seguro a nuestro otaku militar en su vida.

—Lo digo enserio —regalo un beso en la mejilla a Hirano.

—Reina-san, gracias. Me alegro de ser tu novio —decía avergonzado pero emocionado, manteniendo su pudor de ver a la rubia desnuda abrazándolo.

—Bobo~ —dijo con cariño antes de tomar el mentón del otaku y darse un nuevo beso mas largo y romántico al que no se habían dado nunca antes.

Mas sin embargo, esto ocurrió antes de las vacaciones como se decía. Pues cuando llegaron, Hirano tenía un itinerario de viajes que realizar al extranjero. Su familia estaba dispersa por el mundo y quería visitarlos. Un viaje que iba a hacer solo, pues no podía costear aun el vuelo y estancia de su novia Reina.

"Mi avión esta por despegar, Reina-san" Envió de mensaje Hirano estando en el aeropuerto, viendo el anuncio de su vuelo próximo.

"Me voy a sentir sola cuando te vayas" Respondió la rubia con un emoticon adjunto. "Te estaré esperando, mi Kohta-kun."

"Reina-san, te amo" contesto ruborizándose el solo, Hirano.

Entonces cuando pensó que la conversación había terminado y debía subir a su avión, un ultimo mensaje de Reina llego a su celular. Una imagen para Hirano. Una donde Reina estaba usando un conjunto de lencería de encaje de esos que producen hijos; saco la sangre de la nariz a su novio. Para acompletar la imagen una segunda foto llego a él, de los muslos de Reina muy cercanos a su pelvis de la rubia donde estaba escrito con marcador negro en Kanji: "propiedad de mi querido Hirano Kohta" apuntando a su vagina y entrepierna femenina.

De pronto un segundo mensaje cayó al número de Kohta, un mensaje y un texto de Reika muy similar al de su hija. Una foto tomada contra el espejo de la habitación de la señora donde ella llevaba puesto un babydoll rojo y transparente con unas bragas rojas debajo del corpiño. Una segunda foto también de ella en el mismo lugar que su hija con un texto distinto: "Uso exclusivo de Hirano Kohta."

"Yo también te estaré esperando de regreso, Hirano" era el mensaje de la Kurashiki.

Mas antes de caminar hacia el avión una última foto llego de estas dos mujeres. Con Reina encima de su madre en una pose muy sensual y un letrero sostenido por Reika mientras su hija tomaba la foto. Un letrero que decía: "Las mujeres Kurashiki son propiedad de Hirano Kohta."

Serían un estupendo viaje para Hirano, sin embargo cuando volviera serían mucho más estupendo el volver a esta ciudad. Sin pensar que podía ser el último viaje que haría antes de siquiera pensar que el fin de la realidad que conocen estuviese mas cerca que nunca.

Y así termina la primera parte de la segunda temporada de Milf of the dead. Hora de una pausa antes de continuar.



 

 

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