Milf of the dead
Nunca dejes de hacer ejercicio, no importa cuando doloroso sea o cuando agotador sea o cuan dolorosas sean las heridas causadas por los accidentes cotidianos que te topas. Porque si no tienes dinero para enamorarla, al menos tener un buen físico. Es broma, pero en serio; hacer ejercicio no es una opción, es una obligación.
—¡Rika! —saludo Komuro reuniéndose con la mujer a las afueras de un gimnasio generalmente concurrido por mujeres.
—¿Estas listo Takashi-kun? —pregunto Rika encontrándose con Takashi en las calles del centro de la ciudad vistiendo un juego de sudadera deportiva color amarillo mientras—, ya perdí un día de mi semana contigo así que te toca compensarlo el doble hoy.
—¿Que? Pero si no estuve en reposo por gusto, me cayó un techo encima —respondió sin caer en enojo, conocía bien a la morena y el hecho de que le gustaba molestarlo algunas veces.
—Lo se, estuviste cuatro días sin hacer nada mas que descansar —tomo la mano de Komuro y para llevarlo con él dentro del gimnasio como parte de sus planes.
—Bueno... —no hizo mas que tener sexo con sus amantes que lo visitaron para saber su estado y los dos días restantes estuvo haciendo lo mismo pero con Grayfia. Incluso una de las que visito y con las que termino poniendo el diente, fue la misma Minami.
—Ya se, sin embargo es mi turno de tenerte para mi, honey~ —no le importaba que una mujer de 29 años sea vista con un chico de esta edad entrando en un gimnasio para mujeres en exclusivo o que les vieran llamándose de esta manera.
No obstante dentro del mismo gimnasio. Tres mujeres de las que solamente dos conocía Takashi conversaban entre ellas, buscando animar a quien hacia que fueran un trió pues estaba despechada.
—Agradezco que intenten animarme, Yoruichi-san. Rangiku-san, pero no creo que esto este bien —decía preocupada una esposa de unos 30 años que a pesar de su edad se veía joven además de que su cuerpo le daba puntos—, además esto es un gimnasio para mujeres ¿que no?
—Lo es Inoue Orihime-chan —decía Matsumoto Rangiku tomando a la pelinaranja mas joven que ella y sentando su mano en el hombro derecho de la joven. Una mujer con un busto que competía con Shizuka, de cabello naranja igual que Orihime pero con leves ondulaciones.
—Sin embargo, hoy viene de visita un hombre que puede ayudarte a pasar tu problema —dijo Yoruichi Shihouin. Una morena de cabello morado igual que Rika, pero a diferencia de Minami ella tenia su pelo largo y liso amarrado con una coleta que no hacia mas que presumir mas su belleza capilar sin mencionar que sus pechos y eran mas que los de Rika, pero menos que los de Rangiku o Orihime. Pero en lo que si ganaba a las dos era que su trasero era mas redondo y grande que las de las dos.
—No lo se... —seguía desanimada y sintiendo inseguridad con sus decisiones.
¿Cuál era la causa de su estado? ¡Recuerdo!
Hace unos días en casa de la residencia Kurosaki en Tokonosu. Inoue era el apellido de soltera de Orihime, sin embargo estaba casada con un hombre que conoció en preparatoria: Kurosaki Ichigo, con quien tuvo un hijo: Kurosaki Kazui.
—Kurosaki-kun, Ichigo mi amor voy a llevar a Kazui con sus amigos, después iré ha hacer los mandados —el pequeño clon de su esposo había tomado su mochila y enérgico, estaba listo para reunirse con sus amigos de la escuela en casa de uno de ellos.
—Esta bien, Orihime —su esposo le despedía cuando su mujer e hijo estaban delante de la puerta—, te veré mas tarde.
—¿Seguro que no te aburrirás solo? —pregunto su esposa preocupado ya que su esposo solía pasar tiempo en la casa. No era desempleado, era parte de las fuerzas especiales de las autodefensas de japón, pero al igual que Rika; él estaba en las reservas. Solo se presentaba a servicio los fines de semana.
—De hecho la enana va a venir, no se de que quiere hablar esta vez—alguien que solía molestar a su esposo pero que conocía ha estado visitandolo con frecuencia en los ultimas semanas, persona que la misma Orihime conocía bien—. Hablando de enana.
Al abrir la puerta, del otro lado una mujer de baja estatura y rostro que con solo verlo le producía molestia al señor Kurosaki ya estaba allí afuera.
—¡Rukia-san! —saludo Orihime.
—Hola, Orihime. Pequeño Kazui. Idiota —saludo de tal forma al hombre de pelo naranja.
—Tia rukia —saludo con entusiasmo el pequeño niño a la señora.
—Enana fastidiosa, pasa antes de que decida dejarte fuera esta vez —exclamo irritado el hombre.
—Vamos, llevate bien con ella. Catorce años desde que la conoces y siguen con la misma relación —dijo Orihime tras ver entrar a la pelinegra de baja estatura.
La pechugona mujer se llevo a su hijo a casa de una pequeña llamada Maresato Alice una de las amigas que su hijo había hecho en la escuela. Mas cuando la pelinaranja mujer se dirigía ha hacer los dichos mandados que dijo, tuvo que regresar a su hogar porque olvido algo.
—Kurosaki-kun querido, perdón pero solo volví por mi cartera que deje —entro de vuelta a su casa apenada de su propio olvido—, ¿Kurosaki-kun? —su esposo no estaba en la sala discutiendo con Rukia en la sala como era costumbre. Lo cual era extraño.
Pronto comenzó a buscar por la casa, pues un peculiar e inusual ruido se escuchaba tenuemente viniendo de una de las habitaciones del segundo piso al preguntarse donde estaba su esposo.
—Eso es, mas duro Ichigo~ —escucho la voz de Rukia viniendo desde su propia habitación donde dormía.
Acercándose despacio, sin que sus pasos se escucharan, abrió apenas la puerta de su habitación preguntándose a que se debía la extraños gemidos que se escuchaban desde su cuarto. Lo que vio la dejo perpleja.
—¡Gritas como una perra, enana! —decía Ichigo, teniendo a la pelinegra en cuatro sobre su propia cama. Desnuda y con él encima de la misma forma, dándole por detrás a la pequeña mujer quien se veía disfrutar del adulterio.
—Y tu golpeas como un perro en celo~ —exclamo Rukia teniendo el rostro del pelinaranja por encima de su cara—, no te detengas y haz que me corra, bruto de cabello naranja.
—Eres una desgraciada~ —era su juego de amor odio.
Sin embargo, desde el otro lado de la habitación, Orihime cerró la puerta sin que la notaran como al descubrir que su esposo y a quien consideraba una gran amiga, estaban poniéndole los cuernos desde hace quien sabe cuanto tiempo. Desde hace casi cinco años, Rukia comenzó a frecuentar su casa para estar de tiempo con quien era uno de sus amigos mas molestos de la escuela. Luego de ambos se hayan unido a las fuerzas especiales del país y ser asignados a las reservas. Si bien después de descubrirlos, Inoue fingió no ver nada y aparentar ante su marido que no sabía de su sucio secreto. Por dentro estaba destrozada. Contando el secreto que la carcomía a Yoruichi y Rangiku, estás dos dijeron que lo único que podía hacer era devolverle el favor a su esposo. Ojo por diente, nariz por oreja y ya saben el resto.
Volviendo al tiempo presente. Orihime seguía insegura de lo que sus conocidas sugerían hacer. Volvió en si, cuando delante de ella apareció Komuro junto a Rika quienes no conocía todavía.
—¿Quienes son? —pregunto Inoue al no reconocerlos.
—¡Chicas! —saludo Rika primeramente.
—Minami, veo que trajiste a tu novio —dijeron picara Rangiku y Shihouin al pasar sus ojos sobre Takashi.
—Rangiku-san. Yoruichi-san —saludo cordialmente el chico, conociendo demasiado bien a estas dos mujeres quienes se veían muy cómodas con la presencia de este barón en un gimnasio para mujeres. Así como las otras señoras que estaban en el lugar también.
—Como estas Takashi-kun, veo que ya te recuperaste de tus heridas —Rangiku se pego mucho, tanto que su busto se frotaba con la cara del pelinegro sin importarle a ella.
—Es chico fuerte no Rika —exclamo Yoruichi pegando sus escote también del otro lado del chico—. ¡Cierto! Orihime, ven. Te los presentó. Ella es Minami Rika, es parte de las autodefensas de reserva como nosotras.
—Así que tu eres la esposa de Kurosaki, ese rebelde pelinaranja —saludo Minami a la esposa de quien era uno de los mejores miembros del SAT. Aunque no se comparaba a ella.
—¡Si! Mucho gusto, Minami-san —saludo un poco complicada, Orihime.
—Él es Komuro Takashi, mi novio —Rika abrazo a su hombre, separándole de las otras dos que lo acaparaban de ella.
—¿Tu novio? —pregunto incrédula Orihme al ver la edad del chico así como su estatura, unos diez centímetros mas bajo que todas ellas—, debe ser una broma.
—Lo mismo pensamos nosotros cuando conocimos la primera vez —comento Matsumoto evitando reír de ese recuerdo.
Ese recuerdo iba de la siguiente manera:
Así como Inoue estaba incrédula de que Takashi sea el novio de Minami, tanto Rangiku como Yoruichi estaban excepticas de esta afirmación de la mujer al conocerlo en este mismo gimnasio.
—Ya en enserio, Rika ¿Quien es él? —pregunto Rangiku tras secarse con su toalla el sudor tras estar metida en una de las maquinas. Usando la misma ropa deportiva que usaba en el tiempo actual. Llevaba un sostén deportivo color gris que hacia resaltar su busto de gran calidad y unos pantalones de la misma calidad y el mismo color.
—Les digo que es mi novio —exclamo molesta porque no le creyeran estas dos.
—Por favor, esta muy joven para ti. Dinos Takashi-kun, eres el chico que le dice one-chan a Rika ¿verdad? —pregunto Yoruichi, usando un leotardo negro que dejaba descubiertos sus piernas, dejando ver el tatuaje que tenia aquí. Así como la espalda de esta otra morena estaba descubierto y parada de perfil, podía verse el contorno de sus pechos.
—No, en serio. Soy el novio de Rika —contesto sereno Komuro ante las burlas de estas dos.
—Compruébenlo —dijo Shihouin levantándose de la maquina de brazos.
Con tal de demostrar a sus compañeras de armas que Komuro era su pareja sentimental y carnal con la que no se había sentido mas cómoda que nunca antes. Cruzo miradas con su novio y besarse delante de ellas.
—No, no. Aun no nos convencen —Yoruichi seguía negando que ellos tuvieran alguna relación—, ya se, supongo que ya lo tienen hecho. Si realmente son novios, quiero que lo hagan.
—¿Aquí? —dijo nerviosa Minami.
—Aquí, ahora. Nosotras seremos testigo junto a todas en este gimnasio —establecido el reto sin importar lo moral.
—Espera ¿Yoruichi que haces? —pregunto al oído, Rangiku.
—Tranquila, no lo harán —respondía risueña la morena—, después de todo ahora solo somos solo nosotras tres y él en este gimnasio. Así que puede pasar.
En cuando Takashi, volvió a mirar a Rika. Ella le pregunto.
—¿Que dices? —Minami al mirar el rostro determinado de su novio—, no les seguirás la corriente.
—¿Vamos no es la primera vez que lo hacemos en un lugar publico o frente a otras personas? —comento cada vez mas decidido a mostrarles que es pareja de Rika en todos los ámbitos.
—Esto es distinto —la morena soldado se sentía apenada de lo que vendría.
Sin dejarla decir algo más, Takashi tomo a Minami de la cintura y la beso otra vez, delante de las dos mujeres que no les creían. Mas estas dos seguían mostrándose incrédulas. Pero esa sensación cambio de un segundo a otro cuando ellas vieron como usando sus manos tomo Takashi el trasero de Rika y comenzaba a manosearla; su otra mano sin perder tiempo, se metió debajo del sostén blanco de Rika y comenzó a acariciarla. Minami por su lado, sin quedarse atrás; metió su mano en el pantaloncillo deportivo de Takashi y tomo su pene al que fue tocando con rudeza hasta ponerlo duro. Para sacarlo de su short y mostrarlo.
—¿Que? ¿Eso es real? —pregunto Rangiku al ver el tamaño del empalme de Komuro. No cabía en la mano de Rika.
—Para ser un chico lindo tiene una cosa muy grande —incluso Yoruichi se sorprendió del tamaño del pequeño gigante Takashi—, bueno ya. Creo que ya podemos reconocer que son novios.
—Y detenernos ahora —dijo Komuro—, lo siento pero ustedes pidieron que les demostráramos que somos una pareja enserio, vamos a demostrárselos.
No había forma de detener a una bestia cuando era despertada. Takashi puso a Rika inclinada sobre el asiento de una de los aparatos del lugar y tras bajarle su pantalón deportivo. Revelo que con un poco de su tacto, había hecho mojarla; puso su lengua entre las dos montañas traseras de Rika y dio cariño al coño de su sexta mujer del harem.
—¡Mm! Takashi, estas siendo mas rudo de lo que costumbre —dijo Rika, usando su mano para tapar su voz que nadie mas allá le escuchara.
—Bajo, mi ritmo —pregunto mientras le devoraba la vagina.
—Para nada. Hazme llegar, mi amor~ —respondió.
Rangiku ni Yoruichi lograban apartar la vista del pene de Takashi y ver como este palpitaba por ser él quien estuviera en la vagina de Rika y no la lengua. Pero tampoco podían llevar sus ojos en otra dirección viendo como Komuro usaba toda su boca para complacerla. Viendo la expresión de placer que trataba de ocultar Minami con sus manos sobre su boca.
Sin embargo, aunque el gimnasio en esta hora no era tan concurrido si había algunas mujeres en el lugar, mujeres que no pudieron evitar ver, como Takashi devoraba la vagina de Rika sin pena alguna en este lugar y delante de ellas.
—¿Que están haciendo esos dos? —pregunto una de las maduras que visitaba este lugar y que no pudo notar el acto indecente que se llevaba acabo.
—¿Ese no es, Komuro-san? —tal parece que ciertas compañeras de su colegio también visitaban este gimnasio femenino, captando sin mirar a otro lado lo que su compañero de estudios hacia—. ¿Esa no es, Rika-sensei?
—Asombroso —pensaron las dos de la técnica del joven novio de Rika. O ella lo había entrenado para satisfacerla o ella se encontró con el santo grial del sexo viviente. Tuvieron que tomar lugar para ver mejor, un lugar muy cercano a la primera fila.
Luego de verlo devorar la vagina de Rika hasta hacerla correr. Rika tomo a su novio y lo hizo sentarse de golpe en ese lugar y delante del ellas, regreso el primer acto a Takashi.
—¡Rika! —exclamo de excitación el pelinegro al sentir su polla ser tragada hasta el fondo por su novia de piel morena.
—Que tierna cara pones, honey~ —dijo tras dar el primer trago del pene que le encanto, y mostrar su lengua acariciando la punta de la polla de su novio—, deja que complazca yo también.~
—En verdad se la esta chupando —amas de casa, madres, esposas y mujeres solteras miraban con rubor como Minami se comía todo ese pedazo de hombre joven.
—¿Ese tamaño es real? —las jóvenes que venían por aquí y que conocían de nombre a Komuro Takashi, quedaron rojas y excitadas al ver lo que él tenía dotado.
Ninguna de las dos espectadoras pudo evitar sonrojarse o mantener la boca cerrada ni mucho menos parpadear ante el enorme tamaño que Rika se tragaba del chico que trajo. Era el pene mas grande que hayan visto, además de que Minami veían lo tragaba... no tan fácil, pero si con mucha pasión.
—Rika, aquí mi primera ronda —exclamo Takashi, cediendo ante la ferocidad de su novia.
—Disparala, quiero sentir tu rica leche~
Sin apartar la vista, pronto vieron como Rika teniendo toda la cosa del pelinegro dentro de su boca, hasta su garganta la cual sonó como si estuviera tragando algo más que la pasaba ahogarse sin embargo ella logro beberse todo lo que Takashi soltó por su esfuerzo. Mas asombradas quedaron cuando vieron a Minami sacar de su boca todo el pene de su novio, limpio y pulido.
—Increíble —dijeron Rangiku y Yoruichi al ver la tenacidad con la que fornicaban delante de otros sin problemas.
Sin embargo quedaron mas calladas cuando al ver levantarse a Rika esta le planto un beso mas lascivo a su joven novio y este lo devolvía con la misma pasión. Es que aclarar que los sabores del otro seguían en la boca del otro, mas cuando se daban este sucio beso, una vez más Takashi; había puesto sus manos en el trasero de su novia y sin necesidad de usar sus manos. Logró poner su pene bajo los labios vaginales de Rika y con pura fuerza física, penetro el tesoro de la morena y hasta el fondo. Dejando mas que impresionada a las dos maduras en como logró Rika tomar aquel enorme pedazo de hombre para ella sola.
Dejando sus bocas respirar, estos se miraban mientras Minami tomaba a la cara de su novio y la ponía entre sus pechos para así Takashi fue comiendo sus senos.
—Esos dos son asombrosos —exclamo Yoruichi sin poder pestañear ante la pasión animal que su compañera de armas disfrutaba.
—No se que es impresionante —Rangiku también estaba sin pestañea—, que Takashi-kun para ser tan joven, sabe moverse o que no le importe hacerlo con Rika estando a espaldas de las ventanas del gimnasio.
Así como Matsumoto lo decía, Komuro le estaba dando todo de él a su morena profesora cuando, no parecía importarles que en esa fila de maquinas donde tomaron lugar para hacer el amor estaba delante de las ventanas hacia el exterior en donde las personas pasaban, afortunadamente nadie los llego a nota al parecer. Con su cadera golpeando profundamente el coño de Rika, su mano derecha apretando su trasero y dos de sus dedos izquierdos frotando dentro de su agujero llamado culo. Sumado a la habilidad de su boca para comerse sus pechos. La vagina de Rika expulsaba sus fluidos con cada entrada y salida del pene de Takashi.
—Sigue así, Takashi~ no pares que ya estoy por venirme otra vez... —dejo importarle que les estuvieran viendo por fuera del gimnasio o que ese grupo de mujeres dentro, terminaran rodeandoles mirando mas cerca el coito que llevaban a cabo. Ese día, debo decir que las mujeres que vieron como Komuro le hacia el amor a Rika, terminarían siendo parte de su harem mas tarde.
—¡Voy a venirme, Rika! —sus cadera tomo impulso y martillo la vagina de la morena valiendo que el eco de sus carnes chocando se escucharán por todo el gimnasio.
La liberación fue grande, los fluidos de Rika se soltaron como agua de llave a toda potencia mientras el esperma de Takashi envolvía su interior que se mezclo con el jugo de su novia y profesora. Pero con la fuerza de venida de Rika, la polla de Komuro se salió de su vagina, aunque la había llenado, el pene de su novio seguía disparando esperma.
Tan cerca, pero tan cerca que terminaron Rangiku junto a Yoruichi y las otras siete mujeres en el momento; observaban el coito salvaje de estos dos. Que al salirse el pene de Takashi, ese semen suyo que seguía emergiendo de su punta, mancho a mas de una. Lo que pudo ser asqueroso, mas para las compañeras de Takashi; chicas que aun eran vírgenes, terminaron intrigadas tras sentir la esencia de hombre que les cayó en la cara.
—Esta... caliente~ —fue el pensamiento de todas, sin saber que las demás compartían la misma idea al respecto.
Mas de Rika, de su vagina lograba verse como el exceso de semen se botaba de aquí.
—Lo siento —se disculpo de ante mano con las mujeres que quedaron impactadas con la liberación que soltó Komuro—. Rika, porque no vamos a otro lugar a continuar —dijo, cuando aun tenía a su mujer encima de él disfrutando del ultimo orgasmo.
—Si.~
Tras hacer memoria de ese momento, Rangiku y Yoruichi. Ese día siguieron a Rika, a la cual le pidieron una oportunidad de sentir a Takashi luego de la demostración de hombre que les dieron. Ahora sin embargo, caminando por uno de los pasillos del enorme gimnasio, Rika iba caminando con su brazo puesto en los hombros del inocente Takashi pegando su cara al pecho de su morena profesora cuando llevaba ese conjunto deportivo que levantaba el animo a los hombres.
—Mitsuki-san —saludo la soldado a una mujer de cabello rubio cenizo que se toparon en su camino.
—Rika, veo que trajiste a tu galán. Hola, Takashi-kun~ —saludo con cierto interés la rubia al pelinegro.
—Bakugou-san —la mujer llevaba una camisa blanca común que ella usaba para hacer ejercicio. Así como un pantalón negro ajustado, llevaba una tabla en sus manos. Era la dueña y administradora de la instalación.
—Oye, llamame por mi nombre. Después de todo nos conocemos —exclamo la mujer con una sonrisa gentil para Komuro.
Mitsuki Bakugo, una Milf que Takashi conoció porque el hijo de esta mujer fue su compañero en la primaria antes de dejar de verlo.
—Mitsuki-san, quería preguntar si podemos usar el cuarto de masajes Takashi y yo —abrazo con celos a Takashi cuando vio que esta mujer le estaba coqueteando. Cosa que su novio noto, mas no pregunto.
—¿El cuarto de masajes? Sabes que aun no tengo a nadie como masajista... oh. Ya entiendo —comprendió el plan de Rika con un poco de imaginación. Mitsuki—, toma esta la llave. Descuida los muros son aprueba de ruido solo limpien cuando termine o apestará si lo dejan así.
Orihime por su lado, era llevaba por sus dos amigas restantes por este pasillo mismo donde se topo Minami con la administradora del lugar. Mas Inoue se preguntaba algo.
—¿Que era lo que me querían mostrar? Donde quedo Rika-san y Komuro-kun —pregunto la mas joven, quien seguía a las otras dos maduras en el pasillo. Cuando se detuvieron a lado de una puerta que decía: cuarto de masajes.
—¿Quieres saber donde han estado esos dos, Orihime? —el tono que uso Matsumoto preocupo un momento a la joven esposa.
Girando la perilla de la puerta, al momento de abrirse se revelo que dentro de esta habitación. Rika estaba encima de Takashi sobre la cama de masaje usando la pose de vaquera invertida, el trasero de Minami subía y bajaba de la pelvis de Takashi con gran entusiasmo en su cara mirando a su joven novio que no soltaba sus caderas.
—¡AH! ¡chicas, que esta pasando! —para ser inocente a pesar de ya ser madre, Orihime supo que Yoruichi y Rangiku le hayan abierto esta puerta no era simple casualidad.
—¡Oigan! ¿Que les pasa? Aun no termino mi novio —dijo Rika sin para de moverse o preocuparse de verse desnuda ante otras mujeres que conocía.
Delante de las tres, Rika siguió moviéndose sin vergüenza alguna mientras que Matsumoto y Shihouin miraban sin ruborizarse, Orihime miraba con mucho rojo en su cara como estos dos tenían sexo sin tomar precauciones.
—Suelta tu leche dentro mio, cariño~ —exclamo Minami estando ahora bajo dominación de Takashi al tenerla en cuatro en esta cama.
—¡Tomalo todo, Rika!
Aun teniendo sus manos sobre su cara, vio Orihime como en esos últimos golpes que dio Takashi su semen se escurría de la vagina de la morena a pesar de tener todavía incrustado la polla enorme del joven estudiante, dentro. Tanto semen que la cama se mancho.
Mas cuando saco su miembro de Rika, ella sin perder ni una gota uso su boca para saborear los jugos que quedaron en el pene de su novio estando las tres en la habitación ahora.
—Es la quinta vez que corres conmigo aquí y tu semen sigue igual de rico —dijo tras limpiarle, Minami.
—¿Que esta pasando?
—Lo que pasa, Orihime-chan es que este muchacho de aquí es uno en un millón —comenzó con la explicación Yoruichi.
—Takashi, mi novio tiene una pasión y un libido inhumano e insaciable —abrazo una vez al pelinegro, pellizco que le dio como si estuviese enojada, pero no con él. De eso logro sentir Takashi con el pellizco que le dio Rika—. Si ustedes no se hubieran metido en la habitación mi amor y yo hubiéramos seguido hasta la hora de cerrar —con esa afirmación si mostró su enojo la morena francotiradora.
—Lo sentimos Rika, pero necesitamos la ayuda de Takashi o bueno. Orihime lo necesita —dieron un empujón de animo a esta esposa despechada.
Tras hacerse la pregunta. Dejaron a Orihime en la habitación con Takashi y en cambio las dos mas maduras sacaron a Minami de la habitación. Claro después de dejar que se vistiera. La pelinaranja joven esposa estaba incomoda al principio con el desnudo de Komuro y erección que se mantenía, pero pocos minutos después de quedar encerrados con llave, Orihime pronto estaba siendo dominada por Takashi primeramente por la boca del joven sobre su lengua, dejando a la esposa sin aliento y éxtasis.
—Para, esto no esta bien —dijo Inoue apenas se separo de la boca y de las manos del chico que la abrazaban con pasión—, amo a mi esposo.
—Pero su esposo, no me dijo que estaba en un amorío secreto otra mujer —de nuevo la estaba besando pero con dominando mas a la pelinaranja—, si Orihime-san quiere que le den amor. Yo se lo puedo dar.
—No creo... soy muy vieja para ti —quería poner un alto, pero con todo lo que empezó a decirle a Takashi, solo lo hizo excitarse más—. Estoy casada, tengo un hijo —tanto que al sentir el empalme del chico golpeando contra su estomago. Inconscientemente Orihime puso su mano en el pene de Takashi.
—Dice todo eso, pero mire como su mano frota mi pene —miro entonces y como él le decía, ella acariciaba su aun húmedo por estar una hora en la vagina de Rika.
—Porque mi mano no para de tocarlo~ —pensó la esposa, sin notar que de su boca iba saliendo leves brumas de vapor. Que eran lo ansiosa de sentir la pasión de un hombre otra vez. Desde que nació su hijo, su esposo no la a atendido, Orihime no mostró deseos tampoco, pero después de verlo engañandole con su amiga, esa frustración suya se hizo sentir.
—Tengamos sexo, Orihime-san —afirmación o petición, igualmente dejo sonrojada a la pelinaranja ante sus palabras llenas de determinación.
—¿Que?
—Tengamos sexo, y si hago sentir bien a Orihime-san. Seré yo quien se haga cargo de las necesidades carnales de su cuerpo —dijo Takashi tomando de la cintura a la mujer y pegando su cuerpo al de él como si un movimiento de baile fuera.
—Solo... solo por esta vez —respondió con mucha vergüenza.
Afuera sin olvidarnos. Yoruichi junto a su voluptuosa amiga molestaban verbalmente a Rika luego de interrumpir la sesión de majase que tenia con su novio y ese enojo se notaba en la cara de la pelimorada.
—Sabia que era mala idea haberlo traído al gimnasio para empezar —estaba Minami recargada de la pared del pasillo con las otras dos tetonas sonriendo.
—A decir verdad, si no hubieran dado esa demostración suya. Ninguna en el gimnasio lo conocería —dijo Matsumoto alegre.
—¿Pero, no habías dicho que lo compartes con otras cinco? —comento Yoruichi.
—Eso era al principio —miro al lado vació del corredor, Rika—. Ahora somos más, no tengo problemas, después de todo. El pene de Takashi es inagotable. Pero...
—¿Pero? —preguntaron las dos.
—...Se suponía que esta semana de verano era para estar solos los dos —hizo puchero, cosa que le pareció encantador a las dos que acompañaban.
—¿Porque?
—Eso no les incumbe, perras —dijo antes de retirarse al baño para sacar el exceso de esperma de su novio. Ya no podía mantener apretadas sus piernas todo el rato.
—Tonta —dijo entre carcajadas Yoruichi.
—Somos las perras de tu novio~ —a completo Matsumoto—. Y puede que ahora haya una mas.~
Dicho esto, dentro de la habitación de masajes. Orihime acostada en la cama del cuarto. Con sus pechos por encima de ese sostén deportivo suyo con sus pantalones ajustados, abajo. Takashi montaba desde sus senos haciendo movimientos rudos y lujuriosos teniendo su pene entre sus cálidos pechos, con la punta de su miembro siendo acariciado por la boca de la pelinaranja mujer.
—Su tamaño es igual al de Ichigo... —decía desde su mente, esta esposa desvergonzada y traicionada—... pero su sabor es más, mas adictivo~ —no podía dejar de hacer ruidos obscenos con su lengua cada que acariciaba el rudo pene de Takashi que tenia en su boca.
Y mientras su pelvis se movía en los pechos de Orihime, con las manos de la misma mujer presionando para dar mas placer al chico. Komuro tenia sus dedos en la vagina de Inoue que se mojaba a medida que iba intoxicándose con el aroma de Komuro.
—¡Orihime-san, me vengo! —grito de placer a un segundo de disparar su blanca esencia sobre la cara y pelo de Inoue, manchando de paso el escote rebotante de esta esposa.
—¡Kyaa! —gimió como gatita al ser bañada por el esperma de un hombre joven.
—Perdón, debí avisar con mas anticipación —dijo Takashi luego de quitarse de encima de la pelinaranja, quien parecía perdida luego de esa primera ronda.
—Esta bien, te viniste mucho —se habían sentado en el borde de la cama, teniendo la misma Orihime una expresión perdida mientras usaba una toalla suya para limpiarse donde le mancho Komuro, quedando en esa prenda el olor de hombre que soltó. Pensando que sería suficiente para el chico luego de escuchar que se había corrido cinco veces con Rika. Lo miro y vio su pene el cual seguía todo activo para mas pasión—, aun estas duro.
—Bueno... —rasco detrás de su cabeza con vergüenza.
—Si... si realmente estas bien teniendo sexo con una vieja como yo —se levanto Orihime algo complicada mientras su corazón latía muy acelerada, bajando su pantalón negro deportivo ante la mirada de Komuro, con provocación lasciva. Mostró mas a fondo como estaba su vagina ansiosa por probar un pene después de tanto—. Takashi-kun. Usa tu pene para satisfacerme.~
—Con gusto, Orihime-san —se paro, y viendo que la mujer se recargo contra la mesa que seguramente era para que el personal de masaje usará para colocar sus cosas. Ella esperaba con deseo a takashi.
—¡Umm! —sonó la voz de Inoue cuando la lengua de Takashi fue saboreando su coño que fue desahuciado tras años por su marido—. ¡Takashi-kun!
—Deje saborear primero su vagina, Orihime-san —dijo con su lengua, usando la para abrir esas paredes abandonas, listas para ser reclamadas por alguien.
—Tu lengua es fantástica Takashi-kun, pero lo que necesito dentro de mi vagina es un pene —su coño no aguantaba más—, date prisa y mete tu pene ¡Eeehhh!~
De un segundo a otro, la lengua de Takashi fue suplantado por su hombría, penetrando con gran fuerza a la mujer que aun conservaba su apellido de soltera aun después de casarse.
—¡Haaa!~ te mueves muy rudo, Takashi-kun. Me fascina~ —dijo Orihime gustosa del ritmo violento con él que se iba moviendo dentro suyo—, había olvidado lo genial que es tener sexo. Tu pene golpea lugares que olvide que tenía.
Habían ignorado el espejo enorme que había delante de la mesa donde Inoue tomo lugar, pues a pesar de dejar salir voz, Orihime hizo un vago esfuerzo por esconder las expresiones de su rostro pero gracias al espejo, Komuro veía claramente las caras bobas que ella hacia.
—¿Esa soy yo? —pregunto mentalmente mirando su reflejo y como su cara delataba claramente cuanto estaba disfrutando del adulterio que cometía.
—Orihime-san. Quiero que lo diga, ¿soy mejor que su esposo? —uso todas sus extremidades para provocar mas placer salvaje sobre la mujer cuando le susurró al oído.
—No... no me hagas esa pregunta por favor ¡Kya! —sintió un rose doloroso pero mas placentero desde adentro suyo.
—Lo que estamos haciendo ahora, podría repetirse después~ —Komuro mordió el lóbulo de la oreja a la que le hablaba la mujer.
—Me corro de nuevo... —exclamo con una voz débil, Inoue. Su cuerpo se sentía derretir y de su interior parecía estar a punto de expulsar jugos que se habían acumulado desde hace años.
—No lo oigo, señora —lamia la oreja a la que le hablaba de Orihime, con sus manos acariciando sus tetas sobre la mesa y su pene reclamando territorios conquistados para algo mayor—. Quiero oirla, si no. Voy a detenerme en este momento.
—¡No por favor! No pares... estoy a punto de venirme luego de tanto tiempo~ —el cuerpo de Orihime se derretía.
—Déjeme escucharla, por favor —dijo para tomar los labios de la pelinaranja esposa nuevamente.
—¡Perdoname, Ichigo, mi amor. Pero el pene de Takashi-kun me esta reclamando como suya ahora! ¡Ahora soy mujer de Takashi-kun y su fantástico pene! —grito con toda el alma despechada la mujer mientras su vagina empezó a correrse mientras Komuro seguía embistiéndola como solo él sabia para complacer a una mujer. Con todas sus fuerzas, Takashi la tomo de sus piernas y la levanto mostrando su vagina en el reflejo del espejo, el hecho de que su vagina no paraba de chorrearse a medida que él le clavaba su pene.
—¡Orihime-san, voy a llenarla! —anuncio Komuro antes de hacerla venirse mas fuerte por segunda vez mientras su polla la llenaba toda y mas allá.
Afuera de la habitación, con Rika de vuelta. Se preguntaban que tanto hacía Komuro con Inoue ya que por un segundo lograron escuchar su voz, mas que preocuparse, sentían curiosidad ya que conocían lo animal que era el joven novio de Minami. Cuando menos lo esperaban, la puerta de la sala se abrió despacio, vieron a Orihime salir con las piernas agotadas al parecer y sin sus pantalones puestos. Sus pechos seguían expuestos y su vagina estaba de la misma forma. Solo que de ella podían ver como el semen de Takashi se iba cayendo del interior de Orihime, su cuerpo sudado y oliendo a lo mismo que se caía de su coño sumado a un rostro ahegao.
—Chicas, creo que me volví a enamorar~ —dijo Inoue, luego de caer tras el arduo trabajo de Komuro.
—¡Bien, es mi turno! —declaro Matsumoto haciendo a la mas joven entre las maduras a un lado, apenas puso un pie en la habitación y se quito el sostén deportivo, para después cerrar la puerta.
No obstante, a espaldas de Yoruichi e Inoue, Rika se mostraba molesta con esto. Si bien no debió traerlo aquí en un inicio, porque lo hizo de nuevo.
—Rangiku-san —saludo Takashi ante la entrada de la mujer, quien sin problemas se puede decir que entro desnuda a donde el pelinegro estaba.
—Preguntar si aun tienes algo para mi sería tonto, por supuesto que tienes energía para mí —dijo deseosa de sentir el cielo.
Empujo al nuestro héroe contra la cama tras tomar un aire luego de ir de Rika tras Orihime, y seguía Matsumoto.
—Dime te gusta como se siente tu pene entre mis pechos —sin perder tiempo Matsumoto puso la polla de Takashi entre sus senos y buscaba exprimir su leche.
—Es muy agresiva sin duda, Matsumoto-san —exclamo Komuro mordiendo su puño ante la dura técnica de Rangiuku. Si bien sus pechos eran de la misma medida que los de Shizuka, la rubia enfermera era gentil y tierna, Matsumoto era ruda.
—Date prisa, no te hagas el difícil y dame tu rico semen, Takashi-kun~
Exprimió su pene y atrapo todo lo que disparo el chico entre sus pechos. El cual saboreo una vez lo tuvo entre sus pechos.
—Conozco el sabor del semen, sin embargo el sabor de tu leche esta en otro nivel, sin embargo esta boca también quiere volver a comer tu sabrosa leche —dijo tras lamer toda gota que había en su pecho, se montó sobre Komuro y sin darle cuartel a Takashi, puso su pene en su vagina y comenzó a moverse tratando de pulverizar la pelvis del pelinegro—, Aunque muerdas mis pechos no va a salir nada de ellos~ —puso todo su cuerpo sobre Takashi siendo ella quien iba moviendo sus caderas, sus grandes atributos eran consentidos por la hábil boca del chico—, descuida no hay necesidad de parar.
—No voy a parar hasta que Rangiku-san este satisfecha —como si mordiera un enorme dulce. Su dientes mordían sus pezones y succionaban ambos senos en su boca consumiendo a Matsumoto.
—Golpea más, así~ ¡eso es! —pasaron a otra pose en medio del coito.
Pasando a estar encima de Matsumoto. La pelvis de Takashi martillaba a la mujer cuando él la había tomado de los brazos y jalando a él. Los enormes pechos de la mujer se veían mas grandes así como rebotaban más debido a su entusiasmo.
—Esto es lo que quería ¿quien diría? Que un chico como tu me haría mojar mas que todos los hombres con los que me acosté~ —dijo Rangiku, dejando que su cuerpo cediera a la lujuria—, sigue así que ya casi.~
Mordiendo los labios de su boca, logro contener el aullido de su voz cuando el esperma de Takashi impregno todo su interior y la pinto en cada sección.
—¡Haaaaa!... No se sentirme celoso o enojado —exclamo Komuro, para dejar caer su rostro en los senos de Matsumoto e iba embarrando su rostro en sus enormes atributos. Justo cuando sus caderas no paraban de moverse de adelante hacia atrás en espamos dado la reciente liberación que tuvo, mojando con cada embestida; la vagina de esta segunda pelinaranja.
—¿Deberías? —acaricio el cabello de Komuro—, tu dejas en vergüenza a todos esos tontos. Puedo sentir a tu pene palpitar en mi interior, tu pene desea mi vagina y mi vagina desea a tu pene, Takashi-kun.
Luego de darse un momento para recuperar el aliento. Se sentó sobre la cama de masaje que resulto ser mas resistente de lo que podía ser hacia temblar al mueble Takashi teniendo esta vez Yoruichi quien intentaba exprimir la ultima gota de su esperma.
—Saca la lengua —dijo la morena de largo cabello morado encima del pelinegro, machacando su pelvis, pero aun por mas que moviera sentada encima de él. No lograba domarlo. Acatando sus deseos, Komuro saco su lengua y esta fue atacada por la lengua de Shihouin. Una lucha que termino ganando Takashi, capturando con su boca la lengua de la madura morena, a la cuál dejo sin aliento a pesar de que sus pelvis llevaban a cabo otra lucha para ver quien hacia venir al otro, logro dominarla aquí también, para terminar corriendose con ella—. ¡Me... me estoy derritiendo!
Sin dar descanso a Yoruichi, el chico la tomo cuando ella se dejo caer sobre la cama, poniendo sus brazos encima y por debajo de sus pechos, para sentir sus atributos mientras la pelvis de Takashi hacia sonar la habitación al golpear contra el redondo trasero de la morena.
—Eres intenso, muchacho. Tantos hombres que quisieron domarme y tu eres quien le puso correa a esta gata traviesa —incluso la misma Yoruichi, había caído ante el encanto de treinta centímetros de Komuro luego del primer encuentro, este era tercero si lo preguntas. Ella y Matsumoto fueron de esas mujeres que visitaron al chico tras oír que salió herido con el terremoto—. Tu pene besa mi útero y eso me encanta~ es como si buscarás embarazarme o algo.
—Sería romantico tener un hijo con Yoruichi-san —comenzó a besar la espalda de Yoruichi, para dejar su marca en ella.
—Esfuérzate más entonces Takashi-kun~ —su cuerpo se consumía desde adentro. Ya tenía una primera descarga del pelinegro en su interior, sin embargo él quería darle más. Esto hizo a la morena mojarse, pues no le dio descanso a ella.
—¡Yoruichi-san! —volvió a llenarla mientras la seguía haciendo mojar.
Sin embargo, una mujer como Yoruichi no tendría suficiente con solo dos rondas, iba seguir jugando con Komuro hasta agotarlo o ser llenada hasta el limite, como él lograba hacerlo con ella.
No contaron las horas que estuvieron en el cuarto de masajes. Digo esto pues era la hora de cerrar y solo la dueña como administradora del gimnasio, sabia bien que aun quedaban algunas personas en su local antes de cerrar.
—Llevan cinco horas metidos en el cuarto de masaje. No debería sorprender, conociendo lo activo que es Takashi-kun —Mitsuki Bakugo, era una de las mujeres que Takashi anexo a su harem cuya historia se relataría en otro capítulo. Al llegar a la puerta del cuarto de masaje, uso la llave de repuesto para entrar y sacarlos de allí—. Muy bien, ya es hora de cerrar.
—Tranquila, Bakugou-san. Ya me iba —exclamo Yoruichi justo cuando se terminaba de poner su leotardo extrovertido teniendo una sonrisa risueña—, te veo afuera Takashi-kun.~
Confundida, Mitsuki no tuvo mas opción que preguntar.
—¿Espera no habías entrado aquí con Rika?
—Así era al principio —dijo nervioso Takashi—, pero luego una entro después de la otra.
—¿Con cuantas lo hiciste hoy, pequeño galán? —pregunto con interés lujurioso Mitsuki, había caminado hacia Takashi, inclinando su cuerpo para que viera su busto caer por la gravedad—. Lo hiciste con cuatro ¿eh? Nada mal~ dime tienes energía para una más hoy~ Aunque sea una ronda rápida.
Él aun continuaba desnudo, su hombría tomo un descanso luego de ser exprimido hasta el cansancio por las cuatro mujeres que no le dejaron salir luego de que Rika fuese la primera en entrar con él. Al escuchar la proposición de la señora Bakugou. Su pene supo que el descanso había terminado y tenía que volver al trabajo.
—Siempre tengo energía para una ronda más —dijo Takashi, con su titán despertando para la siguiente partida.
¿Que es tener huevos? Preguntaras. Simple: es levantarte y decir: ¡¿quien sigue?!
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