Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

Summer must be eternal

 Milf of the dead

Que sea verano no significa que todo sean vacaciones, diversión y descanso. Incluso en verano hay que limpiar, después de todo; el reflejo de un alma se ve en la limpieza de tu casa.

—Por fin acabe —exclamo Takashi luego de terminar de poner en orden su casa. Era fin de semana y sin nada que hacer este día de vacaciones, que mejor oportunidad que poner en orden su casa. No es necesario que alguien venga de visita para tener tu hogar limpio. Sin embargo Komuro no esperaba la visita de nadie poco después de terminar de limpiar—. ¿Quien? —fue a abrir la puerta a quien menos espero que le visitará en esta tarde—. ¡Fubuki-san! ¿Que hace aquí?

La mujer tenia puesto una blusa de tela de algodón, algo que no iba bien para el calor sin embargo sobre el cuerpo de la pelinegra mujer esto no era inapropiado, sumado a una cola de gato detrás de su cuello con una falda larga color negro que ocultaba sus caderas.

—¿No puedo venir a visitarte o es mal momento? —pregunto sin malas intensiones, se mostraba contenta de ver a su joven amante, era la primera vez que lo visitaba en su hogar.

—Claro que no, adelante.

Impresionada por lo brillante y acogedora que era la casa de Takashi. Ella vivía en un departamento de alta sociedad, Komuro tenia su hogar en un suburbio común, después de todo era un joven que se las arreglo para sobrevivir solo.

—Bueno, a que debo su inesperada visita —pregunto el pelinegro con modestia, Fubuki solo se quedo de pie en la sala sin tomar lugar.

Se dio la vuelta con esa tierna expresión, para tomar a Takashi y pegarlo a su cuerpo, colocando su cara entre sus pechos sin que él se resistiera.

—Como te haces extrañar, sabes siento que ha pasado mucho de la ultima vez que nos encontramos —dijo Fubuki frotando la parte trasera de la cabeza del estudiante mientras sentía su respiración pasar por la tela de su vestido hacia su escote—, mi cuerpo necesita la atención de su hombre.

A veces sentía que las mujeres que conocía solo lo utilizaban para satisfacer sus necesidades primitivas. Pero estaba bien, para tenerlas a ellas aunque sea un momento. Se separo del cuerpo de Fubuki, mirando a los ojos de la mujer sosteniendo sus manos.

—Fubuki-san, deje que consienta su cuerpo.

Poco paso para que Takashi tuviera a la mujer en su habitación. La despojo de su ropa como el amante cariñoso que era con las maduras, de besar sus labios fue bajando al cuello de Fubuki hacia sus senos, donde los saboreo mientras le quitaba a la mujer su negro brasier.

—Takashi-kun, eres bueno~ —soltaba pequeños gemidos Fubuki, dejando al chico hacer todo el trabajo.

—Apenas estoy empezando —fue bajando mucho más a través del cuerpo de su primera mujer, pasando su lengua por el estomago provocando escalofríos eróticos en ella.

Llego hasta su pelvis, le abrió sus piernas a Takashi mientras se dejaba caer en su cama para que así le pudiera quitar las pantimedias que traía y lo demás. Agradeció por la comida y puso su lengua dentro de la vagina de Fubuki.

—¡Oh, Takashi-kun eres fantástico!~ —mordía su mano en forma de puño, sintiendo espasmos por todo su cuerpo cuando la lengua de Komuro tocaba en puntos sensibles de su interior—, solo tu lengua es suficiente para satisfacerme. Pero quiero que me hagas llegar al cielo con tu pene.~

—Primero me daré un festín con el sabor de tu vagina, Fubuki-san —sonrió, antes de seguir comiendo los jugos que iba soltando aquella mujer que fue su superiora en un viejo trabajo suyo.

Volvió loca a Fubuki, acariciando por dentro su tesoro también saboreando los labios de la vagina y mordiendo el clítoris de la mujer para provocar espasmo lujuriosos, hasta que no pudo más y su cuerpo libero todo lo que le provoco Komuro en una sola chorreada.

—Esa estuvo fuerte, Fubuki-san —dijo Komuro limpiando su boca por el jugo que disparo ella sin avisar.

—Solo ha pasado una semana desde que te volví a sentir y mi cuerpo no pudo aguantar mas —contó Fubuki, su cuerpo estaba totalmente excitado y necesitado por quien se puso encima de ella—, así por favor date prisa y pon tu pene dentro, Takashi-kun ¡Pon tu pene dentro de mi!

Concedió su deseo, tan húmeda la puso que cuando su pene se frotaba sobre su coño logro entrar de un solo movimiento hasta el interior de la amante de la ropa verde.

—¡Si, esto es lo que quiero! —grito, un segundo orgasmo suyo se desprendió tan solo sintió la polla completa de Komuro llegando hasta lo mas profundo de su interior.

—Esta muy apretada este día, Fubuki-san... —comenzó moverse estando encima de la mujer, observando muy bien las expresiones lascivas que ella hacia de solo haberla penetrado—... tanto deseaba esto.

—Si~ —miraba con amor como le entraba y salía el pene de su joven novio, llevándola al cielo—, mi cuerpo no puede pasar mucho tiempo sin sentir tu cálido y vigoroso pene.

—¿Entonces admite que ama mi pene? —levanto la pierna izquierda de la mujer, para hacer que su vagina le apretara mas su miembro en cada embestida que le daba.

—Lo amo, amo este pene porque es tuyo —respondió, tomando al pelinegro de su cuello y bajarlo hasta su cara cuando Fubuki todavía estaba acostada en la cama—, tonto no creas que solo vine a buscarte para que me cogieras.

Hizo que le besara, donde sus lenguas se reunieron y bailaron intercambiando fluidos bocales.

—¿Fubuki-san, siente algo por mi? —parecía incrédulo ante las palabras de la mujer.

—Tu sabes que si, has logrado ser mucho para mi. Tu y tú indecente pene que hacen que esta mujer se sienta realmente amada. ¿O eres tu quien juega conmigo? —paso de estar abajo a encima del chico, paso sus manos sobre el lavadero de Komuro. Uno muy provocativo para un joven de su edad.

—Claro que no, amo a Fubuki-san desde el fondo de mi corazón —declaro su amor, antes ya lo había hecho.

Hizo que las mejillas infladas de la pelinegra se desinflaran y mirasen al chico con anhelo, sumado a ello una sonrisa cuando ella tomo una pausa estando arriba de él.

—Seguramente le dices eso a las otras cuando las tienes a tu merced. Pero esta bien, ya aprendí a compartirte —sonreía Fubuki—, pero vine a verte porque te quería sola para mi, así que voy a exprimir hasta la ultima gota de tus bolas Takashi-kun.~

Las caderas de Fubuki se volvieron imparables. Subían y bajaban con entusiasmo, aplastando la pelvis de Komuro, sin embargo sus huesos eran mucho mas resistentes de lo que parecían, el sonido del trasero igual de firme de la pelinegra golpeando contra la carne de Takashi iba mas allá de las paredes, pero no lo suficiente como para que los vecinos del chico les descubrieran cuando apenas eran por allí de las diez de la mañana. Maravillándose de como rebotaban los firmes pechos de Fubuki, con sus manos en la cintura de ella, tomo el control cuando el momento indicado llego.

—Aquí viene... —dejo caer su cuerpo sobre Takashi dejando que él se hiciera cargo del coito—... ¡Aquí esta! —lleno su interior con semen, para poco después correrse luego de sentir la descarga intensa de su novio—, Takashi-kun eres fantástico.

Tan solo una primera ronda y la había dejado exhausta, cuando él todavía tenia para mas. Pero saber que mas hicieron no era lo que realmente importaba.

—¿Saldrás de la ciudad? —pregunto Komuro horas mas tarde de darle mas amor sin fin a Fubuki. Ella descansaba sobre el pecho desnudo del pelinegro escuchando el latido de su corazón.

—Una convención por parte de la compañía, me están obligando a ir. Será aburrido, pensaba llevarte para hacer mas interesante mi estancia. Pero recordé de Yuriko que tu ya tienes planes —comento triste.

—Lo siento, pero no podría romper mis planes porque ellas se molestarían —dijo Takashi con sinceras disculpas.

—Tu y tu harem, sigo impresionada que un chico como tu lograra enamorar a varias mujeres de mi edad —dijo casi riendo Fubuki. Se levanto de la cama de su novio para ir colocándose su ropa interior primero mientras él la miraba estando acostado.

Tomando como un agradable gesto lo que ella le dijo, se levanto y abrazo a la mujer una ultima vez antes de que terminara de arreglarse

—Hace unos meses me sentía desafortunado y ahora pienso que mi suerte es excesiva. No pasa un día que no este mojando con una bella señora —había puesto su rostro a lado de la cara de Fubuki acariciando a la mujer para que no se fuera, sin embargo ambos tenían un itinerario que cumplir.

—Dices que te excitan las mujeres mayores pero también haces que se mojen las chicas de tu edad~ —le frotaba sus pechos apenas se puso el sostén—, oh si. Yuriko me contó al respecto.

Esto era un relato que el mismo Komuro Takashi contaba a Marikawa Shizuka cuando llego a buscarlo a medio día, ese mismo día.

—Así que estuviste ocupado antes de ir que llegara por ti —comento la rubia enfermera conduciendo su auto compacto. Con una blusa de tirantes sobre una camisa de cuadros mientras iban por la carretera—. Eso explica porque cuando llegue tu pene estaba húmedo. Sabes, yo me había mojado en la mañana con la llave del fregadero se rompió pero tu estabas mojando con esa Fubuki-chan, en la mañana.

Ella maneja con el pie a fondo en el acelerador mientras miraba con un pequeño enojo el camino.

—Shizuka, cree que ya puede soltarme —Takashi yacía amarrado en el asiento de acompañante del conductor. Amarrado con cinta industrial todo su cuerpo y brazos mientras fue mas amarrado por el cinturón de seguridad por ira de la enfermera.

—Descuida, ya casi llegamos —dijo con una sonrisa que mas que irradiar felicidad, compartía pánico a Komuro.

Saben que dicen de los tontos. Que cuando están enojados, su furia no conoce limites.

—Em... Shizuka —se puso nervioso cuando la mano de Marikawa le toco donde solo unas cuantas le tocaban—, sensei. Lo que esta agarrando no es la palanca de cambio.

—Lo se.~

Efectivamente. Estaba agarrando la verga de Takashi, había abierto el cierre de su pantalón y frotando de arriba a abajo. Un ojo en el camino y el otro mirando al pelinegro que tenía atacado a su lado. Deteniendo el auto en la autopista nada transitada, aparcando junto a la naturaleza, alejados del asfalto; abrieron la cajuela del compacto auto donde la rubia enfermera llevo a su novio por fin liberándolo de la cinta para tener un poco de diversión con él antes de llegar a donde sea que se dirigían.

—Shizuka, estás siendo muy agresiva... —tenía a su enfermera preferida sobre él, aplastando su pelvis con demasiada violencia. Aunque le había quitado la cinta que cubría sus brazos y su cuerpo, lo dejo amarrado de sus manos.

—Que linda expresión haces, Takashi-kun~ —dejo salir sus pechos dado el calor que sufrían, mas ahora que toda Shizuka entro en calor después de escuchar la historia de lo que hizo su adorable novio antes de que ella llegara por él.}

—...Voy a correr pronto —exclamo cortándose su aliento, no sabía que ella tuviera una actitud tan agresiva cuando estaba cabreada, Shizuka. Aplasto su pelvis subiendo la velocidad de su caderas hasta que escucho a Komuro gritar y liberar su leche dentro de ella—. ¡Aaahh!~

—Que delicioso~ —dijo al ir deteniéndose, tomando todo el pene de Takashi en su interior—, Takashi-kun no te duermas, se que aún puedas darme más.~

De inmediato, sin dejarle dar un respiro Shizuka comenzaba a mover de nuevo su cintura, aún estando ella sensible al igual que Takashi.

—¿Que pasa Shizuka? Estás siendo más ruda que de costumbre —reconocía Takashi que su rubia preferida y enfermera actuaba diferente a la dulce profesora que conocía.

—Claro, estoy molesta —Shizuka se movía más agresiva en este segunda ronda. La suspención de su compacto auto resistía las sacudidas que Marikawa ejercía tomando todo de Komuro.—. ¿Es que no soy suficiente para ti?

—¿Cómo? —quedo tonto Takashi.

Lo había tomado de la mejilla con su mano suavemente, Shizuka. Mirando muy de cerca a sus ojos de Komuro, esos ojos cuyas firmes pupilas le parecían encantadoras.

—¿No soy lo suficientemente bella para ti, Takashi-kun? —los pechos de la rubia se embarraban en el torso del pelinegro—. No solo te acurrucada conmigo, también con Rika-chan, Kyoko-chan y las demás.

—¿Shizuka-chan está celosa? —encontró divertida la reacción de la rubia cuando la vio inflar las mejillas estando tan cerca.

—Mucho, quiero que Takashi-kun sea solo para mí. Pensé que sería única para ti —dijo triste, su cuerpo se estaba moviendo despacio de un momento a otro.

Cuan ágil se había vuelto con las manos, aún teniendo las atadas de las manos. Logro Takashi pasar sus brazos atados por la espalda de Marikawa hasta tocar su carnoso trasero y tocar el oficio de su otro agujero.

—¡Kya! —grito de gozo, la pervertida. Con una fuerza que dejaba sorprendida a todas las de su ganado, levanto las piernas y tomo el control para satisfacer a su enfermera.

—Yuriko, ni Rika ni ninguna de las otras se compara con Shizuka-chan. Tus encantos sus únicos —tomo una pausa cuando le enterró profundo su pene en la rubia. Gracias a su sudor y al que emanaba la rubia desde su espalda. La cinta adhesiva que tenia amarrada las manos de Takashi perdió fuerza y logro liberarse; tomo a Marikawa de su trasero para lograr dar la vuelta y estar encima de ella antes de seguir causando placer a la mujer—, sensei no debería estar celosa. Mas en estos días que seré unicamente para Shizuka.

Mordía sus grandes pechos de Marikawa, los chupaba y jalaba con sus mismos dientes todo mientras frotaba su cara en ellos, ignorando la expresión de locura a causa de la perversión producida ante tanta intensidad a la que su novio le sometía.

—Lo se... lo se. Pero desde que tomaste mi cuerpo, no puedo pasar mucho tiempo sin necesitar de tu amor~ —Shizuka resistía todo lo que podía para no quedar con la mente en blanco de tanta lujuria—, siempre me pareciste mas que un estudiante Takashi-kun. Pero nunca pensé que serías tan lujurioso.

—¿Me...

—¡Ni siquiera lo digas! —grito, con sus piernas se aseguro de Komuro no se detuviera ni un solo momento ahora que esta a punto de alcanzar—. ¡Ya es difícil aguantar días para tenerte, no te imaginas como me siento después de tres semanas para tenerte para mi —puso sus manos alrededor el cuello de Takashi—. ¿Porque eres tan cruel?~

Su polla sentía los jugos previos de Shizuka, escurrirse de su vagina con cada movimiento penetrante que daba.

—¿Donde lo quieres, Shizuka? —decía con cariño mirando a los ojos a su enfermera favorita.

—¡Dentro, lo quiero dentro. Mi amor!~ —la intensidad que subió Takashi, machacaba a la rubia—. ¡Quiero sentir todo el amor de Takashi-kun llenándome!

—Eso estuvo genial, no creí que Shizuka podía ser agresiva —generalmente ella es pasiva, pocas veces activa en medio del acto. Pero esta vez mostró un lado totalmente agresivo de su parte.

Al dar el empujón final, el disparo de gracia. Shizuka saco la lengua, su mirada se perdió así como su mente dejo de pensar cualquier otra cosa que no fuera sentir el esperma de su novio fluyendo dentro de ella y la satisfacción pues después de casi un mes. Libero todo un orgasmo que hizo a sus piernas temblar de alegría tras ser llenada.

Volviendo a la carretera a casi nada de entrar a esta otra ciudad a visitar, con la suspensión del auto fuera de peligro. Era Takashi quien conducía el vehículo de Shizuka, sin embargo a ella no se le veía en el auto. Manejando con moderación, demasiada; que hacia a otros conductores rebasar al compacto. Un grupo de motociclistas paso de largo a toda velocidad, ignorando al chico que conducía despacio, pensando que era la primera vez que conducía o algo así seguramente.

Así hasta que el ultimo de los motociclistas de esta pseudo pandilla americana anduvo junto a Takashi para gritarle.

—¡Oye mocoso, la carretera es para los hombres de verdad! —le grito malhumorado levantando su puño en señal de desprecio. Pero Takashi ni siquiera volteo a verle, sus ojos estaban en la carretera—. ¿Eh? —quedo sorprendió el motociclista cuando de donde Takashi, se levanto Shizuka con la boca manchada de esperma. Pero allí no acabo. Ella abrió su boca hacia el pandillero mostrando el semen en su boca. Lo trago y beso a Takashi mientras conducía y este le correspondió—. ¡Oh! Así de hombre.... ¡No!

Por mirar a Komuro, no se dio cuenta que delante de él un auto se aproximo a él y salió disparado tras impactar de frente con el vehículo que era mas grande que el de Shizuka.

—¿No deberíamos detenernos a ayudar? —Marikawa logra por las ventanas traseras, el sujeto voló casi cinco metros en el aire antes de caer en el asfalto y arrastrarse seis metros mas mientras su moto voló hacia el bosque. El otro auto se salió de camino pero freno de golpe.

—Sensei estamos de vacaciones. Además, aun no ha terminado de atenderme, enfermera Shizuka —dijo Komuro con un ojo en la carretera y otro en Shizuka, sin parecer bizco.

—Cierto, esta enfermera debe terminar primero de atender a su paciente preferido —volvió a bajar a dar la terapia correspondiente no sin antes morder el lóbulo de Komuro.

Mas tarde, aquella pandilla hizo su escala en la ciudad cuyo nombre no importa por ahora y siguió avanzando. Sin embargo ambos amantes llegaron hasta un laboratorio privado en medio del hospital. Viendo pasar detrás de ellos, un vehículo forense por el mismo camino de donde vinieron.

—Laboratorio Monarca, una institución de industrias Heaven's feel —leyó Takashi de las letras en tercera dimensión a lado de la pared del complejo, en letras azules.

—Si. Este es un laboratorio y hospital privado de industrias Heaven's feel —la empresa farmacéutica mas sobresaliente del mundo.

—¿Vamos a pasar la semana aquí? —pregunto esperando que sea solo un chiste suyo.

—Claro que no, aunque estudiar medicina es un paso importante si Takashi-kun quiere ser paramedico. La verdad es que solo venimos a buscar a unas viejas colegas de la universidad —contó Shizuka.

—¿Así?

—Verás, antes de conocerte mejor; querido, y de que Rika-chan estuviera con nosotros en la academia pasaba parte de mis vacaciones con un par de viejas compañeras del colegio. Ellas trabajan aquí y siempre vengo a buscarlas para ir a descansar en un hotel de aguas termales. Takashi-kun es mi invitado esta vez —abrazo cariñosamente a Komuro.

Uno pensaría que entrar a una institución privada de talla internacional sería imposible, sin embargo este laboratorio de pertenecía a la compañía Heaven's feel era de acceso público limitado. En fin, una vez poniendo un pie dentro Komuro no espero toparse con la única mujer de piel albina con la que también jugaba al amante.

—¡Pero si es Takashi-kun! —se entusiasmo al ver a su joven amante en esta instalación.

—¡¿Iriasvel-san?! —se sorprendió Takashi en cuanto vio a la germánica mujer al encontrarla en el primer pasillo donde giraron. Llevaba las mismas ropas blancas de abrigo de siempre.

—¿Quien? —Shizuka parecía no conocerla.

—¿Que está haciendo aquí? —pregunto Komuro en cuando solo eran ellos dos intercambiando palabras.

—Después del terremoto, tuvo que venir de inmediato a Japón para revisar que todas las instalaciones de Heaven's feel estuvieran en orden. Afortunadamente lo están. Pero debo preguntar ¿Que es lo que haces aquí tú, Takashi-kun? Estás muy lejos de Tokonosu —dijo Iriasvel mirando cariñosamente a Takashi.

—Vinimos a vacacionar en esta ciudad. Pero también venimos a buscar a unas conocidas que trabajan por aquí —hablo Shizuka mostrando celos de esta mujer desconocida para ella, le hablara tan familiar a Komuro como si ella no existiera.

—Oh, disculpa por ignorarte. ¿Eres la one-san de Takashi-kun? —dijo sin insultar pero Marikawa lo tomo así. La razón de Iriasvel para comportarse así era simple, los enormes pechos de Shizuka le irritaron en cuanto los vio.

—No. En realidad soy su novia —tomo a Takashi de los hombros y pego su nuca sobre sus pechos con mucho celo y enojo.

—¿De verdad? —seguía con esa expresión alegre como de burla, la albina mujer Einzbern—, debe estar muy conforme contigo, querida.

Una guerra pudo haber comenzado en este pasillo y Takashi era la causa de ese conflicto bélico. Pero la albina no tenia tiempo para eso.

—Takashi-kun, me alegra ver que estás bien. No sabes como me preocupe cuando escuche que saliste herido durante el temblor —exclamo Iriasvel. Había tomado a Komuro de las manos de Marikawa y lo abrazo delante de ella cual madre amorosa—, me gustaría darte un recorrido y mostrarte personalmente las instalaciones, pero tengo que ir a otro lado.

—También me alegra haberla visto Iriasvel-san —dijo nervioso, sintiendo una mirada peligrosa detrás de ella.

Se separo de Komuro y siguió su camino, pero antes de salir del pasillo.

—Espero me visites cuando tengas tiempo, estaré por un tiempo indefinido en japón —dijo antes de desaparecer del pasillo.

Más cuando Shizuka quedó a solas con Takashi, él la miro y la misma muerte se reflejaba en sus ojos. Lo que siempre veía Takashi en ella era un tierno ángel tonta e inocente. Lo que ahora veía en sus pupilas era la ira de una diosa que se sentía traicionada por su amor.

—Takashi-kun, es alguien de quién me debería preocupar —exclamo Shizuka antes de caminar hacia Komuro y detenerse a lado del chico, le susurro al oído pero con ternura o divertida—, eres un chico muy travieso.

Tal vez en la noche Shizuka intenté romperle la pelvis en serio esta vez. O intenté dejarlo parapléjico.

—¡Shizuka-chan, tanto tiempo! —saludo una madura doctora con bata médica blanca encima y un kimono negro debajo. Una versión japonesa del uniforme negro que utilizaba el personal de esta empresa.

—¡Unohana-sensei, me alegra saber que estás bien! —saludo con un abrazo luego de llenarse de alegría, la rubia enfermera preferida de Komuro.

—¡Unohana-sensei, me alegra saber que estás bien! —saludo con un abrazo luego de llenarse de alegría, la rubia enfermera preferida de Komuro

Se trataba de una mujer de cuarenta años. Largo cabello oscuro amarrado en una sola trenca y con unos mechones de cabello en una segunda trenca que pasaba por su cuello por delante. Sin embargo a pesar de las ropas tradicionales y su bata, Komuro noto que ella era una mujer de grandes pechos.

—¿Porque tanto escándalo? —salio una joven enfermera de una habitación continúa en la sección medica donde entraron sin avisar—, pero si es Shizuka. Ha pasado tiempo.

—¡Ana, también sigues aquí! —se alegro de ver a esta otra mujer que la rubia solamente conocía ella. Fue abrazarla como no, si era una vieja amiga de la academia medica de Marikawa.

Una muy larga cabellera, que estaba a nada de tocar el suelo le pertenecía a Ana

Una muy larga cabellera, que estaba a nada de tocar el suelo le pertenecía a Ana. Un color rosa o casi oscuro. Lentes para ver mejor, un cuerpo que ciertamente no estaba al incansable nivel de Shizuka o esta otra mujer llamada Unohana que aparentemente escalaba cerca de la rubia. Su busto firme protegido por esa blusa de algodón hacia que fuera igual de atractivo que los grandes dotes de las otras dos maduras. Sin embargo ella destacaba también por el hecho de no ser una mujer japonesa como las otras dos. Según la intuición de Komuro, Ana podía ser proveniente de Europa como Iriasvel tal vez.

—¿Quien es el chico? —la mujer de cabello negro pregunto en cuanto notó que Marikawa venía acompañado esta vez que les visitaba.

Hizo una seña a Takashi, dio un paso adelante mientras Shizuka iba por él y lo abrazaba cual hermana mayor fuera.

—Quiero presentarles a mi novio. Komuro Takashi-kun —exclamo sin importarle un carajo que ellos tuvieran notables diferencias en cuanto a su relación. La edad y estaturas.

—Mucho gusto.

—Así que este es el chico del que tanto nos has estado presumiendo —dijo la no japonesa entre las tres mujeres, quien se acerco a Takashi y lo examino con la mirada, esos ojos penetrantes que si bien los mirabas directamente sentías que te dejarían como roca, pero solo una parte del cuerpo—, pensé que sería mas joven.

—Pero aun así hay que admitirlo, es igual de lindo como Shizuka nos ha contado —una mirada escalofriante a pensar de sonreír era lo que uno pensaba cuando miran a Unohana. Esa cara que siempre mantiene una expresión sonriente, un solo gesto y puede volverse una mirada que mata, pero no de forma relajante.

—¿Quienes son?

—Dejame presentarte las —Shizuka volvió a estar delante de su novio y para presentarlas mejor—, ella es Unohana Retsu-sensei. Fue bajo su mando que pude mejorar mis habilidades cuando vine a hacer mis practicas sociales de la universidad antes de graduarme.

—Mucho gusto, Komuro-kun —saludo la dama de cabello negro y frondoso.

—Y ella es Ana.

—En realidad me llamo... Medusa. Pero prefiero que me llamen Ana —dijo la mujer mientras se acomodaba los lentes mirando a otro lado, por la vergüenza de tener tal nombre sabiendo que criatura mitológica lleva este tal nombre.

—Fue mi compañera de intercambio con la que hice mi servicio en su tiempo. Cada año vengo a buscarlas durante el verano y vamos a descansar en un hotel de aguas termales en esta ciudad para relajarnos del trabajo. Y esta vez, Takashi-kun tienes el privilegio de acompañarnos, ya que siempre es un viaje que hacemos entre mujeres —contó la razón de no haberlas presentado antes.

—Encantado de conocerlas. Se que son medicas por las batas. Pero... ¿a que se dedican aquí?

—¿Quieren que les demos un recorrido? —miro relajada Unohana a Shizuka quien estaba contenta.

Eran instalaciones enormes en un complejo que ocupaba diez lotes de terreno con cinco pisos por encima del suelo. Y niveles subterráneos hechos para resistir terremotos. Pero aun así la fuerza de la naturaleza es impredecible. En fin, en un carro pequeño especial que grandes edificios usan para que sus empleados se muevan con mas facilidad. Ana y Unohana dieron un pequeño tour a sus visitantes de ultima hora. El laboratorio daba estos recorridos a personas que querían conocer mas de esta industria internacional de la que muchos rumores se contaban. Algunos mas aterradores que otros y exagerados.

—Este es el laboratorio Monarca número 117 que opera para la industria Heaven's feel a nivel global —contaba Retsu mientras era Ana quien conducía el carrito alrededor de todas las zonas accesibles—, nos dedicamos a muchas cosas. Producción de nuevos y vitales farmacéuticos, la creación de nuevas tecnologías médicas pero sobre todo, aquí nos dedicamos a la investigación médica y tratamiento de pacientes con las denominadas: enfermedades huérfanas.

—¿Enfermedades huérfanas? —una especie de termino que llamo la atención de Komuro.

—Si, existen enfermedades que la organización mundial de la salud ha dejado casi en el olvido, porque son escasas las personas que las padecen, pero que haya pocas personas con una desconocida enfermedad no significa que no sea un peligro potencial —explico Ana mientras conducía—, los laboratorios monarca nos dedicamos a combatir esas enfermedades que otras organizaciones de salud publica olvida.

—Es impresionante, no crees Takashi-kun —exclamo Shizuka cuando entraron en un área restringida en los niveles subterráneos, donde mucho personal en esta zona utilizaban trajes antirradiacion y mascaras que filtraban el gas. Era una sección de lo que en un hospital común eran habitaciones para los internados.

—¿Tan peligrosas son las enfermedades que tratan aquí? —pregunto Komuro viendo el nivel de seguridad de salubridad que manejaban.

—Algunas son enfermedades parasitarias o virus que pueden contagiarse a través de los fluidos que los pacientes expulsan por una simple tos o un estornudo —contó Retsu—. Pero también hay pacientes que gracias a los tratamientos a los que ayudamos, ya no son un riesgo viral. Si están enfermos, pero lo que padecen no puede transmitirse a alguien más.

—Asombroso.

Llegaron una segunda ala medica donde otros pacientes eran monitoriados por médicos con un nivel de protección básico o ninguno. Eran habitaciones que parecían ser mas un pequeño departamento. Notaba Takashi que había baño y mesa para comer de estos pacientes.

—Fue en este lado donde realice mis practicas sociales —comento Shizuka.

—¿De donde sacan a los pacientes? —le dio intriga a Takashi.

—Vienen de distintas zonas del mundo. Pero mayormente son de barrios pobres en exceso o comunidades marginadas, son elegidos al azar en una lista y traídos para tratar. Todo gratuito. Heaven's feel genera grandes ganancias que pueden costear los gastos que consumen los pacientes —agrego la pelinegra madura mujer—. Incluso los dejamos salir por la ciudad algunas veces para que no se sientan encerrados.

—Genial —era un organización muy impresionante para Komuro. Pronto, noto en el recorrido una entrada que tenia el símbolo de peligro y no muchas personas vigilaban esta zona, además de ver que los guardias aquí tenían armas mas pesadas en sus manos y que revisaban a fondo a todo aquel que entraba—. ¿Que es eso?

—Oh, el ala 13 —comento Unohana—, lo siento pero ese lugar esta restringido. Nosotras jamás hemos entrado allí.

—Solo el personal de nivel 5 y superiores tienen acceso —agrego Anna, mirando como un camión con el símbolo radiactivo y cargado de personal entraba por las puertas en un previo acceso de descontaminación para el camión.

—Nunca han sabido lo que hay allí —pregunto Shizuka, al parecer ella tampoco sabia lo que acontecía detrás de esas paredes, ni cuando hizo su servicio.

—Incluso esta prohibido hablar de eso —dijo Ana.

¿Que será que lo que ocultaban en este nivel? Será lo que traiga el fin del mundo en los días contados. No lo sabemos.

—Bueno, ya que los hemos dado el recorrido. Toca hacer su revisión medica —exclamo Retsu, dando la vuelta para mirar a Komuro y Marikawa que iban en el asiento trasero del pequeño carro.

—¿Revisión? —pregunto el chico, pero su respuesta sería respondida mas adelante.

Volviendo a cuarto medico donde Retsu se dedicaba al estudio de muestran de sangre de los residentes y otras actividades, también hacia estudios presenciales a los pacientes que tenían anomalías infecciosas desconocidas en su cuerpo..

—¿Porque la revisión? —pregunto de nuevo Takashi.

—Aunque son zonas controladas, como dije hay pacientes cuyas enfermedades pueden transmitirse en el aire. Así que tengo que asegurarme de que no hayas agarrado ningún virus por accidente —explico la mujer mientras metía la muestra de sangre adquerida de Komuro y la colocaba en la maquina correspondiente—, descuida esta belleza dará los resultados en unos quince minutos.

—También le hacen un estudio a Shizuka.

—Por supuesto. Anna debe estar haciendo lo mismo con ella ahora.

Justo en la sala continua donde la rubia y su otra amiga le hizo la prueba, ahora le daba el resultado. Nada de lo que tenía que preocuparse.

—¿Y bien? —pregunto la rubia con la tranquilidad que debía tener.

—Descuida estás más sana Shizuka, esta máquina de resultado rápido se paga sola —acaricio el aparato Ana una vez tenía el resultado en hoja—, ningún microorganismo se le escapa por más que sea una sola espora.

—Cuanto me alegra.

—Solo diré: ¡felicidades Shizuka! —dijo tranquilamente y con una sonrisa sincera.

—¿Eh? Sale en el resultado —se puso nerviosa, no es que estuviera mal. Pero aún no quería enterarse de ello al respecto.

—A este pequeñín no se le escapa nada —hablaba de la máquina Ana—. ¿De quién es?

—De Takashi-kun, es el hombre que me hizo mujer y el único con el que hago cosas pervertidas —dijo sonrojada con las manos en las mejillas como si fuera a flotar en el aire, recordando bien todas las cosas que ha hecho con él tan solo este primer día.

—Ya quisiera conocerlo —pensó lujuriosa Ana con la imagen del chico en su mente, solo para llevar sus ojos a la pared que dividía la sala medica que compartía con Unohana—, aunque sensei puede que esté conociendo a Takashi primero que yo.

Entonces del otro justo como debía estar pasando. O bueno lo que tenía que pasar...

—Ya puedo puedo colocarme mi camisa de nuevo —dijo Takashi con el torso y la espalda desnudos, ya que Retsu Unohana le indico que quitarse la camisa para tomar la muestra de sangre de su brazo.

—Preferiría que te quedas así unos minutos más —exclamo a espaldas de Takashi apreciando los músculos de espalda. La entrepierna de Retsu comenzó a picar y las ansias por comer se miltiplicaban—, sabes~ —llego por detrás de él, puso su busto en la espalda—, aunque esté trabajo paga bien. Paso mucho tiempo encerrada, hace falta que debes en cuando un hombre haga compañía.~

—Unohana-san —sudo un poco de tensión sabiendo bien lo que esta mujer pretendía buscar con él. Solo paso a sentir la mano de Retsu pasando por la parte baja de su pecho de Komuro hasta llegar a su entrepierna y apretar aquí.

—Vaya, parece que cierta zona tuya esta inflamada —parecía necesitada de atender esta zona de Takashi—, si quieres puedo remediarlo.~

No iba a desperdiciar la oportunidad, y eso que apenas la conocía desde hace una hora.

Sentado en la camilla medica en la habitación, con el pantalón abierto. Takashi disfrutaba de la boca de Unohana y sin importar que hubiese una cámara apuntando a donde ellos estaban. Hacia todo para no quedar incomodo.

—Unohana-san... —la técnica agresiva de la mujer y los sonidos que producía con su lengua acariciando su pene sumado la cámara encima, era muy excitante—. Lo hace con buen entusiasmo.

Esperaba escuchar la voz de la madura, pero al mirarla; ella cruzo sus ojos con él y le guiño mientras sorbía de su pene como si una pajilla estuviera tomando un refresco.

—Siga así que voy... —advirtió para que se preparara.

Disparo y sin problema alguno, Unohana tomo toda su leche. Apretando su boca y clavando el pene de Komuro por completo se bebió todo, dejando sin desperdiciar ni una sola gota.

—Que te pareció —pregunto mal intencionada Retsu poniéndose de pie delante de Takashi.

—Como debía esperarlo de una madura mujer —dijo Takashi con su respiración tranquila y su pequeño amigo listo para dar mas.

—Mira, aun sigue entusiasmado. Entiendo como es que hiciste que Shizuka-chan fuera tu novia. La enamoraste con eso seguramente —exclamo Unohana dado vuelta para presumir su trasero a Komuro.

—Hay mas que sexo entre Shizuka y yo —comentó teniendo su amigo de fuera.

—Seguramente~

Movió la ropa de su uniforme y del kimono que traía abajo la doctora, mostrando que bajo su ropa japonesa no tenía ropa interior cubriendo su trasero. Se sentó en Takashi tomando su pene previamente para que le entrara en el lugar adecuado, Unohana.

—Ahora, te molestaría hacer que esta vieja se sienta joven otra vez.~

Paso el encuentro, unos veinte minutos exactamente. Entro en la sala medica de Retsu Unohana, la rubia novia de Komuro junto a la amiga de esta. Ambas se mostraban entusiasmadas y listas.

—¿Porque tardan tanto? —pregunto Ana dando un paso delante de Shizuka—, vamos Unohana-sensei. Es tiempo de tomar nuestras vacaciones.

Ella estaba de pie junto a su lugar de trabajo principal, Unohana. Takashi estaba a lado de la doctora quien le estaba enseñando mejor su lugar de trabajo al parecer.

—Estoy muy entusiasmada —exclamo la pelinegra madura, ocultando con su bata y su cuerpo el hecho de que bajo su kimono, la mano de Takashi agarraba su trasero, si tuvieras lentes de rayos X, lograrías ver que de la vagina de la mujer, se escurría el semen de la corrida que le dio el único hombre en la habitación.

—¡Si, yo también estoy entusiasmada! —aplaudió Marikawa.

—Estas serán las mejores vacaciones que pasaremos —Unohana lo sabia bien. Y para Komuro ya lo eran.

No obstante, en aquel nivel inaccesible. El grupo que vio nuestro protagonista entrar, compuesto por militares y cientificos, bajaron casi doscientos metros bajo la tierra hasta una cámara cinco veces mas reforzada donde algo que no era una de las bestias previamente mencionadas, ocultaban.

—¿Donde están los infectados? —pregunto un primer cientifíco.

—A dentro —dijo uno de los encargados de vigilar—, sigo diciendo que sacarlos de aquí es mala idea.

—Cállate y abre la puerta —indico sin agrado el sujeto que guardaba a estos mencionados infectados—, hay que hacer el traslado para ser estudiados.

—¿Estudiados o usados como armas biologicas?

Tu debes saber bien que era lo que estaba pasando detrás de estas paredes como para referirse a un grupo de personas vivas y muertas al mismo tiempo, como armas. La pregunta que queda es: Cuando se saldría todo de las manos.



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