Soredemo tsuma wo aishiteru S3
El cambio es inevitable, lo llaman evolución, otros adaptación. Yo digo que es la misma porquería solo con otras letras, pero la verdadera porquería, de la que Issei no parecía querer alejarse. Al menos así es como parecía ser.
―¿A donde fue Akeno? ―pregunto un malhumorado Issei al día siguiente luego de la pelea que tuvo con Rias.
Ella cumplió con su palabra, no volvió a casa esa noche y en su lugar se quedo a dormir con Riser tras ser descubierta por su castaño esposo, luego de tomar con enojo el resultado de explotar su fetiche hasta cansar a su primera esposa. Sin embargo, Issei pronto comenzaría a notar que esta insolencia no solo era parte de Rias.
―Salió temprano, dijo que saldría con unos compañeros de trabajo a dar un paseo ―Asia respondió con un gran humor de como cuando era más joven. Luego de la santa cogida que le dieron el día anterior… como no lo estaría.
―¿Como tu paseo con Diadora ayer? ―dijo con intriga y señalamiento a su tercera esposa, lo que puso tensa a Asia, tal vez se haya metido una o hasta tres líneas de ese polvo blanco magico que Diadora le daba de a gratis―. ¿Que pasa? ¿Solo salieron como compañeros de trabajo, no?
―¡Si! ―respondió rápido Asia, calmando su estado y volviendo al normal―. Solo salimos a dar un paseo por la naturaleza, fue todo.
La respuesta tranquila de Issei no calmo a la rubia creyente de jesucristo dado que pensaba que su esposo había logrado leer sobre su mentira sin saber que había ocurrido realmente. Estiro sus brazos al levantarse del sofá de la sala donde compartían un té mientras miraban la televisión del medio día.
―Creo que yo también iré a dar una vuelta por allí ―camino hasta la puerta sin dirigir la mirada a Asia, solo una preocupante expresión sonriente en su cara―, no me esperen para la cena.
―Estoy en casa~ ―exclamo nadie mas ni menos que Irina pasando por la puerta abierta antes de que Issei llegara aquí para salir como dijo―, hola Issei~ ―saludo, sin embargo fue ignorada por su esposo, quien paso de largo junto a ella sin pronunciar una palabra, solo manteniendo una sonrisa escalofriante―. Em… ¿Que le pasa a Issei?
―Irina-san, hola… Issei-san ha estado así desde anoche ―trato de distraerse de sus pensamientos para relajarse un poco, Asia.
―Si, me enteré de que Rias se peleo con él ―Irina llego luego de su rutina de ejercicios en el parque como todos los días, con su sosten deportivo con todo y su conjunto de ropas escogidos para la situación―, por eso no vino anoche. No me puedo creer que Rias busque a Riser-san para hacer esas cosas, eso solo lo hacemos en el escenario por Ise.
―Irina-san, no creo que estes en condición de decir eso ―reconoció Asia el cinismo de la ángel por un detalle que tenia al momento―, no con tus pechos manchados de semen.~
Ahora era Asia quien sonreía escalofriante mente. Sonrojada, se miro así misma Irina y como le dijo la rubia, en su escote abierto había una notable presencia de semen manchando su busto. Todo por que Vali se emociono tanto tras recibir una rusa de parte de su ángel que estaba robando con mucho gusto.
―¡Ay no! ―respondió con vergüenza, su mano levanto para tapar su escote. Tal vez otros no lo notaran en ella, pero las que vivían en las paredes de esa casa podían ver estos minusculos detalles―. Es que Vali-san, se emociono con el bloqueador solar ¡Eso! Iré a darme una ducha.
A paso veloz, Irina se escabullo de largo pasando junto a Asia dijo que necesitaba una ducha luego de terminar empapada de sudor, pero esto no era por el ejercicio. La joven monja respondió alegremente aceptando la idea de la ángel. Pero en cuando quedo sola, pudo hablar consigo misma Asia.
―Porque tratamos de engañarlo ―exclamo la monja manteniendo esa carismática sonrisa ante si misma―, Issei-san lo sabe bien.
La misma Asia lo sabia incluso, tal parece que el amor entre ellas y el castaño estaba terminando, la flor estaba perdiendo todos sus pétalos quedando nada mas que el solitario talló, muy pronto ese simple talló verde marchitaría igual. Uno a uno de sus pétalos cayeron, uno a uno se perdían y cuando eran tres los que al principio se cayeron, el cuarto pétalo se desprendió mas rápido que los anteriores.
Akeno se reunió con Sairorg en la residencia de gran atractivo. Dos pisos, con balcón. Terraza para asolearse, piscina grande y cristalina, jardín. Era la casa de un rico de buenos niveles asentados. Sentados en los sofás del balcón, tenia a Akeno sentada a su lado mientras llevando un ajustado vestido rosa brillante, atrevido pero sin lucir elegante. Lo que le daba un toque atrevido a la caído, sus brazos estaban desnudos hasta los hombros, su busto yacía resaltado y firme, notando un igual atrevido escote. El vestido de cuerpo completo era corto de la falda, llegando a la mitad de sus muslos, tenia que tener las piernas cruzadas para no dejar ver el color de sus bragas.
―Ara~ así que eres amigo de Sairorg ―saludaba Akeno con ese tono atrevido que la caracterizaba, sin embargo desde hacia recientes meses dejo de ser un simple tono en su voz, para ser su verdadera voz.
―Es muy emocionante conocer en persona a la misma mujer relámpago, Akeno-san ―este sujeto lograba contener sus instintos humanos―, no pensé que se llevaran tan bien como Sairorg contó luego de saber que él hacia… material de entretenimiento masculino ―busco las palabras adecuadas para no parecer un simple perdedor pervertido.
―Bueno, Sairorg y yo somos mas que simple compañeros de trabajo ―dijo Himejima, dejándose caer sobre el lado derecho de Sairorg mientras él ponía su brazo detrás de la caído, llevando su mano hasta agarrar el seno derecho de Akeno, la gordura de sus tetas se escapaba por lados de su vestido atrevido.
―Dime Craig, dije que querías hacer un negocio con ella ―comento Sairorg sin quitarle la mano al busto de Akeno.
―Verá Akeno-san, sería anfitriona de una fiesta privada. Habíamos contratado a una chica, pero cancelo y es una fiesta especial ―dijo con mucho respeto al talento de Akeno.
Una hora más tarde, la llevaron a una habitación personalizada del recinto en el ultimo piso de los veinte. Un cuarto donde un pequeño escenario con un tubo pulido de metal esperaba en el centro de este piso redondo con luces personales. Varios pocos jóvenes de la misma edad de Sairorg, amigos suyos de la universidad y de otros negocios estaban muy animados, su voz en alto alentando a iniciar el espectáculo mientras bebían licores caros para el estándar social. Pero en medio de los doce jóvenes de entre 24 y los treinta. Un joven de recién dieciocho años el único sentando delante y al frente del escenario de sus luces apagadas, lucia incomodo ante todos estos que solo su hermano conocía.
―Em… hermano.
No podía mas nervioso este joven de cabello azul alborotado, que lucía como un niño entre tanto joven adulto que gozaba de la vida que daba el haber nacido en una familia adinerada que puede comprar casi lo que sea sin remordimientos.
―¿Que pasa, Dario? ¡Esta es tu fiesta, alegrate! ―exclamo el así llamado Craig, abrazo a su hermano poniendo su brazo por detrás de sus hombros, estrujándolo con amor fraternal―, es tu cumpleaños y sabes que es lo mejor… ¡Hoy te conviertes en hombre!
―Ara~ ―se escucho la seductora voz de Akeno viniendo desde la oscuro del escenario desde―, veo a muchos jóvenes animados esta tarde. Díganme, quieren divertirse.~
La luz a los pies de tan pequeño escenario se encendió, la silueta oscura de la segunda esposa de Issei fue iluminada y mostró sobre le escenario contenta de tan alegres espectadores. Todos levantaron la voz en mucho animo al descubrirse a la celebre actriz Akeno usando un seductor traje de baño bastante corto para sus cualidades en color rosa. Mientras celebraban con gritos y silbidos ante tal cuerpo que tenia, el cumpleañero estaba boquiabierto sin palabras mirando a Akeno.
―¡Baila, baila! ―escucho su pedido y les correspondió.
Sació su pelo que como siempre lo tenia atado en una larga cola de caballo, presumió su larga caballera antes de comenzar con sus manos pasando por su cuerpo como su fueran las manos de su amante (Sairorg). Sacudió sus pechos y mostró la atracción de la gravedad al inclinarse, ante la vista del joven Dario. Él apretó sus piernas y sus manos se pusieron encima de su pantalón para tapar su creciente erección de virgen.
―Sairorg, tu chica es fantástica ―dijo Craig a Sairorg, ambos al fondo de toda la poca gente invitada. El musculoso Bael estaba de brazos cruzados mirando con orgullo el espectaculo, dejando los gritos entusiastas a sus amigos.
―¿Mi chica? Es mi perra ―le aclaró.
―¡Eso es, mueve el trasero nena! ―gritaban estos jóvenes provenientes de familias de mucho dinero e influencia que solo tenían amistad entre ellos.
Ante el juego de luces y la música, Akeno presumía su talento para el baile mostrando su trasero en lo alto agitando su culo en una seductora danza para atraer a los masculinos. Ebrios como excitados, sacaron fajos de dineros y empezaron a arrojarlos sobre la misma, el dinero le llovía a Akeno mientras la alentaban a seguir moviendo su culo, los complacia. Para cuando puso sus manos en el tubo y bailar para su publico, el piso estaba cubierto de dolares, pero no comunes de valor de uno. Sino de cien, como muestra de que estos muchachos podían derrochar el dinero que quisieran a gusto.
Restregando su cuerpo contra el tubo ante el sonido de las guitarras de la música, lentamente Akeno dejo caer su sostén, quedando solo el bragas como esas medías largas que ocultaban sus pies con los tacones rosa y los guantes del mismo color, largos guantes que recorrían sus brazos. El cumpleañero no podía contener mas la sensación de orinar mientras seguía embobado mirando a la bailarina Akeno.
Sin notarlo por estar mirando y avivando el espectáculo de Himejima, alguien entro en la habitación. Era Issei quien luego de entrar en la pieza, se quedo perplejo sin palabras en su boca al ver como Akeno era anfitriona de esta fiesta privada.
―¿Pero que? ―exclamo Issei con rabia, una cosa era que le gustase ver a sus esposas alcanzando el clímax del sexo con otro, pero otra cosa distinta para él, era ver a sus esposas ofrecerse a otros por mero placer. Solo dio un paso hacia adelante cuando Sairorg lo detuvo, se metió en su camino y no lo iba a dejar pasar―. ¿Oye, que haces? ¡Esa es mi mujer!
A la fuerza, sacaría a Issei. Al parecer nadie noto que el se colo tras empezar la fiesta, ni siquiera Akeno, ser el centro de atención de los hombres, le había gustado.
―Ahora es nuestra mujer, imbécil ―saco a Issei y se aseguro de que no pudiera volver a entrar ni de que arruinará la fiesta.
Forcejeo con la cerradura en su enojo, Issei. Hasta incluso llego a golpear la puerta como si lo hubieran sacado de su propia casa sin dar explicaciones; pero sabia que por mas que intentará, no iba a entrar ni mucho menos a sacar a Akeno de allí. Así que solo le quedaba una cosa por hacer a Issei, marchase mientras aun le quedaba dignidad. Eso si, sin dejar de tener el ceño en su rostro.
―Y ahora para el cumpleañero de esta fiesta, un servicio especial como regalo ―exclamo de forma picara, Akeno. Guiñando su ojo cuando sus manos se agarraban del tubo por detrás de su espalda.
Bajo del escenario con caballerosa ayuda de los invitados. Camino a pasarela hacia el festejado que no podía moverse de su asiento, ni mover la boca abierta que tenia él como tonto por ver que ahora venia a él, mujer modelo Akeno. Su mano sobre la barbilla del chico para levantar su vista a su rostro cuando inclino su cuerpo para que sus pechos colgaran en su gordura, distrayendo al joven.
―Dario-kun~ mi regalo de cumpleaños para ti.
Primero comenzó con un baile atrevido de parte de la doncella del relámpago. Se sentó sobre su regazo quitando las manos del chico que cubrían su empalme, sus caderas danzaban y la cara hipnotizada del chico conoció el suave calor del busto Akeno, mas aun cuando ella puso sus manos detrás de la nuca de Dario, para untar su cara en sus pechos, abofeteando con ellas al chico. Todos miraban conteniendo su entusiasmo esperando que llegase su momento de tener a semejante diosa sobre sus piernas.
Se dio la vuelta sentada aun sobre Dario, dejando ver su espalda lisa y perfumada, hasta que su vista bajo hasta su trasero redondo. Akeno hizo bailar su culo, frotando mucho el empalme hasta sentir este joven que ya no podía aguantar mas su pene con el seductor baile de la diosa relampago, la mujer que había visto solo en sus películas estaba por convertirlo en hombre.
―¿Que pasa querido?~ ¿Ya no puedes resistirlo mas? ―exclamo tomando a Dario de sus mejillas con su cabeza haciendola para atrás estando aun sentada de la ultima manera.
Con sus rodillas en el suelo, revelo la erección de Dario sin impresionar mucho menos por su modesto tamaño. No era pequeño pero ni de un tamaño comparativo con Sairorg quien solo veía cual arrogante y presumido a Akeno.
Primero paso su lengua por lo largo del casto pene del cumpleañero, antes de meterlo en su sorprende boca. Los ruidos del sexo oral que escucho hacer de Akeno en sus filmaciones, ahora lo estaba escuchando en persona y con su pene en su boca.
―¡No puedo… resistir! ―grito Dario, sus piernas se estiraron dado el éxtasis y con sus manos presiono su cabeza ante tal momento de infarto, pero excitante momento que vivía.
Una modesta cantidad de semen atrapo Himejima en su boca, sin lograr derramar nada. Incluso abrió su boca para que el joven pudiese ver el desastre que soltó en su boca, antes de beberlo a gusto.
―Nada mal~ ―se puso de pie Akeno, volvió a mostrar su trasero a Dario, sin embargo esta vez lo puso en alto cerca de su cara, llevando aquí sus manos para quitarse la ultima prenda de ropa interior que le estorbaba. Ante la cara del celebrado―. Veamos cuanto aguantas con mi vagina.~
Resistía lo mas que podía, pero el movimiento de las caderas de Akeno era mas de lo que llego a creer el Dario tras pasear el ganso durante las noches sin dormir por las que paso. El choque de las carnes carnosas del trasero de Himejima lo estimulaba desde sus oídos mientras que su vagina consumía su pene dado la presión de las paredes de su sexualidad de Akeno. Por mas que Sairorg, el hermano de Dario o los amigos de este le alentarán, la pelinegra hizo honor al sobre nombre que le dieron sus fans del cine adulto.
―¡Esto es… genial! ―grito de gran entusiasmo, dando una mayor eyaculada al interior de Akeno, cuando su polla termino reventando en su interior. Ella era una maquina exprimidora de hombres. Y como se trato de la primera experiencia oficial de tal cumpleañero casi queda seco.
―Ara, parece que fui muy dura con él~ ―dijo Akeno mirando de pie y frente al agotado cumpleañero, cuyo pene se puso flacido tras poco esfuerzo de la doncella del relampago―, que me dicen ustedes. Están duros.~
Avivo los ánimos de los invitados.
―Que dicen chicos ―exclamo Sairorg―. ¡Vamos a darle duro a esta zorra!
La fiesta subió de nivel, rodeada de hombres activos Akenos los complacía con el tacto de su boca y el talento de sus manos. Las caras de gran gusto que ponían al tener los ojos pervertidos de la pelinegra succionando sus penes mientras hacia sucios ruidos sin sentir remordimiento por ser el centro de atención de todos estos.
―¡Esto… es de lo mejor! ¡Vamos chupa mi pene con mas fuerza! ―succionaba el pene del llamado Craig, sentía la lengua de Akeno restregándose en el agujero de su hombría.
―¡Ahora el mió, chupa mi polla!
―¡Voy yo!
―¡No, yo!
Sobre la cara de Akeno, iban poniendo sus pollas, chocaban si, pero la cara de la pelinegra se iba a untando en liquidos previos al semen. Para ella era divertido, como excitante.
―Imbéciles, la fila va detrás de mi ―Sairorg pondría orden. O eso intento, sin embargo todos querían probarla, después de conocerla en sus papeles estelares.
Sin embargo, quien la estaba pasando de malas era Issei, caminando por las calles cuando la noche se establecía sin la luna presente en el firmamento llevando una malhumorada expresión en su cara, gritando y discutiendo consigo mismo mientras caminaba solo rodeado de multitudes. Sin embargo no caminaba sin rumbo, desde cierto callejón que conocía una mujer la esperaba en la sombras, no necesito que ella saliera para saber que estaba allí, Issei.
―Mira que cara larga ―dijo Kuroka saliendo disimuladamente de las sombras cuando Issei se adentro en semejante callejón, sin dejar de llevar esa mirada coqueta con su mano en su cadera cuando camino hacia él como era de su costumbre―. ¿Porque tan serio querido? Vas a decirme porque querías verme.~ teniendo tantas chicas lindas en casa… ¿Acaso ya te cansaste del mismo menú?~
No iba a ser cariñoso Issei. Tampoco era modesta Akeno, tratando con todos los penes de una vez, Sairorg acaparaba su vagina mientras que otro se deleitaba con lo apretado que era el agujero del culo de Himejima, dos penes en su boca mientras con los que podía tratar con mucha facilidad, sus manos estaban muy ocupadas, como humectadas en semen. Una vaca de grandes ubres, sobre las que yacía uno más montado frotando su polla de manera insana, eran los mejores senos que se cogía, pensaba este tipo . Jugaban al imperio romano en sus días de glorioso pecado.
―¡Esto si es una fiesta! ―la fiesta era un éxito en grande, la anfitriona era la mejor que habían tenido.
De una energía inagotable pensaban, uno a uno los iba exprimiendo hasta secarles las bolas, incluso a Sairorg. Cambiaron el juego para no cansarse tan rápido, sobre la mesa. Tomando turnos, cada uno usaba la boca de la pelinegra de 102 en carisma, hasta llegar. Pero para no desesperar a los demás, con una manguera para cerveza la boquilla estaba introducida en la vagina de Akeno mientras que en la duya, los fiesteros se masturbaban y eyaculaban su embriagante leche que el coño travieso de Himejima se bebía a fondo.
―¡Fondo, fondo, fondo! ―un enorme tarro cristalino, pero en vez de estar llenado de cerveza u otro licor, el litro que llenaba este tarro era esperma, un litro compilado de esperma para la ninfomana Himejima―. ¡Fondo, fondo, Si!
―Ah~ ―a fondo se bebió hasta dejar limpió el tarro, lo saben porque la vieron pasar su lengua por el interior del cristal―. Mmm~ Estuvo delicioso.
En turnos de dos, recibía por delante y por detrás. Corrida tras corrida, orgasmo tras orgasmo desde su interior hasta hacer que su mente se electrizara por la interminable sexo desenfrenado se deleitaba Akeno. Hasta gastarlos de sus bolas y de toda energía que tuvieran almacenada, una verdadera sucubos ella era.
―¡Haa! ―también se estaba bañando en orgasmos Kuroka, en ese mismo callejón a oscuras a pesar de que había gente transitando en la calle principal, un orgasmo o seguido de otro la volvían loca dado los ánimos que tenia Issei en el momento―. ¡Estas muy animado, Issei… ¡Ouh! ―sus gemidos se mezclaban con dolor y gozo, la punta de su pene chocaba contra su útero de violenta forma que parecía que en cada empuje, seria el que atravesara su vagina.
―¡No hagas tanto ruido! ―puso su mano sobre su boca sin dejar de golpear su interior, haciendo que sintiera iba a partirse en dos, Kuroka―. ¡Que buen culo, mueve lo más! ―azoto el trasero de la gata negra, en la palma de su otra mano.
―¡Esto es brutal! ―gritaba Kuroka, pero por la mano del castaño no podía pasar a lo oídos de él―. ¡Que genial! ¡Este el pene que complace a Shirone todas las noches!… no puedo mas, me va a partir… ¡Me va a partir!
De gracia brutal, su entrada fue atravesada por la polla del castaño un dolor y un orgasmo de proporciones biblicas lo describió Kuroka. Como un cálido baño en su interior destrozado de verdad, teniendo sexo detrás de ese enorme contenedor de basura.
―¡Que divertida fiesta! ―gritaría Akeno cuando solo quedo ella en pie, con todos los invitados de derrotados por ella tirados al suelo con la satisfacción en sus caras. Incluso Sairorg estaba rendido.
Alcohol, sexo y sudor envolvían el cuartos. En cuanto Issei, dejo a Kuroka tirada tras el encuentro mientras con unos cuantos billetes dejados en el agujero de su culo. Aunque la pasaron bien, una estaba alegre mientras el otro seguía enojado con el mundo. Comenzó a odiar al mundo entero sin razón justificada.
Dignidad? El la perdió hace mucho, para que tenga dignidad tiene que solucionar todo al matar a todos muajajajaja
ResponderBorrarFinal otome dori
BorrarVamos isei ven al lado oscuro quieres destruir el mundo yo te puedo ayudar a pone en marcha el retumbar
ResponderBorrarGenial, la espera valió la pena, espero que la siguiente sea Xenovia
ResponderBorrarCuantos capítulos faltan para que termine la historia
ResponderBorrarHombre, ya te habías tardado en actualizar colega, gran capítulo por cierto
ResponderBorrarSe viene issei badass
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