Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

True senpai

 Uzaki family

Sakurai abrió los ojos cuando dejo de dormir por sentir su cuerpo flotando en un inerte vació. Un oscuro espacio donde un blanco paisaje de nada le aguardaba, nada había ni nada encontraba aquí. Solo él flotando en este extraño plano astral. Una serie de susurros que fueron de lo suave a lo agresivo pronto comenzaron a hacerse notar en los oídos de Shinichi, perturbando la poca paz que tenia en el sueño profundo donde fue traído hasta aquí.

¿Que? —dijo al despertar—. ¿Donde estoy?

Cuando sus ojos los abrió por completo y vio el entorno donde sin explicaciones aparentes vino a estar, el pánico pronto vino a sembrarse en el cuerpo de Sakurai. Aquellas voces sin cuerpo se escuchaban viniendo de todas partes fueron sacudiendo a Shinichi fuera de su sitio de confort.

¿Quien anda allí? —decía mientras movía su cuerpo de una dirección a otra buscando a quienes quieran que sean los que susurraban. Tantas voces en el aire, todas hablando al mismo tiempo que ninguna podía entenderse—. ¿Quien… quien eres?

Quedo paralizado pues de tanto estar buscando al responsable de tan incomprensibles susurros, inesperadamente frente a sus narices. Un cuerpo sin una clara apariencia se presento ante Sakurai, una entidad oscura de forma humana. Se le podía ver sus brazos y piernas, un rostro sin cara pero una sonrisa de dientes blancos perfectos levantada hasta las orejas a nada de él.

¿Quien soy? Es una pregunta que justa —dijo este sujeto moviendo la cabeza de forma errática, al no tener ojos no se sabía a donde estaba mirando. Como una sombra viva se movió de frente de Sakurai a estar colgado de su espalda. De tener una boca con la que se notaba su poder de hablar, a unos ojos profundos con las venas resaltadas—. Quien soy yo, soy la voz de la almohada que no te deja dormir, Shinichi.

¿Como sabes mi nombre? —temblo cuando los dedos de este ser acariciaron su mejilla.

Soy la persona que susurra tu nombre en las sombras —paso de tenerlo en su hombro derecho, al izquierdo en un fugaz movimiento de su cuerpo gaseoso—. Aquella que conoce tus mas profundos deseos, tus mas profundas fantasías.

Oye…

De pronto, esta sombra se subió a sus hombros y como si fuera un niño pequeño, pero teniendo el cuerpo de un adulto. Sus manos envolviendose bajo su barbilla y la cabeza de este tipo acurrucandose sobre la cabeza de Sakurai.

Yo tengo esos impulsos que tanto has negado —su voz paso a ser mas profunda y maliciosa se volvió su tono de voz—, esa naturaleza tuya que tanto has reprimido que ha decidido tomar forma propia. Yo soy tu, Shinichi. Soy esa versión de ti que tanto has rechazado que decidi era tiempo de tomar mi lugar.

...De que hablas ¡Deja de jugar conmigo y di que es lo que quieres! —el miedo se volvió en valor pero al mismo tiempo se volvió terror.

Un resplandor más allá del blanco vació en el que se encontraban ilumino el rostro de Sakurai que lo cegó de momento. Recupero la visibilidad y descubrió que en este pantalla una serie de imágenes provenientes de sus recuerdos se manifestaron. Eran momentos suyos donde la que llamaba: enana fastidiosa. Estaba con él, un momento vivido tras otro, el enfoque que la pantalla mostraba sobre Hana, pronto cada momento revivido solo demostraba enfocarse en su cuerpo, específicamente su cara, su muslos, su trasero pero sobre todo su cuerpo.

Es preciosa, no crees —de nuevo, ese oscuro ser estaba en su hombro, su rostro recargado aquí con las manos del ser recorriendo su cuerpo bajando por sus pectorales. Pero Shinichi lo ignoraba.

¿Hana? —se perturbo al verlo.

Ella es preciosa, esa lindos labios. Esos muslos carnosos, ese gran trasero. Seguro su vagina tiene un gran sabor como sus pechos deben ser sabrosos, el sabor de la leche que producen sus tetas de vaca debe ser inigualable. Espera… Ya los probaste no es así~ —la risa que vino a soltar la sombra en sus espalda era maligna. Incitando a cometer pecado sobre el cuerpo su kohai. Pero no acababa allí—. Pero que hay de su madre, de la mujer que horneo este sabroso bizcocho.

Esa pantalla cambio los recuerdos que tenia con Hana a mostrar a la señora Tsuki, de la misma forma que presento la pantalla a la anterior Uzaki, la madura mujer vino a mostrarse en enfocando todo su ser primero antes de que las imagenes recreadas por sus recuerdos vinieron a centrarse en sus senos, su trasero, su boca y las cosas sucias que ha tenido con ella en ese amorío secreto que sostienen ellos.

¿Tsuki-san?

Pero que hay de la pequeña gatita~ —ahora mostró imágenes de Yanagi.

No hubo excepciones, la pantalla mostró a la más joven Uzaki de plano en plano cada vez más enfatizando las proporciones de su cuerpo que eran evidencia clara del ADN de su madre que heredo. Como su hermana y la misma madre que tenían las dos.

Yanagi-chan… —un nudo se hacia en su garganta de Shinichi prestando mucha más atención de la que debía darles a los fotogramas de sus memorias, donde la personalidad pechugona de las tres se mostraba en su máxima expresión—… no esta bien.

No solo eran recuerdos comunes que esta sombra suya le mostraba de ellas, cuando aprendía a cocinar con Tsuki en su cocina, con Hana en cada situación dentro y fuera de su vida. Con Yanagi y esa admiración que sentía la chica por este.

Le fueron mostrado también todo lo sucio que ha hecho con ellas: descubrir a la señora Uzaki quería cometer adulterio con él y como se dejo convencer, llevándolo a un amorío secreto. Todas las juegos sucios que ha tenido con su novia, la hija de la misma mujer con la que juega al amante secreto. Los impulsos sexuales que ha dejado salir desde la primera insinuación de Yanagi.

Admítelo —la sombra volvió a abrir la boca después de reír maliciosamente al mostrarle cada recuerdo indebido cometido con ellas—. Admítelo Shinichi, las has deseado todo este tiempo, tal vez pudiste contener tus deseos y retenerme pero por mucho, querido amigo.

¿Retenerte? Aun no me dices quien diablos eres —Sakurai salió del trance y miro con furia a la sombra detrás de él, pero el oscuro reflejo de él se movió antes de tener los ojos del alto muchacho sobre su oscuro ser.

Ya te dije —de nuevo, su sombra viva se puso delante de él, pero cuando hablo la macabra sonrisa se torno mucho mas siniestra y perturbadora—. Yo soy tu. Soy tus impulsos sexuales reprimidos. Soy esa voz que te susurra cuando mirabas de más a tu querida novia diciéndote que no te contuvieras y pusieras tu manos sobre su precioso cuerpo quien te incitaba a buscar oír los sensuales gemidos que Hana puede hacer. La sombra a tu lado que te decía hazlo, ese deseo tuyo de ir por su madre y poner tu pene entre sus pechos. El diablo en tus ojos buscando mirar el escote de tu tierna cuñadita.~

¡Ya basta! —eso no iba a callar a su oscuro reflejo.

No, basta tu. ¡Basta de retenerme, remedio de mierda! —grito la sombra, arrojándose contra su primigenio—. ¡Aguarde lo suficiente e invadí las consciencias de ellas para que dieran el primer paso! ¡Aun así estas de necio actuando como el borrego entre lobas hambrientas! Es tiempo de que yo tome el control.

La pantalla llamo la atención de Sakurai nuevamente. No era un recuerdo, sino una situación que estaba pasando en el momento. Momento cuando Tsuki y Hana llegaron a su casa interrumpiendo el hecho de que él estaba follando a Yanagi estando esta ultima encima de él y con su polla insertada en su vagina.

Ahora las tres en su pieza de departamento estaban confrontando al universitario exigiendo no una explicación sino que tenia escoger a una de ellas. Parecía que lo tenían acorralado.

¡Senpai, me debes una explicación! —reclamaba Hana estando en el centro de la mirada de Shinichi. La fruncida mirada que tenia la enana, a pesar de ser ella casi siempre adorable; esta vez realmente se dejaba ver su enojo ver.

¡¿Acaso lo nuestro solo fue físico, Sakurai-kun?! ¡Yo estoy dispuesta a ir mucho más lejos contigo! —declaro sin sentir vergüenza. Estando la mujer a la derecha de su hija.

Moo~ senpai-san. Porque conformarse con carne vieja y una fastidiosa cuando puede hacer muchas cosas traviesas conmigo —dijo con voz acertiva Yanagi, incitando a Shinichi a escogerla.

La inconformidad de una se veía claramente en las otras. Ninguna parecía estar dispuesta a aceptar que su hermana o su madre, inclusive sus hijas tuvieran a un hombre como Sakurai para ellas.

¿Ir más allá? ¿Acaso ibas a abandonarnos, mamá? —reclamo Hana tan solo escucho lo que su madre santa, dijo.

Porque irte con una pasa arrugada cuando puedes fugarte y jugar mucho con esta gatita traviesa —decía cariñosamente la mas joven de sus hijas.

¡¿Yanagi?! —esto alerto a Tsuki, la actitud lujuriosa de su hija menor era un total impacto—. Yo no te críe para ser una mala hija. Por estás cosas es que prefiero irme y comenzar de nuevo con Sakurai-kun.

Eso en tus sueños mamá. Eres una ninfomana desvergonzada, le pones los cuernos a papá con mi novio y no tienes suficiente con eso, decides querer fugarte con él —recrimino Hana.

Al menos podré comenzar de nuevo y criar unas hijas con mas valores.

Ahora sabemos de donde heredamos lo cachondas —comento Yanagi con poca sorpresa.

Ninguna iba a ceder al parecer, las chispas volaban en el aire al ver el choque de corrientes que sus miradas provocaban de las tres Uzakis. Las chispas volaban en el aire y eso no era bueno. Esto se iba a descontrolar.

¡Tienes que elegir a una! —gritaron en sincronía.

Los ojos de Shinichi eran ocultados por el fleco de su cabello, recientemente se lo dejo crecer. Las tres insistían tanto y solo estaban enfocándose a discutir entre ellas que cuando esa siniestra sonrisa en la cara de Sakurai se hizo hasta que fue demasiado tarde. Malas intensiones podían sentirse venir desde su expresión, sin embargo y sin saber que la oscuridad que ocultaba Shinichi por fin se apodero de él, tuvo una brillante idea que podía poner fin a esta problemática situación, una solución bastante justa.

El ambiente en la casa de Sakurai se volvió más tensa como más acalorada. Paso de tenerlas con el ceño fruncido a tenerlas discutiendo entre ellas y forzandolo a tomar una decisión absoluta a tenerlas de rodillas, desnudas y con sus labios acariciando su polla cuando él solo tenia que estar sentado en la orilla de su cama. El ambiente palideció en un tono rojizo en su departamento. Las persianas y ventanas cerradas para no dejar salir todo el ruido que harían de aquí hasta la mañana siguiente.

Shinichi.~ —la lengua de Hana acariciaba la punta de su pene para poder hablar, antes de poner sus labios otra vez sobre la hombría de su novio, para chuparlo con entusiasmo y mucho ruido.

Sakurai-kun, dame tu rica leche.~ —Tsuki embarraba los labios de su boca a lo largo de la polla de su amante. Subiendo por los largos veintitantos centímetros de su aparato hasta donde Hana estaba y sus lenguas chocar mientras provocaban espasmos al pene de su mutuo hombre.

Dámelo a mi, senpai-san~ —Yanagi saboreaba sus testículos. Atrapando una por una las bolas de Sakurai y succionando con mucha intensidad—. Las bolas de senpai-san también saben muy bien.~

Shinchi~/ Sakurai-kun~/Senpai-san~/ —las escuchaba aclamar por él.

Levanto una sonrisa maliciosa en su cara antes de levantar su mano y ponerla sobre Hana. Tomando por sorpresa a las otras dos Uzaki, pero los ojos de estás se abrirían de impresión cuando metería su polla en la boca de su novia hasta lo más profundo.

¿Shinichi? —exclamo al momento de sentir su mano detrás de su cabeza—. ¡Mmmhhh!

La fuerza con la que la tomo y la fuerza con la metió su polla hasta lo mas profundo de su garganta. La punta rozando las paredes de su garganta, su grosor ensanchándose como si fuera en su misma vagina en la que lo hiciera. Su lengua casi inmóvil y ese sabor sucio que tanto conoció hizo que los labios de su correcta vagina se pusieran tensos, ansiosos.

Con sus manos en su nuca, Sakurai fue empujando su polla con mucha violencia en su boca mientras la mirada de Hana la tenia bajo él. Sus ojos lagrimando mientras se frotaba en ella, a pesar de tener esta expresión, él podía sentir como su novia le pedía dárselo. El sonido que producía su garganta al frotarse con violencia le llevo al máximo.

Dime, Hana ¿Lo quieres… quieres mi semen? —empujes constantes y profundos hacia, sintiendo ahora como la lengua de su novia se movía acariciando su aparato.

Shi… —logro hablar, por poco—…. Damye tu shemen… shinichi.~

Puso las dos manos detrás de su cabeza y aumento el ritmo, su pelvis fue chocando con su cara, como si la follara en su vagina.

¡Aquí va!

Desproporcionada descarga de esperma se libero en la boca de Hana. Sus mejillas se inflaron por esto, sus lagrimosos ojos se hicieron rojizos mientras la escuchaba beberse toda la descarga que libero Shinichi. Le dijo a su bajita novia que limpiara su hombría antes de que él la llegase a sacar y le obedeció, su lengua envolvió con fuerza sobre su polla y cuando la estaba sacando.

Una vez se la soltó, Shinichi puso su mano bajo el mentón de Hana y sus dedos pasaron sobre los labios limpios y humectados de su novia.

Buen trabajo Hana —exclamo la sombra apoderada del cuerpo de Sakurai.

Sus cuerpos se pusieron calientes tanto como de Yanagi, como de la madura en la habitación, Tsuki. (más de lo que ya estaban). Vinieron hasta Sakurai avanzando a gatas mientras él subió a Hana en la cama sobre él, sin importarle que hasta hace unos segundos tenia su pene metido en la boca de su novia, ahora la besaba con harta pasión mientras se abrazaban; aunque la mano derecha de su senpai se deslizo hasta su trasero donde le apretó con deseo y pasión, antes de llevar su mano más abajo y rozar su clitoris.

¡Haa!~ —saco un gemido a Hana.

Moo~ no es justo que solo mi hermana este disfrutando —dijo Yanagi mientras su boca exhalaba un ligero vapor de lo ansiosa que estaba por sentir lo mismo. Cosa que su madre estaba de acuerdo con su segunda hija.

Sakurai-kun, yo también de tu pene.~ —exclamo la madura mujer.

Mamá, no ves que en este momento él esta ocupado conmigo —respondió su hija mayor, viéndola inflar los cachetes mientras estaba abrazada a su hombre mientras sus pechos yacían embarrados a su cuerpo marcado por atlético que es.

Una sonrisa altanera de Sakurai y contesto:

Hana, tengo que ser parejo contigo, Yanagi y Tsuki.

Ahora las llamas por su nombre —miro a su novio teniendo ese puchero en su cara.

Desde el fondo de su mente, el verdadero Sakurai Shinichi miraba con rabia las acciones emprendidas por el usurpador de su cuerpo. Aunque esa entidad fuese él, en el fondo. Entendió que todo este tiempo nunca fue él quien tuvo el control de su cuerpo, fue esta sombra quien por fin le arrebataba la luz de su identidad.

¡Desgraciado… deja de follar con mi novia!

Como si estuviese en un vació del mar, era arrastrado en medio de ese plano blanco a una profunda oscuridad que se volvió notable.

Nuestra novia —le respondió—. Aun que es mejor aclarar, que ahora ella es mía, como el resto de tus mujeres.

La maldad en la voz de su sombra era mas maligna cada vez. Cuando Sakurai quería nadar intentando volver a su cuerpo, unos largos y aterradores brazos comenzaron a subir muy por debajo de sus pies. Brazos de aspecto negro, oscuro cual vació en las estrellas, atraparon a Shinichi y con gran violencia comenzaron a jalarlo hacia la oscuridad que había en la profundidad de su mente. Cada que intentaba subir o liberarse de tales brazos, más de estos brazos lo atrapaban y no dejarían que Shinichi llegara a la superficie. Mucho menos dejaría que volviese a ver la luz de la realidad.

¡No!… ¡No, no, no! —grito, arrastrado más y más abajo en vanos esfuerzos por subir. Tales extremidades sin cuerpo enredaban su ser, atrapando primero su brazo cuando este se estiraba en un primer intento por tocar aunque sea de tocar la luz del que la apartaban—. ¡No puedes hacerme esto!

Claro que si —exclamo la luz, apático con la sentencia mortal que dicto para el verdadero Sakurai—. Después de todo tu me has tenido encerrado en el mismo agujero que te estoy dejando. Solo que tu estarás allí por el resto de la vida.

Su boca fue tapada, no podía escucharse que gritara, solo se escuchaba sus murmullos de miseria bajo la mano espectral que lo callaba. Su nariz fue tapada también, uno por uno sus ojos. Más sin embargo cuando solo uno de sus ojos quedaba libre, su vista fue cerrada poco a poco por manos cada vez más pequeñas. Haciendo mas tortuoso su descenso al olvido de su mente.

¡NOOOOO!

Fue su ultimo grito, pero nadie lo escucho.

Afuera, con la sombra adueñada de su cuerpo por fin podía ser el verdadero Shinichi quien tanto estuvo siendo escondido.

Tomo a la señora Tsuki y la puso sobre su cama, donde una agobiada Hana por el calor del encuentro (y de toda la habitación encerrada), respiraba caliente luego de ser dejada exhausta de solo besarse con harta pasión con su novio. Era tiempo de darle atención a su querida suegra.

Indefensa, como le gustaba mostrarse con su amante. Dejo que Sakurai se pusiera encima de ella pero por sobre todo dejo que pusiese su pene entre sus pechos, que los tomara y envolviera su hombría con ellos, para frotarse con mucho más deseo que todas las veces anteriores que llego a hacer esto con ella.

Shinichi-kun, estás siendo mas agresivo —dijo la madura mujer con los ojos puestos en la sobresaliente punta de la polla de su amante.

¿Esperas que sea más cariñoso como antes? —respondió con malicia en su voz—. Esta vez voy a follarte las tetas tanto que te haré que se corra, señora.

La boca de Tsuki se abrió lo suficiente para que aire caliente saliera de ella y sus ojos que no podían apartar la mirada de la hombría de su amante frotándose en su escote, y la enorme punta de su aparato sobresaliendo, llegando casi a tocar su barbilla.

Vamos, sabes que quieres lamerlo —noto las ansias de la mujer al sentir sus ojos sobre su polla—. Saca esa traviesa lengua tuya y siente el sabor de mi pene.

Pareció ser obediente, saco su lengua y fue acariciando la punta en cada empuje agresivo de su hombría entre sus tetas. La mezcla de sensaciones se volvieron una sola emoción para Sakurai.

¡Mierda, esto es de lo mejor! —follaba sus pechos con mucho más entusiasmo que hace poco—. ¡Voy a venirme!

De tener puesta su polla entre sus grandes dotes de madre, paso a poner su hombría en la boca de Tsuki, empujando su miembro hasta su garganta. Un gemido de dolor le escucho soltar en su voz teniendo tremendo pedazo de carne disparando grandes cantidades de semen con la misma intensidad que su hija seguramente sintió.

Aunque a diferencia de Hana, la madura no pudo limpiar su aparato y ni siquiera pudo evitar retenerlo un poco más. Tanta fue la descarga que tuvo de su esperma que se sentía ahogarse, sobre todo estando acostada en cuanto a su hija, ella estuvo de rodillas cuando recibió esta descarga.

Te viniste mucho, querido.~

Su cuerpo cesaba con profundidad, su busto sobresaltaba por esto lo que hacia verse más erótica a la mujer.

Mira que desastre tienes en la boca —limpio el desastre resultante que quedo en sus labios antes poner sus propios labios en los de la madura y su lengua, dominarla mientras sus dedos se deslizaron hacia la vagina de la mujer donde jugaron en las profundidades de la mujer—. Solo por eso, mereces un castigo.

Un castigo, o más bien una recompensa. Puesta en cuatro sobre la cama, Sakurai empujaba su hombría en la vagina de Tsuki, azotando su pelvis contra su trasero con fuerza, sonando en la habitación como la carne de ambos chocaba.

¡Más, empuja más tu grandiosa polla Shinichi!~ —no tenía pelos en la lengua para gritar esto, sin preocuparse porque alguien escuchase o que reconociese su voz—. ¡empuja más tu fabulosa polla dentro de mi desvergonzada vagina!

Sus hijas, en una esquina de la cama mirando todo. No podían creerlo de su madre, siendo una total pervertida en toda su sinceridad. Yanagi miraba con una sonrisa gatuna mientras se tocaba así misma como piano de iglesia abandonada, mientras que Hana tenia inflado los cachetes pero de celos y una rabieta que trataba de ahogar pero se dejaba notar.

Mamá, eres toda una pervertida —para Yanagi, esto era toda una diversión. Uno del que no que no iba a dejar sin grabar.

¿Yanagi, de donde sacaste esa cámara? —quedo sorprendida Hana cuando saco de tal aparato de un bolsillo imaginario su joven hermana.

Jeje~ la pregunta no es de donde, sino para que —con eso solo hizo a su hermana quedar mas confundida—. Senpai-san y yo hacemos transmisiones en vivo de lo que hacemos en su cama.

Con cámara en mano, la traviesa Yanagi comenzó a grabar a su madre recibiendo bien duro, sin percatarse a tiempo de que su hija menor la filmaba.

Eso es, destroza mi vagina Shinichi, puedo sentir como tu pene se pone más grande —decía sin reservas, Tsuki. Dejo caer su rostro sobre la cama mientras su trasero era pulverizado por las caderas de su amante. Él dejo caer su cuerpo sobre la espalda de la madura, deslizando sus manos a los pechos gordos de la mujer y de su boca puso sus labios en la parte posterior en el cuello de ella—. Aquí viene… puedo sentirlo… será una descarga muy grande…. ¡Haaa!

Pegó gran grito al cielo cuando su amante la hizo sentir un nuevo orgasmo que la hizo sentir el cielo y flotar en las nubes. Pero lo que realmente la tenia en las nubes eran los fuertes de Sakurai que la tomaron por sus muslos y la levanto fuera de la cama, exponiendo su coño donde su semen se le escurría a la mujer.

Vaya, eso es mucho semen —dijo Hana mirando con mas cercanía ese ligero escape de fluidos blancos que su novio dejo salir en su madre—. ¿Lo estás grabando Yanagi?

A su lado estaba Yanagi con la mirada roja con el aparato en manos en alto.

Cada segundo.

Escucho eso y volvió a ser la madre preocupada de antes por un momento. Cuando bajo la mirada vio que era tal como escucho.

¡Yanagi, que estás haciendo. No filmes! —tapo sus ojos, pues cerrar las piernas no era algo que iba a poder hacer estando en manos de Shinichi.

Vamos, deje que Yanagi la grabe estando en su mas sincera etapa —dijo su novio, cuya boca la tenia en su hombro izquierdo—. Quien sabe, podríamos enviar el video a Fujio-san y mostrarle tu verdadero yo, Tsuki-san.

¿Eh?

No lo podía ver, pero la polla de Shinichi estaba activa de nuevo y pocos centímetros de atravesarla.

No tenga pena señora Tsuki, muestre su verdadera naturaleza. Infiel, pervertida. Ninfomana ¡infiel esposa!

Beso con toda discreción la entrada de su orto, antes de atravesarla de un solo movimiento hasta el fondo. Shinichi. Tan fuerte fue este movimiento que sintió su ano expandirse en medio de un dolor que pronto se volvería placer con los movimientos de la polla de Sakurai y la rudeza que implemento para follarla.

¡Aaahh! —fue el grito inicial de dolor que emitió Tsuki cuando fue sodomisada por la polla de su amante, los roces violentos que él comenzó a hacer humectaron su interior y pronto el dolor se convirtió meramente dolor—. Shinichi… aguarda, mi orto… ¡Haa!

El gemido que soltó fue por dos cosas, la primera porque comenzó a disfrutar. La segunda: Hana puso su lengua en su vagina y como si fuera un helado se comía a lamidas todo el semen que Sakurai dejo escapar dentro de la vagina que lo parió.

El semen de Shinichi sabe bien si viene dentro de la vagina de mamá —como era que llego hasta ella. Hana se subió a la cama y de rodillas desde aquí podía hacer esto.

¡Hana, deja de hacer eso… sino yo… yo! —su interior se pudría en un mar de placer incestuoso.

¿Que pasa mamá, es demasiado para ti? —tomaba una toma completa de los tres.

¡Si! —contesto inicialmente, su rostro decía claramente que el orgasmo que padecía la estaba haciendo agonizar y eso le encantaba—. Polla de Shinichi es fantástica… y la lengua de Hana acariciando mi vagina… no puedo resistir más.

¡Yo tampoco!

Justo cuando Sakurai se vino e inundo los profundos canales de Tsuki, su vagina se volvió una fuente y disparo un gran chorro de jugos femeninos sobre la cara de su primogénita. Hana recibió este disparo con la boca y lengua por fuera. Bebiéndose los fluidos expulsados por su madre.

No, no bebas eso Hana… esta sucio —decía algo negativo, aunque su cara se veía alegre. Alegre de la cogida que la acababan de meter.

Agotada, Sakurai la dejo a un lado en el piso quedando dormida casi al instante. En la cama, le dio turno a las hijas de Tsuki para complacerlas. Hana con su vagina sobre la boca de su novio mientras el culo de Yanagi se aporreaba sobre la pelvis de Shinichi.

Porque la cara larga, hermana~ —no iba dejar de burlarse de su hermana en ningún momento. Ella tenia un ceño fruncido sobre Yanagi.

Se supone que yo debo ser la única a la que senpai haga cosas sucias —reclamo Hana frotando en círculos, su vagina sobre la cara de Shinichi, su lengua la hacia sentir espasmos que la hacían erizar su útero—. No debería estar compartiéndolo con mi hermanita y mi madre.

Eres toda una egoísta, nee-san —sonrió en burla Yanagi—. Como puedes ser tan egoísta y quedarte con el pene de senpai-san solo para ti.

Sin embargo, la joven Yanagi no era igual de acaparadora que su hermana. Dejo de montar a Shinichi y le cedió el lugar a su hermana.

¡Haaa! —gimió muy fuerte cuando la cosa de su novio la empalo, sus brazos envueltos en el cuello de su hombre mientras él hacia todo el trabajo—. Que bien se siente, dame tu semen, Shinichi. Dámelo todo.

Sentía su boca mordiendo su cuello como sus manos agarrarle sus pechos y jugar agresivamente apasionado con ellas. Pero sentiría más las provocaciones de Yanagi sobre todo.

Si, dale todo a nee-san y cuando ya no pueda más puedes seguir conmigo. Senpai-san —no soltaba la cámara, Yanagi. Capturaba en primera plana, los rostros sucios que hacia su hermana.

¡Eso no! —tapo su rostro con su mano, sus dedos y su palma abierta tapaban sus ojos—. ¡La única que va a tener sexo de Shinichi soy yo!

Eso le agrado escuchar a su querido senpai.

Entonces —Sakurai se detuvo un momento y con su musculatura, hizo sentir intimidaba como ruborizada su enana novia.

Puso todo su interés en Hana mientras Yanagi lo grababa todo y la madre de estas dos se reincorporo después de poco después de caer agotada. Puso sus pechos en la espalda de su amante mientras sus manos tocaban su pecho, él en tanto destrozaba las paredes vaginales de su novia. Su novia no aguantaría el nuevo estilo de romance de Sakurai.

Esto es mucho… Shinichi, siento que mi vagina se derrite —mordía la sabana, Hana. Sus caderas estaban perdiendo fuerza y sus muslos se estaban entumeciendo con la pose que la tenia su senpai ahora que estaba en frenesí en ella.

Vamos, hija. Solo un poco más —decía Tsuki, ebria de lujuria.

¡No puedo aguantar más!

Se vino primero que Sakurai y la sensación de su orgasmo saliendo mezclado con los empujes de la polla su novio la hizo correrse dos veces, una tras otra. Caería sin fuerzas en la cama.

Vaya, parece que Nee-san solo puede aguantar cinco rondas seguidas —burla de Yanagi grabando la expresión facial que tenia su hermana al quedar agotada—. Mamá puede aguantar mucho más rondas.

La cámara enfocaría a su madre cuando estaba encima de su amante y hacia ella el trabajo.

¡Yanagi! —se dejaba ver como una mujer pervertida y desvergonzada frente a su amante, pero no ante la cámara.

Ver como su madre y su hermana estaba comiendose a Shinichi con gran ebriedad de lujuria estando a su lado, hizo que Hana obligase a a su cuerpo a levantarse, pero eso le tomaría a la enana varios muchos minutos para lograr incorporarse de nuevo. Pero cuando volvió a la acción. El único invatible era Sakurai.

Senpai-san —Yanagi le ponía en alto su trasero a pesar de estar ensuciado con su esperma en su culo.

Shinichi, dale más a esta infiel esposa~ —Tsuki tenia su trasero levantado también, su cuerpo en buena parte; estaba cubierto por semen del mismo joven.

Shinichi, aun puedo con más —una evidente y agotada Hana demostraba que aun podía seguirle el ritmo, a pesar de no estar totalmente acostumbrada al ritmo verdadero de su novio.

Tranquilas, trio de pervertidas —la personalidad de la sombra se adueño totalmente de Sakurai—. Verán que no salen de esta habitación esta noche.

Como él mismo lo dijo, no salieron de su habitación aquella noche, mucho menos de su cama.

Parecía que las dejo satisfechas, los agujeros de su culo y coño estaban desbordando su semen después de estar follandolas todo él día. Con Hana durmiendo a su derecha, Yanagi durmiendo sobre su brazo a la derecha y Tsuki durmiendo sobre su pecho. Todas desnudas y con la satisfacción en sus caras. Parecía que ya lo tenia todo, ya las tenia a ellas, hablando en especifico. No obstante, un problema menor radicaba y era tan insignificante para Shinichi que pudo dormir la noche.

Solo para despertar de la mujer manera posible.

¿Uh? —abrió los ojos después de tan cálida sensación alrededor de su pene. Levanto la vista y ahí las vio a las tres—. ¡Oigan!

Un sexteto de tetas de parte de las tres mujeres Uzaki. Las tres tenían sus pechos puestos alrededor la polla de Sakurai mientras llevaban puestos unos bikinis de procedencia erótica que caracterizaba la apariencia de una vaca. Las tres llevaban estos atuendos.

Ara~ Shinichi ya despertó —haría que sus hijas mirasen al recién despierto, teniendo en sus ojos unos corazones rosados en sus pupilas. Sus manos bajo sus pechos frotando la polla del hombre que era para las tres, no dejaban de empujar contra él.

Buenos dias, Shinichi.~

Senpai-san, que bueno que te levantas. Es hora de darles la ración de la mañana a tu ganado.

Entonces las tres dejaron de usar sus senos, para ponerse sus caras al piso pero con sus trasero al aire y sobre todo ante la presencia de Shinichi. Las delgadas lineas que componían las bragas del juego de ropa lasciva que llevaban no cubría para nada sus culos aunque si, con respecto a sus vaginas, sin embargo estos sitios suyos estaban empapados por sobre encima de su calzoncillos.

Viendo este paisaje tan atrayente, Shinichi levanto su cabello dejando ver su satisfactoria sonrisa.

Solo un tonto rechazaría esta oferta.

Ese tonto fue arrastrado por la oscuridad y consumido en las tinieblas del olvido. Lo que comenzó como un error pronto fue su sentencia, el demonio de sus pantalones que tanto había tenido enterrado volvió y lo suplanto. Pero nadie pareció notarlo, mucho menos cuando sus intensiones dieron fruto, como querer detenerse.

Descuida mi decadente yo. Cuidaré a las tres mujeres de la familia Uzaki con más pasión que con la que tu tuviste por ellas.

Arrastrado a las profundidades del abismo llamado olvido, como criatura prehistórica caída en una trampa de alquitrán, el barro negro de su mente disolvía cual ácido o más bien se lo devorando esta masa oscura de la que vinieron dichos brazos maquiavelicos. Sin ver una ultima vez la luz, ni a nadie.

Yo las cuidaré bien.

¿Fin?

No, aun queda un par de finales que contar de esta historia.



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